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PRÚRIGO INFANTIL AGUDO, PICADURA DE INSECTOS GENERALIDADES: Brotes de lesiones papulares pruriginosas en relación a una reacción de hipersensibilidad a la picadura de insectos (prurigo insectario) o a otros alérgenos, propio de la edad infantil. Generalmente es estacional, recurrente y autolimitado. Puede presentarse de una forma aguda o crónica. Puede producirlo cualquier insecto, con mayor frecuencia por pulgas y mosquitos. La mayoría de los casos se presenta entre los 2 y 10 años de edad. En mayores de 10 años se produce una desensibilización debido a la exposición repetida. Es más frecuente en niños atópicos. Entre los diagnósticos diferenciales se encuentran: escabiosis, pediculosis corporis, sd. De Gianotti-‐Crosti, dermatitis herpetiforme, acropustulosis de la infancia, varicela y dermatitis atópica. CLÍNICA: En las formas agudas hay intenso prurito, pápulas, pueden haber microvesiculas y ampollas. En los casos más crónicos predomina la excoriación y los nódulos. Puede cursar con hipo o hiperpigmentación residual. Las zonas más afectadas son el dorso de las manos, las piernas, antebrazos, abdomen y muslos. Pueden venir en brotes de múltiples lesiones y generalmente son autolimitadas, aunque pueden impetiginizarse. TRATAMIENTO: Educación (aseo, fumigación, limpieza de mascotas, insecticidas). Antihistamínicos según peso y corticoides tópicos asociados o no con antibióticos (tópicos u orales), por 5 a 7 días. Evitar la automedicación. 187
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