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18 INTRODUCCIÓN A LOS TRASTORNOS NEURODEGENERATIVOS CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LOS TRASTORNOS NEURODEGENERATIVOS ■ Proteinopatías ■ Vulnerabilidad selectiva ■ Genética y ambiente ■ Enfoques para la terapia ENFERMEDAD DE PARKINSON ■ Descripción clínica ■ Fisiopatología ■ Tratamiento de la enfermedad de Parkinson ENFERMEDAD DE ALZHEIMER ■ Descripción clínica ■ Diagnóstico ■ Genética ■ Fisiopatología ■ Neuroquímica ■ Tratamiento ENFERMEDAD DE HUNTINGTON ■ Patología y fisiopatología ■ Genética ■ Tratamiento ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA ■ Etiología ■ Tratamientos ■ Terapia sintomática de ALS: espasticidad Capítulo Tratamiento de los trastornos degenerativos del sistema nervioso central Introducción a los trastornos neurodegenerativos Los trastornos neurodegenerativos se caracterizan por la pérdida progre- siva e irreversible de neuronas de regiones específicas del cerebro. Los trastornos neurodegenerativos prototípicos incluyen la EP y la HD, don- de la pérdida de neuronas de las estructuras de los ganglios basales pro- duce anomalías en el control del movimiento; la AD, donde la pérdida de neuronas hipocampales y corticales conduce a un deterioro de la memo- ria y la capacidad cognitiva; y la ALS, donde la debilidad muscular es el resultado de la degeneración de las neuronas motoras espinales, bulbares y corticales. Las terapias actualmente disponibles para trastornos neuro- degenerativos alivian los síntomas de la enfermedad, pero no alteran el proceso neurodegenerativo subyacente. Características comunes de los trastornos neurodegenerativos Proteinopatías Cada uno de los principales trastornos neurodegenerativos se caracteriza por la acumulación de proteínas particulares en los agregados celulares: α-sinucleína en PD; Aβ y la proteína tau asociada a microtúbulos en AD; TDP-43 en la mayoría de los casos de ALS; y huntingtina en HD (Prusiner, 2013). Se desconoce el motivo de la acumulación de estas proteínas, y tampoco está claro en la mayoría de los casos si los grandes agregados celulares o las especies solubles más pequeñas de las proteínas son las que más impulsan la patogénesis. Vulnerabilidad selectiva Una característica llamativa de los trastornos neurodegenerativos es la extraordinaria especificidad de los procesos de enfermedad para tipos particulares de neuronas. Por ejemplo, en la PD hay una destrucción extensa de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra, mientras que las neuronas en la corteza y muchas otras áreas del cerebro no se ven afectadas. Por el contrario, la lesión neural en la AD es más grave en el hipocampo y la neocorteza, e incluso dentro de la corteza, la pérdida de neuronas no es uniforme, pero varía drásticamente en diferentes redes cerebrales. En la HD, el gen mutante responsable del trastorno se expresa en todo el cerebro y en muchos otros órganos, sin embargo, los cambios patológicos son más prominentes en el neoestriado. En la ALS hay pérdida de neuronas motoras espinales y de las neuronas corticales que proporcio- nan su entrada descendente. La diversidad de estos patrones de degenera- ción neuronal sugiere que el proceso de lesión neural es consecuencia de la interacción de propiedades intrínsecas de diferentes circuitos neurona- les, genética e influencias ambientales. Los factores intrínsecos pueden incluir la susceptibilidad a la lesión excitotóxica, la variación regional en la capacidad para el metabolismo oxidativo y la producción de radicales libres tóxicos como subproductos del metabolismo celular. Genética y ambiente Cada uno de los principales trastornos neurodegenerativos puede ser de naturaleza familiar. La HD es exclusivamente familiar; se transmite por herencia autosómica dominante de una repetición expandida en el gen de la huntingtina. Sin embargo, los factores ambientales influyen de manera importante en la edad de inicio y la tasa de progresión de los síntomas de la HD. La PD, la AD y la ALS son generalmente esporádicas, pero para cada una hay formas genéticas bien reconocidas. Por ejemplo, existen mutaciones del gen dominante (α-sinucleína, LRRK2) y recesiva (parkin, DJ-1, PINK1) que pueden dar lugar a la PD (Kumar et al., 2012; Singleton et al., 2013). En la AD, las mutaciones en los genes que codifi- can APP y las presenilinas (que participan en el procesamiento de APP) conducen a formas heredadas de la enfermedad. Alrededor del 10% de los casos de ALS son familiares, más comúnmente debido a mutaciones en el gen C9ORF72 (Renton et al., 2014). También existen factores de riesgo genéticos que influyen en la proba- bilidad de aparición de la enfermedad y modifican el fenotipo. Por ejem- plo, el genotipo de apoE constituye un importante factor de riesgo para la AD. Existen tres isoformas distintas de esta proteína, e incluso indivi- duos con una copia del alelo de alto riesgo, ε4, que tienen un riesgo varias veces mayor de desarrollar AD que aquellos con el alelo más común, ε3. Se han propuesto factores ambientales, incluidos agentes infecciosos, toxinas ambientales y daño cerebral adquirido, en la etiología de los tras- tornos neurodegenerativos. La lesión cerebral traumática se ha sugerido como desencadenante de trastornos neurodegenerativos. Al menos una toxina, MPTP, puede inducir una condición muy similar a la PD. Más recientemente, la evidencia ha vinculado la exposición a pesticidas con la PD. La exposición de los soldados a sustancias químicas neurotóxicas ha sido implicada en la ALS (como parte del “síndrome de la Guerra del Golfo”). Enfoques para la terapia Ciertos temas son evidentes en los enfoques farmacológicos descritos en este capítulo. Muchas de las terapias existentes son neuroquímicas, con el objetivo de reemplazar o compensar el daño a sistemas de neurotransmi- sores específicos que están deteriorados selectivamente. Por ejemplo, la https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 328 Tratam ien to d e los trastorn os d egen erativos d el sistem a n ervioso cen tral CA PÍTU LO 18 Abreviaturas AADC: (aromatic l-amino acid decarboxylase) l-aminoácido aromático descarboxilasa Aβ: (amyloid β) Amiloide β ACh: (acetylcholine) Acetilcolina AChE: (acetylcholinesterase) Acetilcolinesterasa AD: (Alzheimer disease) Enfermedad de Alzheimer ALDH: (aldehyde dehydrogenase) Aldehído deshidrogenasa ALS: (amyotrophic lateral sclerosis) Esclerosis lateral amiotrófica apoE: (apolipoprotein E) Apolipoproteína E APP: (amyloid precursor protein) Proteína precursora amiloidea BuChE: (butyrylcholinesterase) Butirilcolinesterasa CNS: (central nervous system) Sistema nervioso central COMT: (catechol-O-methyltransferase) Catecol-O-metiltransferasa DA: (dopamine) Dopamina DAT: (DA transporter) Transportador de DA DβH: (dopamine-β-hydroxylase) Dopamina-β-hidroxilasa DOPAC: (3,4-dihydroxyphenylacetic acid) Ácido 3,4-dihidroxifenilacético GABA: (γ-aminobutyric acid) Ácido γ-aminobutírico Glu: (glutamatergic) Glutamatérgico GPe: (globus pallidus extern) Globo pálido externo GPi: (globus pallidus intern) Globo pálido interno HD: (Huntington disease) Enfermedad de Huntington 5HT: (serotonin) Serotonina HVA: (homovanillic acid) Ácido homovanílico MAO: (monamine oxidase) Monoaminooxidasa MCI: (mild cognitive impairment) Deterioro cognitivo leve MPTP: (N-methyl-4-phenyl-1,2,3,6-tetrahydropyridine) N-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina 3MT: (3-methoxyltyramine) 3-metoxitiramina NE: (norepinephrine) Norepinefrina NET: (NE transporter) Transportador de NE NMDA: (N-methyl-d-aspartate) N-metil-d-aspartato 3-OMD: (3-O-methyl dopa) 3-O-metildopa PD: (Parkinson disease) Enfermedad de Parkinson PDD: (Parkinson disease dementia) Demencia de la enfermedad de Parkinson PET: (positron emission tomography) Tomografía por emisión de positrones PH: (phenylalanine hydroxylase) Fenilalanina hidroxilasa REM: (rapid eye movement) Movimiento rápido de los ojos SNpc: (substantia nigra pars compacta) Parte compacta de la sustancia negra SNpr: (substantia nigra parsreticulate) Parte reticulada de la sustancia negra SOD: (superoxide dismutase) Superóxido dismutasa SSRI: (selective serotonin reuptake inhibitor) Inhibidor de la recaptación selectiva de serotonina STN: (subthalamic nucleus) Núcleo subtalámico TAR: (transactivation response element) Elemento de respuesta de transactivación TDP-43: (TAR DNA-binding protein 43) Proteína de unión a TAR DNA 43 TH: (tyrosine hydrolase) Tirosina hidrolasa VA/VL: (ventroanterior and ventrolateral) Ventroanterior y ventrolateral VMAT2: (vesicular monoamine transporter 2) Transportador de monoaminas vesiculares 2 terapia dopaminérgica es uno de los pilares del tratamiento de la PD, y los principales agentes utilizados en la AD apuntan a potenciar la trans- misión acetilcolinérgica. El objetivo de muchas investigaciones actuales es identificar terapias que sean neuroprotectoras y puedan modificar el proceso neurodegenerativo subyacente. Un objetivo de las terapias neuroprotectoras es la excitotoxicidad, una lesión neural que resulta de la presencia de un exceso de glutamato en el cerebro. El glutamato se usa como un neurotransmisor para mediar en la mayoría de las transmisiones sinápticas excitatorias en el cerebro de los mamíferos. La presencia de cantidades excesivas de glutamato puede conducir a la muerte celular excitotóxica (véase figura 14-13). Los efectos destructivos del glutamato están mediados por los receptores de gluta- mato, particularmente los del tipo NMDA (véase tabla 14-2). La lesión excitotóxica contribuye a la muerte neuronal que ocurre en procesos agu- dos, como el ataque cerebrovascular y el traumatismo craneoencefálico. El papel de la excitotoxicidad es menos probable en los trastornos neuro- degenerativos crónicos; sin embargo, los antagonistas del glutamato se han desarrollado como terapias neuroprotectoras para la neurodegeneración, con dos de estos agentes (memantina y riluzol, descritos más adelante en este capítulo) actualmente en uso clínico. El envejecimiento es el factor de riesgo más importante para todas las enfermedades neurodegenerativas, y un probable contribuyente al efecto del envejecimiento es el deterioro progresivo en la capacidad de las neu- ronas para el metabolismo oxidativo con producción continua de com- puestos reactivos como peróxido de hidrógeno y radicales de oxígeno. Estas especies reactivas pueden conducir a un daño en el DNA, a la pe- roxidación de los lípidos de la membrana y a la muerte neuronal. Esto ha llevado a la búsqueda de medicamentos que puedan mejorar el metabolis- mo celular (como la coenzima cofactor mitocondrial Q10) y las estrategias antioxidantes como tratamientos para prevenir o retrasar las enfermeda- des degenerativas. El descubrimiento de proteínas específicas que se acumulan y agregan en cada uno de los trastornos neurodegenerativos ha abierto la puerta a nuevos enfoques terapéuticos. Hasta la fecha, no hay terapias aprobadas que se dirijan directamente a las proteínas de la enfermedad (p. ej., α- si- nucleína, Aβ, tau, TDP-43). Sin embargo, existe una investigación inten- siva para presentar tratamientos de modificación de la enfermedad que se dirigen directamente a estas proteínas, como la inmunoterapia pasiva con anticuerpos, en la atención clínica. Enfermedad de Parkinson Descripción clínica El parkinsonismo es un síndrome clínico con cuatro características fun- damentales: • Bradicinesia (lentitud y escasez de movimiento). • Rigidez muscular. • Temblor en reposo (que generalmente disminuye durante el movi- miento voluntario). • Deterioro del equilibrio postural, que conduce a alteraciones de la marcha y a la caída. La forma más común de parkinsonismo es la PD idiopática, descrita por primera vez por James Parkinson en 1817 como parálisis agitante, o la “parálisis temblorosa”. El sello patológico de la PD es la pérdida de las neuro- nas dopaminérgicas pigmentadas de la parte compacta de la sustancia negra con la aparición de inclusiones intracelulares conocidas como cuerpos de Lewy. El componente principal de los cuerpos de Lewy es la α-sinucleína agre- gada (Goedert et al., 2013). Una pérdida de 70-80% de las neuronas que contienen DA acompaña a la PD sintomática. Sin tratamiento, la PD progresa a lo largo de 5-10 años a un estado aci- nético rígido en el cual los pacientes son incapaces de cuidarse solos (Suchowersky et al., 2006). La muerte es a menudo el resultado de com- plicaciones de la inmovilidad, incluida la neumonía por aspiración o la embolia pulmonar. La disponibilidad de un tratamiento farmacológico eficaz ha alterado radicalmente el pronóstico de la PD; en la mayoría de los casos, la buena movilidad funcional se puede mantener durante mu- chos años. La esperanza de vida de los pacientes adecuadamente trata- dos aumenta de modo considerable, pero la mortalidad global sigue siendo más alta que la de la población general. Si bien la pérdida de neuronas de DA es la característica más recono- cida de la enfermedad, el trastorno afecta una amplia gama de otras es- tructuras cerebrales, incluyendo el tronco encefálico, el hipocampo y la corteza cerebral (Langston, 2006). Existe un conocimiento cada vez ma- yor de las características “no motoras” de la PD, que probablemente sur- jan de la patología fuera del sistema DA (Zesiewicz et al., 2010). Algunas características no motoras pueden presentarse antes de los síntomas mo- tores característicos: anosmia o pérdida del sentido del olfato; trastorno de conducta REM, un trastorno del sueño con marcada agitación y movi- miento durante los periodos de sueño REM; y alteraciones de la función del sistema nervioso autónomo, particularmente estreñimiento. Otras características no motoras se ven más adelante en la enfermedad e inclu- yen depresión, ansiedad y demencia. Varios trastornos además de la PD idiopática también pueden producir parkinsonismo, incluidos algunos trastornos neurodegenerativos relativa- mente raros, accidente cerebrovascular e intoxicación con antagonistas del receptor de DA. Los fármacos que pueden causar parkinsonismo in- cluyen antipsicóticos como haloperidol y clorpromazina (véase capítulo 16) y antieméticos como proclorperazina y metoclopramida (véase capítu- lo 50). La distinción entre PD idiopática y otras causas de parkinsonismo https://booksmedicos.org 329 N eurofarm acología SECCIÓ N II AADC COMT ALDH MAO DOPA DA DA HVAHVA DA DA TH VMAT2MAO ALDH Despolarización (entrada de Na+ yCa2+) Autorreceptor D2 Familia de receptores D1/D2 Respuesta efectora Recaptación neuronal (DAT, NET), almacenamiento (VMAT2) o metabolismo Captación postsináptica [OCT1, OCT2, OCT3 (ENT)] TERMINAL PRESINÁPTICA CÉLULA POSTSINÁPTICA Fenilalanina dietética Tirosina Tyr HVA DOPAC DA sináptica HVA COMT DA 3MT PH hepático Figura 18-1 Terminal del nervio dopaminérgico. La dopamina se sintetiza a partir de tirosina en el terminal nervioso mediante las acciones secuenciales de TH y AADC. La DA es secuestrada por VMAT2 en gránulos de almacenamiento y liberada por exocitosis. La DA sináptica activa los autorreceptores presinápticos y los receptores postsinápticos D1 y D2. La DA sináptica puede captarse en la neurona a través de los transportadores DA y NE (DAT, NET) o eliminarse mediante captación postsináptica a través del transportador de cationes orgánicos, OCT3 (véase el capítulo 5). La DA citosólica está sujeta a degradación por MAO y ALDH en la neurona y por COMT y MAO/ALDH en células no neuronales; el producto metabólico final es HVA. Véanse las estructuras en la figura 18-4. es importante porque el parkinsonismo que surge de otras causas es gene- ralmente resistente a todas las formas de tratamiento. Fisiopatología El déficit dopaminérgico en la PD se debe a una pérdida de neuronas en la parte compacta de la sustancia negra que proporcionan inervación al cuerpo estriado (núcleo caudado y putamen). La comprensión actual de la fisiopatología de la PD se basa en el hallazgode que el contenido de DA estriatal se reduce en más del 80%, con una pérdida paralela de neuronas de la sustancia negra, lo que sugiere que la sustitución de DA podría res- taurar la función. Actualmente tenemos un modelo de la función de los ganglios basales que, aunque incompleto, sigue siendo útil. Síntesis de dopamina, metabolismo y receptores La dopamina, una catecolamina, se sintetiza en las terminales de las neu- ronas dopaminérgicas a partir de la tirosina y se almacena, libera, reacu- mula y metaboliza mediante los procesos descritos en el capítulo 13 y resumidos en la figura 18-1. Las acciones de la DA en el cerebro están mediadas por el receptor DA, del que hay dos clases amplias, D1 y D2, con cinco subtipos distintos, D1-D5. Todos los receptores de DA son GPCR. Los receptores del grupo D1 (subtipos D1 y D5) se unen a Gs y de allí a la activación de la ruta cíclica de AMP. El grupo D2 (receptores D2, D3 y D4) se acopla a Gi para reducir la actividad de la adenilil ciclasa y las corrien- tes de Ca2+ dependientes de voltaje mientras se activan las corrientes de K+. Cada uno de los cinco receptores DA tiene un patrón anatómico dis- tintivo de expresión en el cerebro. Las proteínas D1 y D2 son abundantes en el cuerpo estriado y son los sitios receptores más importantes en cuan- to a las causas y el tratamiento de la PD. Las proteínas D4 y D5 son en gran parte extraestriales, mientras que la expresión de D3 es baja en el núcleo caudado y el putamen, pero más abundante en el núcleo accum- bens y en el tubérculo olfatorio. Mecanismo neural de parkinsonismo: un modelo de función de ganglios basales Se ha dedicado un esfuerzo considerable para comprender cómo la pér- dida de aporte dopaminérgico a las neuronas del neoestriado da lugar a las características clínicas de la PD (Hornykiewicz, 1973). Los ganglios basales se pueden ver como un bucle lateral modulador que regula el flu- jo de información desde la corteza cerebral hasta las neuronas motoras de la médula espinal (Albin et al., 1989) (figura 18-2). El neoestriado es la principal estructura de entrada de los ganglios ba- sales y recibe aportes glutamatérgicos excitatorios de muchas áreas de la corteza. La mayoría de las neuronas dentro del cuerpo estriado son neu- ronas de proyección que inervan otras estructuras de los ganglios basales. Un pequeño pero importante subgrupo de neuronas estriatales consiste en interneuronas que conectan las neuronas dentro del cuerpo estriado pero que no se proyectan más allá de sus fronteras. La ACh y los neuro- péptidos se usan como transmisores por estas interneuronas estriatales. https://booksmedicos.org 330 Tratam ien to d e los trastorn os d egen erativos d el sistem a n ervioso cen tral CA PÍTU LO 18 Corteza cerebral Cuerpo estriado GABA GPe STN GABA GABA Tálamo VA/VL Glu Glu GPi/SNpr Glu ACh (inhibidor)(estimulante) D2D1 DA SNpc Glu Glu Glu A la médula espinal y el tallo cerebral GABA + + ++ + + – – – – Corteza cerebral Cuerpo estriado GABA STN GABA GABA Tálamo VA/VL Glu Glu GPi/SNpr Glu ACh (inhibidor)(estimulante) D2D1 DA Glu Glu Glu A la médula espinal y el tallo cerebral GABA + + ++ + + – – – – GPe SNpc Figura 18-2 Diagrama de conexión esquemático de los ganglios basales. El cuerpo estriado es la estructura de entrada principal de los ganglios basales y recibe aportes glutamatérgicos excitatorios de muchas áreas de la corteza cerebral. El cuerpo estriado contiene neuronas de proyección que expresan predomi- nantemente receptores DA D1 o D2, así como interneuronas que usan ACh como un neurotransmisor. El flujo de salida del estriado procede a lo largo de dos rutas. La vía directa, desde el estriado a la SNpr y al GPi, usa el transmi- sor inhibidor GABA. La vía indirecta, desde el cuerpo estriado a través del GPe y el STN hasta la SNpr y el GPi, consiste en dos enlaces inhibidores GABA-érgicos y una proyección excitadora Glu. La SNpc proporciona la inervación dopaminérgica a las neuronas estriatales, dando lugar a las vías directa e indirecta, y regula la actividad relativa de estas dos vías. La SNpr y el GPi son las estructuras de salida de los ganglios basales y proporcionan retroalimentación a la corteza cerebral a través de los núcleos VA/VL del tálamo. Figura 18-3 Los ganglios basales en la PD. El defecto principal es la destrucción de las neuronas dopaminérgicas de la SNpc. Las neuronas estriatales que forman la vía directa desde el cuerpo estriado a la SNpr y al GPi expresan principalmente el receptor D1 DA excitador, mientras que las neuronas estria- tales que se proyectan al GPe y forman la vía indirecta expresan el receptor D2 DA inhibidor. Por tanto, la pérdida de la entrada dopaminérgica al estriado tiene un efecto diferencial en las dos vías de salida; la vía directa hacia la SNpr y el GPi es menos activa (estructuras en morado), mientras que la acti- vidad en la vía indirecta aumenta (estructuras en rojo). El efecto neto es que las neuronas en la SNpr y el GPi se vuelven más activas. Esto conduce a un aumento de la inhibición del tálamo VA/VL y a un aporte excitatorio redu- cido a la corteza. Las líneas azules claras indican las vías principales con actividad reducida. (Consúltese la lista de abreviaturas para ver las definicio- nes de las abreviaturas anatómicas). El flujo de salida del estriado avanza a lo largo de dos vías distintas, denominadas vías directas e indirectas (Calabresi et al., 2014). La vía direc- ta está formada por neuronas en el estriado que se proyectan directamen- te a las etapas de salida de los ganglios basales, la SNpr y el GPi; estos, a su vez, pasan la información al tálamo VA y VL, que proporciona una entrada excitadora a la corteza. El neurotransmisor en ambos enlaces de la vía directa es GABA, que es inhibidor, de modo que el efecto neto de la estimulación de la vía directa a nivel del cuerpo estriado es aumentar la salida excitadora del tálamo a la corteza. La vía indirecta se compone de neuronas estriatales que se proyectan al GPe. Esta estructura, a su vez, inerva el STN, que proporciona un flujo a las etapas de salida SNpr y GPi. Los primeros dos enlaces, las proyec- ciones desde el cuerpo estriado hasta GPe y GPe a STN, usan el transmi- sor inhibidor GABA; sin embargo, el enlace final —la proyección de STN a SNpr y GPi— es una ruta glutamatérgica excitatoria. Por tanto, el efecto neto de la estimulación de la vía indirecta a nivel del cuerpo estriado es la reduc- ción del flujo excitador desde el tálamo hasta la corteza cerebral. La caracterís- tica clave de este modelo de función de los ganglios basales, que explica los síntomas observados en la PD como resultado de la pérdida de neuro- nas dopaminérgicas, es el efecto diferencial de DA en las vías directa e indirecta (figura 18-3). Las neuronas dopaminérgicas de la SNpc inervan todas las partes del estriado; sin embargo, las neuronas blanco estriatales expresan distintos tipos de receptores DA. Las neuronas estriatales que dan lugar a la vía directa expresan principalmente la proteína excitadora del receptor DA D1, mientras que las neuronas estriatales que forman la vía indirecta ex- presan principalmente el tipo inhibidor D2. Por tanto, la DA liberada en el cuerpo estriado tiende a aumentar la actividad de la vía directa y reducir la ac- tividad de la vía indirecta, mientras que el agotamiento que se produce en la PD tiene el efecto opuesto. El efecto neto de la entrada dopaminérgica reducida en la PD es aumentar marcadamente el flujo de salida inhibitorio desde la SNpr y el GPi al tálamo y reducir la excitación de la corteza motora. Existen varias limitaciones de este modelo de función de los ganglios basales. Las cone- xiones anatómicas son considerablemente más complejas, y muchas de las vías involucradas usan varios neurotransmisores. A pesar de las limi- taciones, el modelo es útil y tiene implicaciones importantes para el dise- ño racional y el usode agentes farmacológicos en la PD. Tratamiento de la enfermedad de Parkinson Levodopa La levodopa (también llamada l-DOPA o l-3,4-dihidroxifenilalanina), el precursor metabólico de DA, es el agente más eficaz en el tratamiento de la PD (Cotzias et al., 1969; Fahn et al., 2004). Los efectos de la levodopa son el resultado de su descarboxilación a DA. Cuando se administra por vía oral, la levodopa se absorbe rápidamente del intestino delgado por el sistema de transporte de aminoácidos aromáticos. Las concentraciones del fármaco en el plasma suelen alcanzar un máximo entre 0.5 y 2 h des- pués de una dosis oral. La t1/2 en plasma es corto (1-3 h). La velocidad y el grado de absorción de levodopa dependen de la tasa de vaciamiento gástrico, el pH del jugo gástrico y el tiempo que el fármaco está expuesto a las enzimas degradantes de la mucosa gástrica e intestinal. La adminis- tración de levodopa con comidas altas en proteínas retrasa la absorción y reduce las concentraciones plasmáticas máximas. La entrada del fármaco en el CNS a través de la barrera hematoencefálica está mediada por un trans- portador de membrana para aminoácidos aromáticos. En el cerebro, la levo- dopa se convierte en DA por descarboxilación, principalmente dentro de las terminales presinápticas de las neuronas dopaminérgicas en el cuerpo estriado. La DA producida es responsable de la eficacia terapéutica del fármaco en la PD; después de la liberación, o bien es transportada nuevamente a las terminales dopaminérgicas por el mecanismo de capta- ción presináptica o es metabolizada por las acciones de MAO y COMT (figura 18-4). En la práctica clínica, la levodopa se administra casi siempre en com- binación con un inhibidor de AADC que actúa periféricamente, como la carbidopa (usada en Estados Unidos) o la benserazida (disponible fuera de Estados Unidos), fármacos que no penetran bien en el CNS. Si la levodo- pa se administra sola, el fármaco es en gran parte descarboxilado por en- zimas en la mucosa intestinal y otros sitios periféricos, de modo que relativamente una pequeña fracción del fármaco inalterado alcanza la cir- culación cerebral, y tal vez menos del 1% penetra en el CNS. Además, la liberación de DA a la circulación por conversión periférica de levodopa produce efectos indeseables, en particular las náuseas. La inhibición de la descarboxilasa periférica aumenta marcadamente la fracción de levo- dopa administrada que permanece sin metabolizar y disponible para cru- https://booksmedicos.org 331 N eurofarm acología SECCIÓ N II AADC AADC 3-O-MD DOPAC L-DOPA DAL-DOPA DA 3MT MAO-B COMT COMT entacapona tolcapona selegilina (dosis baja) rasagilina carbidopa tolcapona Periferia CNS (Estriado) Levodopa Dopamina 3-O-metil dopa 3-metoxitiramina Ácido 3-metoxi-4- hidroxifenilacético (HVA) Ácido 3,4-dihidroxifenilacético (DOPAC) HO HO HO HO HO HO HO COOH COOH COOH COOH COMT COMT COMT MAO ALDH MAO ALDH DβH AADC NH2 NH2 NH2 NH2 H3CO H3CO H3CO HO Norepinefrina HO Figura 18-4 Metabolismo de la levodopa (l-DOPA). Figura 18-5 Preservación farmacológica de levodopa (l-dopa) y DA estriatal. El princi- pal sitio de acción de los inhibidores de COMT (p. ej., tolcapona y entaca- pona) está en la circulación periférica. Bloquean la O-metilación de l-dopa y aumentan la fracción disponible del fármaco para su administración al cere- bro. La tolcapona también tiene efectos en el sistema nervioso central. Los inhibidores de la MAO-B, tales como la selegilina y la rasagilina en bajas dosis, actuarán dentro del CNS para reducir la desaminación oxidativa de la DA, mejorando así las reservas vesiculares. zar la barrera hematoencefálica (figura 18-5), y reduce la incidencia de efectos secundarios gastrointestinales y la hipotensión ortostática induci- da por fármacos. Una dosis diaria de 75 mg de carbidopa es generalmente suficiente pa- ra prevenir el desarrollo de náuseas. Por esta razón, la forma más común- mente recetada de carbidopa/levodopa es la forma 25/100, que contiene 25 mg de carbidopa y 100 mg de levodopa. Con esta formulación, los es- quemas de dosificación de tres o más tabletas al día proporcionan una inhibición aceptable de la descarboxilasa en la mayoría de los individuos. La terapia con levodopa puede tener un efecto notable en todos los signos y síntomas de la PD. Al principio de la enfermedad, el grado de mejora en el temblor, la rigidez y la bradicinesia producida por la carbi- dopa/levodopa puede ser casi completo. Con la terapia a largo plazo con levodopa, la capacidad de “amortiguación” se pierde, y el estado motor del paciente puede fluctuar notablemente con cada dosis del medica- mento, produciendo las complicaciones motoras de la levodopa (Pahwa et al., 2006). Un problema común es el desarrollo del fenómeno del “desgaste”: ca- da dosis de levodopa mejora de forma efectiva la movilidad durante un periodo, tal vez de 1 a 2 h, pero la rigidez y la acinesia regresan rápida- mente al final del intervalo de dosificación. Aumentar la dosis y la fre- cuencia de la administración puede mejorar esta situación, pero esto a menudo está limitado por el desarrollo de discinesias, movimientos in- voluntarios excesivos y anormales. En las etapas posteriores de la PD, los pacientes pueden fluctuar rápidamente entre estar “inactivos”, no tener efectos beneficiosos de sus medicamentos y estar “activos”, pero con discinesias incapacitantes (el fenómeno de activo/inactivo). Una for- mulación de liberación sostenida que consiste en carbidopa/levodopa en una matriz de cera erosionable es útil en algunos casos, pero la absor- ción de esta formulación anterior de liberación sostenida no es del todo predecible. Recientemente, se aprobaron dos nuevas formulaciones de levodopa destinadas a tratar el desgaste. Las cápsulas de liberación prolongada de carbidopa-levodopa RYTARY contienen gotas de liberación inmediata y de liberación prolongada que reducen el tiempo de inactividad en pa- cientes con fluctuaciones motoras (Hauser et al., 2013). El gel intestinal DUOPA carbidopa-levodopa se administra a través de un tubo de gastros- tomía en el yeyuno, utilizando una bomba, y puede tener un efecto nota- ble en la reducción del tiempo “apagado” (Olanow et al., 2014). ¿La levodopa altera el curso de la enfermedad subyacente o simple- mente modifica los síntomas? Si bien la respuesta a esta pregunta no es del todo cierta, un ensayo aleatorizado ha proporcionado evidencia de que la levodopa no tiene un efecto adverso en el curso de la enfermedad subyacente, pero también ha confirmado que las dosis altas de levodopa están asociadas con la aparición temprana de discinesias. La mayoría de los médicos han adoptado un enfoque pragmático, el uso de levodopa sólo cuando los síntomas de la PD causan deterioro funcional y otros tra- tamientos son inadecuados o no son bien tolerados. Un efecto adverso frecuente y preocupante es la aparición de alucina- ciones y confusión, especialmente en pacientes de edad avanzada o en pacientes con disfunción cognitiva preexistente. Los agentes antipsicóti- cos convencionales, como las fenotiazinas, son eficaces contra la psicosis inducida por levodopa, pero pueden causar un marcado empeoramiento del parkinsonismo, probablemente a través de acciones en el receptor D2 DA, y no deben usarse en la PD. Un enfoque alternativo ha sido usar agentes antipsicóticos “atípicos” (véase el capítulo 16). Los dos medica- mentos que son más eficaces y mejor tolerados en pacientes con PD avanzada son la clozapina y la quetiapina. Ambos medicamentos, y otros en la clase, se asocian con un aumento en la tasa de muerte debido a ac- cidentes cerebrovasculares y otras causas cuando se usan en ancianos. Este riesgo debe sopesarse cuidadosamente contra los riesgos creados por las alucinaciones y la psicosis. La levodopa (y los agonistas DA, descritos en la siguiente sección) tam- bién pueden conducir al desarrollo de “trastornos del controlde los impulsos” (Weintraub et al., 2015). Éstos incluyen comportamientos com- pulsivos, juego e hipersexualidad y pueden ser destructivos socialmente. La PD también parece estar asociada a un mayor riesgo de suicidio, pero no está claro si esto se relaciona con la enfermedad o con un tratamiento específico. La vigilancia de los signos de depresión y suicidio debe prac- ticarse en todos los pacientes con PD. La administración de levodopa con inhibidores no específicos de la MAO acentúa las acciones de la levodopa y puede precipitar crisis hiper- tensivas e hiperpirexia que ponen en peligro la vida; los inhibidores no específicos de la MAO siempre deben suspenderse al menos 14 días antes de administrar levodopa (tenga en cuenta que esta prohibición no inclu- ye los inhibidores específicos del subtipo MAO-B, selegilina y rasagilina). La retirada abrupta de levodopa u otros medicamentos dopaminérgicos puede precipitar el síndrome neuroléptico maligno de confusión, rigidez e hipertermia, un efecto adverso potencialmente letal. Agonistas del receptor de dopamina Los agonistas del receptor de DA tienen duraciones de acción sustancial- mente más largas que las de la levodopa en uso clínico; a menudo se usan en el manejo de las fluctuaciones relacionadas con la dosis en el estado motor y pueden ser útiles para prevenir las complicaciones motoras (Par- kinson Study Group, 2000). Se ha propuesto que los agonistas del recep- tor DA tienen el potencial de modificar el curso de la PD al reducir la liberación endógena de DA, así como la necesidad de levodopa exógena, reduciendo así la formación de radicales libres. Dos agonistas del receptor DA administrados por vía oral se usan co- múnmente para el tratamiento de la PD: ropinirol y pramipexol. Ambos se absorben bien por vía oral y tienen acciones terapéuticas similares. Tam- bién hay una formulación transdérmica del agonista DA rotigotina dispo- nible. El ropinirol y el pramipexol tienen actividad selectiva en los sitios de clase D2 (específicamente en los receptores D2 y D3). La rotigotina actúa en los sitios D2 y también tiene actividad en los sitios de la clase D1. Al igual que la levodopa, estos agonistas DA pueden aliviar los sínto- mas clínicos de la PD. La duración de la acción de los agonistas DA (8-24 h) a menudo es más larga que la de la levodopa (6-8 h), y son particularmen- https://booksmedicos.org 332 Tratam ien to d e los trastorn os d egen erativos d el sistem a n ervioso cen tral CA PÍTU LO 18 te efectivos en el tratamiento de pacientes que han desarrollado fenóme- nos de activo/inactivo. Tanto el ropinirol como el pramipexol también están disponibles en formulaciones de liberación sostenida una vez al día, que son más convenientes y pueden reducir los efectos adversos re- lacionados con la dosificación intermitente. El suministro transdérmico de rotigotina produce niveles estables de fármaco en plasma durante 24 h. El pramipexol, el ropinirol y la rotigotina pueden producir alucinosis o confusión, similar a la observada con la levodopa, y pueden causar náu- seas e hipotensión ortostática. Deben iniciarse a dosis bajas y valorarse lentamente para minimizar estos efectos. Los agonistas DA, así como la levodopa, están asociados también con fatiga y somnolencia. Los pacien- tes deben ser advertidos sobre la posibilidad de somnolencia, especial- mente al conducir. Muchos médicos prefieren un agonista DA como terapia inicial en pacientes más jóvenes para reducir la aparición de com- plicaciones motoras. En pacientes mayores o con comorbilidad sustan- cial, la levodopa/carbidopa generalmente se tolera mejor. Apomorfina. La apomorfina es un agonista dopaminérgico que puede administrarse por inyección subcutánea. Tiene una gran afinidad por los receptores D4; afinidad moderada para los receptores D2, D3, D5 y adre- nérgicos α1D, α2B y α2C; y baja afinidad por los receptores D1. La apomor- fina está aprobada por la FDA como una “terapia de rescate” para el tratamiento intermitente agudo de episodios “inactivos” en pacientes con una respuesta fluctuante a la terapia dopaminérgica. La apomorfina tiene los mismos efectos secundarios que los agonistas orales DA. La apomorfina es altamente emética y requiere terapia an- tiemética antes y después del tratamiento. La trimetobenzamida oral, a una dosis de 300 mg, tres veces al día, se debe iniciar tres días antes de la dosis inicial de apomorfina y continuar al menos durante los primeros dos meses de la terapia. Se produjo hipotensión profunda y pérdida de conciencia cuando se administró apomorfina con ondansetrón; por tan- to, el uso concomitante de apomorfina con fármacos antieméticos de la clase de antagonistas de 5HT3 está contraindicado. Otros efectos secun- darios potencialmente graves de la apomorfina incluyen la prolongación del intervalo QT, las reacciones en el sitio de inyección y el desarrollo de un patrón de abuso caracterizado por una dosificación cada vez más frecuente que conduce a alucinaciones, discinesia y comportamiento anormal. Debido a estos posibles efectos adversos, el uso de apomorfina es apro- piado sólo cuando otras medidas, como las de los agonistas DA orales o los inhibidores de COMT, no logran controlar los episodios inactivos. La terapia con apomorfina debe iniciarse con una dosis de prueba de 2 mg en un entorno donde el paciente pueda ser vigilado cuidadosamente. Si se tolera, puede aumentar su concentración lentamente hasta una dosis máxima de 6 mg. Para un control efectivo de los síntomas, los pacientes pueden requerir tres o más inyecciones diarias. Inhibidores de catecol-O-metiltransferasa La levodopa administrada por vía oral se convierte en gran medida por AADC en DA (véase figura 18-5), lo que causa náuseas e hipotensión. La adición de un inhibidor de AADC como carbidopa reduce la formación de DA, pero aumenta la fracción de levodopa metilada por COMT. Los inhibidores de COMT bloquean esta conversión periférica de levodopa a 3-O-metil DOPA, aumentando tanto el plasma t1/2 de levodopa como la fracción de cada dosis que llega al CNS. Los inhibidores de COMT tolcapona y entacapona reducen significativa- mente los síntomas de “desgaste” en pacientes tratados con levodopa/ carbidopa (Parkinson Study Group, 1997). Los dos fármacos difieren en sus propiedades farmacocinéticas y efectos adversos. La tolcapona tiene una duración de acción relativamente larga y parece actuar por inhibi- ción de la COMT central y periférica. La entacapona tiene una acción de corta duración (2 h) y principalmente inhibe la COMT periférica. Los efectos adversos comunes de ambos agentes incluyen náuseas, hipoten- sión ortostática, sueños vívidos, confusión y alucinaciones. Un efecto ad- verso importante asociado con la tolcapona es la hepatotoxicidad. Se han observado al menos tres casos fatales de falla hepática fulminante en pa- cientes que toman tolcapona, lo que lleva a la adición de una advertencia en recuadro negro a la etiqueta. La tolcapona debe usarse sólo en pacien- tes que no han respondido a otras terapias y con la monitorización ade- cuada de la lesión hepática. La entacapona no se ha asociado con hepatotoxicidad. Está disponible también en combinaciones de dosis fija con levodopa/carbidopa. Inhibidores selectivos de MAO-B Dos isoenzimas de MAO oxidan las catecolaminas: MAO-A y MAO-B. MAO-B es la forma predominante en el cuerpo estriado y es responsable de la mayor parte del metabolismo oxidativo de DA en el cerebro. Los inhibidores selectivos de la MAO-B se usan para el tratamiento de la PD: selegilina y rasagilina. Estos agentes inactivan selectiva e irreversiblemente la MAO-B. Ambos agentes ejercen modestos efectos beneficiosos sobre los síntomas de la PD. La base de esta eficacia es, presumiblemente, la inhibición de la descomposición de DA en el cuerpo estriado. Los inhibidores selectivos de MAO-B no inhiben sustancialmente el metabolismo periférico de las catecolaminas y pueden tomarsede mane- ra segura con levodopa. Estos agentes tampoco presentan el “efecto del queso”, la potenciación potencialmente letal de la acción de la catecola- mina observada cuando los pacientes con inhibidores de la MAO no es- pecíficos ingieren aminas simpaticomiméticas que actúan indirectamente, como la tiramina que se encuentra en ciertos quesos y el vino. En general, la selegilina es bien tolerada en pacientes más jóvenes pa- ra el tratamiento sintomático de la EP temprana o leve. En pacientes con EP más avanzada o deterioro cognitivo subyacente, la selegilina puede acentuar los efectos adversos motores y cognitivos del tratamiento con levodopa. Los metabolitos de la selegilina incluyen la anfetamina y la metanfetamina, que pueden causar ansiedad, insomnio y otros síntomas adversos. La selegilina está disponible en una tableta que se desintegra por vía oral, así como un parche transdérmico. Ambas rutas de adminis- tración tienen la intención de reducir el metabolismo hepático de primer paso y limitar la formación de los metabolitos de anfetamina. A diferencia de la selegilina, la rasagilina no da lugar a metabolitos de anfetaminas indeseables. La monoterapia con rasagilina es efectiva en la PD temprana. La terapia adyuvante con rasagilina reduce significativa- mente los síntomas de desgaste relacionados con la levodopa en la PD avanzada (Olanow et al., 2008). Aunque los inhibidores selectivos de la MAO-B son generalmente bien tolerados, las interacciones con los medi- camentos pueden ser problemáticas. De forma similar a los inhibidores de MAO no específicos, la selegilina puede conducir al desarrollo de es- tupor, rigidez, agitación e hipertermia cuando se administra con la mepe- ridina analgésica. Aunque la mecánica de esta interacción es incierta, la selegilina o la rasagilina no deben administrarse en combinación con me- peridina. El tramadol, la metadona, el propoxifeno dextrometorfano, la hierba de San Juan y la ciclobenzaprina también están contraindicados con los inhibidores de la MAO-B. Aunque se ha informado del desarrollo del síndrome de serotonina con la administración concomitante de inhibi- dores de la MAO-B y antidepresivos (inhibidores de la recaptación de tricíclicos o serotonina), esto parece ser poco frecuente, y muchos pacien- tes se tratan con esta combinación sin dificultad. Si se lleva a cabo un tratamiento concurrente con inhibidores de la MAO-B y antidepresivos, se recomienda una estrecha vigilancia y el uso de dosis bajas del antide- presivo (Panisset et al., 2014). Antagonistas del receptor muscarínico Los fármacos antimuscarínicos actualmente utilizados en el tratamiento de la PD incluyen trihexifenidilo y mesilato de benzotropina, así como el hi- drocloruro de difenhidramina antihistamínico, que también interactúa con los receptores muscarínicos centrales. La base biológica para las acciones terapéuticas de los antagonistas muscarínicos no se entiende completa- mente. Pueden actuar dentro del neoestriado a través de los receptores que por lo regular median la respuesta a la inervación colinérgica intrín- seca de esta estructura, que surge principalmente de las interneuronas estriatales colinérgicas. Estos medicamentos tienen una actividad antiparkinsoniana relativa- mente modesta y se usan sólo en el tratamiento de la EP temprana o co- mo un complemento de la terapia dopamimética. Los efectos adversos son el resultado de sus propiedades anticolinérgicas. Los más problemá- ticos son la sedación y la confusión mental. Todos los fármacos anticoli- nérgicos deben usarse con precaución en pacientes con glaucoma de ángulo estrecho (véase el cap. 69) y, en general, los anticolinérgicos no son bien tolerados en los ancianos. La farmacología y los mecanismos de señalización de los receptores muscarínicos están ampliamente aborda- dos en el capítulo 9. Amantadina La amantadina, un agente antiviral usado para la profilaxis y el trata- miento de la influenza A (véase capítulo 62), tiene actividad antiparkin- soniana. La amantadina parece alterar la liberación de DA en el cuerpo estriado, tiene propiedades anticolinérgicas y bloquea los receptores de glutamato NMDA. Se usa como terapia inicial de PD leve. También pue- de ser útil como un complemento en pacientes con levodopa que tienen fluctuaciones relacionadas con la dosis y discinesias. La amantadina se administra generalmente a una dosis de 100 mg, dos veces al día, y es bien tolerada. Los efectos secundarios como mareos, letargo, efectos an- ticolinérgicos y trastornos del sueño, así como náuseas y vómitos, son leves y reversibles. https://booksmedicos.org 333 N eurofarm acología SECCIÓ N II Resumen clínico El tratamiento farmacológico de la PD debe adaptarse al paciente indivi- dual (Connolly y Lang, 2014). La farmacoterapia no es obligatoria en la PD temprana; muchos pacientes pueden ser manejados por un tiempo con intervenciones de ejercicio y estilo de vida. Para los pacientes con síntomas leves, los inhibidores de la MAO-B, la amantadina o (en pacien- tes más jóvenes) los anticolinérgicos son opciones razonables. En la ma- yoría de los pacientes se requiere, con el tiempo, el tratamiento con un fármaco dopaminérgico, ya sea levodopa o un agonista DA. Muchos mé- dicos prefieren un agonista DA como tratamiento inicial en pacientes más jóvenes en un esfuerzo por reducir la aparición de complicaciones motoras, aunque la evidencia que respalda esta práctica no es concluyen- te. En pacientes mayores o con una comorbilidad importante, la levodo- pa/carbidopa generalmente se tolera mejor. Enfermedad de Alzheimer Descripción clínica La región del cerebro más vulnerable a la disfunción neuronal y la pérdi- da de células en la AD es el lóbulo temporal medial, que incluye la corte- za entorrinal y el hipocampo. Las proteínas que se acumulan en la AD son Aβ y tau (Giacobini y Gold, 2013). La AD tiene tres etapas princi- pales: 1. Una etapa “preclínica” durante la cual comienza la acumulación de Aβ y tau, antes de que aparezcan los síntomas. 2. Una etapa de MCI con pérdida de memoria episódica (preguntas repe- tidas, elementos extraviados, etc.) que no es lo suficientemente grave como para afectar la función diaria. 3. Una etapa de demencia con pérdida progresiva de habilidades funcio- nales. La muerte generalmente se produce dentro de los 6 a 12 años del ini- cio, la mayoría de las veces a partir de una complicación de la inmovili- dad, como neumonía o embolia pulmonar. Diagnóstico La enfermedad de Alzheimer sigue siendo un diagnóstico clínico, basado en la presencia de deterioro de la memoria y otras deficiencias cognitivas que son insidiosas, progresivas y no bien explicadas por otro trastorno. En los últimos años, ha habido un progreso constante hacia la inclusión de biomarcadores en los criterios de diagnóstico. Esto incluye tanto biomarca- dores de fluidos, como cambios en Aβ y tau en el líquido cefalorraquídeo, y biomarcadores de imágenes, como la atrofia del hipocampo en la resonancia magnética estructural y el hipometabolismo cortical en la PET con fluoro- desoxiglucosa. Uno de los avances más emocionantes es la capacidad de detectar, utilizando exploraciones PET de amiloide, la deposición de Aβ en pacientes. Tres agentes, florbetapir, flutemetamol y florbetaben, están aprobados por la FDA para determinar si los individuos con deterioro cog- nitivo tienen deposición de Aβ, lo que sugeriría AD como posible etiolo- gía. Agentes similares para la formación de imágenes PET de la deposición tau se encuentran actualmente en desarrollo. Genética Se han identificado mutaciones en tres genes como causas de la apari- ción temprana de AD autosómica dominante: APP, que codifica la proteí- na precursora Aβ, y PSEN1 y PSEN2, que codifican la presenilina 1 y 2, respectivamente. Los tres genes están involucrados en la producción de péptidos Aβ. La Aβ se genera por escisión proteolítica secuencial de APP mediante dos enzimas, β-secretasa y γ-secretasa; las presenilinasforman el núcleo catalítico de la γ-secretasa. La evidencia genética, combinada con el hecho de que Aβ se acumula en el cerebro en forma de oligómeros solubles y placas amiloides y es tóxica cuando se aplica a las neuronas, forma la base de la hipótesis amiloide de la patogénesis de la AD. Se han identificado muchos genes que tienen alelos que aumentan el riesgo de AD. Por mucho, el más importante de éstos es apoE, que codifica la pro- teína transportadora de lípidos APOE. Las personas que heredan el alelo ε4 de APOE tienen un riesgo tres veces mayor de desarrollar AD. Si bien estas personas representan menos de la cuarta parte de la población, constituyen más de la mitad de todos los casos de AD. Fisiopatología Las características patológicas de AD son las placas amiloides, que son acumulaciones extracelulares de Aβ, y ovillos neurofibrilares intracelula- res compuestas por la proteína tau asociada a los microtúbulos. El desa- rrollo de placas amiloides ocurre más temprano, y la carga de ovillo se acumula con el tiempo de una manera que se correlaciona más estrecha- mente con el desarrollo del deterioro cognitivo. En la AD autosómica do- minante, la Aβ se acumula debido a mutaciones que causan su sobreproducción. La agregación de Aβ es un evento importante en la patogénesis de la AD. Mientras que las placas consisten en fibrillas alta- mente ordenadas de Aβ, parece que los oligómeros de Aβ solubles, qui- zás tan pequeños como los dímeros, son más altamente patogénicos. Tau también se agrega para formar los filamentos helicoidales emparejados que componen los ovillos neurofibrilares. Las modificaciones postraduc- cionales de tau, que incluyen fosforilación, proteólisis y otros cambios, aumentan la propensión de tau a agregarse. Los mecanismos por los cua- les Aβ y tau inducen la disfunción neuronal y la muerte pueden incluir el deterioro directo de la transmisión sináptica y la plasticidad, la excitotoxi- cidad, el estrés oxidativo y la neuroinflamación. Neuroquímica La alteración neuroquímica más llamativa en la AD es una deficiencia de ACh. La base anatómica del déficit colinérgico es la atrofia y la degenera- ción de las neuronas colinérgicas subcorticales. La deficiencia selectiva de ACh en la AD y la observación de que los antagonistas colinérgicos centrales (p. ej., atropina) pueden inducir un estado de confusión similar a la demencia de la AD han dado lugar a la “hipótesis colinérgica” de que una deficiencia de ACh es fundamental en la génesis de los síntomas de AD. La AD, sin embargo, es compleja y también involucra múltiples sis- temas de neurotransmisores, incluyendo glutamato, 5HT y neuropépti- dos, y hay destrucción no sólo de neuronas colinérgicas sino también de los blancos corticales e hipocampales que reciben entrada colinérgica. Tratamiento En la actualidad, no hay ninguna terapia disponible modificadora de la enfermedad para la AD; el tratamiento actual está dirigido a aliviar los síntomas (Roberson y Mucke, 2006; Selkoe, 2013). Tratamiento de los síntomas cognitivos El aumento de la transmisión colinérgica es actualmente el pilar del tra- tamiento de la AD. Tres medicamentos, donepezilo, rivastigmina y galanta- mina, se usan ampliamente para este propósito (tabla 18-1). Los tres son antagonistas reversibles de colinesterasas (véase capítulo 10). Los inhibi- dores de la colinesterasa son la terapia habitual de primera línea para el tratamiento sintomático de las alteraciones cognitivas en la AD leve o moderada. También se usan ampliamente para tratar otras enfermedades neurodegenerativas con déficits colinérgicos, incluida la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia vascular. Su efecto es generalmente mo- desto, por lo general no produce una mejoría notable en los síntomas, sino más bien un retraso de 6 a 12 meses en la progresión, después de lo cual se reanuda el deterioro clínico. Los medicamentos generalmente son bien tolerados, y los efectos secundarios más comunes son malestar gas- trointestinal, calambres musculares y sueños anómalos. Deben usarse con precaución en pacientes con bradicardia o síncope. Memantina. La memantina es un antagonista no competitivo del recep- tor de glutamato tipo NMDA. Se usa como un complemento o una alter- nativa a los inhibidores de la colinesterasa en la AD, generalmente en etapas posteriores de demencia, ya que hay menos evidencia de su efica- cia en una fase temprana. La memantina retrasa el deterioro clínico en pacientes con demencia por AD de moderada a grave. Los efectos adver- sos de la memantina incluyen cefalea leve o mareos. El medicamento se excreta por los riñones y la dosis debe reducirse en pacientes con insufi- ciencia renal grave. Tratamiento de los síntomas conductuales Además del deterioro cognitivo, los síntomas conductuales y psiquiátri- cos en la demencia (BPSD, behavioral and psychiatric symptoms in dementia) son comunes, particularmente en etapas intermedias de la enfermedad. Estos síntomas incluyen irritabilidad y agitación, paranoia y pensamiento delirante, vagabundeo, ansiedad y depresión. El tratamiento puede ser difícil, y las propuestas no farmacológicas deben ser generalmente de pri- mera línea. Una variedad de opciones farmacológicas también se encuentra dispo- nible. Tanto los inhibidores de la colinesterasa como la memantina redu- cen algunos BPSD. Sin embargo, sus efectos son modestos y no tratan algunos de los síntomas más molestos, como la agitación. El citalopram, un ISRS (véase capítulo 15), mostró eficacia para la agitación en un ensa- yo clínico aleatorio. Los antipsicóticos atípicos, como la risperidona, la olanzapina y la quetiapina (véase capítulo 16) son incluso más eficaces para la agitación y la psicosis en la AD, pero su uso a menudo está limita- do debido a los efectos adversos, como parkinsonismo, sedación y caídas. Además, el uso de antipsicóticos atípicos en pacientes ancianos con psi- https://booksmedicos.org 334 Tratam ien to d e los trastorn os d egen erativos d el sistem a n ervioso cen tral CA PÍTU LO 18 TABLA 18-1 ■ Inhibidores de la colinesterasa empleados para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer DONEPEzILO RIVAsTIGmINA GALANTAmINA Enzimas inhibidasaa AChE AChE, BuChE AChE Mecanismo No competitivo No competitivo Competitivo Mantenimiento típico de la dosisb 10 mg una vez al día 9.5 mg/24 h (transdermal) 8-12 mg dos veces al día (liberación inmediata) 3-6 mg dos veces al día (oral) 16-24 mg/d (liberación prolongada) Indicaciones aprobadas de la FDA AD leve-grave AD leve-moderada AD leve-moderada PDD leve-moderada Metabolismoc CYP2D6, CYP3A4 Esterasas CYP2D6, CYP3A4 a La AChE es la colinesterasa más importante en el cerebro; la BuChE es una colinesterasa hepática y sérica que está regulada positivamente en el cerebro con AD. b Las dosis iniciales típicas son la mitad de la dosis de mantenimiento y se administran durante el primer mes de tratamiento. c Los fármacos metabolizados por CYP2D6 y CYP3A4 están sujetos a niveles séricos aumentados cuando se administran junto con medicamentos que se sabe que inhiben estas enzimas, como el ketoconazol y la paroxetina. Cuerpo estriado GABA GPe STN GABA GABA Tálamo VA/VL Glu Glu GPi/SNpr Glu ACh D2D1 DA SNpc Glu Glu Glu A la médula espinal y el tallo cerebral GABA + + ++ + + – – – – Corteza cerebral Figura 18-6 Los ganglios basales en la enfermedad de Huntington. La HD se carac- teriza por la pérdida de neuronas del cuerpo estriado. Las neuronas que se proyectan desde el estriado al GPe y forman la vía indirecta se ven afectadas antes en el curso de la enfermedad que aquellas que se proyectan hacia el GPi. Esto conduce a una pérdida de inhibición del GPe. La actividad incre- mentada en esta estructura, a su vez, inhibe el STN, la SNpr y el GPi, dando como resultado una pérdida de inhibición del tálamo VA/VL y un aumento del impulso excitatorio talamocortical. Las estructuras en morado tienen acti- vidad reducida enla HD, mientras que las estructuras en rojo tienen activi- dad incrementada. Las líneas azules claras indican rutas principales de actividad reducida. (Consulte la lista de abreviaturas para ver las definiciones de las abreviaturas anatómicas). cosis relacionada con la demencia se ha asociado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y mortalidad general, lo que lleva a una adver- tencia en recuadro negro de la FDA (Schneider et al., 2005). Las benzo- diacepinas (véase capítulo 15) se pueden usar para el control ocasional de la agitación aguda, pero no se recomiendan para la administración a lar- go plazo debido a sus efectos adversos sobre la cognición y otros riesgos en la población de edad avanzada. El haloperidol antipsicótico típico (véase el capítulo 16) puede ser útil para la agresión, pero la sedación y los síntomas extrapiramidales limitan su uso al control de los episodios agudos. Resumen clínico El típico paciente con AD que se presenta en etapas tempranas de la en- fermedad probablemente deba ser tratado con un inhibidor de la colines- terasa. Se debe aconsejar a los pacientes y las familias que un objetivo realista de la terapia es producir un alivio temporal de la progresión, o al menos, una reducción en la tasa de disminución, en lugar de la recupera- ción a largo plazo de la cognición. A medida que la enfermedad avanza, se puede agregar memantina al régimen. Los síntomas del comporta- miento a menudo se tratan con un antidepresivo serotoninérgico o, si son lo suficientemente graves como para justificar el riesgo de una mortali- dad más alta, un antipsicótico atípico. La eliminación de los fármacos, que pueden agravar el deterioro cognitivo, del régimen del paciente, en particular los anticolinérgicos, las benzodiacepinas y otros sedantes/hip- nóticos, es otro aspecto importante de la farmacoterapia de la AD. Enfermedad de Huntington La enfermedad de Huntington es un trastorno hereditario dominante que se caracteriza por el inicio gradual de la descoordinación motora y el dete- rioro cognitivo en la mitad de la vida (Bates et al., 2015). Los síntomas se desarrollan de manera insidiosa, como un trastorno del movimiento que se manifiesta por movimientos breves de las extremidades, el tronco, la cara y el cuello (corea), como cambios de personalidad, o ambos. La falta de coordinación del motor fino y el deterioro de los movimientos oculares rápidos son características tempranas. A medida que progresa el trastor- no, los movimientos involuntarios se vuelven más intensos, se desarrolla disartria y disfagia, y se altera el equilibrio. El trastorno cognitivo se mani- fiesta primero como la lentitud del procesamiento mental y la dificultad para organizar tareas complejas. La memoria se ve dañada, pero las perso- nas afectadas rara vez pierden el recuerdo de la familia, los amigos y la situación inmediata. Tales personas a menudo se vuelven irritables, ansio- sas y deprimidas. El resultado de la HD es invariablemente fatal; en el transcurso de 15-30 años, la persona afectada queda totalmente imposibi- litada e incapaz de comunicarse, lo que requiere atención a tiempo com- pleto; la muerte se produce por las complicaciones de la inmovilidad. Patología y fisiopatología La enfermedad de Huntington se caracteriza por una pérdida neuronal prominente en el núcleo estriado (caudado/putamen) del cerebro. La atrofia de estas estructuras procede de manera ordenada, primero afec- tando a la cola del núcleo caudado y luego avanzando anteriormente desde el mediodorsal al VL. Otras áreas del cerebro también se ven afec- tadas. Las interneuronas y las terminales aferentes se libran en gran me- dida, mientras que las neuronas de proyección estriatal (las neuronas espinosas medianas) se ven gravemente afectadas. Esto conduce a gran- des disminuciones en las concentraciones estriatales de GABA, mientras que las concentraciones de somatostatina y DA están relativamente con- servadas. La vulnerabilidad selectiva también parece ser la base del desarrollo de la corea. En la mayoría de los casos de inicio en adultos, las neuronas espinosas medianas que se proyectan al GPi y la SNpr (la vía indirecta) parecen verse afectadas antes que las que se proyectan al GPe (la vía di- recta; véase figura 18-2). El deterioro desproporcionado de la vía indirecta aumenta el impulso excitatorio hacia la neocorteza, produciendo movimientos coreiformes involuntarios (figura 18-6). En algunos individuos, la caracte- rística clínica predominante es la rigidez en lugar de la corea; esto es es- pecialmente común en casos de inicio juvenil. Aquí, las neuronas estriatales que dan lugar tanto a las vías directas como a las indirectas se deterioran en un grado comparable. https://booksmedicos.org 335 N eurofarm acología SECCIÓ N II Genética La enfermedad de Huntington es un trastorno autosómico dominante con penetración casi completa. La edad promedio de inicio es de entre 35 y 45 años, pero el rango varía desde los 2 hasta los 80 años. Aunque la enfermedad se hereda por igual de la madre y el padre, más del 80% de los que desarrollan síntomas antes de los 20 años heredan el defecto del padre. Los homocigotos conocidos para HD muestran características clí- nicas idénticas al heterocigoto típico de HD, lo que indica que el cromo- soma no afectado no atenúa la sintomatología de la enfermedad. Una región cerca del extremo del brazo corto del cromosoma 4 contie- ne una repetición trinucleótida polimórfica (CAG)n que se expande signi- ficativamente en todos los individuos con la HD. La expansión de esta repetición de trinucleótidos es la alteración genética responsable de la HD. El rango de repetición de CAG en individuos normales está entre 9 y 34 tripletes, con una mediana de repetición en cromosomas normales de 19. La longitud de repetición en HD varía de 40 a más de 100. La re- petición de la longitud se correlaciona inversamente con la edad de apa- rición de HD. Cuanto más joven es la edad de inicio, mayor es la probabilidad de un gran número de repeticiones. Se desconoce el meca- nismo por el cual la repetición de trinucleótidos expandida conduce a las características clínicas y patológicas de la HD. La mutación de la HD se encuentra dentro de un gen grande (10 kb) denominado HTT (antes co- nocida como IT15) que codifica huntingtina, una proteína de aproximada- mente 348 000 Da. La repetición de trinucleótidos, que codifica el aminoácido glutamina, se produce en el extremo 5’ de HTT. La hunting- tina no se parece a ninguna otra proteína conocida. Tratamiento Tratamiento sintomático Ninguno de los medicamentos actualmente disponibles ralentiza la pro- gresión de la enfermedad (Ross et al., 2014). La tetrabenazina se usa para el tratamiento de la corea asociada a la HD. La tetrabenazina y el fármaco asociado, reserpina, son inhibidores de VMAT2 y causan la depleción presináptica de las catecolaminas. La tetra- benazina es un inhibidor reversible; la inhibición por reserpina es irre- versible y puede conducir a efectos duraderos. Ambos fármacos pueden causar hipotensión y depresión con tendencias suicidas; la menor dura- ción del efecto de la tetrabenazina simplifica el tratamiento clínico. La dosis inicial recomendada de tetrabenazina es de 12.5 mg al día. La ma- yoría de los pacientes pueden tratarse con dosis de 50 mg al día o menos; sin embargo, la tetrabenazina es ampliamente metabolizada por CYP2D6. El genotipado para CYP2D6 puede ser necesario para optimizar el trata- miento y se recomienda para pacientes que requieren más de 50 mg al día. Como podría esperarse con un medicamento que agota las reservas de DA, la tetrabenazina también puede causar parkinsonismo. La tetra- benazina deuterada recientemente aprobada, deutetrabenazina, aprove- cha los enlaces más fuertes que el deuterio forma con el carbono (el efecto cinético-isotópico). Los dehidrometabolitos deuterados activos son inhibidores de VMAT2 con vidas medias más largas que los productos correspondientesdel metabolismo de tetrabenazina. La deutetrabenazi- na tiene usos terapéuticos y un perfil de efectos adversos similar a los de la tetrabenazina. El tratamiento sintomático es necesario para los pacientes que están deprimidos, irritables, paranoicos, excesivamente ansiosos o psicóticos. La depresión puede tratarse con eficacia con medicamentos antidepresi- vos estándar con la advertencia de que los fármacos con importantes per- files anticolinérgicos pueden exacerbar la corea. La fluoxetina (véase capítulo 15) es un tratamiento efectivo tanto para la depresión como para la irritabilidad que se manifiesta en la HD sintomática. También se ha encontrado que la carbamazepina (véase capítulo 17) es efectiva para la depresión. La paranoia, los estados delirantes y la psicosis se tratan con fármacos antipsicóticos, generalmente en dosis menores que las utiliza- das en los trastornos psiquiátricos primarios (véase capítulo 16). Estos agentes también reducen la función cognitiva y perjudican la movilidad, por lo que deben usarse en las dosis más bajas posibles y deben suspen- derse cuando se resuelvan los síntomas psiquiátricos. En individuos con HD predominantemente rígida, la clozapina, la quetiapina (véase capítu- lo 16) o la carbamazepina pueden ser más efectivas para el tratamiento de la paranoia y la psicosis. Muchos pacientes con HD exhiben un empeoramiento de los movi- mientos involuntarios como resultado de la ansiedad o el estrés. En estas situaciones, el uso juicioso de benzodiacepinas sedantes o ansiolíticas puede ser útil. En los casos de inicio juvenil donde predomina la rigidez en lugar de la corea, los agonistas DA han tenido éxito variable en la me- jora de la rigidez. Estas personas también desarrollan ocasionalmente mioclonías y convulsiones que pueden ser sensibles al clonazepam, val- proato y otros anticonvulsivos (véase capítulo 17). Esclerosis lateral amiotrófica La esclerosis lateral amiotrófica (ALS o enfermedad de Lou Gehrig) es un trastorno de las neuronas motoras del asta ventral de la médula espinal (neuronas motoras inferiores) y las neuronas corticales que proporcionan su entrada aferente (neuronas motoras superiores) (Gordon, 2013). El trastorno se caracteriza por una debilidad rápidamente progresiva, atro- fia muscular y fasciculaciones, espasticidad, disartria, disfagia y compro- miso respiratorio. Muchos pacientes con ALS presentan cambios de comportamiento y disfunción cognitiva, y existe una superposición clíni- ca, genética y neuropatológica entre la ALS y los trastornos del espectro de la demencia frontotemporal. La ALS es generalmente progresiva y fatal. La mayoría de los pacientes mueren por compromiso respiratorio y neumonía después de 2-3 años, aunque algunos sobreviven durante mu- chos años. Etiología Alrededor de 10% de los casos de ALS son familiares (FALS), generalmen- te con un patrón de herencia autosómico dominante. La causa genética más común es una expansión de repetición de hexanucleótidos en C9ORF72, que es responsable de hasta 40% de FALS y alrededor de 5% de casos esporádicos (Rohrer et al., 2015). Otro 10% de los casos de FALS se deben a mutaciones en Cu/Zn SOD1. Las mutaciones en el gen TARDBP que codifica TDP-43 y en el gen FUS/TLS se han identificado como causas de FALS. Tanto TDP-43 como FUS/TLS se unen al ADN y al ARN y regu- lan la transcripción y el corte y empalme alternativo. Alrededor de 90% de los casos de ALS son esporádicos. De estos, algunos son causados por mutaciones de novo en C9ORF72 (hasta 7%), SOD1, TDP-43, FUS/TLS u otros genes, pero para la mayoría de los casos esporádicos, la etiología si- gue sin estar clara. La fisiopatología subyacente sigue bajo investigación, incluidos los roles del procesamiento anormal del ARN, la excitotoxicidad del glutamato, el estrés oxidativo y la disfunción mitocondrial. Tratamientos Riluzol El riluzol (2-amino-6-[trifluorometoxi] benzotiazol) es un agente con ac- ciones complejas en el sistema nervioso. El riluzol se absorbe por vía oral y está muy unido a las proteínas. Su metabolismo es extenso en el hígado por hidroxilación y glucuronidación mediadas por CYP. Su t1/2 es de aproximadamente 12 h. Los estudios in vitro mostraron que el riluzol tie- ne efectos presinápticos y postsinápticos. No sólo inhibe la liberación de glutamato, sino que también bloquea los receptores postsinápticos de glutamato tipo NMDA y kainato e inhibe los canales de Na+ dependien- tes de voltaje. La dosis recomendada es de 50 mg dos veces al día, tomada una hora antes o dos horas después de una comida. El riluzol general- mente es bien tolerado, aunque puede causar náuseas o diarrea. En raras ocasiones, el riluzol puede producir daño hepático con elevaciones de las transaminasas séricas, y se recomienda la monitorización periódica de éstos. Los metaanálisis de los ensayos clínicos disponibles indicaron que el riluzol extiende la supervivencia en 2-3 meses. Aunque la magnitud del efecto del riluzol en la ALS es pequeña, representa un hito terapéuti- co significativo en el tratamiento de una enfermedad refractaria a todos los tratamientos previos (Miller et al., 2007). Edaravona EDARAVONA O N N La edaravona fue aprobada por la FDA en 2017 para el tratamiento de ALS, el primer fármaco nuevo aprobado para esta indicación desde 1995. Es una pequeña molécula con propiedades de eliminación de radicales libres que pueden reducir el estrés oxidativo, aunque se desconoce el me- canismo exacto de acción. La edaravona se ha estado usando en Japón para los accidentes cerebrovasculares agudos desde 2001 y fue aprobado por la FDA para la ALS bajo una designación de medicamento huérfano. Un estudio de fase 3 no mostró ningún beneficio, pero después, un sub- grupo de análisis posteriores sugirió un efecto en la ALS temprana, un ensayo posterior que incluyó sólo pacientes en etapa temprana mostró una disminución funcional más pequeña durante seis meses en pacientes https://booksmedicos.org 336 Tratam ien to d e los trastorn os d egen erativos d el sistem a n ervioso cen tral CA PÍTU LO 18 Datos farmacológicos para su formulario personal: medicamentos para enfermedades neurodegenerativas Fármacos Uso terapéutico Farmacología clínica y consejos Anti-Parkinson: l-DOPA (precursor DA); Carbidopa (inhibe AADC, reduce la conversión periférica de l-DOPA a DA) Carbidopa/levodopa • La terapia sintomática más efectiva para la PD • La ventana terapéutica se estrecha después de varios años de tratamiento: desgaste, discinesias, fenómeno activo/inactivo • Disponible en tabletas de liberación inmediata y tabletas desintegradas por vía oral Liberación continua de carbidopa/levodopa • Pacientes con PD con fluctuaciones motoras tomando carbidopa/ levodopa regular • Biodisponibilidad para forma de versión inmediata, 75% Gel intestinal de carbidopa-levodopa (DUOPA) • Pacientes con PD con fluctuaciones motoras tomando carbidopa/ levodopa regular • Mezcla de cuentas de liberación inmediata y extendida Carbidopa-levodopa intestinal gel (DUOPA) • Pacientes con PD con fluctuaciones motoras tomando carbidopa/ levodopa regular • Requiere la colocación de un tubo de gastrostomía con extensión yeyunal • Útil para debilitar los problemas Anti-Parkinson: agonistas DA (actúan por más tiempo que la L-DOPA, pueden producir psicosis, trastorno del control de los impulsos, somnolencia) Ropinirol • PD • Síndrome de piernas inquietas • Agonista selectivo de clase de receptor D2 • Disponible en versión inmediata (3 veces al día) y de liberación continua (una vez al día) Pramipexol • PD • Síndrome de piernas inquietas • Agonista selectivo de clase de receptor D2 • Disponible en versión inmediata (3 veces al día) y de liberación continua (una vez al día) Rotigotina • PD • Síndrome de piernas inquietas • Agonista de clase de receptor D1 y D2 • Formulación transdérmica Apomorfina • Terapia de rescate para el tratamiento intermitente agudo de episodiosinactivos • Formulación subcutánea • Emetogénico, requiere antiemético concurrente • Contraindicado con antagonistas de 5HT3 Anti-Parkinson: Inhibidores COmT (reducen la conversión periférica de levodopa, aumentando la t½ y la dosis en el CNs) Entacapona • Terapia adjunta de DP administrada con cada dosis de levodopa, para evitar el fenómeno de empeoramiento al final de la dosis • t1/2 corta, inhibe la COMT periférica Tolcapona • Terapia adjunta de DP administrada con cada dosis de levodopa, para el debilitamiento • t½ larga, inhibe la COMT central y periférica • Puede ser hepatotóxica; úsela sólo en pacientes que no responden satisfactoriamente a otros tratamientos; controle la función hepática Carbidopa/levodopa/ entacapona • PD, especialmente para debilitar sólo la levodopa • Formulación de combinación de dosis fija tratados con edaravona. Se administra por vía intravenosa, con la prime- ra ronda diaria durante 14 días, seguida de un receso de 14 días, luego en ciclos posteriores, 10 de cada 14 días seguidos de 14 días de receso. El fármaco se metaboliza a glucurónido y sulfato y se excreta principalmen- te en la orina como glucurónido, produciendo una t1/2 terminal de 4.5-6 h. En dosis clínicas, no se espera que la edaravona inhiba los principales CYP, UGT o los transportadores de fármacos ni induzca los CYP 1A2, 2B6 o 3A4; los inhibidores de estas enzimas tampoco deben tener efectos sustanciales sobre la farmacocinética de la edaravona. La infusión contie- ne bisulfito de sodio, que puede causar reacciones de hipersensibilidad. Otros efectos adversos incluyen hematomas, trastornos de la marcha y dolor de cabeza. Terapia sintomática de ALs: espasticidad La espasticidad es un componente importante de las características clíni- cas de la ALS y la característica más adecuada para las formas actuales de tratamiento. La espasticidad se define como un aumento en el tono mus- cular que se caracteriza por una resistencia inicial al movimiento pasivo de una articulación, seguida de una relajación repentina (el llamado fenó- meno de la navaja apretada). La espasticidad resulta de la pérdida de en- tradas descendentes a las neuronas motoras espinales, y el carácter de la espasticidad depende de qué vías del sistema nervioso se vean afectadas. Baclofeno El mejor agente para el tratamiento sintomático de la espasticidad en la ALS es el baclofeno, un agonista del receptor GABAB (véase la figura 14-10). Se recomiendan dosis iniciales de 5 a 10 mg/día, que pueden au- mentarse hasta 200 mg/d, si es necesario. Alternativamente, el baclofeno puede administrarse en forma directa en el espacio alrededor de la médu- la espinal utilizando una bomba implantada quirúrgicamente y un caté- ter intratecal. Este acceso minimiza los efectos adversos del medicamento, en especial la sedación, pero implica el riesgo de una depresión del CNS potencialmente mortal. Tizanidina La tizanidina es un agonista de los receptores adrenérgicos α2 en el CNS. Reduce la espasticidad muscular, probablemente aumentando la inhibi- ción presináptica de las neuronas motoras. La tizanidina se usa principal- mente en el tratamiento del espasmo en la esclerosis múltiple o después del accidente cerebrovascular, pero también puede ser efectiva en pacien- tes con ALS. El tratamiento debe iniciarse con una dosis baja de 2-4 mg a la hora de acostarse y se debe aumentar gradualmente. La somnolencia, la astenia y los mareos pueden limitar la dosis que se puede administrar. Otros agentes Las benzodiacepinas (véase capítulo 19), como el clonazepam, son agentes antiespasmódicos efectivos, pero pueden contribuir a la depresión respi- ratoria en pacientes con ALS avanzada. El dantroleno, aprobado en Estados Unidos para el tratamiento del es- pasmo muscular, no se usa en la ALS porque puede exacerbar la debilidad muscular. El dantroleno actúa directamente sobre las fibras del músculo esquelético, lo que afecta la liberación de Ca2+ del retículo sarcoplásmico. Es efectivo en el tratamiento de la espasticidad asociada con un accidente cerebrovascular o una lesión de la médula espinal y en el tratamiento de la hipertermia maligna (véase capítulo 11). El dantroleno puede causar hepatotoxicidad, por lo que es importante controlar las enzimas asocia- das al hígado antes y durante la terapia con el medicamento. https://booksmedicos.org 337 N eurofarm acología SECCIÓ N II Anti-Parkinson: Inhibidores mAO-B (reducen el metabolismo oxidativo de la dopamina en el CNs) Rasagilina • PD, ya sea como monoterapia inicial o complementando a la levodopa • Añadida para reducir el desgastef • Muchas interacciones de fármacoss • No debe administrarse con meperidina • Cuando se administra con inhibidores de CYP1A2, la Cp de rasagilina puede duplicarse • Riesgo de síndrome serotoninérgico Selegilina • PD, como tratamiento adyuvante en pacientes con deterioro de la respuesta a la levodopa • Genera metabolitos de anfetamina, que pueden causar ansiedad e insomnio • Selectividad de MAO-B perdida en dosis >30-40 mg/d • Muchas interacciones de fármacos • No debe administrarse con meperidina • Riesgo de síndrome serotoninérgico • Disponible en liberación inmediata, tabletas de desintegración oral o parches transdérmicos Anti-Parkinson: Otros Amantadina • PD temprana y leve • Discinesias inducidas por levodopa • Influenza • Incierto mecanismo de los efectos antiparkinsonianos • Efectiva contra discinesia Trihexifenidilo • PD, como terapia adjunta • Antagonista del receptor muscarínico • Efectos secundarios anticolinérgicos Benzotropina • PD, como terapia adjunta • Antagonista del receptor muscarínico Anti-Alzheimer: Inhibidores de la acetilcolinesterasa (estimulan la neurotransmisión colinérgica, tratamiento de primera línea) Donezepilo • Demencia de AD leve, moderada y grave • Síntomas GI: principal efecto secundario limitante de la dosis • Bradicardia/síncope menos común Rivastagmina • Demencia de AD leve a moderada • Demencia de PD leve a moderada • Formulación transdérmica disponible, con menor riesgo de efectos secundarios GI • También inhibe BuChE Galantamina • Demencia de AD leve a moderada • Síntomas GI: principal efecto secundario limitante de la dosis • Bradicardia/síncope menos común que los efectos secundarios GI Anti-Alzheimer: antagonista de NmDA no competitivo de baja afinidad Memantina • Demencia de AD moderada y grave • Reduce la excitotoxicidad a través del bloqueo dependiente del uso de los receptores de NMDA Anti-Huntington Tetrabenazina Deutetrabenazina • Corea en HD • Inhibidor reversible de VMAT2: agota las catecolaminas presinápticas • Efectos adversos: hipotensión, depresión con tendencias suicidas • Ajuste la dosis para el estado de CYP2D6; Inhibidores 2D6 (p. ej., paroxetina, fluoxetina, quinidina, bupropión) ↑ exposición ∼3 veces • Contraindicaciones: inhibidor de la MAO concurrente o reciente o de reserpina Anti-ALs Riluzol Extiende la supervivencia en ALS hasta 3 meses • Mecanismo de acción incierto: inhibe la liberación de glutamato, bloquea los canales de sodio y los receptores de glutamato Edaravona Reduce la progresión en las primeras etapas de ALS • Régimen intensivo de administración intravenosa Agentes antiespásticos Baclofeno • Agonista del receptor GABAB • Sedación y depresión del SNC Tizanidina • Agonista del receptor adrenérgico α2 • Causa somnolencia; el tratamiento se inicia con dosis bajas y se aumenta paulatinamente las dosis Benzodiacepinas (p. ej., clonazepam) • Véase capítulo 19 • Puede contribuir a la depresión respiratoria Dantroleno • No se usa en ALS, sino para tratar el espasmo muscular en accidentes cerebrovasculares o lesiones espinales y para tratar la hipertermia maligna • Puede causar hepatotoxicidad Agradecimiento: David G. Standaert contribuyó a este capítulo en ediciones recientes de este libro. Hemos conservado parte de su texto en la edición actual. Bibliografía Albin RL,