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• Los hallazgos de la autopsia en el caso de cadáveres carbonizados son: • Hábito externo: como efecto general se aprecia una condensación general de los tejidos que se traduce en una reducción de volumen de órganos y miembros, y aún de la totalidad del cadáver, lo cual puede dar una apariencia de pertenencia a una persona más joven. • El cadáver suele adoptar actitudes peculiares llamadas de combate o de boxeador, que son consecuencia de un fenómeno puramente físico: la rigidez cadavérica, con ligero predominio de la musculatura de flexión sobre la de extensión. • Hábito interno: en contraste con la intensidad de las lesiones externas, cuando no existe apertura de las cavidades, las vísceras aparecen notablemente bien conservadas. Esta circunstancia permite apreciar la existencia de lesiones traumáticas internas causantes de la muerte, y aún de afecciones patológicas preexistentes.