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Inmunología y enfermedades autoinmunes del sistema nervioso: estudio de enfermedades como la esclerosis múltiple y la miastenia gravis Las enfermedades autoinmunes del sistema nervioso, como la esclerosis múltiple (EM) y la miastenia gravis (MG), son trastornos complejos en los que el sistema inmunológico ataca erróneamente componentes del sistema nervioso. Aquí se exploran estas enfermedades: 1. Esclerosis Múltiple (EM): La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al sistema nervioso central, causando inflamación y daño en la mielina, la capa protectora que rodea las fibras nerviosas. Esto conduce a la formación de placas o lesiones en el cerebro y la médula espinal, lo que interfiere con la transmisión de señales nerviosas. Se cree que la EM es el resultado de una respuesta inmune anormal en la que las células T y otras células del sistema inmunológico atacan la mielina y las células nerviosas. La inflamación resultante daña la mielina y las células nerviosas, lo que contribuye a los síntomas característicos de la EM, que pueden incluir problemas de visión, debilidad muscular, problemas de coordinación y fatiga. Aunque la causa exacta de la EM no se comprende completamente, se cree que implica una combinación de factores genéticos y ambientales. Se han identificado varios genes asociados con un mayor riesgo de desarrollar EM, y se han implicado factores ambientales, como la exposición a ciertos virus y la deficiencia de vitamina D, en el desarrollo de la enfermedad. El tratamiento de la EM generalmente implica el uso de medicamentos modificadores de la enfermedad, como los interferones y los fármacos inmunosupresores, que ayudan a reducir la frecuencia y la gravedad de los brotes y a retrasar la progresión de la enfermedad. 2. Miastenia Gravis (MG): La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune en la que los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico atacan los receptores de acetilcolina en la unión neuromuscular, interfiriendo con la transmisión de señales nerviosas a los músculos. Esto provoca debilidad muscular, fatiga y otros síntomas musculares. En la miastenia gravis, se cree que los anticuerpos bloqueadores y los linfocitos T citotóxicos contribuyen al daño en la unión neuromuscular al interferir con la señalización normal entre las células nerviosas y musculares. Esto resulta en una debilidad muscular fluctuante que empeora con la actividad y mejora con el descanso. Aunque la causa exacta de la miastenia gravis no se comprende completamente, se cree que implica una combinación de factores genéticos y ambientales. Se ha asociado con ciertos genes del sistema inmunológico, así como con infecciones virales y tumores, que pueden desencadenar la respuesta autoinmune. El tratamiento de la miastenia gravis puede incluir medicamentos que mejoran la transmisión neuromuscular, como los inhibidores de la colinesterasa y los inmunosupresores, así como terapias dirigidas a reducir la actividad del sistema inmunológico, como la terapia con inmunoglobulina intravenosa y la plasmaféresis. En resumen, tanto la esclerosis múltiple como la miastenia gravis son enfermedades autoinmunes del sistema nervioso que involucran respuestas inmunes anormales que afectan a la mielina, las células nerviosas y los receptores neuromusculares. El tratamiento de estas enfermedades se centra en reducir la inflamación y la actividad del sistema inmunológico para prevenir el daño y aliviar los síntomas.
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