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U. N. M. S. M. Centro de Estudiantes de Medicina XXIX Curso de Terapéutica Médica 2024 SINDROME DE OJO ROJO Dr. José S. Niño Montero Profesor principal Facultad de Medicina jninom@unmsm.edu.pe Examen en el paciente con ojo rojo Anamnesis. Tiempo de duración y evolución, síntomas asociados (ardor, lagrimeo, fotofobia, secreción, etc.). Preguntar por traumatismos, uso de medicamentos, enfermedades oculares y sistémicas. Dolor periocular ó retroocular, puede estar asociado a una patología intraocular u orbitaria. Agudeza visual. Si un trauma ocular se asocia a disminución de la agudeza visual debe ser derivado al especialista Eversión tarsal, realizarse en todo paciente con ojo rojo. Tinción con fluoresceína Es un colorante biológico con afinidad para membranas basales, células muertas, proteínas y la lágrima. Al iluminarse con luz azul, su color amarillo intenso permite detectar áreas de erosión epitelial y cuerpos extraños. Estimación digital de la presión intraocular. Se compara entre los ojos del paciente, o del paciente con otra persona, y definir si hay hipertonía o hipotonía. Forma y tamaño de la pupila. La irregularidad de la forma de la pupila (discoria), nos orienta a un proceso intraocular (uveítis) o un trauma ocular. Diferente diámetro entre ambas (anisocoria), miosis puede corresponder a uveítis y midriasis a un glaucoma agudo. Exploración del segmento anterior. La inspección permitirá distinguir claramente 4 tipos de ojo rojo: Hemorragia subconjuntival. Hiperemia localizada. Hiperemia central o periquerática. Hiperemia periférica. Ojo rojo periférico Ojo rojo periquerático hemorragia subconjuntival Ojo rojo localizado Diagnóstico diferencial del ojo rojo. Las diferentes causas de ojo rojo las clasificaremos de acuerdo al siguiente esquema: 1.- De origen palpebral y/o periocular. Orzuelo. Chalazión. Blefaritis. Celulitis. Dacriocistitis. 2.- De predominio periférico. Conjuntivitis infecciosa. Conjuntivitis alérgica. Síndrome de ojo seco. 3.- Ojo rojo localizado. Pterigión. Pinguécula. Epiescleritis y escleritis. Hemorragia subconjuntival. 4.- Ojo rojo periquerático. Queratitis. Uveítis , Glaucoma agudo. 1. OJO ROJO DE ORIGEN PALPEBRAL Y PERIOCULAR. Orzuelo. Infección estafilocócica del folículo de una pestaña y/o de sus glándulas anexas (glándulas de Zeis o de Moll). Aumento de volumen eritematoso localizado y sensible a la palpación, ubicado en el borde libre palpebral. Tratamiento: aplicación de compresas tibias y el uso de antibióticos tópicos. Chalazión. Quiste de retención de la glándula de Meibomio por obstrucción de su drenaje en el borde libre palpebral, con acumulación de la secreción grasa y reacción inflamatoria granulomatosa. Más frecuente en niños, pacientes con acné rosácea y asociado a blefaritis. Tratamiento: masaje con compresas tibias ayuda a su reabsorción. Su persistencia de más de un mes debe realizarse curetaje quirúrgico para mejorar el aspecto estético del párpado. Blefaritis. Afección del borde libre palpebral, alteración en la cantidad y composición de la secreción sebácea de las glándulas de Meibomio, con presencia de caspa y costras grasas en las pestañas, asociada a cambios inflamatorios palpebrales de intensidad variable. Tratamiento: aseo diario del borde palpebral para remover la grasa, lágrimas artificiales para lubricar la superficie ocular, y reducir el ojo seco. En blefaritis estafilocócicas antibiótico tópico prolongado y en blefaritis asociada a rosácea usar tetraciclinas orales Celulitis preseptal y orbitaria. Preseptal: infección del tejido celular subcutáneo del párpado, secundaria a orzuelos, heridas palpebrales o picaduras de insectos. Aumento de volumen difuso y sensible del párpado, con hiperemia conjuntival difusa. Tratamiento: ambulatorio con antibióticos sistémicos y control periódico. Orbitaria: compromiso infeccioso de la órbita, grave riesgo de alteración funcional del globo ocular, extensión a la cavidad encefálica y riesgo vital para el paciente. Dacriocistitis. Infección del saco lagrimal, asociada a una obstrucción del conducto lacrimonasal. Aumento de volumen inflamatorio y doloroso en la zona del saco lagrimal, reflujo de pus por el punto lagrimal al presionar saco lagrimal. Tratamiento: antibiótico sistémico con cobertura para estafilococo, etiología más frecuente. La resolución quirúrgica de la obstrucción del conducto lacrimonasal es necesaria. 2. OJO ROJO DE PREDOMINIO PERIFÉRICO. Conjuntivitis Bacteriana. Ojo rojo periférico de comienzo unilateral, rápida evolución (menos de 24 hrs), asociado a secreción mucopurulenta. Es posible edema palpebral, quemosis y queratitis punctata leve. El dolor periocular es raro, siendo la principal molestia el ardor. Los antibacterianos más usados son los aminoglucósidos, el cloranfenicol y las fluoroquinolonas de 2da y 4ta generación, cada 2-4 horas por un periodo de 5-7 días. Conjuntivitis Viral. El cuadro clínico de la conjuntivitis viral es prácticamente indistinguible de la conjuntivitis bacteriana, salvo por un comienzo menos violento y por la frecuente asociación a un cuadro viral respiratorio o sistémico. La secreción purulenta suele ser menos frecuente Conjuntivitis alérgicas. Ojo rojo superficial bilateral, frecuente en primavera y verano, síntoma cardinal es el prurito. Es un cuadro crónico y recurrente, con exacerbaciones de variable intensidad. Se asocia a otras alergias como rinitis, asma y dermatitis. Tratamiento: con antihistamínicos sistémicos suele ser inefectivo, siendo el uso tópico de estabilizadores de mastocitos y antihistamínicos la base del tratamiento. Síndrome de ojo seco. Corresponde a un grupo de enfermedades cuyo factor en común es el hallazgo de una película lagrimal inestable, que no mantiene la humectación y protección necesaria del epitelio corneal. Se manifiesta por ojo rojo bilateral, asociado a una sensación de arenilla característica. La tinción fluoresceínica muestra un patrón punteado en la zona interpalpebral de la cornea. Es muy frecuente en mujeres postmenopáusicas y asociado a enfermedades reumatológicas. El tratamiento primario se basa en el uso de lágrimas artificiales permanentemente. 3. OJO ROJO LOCALIZADO. Pinguécula. Degeneración elastoide de la conjuntiva, de alta prevalencia en la población adulta, y que se localiza en la conjuntiva bulbar nasal en el meridiano horizontal. Se inflama por desecación, luz solar y roce mecánico, dando un ojo rojo localizado, autolimitado, cede con de lágrimas artificiales y colirios vasoconstrictores. Pterigión. Proliferación fibrovascular de la conjuntiva bulbar nasal y menos frecuentemente temporal, localizada en la apertura palpebral, puede invadir la córnea. Se asocia a alta exposición solar, viento y polvo. Dada su alta tasa de recidivas, se indica su resección cuando obstruye el eje visual o induce un astigmatismo corneal significativo. Epiescleritis. Inflamación de la epiesclera, tejido conectivo localizado bajo la conjuntiva bulbar, recubre la esclera. Episodios únicos o recurrentes autolimitados de ojo rojo localizado y la presencia de un nódulo subconjuntival, asociado a dolor. Con colirio vasoconstrictor se reduce la hiperemia conjuntival, pero persiste la hiperemia epiescleral diferenciadola de la conjuntivitis. Se asocia a enfermedades autoinmunes hasta en un 50% de los casos. Tratamiento: es sintomático mediante colirios de lubricantes, corticoides y descongestionantes. Escleritis. Pobremente vascularizada, rica en fibras colágenas y fibroblastos, análoga histológicay funcionalmente a las vainas sinoviales de las articulaciones. La inflamación de la esclera implica necrosis y colagenolisis, con alta asociación a enfermedades autoinmunes sistémicas del colágeno. Las manifestaciones clínicas de la escleritis son ojo rojo localizado o difuso, muy doloroso y la parte afectada se observa de color violáceo. Hemorragia subconjuntival. La hemorragia subconjuntival es un motivo frecuente de consulta. Las principales causas son: el stress, los tratamientos anticoagulantes y consumo de AINE, y las maniobras de valsalva, que condicionan la ruptura de los capilares de la vasculatura de la conjuntiva, y su extravasación hacia el espacio subconjuntival. Sin antecedentes de trauma o enfermedad ocular previa y examen oftalmológico normal. Tratamiento. informar al paciente y explicar la historia natural con desaparición en 2 a 4 semanas. 4. Ojo rojo de predominio periquerático. Queratitis. Se manifiesta por ojo rojo periquerático, baja agudeza visual, y opacidad localizada o difusa de la cornea. Si hay defecto epitelial o ulceración asociada, esta será posible ser detectada con la tinción fluoresceínica. Presenta intensa fotofobia, epífora y blefaroespasmo. Existen queratitis virales (la herpética es la más frecuente con su clásica ulcera dendrítica), bacterianas, por medicamentos, traumáticas, usuarios de lentes de contacto, queratitis actínica por quemadura solar, etc... Uveitis La úvea se encuentra entre la esclera y la retina. Tres segmentos: la porción anterior compuesta por el iris y el cuerpo ciliar, una porción intermedia compuesta por la pars plana del cuerpo ciliar, y una porción posterior compuesta por la coroides, que nutre a la retina. La uveítis anterior es sinónimo de iridociclitis, la uveítis intermedia es sinónimo de pars planitis, y la uveítis posterior de coroiditis. Ojo rojo periquerático uni o bilateral, dolor, baja agudeza visual, miosis y discoria pupilar por sinequias posteriores. Frecuente la hipotonía ocular (ya que el cuerpo ciliar disminuye su producción de humor acuoso). Se asocia a diversas enfermedades sistémicas de tipo infeccioso, autoinmune o vasculitis, en más de un 50% de casos no logra establecerse la causa. Glaucoma agudo. Es una emergencia oftalmológica. Ojo rojo periquerático, dolor intenso, fotofobia y epífora. Agudeza visual disminuida, hay opacificación de la córnea, pero no hay lesión que tiña con fluoresceína. La pupila generalmente se encuentra en semimidriasis y no responde a la luz. La PIO elevada (sobre los 40 mm Hg.). Puede haber nauseas y vómitos. El tratamiento inicial busca reducir la presión intraocular por vía sistémica y tópica. Puede administrarse diuréticos osmóticos, inicialmente una infusión intravenosa de manitol al 15-20 % a pasar 500 ml en 30 minutos. Si la tolerancia gástrica lo permite, glicerina, 1 mg por kg de peso. Si las condiciones lo permiten, prescribir acetazolamida oral a dosis de 250-500 mg c/8 hrs, y conjuntamente iniciar la instilación tópica de colirios hipotensores, como el timolol al 0.5% c/8 hrs y/o alfa agonistas (brimonidina). Derivar para el tratamiento realizado por el especialista, que será la realización de iridotomías láser en ambos ojos para resolver el bloqueo pupilar causante de la alza brusca de presión. Criterios de derivación en un paciente con ojo rojo. • Antecedente de enfermedad ocular previa o en tratamiento actual. • Si hubo trauma ocular o uso de lentes de contacto. • Si al examen se constata un o más de los siguientes hallazgos: - disminución de la agudeza visual. - dolor periocular. - ojo rojo periquerático. - alteración del reflejo pupilar. • Si la conclusión diagnóstica del médico general es alguna de las siguientes: - Glaucoma. - Queratitis. - Uveítis. - Escleritis. - Celulitis orbitaria. • Si hay ausencia de respuesta al tratamiento para las otras causas de ojo rojo. ¡Muchas gracias! Slide 1: U. N. M. S. M. 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