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SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO, ÍNDICE DE MASA CORPORAL Y OTROS FACTORES ASOCIADOS A LOS PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS DE IBAGUÉ FELIPE AUGUSTO REYES OYOLA Trabajo de grado como requisito parcial para optar al título de Magíster en Educación Director NESTOR WILLIAM APONTE Magíster en Educación y Desarrollo Humano UNIVERSIDAD DEL TOLIMA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN MAESTRIA EN EDUCACION IBAGUÉ – TOLIMA 2015 5 DEDICATORIA Dedico este trabajo a Dios, quien me ha permitido llegar hasta donde estoy, me acompaña todos los días, guiándome por el buen camino. A toda mi familia, que me ha formado y dado los mejores consejos en la vida, me ha brindado cariño y amor, y me han apoyado incondicionalmente, me han ayudado a salir adelante y terminar mis estudios. 6 AGRADECIMIENTOS Quiero agradecer principalmente a mi director de trabajo de grado, al profesor Néstor Willian Aponte López, por su apoyo, esfuerzo y dedicación en la construcción y culminación de este proyecto. También quiero agradecer a todos los profesores de educación física de Ibagué por su activa participación y colaboración. Gracias a todos por su ayuda y amabilidad; espero que este trabajo contribuya más en su formación. Por último, gracias a todas las personas que de una u otra forma contribuyeron al desarrollo de este trabajo, en especial a Luisa Lozano, por su colaboración, dedicación y apoyo emocional. 7 CONTENIDO Pág. INTRODUCCIÓN 14 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 22 2. JUSTIFICACIÓN 25 3. OBJETIVOS 28 3.1 OBJETIVO GENERAL 28 3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 28 4. MARCO TEÓRICO 29 4.1 SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO (SQT) 29 4.1.1 Evolución Conceptual del Fenómeno 29 4.1.2 Denominaciones Empleadas para el SQT y su Diferenciación con Otros Conceptos 34 4.1.3 Síntomas del SQT. 41 4.1.4 Principales Modelos Explicativos del SQT 43 4.1.5 Instrumentos de Evaluación del SQT 51 4.1.5.1 Cuestionario de Evaluación del Síndrome de Quemarse por el Trabajo (CESQT) 53 4.1.6 Prevención y Tratamiento del SQT 58 4.1.6.1 Intervención desde el Nivel Organizacional 60 4.1.6.2 Intervención desde el Nivel Social 61 4.1.6.3 Intervención desde el Nivel Individual 62 4.2 ÍNDICE DE MASA CORPORAL 66 4.3 ANTECEDENTES 69 4.3.1. Antecedentes Generales. 69 8 4.3.2 Antecedentes del Área de Educación Física 77 5. DISEÑO METODOLÓGICO 81 5.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN Y ENFOQUE 81 5.2 DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN 82 5.3 POBLACIÓN Y MUESTRA 83 5.4 INSTRUMENTOS UTILIZADOS 90 5.5 PROCEDIMIENTO 93 5.6 TRATAMIENTO ESTADÍSTICO 93 6. RESULTADOS Y ANÁLISIS DE RESULTADOS 95 6.1 SQT Y PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA 95 6.2 SQT EN PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS PÚBLICAS Y PRIVADAS DE IBAGUÉ 99 6.3 SQT Y GÉNERO DE LOS PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA 99 6.3.1 SQT Perfil 1 y SQT Perfil 2 en Función del Género 99 6.3.2 Género y Dimensión de Ilusión por el Trabajo 102 6.3.3 Género y Dimensión de Indolencia 104 6.3.4 Género y Dimensión de Desgaste Psíquico 106 6.3.5 Género y Dimensión de Culpa 108 6.4 SQT Y EDAD DE LOS PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA 110 6.4.1 SQT Perfil 1 y SQT Perfil 2 en Función De La Edad 110 6.4.2 Edad y Dimensión de Ilusión por el Trabajo 114 6.4.3 Edad y Dimensión de Indolencia 116 6.4.4 Edad y Dimensión de Desgaste Psíquico 118 6.4.5 Edad y Dimensión de Culpa 120 6.5 SQT E IMC DE LOS PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA 123 6.5.1 IMC, Sector, Género y Edad 123 6.5.2 IMC e Ilusión por el Trabajo 127 6.5.3 IMC e Indolencia 129 6.5.4 IMC y Desgaste Psíquico 131 9 6.5.5 IMC y Culpa 133 7.CONCLUSIONES 136 RECOMENDACIONES 144 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 146 10 LISTA DE TABLAS Pág. Tabla 1. Otras definiciones del Burnout . 32 Tabla 2. Denominaciones del SQT. 35 Tabla 3. Síntomas del Síndrome según Paine. 41 Tabla 4. Principales síntomas psicológicos del SQT. 42 Tabla 5. Instrumentos de medida del burnout. 52 Tabla 6. Ejemplos de ítems del MBI. 53 Tabla 7. Distribución de la muestra según el país de procedencia. 56 Tabla 8. Distribución de la muestra según el sector ocupacional. 58 Tabla 9. Clasificación del peso y la obesidad de acuerdo con el IMC 68 Tabla 10. Resumen de estudios empíricos que analizan los niveles de SDP en la educación y su relación con distintas variables. 71 Tabla 11. Resumen de estudios empíricos que analizan el CESQT en profesores de educación física. 80 Tabla 12. Instituciones Educativas y profesores de educación física pertenecientes al sector oficial del municipio de Ibagué. 84 Tabla 13. Instituciones Educativas y profesores de educación física pertenecientes al sector privado del municipio de Ibagué. 86 Tabla 14. Distribución de los profesores de EF de Ibagué por género, zona y sector. 88 Tabla 15. Media, Mediana, Moda, Des. Típica de la edad de los profesores de EF. 89 Tabla 16. Dimensiones del Síndrome de Quemarse por el trabajo. 90 Tabla 17. Frecuencia y porcentaje de profesores de educación física con altos vs. bajos niveles de SQT. 95 Tabla 18. Frecuencia y porcentaje del SQT en los profesores de EF del sector oficial y privado. 99 Tabla 19. Frecuencia y porcentaje del SQT Perfil 1 de los profesores de EF por género. 100 Tabla 20. Frecuencia y porcentajes del SQT Perfil 2 de los profesores de EF por género. 101 11 Tabla 21. Frecuencia y porcentajes de la dimensión Ilusión por el Trabajo con base al género. 103 Tabla 22. Prueba de Chi-Cuadrado: Género e Ilusión por el trabajo. 104 Tabla 23. Frecuencia y porcentajes de la dimensión indolencia por el Trabajo con base al género. 105 Tabla 24. Prueba de Chi-Cuadrado: género e indolencia. 106 Tabla 25. Frecuencia y porcentajes de la dimensión de desgaste psíquico con base al género. 107 Tabla 26. Prueba de Chi-Cuadrado: género y desgaste psíquico. 108 Tabla 27. Frecuencia y porcentajes de la dimensión Culpa con base al género. 109 Tabla 28. Prueba de Chi-Cuadrado: género y culpa. 109 Tabla 29. Frecuencia y porcentajes del SQT Perfil 1 de los profesores de EF de acuerdo a la edad. 111 Tabla 30. Frecuencia y porcentajes del SQT Perfil 2 de los profesores de EF por edad. 113 Tabla 31. Frecuencia y porcentajes de la dimensión Ilusión por el Trabajo con base a la edad. 115 Tabla 32. Prueba de Chi-Cuadrado: edad e ilusión por el trabajo. 116 Tabla 33. Frecuencia y porcentajes de la dimensión de indolencia con base a la edad. 117 Tabla 34. Prueba de Chi-Cuadrado: edad e indolencia. 118 Tabla 35. Frecuencia y porcentajes de la dimensión de desgaste psíquico con base a la edad. 119 Tabla 36. Prueba de Chi-Cuadrado: edad y desgaste psíquico. 120 Tabla 37. Frecuenciay porcentajes de la dimensión Culpa con base a la edad. 121 Tabla 38. Prueba de Chi-Cuadrado edad y culpa. 122 Tabla 39. Frecuencia y porcentaje de IMC de los profesores de EF de Ibagué. 123 Tabla 40. Frecuencia y porcentaje del IMC de los profesores de EF en función del sector. 125 Tabla 41. Porcentaje y frecuencia del IMC de los profesores de EF en función de la Edad. 126 12 Tabla 42. Frecuencia y porcentaje de IMC e Ilusión por el Trabajo. 128 Tabla 43. Prueba de Chi-Cuadrado: IMC e Ilusión por el Trabajo. 129 Tabla 44. Frecuencia y porcentaje del IMC y la dimensión Indolencia. 130 Tabla 45. Prueba de Chi-Cuadrado: IMC e Indolencia. 131 Tabla 46. Frecuencia y porcentaje del IMC y la dimensión de desgaste psíquico. 132 Tabla 47. Prueba de Chi-Cuadrado: IMC y Desgaste Psíquico. 133 Tabla 48. Frecuencia y porcentaje de IMC y la dimensión de Culpa. 134 Tabla 49. Prueba de Chi-Cuadrado: IMC y Culpa. 135 13 LISTA DE FIGURAS Pág. Figura 1. Modelo del proceso de burnout de Cherniss (1980). 44 Figura 2. Modelo progresivo de fases de Edelwich y Brodsky (1980). 45 Figura 3. Modelo existencial de burnout de Pines y Aronson (1988). 46 Figura 4. Modelo de Golembiewsky y Munzenrider (1988). 47 Figura 5. Modelo del proceso del burnout de Leiter (1993). 48 Figura 6. Modelo de burnout en los profesores de Farber (1991). 49 Figura 7. Modelo de burnout en los profesores de Maslach y Leiter (1999). 50 Figura 8. Proceso del desarrollo del SQT y sus consecuencias. 55 Figura 9. Distribución de la muestra en porcentaje según el país de procedencia. 57 Figura 10. Edad de los profesores de EF agrupada en categorías. 89 Figura 11. Porcentaje de la dimensión Ilusión por el Trabajo en los docentes de EF. 96 Figura 12. Porcentaje de la dimensión Indolencia en los docentes de EF. 97 Figura 13. Porcentaje de la dimensión Desgaste Psíquico en los docentes de EF. 98 Figura 14. Porcentaje de la dimensión Culpa en los docentes de EF. 98 Figura 15. Frecuencia y porcentaje del SQT Perfil 1 de acuerdo al género y los niveles. 100 Figura 16. Frecuencia y porcentaje del SQT Perfil 2 de acuerdo al género y los niveles. 102 Figura 17. Frecuencia y porcentaje del Perfil 1 de acuerdo a la edad y los niveles. 112 Figura 18. Frecuencia y porcentajes del SQT Perfil 2 de los profesores de EF con base a la edad y los niveles. 114 Figura 19. Porcentaje de IMC de los profesores de EF de Ibagué. 124 14 LISTA DE ANEXOS Pág. Anexo A. Taller preventivo sobre burnout 164 Anexo B. CESQT-PE 165 Anexo C. Oficio de presentación y autorización 167 Anexo D. Recomendaciones para reducir el sobrepeso y la obesidad. 168 Anexo E. Imágenes de los instituciones educativas y aplicación del CESQT-PE 169 15 RESUMEN El Síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) es definido como una respuesta al estrés laboral crónico que aparece en los profesionales de las organizaciones de servicios como la medicina, enfermería, el trabajo social o la educación, que trabajan en contacto con los clientes o personas de la organización. Se caracteriza por poseer las dimensiones de ilusión por el trabajo, indolencia, desgaste psíquico y culpa. García y Muñoz (2013) consideran que “la docencia es una actividad generadora de múltiples y específicas condiciones de exposición laboral que incide sobre el perfil salud-enfermedad, y que se pueden expresar en diversos momentos en el desgaste físico o mental de los profesores”, por lo que las condiciones laborales y extralaborales se convierten en el escenario ideal para el desarrollo del SQT. Ante la falta de estudios empíricos que permitan identificar el SQT en docentes del área de la educación física, unido a las consecuencias del síndrome sobre la salud y la calidad de enseñanza en el colectivo docente, el presente estudio tuvo como fin determinar el Síndrome de Quemarse por el Trabajo y su asociación con el Índice de Masa Corporal, la edad y el género de los profesores de Educación Física de las Instituciones Educativas del municipio de Ibagué, desarrollándose desde el Grupo de Investigación Formación en Movimiento. La investigación se efectúa desde un enfoque cuantitativo, con un diseño no experimental, siendo un estudio descriptivo y correlacional, de corte transversal. Se utilizó el 100% del universo de docentes de educación física del municipio de Ibagué, a los cuales se les aplico el Cuestionario para la evaluación del síndrome de quemarse por el trabajo, versión profesionales de la educación (CESQT-PE) del profesor Gil Monte, a 111 profesores. Los resultados indican que los profesores de educación física de los establecimientos educativos de Ibagué presentan niveles bajos de SQT. No obstante, 22 docentes (19,8%) presentan niveles elevados de SQT, en los que 15 pertenecen al perfil 1 (SQT sin sentimientos de culpa) y 7 al perfil 2 (SQT con sentimientos de culpa). Además, en los 16 hombres fue mayor la prevalencia de SQT, desgaste físico y emocional, indolencia y actitudes negativas frente a la demás personas del trabajo, acompañadas de culpa. Los profesores de 30 a 40 años son los que presentan mayores niveles en SQT, desgaste psíquico e indolencia. En cuanto al IMC, el 0,9% de los profesores de EF tienen bajo peso, el 37,8% peso normal, el 55,9% sobrepeso, el 4,5% obesidad tipo I, y el 0,9% obesidad tipo III. Ningún profesor posee obesidad tipo II. No se encontraron relaciones entre el IMC, la edad y el género con las dimensiones del SQT. Como recomendación central se plantea la implementación de programas de formación orientados a explicar qué es el SQT, cómo y por qué aparece, su progreso y sus síntomas, así como estrategias de prevención e intervención individual como las técnicas de relajación física y de control respiratorio. Palabras Clave: Síndrome de quemarse por el trabajo (SQT), profesor, educación física, edad, género, índice de masa corporal (IMC). 17 ABSTRACT The Burn-Out Syndrome (BOS) is defined as a response to chronical occupational stress that appears in the professionals from service organizations namely medicine, nursery, social service or education, who work in contact with clients or people from the organization. It is characterized by the illusion for working, indolence, psychic fatigue, and guilt. García and Muñoz (2013) consider that “teaching is an activity that generates multiple and specific conditions of working exposition that influence the health-illness profile and that can be expressed in diverse moments in the physical or mental exhaustion of teachers”, reason by which the working and extra-working conditions become the ideal scenario for the development or BOS. As there are not enough empirical studies that allow us to identify the BOS in teachers from the Physical Education P.E area, along with the health syndrome and the teaching quality in the academic community, this study had the intention to determine the Burn-out Syndrome and its association with the Body Mass Index BMI, the age and gender of the P.E teachers of the municipality of Ibagué, being carried out in the research group Training in Movement. The study is developed on a quantitative approach, with a non- experimental design, being a descriptive and correlational study, it is also a transversal study. The 100% of the teacher universe from the municipality of Ibagué was subject of this study, to whom the questionnaire of professor Gil Monte, professionals of education version (CESQT-PE) was applied for the evaluation of the Burn-Out Syndrome, 111 teachers. The Results show that teachers of P.E from the schools in Ibagué have low levels of BOS. Nevertheless, 22 teachers (19.8%) show high levels of BOS, in which 15 belong to the profile 1 (BOS without feelings of guilt) and 7 belong to profile 2 (BOS with feelings of guilt), furthermore,there was a prevalence of BOS and physical and emotional fatigue, indolence and negative attitudes, in men with the other staff members accompanied with feelings of guilt. Teachers between ages 30 to 40 are the ones who show the highest 18 levels of BOS, physical fatigue and indolence. In terms of BMI, 0.9% of the P.E. teachers have low weight, 37.8% have standard weight, 55.9% have overweight, 4.5% have type I obesity, and 0.9% has type III obesity. No teacher has type II obesity, there were no relations found between BMI, age and gender with the BOS. As main recommendation the implementation of training programmes aimed to explain what BOS is, how and why it appears, its progress and symptoms, as well as the individual prevention and intervention strategies and the relaxation and breathing control techniques, is suggested. Key Words: Burn-Out Syndrome (BOS), Teacher, Physical Education, Age, Gender, Body Mass Index (BMI). 19 INTRODUCCIÓN Desde tiempos atrás el colectivo profesoral se encuentra inmerso en un ambiente laboral y educativo dinámico, siendo un escenario en el que interactúan aspectos sociales, individuales, económicos, biológicos. Estas condiciones de trabajo vivenciadas a diario por los docentes integran aspectos del ambiente físico y aspectos individuales y biopsicosociales del trabajador, así como condiciones de la organización del trabajo y de la tarea (García & Muñoz, 2013, p.31), manifestadas principalmente por la violencia y los conflictos presentados en el entorno educativo, las inadecuadas instalaciones del centro educativo, los grupos numerosos de estudiantes, las bajas relaciones interpersonales. Acompañado a esto, están los aspectos extra laborales, donde se incluye a la familia, las amistades, entre otros. La interacción constante de estos factores, tanto los laborales como los extra laborales, se convierten en el principal detonante para generar problemas en la salud a nivel mental, físico, emocional y social, afectando directamente al docente y a la enseñanza, puesto que él es uno de los componentes claves del proceso educativo. Al respecto, García y Muñoz (2013) plantean que “la docencia es considerada una actividad generadora de múltiples y específicas condiciones de exposición laboral que incide sobre el perfil salud- enfermedad, y que se pueden expresar en diversos momentos en el desgaste físico o mental de los profesores” (p.31). Teniendo en cuenta las condiciones del contexto laboral, emerge en el Síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) como una patología derivada del trabajo, en su término original, conocido como “burnout”, que se traduce coloquialmente como “quemado” o “estar quemado”, debido a la exposición frecuente a diversos factores estresantes. El SQT es un proceso que surge como respuesta al estrés laboral crónico y se da primordialmente en las profesiones donde existe un contacto directo y repetitivo con otras personas. Este fenómeno puede ser catalogado como el resultado de un proceso de acoso psicosocial en el trabajo (Gil-Monte, 2005, p.20). 20 EL SQT no es un fenómeno nuevo, que se haya originado en la actualidad y a partir de allí se esté estudiando. Más bien, como lo establece Gil-Monte (2005), el fenómeno siempre ha estado ahí, puede que siempre hayan existido personas afectadas por el SQT, y no es de extrañar que esto sea así, desde que el trabajo se configuró como un fenómeno colectivo y social (p.21). De esta manera, en un inicio el SQT no llamaba la atención para los investigadores ni para los académicos, y es sólo hasta la década de los 70, cuando el psicólogo estadounidense Herbert Freudenberger menciona el “burnout”, y luego, a partir de los años 80, con Maslach y Jackson, donde inician los estudios científicos del SQT en profesiones como la medicina, enfermería, y sobre todo, la docencia. En la actualidad, son numerosos los estudios que buscan diagnosticar el SQT en el profesorado en general y a partir de allí, proponer estrategias de prevención e intervención. Sin embargo, no son abundantes los estudios centrados en determinar la prevalencia del SQT en los docentes del área de educación física, considerando algunas situaciones especiales que debe afrontar este educador, una de ellas el escenario principal donde se desarrolla la clase. Ante la falta de evidencias empíricas en el contexto colombiano acerca del SQT en profesores de educación física, y la experiencia de trabajo con personal docente del área de educación física, se logra evidenciar como compañeros del área manifiestan comportamientos negativos hacia estudiantes, acompañados de cansancio físico, poco entusiasmo por la preparación y desarrollo de las clases, fueron generando los intereses extra teóricos de la presente investigación. El primer referente teórico fue el trabajo de investigación efectuado por Mannasero, Vásquez, Ferrer, Fornés y Fernández (2003) relacionado con el estrés y el burnout en la enseñanza. Estos autores enuncian a la docencia como una de las profesiones con más riesgos de originarse los procesos de burnout y por consiguiente, se deben promover más estudios en este campo. En sus palabras, expresan: 21 La profesión docente es una profesión de riesgo debido a la serie de circunstancias psicosociales que la rodean. Las demandas y las expectativas que la sociedad tiene sobre los profesores son excesivas y, quizás, desajustadas, mientras, por otro lado, el reconocimiento social a su labor ha disminuido considerablemente en los últimos tiempos. Estas circunstancias suponen para los profesores múltiples fuentes de presiones, a las cuales no se les enseña, ni se les ayuda, a responder adecuadamente. Tampoco reciben apoyo por parte de las administraciones. En conjunto, el panorama parece muy oscuro. Sin embargo, el hecho de que estos temas salgan a la luz, se estudien, e incluso lleguen a los tribunales, supone una puerta abierta para poder implementar toda una serie de intervenciones que ayuden a los/as profesores/ras a evitar riesgos laborales de este tipo y a mejorar su calidad de vida laboral y personal. Al fin y al cabo, la peor oscuridad en que puede sumirse el ser humano es la incapacidad de ver qué conlleva la ignorancia (Manassero, et al., 2003, p.328). En objeto principal de investigación del presente trabajo de maestría es determinar los niveles de SQT de los profesores de educación física del municipio de Ibagué y su relación con variables como la edad, el género y el índice de masa corporal. En el marco teórico se explica la evolución conceptual del fenómeno, las diferencias del SQT con patologías similares con las que se tiende a confundir, sus síntomas, los principales modelos explicativos e instrumentos de evaluación, así como su prevención e intervención. También, dentro de los referentes teóricos observamos un apartado dedicado a explicar en qué consiste el IMC, seguido de los principales antecedentes originados a partir de una revisión minuciosa en la literatura. En la segunda parte, hallamos el estudio empírico desarrollado, mostrando el diseño metodológico, los resultados y análisis de los mismos, las conclusiones y, finalmente, las recomendaciones. 22 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El síndrome de burnout, característico de los profesionales de servicio de ayuda o de servicios humanos, se caracteriza por un estado de agotamiento, como consecuencia de trabajar intensamente y sin tomar en consideración las propias necesidades; serían personas “quemadas” por su abnegada dedicación al trabajo (Freudenberger, 1974). Según la afirmación anterior, se deduce que los individuos para satisfacer las grandes demandas y el cumplimiento de sus obligaciones en el contexto laboral, se exigen y se esfuerzan más pasando sobre sus propios intereses y capacidades, pagando un elevado precio alincrementar su rendimiento. La evidencia empírica encontrada en los textos demuestra que el Síndrome de Quemarse por el Trabajo (SQT) en el profesorado ha ido en una escala de crecimiento durante las últimas décadas. La investigación desarrollada por Heus y Diekstra (1999, citado por Otero, Mariño, Castro, Pardiñas, Redondo & Fernández, 2011), con una muestra amplia (3.758 profesionales de distintos ámbitos laborales), constatan que la docencia es una de las profesiones más caracterizadas por el burnout. Específicamente, en comparación con profesionales como gerentes/directivos, psicoterapeutas y trabajadores sociales, médicos y dentistas, enfermeros, y amas de casa y trabajadores, tanto profesores como profesoras experimentaron tener un mayor agotamiento emocional y un menor logro personal; sólo los profesores tuvieron unas cifras elevadas en cuanto a las actitudes y comportamientos negativos hacia las demás personas. Al ser la educación, y específicamente, la labor docente, una de las profesiones en las que predomina un contacto social continuo con gran cantidad de personas, se convierte en el trabajo con las mayores posibilidades de desarrollar el SQT, originando consecuencias nocivas sobre la calidad de la enseñanza. El síndrome afecta a todos los profesores de todas las áreas educativas, sin excepción alguna, ocasionando un proceso de desgaste profesional caracterizado por un estado de frialdad, de alienación, de cinismo, de apatía, lo que evidentemente puede perjudicar al clima social del aula, así 23 como a la calidad de la enseñanza, además de incidir en el aumento del absentismo laboral (Calvete & Villa, 1999, p.292). Consecuentemente, Capel (1987) sostiene: Los profesores “quemados” proporcionan significativamente menos información y menos elogios a sus alumnos, aceptan en menor medida sus ideas e interactúan con menor frecuencia con ellos, son menos simpáticos en su lugar de trabajo, presentan una menor tolerancia a las interrupciones durante las clases, preparan ineficazmente la materia a impartir y se sienten menos entregados y dedicados a su profesión; es decir, muestran alineación respecto a su trabajo (p.282). Pero no solo la calidad de enseñanza se ve notoriamente afectada, también se perjudica su salud en todas sus dimensiones. Como establece Nieto (2006, citado por Arias y Jiménez, 2013): “el profesor no corre el riesgo de caer de un andamio ni se ve afectado por silicosis, pero el entorno educativo también supone un riesgo para su salud física y, sobre todo, mental”. Visto de esta forma, Maslach (1982), agrupa en 4 categorías los síntomas en la salud asociados al SQT: psicosomáticos, psíquicos, conductuales y emocionales. En los síntomas psíquicos podemos resaltar la baja autoestima, la frustración, depresión, tensión; en los síntomas psicosomáticos, el agotamiento y la fatiga, dolores de cabeza, hipertensión, dolores musculares; en los síntomas conductuales, los pobres hábitos de la alimentación, absentismo, deshumanización, conflictos en la familia y en la pareja; y en los síntomas emocionales, la ira, el deseo de soledad, apatía, cinismo, negativismo, indiferencia. El panorama y la naturaleza de la asignatura de educación física pueden ocasionar en el docente niveles moderados o elevados de SQT. Los docentes de educación física se encuentran en constante exposición a factores estresantes debido a la características de su asignatura, el constante movimiento del alumnado en clase, el bajo estatus social entre el colectivo docente o la falta de instalaciones adecuadas (Sáenz-López, Almagro 24 e Ibáñez, 2011), la cantidad de material didáctico disponible, número de alumnos, baja calidad de las instalaciones (Vera, 1988), interés del alumnado, instalaciones del centro, equipamiento educativo (Zubieta & Susinos, 1992). Lo anterior puede generar en la disminución de los niveles de motivación y la aparición de agotamiento físico y mental entre los profesionales. Con base a los anteriores argumentos y teniendo en cuenta la existencia de variables determinantes a la hora de explicar la etiología del Síndrome de Quemarse por el Trabajo, las preguntas de investigación formuladas para el presente estudio son las siguientes: ¿Cuál es el nivel de SQT que se evidencia en los profesores de Educación Física de las Instituciones Educativas del Municipio de Ibagué?, ¿Cuál es el IMC y su relación con las variables multidimensionales del SQT (Desgaste Psíquico, Indolencia, Ilusión por el Trabajo, Culpa) en los docentes de educación física de las IE de Ibagué?, ¿Cuál es la relación del SQT con variables socio-personales como la edad y género de los docentes de Educación Física de las IE de Ibagué? Pregunta Central de Investigación: ¿Cuál es el Síndrome de Quemarse por el Trabajo y su asociación con el Índice de Masa Corporal y otros factores relacionados en los profesores de Educación Física de las Instituciones Educativas del municipio de Ibagué? 25 2. JUSTIFICACIÓN Dadas las incidencias que genera el Síndrome de Quemarse por el trabajo, representados en los efectos negativos y deteriorantes sobre la salud, así como su estrecha relación con la calidad de la enseñanza, resulta necesario profundizar en su comprensión y en los medios de prevención e intervención que minimicen este constructo psicológico. Indiscutiblemente, el SQT constituye uno de los fenómenos más comunes en los diferentes contextos educativos, donde sus niveles tienden a ser elevados, pero los estudios son escasos en algunas áreas como lo es en el área de Educación física. Como se observa más adelante en los antecedentes específicos de la investigación, es numerosa la evidencia empírica orientada a analizar el SQT en el profesorado, pero son pocos los trabajos centrados en estudiar este fenómeno en los profesores del área de educación física, teniendo en cuenta ciertas particularidades que diferencian a este colectivo de otros. Los hallazgos empíricos encontrados constatan la existencia del SQT colectivo docente de educación física, o se evidencian grados elevados en las dimensiones de desgaste psíquico (agotamiento emocional y físico) e indolencia (actitudes y comportamientos negativos), o niveles bajos en ilusión por el trabajo (realización personal, motivación por el trabajo) (Viloria, Paredes & Paredes, 2003; Figueiredo-Ferraz, Gil-Monte & Grau-Arbelola, 2009; Carraro, Scarpa, Gobbi, Bertollo & Robazza, 2010; Cunha, Da Rosa Afonso & Oliveira, 2014). Por esta razón, los niveles altos de SQT afectan la calidad de la enseñanza (Calvete & Villa, 1999) del profesor de educación física, perjudicando directamente los objetivos planteados desde el área. En esta línea, Madrera (2008) afirma: La importancia que ha adquirido la educación física con el pasar de los años ha sido notable; ha dejado de ser “gimnasia”, construyéndose como un área de conocimiento y práctica con una doble fundamentación, basada en la educación de la salud y en una adecuada utilización del tiempo libre 26 en ocio activo. Se tiende cada año desde las clases a buscar la creación de estilos y hábitos de vida y salud positivos (actividad física general, ejercicio físico, deporte escolar y popular, ergonomía y salud postural, relajación y descanso, alimentación y dieta, etc.), y la prevención de los negativos (lucha contra el sedentarismo, el consumo de drogas, el mal consumo alimenticio, etc.), desarrollando un pensamiento crítico asociado que imprima autonomía a los jóvenes en sus decisiones diarias. Asi mismo, Lázaro (2011) dice que “uno de los objetivos primordiales en educación física y salud corporal es buscar que los escolares se encuentren agustos con y en su cuerpo, ya que será, a partir de aquí, cuando disfruten del desarrollo de la práctica de actividad física”(p.35). De esta forma, el cuerpo no va a ser utilizado de forma instrumental como herramienta para procurar un buen estado del alma, sino que el cuerpo va a ser un agente educativo de primer orden (Galvés, 2004, p.24). Bajo los anteriores argumentos, es importante destacar la influencia que va a tener la imagen corporal demostrada por el docente de educación física hacia los educandos, puesto que en la comunicación afectiva es muy importante, la impresión que la persona profesora produce en la persona alumna, impresión que es el resultado de la combinación de los diversos factores que constituyen lo que se ha dado en llamar “pantallas afectivas” (Soria, 1994). Dentro de las 5 pantallas afectivas, encontramos la pantalla 2 que hace referencia a la tríada de la empatía, formada por la apariencia física, el contacto visual y la expresión facial. De acuerdo con Galera (2001), “en educación física puede tener bastante influencia la apariencia física de la persona profesora de la que se espera que responda a los pretendidos beneficios de la práctica habitual de ejercicio: cuerpo delgado y musculado” (p.37). En este sentido, el descuido en condicion física del profesor de educación física puede surgir debido a las características que ha adquirido la docencia en el presente, exigiendo una actividad laboral y extralaboral muy intensa (Santana, Fernández, Almirall y Mayor, 2007, p.35), implicando que el tiempo dedicado a su salud y cuidado del cuerpo sea muy 27 limitado o nulo. En otras palabras, un docente de educación física con niveles altos de peso no va a tener una adecuada comunicación afectiva con sus educandos, mucho menos serán un ejemplo a seguir en cuanto a salud, ejercicio físico e imagen coporal. A partir de aquí resulta primordial no solo relacionar varibles socio-personales (género, edad) que expliquen la etiología del síndrome de quemarse por el trabajo, que han sido muy empleadas en investigaciones anteriores, sino relacionar otras variables con igual grado de importancia, en este caso, el indice de masa corporal. Finalmente, con base a la exploración bibliográfica se determinó que no existen investigaciones en lo concerniente al Síndrome de quemarse por el trabajo en docentes de educación física en el municipio de Ibagué, el departamento del Tolima y Colombia. La mayoría de los estudios a nivel mundial citan al profesorado como una de las profesiones más afectadas por el síndrome de burnout, especialmente al de secundaria, junto a otras profesiones como la enfermería, la medicina y el trabajo social (Moriana & Herruzo, 2004, p.601). Lo mencionado anteriormente constituye el principal punto de partida para realizar un estudio acerca del SQT presente en los profesores del área de educación física de las Instituciones Educativas del Municipio de Ibagué, profundizando en sus labores educativas diarias con la finalidad de determinar los niveles de SQT y su relación con las variables como el IMC, la edad, y el sexo. 28 3. OBJETIVOS 3.1 OBJETIVO GENERAL Determinar el Síndrome de Quemarse por el Trabajo y su asociación con el Índice de Masa Corporal y otros factores relacionados en los profesores de Educación Física de las Instituciones Educativas del municipio de Ibagué. 3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS Determinar los niveles del SQT de los profesores de Educación Física de las Instituciones Educativas de Ibagué. Determinar el IMC de los profesores de Educación Física de las Instituciones Educativas de Ibagué. Identificar la relación entre el IMC y el SQT de los profesores de Educación Física de las Instituciones Educativas de Ibagué. Establecer la relación del SQT con las variables socio-personales de edad y género de los profesores de Educación Física de las Instituciones Educativas de Ibagué. 29 4. MARCO TEÓRICO 4.1 SÍNDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO (SQT) 4.1.1 Evolución Conceptual del Fenómeno. El síndrome de quemarse por el trabajo ha adquirido distintos significados a lo largo del tiempo, coincidiendo con las diversas definiciones que ha adquirido este fenómeno a partir de la traducción en diferentes contextos de la palabra anglosajona original “burnout”. Lo que sí es claro es que este fenómeno ha sido descrito principalmente en los profesionales de las organizaciones de servicios (profesiones de enfermería, médicos, maestros, funcionarios de prisiones, policías, trabajadores sociales, etc.) que trabajan en contacto directo con los clientes de esas organizaciones (pacientes, alumnos, presos, indigentes, etc.) (Gil-Monte, 2005, p.44). No obstante, la comunidad científica está de acuerdo en que los estudios sobre este fenómeno inician a partir de mediados de la década de los 70, con los trabajos realizados por el psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberger. En su trabajo como como asistente voluntario en la Clínica Libre de Nueva York para toxicómanos, observó que hacia el año de empezar a trabajar, la mayoría de voluntarios que trabajaban con población drogadicta sufría una progresiva pérdida de energía, hasta llegar al agotamiento, así como desmotivación para el trabajo, junto con varios síntomas de ansiedad y de depresión. A este proceso experimentado por sus compañeros de trabajo y por el mismo lo denominó “Burnout”; con sus propias palabras basadas en la experiencia, Freudenberger (1973) manifiesta: Este trabajo exige que la mayor parte de la actividad que desarrollas allí ocurra después de la jornada laboral ordinaria…y que pongas mucho de ti mismo en la tarea. Te exiges a ti mismo, y a las personas a las que atiendes te lo exigen a ti. Poco a poco generas en quienes te rodean y en ti el sentimiento de que te necesitan. Sientes que surge un compromiso total. La atmósfera que te rodea te conduce a ello, hasta que finalmente te 30 encuentras, como me sucedió a mí, exhausto…si alguien desea trabajar en una clínica gratuita, no puede dejar que sus recursos personales y sus emociones se sobrecarguen tanto que se venga abajo (p.56). De esta manera, la primera definición de carácter científico es acuñada a este autor, quien considera el burnout como un estado de agotamiento de energía experimentado por los profesionales de la salud cuando se sienten superados por los problemas de los “usuarios” (Freudenberger, 1973, p.53). Es fundamental considerar a Freudenberger y sus estudios, como elementos clave de la fase 1 del SQT, puesto que fueron el pilar o la base de sustento sobre la cual parten futuros investigadores en la construcción de conocimientos relacionados con este fenómeno: identificar los principales factores de riesgo, crear modelos explicativos, desarrollar medidas estandarizadas, postular medidas preventivas y tratamientos. En síntesis, a partir del trabajo de Freudenberger, se inicia la denominada fase pionera de la investigación del Burnout (Maslach & Schaufeli, 1993). Esta segunda etapa inicia en la década de los años 80, siendo la psicóloga estadounidense Christina Maslach la referente teórica primordial, al formular un concepto dimensional del síndrome de burnout. Como resultado de su primer estudio con 200 trabajadores de distintos ámbitos laborales, pero que en todos predominaba el contacto directo con otros seres humanos, Maslach (1973) define el burnout como “un estrés crónico producido por el contacto con los clientes que lleva a la extenuación y al distanciamiento emocional con los clientes en el trabajo”. Gracias a este primer trabajo, y en colaboración con su compatriota estadounidense, la psiquiatra Susan Jackson, establecen una de las definiciones más aceptadas en el campo científico, sobre la que se han efectuado innumerables investigaciones. Las autoras afirman que el burnout es: “un síndrome de cansancio emocional, despersonalización y reducido logro personal quepuede ocurrir en individuos que de alguna manera trabajan con personas” (Maslach & Jackson, 1986, p.1). 31 Concretamente, Maslach y Jackson (1981) consideran el síndrome de burnout como un constructo multidimensional configurado por tres dimensiones básicas; estas dimensiones fueron el eje central para diseñar el MBI (Maslach Burnout Inventory), instrumento indispensable para evaluar el burnout, convirtiéndose en uno de los de mayor uso en el campo investigativo acerca del tema. Las dimensiones del burnout según las autoras se explican a continuación: -Agotamiento emocional. Se refiere a la disminución y pérdida de recursos emocionales. Sensaciones de sobreesfuerzo físico y hastío emocional que se produce como consecuencia de las continuas interacciones que los trabajadores deben mantener entre ellos, así como con los clientes. Es la sensación descrita como “no poder dar más de sí mismo a los demás”. -Despersonalización. La despersonalización o deshumanización consiste en el desarrollo de actitudes negativas, de insensibilidad y cinismo hacia los receptores del servicio. Actitudes de insensibilidad, desarrollo de sentimientos y respuestas negativas, distantes y frías hacia otras personas especialmente hacia los beneficiarios del propio trabajo. -Baja realización personal. Conlleva la pérdida de confianza en la realización personal y la presencia de un auto-concepto negativo como resultado, muchas veces inadvertido, de las situaciones ingratas. Sentimientos de incompetencia profesional. Dolorosa desilusión para dar sentido a la propia vida y hacia los logros personales con sentimientos de fracaso y baja autoestima. A modo de complemento, en la siguiente tabla se muestran otras definiciones relacionadas con el Burnout, inmersas tanto en la primera fase como en la segunda fase del fenómeno, organizadas en orden cronológico. 32 Tabla 1. Otras Definiciones del Burnout . Año Autor Definición 1978 Pines y Kafry Es el síndrome que padecen los profesionales de los trabajos relacionados con servicios humanos 1980 Cherniss Proceso en el cual las actitudes y conductas de los profesionales cambian de forma negativa en respuesta a la tensión laboral. 1980 Edelwick y Brodsky Es una pérdida progresiva del idealismo, de la energía y del deseo de alcanzar objetivos que aparece en los profesionales de ayuda como resultado de sus condiciones de trabajo 1982 Perlman y Hartman Una respuesta a un estrés emocional crónico con tres componentes: (a) cansancio emocional y/o físico, (b) descenso de la productividad laboral, y (c) despersonalización 1982 Emener, Luck y Gohs Estado mental y físico resultante de los efectos de debilitamiento experimentados por sensaciones negativas prolongadas, relacionadas con el trabajo y el valor que le merece al empleado el “cara a cara” del trabajo y de los compañeros 1984 Brill Es un estado disfuncional relacionado con el trabajo, en una persona que no padece otra alteración psicopatológica mayor, en un puesto de trabajo en el que antes ha funcionado bien (tanto a nivel de rendimiento objetivo como de satisfacción personal), pero luego ya no puede conseguirlo por sí mismo 1984 Shinn, Rosario, March y Chestnut Tensión psicológica resultante del estrés en el trabajo de servicios humanos 1985 Grantham Síndrome de adaptación que tendría unas características que lo diferencian de otros síndromes 1988 Pines y Aronson Un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por una implicación durante un tiempo prolongado en situaciones que son emocionalmente demandantes 33 Año Autor Definición 1991 Farber Un síndrome relacionado con el trabajo que surge de la percepción de una significativa discrepancia entre esfuerzo (input) y recompensa (output) 1993 Ayuso y López Estado de debilitamiento psicológico causado por circunstancias relativas a las actividades profesionales que ocasionan síntomas físicos, afectivos y cognitivos 1994 García, Llor y Sáez Experiencia psicológica que incluye sentimientos, actitudes, motivos y expectativas, y que afecta el bienestar general del individuo Fuente. Elaborada a partir de Otero, et al. (2011); Fernández (2011); y Rubio (2003). El constructo teórico del burnout planteado por Maslach y Jackson constituye el avance más significativo para ese tiempo, efectuándose numerosas adaptaciones y validaciones del MBI a nivel mundial, llevando a cabo estudios en el campo de la salud, la educación, de la labor social, entre otros. Sin embargo, al examinarse esta definición, se encuentra que es bastante limitada. Debido a la necesidad que existía en la década de los ochenta de evaluar el SQT para realizar diagnósticos diferencial, los autores proponen que en este momento resulta muy beneficioso aceptar sólo estas tres dimensiones (Gil-Monte, 2005, p.46). Pero, al adoptar esta definición se peca de reduccionismo, pues no se recoge el fenómeno en toda su amplitud, se pierde parte de su idiosincrasia y no se evalúan todos los síntomas relevantes (Gil-Monte, 2005, p.46). Desde este marco, surge una perspectiva más amplia, en la que se comprende al SQT como una respuesta al estrés laboral crónico que aparece en los profesionales de las organizaciones de servicios que trabajan en contacto con los clientes o usuarios de la organización (Gil-Monte, Carretero, Roldán y Núñez-Román, 2005, p.109). Se caracteriza por poseer las dimensiones de ilusión por el trabajo, indolencia y desgaste psíquico, que serían las mismas descritas por Maslach y Jackson de realización personal, despersonalización y agotamiento emocional; pero, adicionalmente aparecen los sentimientos de culpa, constituyendo la cuarta dimensión. El constructo de 4 dimensiones se explica a continuación (Gil-Monte, 2005, p. 143): 34 1- Ilusión por el Trabajo. Se define como el deseo del individuo de alcanzar las metas laborales porque supone una fuente de places personal. El individuo percibe su trabajo atractivo y alcanzar las metas profesionales es fuente de realización personal. 2- Desgaste Psíquico. Aparición de agotamiento emocional y físico debido a que en el trabajo se tiene que tratar a diario con personas que presentan o causan problemas. 3- Indolencia. Es la presencia de actitudes negativas de inferencia o cinismo hacia los clientes. 4- Culpa. Es la aparición de sentimientos de culpa por el comportamiento y las actitudes negativas desarrolladas en el trabajo, en especial hacia las personas con las que se establecen relaciones laborales. El autor instaura que el desarrollo del fenómeno se da en dos fases. En la primera fase se origina una pérdida de ilusión por el trabajo, acompañada de actitudes de indolencia y actitudes negativas hacia las demás personas, junto con un elevado desgaste emocional y físico; en la segunda fase, los síntomas mencionados son acompañados por sentimientos de culpa. 4.1.2 Denominaciones Empleadas para el SQT y su Diferenciación con otros Conceptos. Al hacer una revisión en artículos científicos, libros, diferentes trabajos de grado de pregrado y de maestría, tesis doctorales, y algunos documentos de la web, se encontraron diversas denominaciones para el Síndrome de quemarse por el trabajo. Estos términos hallados de este fenómeno son el resultado de las traducciones hechas de la expresión original de origen anglosajón “burnout”, lo que conllevaría a generar algunos problemas en la comunidad científica, representados en momento de trasmitir conocimientos, debido a que podría crear la idea de que se está trabajando sobre cuestiones distintas. Consecuentemente, las expresiones utilizadas deben de ser precisas. Al respecto, Gutiérrez (1998) nos señala que “el lenguaje científico se caracteriza por la precisión de los términos utilizados, si bien esta precisión disminuye35 cuanto mayor sea la sinonimia, la polisemia y la homonimia que tengan los términos” (p.31). Es de importancia mencionar que el objetivo principal en este espacio del trabajo de grado es identificar y traer a la luz los vocablos de mayor uso para el fenómeno en cuestión. De este modo, Gil-Monte (2005) clasifica las definiciones en tres grupos: el primero, recoge las denominaciones en castellano del término original anglosajón burnout; el segundo, recoge aquellas definiciones que optan por una vía alternativa a la traducción literal, caracterizándose por tomar como referencia el contenido semántico de la palabra, o el contenido de la patología, en lugar de una traducción más o menos literal del término anglosajón; y el último grupo recoge aquellos estudios en los que se considera que el síndrome de quemarse por el trabajo es sinónimo de estrés laboral. Tabla 2. Denominaciones del SQT. GRUPO DENOMINACIONES REFERENTES 1 Síndrome de Quemarse por el Trabajo Gil-Monte y Peiró (1997); Gil Monte (2002) Síndrome de estar quemado en el trabajo Salanova, Schaufeli, Llorens, Peiró y Grau (2000) Síndrome de quemarse en el trabajo Guillen y Santamaría (1999); Mannasero, García, Vásquez, Ferrer, Ramis y Gili (2000) Síndrome de estar quemado Da Silva, Daniel y Pérez (1999); Durán, Extremera y Rey (2001); Flórez, 1994; Manzano y Ramos, (2000) Síndrome del Quemado Chacon, Vecina, Barrón y De Paul (1999); De la Fuente, De la Fuente Y Trujillo (1997) Estar Quemado Olmeda, García y Morante (1998); Prieto, Robles, Salazar y Daniel (2002) Quemazón Profesional Aluja (1997) 36 GRUPO DENOMINACIONES REFERENTE 2 Desgaste Psicológico por el Trabajo García, Sáenz y Llor (2000) Desgaste Ocupacional López (1996) Desgaste Profesional Arón y Milicic (2000); Capilla (2000); Mingote (1998); Olivar, González y Martínez (1999); Segarra y Garrido (2000) Agotamiento Profesional Belloch, Renovell, Calabuig y Gómez (2000); Díaz e Hidalgo (1994) Síndrome de Cansancio Emocional García, Sobrido, García, Raña y Saleta (1999) 3 Estrés Crónico Laboral Asistencial Manzano (2001) Estrés Laboral Asistencial Arranz, Torres, Cancio y Hernández (1999); Carretero, Oliver, Toledo y Regueiro (1998) Estrés Profesional (Aluja (1997) Estrés Laboral Fuertes, Martínez, Cantizano, Gándala y De la Cruz (1997) Fuente. Diseñada a partir de Gil-Monte (2005). La anterior tabla recoge la terminología más utilizada para cada uno de los grupos, apoyada por el autor o los autores que la sustentan en sus estudios. Para el primer grupo (denominaciones basadas en la traducción literal del término original anglosajón burnout), Gil-Monte señala que de todas las expresiones, la más apropiada es la de “Síndrome de Quemarse por el Trabajo”, justificándola bajo los siguientes argumentos: En primer lugar, es recomendable incluir en la denominación el término síndrome, pues este término ayuda a la compresión del fenómeno, da información de su naturaleza al indicar que está integrado por un conjunto de síntomas y, de cara al diagnóstico, nos informa sobre la necesidad de identificar y evaluar los síntomas que componen la patología para poder diagnosticar adecuadamente si un trabajador sufre el síndrome de 37 quemarse por el trabajo… Por otra parte, al hablar del síndrome de quemarse por el trabajo se desvía el foco de atención hacia el trabajo y no hacia el trabajador. De esta manera se evita estigmatizar al trabajador, al tiempo que se previene el desarrollo de posibles sentimientos de culpa o de vergüenza que pueden agravarle el problema al individuo, al entender éste que él es el culpable de lo que le está ocurriendo…Una tercera ventaja que tiene al utilizar la denominación síndrome de quemarse por el trabajo frente a denominaciones como estar quemado es que se desvincula de la patología laboral de la denominación coloquial (Gil-Monte, 2005, p. 38-39). Tomando en consideración los análisis y los pensamientos de Gil-Monte frente a este fenómeno, para el presente trabajo se utilizó la expresión de Síndrome de Quemarse por el Trabajo (SQT), superándose algunas dudas y confusiones que generaban el empleo de las otras palabras. Las denominaciones que toman como referencia el contenido semántico de la palabra son encontradas básicamente en artículos científicos y revistas, pero hay que señalar que cuando se habla de desgaste psicológico, ocupacional o profesional, no siempre se alude al síndrome de quemarse por el trabajo. Esto es, un profesional puede sentirse desgastado sin sufrir el SQT (Gil-Monte, 2005, p.40). Por último, las denominaciones basadas en la sinonimia con el estrés laboral no son muy acertadas debido a que el estrés laboral es un proceso más amplio que el proceso del síndrome de quemarse por el trabajo (Gil-Monte, 2005, p.41). Después de traer a la luz y examinar por grupos las expresiones más empleados del SQT, Fernández (2011) afirma que “más allá de evaluar que traducción es más adecuada, se ha de delimitar al máximo el significado del término para evitar en lo posible matices e interpretaciones sesgadas” (p.46). Prosiguiendo con esta idea, en seguida se fijan diferencias concretas entre el SQT y algunos conceptos relacionados. 38 a- Tedio Algunos autores defienden que el término burnout debe reservarse para las profesiones en las que se da una relación de ayuda, es decir, en las que el objeto de trabajo son las personas, reservando el término tedio para otro tipo de ocupaciones (Pines, Aronson y Krafy, 1981). b- Alienación La alienación se da cuando un sujeto no tiene libertad para realizar una tarea determinada que es posible llevar a cabo. Sin embargo, el síndrome de burnout se desarrolla cuando un sujeto sí tiene libertad/autonomía para llevar a cabo una tarea que percibe como imposible de realizar. Se parte de un principio de incontrolabilidad de la situación, de manera que, siguiendo el modelo de indefensión de Seligman (1975) los dos constructos tendrían efectos parecidos (déficits emocionales, cognitivos y motivacionales). c- Insatisfacción laboral Cuando una persona esta quemada, se puede esperar que la satisfacción con el trabajo sea baja. Sin embargo, en el síndrome de burnout aparece una característica adicional que no se da en la insatisfacción laboral: la despersonalización (Fernández, 2011, p.47). Así, se considera la burnout como un constructo más amplio en donde la insatisfacción laboral hace parte de él. d- Fatiga Si bien es cierto que en el síndrome de burnout aparecen sentimientos de agotamiento, se diferencia de la fatiga en dos aspectos: por un lado, la fatiga física no necesita mucho tiempo para la recuperación y, por otro, la fatiga producto de un esfuerzo físico es experimentada positivamente y está acompañada por sentimientos de logro y éxito. El burnout, por el contrario, está acompañado por un profundo sentido de fracaso (Pines, 1982). 39 e- Depresión La depresión constituye uno de los conceptos más difíciles de diferenciar del burnout. En ambos se dan síntomas tales como el cansancio, la retracción social y sentimientos de fracaso (Fernández, 2011, p.48). Leiter y Durup (1994), a través de técnicas de análisis discriminante, llegan a la conclusión de que el burnout y la depresión son dos constructos relacionados pero independientes. Así pues mientras el burnout estaría relacionado con contextos específicos del trabajo, la depresión sería un fenómeno más global. La depresión afectaría a la actividad global de una persona, mientras que el burnout no interferiría necesariamente con otras áreas del funcionamiento de la misma. f- Indefensión La exposición de un sujeto a condiciones incontrolables genera unos déficits motivacionales, asociativos y emocionales queestán relacionados con el burnout (Seligman, 1975). Al respecto, Fernández (2011) considera que: De hecho el burnout es uno de los ejemplos que Peterson y su equipo proponen como ejemplo de buena adecuación al modelo en cuanto que cumple las tres características de la indefensión aprendida: pasividad inapropiada (agotamiento emocional falta de implicación en el trabajo), historia de acontecimientos incontrolables en los que el sujeto no percibe el control, y cogniciones adquiridas durante la exposición a acontecimientos incontrolables, generalizadas de forma inapropiada a nuevas situaciones… Pero, si bien cumple los requisitos para ser explicado por el modelo de indefensión aprendida, el burnout es específico de un contexto laboral que tiene como característica la relación de ayuda, mientras que la indefensión es aplicable también a todo tipo de situaciones en la que se produce una serie de fracasos repetidos en resolver una situación (p.49). 40 g- Estrés En cuanto al estrés, Fernández (2011) establece: En la actualidad el estrés se tiende a considerar más como una interacción en la que hay que tener en cuenta la respuesta de estrés la cual es definida como la activación fisiológica y cognitiva excepcional que prepara al organismo para afrontar una demanda del medio (externo e interno) siendo esta demanda la situación de estrés (p.49). Parece que en este sentido el burnout tendría que ver con la respuesta de estrés que se da en un contexto laboral concreto (Gil-Monte & Peiró, 1997), ya que mientras que el estrés es experimentado por todo el mundo, el burnout es experimentado por aquellas personas que tienen una motivación, expectativas y objetivos elevados, de manera que personas sin estas motivaciones iniciales experimentarían estrés laboral, pero no burnout. Sobre esta misma línea, Ramos (1999) señala autores que defienden el burnout como una consecuencia del estrés laboral crónico, y otros que entienden ambos conceptos como claramente diferenciados. El estrés en general se entiende como un proceso que tiene efectos positivos y negativos en las personas, mientras que el burnout sólo posee consecuencias negativas. h- Mobbing Se habla de acoso psicológico en el trabajo (mobbing) cuando una o varias personas ejercen violencia de cualquier tipo hacia otras personas en forma de conductas hostiles y carentes de ética. En el burnout el trabajador se ve desbordado y se percibe impotente de afrontar los problemas que le genera su entorno laboral, pero en este caso la persona no es objeto de presión psicológica del grupo ni se genera un conflicto asimétrico, puesto que aquí el trabajador sí tiene un cierto poder para defenderse de la presión (Rabasa, 2007). 41 4.1.3 Síntomas del SQT. El DSM-IV (APA, 1995) define un síndrome como una agrupación de signos y síntomas basada en su frecuente coocurrencia, que puede sugerir una patogenia, una evolución, unos antecedentes familiares o una selección terapéutica comunes. En cuanto a síntoma, es definido como una manifestación subjetiva de un estado patológico; los síntomas son descritos por el individuo afecto más que observados por el examinador (p.786). Los síntomas manifestados en el Síndrome de Quemarse por el trabajo han sido numerosos de acuerdo a la perspectiva de cada autor, lo que ha dificultado su delimitación hasta el punto de que cualquier síntoma en el mundo laboral es inmediatamente asociado al SQT. Por ejemplo, Paine (1982) presenta una taxonomía de 47 síntomas agrupados en 5 categorías: Tabla 3. Síntomas del Síndrome según Paine. CATEGORÍAS CARACTERÍSTICAS Síntomas Físicos Aumento de fatiga y agotamiento físico; aumento de molestias y dolores musculares; aparición de alteraciones funcionales en casi todos los sistemas de organismo (cardiorrespiratorio, digestivo, reproductor, nervioso, etc.) Desarrollo de conductas de exceso Aumento del consumo de barbitúricos, estimulantes, y otro tipo de sustancias (café, tabaco, alcohol); aparición de conductas de riesgo, de conductas hiperactivas y agresivas Problemas de ajuste emocional Entre los que se encuentra el agotamiento emocional, paranoia, depresión, sentirse atrapado, miedo a volverse loco, etc. Alteración de las relaciones interpersonales Aislamiento del individuo y su negación a comunicarse con los demás, por la aparición de conflictos interpersonales, y por la indiferencia y frialdad con las personas hacia las que se trabaja Síntomas actitudinales y cambios en los valores y las creencias del individuo Se incluyen síntomas como cinismo e ironía hacia los clientes de la organización, o sensación de impotencia, de frustración y de fracaso Fuente. Elaborado a partir de Paine (1982). 42 Teniendo en cuenta que los síntomas del SQT se establece de mejor forma cuando son descritos por el individuo afecto, la Unidad de Investigación Psicosocial sobre la conducta Organizacional (UNIPSICO) de la Universidad de Valencia realizo un estudio donde se indagaba a los profesionales de enfermería sobre los síntomas que según su propia experiencia identificaban en el SQT; en este orden de ideas, se determina que para evaluar el SQT se deben tener en cuenta una serie de componentes de tipo cognitivo, afectivos, actitudinales, conductuales y físicos. Los resultados de este gran trabajo se presentan en la siguiente tabla: Tabla 4. Principales Síntomas Psicológicos del SQT. Fuente. Gil-Monte (2001). Finalmente, según el listado de síntomas planteados por Gil-Monte se pueden surgir algunas confusiones. Por ejemplo, al evaluar a un funcionario, a este se le puede diagnosticar únicamente un elevado desgaste psíquico, pero esto no significa que esté sufriendo el SQT; también, puede presentarse el caso de que cierto profesional tenga altos niveles de cinismo y continuas actitudes negativas hacia los demás, pero este se deba principalmente a aspectos relacionados con su personalidad o el tipo de educación recibida en su familia e instituto. Para tal dificultad, Gil-Monte (2005) aclara: 43 Es muy importante tener presente el contexto en el que surge la patología y su proceso de desarrollo, así como la concurrencia de varios síntomas que deterioran el plano cognitivo y actitudinal del individuo para considerar que determinado síntoma es indicador del síndrome (p.50). 4.1.4 Principales Modelos Explicativos del SQT. A partir de la segunda fase de desarrollo del SQT (década de los años 80), en la que el trabajo investigativo sobre el fenómeno se intensifica, surgen múltiples modelos que tratan de explicar el SQT. Esta diversidad de modelos se origina debido a que no existe un acuerdo en las definiciones del SQT, ni mucho menos en el orden en que aparecen las distintas dimensiones que caracterizan el SQT. Lo que si es preciso es que cada autor con su modelo tiene como objetivo ofrecer una explicación del cómo y por qué aparece, se mantiene y/o evoluciona la experiencia del SQT. En atención a lo expuesto, Otero, Mariño, Castro, Pardiñas, Redondo y Fernández (2011) detallan en un primer momento unos modelos de carácter más general abanderados por los siguientes autores: Cherniss (1980), Edelwich y Brodsky (1980), Piness y Aronson (1988), Golembiewski y Munzenrider (1988) y Leiter (1993). En el segundo momento, desarrolla dos propuestas específicas para el campo del profesorado: el modelo de Faber (1991) y el modelo de Maslach y Leiter (1999). El modelo de Cherniss (1980) surge de un proceso de entrevistas efectuadas durante un tiempo de dos años a trabajadores de cuatro profesiones propensas al burnout: salud mental, enfermería pública, enseñanza y abogacía. Parte del supuesto de que el burnout es un proceso que ocurre a lo largo del tiempo y que representa un modo particular de hacer frente a las distintas fuentes deestrés que caracterizan el entorno laboral. 44 Figura 1. Modelo del proceso de burnout de Cherniss (1980). Fuente. Cherniss (1980). Otero et al. (2011) interpreta la figura anterior de la siguiente forma: El autor defiende la idea de que existen ciertos factores organizacionales que interactúan con factores personales para generar una serie de fuentes de estrés. La tensión causada por estos estresores puede afrontarse de dos modos: por un lado, adoptando técnicas directas dirigidas a solucionar el problema y, por otro, exhibiendo cambios de actitud en sentido negativo (por ejemplo, indiferencia ante casi todo lo que implica la labor profesional). El modelo de Edelwich y Brodsky (1980) está compuesto por 4 etapas, donde se visualiza que su progresión no es lineal como otros modelos, sino más bien es de carácter cíclico. En la siguiente figura se aprecia este modelo: 45 Figura 2. Modelo progresivo de fases de Edelwich y Brodsky (1980). Fuente. Edelwich y Brodsky (1980). De acuerdo con la figura, el burnout no es un proceso estático, sino dinámico, desarrollado gradualmente con el trascurso del tiempo. Más específicamente, el proceso consiste: En la primera etapa, el idealismo y el entusiasmo, el trabajador tiene una serie de expectativas irreales de lo que puede conseguir (por ejemplo, la idea de que los servicios que uno ofrece alterarán definitivamente el curso de la vida del cliente o de recibir el aprecio y el reconocimiento de los receptores de ayuda). La segunda etapa, de estancamiento, supone una paralización tras la constatación de la irrealidad de las expectativas y una pérdida del idealismo y entusiasmo iniciales. La fase siguiente, núcleo central del burnout es de frustración, y en ella el trabajador cuestiona la propia eficacia para desempeñar la profesión y el valor del trabajo. Esta fase desemboca, finalmente, en la etapa de apatía, caracterizada por indiferencia y falta de interés, y donde se establece un sentimiento de vacío 46 que puede manifestarse en forma de distanciamiento emocional y de desprecio (Aponte et al., 2011, p.184). El tercer modelo explicativo del burnout referenciado es el modelo existencial de Pines y Aronson (1988), también llamado modelo motivacional. Se basa principalmente en que sólo los individuos que se encuentran altamente motivados (en un principio, poseen muchas metas personales y fuertes expectativas en su trabajo) pueden llegar a quemarse. Figura 3. Modelo existencial de burnout de Pines y Aronson (1988). Fuente. Pines y Aronson (1988). Como se ve en la imagen, la base de este modelo son las propias motivaciones, metas y expectativas creadas por los trabajadores en su profesión; estas pueden ser de carácter personal y grupal. Otero et al. (2011) agrega: Pero que todas estas metas y expectativas se hagan realidad va a depender, en último término, de las características del ambiente laboral en que el profesional realiza su trabajo; así, en un ambiente que le proporcione la autonomía, recursos y apoyos necesarios, el sujeto conseguirá sus metas y verá realizadas sus expectativas; sin embargo, en un contexto 47 laboral estresante, en el que el apoyo, la estimulación o los recursos son mínimos, el profesional no dispone de las posibilidades y recursos necesarios para conseguir sus propósitos (p.185). El cuarto modelo explicativo es el propuesto por Golembiewski y Munzenrider (1988), derivado del Maslach Burnout Inventory. Consideran que el proceso del burnout evoluciona progresivamente mediante distintas fases en respuesta al estrés laboral. El esquema del modelo se percibe en la figura 4. Figura 4. Modelo de Golembiewsky y Munzenrider (1988). Fuente. Diseñado por Salinas (2012) a partir de Golembiewsky y Munzendrinder (1988). A diferencia de los otros modelos, para los autores el síndrome de burnout se inicia con sentimientos de despersonalización, cinismo y comportamientos negativos hacia los demás, como respuesta inmediata al estrés laboral. Posteriormente, los trabajadores sufren una baja realización personal, que conlleva a la fase final que sería el agotamiento emocional. El último modelo explicativo de este campo es el propuesto por Leiter (1993) (véase en la figura 5), en el que el cansancio emocional es una reacción a los distintos estresores laborales, siendo los más relevantes los conflictos interpersonales y la sobrecarga laboral y rutina. El autor mantiene en su teoría que a partir del desarrollo del agotamiento emocional surgen las actitudes de despersonalización; además de esto, no considera el bajo logro personal como consecuencia de la despersonalización, sino que esta dimensión progresa de forma independiente y paralela al agotamiento emocional, dependiendo de las situaciones que se presenten en el contexto laboral como el apoyo 48 social, la autonomía, la cooperación, el afrontamiento y la participación en la toma de decisiones. Figura 5. Modelo del proceso del burnout de Leiter (1993). Fuente. Leiter (1993). En las líneas que vienen en seguida se describen dos modelos explicativos del SQT específicos para el colectivo de docentes. El modelo explicativo de Farber (1991) se origina a raíz de los estudios de la realidad de los profesores norteamericanos, proponiéndose un modelo que obedece a un orden jerárquico de desarrollo del Burnout, constituido por varios estadios, en el que cada uno de ellos desencadena en el siguiente (Figura 6). En la primera fase del modelo, los profesores se encontrarían con altos niveles de entusiasmo y dedicación para la profesión de enseñar; el trabajo aporta muchos incentivos positivos, generando satisfacción personal y así compensando las grandes demandas de esfuerzo. En la siguiente fase (frustración e ira), el docente se da cuenta 49 que las cosas cambian radicalmente. Empiezan a crearse choques con la realidad, donde todo el esfuerzo y tiempo empleado para preparar las clases, se ven abrumados al no alcanzar los objetivos propuestos dados las condiciones que se viven a diario en la institución. En palabras de Farber (1991): Las dificultades inevitables de la enseñanza se combinan con la vulnerabilidad personal, así como las presiones y valores sociales, generando en el docente un sentimiento de frustración, que lleva al profesor a empezar a plantear hasta qué punto está dispuesto a “invertir” en esta profesión (p.33). Figura 6. Modelo de Burnout en los Profesores de Farber (1991). Fuente. Elaborada a partir de Farber (1991). De la fase de frustración e ira, emerge la fase de sentimiento de futilidad, que lleva al docente a una menor implicación con su compromiso de enseñar. El autor explica que “las exigencias de la enseñanza se antojan más extenuantes, las distracciones más molestas, los padres más exigentes, el personal administrativo menos sensible y los 50 colegas más distantes” (Farber, 1991, p.34). Como consecuencia, el profesor experimenta una mayor vulnerabilidad (fase 5), apareciendo problemas de tipo físico (cefaleas, hipertensión), cognitivos y emocionales (tristeza, irritabilidad). Si estas dificultades no son tratadas eficientemente, se desencadenaría la última fase, con extremado cansancio emocional y despersonalización. El siguiente modelo explicativo del burnout es el propuesto por Maslach y Leiter (1999) (figura 7), el cual trata de reflejar la naturaleza, las condiciones y las consecuencias del burnout en relación a la profesión docente. Figura 7. Modelo de Burnout en los Profesores de Maslach y Leiter (1999). Fuente. Maslach y Leiter (1999). 51 Como se observa en la figura, el pilar fundamental de este modelo es que se incorpora al estudiante, lo que lo hace diferente a otros modelos explicativos. De esta forma,Aponte et al. (2011) manifiesta que: los docentes quemados tienden a adoptar comportamientos minimalistas: menor implicación, menor esfuerzo, menor reconocimiento y menos respuestas de apoyo ante las necesidades de los alumnos, menor nivel de preparación de las clases y participación en las actividades escolares, sin obviar una actitud más crítica ante los alumnos (p.194). Con base a las actitudes del docente, el estudiante cambia la percepción, los sentimientos y comportamientos en clase hacia su profesor. El modelo de Maslach y Leiter permite destacar dos elementos esenciales: el primero es que la conducta de los estudiantes es determinante a la hora de originar los procesos de burnout, puesto que comportamientos como no mantener la disciplina en clase e irrespetar al docente contribuiría a agravar la situación, pero si su comportamiento es bueno, participa en clase, hace las tareas escolares, los procesos de burnout pueden disminuir e incluso prevenirse. En segundo lugar, se hace énfasis en las características personales de los profesores: “aquellos profesores con ciertos rasgos o características de personalidad es más probable que también se muestren más sensibles a determinadas cualidades del ambiente escolar” (Maslach y Leiter, 1999, p. 299). 4.1.5 Instrumentos de evaluación del SQT. El diagnóstico adecuado del SQT requiere de la valoración de sus síntomas y de la identificación de las principales fuentes de estrés que generan la aparición de dichos síntomas. En las formas de medición del SQT encontramos dos procedimientos, unos de carácter cualitativos (entrevistas) y otros de carácter cuantitativo (aplicación de escalas psicométricas). En cuanto a los procedimientos cuantitativos, se han desarrollado numerosos instrumentos para evaluar los distintos aspectos relacionados con el síndrome. La tabla 5 se recogen los principales instrumentos de medida de burnout, organizados en orden cronológico. 52 Tabla 5. Instrumentos de Medida del Burnout. Fuente. Ortega y López (2004, p. 147-148). Del anterior listado de instrumentos, profundizaremos en el Maslach Burnout Inventory (MBI), dado que ha sido uno de los instrumentos de mayor prestigio y uso en las investigaciones. El MBI en su primera edición, fue creado por Christina Maslach y Susan Jackson en 1981; se encontraba constituido por 25 ítems, manejándose una escala de frecuencia e intensidad. Posteriormente, Maslack y Jackson (1986) evalúan el cuestionario original, recomendando la utilización de la escala de frecuencia y eliminando la de intensidad, originándose la segunda versión del MBI que consta de 22 ítems que se valoran en una escala de tipo Likert, en la que los encuestados puntúan en 7 adjetivos que van desde “Nunca” (0) hasta “Todos los días” (6). Estos ítems están agrupados en las tres dimensiones descritas anteriormente: agotamiento emocional (9 ítems), despersonalización (5 ítems) y baja realización personal en el trabajo (8 ítems). En la tabla que sigue se detallan algunos ejemplos de los ítems del MBI en su segunda edición. 53 Tabla 6. Ejemplos de Ítems del MBI. DIMENSIÓN ÍTEM Agotamiento Emocional Debido a mi trabajo me siento emocionalmente agotado Trabajar con alumnos todos los días es una tensión para mi Me siento “quemado” por el trabajo Despersonalización Creo que trato a algunos alumnos como si fueran objetos Realmente no me importa lo que le ocurra a algunos de mis alumnos Siento que los alumnos me culpan de algunos de sus problemas Realización Personal He conseguido muchas cosas útiles en mi profesión Me siento animado después de trabajar junto con los alumnos Siento que mediante mi trabajo estoy influyendo positivamente en la vida de otros Fuente. Elaborado a partir de Maslach y Jackson (1986). Finalmente, la última versión del MBI, desarrollada por Maslach, Jackson y Leiter (1996), cuenta con tres versiones alternativas del cuestionario; en seguida se describe brevemente cada una de ellas (Otero et al., 2011, p. 198): - MBI-Human Services Survey. Es la versión del MBI que Maslach y Jackson habían desarrollado y modificado para medir el burnout en una amplia variedad de servicios humanos. - MBI-Educators Survey. Es la versión para profesores en la que se evalúan las mismas dimensiones del burnout que en el MBI original. - MBI-General Survey. Constituye la nueva edición del cuestionario, constituye la versión para trabajadores no incluidos en las profesiones de servicios humanos ni en la enseñanza. 4.1.5.1 Cuestionario de Evaluación del Síndrome de Quemarse por el Trabajo (CESQT). El MBI y sus distintas adaptaciones y versiones ha sido el instrumento por excelencia utilizado en el campo laboral para determinar los niveles de síndrome de burnout. Sin 54 embargo, este modelo no está exento de una serie de dificultades que es necesario considerar (Gil-Monte, Rojas & Sandoval, 2009, p.207). Gil-Monte et al. (2005) afirma que “el MBI presenta algunos problemas de contenido y psicométricos que se agudizan al traducirse a otros idiomas” (p.110). De estos problemas, los más relevantes son los siguientes: - Aunque con frecuencia se ha obtenido apoyo empírico para la estructura trifactorial del MBI, también son frecuentes los estudios en los que se ha obtenido una estructura factorial diferente. - Algunos reactivos presentan problemas de cargas factoriales, pues el modelo factorial mejora significativamente si se elimina el reactivo 12 (“Me encuentro con mucha vitalidad”) y el reactivo 16 (“Trabajar en contacto directo con los alumnos me produce bastante estrés”). - Un problema psicométrico más del MBI deriva de los valores de alfa de Cronbach para la subescala de despersonalización, que con alguna frecuencia son inferiores a .70 lo que cuestiona la consistencia interna de esta dimensión en algunos estudios debido a los valores excesivamente bajos. - Existen diferentes versiones del MBI: MBI-Human Services Survey (MBI- HSS) y el MBI- General Survey (MBI-GS). Ambos instrumentos presentan tres dimensiones y en el manual se afirma que existe una correspondencia entre las dimensiones de ambas versiones, pero esto es cuestionable dado el contenido de esas dimensiones. - Existen problemas también relacionados con la comercialización del instrumento, lo que afecta su difusión y limita su utilización. Las insuficiencias del MBI unido con la frecuencia en que el SQT aparece en la actualidad, y la necesidad de su evaluación, ha generado nuevos desarrollos teóricos sobre el fenómeno y la necesidad de construir instrumentos alternativos fiables y válidos que superen esas insuficiencias (Gil-Monte et al., 2005, p.208). De esta forma, surge el Cuestionario para la evaluación del síndrome de quemarse por el trabajo (CESQT) como 55 resultado de los estudios desarrollados por la Unidad de Investigación Psicosocial de la Conducta Organizacional (UNIPSICO) de la Universidad de Valencia, sustentado bajo un modelo teórico en el que el síndrome se caracteriza por un deterioro cognitivo (pérdida de ilusión por el trabajo), deterioro emocional, y de actitudes y de comportamientos de indiferencia, indolencia, distanciamiento y en ocasiones de maltrato al usuario. En algunas ocasiones aparecen sentimientos de culpa (Ver figura 8) (Gil-Monte et al., 2005, p. 208). Figura 8. Proceso del Desarrollo del SQT y sus Consecuencias. Fuente. Gil-Monte (2005) El CESQT consta de 20 ítems valorados en una escala de 5 puntos que va desde 0 (“Nunca”) hasta 4 (“Muy Frecuentemente”). Existen dos versiones del CESQT. La primera es la original, aplicada a todos los trabajadores que realizan toda su actividad laboral atendiendo a personas; y la segunda es el CESQT versión desencanto profesional (CESQT-DP), dirigido a todos los profesionales que no trabajan en contacto directo con
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