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Síndrome aórtico agudo 132 Se deriva al paciente a un hospital de refernecia en cirugía cardiovascular para tratamiento quirúrgico endovascular con sustitución aortica por implante de tubo aórtico supracoronario con bypass. 3.4. Discusión: El paciente acude a urgencias con síntomas en principio un tanto inespecíficos y un gran estado de agitación. El diagnóstico se establece a priori por la suma de las manifestaciones clínicas, ya que el paciente posee un dolor torácico agudo y de elevada intensidad, HTA y el ECG no es sugestivo de síndrome coronario agudo. Además la bioquímica también ayudó a descartar otro tipo de patologías: troponina 0.01 VN (0-0.1), fosfatasa alcalina 74 (25-155), CPK 52 (30-232). Con las pruebas de imagen se realizó el diagnóstico definitivo tal y como establece la bibliografía existente, viéndose la morfología y tipo de la lesión: síndrome aórtico agudo que debuta con una DA tipo A y un HI. No obstante, lo ideal habría sido la realización de una RMN, ya que el TAC requiere de contraste yodados lo que puede provocar nefrotoxicidad e hipersensibilidad y además no permite valorar flujos. El tratamiento debe iniciarse tan pronto como se establezca la sospecha diagnóstica en una unidad de vigilancia intensiva con independencia de si existe o no indicación quirúrgica. Si analizamos los pasos realizados, el abordaje fue el correcto, ya que se realizó todo como indica la bibliografía existente: 1) Se inició tratamiento con cloruro mórfico para control del dolor y ansiedad del paciente. En este paso se podría incluso haber sedado al paciente si la ansiedad era excesiva. 2) Se administró verapamilo iv (para intentar conseguir una PA de 100-80 mmHg o inferior). Lo indicado como primera opción para controlar la PA en la bibliografía son los beta- bloqueantes IV pero el paciente presentaba intolerancia a los beta-bloqueantes,y además no sería conveniente su uso debido a la diabetes mellitus que padece; por lo que el segundo paso también es el adecuado, ya que se utilizaron los fármacos alternativos que indican las guías: calcio antagonistas no dihidropirimidínicos. 3) Al no controlarse los valores de PA (150/90 mmHg) hubo que recurrir al nitroprusiato obteniéndose una PA de 110/70 mmHg, aspecto también descrito en la biblografía. Hay que destacar que el tiempo de infusión fue el correcto ya que éste no superó las 36-48 horas. Si con todo lo mencionado anteriormente no hubiera sido suficiente, se tendría que haber recurrido a un IECA IV. 4) A pesar de las comorbilidades y la edad avanzada del paciente debido a la gravedad de las lesiones (DA tipo A en fase aguda con la alta probabilidad de progresión a rotura traumática), la intervención quirúrgica estaba indicada.
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