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Primera Actividad 2023 n1 Practicas Profesionales

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Universidad Nacional de Salta – Facultad de Humanidades
Prácticas Profesionales – Año 2023
Estudiante: Flores Alberto Exequiel
LU: 718504/718492
Actividad
Traer un escrito en donde reconstruya sus experiencias de prácticas a lo largo de la carrera, identificando saberes, valores, habilidades, tareas, instrumentos, etc.
Desarrollo
Hola, me llamo Exequiel Alberto Flores y soy estudiante tanto del Profesorado como de la Licenciatura En Ciencias de la Educacion. A lo largo de la misma dos han sido los espacios donde he realizado practicas como tal. Estos fueron en las cátedras de Didáctica I y Pedagogía social. Las prácticas de Didáctica II no se hicieron por ser justo en tiempos de la pandemia.
La primera, en la catedra Didáctica I, me llevo a la Escuela “Camino del Inca” y con los y las alumnas de 2º grado. Al principio los nervios y el temor de no saber cómo situarme frente a esta práctica me invadieron. Creo que tenían que ver con si estaba a la altura de la situación, ya que como era la primera vez pensaba que aún no tenía los conocimientos y las disposiciones que se requieren. Habilidad como poner el cuerpo, la voz y una disposición para el trabajo en el aula en compañía de la maestras a cargo. Eso de alguna manera me abrumaba. Esto estuve muy presente en la primera y segunda semana de las prácticas, pero también empecé a hacerme del compromiso con la practicas, y a observar en cómo es el rol de maestra y la manera en cómo ella se vincula con sus alumnos y alumnas a través de las actividades del aula y en los momentos en donde los animaba a realizar las tareas a quienes decían que no podían hacerlo.
Es en ella donde me toco pasar también de ser un observador a participar mucho más activamente como lo fue en las actividades para el día de la lectura. La escuela lo trabajo como un pequeño festival donde había juegos, espacios de lecturas, espacios con almohadas donde estaba algunas maestras leyendo algunos cuentos, leyendas a quienes se sentarán allí a escucharlas. Y yo tenia que realizar una actividad. Me costo tiempo pensar bien en como armar una, en como planearla para que los niños y niñas se sintieran animados a participar y a que al mismo tiempo pudieran trabajar la lectura. Y ahí fue donde, tomando algunas ideas prestadas del juego de la oca, arme un tablero con unos dados de ocho caras con dibujos que representaran ciertos personajes de algunos de los libros que estaba en biblioteca y la biblioteca del aula. Con un poco de manualidades y pensando claramente de que el mensaje que quería transmitir fuese claro para ellos pude armar “un juego de dados”. Capaz esto tenga otra nombre, desconozco la verdad, pero eso fue el producto de esa inventiva.
En el día de la lectura lleve lo que había armado y me estacione en una esquina del corredor del patio interior de la escuela y puse los libros, el tablero y los dados listos para empezar. Primero no se acercaba nadie, y pensaba si había pensado bien la actividad o si era poco interesante. Pero a los, que será tipo a los quince minutos fueron acercándose primero los niños y niñas con los que había llegado a hablar y donde había escuchado lo que tenían para contarme. Y de a poco se fueron acercando mas niños y niñas hasta que completaron los primeros ochos jugadores. El acto seguido fue comentarles de como iba la actividad y los dados. Ahí reconozco que poner la voz y el cuerpo fue una primera tarea complicada, temblaba la voz y el cuerpo, pero sé que había hecho que se interesaran o que les llamara la atención, tenia que seguir. Y así fue que temblando y todo tres rondas de juego completo jugaron y hasta comentarios de que me decían de que tenía frio porque temblaba.
Pero también me toco tratar con otras situaciones que estaba fuera de lo que pensaba que comprendía la práctica y a la cual requería que reaccione en el momento. Como la ocasión en la que me toco ayudar a un niño que se descompuso en medio de un acto escolar. Y creo que lo que me quedo de cuando en mi escuela vi como el profesor de educación físico lo cargo y lo llevo rápido a celaduría donde le hicieron oler un trapo con alcohol para que se componga. Fue eso, pero rápido en el momento. Al final todo salió bien y el niño se recuperó, gracias a las maestras lo atendieron. De esto me toco también charlar con la mama. No sé si esto me competía o no, pero me indicaron que como había visto de primera mano la situación tenía que comentarle lo que paso. El dialogo, la comunicación más que nada para tranquilizar y hacer saber que todo está bien, otra tarea que me costó horrores, pero a partir de esa situación me ayudo mejorar bastante. Al final pude explicarle la situación y no se si traerle calma, pero estaba menos afligida y agradecida.
Fue el primer contacto y el más difícil porque puso a prueba muchas cosas de mí, mi esfuerzo, mi voz para explicar con claridad y no dar tantas vueltas. El cuerpo o la presencia, de saber de qué yo estaba ahí con ellos escuchándolos y leyendo con ellos. De alguna manera me recordaron muchas cosas sobre lo que habíamos leído en clase sobre el vínculo, sobre los grupos, y el acompañamiento. Curiosamente también me trajeron recuerdos sobre mi infancia y mi paso por la escuela.
Finalmente, la última practica hasta el momento la tuve en la catedra Pedagogía Social donde me toco armar un proyecto a elección y realizar una serie de diez encuentros. Me intereso poder trabajar con la música y con la asistencia de las profesoras planificamos el proyecto musical: “Espíritu Artístico del Corazón”. Los encuentros se realizaron en la Escuela Superior de Música de La Pcia. de Salta Nº 6003 - José Lo Giudice y reunió a estudiantes y jóvenes de la tercera edad en la conocimiento e interpretación de la música con un fuerte sentido social y político. Aquí conocí de primera mano lo que es el trabajo interdisciplinario. El proyecto se realizo con la ayuda de dos profesoras de música, algunos participantes de agrupaciones de batucadas que siempre acompañan las marchas de protesta y una profesora de historia. Los encuentros estuvieron divididos en 5 temas específicos: 1º la historia de la música como reivindicación social, 2º conocer e interpretar piezas musicales con instrumentos, 3º el mensaje en la fuerza de la música, 4º practicando y el sentido de la interpretación y 5º acompañando la marcha. Fue una muy linda experiencia, tanto para conocer aspectos referidos al trabajo interdisciplinario, como a escuchar y comentar como la música es un vehículo para llevar la voz de aquellas demandas, pedidos y búsqueda de justicia.
La diferencia sustancial es que aquí me toco estar del otro lado del espacio de prácticas, juntos a la profesoras como alguien que veía los contenidos, como planificarlos en el tiempo que teníamos para los encuentros, las actividades y en ver como estas se realizaban. Las profesoras se referían a ello como “quienes están detrás del telón de las y los profesores”. En esta práctica, también vi de primera mano que planificar y llevar a cabo actividades no son cosas que deben tomarse a la ligera. Debe hacer considerando muchos factores y conociendo a los destinatarios y su relación con la música. Conocer al grupo clase, y conocerse a uno mismo dentro de los roles que les toca.
Esas han sido mis experiencias de practicas durante la carrera. Si bien, por la situación que aconteció por pandemia, muchos espacios que tenían practicas no se han podido realizar que quizás me hubieran llevado por otros lados de la formación y en conocer otras aristas del rol del docente o del profesional de ciencias de la educación. Pero las que viví me ayudaron pensar en ello, de manera más comprometido y con la seriedad que implica.