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252 © 2019. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos PERSPECTIVA GENERAL, 252 RADIOGRAFÍA DE TÓRAX NORMAL, 252 APROXIMACIÓN A LA EVALUACIÓN DE UNA RADIOGRAFÍA DE TÓRAX, 253 ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES ESPECÍFICAS, 253 Enfermedades que afectan al tamaño y a la morfología cardíacos, 253 Enfermedad arterial coronaria, 257 Enfermedad pericárdica, 258 Enfermedades de la aorta, 259 CONCLUSIÓN, 260 BIBLIOGRAFÍA, 260 Radiografía de tórax en la patología cardiovascular CYLEN JAVIDAN-NEJAD Y SANJEEV BHALLA 15 La radiografía de tórax (RxT) es el estudio de imagen más habitual. Es relativamente barata, de fácil disponibilidad y comporta dosis de radiación baja, lo que expone a los pacientes a menos radiación ionizante que la tomografía computarizada (TC), la angiografía convencional o la gammagrafía cardíaca (v. capítulos 16, 18 y 20). La RxT es, con frecuencia, la prueba de imagen de primera línea para muchas situaciones clínicas, incluida la sospecha de enfermedad cardiovascular.1 PERSPECTIVA GENERAL Una RxT estándar se adquiere con el paciente en bipedestación y en inspiración profunda, y consta de dos proyecciones, posteroanterior (PA) y lateral. La proyección PA es una imagen frontal adquirida con el paciente frente al detector de imagen y el tubo de rayos X dirigido hacia el centro de la parte superior de la espalda del paciente. La proyección lateral se adquiere con el lado izquierdo del paciente junto al detector y el tubo de rayos X dirigido hacia el lado derecho del paciente. En ambas proyecciones el tubo de rayos X se encuentra a 1,8 m de la superficie de registro, que es la distancia óptima para minimizar la distorsión de la imagen y maximizar la resolución espacial, a la vez que se expone al paciente a la mínima dosis de radiación posible. Una proyección anteroposterior (AP) también es una radiografía frontal realizada a pacientes que no pueden mantenerse de pie. Se utiliza típicamente como radiografía portátil a pie de cama. La proyección AP se obtiene con el paciente frente al tubo y tumbado sobre la placa detectora.2 La colocación para las RxT PA y lateral se realiza para minimizar la magnificación del corazón y el mediastino al situar estas estructuras tan próximas como sea posible a la superficie de registro de la imagen. En una imagen PA, el tamaño del corazón y los vasos mediastínicos son menores y tiene mayor nitidez en su contorno que en una proyección AP (fig. e15-1). Esta diferencia está producida por la divergencia del haz de rayos X desde la fuente, lo que magnifica las estructuras localizadas más lejos del detector de imagen. Una analogía útil es contrastar el tamaño de la sombra de su mano cuando se la aleja de la acera. En este ejemplo, el sol es la fuente puntual de rayos X y la acera es el detector (fig. e15-2). En una proyección lateral, el hemitórax derecho está magnificado res- pecto al izquierdo. Esta característica puede resultar de ayuda a la hora de determinar si un derrame pleural pequeño es derecho o izquierdo cuando solo se ve en la proyección lateral3 (fig. e15-3). En una RxT AP portátil, el corazón aparece relativamente agrandado y la vasculatura hiliar congestionada como resultado de la naturaleza en decúbito del estudio y de la incapacidad de conseguir una inspiración completa. Los equipos de rayos X portátiles tienen menor potencia de salida del tubo, de lo que resultan tiempos de exposición más prolongados y un aumento de los artefactos por movimientos cardíacos y respiratorios, así como una menor resolución.4 La aplicación más habitual de las radiografías portátiles es la evaluación del recorrido y posición correctos de los dispositivos mecánicos implantados en un paciente, como tubos endotraqueales, catéteres venosos centrales, sondas gástricas y de alimentación y dispositivos cardíacos, como mar- capasos y desfibriladores automáticos implantables (DAI)5 (fig. e15-4). RADIOGRAFÍA DE TÓRAX NORMAL Una RxT puede poner de manifiesto anomalías anatómicas y fisiológicas al demostrar un tamaño o forma anómalos del corazón o de cámaras cardíacas concretas; un tamaño aumentado o disminuido de una estructura mediastínica normal; calcificaciones inhabituales; y hallazgos extracardíacos en los pulmones, la pared torácica o los órganos abdomi- nales. El primer (y discutiblemente el más difícil) paso en la evaluación de la RxT es la diferenciación entre los hallazgos y las variantes normales y la patología. Un abordaje sistemático a la evaluación de la RxT puede comenzar con la valoración del tamaño cardíaco. En una radiografía PA el índice cardiotorácico es aproximadamente de 0,5 a 0,6. Para calcular este índice, se mide el diámetro torácico horizontal entre los márgenes internos de las costillas a nivel de la cúpula del hemidiafragma derecho, y se calcula el diámetro cardíaco como la suma de los diámetros mayores del corazón hacia la derecha y la izquierda de la línea media. En la práctica esto se hace cualitativamente. Normalmente, el corazón se proyecta sobre la columna, con aproximadamente una cuarta parte de su diámetro hacia la derecha de la línea media y los restantes tres cuartos hacia la izquierda de la línea media. El vértice cardíaco está normalmente dirigido hacia la izquierda, localizado adyacente al diafragma6 (v. fig. e15-4). Como la silueta cardíaca representa la suma del corazón y de las estructuras circundantes, el tamaño del corazón puede aparecer errónea- mente aumentado cuando hay abundante grasa mediastínica o existe una almohadilla grasa prominente o un gran derrame pericárdicos.7 Cuando existe hiperinsuflación pulmonar (p. ej., enfisema) el índice cardiotorácico disminuye y el corazón aparece anormalmente pequeño. Una verdade- ra disminución del tamaño cardíaco se produce cuando el paciente está hipovolémico, como en la enfermedad de Addison o en la malnutrición crónica (fig. e15-5). Alteraciones esqueléticas como el pectus excavatum y la escoliosis de la columna torácica pueden alterar la rotación del corazón y hacerlo parecer agrandado en una radiografía frontal. El borde cardíaco derecho lo conforma la aurícula derecha. El borde cardíaco izquierdo está formado por el ventrículo izquierdo en su parte inferior y por la orejuela de la aurícula izquierda (AI) en la superior. El contorno de un ventrículo derecho normal no se aprecia en la RxT frontal por su posición anterior por detrás del esternón, con su límite interno localizado medial al del ventrículo izquierdo (fig. 15-1A). El borde derecho del mediastino lo crea la vena cava superior (VCS) en este nivel. La densidad elíptica que se proyecta sobre la VCS inmediata- mente por encima del bronquio principal derecho es el cayado de la vena ácigos en su recorrido anteroposterior desde la columna hasta drenar en la VCS. El cayado de la ácigos normal tiene un diámetro inferior a 1 cm y cuando está agrandado puede indicar un aumento de la presión venosa sistémica debido a sobrecarga sistémica de líquidos, insuficiencia cardíaca derecha o flujo colateral a través de la vena ácigos, como el que se produce en la ausencia congénita de la vena cava inferior (VCI). El borde izquierdo del mediastino por encima del corazón está cons- tituido por dos abultamientos hacia fuera, producidos por el cayado aórtico (o botón aórtico) en la parte superior y la arteria pulmonar principal (APP) en la inferior. Como regla general, pueden verse la APP y la aorta por encima del bronquio principal izquierdo, mientras que la orejuela de la AI es visible inmediatamente por debajo de dicho bronquio. La pared lateral Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 253 R ad io g rafía d e tó rax en la p ato lo g ía card iovascu lar 15 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . izquierda de la aorta descendente produce una línea vertical que se proyecta lateral a la columna en la parte superior y sobre la columna en la inferior a medida que la aorta des- ciende hacia el diafragma. La pared derecha de la aorta no resulta visible porque no existe interfase entre ella y el pulmón derecho. Hay que tener cuidado para no confundir el receso acigoesofágico con el borde aórtico derecho (v. fig. 15-1A). En una proyección lateral, el ventrículo derecho normal debe solaparse con aproximadamente un tercio de la parte inferior del esternón. Por encima de este, el espacio retroesternal debe ser claro en un paciente no obeso. El borde cardíaco superior está constituido principalmente por el tracto de salida del ventrículo derecho (TSVD), que normalmente tiene un contorno plano y está angulado en sentido posterior. El borde cardíaco posterior lo forman la AI en la parte superior y el ventrículo izquierdo en la inferior. Una línea vertical que se extiende desde el hemidiafragma derecho y se proyecta sobre el corazón representa la pared posterior de la VCI.8 En una proyección lateral se pueden valorar los vasos hiliares. En el centro del hilio hay una densidad ovalada, constituida por la arteria pulmonar derecha (APD) y las venas pulmonares derechas, que se conoce como «confluencia vascular hiliar derecha». La arteria pulmonar izquierda (API) está localizada posterior a la APD y tiene morfología arqueada, dis- curriendo paralelamente e inferior al cayado aórtico. Las venas pulmonares inferiores derecha e izquierda aparecen como densidades alargadas ramificadas posteriores al corazón e inferiores a los hilios9 (fig. 15-1B). En ambas proyecciones PA y lateral la aorta ascendente queda nor- malmente ocultada por la APP y ambas aurículas. La aorta normalmente aumenta de tamaño con la edad y las principales ramas arteriales que salen del cayado aórtico se vuelven más tortuosas, lo que produce ensanchamiento del mediastino superior. Normalmente, en una RxT PA en bipedestación los vasos no deben resultar visibles en el tercio más externo de los pulmones, mientras que los vasos de la zona inferior de los pulmones deben tener un calibre mayor que los vasos superiores debido a la gravedad. Los pulmones derecho e izquierdo deben ser simétricos en cuanto a tamaño y marcas vasculares pulmonares.10 APROXIMACIÓN A LA EVALUACIÓN DE UNA RADIOGRAFÍA DE TÓRAX Una buena aproximación a la RxT requiere años para desarrollarse y está fuera de los límites de este capítulo. Cada lector debe desarrollar un abordaje consistente en el que valore cuidadosamente las estructuras óseas, las pulmonares (con atención a las alteraciones pleurales), los vasos y el corazón.11 El conocimiento del tipo de estudio (PA frente a AP) permitirá una evaluación más precisa del tamaño del corazón y del contorno mediastínico. Hay que revisar las radiografías previas de forma rutinaria, ya que muchas alteraciones pueden ser ubicadas en una perspectiva adecuada al determinarse si son nuevas o antiguas y la rapidez de los cambios. Por ejem- plo, un crecimiento nuevo del cayado aórtico puede aparecer en el contexto de una disección aórtica, mientras que un ensanchamiento mediastínico crónico está relacionado más probablemente con una variante congénita como un cayado aórtico doble. El paso final para la interpretación de la imagen consiste en la generación de un diagnóstico diferencial en base a la constelación de hallazgos y a una historia clínica adecuada.12 ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES ESPECÍFICAS Las enfermedades cardiovasculares específicas que se exponen a conti- nuación están agrupadas en cuatro categorías principales para subrayar la variedad de entidades cardiovasculares que se pueden apreciar en una RxT: enfermedades que afectan 1) el tamaño y la morfología del corazón; 2) las arterias coronarias; 3) el pericardio, y 4) la aorta. Enfermedades que afectan al tamaño y a la morfología cardíacos El aumento de tamaño de la silueta cardíaca está relacionado más a menudo con insuficiencia biventricular, sin crecimiento definible de cámaras individuales. En enfermedades valvulares y en muchos tipos de cardiopatías congénitas, sin embargo, se desarrolla crecimiento de cámaras individuales, cuya identificación es clave para el diagnós- tico. La patología adquirida del corazón izquierdo puede producir crecimiento del ventrículo izquierdo (VI) o global del corazón cuando está afectada más de una cámara cardíaca. El agrandamiento del VI se manifiesta como un desplazamiento inferior y hacia la izquierda del vértice del VI en una proyección frontal y como un desplazamiento posterior del borde cardíaco inferior en la proyección lateral (fig. 15-2) (v. «Bibliografía clásica»: Higgins). Las enfermedades que producen crecimiento del VI son aquellas asociadas a un estado de sobrecarga de volumen, como insuficiencia cardíaca congestiva, miocardiopatías isquémicas y no isquémicas e insuficiencia valvular. Los aneurismas FIGURA 15-1 Radiografía de tórax estándar normal en dos proyecciones. Proyecciones PA (A) y lateral (B) del tórax en las que se señalan varias estructuras cardiovasculares normales. ACF, ángulo costofrénico; APD, arteria pulmonar derecha; API, arteria pulmonar izquierda; VCI, vena cava inferior. FIGURA 15-2 Crecimiento del ventrículo izquierdo. Radiografía PA de tórax focalizada de un hombre de 20 años de edad con miocardiopatía grave no isquémica en la que se aprecia un ventrículo izquierdo extremadamente agrandado con el vértice cardíaco desplazado hacia la izquierda. El paciente también presentaba hipertensión pulmonar con crecimiento del contorno de la arteria pulmonar principal. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 253 R ad io g rafía d e tó rax en la p ato lo g ía card io vascu lar 15 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . izquierda de la aorta descendente produce una línea vertical que se proyecta lateral a la columna en la parte superior y sobre la columna en la inferior a medida que la aorta des- ciende hacia el diafragma. La pared derecha de la aorta no resulta visible porque no existe interfase entre ella y el pulmón derecho. Hay que tener cuidado para no confundir el receso acigoesofágico con el borde aórtico derecho (v. fig. 15-1A). En una proyección lateral, el ventrículo derecho normal debe solaparse con aproximadamente un tercio de la parte inferior del esternón. Por encima de este, el espacio retroesternal debe ser claro en un paciente no obeso. El borde cardíaco superior está constituido principalmente por el tracto de salida del ventrículo derecho (TSVD), que normalmente tiene un contorno plano y está angulado en sentido posterior. El borde cardíaco posterior lo forman la AI en la parte superior y el ventrículo izquierdo en la inferior. Una línea vertical que se extiende desde el hemidiafragma derecho y se proyecta sobre el corazón representa la pared posterior de la VCI.8 En una proyección lateral se pueden valorar los vasos hiliares. En el centro del hilio hay una densidad ovalada, constituida por la arteria pulmonar derecha (APD) y las venas pulmonares derechas, que se conoce como «confluencia vascular hiliar derecha». La arteria pulmonar izquierda (API) está localizada posterior a la APD y tiene morfología arqueada, dis- curriendo paralelamente e inferior al cayado aórtico. Las venas pulmonares inferiores derecha e izquierda aparecen como densidades alargadas ramificadas posteriores al corazón e inferiores a los hilios9 (fig. 15-1B).En ambas proyecciones PA y lateral la aorta ascendente queda nor- malmente ocultada por la APP y ambas aurículas. La aorta normalmente aumenta de tamaño con la edad y las principales ramas arteriales que salen del cayado aórtico se vuelven más tortuosas, lo que produce ensanchamiento del mediastino superior. Normalmente, en una RxT PA en bipedestación los vasos no deben resultar visibles en el tercio más externo de los pulmones, mientras que los vasos de la zona inferior de los pulmones deben tener un calibre mayor que los vasos superiores debido a la gravedad. Los pulmones derecho e izquierdo deben ser simétricos en cuanto a tamaño y marcas vasculares pulmonares.10 APROXIMACIÓN A LA EVALUACIÓN DE UNA RADIOGRAFÍA DE TÓRAX Una buena aproximación a la RxT requiere años para desarrollarse y está fuera de los límites de este capítulo. Cada lector debe desarrollar un abordaje consistente en el que valore cuidadosamente las estructuras óseas, las pulmonares (con atención a las alteraciones pleurales), los vasos y el corazón.11 El conocimiento del tipo de estudio (PA frente a AP) permitirá una evaluación más precisa del tamaño del corazón y del contorno mediastínico. Hay que revisar las radiografías previas de forma rutinaria, ya que muchas alteraciones pueden ser ubicadas en una perspectiva adecuada al determinarse si son nuevas o antiguas y la rapidez de los cambios. Por ejem- plo, un crecimiento nuevo del cayado aórtico puede aparecer en el contexto de una disección aórtica, mientras que un ensanchamiento mediastínico crónico está relacionado más probablemente con una variante congénita como un cayado aórtico doble. El paso final para la interpretación de la imagen consiste en la generación de un diagnóstico diferencial en base a la constelación de hallazgos y a una historia clínica adecuada.12 ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES ESPECÍFICAS Las enfermedades cardiovasculares específicas que se exponen a conti- nuación están agrupadas en cuatro categorías principales para subrayar la variedad de entidades cardiovasculares que se pueden apreciar en una RxT: enfermedades que afectan 1) el tamaño y la morfología del corazón; 2) las arterias coronarias; 3) el pericardio, y 4) la aorta. Enfermedades que afectan al tamaño y a la morfología cardíacos El aumento de tamaño de la silueta cardíaca está relacionado más a menudo con insuficiencia biventricular, sin crecimiento definible de cámaras individuales. En enfermedades valvulares y en muchos tipos de cardiopatías congénitas, sin embargo, se desarrolla crecimiento de cámaras individuales, cuya identificación es clave para el diagnós- tico. La patología adquirida del corazón izquierdo puede producir crecimiento del ventrículo izquierdo (VI) o global del corazón cuando está afectada más de una cámara cardíaca. El agrandamiento del VI se manifiesta como un desplazamiento inferior y hacia la izquierda del vértice del VI en una proyección frontal y como un desplazamiento posterior del borde cardíaco inferior en la proyección lateral (fig. 15-2) (v. «Bibliografía clásica»: Higgins). Las enfermedades que producen crecimiento del VI son aquellas asociadas a un estado de sobrecarga de volumen, como insuficiencia cardíaca congestiva, miocardiopatías isquémicas y no isquémicas e insuficiencia valvular. Los aneurismas FIGURA 15-1 Radiografía de tórax estándar normal en dos proyecciones. Proyecciones PA (A) y lateral (B) del tórax en las que se señalan varias estructuras cardiovasculares normales. ACF, ángulo costofrénico; APD, arteria pulmonar derecha; API, arteria pulmonar izquierda; VCI, vena cava inferior. FIGURA 15-2 Crecimiento del ventrículo izquierdo. Radiografía PA de tórax focalizada de un hombre de 20 años de edad con miocardiopatía grave no isquémica en la que se aprecia un ventrículo izquierdo extremadamente agrandado con el vértice cardíaco desplazado hacia la izquierda. El paciente también presentaba hipertensión pulmonar con crecimiento del contorno de la arteria pulmonar principal. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 254 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III cardíacos verdaderos y falsos y las masas peri- cárdicas producen una convexidad focal o una densidad en forma de masa a lo largo del borde cardíaco. Las cardiopatías adquiridas asociadas a un tamaño normal del VI tienden a ser aquellas enfermedades asociadas a un estado de sobre- carga de presión, tal como estenosis aórtica o hipertensión arterial sistémica, las asociadas a dis- minución de la distensibilidad miocárdica, como las miocardiopatías hipertrófica o restrictiva. Se puede identificar el crecimiento de la AI (CAI) por un contorno convexo de la orejuela de la AI (frente al cóncavo normal). Cuando existe CAI, el borde derecho de la AI (que se ve como una densidad curvilínea retrocardíaca) se desplaza lateralmente y es más convexo, creando el signo de la doble densidad. En el CAI la distancia desde la porción media de esta línea de doble densidad has- ta el centro del bronquio principal izquierdo supera los 7 cm. Otro hallazgo de CAI es el incremento del ángulo de la carina y la desviación hacia arriba del bronquio principal izquierdo producido por el efecto de masa de la AI sobre este bronquio. En una proyección lateral, la parte superior del borde cardíaco posterior se vuelve más convexa cuando existe CAI (fig. 15-3). Cuando hay crecimiento del ventrículo derecho (VD), este empuja lateralmente al ventrículo izquierdo, lo que produce un aspecto agrandado de la parte izquierdo del corazón. En ciertas situaciones, el crecimiento del VD producirá una desviación hacia arriba del vértice cardíaco. Un TSVD agrandado raramente da lugar a un borde cardíaco superior prominente en la localización esperada de la orejuela de la AI. La radiografía lateral de tórax resulta de ayuda para confirmar el crecimiento del VD al observarse relleno de la parte inferior del espacio retroesternal. La hipertrofia del VD puede causar el desplazamiento de todo el borde cardíaco posterior hacia la columna, simulando crecimiento del VI. La clave para entender esta variante es darse cuenta de que, a diferencia del crecimiento del VI, la extensión del borde cardíaco posterior a la VCI no está aumentada (fig. 15-4). El crecimiento de la aurícula derecha (CAD) casi siempre está producido por insuficiencia tricuspídea, la cual también provoca crecimiento del VD. Los hallazgos del CAD en la proyección frontal incluyen aumento de la convexidad y elongación del borde cardíaco derecho. El CAD es difícil de identificar en la proyección lateral. Insuficiencia cardíaca congestiva En la insuficiencia cardíaca congestiva, hay crecimiento tanto del ventrículo izquierdo como de la AI a causa del volumen telediastólico elevado del VI (v. capítulos 21 y 23). Este crecimiento puede verse exagerado si se dilata el anillo mitral y se origina insuficiencia mitral. A medida que aumenta la presión en la AI, se desarrolla hipertensión venosa pulmonar (HVP). En función de la gravedad, se puede dividir la HVP en tres grados: I o leve, II o moderada, y III o grave (v. «Bibliografía clásica»: Sharma). Cada grado de HVP se asocia a hallazgos de imagen específicos (tabla 15-1). El hallazgo inicial de la HVP es la redistribución del flujo hacia las zonas superiores del pulmón, lo que resulta en una igualación de los tamaños de las marcas vasculares en una RxT en bipedestación. Con el tiempo progresan los hallazgos, siendo entonces mayores los vasos de los lóbulos superiores que los de los lóbulos inferiores. A este fenómeno se le conoce como cefalización o redistribución vascular pulmonar (fig. 15-5A). A medida que aumenta la presión media en la AI,se desarrolla edema pulmonar intersticial debido a la extravasación de líquido hacia el inters- ticio pulmonar rodeando los haces broncovasculares y en los tabiques inter- e intralobulillares.13 Tal edema se manifiesta en una RxT en forma de unos vasos hiliares agrandados y mal definidos; engrosamiento de las paredes bronquiales (manguitos peribronquiales cuando se ven de frente); marcas intersticiales lineales centrales finas (líneas A de Kerley) o líneas horizontales paralelas en la periferia que alcanzan la pleura (líneas B de Kerley), y engrosamiento de las fisuras, que representa el edema subpleural a lo largo del margen interno de la pleura visceral (fig. 15-5B). En el edema pulmonar grave, el líquido se extiende desde el intersticio al interior de los espacios alveolares, produciendo consolidaciones alveo- lares (u opacidades en el espacio aéreo), las cuales tienden a comenzar alrededor de los hilios y a progresar hacia las zonas central e inferior de los pulmones. Con frecuencia se desarrollan derrames pleurales en el FIGURA 15-3 Crecimiento de la aurícula izquierda (CAI). Radiografías PA de tórax focalizada (A) y lateral (B) en un paciente con estenosis mitral, en las que se aprecian los hallazgos de una dilatación grave de la aurícula izquierda. A. En la radiografía frontal el signo de la doble densidad (flecha larga) a lo largo del borde cardíaco derecho y la convexidad a lo largo de la parte superior del borde cardíaco izquierdo (flecha corta) revelan el CAI. B. En la proyección lateral se puede ver el abultamiento posterior de la aurícula izquierda (flecha). TABLA 15-1 Correlación de la hipertensión venosa pulmonar (HVP) con las presiones medias en la aurícula izquierda (AI) y los hallazgos de imagen de la radiografía de tórax (RxT) Grado de Hvp pRESión MEdia dE la ai (mmHg) Hallazgos de Edema pulmonar en la RXt Enfermedad aguda Enfermedad crónica I 12-19 15-25 Edema pulmonar leve con redistribución vascular II 20-25 25-30 Edema pulmonar intersticial con engrosamiento peribronquial y líneas de Kerley III > 25 > 30 Edema pulmonar alveolar con opacidades confluentes en el espacio aéreo FIGURA 15-4 Corazón con forma de bota en un hombre de 30 años de edad con antecedentes de dextrotransposición de las grandes arterias (d-TGA) e hipoplasia del ventrícu- lo izquierdo tratada con conexión cavopulmonar total. La radiografía PA pone de manifiesto un corazón con forma de bota producido por el ventrículo derecho sistémico muy agranda- do. El vértice cardíaco se dirige hacia arriba. Obsérvese que el mediastino es muy estrecho, lo que origina el aspecto de «huevos en una cuerda» descrito en pacientes con d-TGA. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 255 R ad io g rafía d e tó rax en la p ato lo g ía card io vascu lar 15 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . edema pulmonar grave (fig. 15-5C). La distribución de los hallazgos es típicamente simétrica, lo que produce una aspecto en «alas de murciélago» o «de mariposa» de las consolidaciones alveolares. Si el paciente ha estado tumbado sobre un costado, el edema pulmonar tiende a ser más grave en dicho lado debido al efecto de la gravedad. Un edema pulmonar unilateral o focal puede deberse a la obs- trucción central de una vena por una masa o por fibrosis mediastínica circundante o a la estenosis de una vena que puede ser una complicación de la ablación en la AI14 (v. capítulo 38). Es importante diferenciar el edema pulmonar car- diógeno del no cardiógeno. El edema pulmonar no cardiógeno tiene muchas causas además de la insuficiencia cardíaca, como asfixia, ahogamiento, hipertensión intracraneal, tabaquismo e inhalación de humos tóxicos, síndrome de dificultad res- piratoria del adulto y la reacción adversa a ciertas sustancias (p. ej., diacepam, cocaína). En tales pacientes las presiones venosas en la AI y las venas pulmonares no están significativamente elevadas y el tamaño del corazón tiende a ser normal, sin derrame pleural. La principal causa del edema pulmonar no cardiógeno es el daño alveolar difuso con interrupción de las membranas alveolocapila- res, lo que lleva a una salida de líquidos hacia los espacios alveolares15 (fig. e15-6). La insuficiencia cardíaca derecha suele ser secundaria a insuficiencia cardíaca izquierda. En tales situaciones el cayado de la ácigos, el borde de la VCS o el borde de la VCI pueden agrandarse, lo que indica hipertensión venosa sistémica.16 Enfermedades valvulares cardíacas Conocer la localización de las válvulas cardíacas es un componente clave de la evaluación cardíaca en la RxT. Para ello, se traza una línea oblicua en la proyección lateral desde el hilio hasta el vértice cardíaco. La localización esperada de la válvula tricúspide es en la unión de los tercios anterior y medio de la línea. La válvula mitral está en la unión de los tercios medio y posterior, situada inmediatamente posterior a la línea, y la válvula aórtica se encuentra en la misma localización, pero anterior a la línea. En una radiografía frontal, la válvula tricúspide de proyecta sobre la columna y tiene una orientación vertical. La válvula mitral está localizada más cefálica y a la izquierda de la columna17 (v. capítulo 67). Las calcificaciones valvulares solo resultan visibles cuando son muy densas. En la práctica solo suelen verse las calcificaciones de la aorta y del anillo mitral en una RxT. La proyección lateral es la mejora para identificar calcificaciones en las hojas y el anillo valvulares. Un ajuste manual de los parámetros de ventana en las imágenes digitales puede ayudar a poner de manifiesto las calcificaciones. En general, se ven mejor las calcificaciones cuando están orientadas tangencialmente al haz de rayos X.18 En la tabla 15-2 se recogen las localizaciones y la apariencia de diversas calcificaciones del corazón y los vasos (figs. e15-7 y e15-8). La válvula aórtica está localizada adyacente a la válvula mitral, situada ligeramente más anterior y superior y con una orientación relativamente más horizontal. Se proyecta sobre la columna en una radiografía frontal, lo que dificulta su visualización. La válvula pulmonar está localizada más arriba, por encima de la localización esperada del TSVD, medial y caudal al contorno de la APP (fig. e15-9). Las enfermedades de las válvulas cardíacas tienden a producir crecimientos de cámaras cardíacas específicos en lugar de la cardio- megalia global que típicamente se ve con la insuficiencia cardíaca congestiva. La patología estenosante valvular produce sobrecarga de presión en la cámara inmediatamente proximal a la válvula, lo que lleva al crecimiento de una única cámara. Un ejemplo es la estenosis mitral (EM), que produce marcado CAI sin dilatación o hipertrofia del VI (v. capítulo 69). Esto solo resulta cierto cuando no se han desarrollado las complicaciones de las presiones mantenidas largo tiempo, como hipertensión pulmonar por EM de larga evolución, en la que también FIGURA 15-5 Edema pulmonar de gravedad variable en cuatro pacientes diferentes. A. La cefalización indica hipertensión venosa pulmonar en la que los vasos de los lóbulos superiores son iguales o mayores que los de los lóbulos inferiores. En este momento aún no se ha desarrollado edema pulmonar. B. Con la progresión se produce un leve edema pulmonar; los contornos vasculares se difuminan y se desarrolla engrosamiento peribronquial (flecha). Los clips de la ropa se proyectan sobre la aorta y se encuentran fuera de este segundo paciente. C. El tercer paciente tenía una neumonía del lóbulo superior izquierdo y presentó empeoramiento súbito de la disnea. La RxTmuestra ede- ma pulmonar moderado con muchas líneas intersticiales, lo que indica que hay líquido en los tabiques del parénquima pulmonar (líneas de Kerley, flechas), superpuestos a la neumonía del lóbulo izquierdo. D. El cuarto paciente presentaba edema pulmonar alveolar grave que se presentó como opacidades bilaterales del espacio aéreo en ambos pulmones en la RxT. El derrame pleural bilateral también estaba causado por la insuficiencia cardíaca congestiva. TABLA 15-2 Calcificaciones cardíacas en una radiografía de tórax lOcaliZación EJEMplO lOcaliZación Y patRón dE calciFicación Pared miocárdica IM, aneurisma ventricular izquierdo tras un IM Vértice o paredes anterolaterales del ventrículo izquierdo Pared de la aurícula izquierda Estenosis mitral de larga evolución Línea fina en el techo de la aurícula izquierda en la proyección lateral Pericardio Pericarditis calcificada Más frecuentes en los surcos auriculoventriculares y laterales a las paredes de la aurícula y del ventrículo derechos; no es probable que afecten al vértice Anillo mitral Calcificación tumefacta Calcificaciones groseras semilunares, en C invertida o en ocasiones con forma de O Válvula mitral Estenosis mitral Masas grumosas en el centro de la localización esperada del anillo mitral Anillo y válvula aórticos Estenosis aórtica Anillo irregular de calcificación densa, que también se puede extender al centro del anillo cuando las valvas también están calcificadas Arterias coronarias Ateroesclerosis, aneurismas Líneas paralelas («raíles de tren») cuando se ven en toda su longitud, y anillos calcificados si se visualizan en sección IM, infarto de miocardio. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 256 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III se agranda el VD. La insuficiencia de moderada a grave de una válvula produce sobrecarga de volumen, de la cual resulta dilatación de las cámaras proximal y distal a la válvula patológica.18 La EM es la responsable del crecimiento más marcado de la AI en una RxT sin crecimiento significativo del VI. La AI puede dilatarse tanto que su borde lateral sobrepase el borde auricular derecho. En tales casos, en una radiografía frontal el borde cardíaco derecho está formado por la AI muy agrandada. La HVP crónica grave combinada con el marcado CAI puede producir el signo del «casco vikingo», en el que los vasos agrandados de los lóbulos superiores representan los cuernos del casco (del corazón) (fig. 15-6). La calcificación de la pared de la AI es frecuente en la EM grave. Esta calcificación tiene morfología lineal y siguen los contornos esperados de la AI, y se aprecia mejor en una proyección lateral (v. fig. e15-7). A diferencia de la EM, la insuficiencia mitral (IMi) produce crecimiento tanto de la AI como del VI. El chorro excéntrico de regurgitación puede ir dirigido hacia el ostium de la vena pulmonar superior derecha, lo que causa un edema pulmonar asimétrico en el lóbulo superior derecho19 (fig. e15-10). Raramente una IMi grave puede presentarse con fibrosis y áreas de metaplasia ósea en los pulmones a causa de las microhemorragias secundarias a las presiones venosas elevadas. Estas tenues calcificacio- nes se asemejan a los granulomas calcificados en una RxT.20 El agrandamiento crónico de la aorta ascendente en ausencia de hipertensión arterial sistémica, aneurisma aórtico ateroesclerótico o disección aórtica de tipo A, debe sugerir patología de la válvula aórtica (v. capítulo 68). Si hay también dilatación del VI, la insuficiencia aórti- ca debe ser la primera consideración. Sin embargo, si el tamaño del VI es normal, hay que sospechar estenosis aórtica (especialmente, por una válvula aórtica bicúspide). La dilatación de la aorta ascendente en una pro- yección PA aparece como un contorno convexo liso anómalo por encima de la localización esperada de la aurícula derecha. En una proyección lateral se puede ver la parte superior de la aorta ascendente como una convexidad dirigida hacia arriba localizada posterior y ligeramente por encima del contorno del TSVD (fig. e15-11). La calcificación intensa de las hojas de la válvula aórtica en la estenosis aórtica es difícil de valorar en una RxT, aunque puede verse en ocasiones en la proyección lateral.21 La estenosis de la válvula tricúspide (ET) es bastante infrecuente y solo se ve en forma de estenosis congénita (v. capítulo 70). La insuficiencia tricuspídea (IT) es mucho más frecuente y se puede ver en la anomalía de Ebstein (v. capítulo 75). En la ET o la IT la aurícula derecha aparece extremadamente agrandada (fig. e15-12). La ET adquirida se ve en la car- diopatía reumática y frecuentemente se acompaña de insuficiencia valvular producida por la deformidad de los velos valvulares. La IT aparece con mayor frecuencia como resultado de una insuficiencia cardíaca derecha secundaria a insuficiencia cardíaca izquierda y a hipertensión pulmonar. La IT lleva a crecimiento tanto de la AD como del VD en la RxT.21,22 La estenosis pulmonar resulta más a menudo una anomalía congénita y tiende a manifes- tarse con crecimiento del VD acompañado de un contorno muy prominente de la APP en una proyección frontal (v. capítulo 70). La API tam- bién aumenta de tamaño, mientras que el tamaño de la APD se mantiene normal. El tamaño de la APD y la API se aprecian mejor en una radiografía lateral de tórax23 (fig. 15-7). Hipertensión pulmonar La hipertensión pulmonar (HP) puede deberse a condiciones intrínsecas que afectan a la pared arterial pulmonar o aparecer en el contexto de otras enfermedades, como cardiopatías izquierdas crónicas, enfermedad pulmonar intersticial o tromboembolia pulmonar crónica (v. capítulo 85). Independientemente de la causa, la HP se manifes- tará con crecimiento del VD, AD y APP. El grado de crecimiento central de APD y API es directamente proporcional a la gravedad de la HP. Las exploraciones de RxT y TC de estos pacientes suelen realizarse para ayudar a identificar la causa de la HP. La evidencia de patología valvular mitral o aórtica grave o de patología pulmonar subyacente puede apreciarse en las RxT. Puede apreciarse «amputación» de la vasculatura pulmonar, según la cual las arterias pulmonares agrandadas se afilan abruptamente de forma que los 2 cm externos del pulmón parecen carecer de vasculatura, en muchas causas de HP grave, siendo las más relevantes, la HP idiopática, el sín- drome de Eisenmenger y la enfermedad tromboembólica crónica24 (fig. e15-13). Cardiopatías congénitas En la evaluación clínica de los pacientes con una cardiopatía congénita (CC) es importante saber si el paciente se encuentra cianótico (lo que es indicativo de una derivación de derecha a izquierda) o acianótico (v. capítulo 75). En la RxT el clínico debe determinar si está ensanchada la silueta cardíaca y si la vasculatura pulmonar es normal, está desorganizada, disminuida o aumentada.25,26 Los hallazgos en imagen específicos de algunas de las CC más frecuentes se exponen a continuación. Las comunicaciones interauriculares (CIA) e interventriculares (CIV), los drenajes venosos pulmonares parcialmente anómalos (DVPPA) y el conducto arterioso persistente (CAP) son CC acianógenas asociadas con un cortocircuito de izquierda a derecha. Este cortocircuito aumenta el tamaño y a veces la tortuosidad de las ramas arteriales pulmonares, lo que produce la característica «vascularización de derivación» en una RxT. A diferencia de la amputación que se ve con la HP, la vascularización de derivación no se afila y da lugar a vasos que se pueden ver en todo su trayecto hasta la superficie pleural. Para que este hallazgo se haga evidente debe existir cortocircuito2:1 (fig. e15-14). FIGURA 15-6 Signo del «casco vikingo». Radiografía PA de un paciente con enfer- medad reumática cardíaca conocida y estenosis mitral en la que se aprecia cefalización de los vasos de los lóbulos superiores, lo que produce el signo del casco vikingo. El borde cardíaco izquierdo está aplanado por el crecimiento de la aurícula izquierda, y el contorno de la arteria pulmonar principal está agrandado por la consiguiente hipertensión pulmonar. FIGURA 15-7 Estenosis pulmonar congénita. A. La radiografía PA muestra un marcado crecimiento de la arteria pulmonar principal (APP) (flecha larga blanca), de forma que es mayor que la aorta (flecha blanca corta). Obsérvese que la arteria pulmonar derecha y sus ramas tienen un tamaño normal, y que la arteria pulmonar izquierda (API) agrandada está tapada detrás de la APP dilatada. B. En la proyección lateral se puede ver una ocupación del espacio retroesternal por el ventrículo derecho agrandado y la APP dilatada, lo que produce una densidad en forma de masa de convexidad superior (flecha larga blanca). Obsérvese la dilatación de la API (flecha larga negra) respecto a la aorta (flecha corta blanca). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 257 R ad io g rafía d e tó rax en la p ato lo g ía card io vascu lar 15 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . En el contexto de un cortocircuito, la cámara cardíaca o vaso receptor se agranda. En una CIA, la aurícula derecha, el VD y la APP estarán agrandados. En la CIV se tiende a respetar la AD hasta cierto punto, pero existe también dilatación de la AI, a diferencia de lo que ocurre en la CIA. En la DVPPA una vena pulmonar drena en un vaso sistémico (vena braquiocefálica, VCS o VCI) lo que ocasiona crecimiento de la AD y del VD. El cayado aórtico no está aumentado en las CIA, las CIV o los DVPPA. El CAP aislado produce cor- tocircuito desde la aorta descendente proximal hacia la APP. Esto da lugar a un aumento del flujo a los pulmones y la parte izquierda del corazón. Por tanto, los hallazgos esperables en la RxT además de la vascularización de derivación son el CAI y el crecimiento del VI. El CAP es la única entidad de esta categoría donde hay crecimiento del cayado aórtico.27 Las derivaciones de larga evolución a través del árbol arterial pulmonar pueden conducir eventualmente a HP (síndrome de Eisenmenger). Los hallazgos son similares a los de las otras causas de HP descritas anteriormente. Un hallazgo útil es la calcificación de la pared arterial pulmonar (similar a la ateroesclerosis aórtica), que puede verse raramente cuando la derivación lleva tiempo mantenida.27,28 De hecho, hemos encontrado que las arterias pulmonares agrandadas calcificadas en una RxT son casi siempre secundarias a una derivación izquierda-derecha de larga evolución, habitualmente por una CIA (fig. e15-15). La tetralogía de Fallot es una CC cianógena en la que la característica lesión de estenosis pulmonar o infundibular produce una reducción de la vas- cularización pulmonar. El contorno de la APP puede ir desde prácticamente normal hasta ausente o muy pequeño. Incluso aunque el tamaño global del corazón no esté agrandado, en la tetralogía de Fallot el VD está hipertrofiado y dilatado, lo que empuja y rota el corazón hacia el hemitórax izquierdo. El VD forma el vértice cardíaco, y frecuentemente está dirigido hacia arriba, confiriendo al corazón forma de bota (v. fig. 15-4). Hay cayado aórtico derecho presente en hasta el 25% de los pacientes, el cual aparece como ausencia del botón aórtico en el lado izquierdo y un abultamiento hacia fuera en el mediastino superior a nivel de la región paratraqueal derecha.29 Enfermedad arterial coronaria Las anomalías arteriales coronarias se valoran mejor con angiografía convencional y angiografía por TC con contraste intravenoso (v. capí- tulos 18 y 20). En esta sección exponemos la calcificación incidental de las arterias coronarias, el papel de la RxT tras un infarto agudo de miocardio (IAM), y los hallazgos radiográficos esperados e inesperados tras una cirugía con injerto de derivación arterial coronaria (IDAC). Calcificación ateroesclerótica A menudo se descubren incidentalmente calcificaciones en las arterias coronarias en una RxT. El movimiento cardíaco difumina las calcificacio- nes menos densas, mientras que los tejidos blandos suprayacentes hacen que resulte imposible la detección de calcificaciones sutiles. La RxT de sustracción por energía dual aumenta la sensibilidad para la detección de calcificaciones en las arterias coronarias en la RxT. Esta técnica aprovecha las diferencias de atenuación de varios tejidos de fotones de baja y alta energía, lo que permite la creación de imágenes solo del calcio.30 En una RxT frontal se pueden encontrar las arterias principal izquierda, descendente anterior izquierda (DAI) y circunfleja izquierda y sus ramas proximales en una localización conocida como el «triángulo de la calcificación de las arterias coronarias». Este se define mejor como un área triangular localizada en la zona izquierda del centro del corazón inmediatamente medial al contorno externo de la orejuela de la AI, justo por debajo del nivel del bronquio principal izquierdo. Este borde forma el lado oblicuo del triángulo. Los otros dos lados están formados por el borde izquierdo de la columna vertebral y por una línea horizontal trazada desde la columna vertebral hacia el borde cardíaco izquierdo, a aproximadamente un tercio de la distancia entre el bronquio izquierdo y el diafragma31 (v. «Bibliografía clásica»: Souza). En una radiografía lateral, tanto la arteria coronaria derecha (ACD) como la DAI discurren en sentido anterior, curvándose hacia abajo hacia el margen cardíaco anterior (v. fig. e15-7). Generalmente, la ACD discurre anterior a la DAI, la cual cruza la aorta ascendente en la proyección lateral. En ocasiones se puede confundir la presencia de endoprótesis (stents) en las arterias coronarias con calcificaciones arteriales coronarias. Si la imagen se adquiere con menos borrosidad por movimiento, el clínico podrá identificar la mayor atenuación metálica de una endoprótesis respecto al calcio y sus líneas paralelas (fig. 15-8). Los aneurismas de las arterias coronarias tienden a calcificarse y pueden resultar mucho más fáciles de apreciar en una RxT que las calcificaciones arteriales en unas coronarias de tamaño normal.32 Estos aneurismas coronarios están producidos con mayor frecuencia por la enfermedad ateroesclerótica en los países occidentales y por la enfermedad de Kawasaki en el resto del mundo. Infarto agudo de miocardio Aproximadamente, la mitad de los pacientes con un IAM presentará una RxT normal (v. «Bibliografía clásica»: Higgins). La disfunción brusca del miocardio tras un infarto de miocardio lleva con frecuencia a HVP y a edema pulmonar. A diferencia de otras causas de insuficiencia cardíaca congestiva, el tamaño del corazón suele ser normal, incluso con infartos grandes. Se pueden desarrollar aneurismas verdaderos y falsos tras un IM. Estos se pueden reconocer en una RxT como dilataciones focales del borde cardíaco que se pueden calcificar. Otros hallazgos en la RxT son el signo de la doble densidad en las localizaciones esperadas de los aneurismas del VI verdaderos y falsos. Los verdaderos aneurismas del VI suelen localizarse más a menudo en el vértice del VI y a lo largo de la pared lateral del mismo, y se pueden presentar como una alteración del contorno del borde cardíaco izquierdo o como una dilatación focal que puede asemejarse a una masa (fig. e15-16). Los aneurismas del VI falsos se localizan másfrecuentemente a lo largo de la pared inferolateral del ventrículo izquierdo y en la proyección frontal aparecen como una doble densidad que se proyecta sobre el corazón, la cual resultaría más evidente en la proyección lateral, en la que se podría ver una alteración sacular del contorno.33 Inmediatamente después de un IAM, la rotura de un músculo papilar puede verse como el desarrollo repentino de edema pulmonar como resultado de la IMi (v. capítulo 58). Este edema es asimétricamente peor en el lóbulo superior derecho cuando la rotura es completa, de forma similar a la IMi más crónica expuesta anteriormente. En la fase aguda no suele apreciarse cardiomegalia o CAI. Una CIV aguda presenta hallazgos similares, pero se asocia más a menudo con cardiomega- lia leve. Si el paciente sobrevive a estas complicaciones, la cardiomegalia podría progresar con el desarrollo de crecimiento tanto de la AI como FIGURA 15-8 Endoprótesis en arterias coronarias. Proyecciones frontal (A) y lateral (B) de tórax en las que se ven endoprótesis (stents) en las arterias coronarias en un segmento largo de la arteria descendente anterior izquierda (DAI) (flechas cortas) y en la arteria coronaria derecha (ACD) (flechas largas). En la proyección frontal resulta difícil visualizar la ACD porque se proyecta sobre la columna. En la proyección lateral los recorridos de la DAI y de la ACD se cruzan, de forma que la DAI se extiende más anteriormente hacia el vértice cardíaco. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 258 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III del VI.34 Se produce más frecuentemente el síndrome de Dressler entre unas semanas y unos meses después de un IM, y está causado por una respuesta autoinmune a los antígenos liberados por los miocitos muertos. Se presenta como un desarrollo tardío de derrames pericárdico y pleural. Injertos de derivación arterial coronaria Los IDAC más habituales son los injertos de vena safena (IVS) y de mamaria interna. Los IVS se anastomosan a la pared anterior de la aorta ascendente por encima del nivel de la unión sinotubular de la aorta. Se suele colocar un anillo metálico o marcador, lo que ayuda a identificar la localización del ostium para la realización de futuras angiografías coronarias convencionales selectivas. Poco después de una cirugía de IDAC se puede desarrollar un seudoaneurisma en el lugar de la anastomosis con la aorta. En función del tamaño del hematoma y del seudoaneurisma, este se presenta como un mediastino ensanchado en una radiografía frontal y como una opacidad en forma de masa en el espacio claro retroesternal en la proyección lateral. Los IVS son más propensos a hiperplasia de la íntima, calcificación parietal y estenosis que sus equivalentes arteriales y pueden desarrollar aneurismas verdaderos en cualquier lugar a lo largo de su curso. Estos aneurismas tienden a aparecer de 10 a 20 años después de la cirugía. La calcificación puede resultar visible en la RxT y los aneurismas, que pueden ser bastante grandes, pueden simular una masa en cualquier lugar a lo largo del curso del IVS35 (fig. e15-17). Los IDAC de mamaria interna son más frecuentes en la izquierda. Los injertos de derivación de arteria mamaria interna izquierda (AMII) se anastomosan a la DAI media o distal o a una arteria diagonal. El trayecto del injerto de AMII se puede seguir en las radiografías frontal y lateral por las múltiples grapas metálicas colocadas en su curso. Los injertos de AMII están orientados en vertical en las proyecciones tanto PA como laterales, discurriendo en paralelo al mediastino en una proyección frontal y en sentido posterior al esternón en la proyección lateral. Los aneurismas verdaderos tienden a ser muy infrecuentes con los injertos de AMII Enfermedad pericárdica La ecocardiografía es mucho más sensible y específica para la identifi- cación de enfermedad pericárdica que la RxT (v. capítulos 14 y 83). Derrame pericárdico El pericardio normal está constituido por dos capas, visceral y parietal, que conforman un saco fino que contiene de 25 a 50 ml de líquido. Con un aumento del volumen de líquido, el tamaño global de la silueta cardíaca aumenta en la RxT. Esto puede resultar difícil de diferenciar del crecimiento global de las cámaras cardíacas, como el que se aprecia con la miocardiopatía dilatada. Cualquier aumento del tamaño de la silueta cardíaca (especialmente cuando es agudo) debe hacer sos- pechar derrame pericárdico.36 Un gran derrame pericárdico puede producir el signo de la «botella de agua» en el que los bordes cardíacos derecho y lateral están rectificados. Como los recesos pericárdicos normales se expanden por el líquido pleural, este proceso se puede extender hasta el nivel del cayado aórtico (fig. e15-18). En una proyección lateral, el derrame pericárdico puede presentarse como una banda vertical de radiodensidad (blanca o ligeramente gris) emparedada entre dos áreas radiotransparentes (gris oscuro). A esto se le denomina el signo del «sándwich» o de la «línea grasa» y se visualiza en la región del vértice cardíaco próximo a la unión esternodiafragmá- tica. Está producido por la separación de las capas grasas epicárdica y pericárdica por el líquido en el saco pericárdico (fig. 15-9). En raras ocasiones se puede ver el signo de la densidad variable, en el que se aprecia una banda de mayor radiotransparencia a lo largo del borde externo del corazón, paralelo al borde cardíaco. Este signo está causado por una disminución de la atenuación del haz de rayos X por el líquido pericárdico en comparación con la combinación más medial de líquido pericárdico y miocardio (fig. e15-19). Pericarditis calcificada La pericarditis calcificada se puede asociar a fisiología constrictiva. La calcificación del pericardio tiene una configuración lineal y puede resultar visible solo en una proyección. Difiere de la calcificación de la AI en que está localizada anteriormente y en que a menudo crea un anillo a lo largo de la localización esperada de los surcos auriculoventriculares.37 En la tabla 15-2 se comparan varias calcificaciones del corazón. La localización más frecuente de calcificación pericárdica es a lo largo del surco auriculoventricular (AV) y a lo largo de la pared libre del VD. Este patrón puede impedir la relajación diastólica del VD.38 El tamaño global del corazón es normal en la RxT, incluso aunque en la ecocardiografía, TC y resonancia magnética (RM) se pueda ver dilatación de las aurículas (fig. e15-20). Otras localizaciones frecuentes de calcificación y engrosamiento pericárdicos incluyen la zona inmediatamente anterior al TSVD por detrás del esternón y a lo largo de la pared libre del VI en la proximidad del surco AV izquierdo. En esta última situación, se puede apreciar cefalización de la vascularización pulmonar y, eventualmente, edema y derrame pleural a causa de las presiones aumentadas en el lado izquierdo del corazón. Neumopericardio Se aprecia con mayor frecuencia neumopericardio tras una cirugía cardíaca o tras la implantación de un drenaje quirúrgico. Raramente se puede producir por una lesión traumática en la que el espacio pericárdico se comunica con un neumotórax. Otras causas infrecuentes de neumope- ricardio incluyen infección y fístulas pericárdicas tras procedimientos de dilatación esofágica o la ulceración de una hernia hiatal. Los hallazgos de la RxT se basan en la detección de aire a lo largo del borde cardíaco que no se extiende por encima del botón aórtico (donde se reflejan los recesos pericárdicos). Se puede acumular un neumopericardio a lo largo de la superficie anterior e inferior del corazón, donde aparecer como una línea radiotransparente (oscura)que se proyecta sobre la parte inferior del corazón en la proximidad del diafragma en una radiografía frontal39 (fig. e15-21). El pericardio es un verdadero espacio potencial, de forma que el aire en su interior tiende a ser uniformemente radiotransparente y a moverse con los cambios de posición del paciente. Estas características resultan útiles a la hora de diferenciar un neumopericardio de un neumomediastino, el cual suele presentar bandas finas de tejido producidas por el aire que disecar el falso espacio del mediastino y no se desplaza con los cambios posturales (p. ej., con el decúbito lateral). Cuando el aire se extiende por encima del botón aórtico, también resulta más típico de neumomediastino que de neumopericardio. Ausencia congénita de pericardio La ausencia congénita de pericardio es un trastorno infrecuente que engloba la ausencia de una parte del pericardio, la ausencia completa en un lado o la ausencia bilateral. La pleura medial homolateral también suele encontrarse ausente, lo que resulta en una comunicación directa entre las cavidades pleural y pericárdica. La ausencia completa en el lado izquierdo FIGURA 15-9 «Signo del sándwich» del derrame pericárdico. Radiografía de tórax lateral focalizada en la que se pueden ver dos bandas radiotransparentes (flechas negras), separadas por una banda de radiodensidad (flecha blanca), resultado de la separación de las almohadillas grasas peri- y epicárdica por un derrame pericárdico moderado. La banda blanca se enrolla alrededor del borde inferior del corazón, ya que el líquido se tiende a acumular allí en bipedestación. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 259 R ad io g rafía d e tó rax en la p ato lo g ía card io vascu lar 15 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . es más habitual que en la derecha y la ausencia completa unilateral es más frecuente que la parcial. La ausencia completa de todo el pericardio es infrecuente. En ausencia de todo el pericardio izquierdo, el corazón rota en el hemitórax izquierdo y adquiere una configuración en cierto modo tubular. Otro hallazgo es la separación de la aorta y la APP. Esta área está cubierta normalmente por pericardio, el cual actúa como una banda de goma que mantiene los dos vasos juntos. En su ausencia, los vasos se separan y el pulmón se insinúa en dicho espacio. Por la rotación del corazón y la separación de la aorta y la APP, la RxT frontal se parece a una proyección oblicua anterior derecha a pesar de que el paciente no esté rotado (fig. e15-22). En la era previa al uso generalizado de la TC y RM cardíacas, el diagnóstico se confirmaba produciendo un pequeño neumotórax que se extendería alrededor del corazón a través de la zona de ausencia. Otra variante es la ausencia de pericardio diafragmático, en la que el pulmón izquierdo se puede herniar por debajo del corazón rotado, produciendo una banda radiotransparente entre el corazón y el diafragma. Aunque la ausencia parcial de un lado del pericardio no es tan frecuente, potencialmente es más peligrosa. Si una pequeña porción del corazón, como la orejuela auricular, se hernia a través del defecto, puede quedar estrangulada. Un cambio en el contorno de la silueta cardíaca debe despertar la sospecha de estrangulación en un paciente con ausencia parcial conocida de pericardio.40 Enfermedades de la aorta Las anomalías aórticas de varias causas tienen manifestaciones similares en la RxT, lo que hace que la historia clínica y los síntomas resulten aún más importantes para el diagnóstico correcto de alteraciones aórticas (v. capítulo 63). En esta sección exponemos los hallazgos radiográficos específicos de tres grupos: los pacientes que se presentan tras un traumatismo, los pacientes con dolor torácico agudo por un síndrome aórtico agudo y los pacientes con anomalías aórticas congénitas que pueden descubrirse de forma incidental o por síntomas compresivos. Lesión aórtica traumática aguda La lesión aórtica traumática aguda (LATA) cerrada puede producirse por una desaceleración rápida, como la que tiene lugar en accidentes de tráfico, caídas o lesiones por choque directo. En estas situaciones la pared aórtica se rompe y se desarrolla un hematoma mediastínico de tamaño variable. Las lesiones abarcarán desde una mínima laceración de la íntima hasta la sección completa. El papel de la RxT ha continuado en retroceso en la era de la TC multidetector, pero está centrado prin- cipalmente en descartar un hematoma mediastínico en traumatismos de baja energía cuando el paciente se encuentra asintomático (y es capaz de verbalizar la ausencia de síntomas). En un contexto agudo, los hallazgos radiográficos son indicativos de hematoma mediastínico, que tiende a ser mayor en el punto de la lesión de la pared vascular. La mayoría de las lesiones aórticas estudiadas por imagen se producen a nivel del istmo aórtico (inmediatamente distales a la salida de la arteria subclavia izquierda) debido al ligamento arterial. Tales lesiones se presentan con un mediastino de más de 8 cm de anchura a nivel de la parte superior del cayado (botón) aórtico; un contorno mal definido o agrandado del botón aórtico; una densidad extra que se extiende desde el lado izquierdo del mediastino hasta el vértice del pulmón izquierdo (casquete apical); desplazamiento hacia la derecha de la tráquea a nivel de los cuerpos vertebrales torácicos tercero y cuarto; desplazamiento inferior del bronquio principal izquierdo a más de 140° de la tráquea; y en ocasiones con hemotórax izquierdo (fig. 15-10). En un contexto crónico en el que la LATA haya pasado desapercibida y el hematoma mediastínico se haya resuelto, se puede apreciar un seudoaneurisma aórtico a nivel del istmo. Aunque los seudoaneuris- mas pueden ser sutiles, tienden a presentar calcio por debajo de su superficie; ello permite diferenciarlos de la ateroesclerosis, que tiende a distribuirse a lo largo de la parte superior del botón aórtico. Si la LATA da lugar a la afectación traumática de las grandes ramas arteriales de la aorta, habría un ensanchamiento mediastínico derecho, un hematoma acabalgado y un casquete apical derecho.41 Aneurisma de la aorta La dilatación aneurismática de la aorta está causada más frecuen- temente por la enfermedad ateroesclerótica, pero también puede deberse a disección, úlceras ateroescleróticas penetrantes, aortopatías hereditarias (p. ej., aortopatía bicuspídea, enfermedad de Marfan), aortitis infecciosa o vasculitis (p. ej., enfermedad de Takayasu). El paciente suele presentarse con dolor torácico agudo cuando el aneuris- ma se encuentra inestable. Claramente, estos pacientes requerirán una evaluación completa con estudios seccionales de imagen. Los hallazgos radiográficos incluyen un contorno agrandado o convexidad adicional a lo largo del curso esperado de la aorta en el mediastino. En una proyección frontal, una aorta ascendente aneuris- mática se presenta como un ensanchamiento del lado derecho del mediastino debido a una convexidad adicional a nivel del borde cardíaco derecho o inmediatamente por encima del mismo. En la proyección lateral aparece con una convexidad adicional en el espacio retroesternal que se proyecta sobre el contorno de la APP. Los aneurismas del cayado aórtico y de la aorta descendente resultan más fáciles de visualizar en las proyecciones PA y lateral que los aneurismas de la aorta ascendente. Un aneurisma sacular produce una prominencia focal en forma de masa, mientras que los aneurismas fusiformes se presentan como una alteración del contorno tal como del cayado (botón) aórtico. En las situaciones en las que se ha desarrollado un hematoma,mediastínico como en una disección aórtica aguda o un hematoma intramural, los hallazgos en imagen son similares a los de la LATA. Un hallazgo radiográfico adicional que se puede ver con la disección aórtica aguda o crónica es el desplazamiento hacia el interior de la íntima calcificada, que cuando está presente es más evidente en el cayado aórtico42 (fig. e15-23). Anomalías aórticas Las anomalías congénitas de la aorta pueden presentarse con estridor, disnea y disfagia producidos por la compresión de la tráquea y el esófago. Muchos de estos pacientes se encuentran asintomáticos y el descubrimiento es incidental. Un cayado aórtico derecho se presenta con ausencia del contorno aórtico en el lado izquierdo del mediastino y un contorno anómalo en el lado derecho. La tráquea está desviada hacia la izquierda por el cayado derecho. Esta entidad puede asociarse a la tetralogía de Fallot, en cuyo caso también se puede apreciar un corazón con forma de bota (v. fig. 15-4). Un cayado (arco) aórtico doble es una anillo vascular en el que el cayado derecho está localizado más superior que el izquierdo.43 El cayado derecho es típicamente mayor que el izquierdo (fig. 15-11). La arteria subclavia derecha (ASD) aberrante es una variante normal frecuente en la que la ASD se origina directamente de FIGURA 15-10 Hematoma mediastínico. Radiografía AP focalizada de un hombre joven que era el conductor en un accidente de tráfico en la que se puede apreciar ensanchamiento mediastínico (flechas) producido por una lesión aórtica traumática aguda, que causó un gran hematoma mediastínico. El desplazamiento de la línea paravertebral izquierda se extiende hasta el vértice pulmonar izquierdo («casquete apical»). Obsérvese que la tráquea está desviada hacia la derecha y que el bronquio principal izquierdo está desplazado inferiormente. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 260 Ev a lu a ci ó n d El p a ci En tE III la parte posterior del cayado aórtico distal al origen de la arteria subclavia izquierda. Asciende por el mediastino tras pasar entre la columna vertebral y el esófago. La ASD aberrante resulta a veces visible en una RxT cuando existe un divertículo de Kommerell en el origen de la ASD aberrante. Este divertículo puede hacerse aneurismático, en cuyo caso aparece como una masa mal definida posterior a la tráquea y superior al cayado aórtico en una proyección lateral (fig. e15-24). Una coartación aórtica puede aparecer como una convexidad adicional inmediatamente por encima del botón aórtico en una proyección frontal, con la posibilidad de muescas costales bilaterales a lo largo de la super- ficie inferior de las costillas. El contorno mediastínico izquierdo ha sido comparado a la «figura del número 3» (fig. e15-25). Cuando se sospecha una anomalía aórtica, está indicada una angiografía por TC o RM de la aorta para valorar en mayor detalle la naturaleza global de la alteración y la extensión del flujo arterial colateral cuando existe una coartación. CONCLUSIÓN La RxT aún mantiene un papel en la evaluación inicial de los pacientes que presentan dolor torácico y disnea y ayuda al diagnóstico de causas alternativas para tales síntomas, como neumonía o neumotórax. Continúa desempeñando un importante papel en la evaluación de los pacientes que tienen implantados dispositivos cardíacos y catéteres venosos centrales y cánulas colocados en el hospital. La RxT también puede delinear el estado fisiológico del sistema cardiovascular. Una valoración detallada de la RxT siguiendo un abordaje sistemático en el contexto de la presentación clínica y la comparación con los estudios previos son esenciales para maximizar el potencial de este estudio de imagen de difusión generalizada. Bibliografía clásica Higgins CB. Radiography of acquired heart disease. Essentials of Cardiac Radiology and Imaging. Philadelphia: Lippincott; 1992:1-49. Sharma S, Bhargava A, Krishnakumar R, Rajani M. Can pulmonary venous hypertension be graded by the chest radiograph?. Clin Radiol. 1998;53(12):899-902. Souza AS, Bream PR, Elliott LP. Chest film detection of coronary artery calcification: the value of the CAC triangle. Radiology. 1978;129(1):7-10. Bibliografía 1. Goldschlager R, Roth H, Solomon J, et al. Validation of a clinical decision rule: chest X-ray in patients with chest pain and possible acute coronary syndrome. Emerg Radiol. 2014;21(4):367- 372. Perspectiva general 2. Amorosa JK, Bramwit MP, Mohammed TL, et al. 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