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Estructura del intestino delgado - 10 - sigue trayectos arqueados en su espesor; estos fila- mentos contribuyen a anclar el ápice al citoplasma del enterocito (Figuras 16b y 18). La rigidez, elasticidad y estabilidad del ápice de los enterocitos se debe a la disposición particular de sus constituyentes y le permite adaptarse a las fuerzas mecánicas a las que es sometido. Al distender asas de intestino delgado de ratas inyectando al lumen suero fisiológico a presión, se produce una reorien- tación de la malla terminal que se vuelve densa, lo que tambien sucede con los filamentos del citoes- queleto desmosómico que se disponen paralela- mente a la superficie luminal; al mismo tiempo la disposición ordenada de las microvellosidades in- sertas en el borde de las brechas de la malla termi- nal, se altera por la tracción que ésta ejerce a nivel del extremo de las raíces desde diferentes sentidos (Figura 19) (6). Entre las raíces de las microvellosidades se observan con frecuencia canales pinocitóticos y vesículas con es importante para la estabilidad mecánica del ápice del enterocito, que puede ser separado como una sola unidad del resto del cuerpo celular por mé- todos físicos (vibración, shock osmótico). La malla terminal está formada principalmente por miosina no muscular y otras proteínas, algunas de las cuales establecen uniones con los filamentos de actina de las raíces de las microvellosidades; de manera que los microfilamentos de la malla terminal conectan entre si las raíces de las microvellosidades y es proba- ble que establezcan asimismo algún tipo de conexio- nes con los filamentos de citoqueratina de la malla desmosómica e incluso con vesículas que son trans- portadas hacia el interior del enterocito (Figura 16b). Entre las raíces de las microvellosidades, pero sin entrar en contacto con ellas, la malla terminal es atravesada por filamentos intermedios de citoque- ratina que se originan en los desmosomas y que Figura 16a. Corte transversal del ribete estriado. Las microvello- sidades se disponen en grupos de “seis y una al centro”, índice de que su empaquetamiento es el máximo posible. El diámetro de las microvellosidades es uniforme así como el grosor de su membra- na plasmática. (Original x 19000). Figura 16b. Corte transversal del ribete estriado a nivel de las raí- ces de las microvellosidades y la malla terminal. Se observa el haz denso de filamentos de actina de las raíces y la malla terminal que se dispone entre ellas como acúmulos de material denso; a ese nivel hay también algunos filamentos del citoesqueleto des- mosómico. (Original x 72.500).
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