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02 Virología Médica Autor Amantes de la vida-139

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congénita). También puede adquirirlo durante el parto (infección natal), al pasar 
por un canal vaginal infectado o durante el período posnatal, a través de la leche 
materna 
 
El 85% de los niños con infección congénita no presenta síntomas al 
nacer. En los sintomáticos, las manifestaciones clínicas comprenden un amplio 
espectro incluyendo retardo del crecimiento intrauterino, hepatoesplenomegalia, 
púrpura trombocitopénico, ictericia, microcefalia y/o retinitis. Los recién nacidos 
infectados pueden desarrollar secuelas de grado variable, tales como retardo 
mental, pérdida de la audición sensorioneural y alteraciones visuales. En 
general, el daño es más frecuente y mayor en los niños que presentan síntomas 
al nacer. 
 
 En los inmunocomprometidos, la infección es frecuente y de gravedad: 
cerca del 50% de los trasplantados renales se primoinfecta con CMV y en un 85% 
de ellos recurre el virus. Las infecciones primarias son más graves, pudiendo 
causar el rechazo del órgano transplantado. En los enfermos de SIDA, este virus 
se puede diseminar y comprometer diferentes órganos del aparato 
gastrointestinal, respiratorio y de la retina (coriorretinitis). 
 
 Durante la infección por CMV, la IgM aparece tempranamente y se mantiene 
por un mínimo de 12 semanas, mientras que la IgG es detectada entre el primero 
y segundo mes de infección. La respuesta inmune del feto infectado durante el 
embarazo es similar, manteniéndose la IgM positiva durante varias semanas 
después del parto y detectándose IgG generada por el recién nacido, al mismo 
tiempo que disminuye la IgG materna. La respuesta inmune humoral ante una 
infección natal o posnatal temprana se detecta entre las 4 a 18 semanas 
postinfección. 
 
Diagnóstico 
 
El diagnóstico de la infección por CMV se realiza mediante el aislamiento 
del virus en cultivos celulares, a partir de secreciones o tejidos. En la actualidad, 
el aislamiento viral rápido (shell vial), que incluye la centrifugación del cultivo y la 
detección de antígenos virales por IFI, permite detectar la presencia del virus en 
24 horas. Una técnica cuantitativa es la antigenemia, en la cual la detección de 
la proteína pp65 del tegumento viral en neutrófilos de sangre periférica indica 
replicación del CMV. Es de gran utilidad en cuadros sistémicos graves y en el 
seguimiento del tratamiento antiviral. La PCR es una técnica rápida, muy 
sensible y, según la metodología aplicada, cualitativa o cuantitativa. En la PCR 
convencional, la detección del DNA viral indica infección por CMV, pero no 
distingue entre latencia y replicación viral, a diferencia de una PCR cuantitativa, 
en la cual una carga viral elevada reflejaría replicación viral. La detección de Ac 
específicos (serología) es útil en estudios de seroprevalencia y en la 
identificación de primoinfecciones. La IgM se detecta en las infecciones 
primarias, pero también puede estar presente en las reactivaciones.

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