Céntrate en las fortalezas de tus trabajadores. La mayor parte de los métodos de evaluación del rendimiento fijan una imagen ideal de profesional y...
Céntrate en las fortalezas de tus trabajadores. La mayor parte de los métodos de evaluación del rendimiento fijan una imagen ideal de profesional y luego señalan las diferencias de cada individuo respecto a ese ideal. A tales diferencias se las suele denominar «áreas de desarrollo», y se anima a la gente a esforzarse por trabajarlas. No obstante, mejorar los puntos débiles requiere de una enorme cantidad de energía. Así que, en lugar de eso, lo mejor es que animes a los miembros de tu equipo a potenciar sus puntos fuertes, a hacer sobre todo lo que se les da bien. Y, más importante aún, acepta sus debilidades: si alguien no se maneja bien con las hojas de cálculo, encárgaselo a otra persona; y si es imprescindible que haga esa parte del trabajo, ayúdale a mejorar lo suficiente como para que no suponga un obstáculo para sus puntos fuertes.
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