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INSUFICIENCIA CARDIACA. INSUFICIENCIA CARDIACA. El corazón en condiciones normales recibe sangre con presiones de llenado bajas, durante la diástole y luego las impulsa con presiones más altas en sentido enterogrado, durante la sístole. Cuando el corazón es incapaz de bombear la sangre en dirección anterrogada a una velocidad suficiente para cubrir las necesidades corporales, decimos que existe Insuficiencia Cardiaca. Constituye el estadio final de de varios procesos patológicos, se sitúa como un síndrome con manifestaciones clínicas subsecuentes, progresiva que conduce a una degeracion del musculo cardiaco. INSUFICIENCIA CARDIACA La insuficiencia cardiaca es un síndrome clínico complejo que se caracteriza por anomalías de la función ventricular izquierda y de la regulación neurohormonal, que conlleva intolerancia al ejercicio, retención de líquidos y disminución de la longevidad2 . Desde un punto de vista clínico, se entiende por IC el conjunto de síntomas y signos semiológicos que aparecen como consecuencia de la disfunción ventricular, de la afectación valvular o del aumento de la carga ventricular. Es la incapacidad del corazón para bombear la sangre necesaria para proporcionar los requerimientos metabólicos del organismo, o bien cuando esto sólo es posible a expensas de una elevación de la presión de llenado ventricular. Constituye el estadio terminal de múltiples procesos cardiológicos, Es una situación grave, progresiva e irreversible a la que potencialmente pueden abocar la mayoría de los pacientes cardiópatas. Es un problema socioeconómico de magnitud creciente 4-5. Supone un 3.7% de las hospitalizaciones en individuos mayores de 45 años y el 71% por encima de los 65 años, lo que la convierte en la patología cardiovascular más costosa. Según datos correspondientes a EEUU, su incidencia anual es de unos 400.000 nuevos casos y su prevalencia es de por lo menos 2 millones de personas. En la actualidad el principal diagnóstico en mayores de 65 años, y la única enfermedad cardiovascular que registra un aumento de prevalencia. Es una enfermedad letal por definición, y la tasa de fallecimientos ha aumentado a pesar de los incesantes avances acaecidos durante los últimos años. Se sabe que una vez que aparecen signos francos de IC, el 60-70% de los pacientes fallece a los 5 años incluso con un tratamiento adecuado, estando el índice de mortalidad directamente relacionado con la gravedad de la IC. ETIOLOGIA La insuficiencia cardiaca puede derivar de anomalías cardiovasculares diversas, que pueden agruparse según su causa, tales como: Comprometen la contractibilidad vascular Comprometen la relajación y llenado ventricular. Incrementan la postcarga Debida a una arteriopatia coronaria, como el infarto agudo del miocardio, la sobre carga de volumen de manera crónica (insuficiencia mitral o aortica) o una miocardiopatia dilatada Hipertrofia ventricular izquierda, miocardiopatia restrictiva, fibrosis miocardica, isquemia miocardica transitoria, taponamiento cardiaco Estenosis aortica avanzada, hipertensión arterial grave no controlada. . FISIOPATOLOGIA. La función ventricular y, en general, la función cardiaca normal, dependen de la interacción de cuatro factores que regulan el volumen minuto o gasto cardiaco o, lo que es lo mismo, la cantidad de sangre expulsada por el corazón. Estos son la contractilidad, la precarga, la postcarga y la frecuencia cardiaca. La alteración de cualquiera de estos determinantes de la función ventricular puede ser la causa inicial de la IC, pero independientemente de ellos, finalmente siempre termina por fracasar la contractilidad. Otra posibilidad es que ocurra un aumento de la demanda tisular, permaneciendo intactas las demás condiciones. En una y otra circunstancia, se ponen en marcha inmediatamente una serie de mecanismos fisiológicos que tratan de compensar las modificaciones producidas y adaptarse a la nueva situación. Si éstos también fracasan o se ven superados, aparecen manifestaciones de IC. MECANISMOS DE COMPENSACION. Mecanismo de Frank Starling. Sus efectos positivos consisten en el aumento del inotropismo y del volumen sistólico pero, en contrapartida, también determina un mayor consumo de oxígeno, congestión venosa y cambios estructurales degenerativos que conducen al remodelado ventricular. La disminución volumen latido ocasiona que se acumule sangre en el ventrículo durante la diástole, en vista de eso se induce un mayor estiramiento de las miofibrillas e induce un mayor volumen latido que ayuda a vaciar el ventrículo ya dilatado y mantener el gasto cardiaco anterogrado. Alteraciones neurohormonales Sistema nervioso adrenérgico. Activado por la disminución del gastocardiaco, a través de los barorreceptores. Se produce un incremento de la frecuencia cardiaca y la contractibilidad ventricular lo que se traduce en un aumento del gasto cardiaco y del retorno venoso, manteniendo así la presión arterial. Sistema renina angiotensina aldosterona. Mediado por una liberación mayor de Renina, estimulada por una disminución De la presión de perfusión en la arteria Renal debida a la disminución del gasto Cardiaco. Incremento de la producción de la hormona anti diurética. Contribuye al Incremento del volumen intravascular, porque promueve la reabsorción de sal y agua en los segmentos distales de la nefrona. Hipertrofia y remodelación ventricular. se caracteriza por un crecimiento de la masa ventricular que no se acompaña de incremento del número de unidades contráctiles ni de desarrollo paralelo del tejido vascular. Resulta especialmente eficaz en fases iníciales, pero a la larga se afecta la capacidad contráctil con desestructuración miocárdica y fibrosis. Perdida de miocitos y disfunción celular. Puede resultar de la necrosis celular (por un IAM, o medicamentos cardiotoxicos) o la apoptosis por aumento del estrés parietal. Los mecanismo que contribuyen a la disfunción celular son la disminución de la capacidad celular para mantener la homeostasis del calcio y los cambios de la producción, la disponibilidad y la utilización de fosfatos de alta energía. Factores precipitantes: o Aumento de las demandas metabólicas productos de fiebre, infecciones, anemia, taquicardia, hipertiroidismo y embarazo. o Incremento del volumen circulante, dada por el contenido excesivo de sodio en la dieta o insuficiencia renal o Hipertensión no controlada o Fármacos ianotropos negativos, isquemia o IAM o Abandono del tratamiento. MANIFESTACIONES CLINICAS. Disnea es el signo característico y el principal motivo de consulta. Otros signos y síntomas son: fatiga, diaforesis, taquicardia, edema periférico, ingurgitación hepatoyugular, hepatomegalia. CLASIFICACION DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA. SEGÚN LA NYHA. CLASE DEFINICION. 1 Sin limitación de la actividad física. 2 Limitación discreta de la actividad física. Disnea y fatiga con el ejercicio moderado (ej. Subir las escaleras con rapidez) 3 Limitación de la actividad física. Disnea con el mínimo ejercicio. (ej. Subir las escaleras con lentitud) 4 Limitación grave de la actividad. Síntomas durante el reposo. Con base a la fracción de eyección podemos clasificar la insuficiencia cardiaca en dos categorías: Insuficiencia cardiaca con reducción de la fracción de eyección. El ventrículo afectado tiene una menor capacidad para expulsar la sangre como compromiso de la contractibilidad miocardica o la sobre carga de presión. Insuficiencia cardiaca con fracción de eyección conservada: anomalías con la función diastólica normal del ventrículo. Poseen un compromiso con la relajación diastólica temprana, incremento de la rigidez delas paredes ventriculares o ambas. Atendiendo a la afectación ventricular podemos clasificar la insuficiencia cardiaca en: o Insuficiencia cardiaca derecha o Insuficiencia cardiaca izquierda. DIAGNOSTICO. Los síntomas y signos de la IC son la clave para la detección precoz de la enfermedad, ya que son éstos los que impulsan al paciente a buscar atención médica. Electrocardiograma. Se realizará un electrocardiograma (ECG) a todos los pacientes con sospecha de IC. Los cambios electrocardiográficos son frecuentes en los pacientes con sospecha de IC. Entre las alteraciones podemos apreciar la taquicardia sinusal o bradicardia sinusal, fibrilación auricular, ondas Q, QRS mayor a 120ms con morfología de bloqueo completo de rama izquierda, hipertrofia ventricular izquierda. Un ECG anormal tiene poco valor predictivo para determinar la presencia de IC. Radiografía de tórax. La radiografía de tórax es una herramienta fundamental en el proceso diagnóstico de la insuficiencia cardiaca. La radiografía de tórax es útil para detectar cardiomegalia, que se define por un índice cardiotoraxico superior a 0.5, congestión pulmonar y acumulación de líquido pleural y puede evidenciar la presencia de enfermedad o infección pulmonar que podría causar o contribuir a la disnea. Pruebas de laboratorio. Un examen sistemático completo del paciente con sospecha de IC incluye un hemograma completo (hemoglobina, leucocitos y plaquetas), electrolitos séricos, creatinina sérica, tasa de filtración glomerular estimada (TFG), glucosa, pruebas de la función hepática y análisis de orina., son comunes la anemia leve, la hiponatremia, la hiperpotasemia y una función renal reducida, especialmente en pacientes tratados con diuréticos e inhibidores neurohormonales (inhibidores de la enzima de conversión de angiotensina [IECA], antagonistas de los receptores de angiotensina [ARA], antagonistas de la aldosterona). La determinación del péptido natriurético tipo B (BNP) y el pro-BNP aminoterminal (NT-proBNP) se introdujo como herramienta de diagnóstico59 y manejo60 de la IC. Troponinas. Ante la sospecha de IC y cuando el cuadro clínico indique un síndrome coronario agudo Eco cardiograma: Es una prueba sencilla e inocua, que aporta información de gran utilidad, y debería constituir en todos los centros un método diagnóstico de primera elección. Permite un pormenorizado estudio estructural y funcional del corazón que facilita notablemente el diagnóstico. Debe siempre realizarse en: a) la valoración inicial de la IC, b) el análisis de la función ventricular, que constituye un factor pronóstico importante, c) cuando se produzca deterioro clínico sin una causa aparente que lo justifique, d) para corroborar mejoría en presencia de cardiopatías potencialmente reversibles, y e) cuando ocurran eventos que hagan sospechar la aparición de una nueva patología (nuevo soplo, infarto agudo de miocardio, etc). Valoración de la función diastólica ventricular izquierda. La valoración de la función diastólica mediante la evaluación de los patrones de llenado ventricular permite detectar anomalías en la función diastólica o de llenado en pacientes con IC, que pueden ser la alteración predominante de la función cardiaca y, por lo tanto, confirmar el tercer componente necesario para el diagnóstico de IC. Esto se refiere especialmente a los pacientes sintomáticos con la FEVI conservada. TRATAMIENTO. Dieta y cambios en el estilo de vida Tratamiento de la causa Fármacos (numerosas clases) A veces, dispositivos (p. ej., cardiodesfibriblador implantable, terapia de resincronización cardíaca, soporte circulatorio mecánico) En ocasiones se requiere trasplante cardíaco Atención multidisciplinaria El objetivo primario es diagnosticar y corregir o tratar la enfermedad que produjo la insuficiencia cardíaca. Los objetivos a corto plazo consisten en aliviar los síntomas y mejorar el estado hemodinámica, con prevención concomitante de la hipopotasemia, la disfunción renal y la hipotensión arterial sintomática y corrección de la activación neurohumoral. Los objetivos a largo plazo incluyen la corrección de la hipertensión arterial, con prevención del infarto de miocardio y la aterosclerosis, la mejoría de la función cardíaca, la reducción de las hospitalizaciones y la prolongación de la supervivencia con mejor calidad de vida. El tratamiento requiere cambios en la dieta y el estilo de vida, fármacos, dispositivos y, en ocasiones, una intervención coronaria por vía percutánea o cirugía. El tratamiento se adapta al paciente, las causas, los síntomas y la respuesta a los fármacos, incluso los efectos adversos. Tratamiento inicial o de fase aguda. Diuréticos. De utilización en los períodos congestivos. Son de preferencia los diuréticos de asa (por ejemplo, furosemida, torasemida, etc.). Se utilizarán a bajas dosis. Una vez alcanzada la situación clínica estable, se conservará una mínima dosis de mantenimiento y, siempre que sea posible, se eliminarán. IECA. Se considera tratamiento de base del proceso, particularmente en caso de existir disfunción sistólica, constituyendo otra indicación fundamental la existencia de síntomas cuyo control pueda requerir el concurso de esta opción terapéutica. En caso de ser contraindicado, una alternativa el uso de los bloqueadores de receptores de la angiotensina (ARA II) (por ejemplo, losartán). Digital. La digoxina es muy útil para reducir la frecuencia cardíaca, especialmente si existe FA. Otra indicación de primer orden sería la constituida por la existencia de disfunción ventricular con fracción de eyección (FE) menor del 40%, en IC de grado II, III o IV (en caso de individuos asintomáticos, aun con una baja FE, no estaría indicada). Tratamiento de continuación. Agentes inotrópicos. De utilidad únicamente la digital, para casos en los que exista fibrilación auricular y/o disfunción sistólica severa (tercer tono y/o cardiomegalia). Sólo se continuará su administración si han sido indicados en el hospital. Vasodilatadores: a) Nitratos: de clara utilidad para el manejo de la IC en la cardiopatía isquémica b) Antagonistas del calcio: el único con seguridad reconocida, actualmente, para el tratamiento de la angina o hipertensión en pacientes con avanzada disfunción ventricular es el amlodipino. Antiagregantes: indicados cuando coexiste cardiopatía isquémica; en el resto de los casos, salvo sugerencias específicas, no tienen aplicación. A valorar en sentido crítico el cotratamiento con IECA y aspirina. Establecer etiología, con consulta de cardiólogo. Sospechar complicaciones y valorar condiciones de comorbilidad. Evaluar y modificar los factores de riesgo cardiovascular. Considerar el uso de diferentes clases de diuréticos para obtener una diuresis adecuada en pacientes resistentes. PRONOSTICO. El pronóstico es malo en ausencia de una causa subyacente corregible. La tasa de mortalidad es alta y se encuentra entre el 45 al 60% a los 5 años tras el diagnostico. Las mujeres tienen mejor pronóstico en comparación con los hombres. Se puede mejorar el en grado sustancial mediante intervenciones especificas para cada paciente. CONCLUSION. La insuficiencia cardíaca es un síndrome de disfunción ventricular que se caracteriza por la incapacidad cardiaca de bombear la sangre de manera eficaz. La insuficiencia ventricular izquierda causa disnea y fatiga, mientras que la insuficiencia ventricular derecha promueve la acumulación de líquido en los tejidos periféricos y el abdomen. Los ventrículos pueden verse involucrados en forma conjunta o por separado. El diagnóstico inicial se basa en la evaluación clínica y se confirma con radiografías de tórax, ecocardiografía y medición de las concentraciones plasmáticas de péptido natri urético. El tratamiento consiste en la educación delpaciente, diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA), bloqueantes de los receptores de angiotensina II, beta-bloqueantes, antagonistas de la aldosterona, inhibidores de la neprilisina, inhibidores del nodo sinusal, marcapasos/desfibriladores implantables y otros dispositivos especializados y la corrección de la causa o las causas del síndrome de insuficiencia cardíaca. Aunque la insuficiencia cardiaca posee un mal pronóstico, con los tratamientos actuales se puede prolongar un poco más la vida del paciente. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA. Dickstein K, Cohen solal A, Filipatos G. Guía de práctica clínica de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) para el diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardiaca aguda y crónica. 2011. Disponible en: http://secardiologia.es/images/stories/documentos/guia-icc.pdf Guadalajara Boo JF. Cardiología. 6ta edición. Méndez Editores, 2006, México. Lilly L. Cardiología. Bases fisiopatologías de las cardiopatías. 6ta edición. Walters Klumber editorial, 2014, Estados Unidos. Alvarez O. Síndrome coronario agudo: Diagnostico y tratamiento. Revista de Cardiologia. Disponible en: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/cardiologia/protocolo_de_sind_corona rio_agudo.pdf Solla I, Bembibre L. Manejo del Síndrome coronario agudo en Urgencias de Atención Primaria. Cadernos Atención Primaria 2011(18) 49-55. Disponible en: https://www.agamfec.com/wp/wp-content/uploads/2014/07/18_1_actua_1.pdf
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