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1 Clasificación3 Tipo 1: del adulto característica Generalizada, comenzando en la cabeza y el cuello. Tipo 2: del adulto atípica Generalizada, pelo es- caso. Tipo 3: juvenil característica Aparece en los pri- meros dos años de edad y es generalizada. Tipo 4: juvenil circunscrita En niños prepúberes, circunscrita. Tipo 5: juvenil atípica De inicio en los primeros años de vida, familiar y generalizada. Tipo 6: relacionada con VIH Generalizada, se acompaña de acné conglobata, hidradenitis su- purativa y liquen espinuloso. Epidemiología Es infrecuente. Afecta a personas de uno u otro género y se presenta en todas las razas. Causas y patogénesis Se desconocen. Manifestaciones clínicas Puede tener un inicio tanto gradual como rápido. Lesiones cutáneas. Todos los tipos de PRP. Una erup- ción de pápulas hiperqueratósicas foliculares de color naranja rojizo que por lo general se diseminan en di- rección cefalocaudal (fig. 3-16). Confluyen en una der- matitis psoriasiforme, descamativa, de color naranja rojizo con islas bien delimitadas de piel no lesionada (fig. 3-37). En personas de piel oscura las pápulas tie- nen un color pardo (fig. 3-18). Distribución. Tipos 1, 2, 3, 5 y 6: generalizada y es ca- racterístico que comience en la cabeza y el cuello y luego se disemine en dirección caudal. Avanza a eri- trodermia (con excepción de los tipos 2 y 4). Piel cabelluda y pelo. La piel cabelluda resulta afecta- da, igual que en la psoriasis, y a menudo origina una acumulación de escamas parecida al asbesto. No ocu- rren lesiones del pelo excepto en la tipo 2 en la que se observa pelo escaso en la piel cabelluda. Mucosas. Indemnes. Pitiriasis pilaris de palmas de las manos y plantas de los pies (tipo 1), característica del adulto. La palma muestra hiperqueratosis difusa, cérea, de color naranja amarillento (fig. 3-19). Uñas. Con frecuencia pero no es diagnóstico. Pigmen- tación de color pardo amarillo distal, engrosamiento de la placa ungueal, hiperqueratosis subungueal y he- morragias lineales. Véase Sección 34. Trastornos asociados. Lesiones ictiosiformes en las piernas en la tipo 2. El aspecto de las manos y los pies en la tipo 5 es parecido al de la esclerodermia. Acné conglobata, hidradenitis supurativa y liquen espinulo- so en la tipo 6. Diagnóstico y diagnóstico diferencial El diagnóstico se establece por las manifestaciones clí- nicas. El diagnóstico diferencial comprende psoriasis, ictiosis folicular, eritroqueratodermia variable y eritro- dermia ictiosiforme. Exámenes de laboratorio Examen histopatológico. No es diagnóstico pero es su- gestivo: hiperqueratosis, acantosis con papilas dermo- epidérmicas cortas y amplias, ortoqueratosis alternante y paraqueratosis. Tapones queratinosos de infundíbulos foliculares y zonas perifoliculares de paraqueratosis. La capa granulosa prominente permite distinguir entre PRP y psoriasis. Infiltrado linfocítico perivascular superficial. Evolución y pronóstico Un trastorno incapacitante en términos sociales y psi- cológicos. Duración prolongada; la tipo 3 se suele re- solver después de dos años; la tipo 4 puede despejarse. La tipo 5 tiene una evolución muy crónica. La tipo 6 puede responder al tratamiento antirretroviral de alta actividad (HAART, highly active antiretroviral therapy). Pitiriasis rubra pilaris (PRP) ■ Queratodermia cérea, difusa, de color naranja en las palmas de las manos y las plantas de los pies; pueden estar afectadas las uñas. ■ El tratamiento más efi caz es el metotrexato y los retinoides sistémicos. ■ ◐ ➔ ○ ■ Trastorno papuloescamoso infrecuente y crónico que a menudo avanza a la eritrodermia. ■ Hay seis tipos. ■ Pápulas hiperqueratósicas foliculares, de color naranja rojizo que avanzan a eritrodermia generalizada. Islas bien delimitadas de piel no afectada (normal). 3Griffths WAD. Clin Exp Dermatol. 1980;5:105 y Gonzáles-López A et al. Br J Dermatol. 1999;140:931. 2 Tratamiento El tratamiento tópico consiste en emolientes, querato- líticos, vitamina D3 (calcipotriol), glucocorticoides y análogos de la vitamina A (tazaroteno). Todos no son muy eficaces. La fototerapia (fototerapia con ultravio- leta A, fototerapia de banda estrecha y ultravioleta B y fotoquimioterapia) es eficaz en algunos casos. El trata- miento más eficaz consiste en la administración sisté- mica de MTX o retinoides (los dos como en la psoria- sis). En la tipo 6: HAART. Los inhibidores de TNF, por ejemplo, infliximab y etanercept, son eficaces. Figura 3-16. Pitiriasis rubra pilaris (tipo 1, del adulto característica). Pápulas foliculares de color rojo naranja que comenzaron en la cabeza y el cuello han confluido en el tórax de un varón de 57 años de edad. Se observan islas bien delimitadas de piel normal no afectada. Figura 3-17. Pitiriasis rubra pilaris (tipo 1, característica del adulto). Pápulas de color rojizo na- ranja han confluido para producir casi eritrodermia, dejando islas aisladas de piel normal. Obsérvese tam- bién la afectación de las manos en esta mujer de 55 años de edad. 3 Figura 3-18. Pitiriasis rubra pilaris en esta persona de piel negra. Aquí las pápulas no tienen el color naranja carac- terístico que se observa en los caucásicos, más bien son pardas y, por tanto, plantean un problema diagnóstico. Su forma y distribución, así como las zonas de piel normal ilesa son claves diagnósticas. Figura 3-19. Pitiriasis rubra pilaris en las palmas de las manos. Hay una hiperqueratosis cérea difusa con un tono de color naranja. Eccema/dermatitis Figura 2-20. Prurigo nodular. Múltiples nódulos excoriados, de consistencia firme, que se originan de sitios con rascado o excoriación crónica de la piel. A menudo ocurre en pacientes con atrofia, pero en algunos casos ésta no está presente. En este paciente de 56 años de edad, el prurito intenso fue indicación para múltiples hospitalizaciones. Prurigo nodular (PN) ■ Los nódulos a menudo producen erosión, excoriación y en ocasiones ulceración conforme el paciente se afecta por el rascado con las uñas. ■ Habitualmente lesiones múltiples en las extremidades. ■ Las lesiones persisten por meses una vez que el traumatismo ha desaparecido. ■ Tratamiento: triamcinolona intralesional, apósitos oclusivos con glucocorticoides de gran potencia. En casos graves, talidomida, 50 a 100 mg. Vigilar las contraindicaciones. La neurotonina puede ser de utilidad a dosis de 300 mg cada 8 h. ◧ ◐ ■ A menudo se asocia con dermatitis atópica o bien, ocurre sin ésta. ■ Los pacientes con prurigo nodular con dermatitis atópica son más jóvenes y tienen reactividad a alergenos ambientales; los pacientes con prurigo nodular sin atopia son mayores y carecen de hipersensibilidad a los alergenos ambientales. ■ El prurigo nodular suele ocurrir en mujeres jóvenes o de edad madura, quienes a menudo muestran signos de estigmas neuróticos. ■ El prurigo nodular inicia con un prurito que ocasiona rascado. ■ Los nódulos en forma de cúpula (varios milímetros a 2 cm) se desarrollan en sitios en los cuales ocurren prurito y rascado persistentes (fi g. 2-20). 1 Psoriasis y dermatosis psoriasiformes Psoriasis ■ La presentación clínica varía entre un individuo y otro, desde aquellos que sólo tienen algunas placas circunscritas hasta los que presentan afectación generalizada de la piel. ■ Eritrodermia psoriásica en la psoriasis que afecta toda la piel. ■ La artritis psoriásica ocurre en 10 a 25% de los casos. ■ La psoriasis afecta a entre 1.5 y 2% de la población en países occidentales. Se presenta en todo el mundo. ■ Un trastorno crónico con predisposición poligénica y factores ambientales desencadenantes, como infecciones bacterianas, traumatismo o fármacos. ■ Expresiones clínicas graves. Las lesiones típicas son pápulas descamativas crónicas y recidivantes y placas. También se presentan erupciones pustulosas y eritrodermia.Clasificación Psoriasis vulgar En gotas aguda Placa estable crónica Palmoplantar Inversa Eritrodermia psoriásica Psoriasis pustulosa Psoriasis pustulosa de von Zumbusch Pustulosis palmoplantar Acrodermatitis continua Epidemiología Edad de inicio. Todas las edades. Temprana: incidencia máxima a los 22.5 años de edad (en niños, la media de edad de inicio es a los ocho años). Tardía: se presenta alrededor de los 55 años de edad. El inicio temprano pro- nostica una enfermedad más grave y crónica y suele haber un antecedente familiar positivo de psoriasis. Incidencia. Alrededor del 1.5 a 2% de la población en países occidentales. En Estados Unidos hay 3 a 5 mi- llones de personas con psoriasis. La mayoría tiene pso- riasis circunscrita, pero en casi 300 000 personas la psoriasis es generalizada. Género. Incidencia igual en varones y mujeres. Raza. Baja incidencia en africanos occidentales, japo- neses e inuits; incidencia muy baja o nula en indios de Norteamérica y Sudamérica. Herencia. Rasgo poligénico. Cuando un progenitor tie- ne psoriasis, 8% de la descendencia la presenta; cuan- do los dos progenitores tienen psoriasis, 41% de los hijos padece psoriasis. Los tipos de HLA que más a menudo se relacionan con psoriasis son HLA-B13, HLA-B37, HLA-B57 y, de más importancia, HLA- Cw6, que tiene la tendencia a la afectación funcional. PSORS1 es el único locus de susceptibilidad invaria- blemente confirmado. Factores desencadenantes. Traumatismo físico (frotación y rascadura) es un factor importante para desencadenar las lesiones. La infección estreptocócica aguda desenca- dena psoriasis en gotas. El estrés es un factor en las exa- cerbaciones de la psoriasis y se dice que llega hasta 40% en adultos y más en los niños. Fármacos: glucocorticoi- des sistémicos, litio oral, antipalúdicos, interferón y bloqueadores β pueden causar exacerbaciones, así como Psoriasis vulgar ◐ 2 Parte I Trastornos que se presentan en la piel y mucosas una erupción medicamentosa psoriasiforme. La inges- tión de alcohol es un factor desencadenante putativo. Patogénesis Las anomalías más evidentes en la psoriasis son: 1) una alteración de la cinética celular de los queratinoci- tos con un acortamiento del ciclo celular que da por resultado una producción 28 veces mayor que la nor- mal de células epidérmicas y 2) linfocitos T CD8+ que son la principal población de linfocito T en las lesio- nes. La epidermis y la dermis reaccionan como un sis- tema integrado: los cambios descritos en la capa ger- minativa de la epidermis y los cambios inflamatorios en la dermis, que desencadenan cambios epidérmicos. La psoriasis es una enfermedad impulsada por los lin- focitos T y la variedad de citocinas corresponde a una respuesta de linfocitos TH1. El mantenimiento de las lesiones psoriásicas se considera una respuesta inmu- nitaria autorreactiva persistente. Manifestaciones clínicas Hay dos tipos principales: 1. Tipo eruptivo inflamatorio con múltiples lesiones pe- queñas y una mayor tendencia a la resolución es- pontánea (figs. 3-1 y 3-2); es relativamente infre- cuente (<2.0% de todas las psoriasis). 2. Psoriasis estable crónica (placa) (figs. 3-3 y 3-4): la mayoría de los pacientes con lesiones inactivas crónicas tiene una evolución de meses y años que se modifica con lentitud. Síntomas cutáneos. El prurito es relativamente fre- cuente, sobre todo en la psoriasis de la piel cabelluda y la anogenital. Tipo en gotas aguda. Pápulas de color rojo asalmonado (del latín gutta, “gota”), de 2.0 mm a 1.0 cm con o sin escamas (figs. 3-1 y 3-2); las escamas pueden no ser visibles pero se vuelven evidentes tras la rascadura. Son laminares, sueltas y se eliminan fácilmente con la rascadura. La eliminación de la escama origina la apa- rición de diminutas gotitas de sangre (signo de Auspitz). Las lesiones delimitadas están dispersas; por lo general en el tronco (fig. 3-2); se pueden resolver en forma es- pontánea; pueden volverse recidivantes y evolucionar hacia la psoriasis estable crónica. De tipo estable crónico. Placas bien delimitadas de color rojo mate con escamas laxamente adheridas, lamina- res, de color blanco o plateado (fig. 3-3). Las placas con- fluyen para formar lesiones geográficas policíclicas (fig. 3-4) y pueden involucionar de manera parcial y dar lugar a patrones anulares, serpiginosos y arciformes. Las escamas laminares se pueden retirar con facilidad, pero cuando la lesión es muy crónica, se adhiere firme- mente y se parece a una concha de ostión (fig. 3-3). Figura 3-1. Psoriasis vulgar. Las lesiones primarias son pápulas bien definidas, rojizas o de color rosa asalmonado, en forma de gotas, con una escama laminar blanca plateada laxamente adherida. 3 Distribución y zonas de afectación preferente En gotas aguda. Diseminada, generalizada, principalmen- te en el tronco. Crónica estable. Una sola lesión o lesiones circunscritas en una o más zonas preferentes: codos, rodillas, región glútea sacra, piel cabelluda, así como palmas de las ma- nos y plantas de los pies (fig. 3-5). A veces sólo afecta- ción regional (piel cabelluda), a menudo generalizada. Patrón. Bilateral, a menudo simétrico (zonas de afecta- ción preferente, fig. 3-5); a menudo deja ilesas las zo- nas expuestas. Psoriasis en la piel de color. En las personas de color mo- reno oscuro o negras la psoriasis carece del color rojo brillante. Las lesiones son pardas a negras, pero por lo demás sus características morfológicas son similares a las observadas en la piel caucásica (fig. 3-6). Zonas especiales Palmas de las manos y plantas de los pies. Pueden ser las únicas zonas afectadas. Hay una hiperqueratosis masiva de color blanca plateada o amarillenta que no se elimina con facilidad (fig. 3-7). La placa inflamatoria en la base siempre está muy bien delimitada (fig. 3-7A). Puede haber grietas, fisuras dolorosas y hemorragia. Piel cabelluda. Placas, con bordes definidos y con es- camas adherentes gruesas (fig. 3-8). A menudo son muy pruriginosas. Nota: la psoriasis de la piel cabellu- da no produce pérdida de pelo y puede ser parte de una psoriasis generalizada o la única región afectada. Figura 3-2. Psoriasis vulgar: en las nalgas (de tipo en gotas). Pápulas descamativas pequeñas delimitadas y eritematosas que tienden a confluir y que aparecen después de una faringitis por estrep- tococos del grupo A. Hubo un antecedente familiar de psoriasis. Figura 3-3. Psoriasis vulgar: codo. Psoriasis crónica de placas estables en el codo. En esta ubicación, las escamas se pueden acumular para formar una hiperqueratosis pare- cida a una concha de ostión, o se desprenden en grandes láminas y revelan una base roja carnosa. Esta placa se ha formado por la confluencia de lesiones papulosas más pe- queñas que todavía se ven en el brazo. 4 Cara. Es infrecuente, pero cuando resulta afectada, por lo general se asocia al tipo de psoriasis resistente a tratamiento (fig. 3-9). Psoriasis crónica de las regiones perianal y genital y de los pliegues corporales (psoriasis inversa). Debido al ambiente cálido y húmedo de estas regiones, las pla- cas no suelen ser descamativas sino maceradas, a me- nudo de color rojo brillante y fisuradas (fig. 3-10). La delimitación exacta permite distinguirla de intertrigo, candidosis y dermatitis por contacto. Uñas. Las uñas de los dedos de las manos y los pies a menudo (25%) resultan afectadas, sobre todo con ar- tritis concomitante (fig. 3-11). Los cambios ungueales consisten en fisuras, hiperqueratosis subungueal, oni- cólisis y manchas de color pardo amarillento bajo la placa ungueal —la mancha oleosa (patognomónica). Exámenes de laboratorio Dermatopatología Engrosamiento general importante de la epidermis (acantosis) y adelgazamiento de la epidermis sobre las Figura 3-4. Psoriasis vulgar: de tipo estable crónico. Múltiples placas descamativas de gran tamaño en tronco, nalgas y piernas. Las lesiones son redondas o policíclicas y confluentes;forman distribuciones geográficas. Aunque esta es la manifestación característica de la psoriasis en placas crónica estable, la erupción continúa según se manifiesta por las lesiones pequeñas en gota en la zona lumbar e inferior de la espalda. Este paciente se alivió con un tratamiento combinado a base de acitretina y PUVA al cabo de cuatro semanas. Uñas Figura 3-5. Zonas de afectación preferente en la psoriasis. 5 Figura 3-6. Pequeñas placas psoriásicas confluentes en una mujer de 52 años de edad con infec- ción por VIH. También tenía artritis psoriásica. Las lesiones muestran menos eritema que en la piel caucásica. Dado que la paciente había estado utilizando emolientes, no se observa ninguna escama. A B Figura 3-7. A) Psoriasis, afectación palmar. Toda la palma está afectada por grandes escamas adherentes con fisuras. La base es eritematosa y hay un borde delimitado en la muñeca. B) Psoriasis vulgar: plantas de los pies. Placas eritematosas con escamas gruesas, amarillentas y laminares, así como descamación en zonas de presión originadas en la planta de los pies. Obsérvese la delimitación clara de la lesión inflamatoria sobre el arco del pie. Había lesiones similares en las palmas de las manos. 6 Figura 3-8. Psoriasis de la piel cabelluda. Hay una compactación masiva de material córneo en toda la piel cabelluda. En algunas áreas, las escamas gruesas similares al asbesto se han desprendido y revelan una base infiltrada roja. La alopecia no se debe a psoriasis sino que es una alopecia androgénica. Figura 3-9. Psoriasis, afectación de la cara. Placa psoriásica característica en la frente de un varón de 21 años de edad que también tenía afectación masiva de la piel cabelluda. 7 Figura 3-10. Psoriasis vulgar: distribución inversa. Debido al medio húmedo y tibio de la región submamaria, las escamas se han macerado y se han desprendido revelando una base eritematosa brillante y reluciente. Figura 3-11. Psoriasis de las uñas de los dedos. Las fisuras han avanzado a la elconixis (orificios en las placas ungueales) y hay rebordes transversos y longitudinales. Este paciente también tiene pso- riasis paroniquial y artritis psoriásica (véase en la Sección 34 otras imágenes de afectación de la uña). 8 papilas dérmicas elongadas. Aumento de la mitosis de queratinocitos, fibroblastos y células endoteliales. Hi- perqueratosis paraqueratósica (núcleos retenidos en el estrato córneo). Células inflamatorias en la dermis (linfocitos y monocitos) y en la epidermis (linfocitos y células polimorfonucleares), que forman microabsce- sos de Munro en el estrato córneo. Suero. Aumento de los títulos de antiestreptolisina en la psoriasis aguda en gotas con infección estreptocóci- ca precedente. El inicio súbito de la psoriasis puede relacionarse con la infección por VIH; hay que llevar a cabo pruebas serológicas para VIH. El ácido úrico en suero aumenta en 50% de los pacientes y por lo gene- ral guarda relación con la magnitud de la enfermedad; hay un incremento del riesgo de artritis gotosa. Cultivo. Se efectúa cultivo faríngeo para identificar in- fección por estreptococo hemolítico β del grupo A. Diagnóstico y diagnóstico diferencial El diagnóstico se establece con base en los datos clínicos. Psoriasis en gota aguda. Cualquier erupción medica- mentosa maculopapulosa, sífilis secundaria y pitiriasis rosada. Placas escamosas pequeñas. Dermatitis seborreica (pue- de ser difícil de distinguir de la psoriasis). Liquen simple crónico. Erupciones medicamentosas psoriasiformes, sobre todo bloqueadores β, oro y metildopa. Tiña corporal: el examen con la preparación de KOH es indispensable, sobre todo en las lesiones individuales. Micosis fungoi- de: las placas escamosas pueden ser una etapa inicial de la micosis fungoide. Se efectúa biopsia. Placas geográficas grandes. Tiña corporal y micosis fungoide. Psoriasis de la piel cabelluda. Dermatitis seborreica y tiña de la cabeza. Psoriasis inversa. Tiña, candidosis, intertrigo y enfer- medad de Paget extramamaria. Síndrome de glucagono- ma: un trastorno importante del que hay que distinguir- la debido a que es una enfermedad grave; las lesiones tienen el aspecto de psoriasis inversa. Histiocitosis de células de Langerhans (Sección 20) y enfermedad de Hailey–Hailey (pág. 92). Uñas. Onicomicosis. Es indispensable el examen con KOH. Evolución y pronóstico La psoriasis en gotas aguda aparece con rapidez en la forma de un “exantema” generalizado. A veces este tipo de psoriasis desaparece de manera espontánea en algunas semanas sin ningún tratamiento. Con más fre- cuencia evoluciona hacia la psoriasis en placas crónica, la cual es estable y puede experimentar remisión des- pués de meses o años, reaparecer y ser un trastorno de por vida. Psoriasis pustulosa ■ Se caracteriza por pústulas, no pápulas, que se originan en piel eritematosa normal o infl amada. Dos tipos. Pustulosis palmoplantar ICD-9: 696.1 ° ICD-10: L40.3 ■ Algunos la consideran psoriasis pustulosa circunscrita (de tipo Barber), en tanto que otros la consideran una entidad distinta. ◧ ◐ ■ Incidencia baja en comparación con la psoriasis vulgar. ■ Una erupción recidivante crónica limitada a las palmas de la manos y las plantas de los pies. ■ Numerosas pústulas estériles y amarillas profundas (fi g. 3-12) que evolucionan a costras de color rojo oscuro. Pitiriasis rubra pilaris (PRP) Prurigo nodular (PN) Psoriasis y dermatosis psoriasiformes
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