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Cambios anatómicos, fisiológicos y psicológicos en el embarazo Dr. José Montesdeoca Herrera Objetivos Identificar los cambios anatómicos y fisiológicos que se producen durante la gestación. Correlacionar estos cambios anatómicos y fisiológicos con los signos y síntomas que desarrolla la mujer. Cambios Cambios que resultan evidentes para la madre o que se reflejan y provocan algunos síntomas específicos durante el embarazo Cambios que solo son evidentes durante la exploración física que realiza el médico. Cambios solo detectados mediante estudios paraclínicos. Aparato reproductor. Útero Antes de la gestación, el útero es un órgano pequeño, con forma de pera, que mide 7.5 x 5 x 2.5 cm y pesa unos 60 g. Adopta una forma esférica hacia las 12 semanas. Crece con mayor rapidez en longitud que en anchura y adopta una forma ovoidea. A medida que crece, rota casi siempre hacia la derecha. Al término de la gestación mide aproximadamente 28 x 24 x 21 cm y pesa cerca de 1.000 g. Su capacidad aumenta de unos 10 ml hasta 5.000 ml (5 l) o más. Aparato reproductor. Útero El aumento del tamaño uterino se debe fundamentalmente al crecimiento (hipertrofia) de las células miometriales preexistentes como consecuencia del efecto estimulante de los estrógenos y de la distensión que produce el feto al crecer. El número de células sólo aumenta ligeramente (hiperplasia). El tejido fibroso que existe entre las bandas musculares aumenta considerablemente, lo que incrementa la resistencia y la elasticidad de la pared muscular. El aumento de tamaño del útero, el desarrollo de la placenta y el crecimiento del feto obligan a incrementar el aporte de sangre al útero. Hacia el final de la gestación, el sistema vascular uterino contiene la sexta parte de la volemia materna total. Aparato reproductor. Útero A lo largo de la gestación se producen intermitentemente las contracciones de Braxton Hicks, que son unas contracciones irregulares y generalmente indoloras del útero. Se pueden percibir a través de la pared abdominal a partir del cuarto mes de gestación. En los meses posteriores, estas contracciones se vuelven muy molestas y pueden confundirse con las contracciones de parto verdaderas. Aparato reproductor. Cuello uterino Los estrógenos estimulan el tejido glandular del cuello uterino que aumenta su celularidad y se vuelve hiperactivo. Las glándulas endocervicales secretan un moco denso y pegajoso que se va acumulando y forma un tapón que sella el conducto endocervical e impide el ascenso de microorganismos hacia el útero. Este tapón mucoso se expulsa cuando comienza la dilatación cervical. La hiperactividad del tejido glandular incrementa la mucorrea fisiológica normal, produciendo en ocasiones un exudado muy abundante. El aumento de la vascularización cervical reblandece el cuello uterino (signo de Goodell) y produce un color azulado característico (signo de Chadwick). Aparato reproductor. Ovarios Los ovarios dejan de producir óvulos durante la gestación, pero el cuerpo lúteo sigue sintetizando hormonas hasta las 10-12 semanas. La progesterona que secreta mantiene el endometrio hasta que la placenta asume esta función. A partir de ese momento, el cuerpo amarillo empieza a regresar y queda casi totalmente obliterado hacia la mitad de la gestación. Aparato reproductor. Vagina Los estrógenos incrementan el grosor de la mucosa vaginal, hacen más laxo el tejido conjuntivo y aumentan las secreciones vaginales. Estas secreciones son espesas, blanquecinas y ácidas (pH 3.5-6.0). El pH ácido ayuda a prevenir las infecciones bacterianas, pero favorece el crecimiento de hongos, lo que explica que las gestantes sean más susceptibles de lo normal a sufrir candidiasis. El tejido conjuntivo vaginal de soporte se va haciendo cada vez más laxo a lo largo de la gestación. Al término, la vagina y el cuerpo perineal están lo suficientemente relajados como para permitir el paso del neonato. Debido al aumento del flujo sanguíneo vaginal, la vagina puede presentar el mismo color púrpura azulado (signo de Chadwick) que el cuello uterino. Aparato reproductor. Mamas Las mamas crecen y se vuelven más nodulares conforme aumenta el número y el tamaño de las glándulas como preparación para la lactancia. Las venas superficiales se hacen más prominentes, los pezones se vuelven más eréctiles y las aréolas se oscurecen. Los folículos de Montgomery se dilatan, y pueden aparecer estrías gravídicas. Durante el último trimestre puede salir calostro, una secreción amarillenta rica en anticuerpos. El calostro se transforma gradualmente en leche madura durante los primeros días tras el parto. Aparato respiratorio El volumen de aire inspirado aumenta un 30-40 %. La progesterona reduce la resistencia de las vías respiratorias, lo que permite que aumente un 15-20 % el consumo de oxígeno, así como la producción de anhídrido carbónico. Al crecer, el útero comprime y eleva el diafragma. Aumenta el ángulo subcostal y se expande la caja costal. Aumenta el diámetro anteroposterior, y el perímetro torácico se expande hasta 6 cm. La respiración deja de ser abdominal y pasa a ser torácica al avanzar la gestación, y el diafragma tiene menos margen para descender durante la inspiración. Puede producirse una cierta hiperventilación y dificultades para respirar. También puede observarse obstrucción nasal y epistaxis (hemorragias nasales) debido al edema y la congestión de la mucosa nasal que inducen los estrógenos. Aparato cardiovascular La volemia aumenta progresivamente y alcanza un volumen máximo hacia la mitad del tercer trimestre, un 45% superior a los valores normales. Este fenómeno se debe al aumento de los hematíes y el plasma. Aumenta el flujo sanguíneo a los órganos que soportan una mayor sobrecarga (útero y riñones) El gasto cardíaco empieza a aumentar a comienzos del embarazo y se mantiene elevado durante toda la gestación. El pulso puede aumentar hasta 10-15 latidos por minuto al término de la gestación. La presión arterial disminuye ligeramente, y alcanza su valor más bajo durante el segundo trimestre. Después aumenta gradualmente y casi se normaliza hacia el final del tercer trimestre. Aparato cardiovascular El útero grávido comprime los vasos pélvicos y femorales, interfiriendo con el retorno venoso y provocando estasis sanguínea en las extremidades inferiores. Esto puede producir edema en zonas declives y varices en las venas de las piernas, la vulva y el recto (hemorroides) al final del embarazo. Este incremento de la sangre acumulada en las extremidades inferiores puede favorecer la hipotensión postural en la gestante. Cuando la gestante se coloca en decúbito supino, el útero grávido puede comprimir la vena cava y limitar el retorno a la aurícula derecha, reduciendo la presión arterial y provocando mareo, palidez y una sensación húmeda y fría al tacto. El útero grávido puede comprimir también la aorta y su circulación colateral. Es lo que se conoce como síndrome de hipotensión supina, o también, síndrome de la vena cava o compresión aortocava. Se puede corregir acostando a la mujer sobre su costado izquierdo o colocando una almohada o una cuña bajo su cadera derecha. Cambios hematológicos El volumen total de eritrocitos aumenta aproximadamente un 30 % en las mujeres que reciben suplementos de hierro (pero sólo un 18 % cuando no los reciben). El volumen del plasma aumenta un 50 % durante la gestación. Dado que el volumen de plasma (50 %) aumenta más que el volumen eritrocitario (30 %), el hematocrito disminuye un 7 % durante la gestación. Este descenso se denomina anemia fisiológica del embarazo. Cambios hematológicos La producción de leucocitos aumenta ligeramente hasta un promedio de 5.000-12.000/mm3, algunas mujeres alcanzan valores de hasta 15.000/mm3. Durante el parto yel período posparto precoz, estos valores pueden llegar a 25.000/mm3 o más. Durante el embarazo aumentan las concentraciones de fibrina y de fibrinógeno plasmático. También aumentan los factores VII, VIII, IX y X, por consiguiente, la gestación representa un estado de ligera hipercoagulabilidad. Estos cambios, unidos a la estasis venosa del final de la gestación, incrementan el riesgo de trombosis venosas en la gestante. Cambios hematológicos Cambios hematológicos AumentaVolumen sanguíneo AumentaVolumen globular AumentanLeucocitos DisminuyenPlaquetas AumentanFactores de coagulación VII, VIII, IX y X AumentaVelocidad de sedimentación Aparato digestivo Durante el primer trimestre son frecuentes las náuseas y los vómitos debidos al aumento de la HCG y a los cambios en el metabolismo de los hidratos de carbono. El tejido gingival puede reblandecerse y sangrar con facilidad. La secreción salival puede aumentar e incluso llegar a ser excesiva (ptialismo). El aumento de las concentraciones de progesterona relaja la musculatura lisa, retrasando el vaciamiento gástrico y reduciendo el peristaltismo. Debido a ello, la gestante puede sentirse hinchada y desarrollar estreñimiento. Estos síntomas se acentúan cuando el útero grávido desplaza el estómago hacia arriba y los intestinos lateralmente y hacia atrás. También se relaja el cardias y se puede producir pirosis por el reflujo de las secreciones ácidas hacia el esófago inferior. Aparato digestivo El tiempo de vaciamiento de la vesícula se prolonga en el embarazo a causa de la relajación del músculo liso inducida por la progesterona. Esto, unido a la elevada concentración de colesterol en la bilis, puede favorecer la formación de cálculos biliares en la gestante. A menudo aparecen hemorroides hacia el final de la gestación debidas al estreñimiento y a la compresión de los vasos situados por debajo del útero. Vías urinarias Durante el primer trimestre, el útero grávido sigue siendo un órgano pélvico y comprime la vejiga, produciendo polaquiuria. Este síntoma remite en el segundo trimestre, una vez que el útero pasa a ser un órgano abdominal y disminuye la presión sobre la vejiga. La polaquiuria reaparece durante el tercer trimestre, cuando la presentación fetal desciende a la pelvis y vuelve a comprimir la vejiga, reduciendo su capacidad, contribuyendo a la hiperemia, e irritando la vejiga. Los uréteres (especialmente el derecho) se alargan y dilatan por encima del reborde de la pelvis. Durante la gestación a veces se observa glucosuria debido a que el riñón no puede reabsorber toda la glucosa que filtran los glomérulos. La glucosuria puede ser normal o indicar una diabetes gestacional; por consiguiente, siempre hay que realizar pruebas adicionales. Piel Cambios en la pigmentación de la piel. Se deben al aumento de las concentraciones de estrógenos, progesterona y hormona estimulante de los melanocitos. La pigmentación cutánea aumenta sobre todo en las zonas que ya están hiperpigmentadas: la aréola, los pezones, la vulva y la región perianal. En la piel de la zona media del abdomen puede aparecer una línea pigmentada, la línea alba, que suele ir desde el ombligo o por encima del mismo hasta la zona púbica. También puede aparecer el cloasma facial, un oscurecimiento de la piel de la frente y la zona periocular. El cloasma es más marcado en las mujeres de pelo oscuro y se acentúa con la exposición solar. Desaparece o remite poco después del parto, una vez que cesa la influencia hormonal de la gestación. Además, durante la gestación suele observarse una hiperactividad de las glándulas sudoríparas y sebáceas. Piel Las estrías gravídicas, o marcas de estiramiento, son unas líneas rojizas y onduladas que pueden aparecer en el abdomen, los muslos, las nalgas y las mamas. Se deben a la merma de la resistencia del tejido conjuntivo a causa del aumento de las concentraciones de esteroides suprarrenales. Pueden aparecer arañas vasculares, en forma de pequeñas elevaciones cutáneas de color rojo brillante que irradian desde un cuerpo central, en el tórax, el cuello, la cara, los brazos y las piernas. Pueden deberse a un aumento del flujo sanguíneo subcutáneo en respuesta al incremento de las concentraciones de estrógenos. Sistema osteomuscular Las articulaciones de la pelvis se relajan ligeramente debido a influencias hormonales. Esto suele producir una marcha contoneante. Dado que el centro de gravedad de la gestante varía gradualmente, la curvatura de la columna lumbar se va acentuando y cambia la postura de la mujer. Este cambio postural compensa el aumento anterior del peso uterino y suele provocar una lumbalgia baja. La presión del útero grávido sobre los músculos abdominales puede separar los rectos abdominales y producir una diástasis de los mismos. Si la separación es importante y no se restablece el tono muscular tras el parto, en embarazos posteriores no se dispondrá de suficiente sujeción y el abdomen de la mujer puede adoptar un aspecto colgante. Ojos Durante la gestación disminuye la presión intraocular, debido probablemente a un mayor drenaje vítreo, y la córnea aumenta ligeramente de grosor debido a la retención de líquido. A causa de ello, algunas gestantes tienen problemas para utilizar lentes que antes no les producían molestias. Estos cambios suelen desaparecer a las seis semanas del parto. Metabolismo Aumento de peso: Mujer de peso normal antes del embarazo es de 11.4 a 15.9 kg. Mujer obesa se recomienda un aumento de 6.8 a 11.4 kg. Mujeres delgada debe ganar el peso necesario para alcanzar su peso ideal más 11.4-15.9 kg. Metabolismo hídrico: Aumento de la retención de agua (incremento de esteroides sexuales, disminución de las proteínas séricas, aumento de la presión y permeabilidad capilares. Se debe a las necesidades del feto, la placenta y el líquido amniótico. Metabolismo Metabolismo de los nutrientes: Las demandas de proteínas y lípidos del feto alcanzan su nivel máximo en la segunda mitad del embarazo; el feto duplica su peso en las 6-8 últimas semanas. Durante el embarazo se deben almacenar proteínas para mantener unas concentraciones constantes en la leche materna y evitar la depleción de los tejidos maternos. También deben aumentar las reservas de hidratos de carbono, especialmente durante los dos últimos trimestres. Los lípidos se absorben mejor durante la gestación y la concentración de ácidos grasos libres aumenta en respuesta al lactógeno placentario humano. También se incrementan las concentraciones de lipoproteínas y colesterol. Sistema endocrino Tiroides: La glándula tiroides suele crecer ligeramente durante la gestación debido a un aumento de su vascularización y a la hiperplasia del tejido glandular. Aumenta su capacidad para captar tirosina, con lo que también se incrementa el yodo unido a proteínas séricas. Estos cambios se deben a la elevación de los estrógenos plasmáticos durante la gestación. El metabolismo basal aumenta hasta un 25 % durante la gestación. Sin embargo, a las pocas semanas del parto todas las funciones se normalizan. Sistema endocrino Hipófisis: La adenohipófisis secreta prolactina, responsable de la lactancia inicial. La neurohipófisis secreta vasopresina (hormona antidiurética) y oxitocina. La vasopresina produce vasoconstricción, que eleva la tensión arterial y también ayuda a regular el equilibrio hídrico. La oxitocina favorece la contractilidad uterina y estimula la eyección láctea en las mamas en el posparto. Sistema endocrino Glándulas suprarrenales: Aumenta el cortisol que regula el metabolismo de las proteínas y los hidratos de carbono. El cortisol se normaliza 1-6 semanas después del parto. Secretan mayores cantidades de aldosterona en la primera mitad del segundo trimestre. Este aumento puede representarla respuesta protectora del organismo frente al incremento de la excreción de sodio que induce la progesterona. Páncreas: La gestante necesita más insulina y los islotes pancreáticos de Langerhans, que la secretan, tienen que hacer frente a este aumento de la demanda. Inmediatamente se pone de manifiesto cualquier limitación de la función pancreática y la gestante puede presentar signos de diabetes gestacional. Hormonas del embarazo Hormonas del embarazo Estimula la síntesis de progesterona y estrógenos en el cuerpo lúteo para mantener el embarazo. Gonadotropina coriónica humana (hCG) Favorece el crecimiento fetalLactógeno placentario humano (HPL) Estimulan el desarrollo uterino para conseguir un entorno adecuado para el feto. Estrógenos Mantiene el endometrio e inhibe la contractilidad uterina espontánea. Progesterona Inhibe la actividad uterina, reduce la potencia de las contracciones uterinas, ayuda a reblandecer el cuello uterino y tiene efectos sobre la remodelación del colágeno. Relaxina Prostaglandinas Son sustancias lipídicas que pueden producirse en la mayoría de los tejidos corporales pero alcanzan concentraciones elevadas en el aparato reproductor femenino y aparecen también en la decidua durante el embarazo. Aún no se conocen bien las funciones exactas de las PG durante la gestación, aunque se cree que se encargan de reducir la resistencia vascular placentaria. El descenso de las concentraciones de prostaglandinas puede contribuir a la hipertensión inducida por la gestación (HIG). Se cree igualmente que las prostaglandinas intervienen en los complejos procesos bioquímicos que ponen en marcha el parto. Bibliografía Ladewig, P. London, M. Moberly, S. Olds, S. (2006). Enfermería maternal y del recién nacido. McGraw-Hill Interamericana. Cunningham, F. Leveno, K. Bloom, S. Dashe, J. Hoffman, B. Casey, B. Spong, C. (2019). Williams Obstetricia. McGraw-Hill Interamericana.
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