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PARTE UNO Principios básicos La ética en Los negocios es ética apLicada. es La apLicación de nuestra comprensión de Lo que es bueno y correcto a esa variedad de instituciones, tecnoLogías, transacciones, actividades y búsquedas LLamadas negocios. un anáLisis de La ética en Los negocios debe comenzar por proporcionar un marco de trabajo de Los principios básicos para entender qué significan Los términos bueno y correcto; sóLo entonces se procede a un anáLisis productivo sobre Las impLicaciones que tienen en eL mundo de Los negocios. estos dos primeros capítuLos proporcionan ese marco de trabajo. eL capítuLo 1 describe, de manera generaL, qué es La ética en Los negocios y expLica eL enfoque gLobaL deL Libro. eL capítuLo 2 describe varios enfoques específicos de La ética en Los negocios, Los cuaLes, juntos, aportan una base para eL anáLisis de Los aspectos éticos en Los negocios. � Vela�squez 01.indd 1 24/5/06 08:37:46 1 Las empresas estadounidenses fueron capaces de comercializar en Vietnam después de que, en 1994, el presidente Bill Clinton levantó el embargo económico aplicado por Estados Unidos. Ética y negocios ¿Qué es la “ética en los negocios”? ¿Cuáles son las seis etapas básicas del desarrollo moral? ¿Se deben aplicar los estándares morales a los negocios? ¿En qué circunstancias una persona es moralmente responsable de actuar mal? � Vela�squez 01.indd 3 24/5/06 08:37:56 � PRinciPios básicos La mejor manera de iniciar un análisis de la ética en los negocios es observar cómo las compañías reales han incorporado la ética en sus operaciones. Considere entonces la forma como Merck and Company manejó el problema de la “ceguera de río”. La ceguera de río es una enfermedad mortal que aflige a unos 18 millones de personas sin recursos en lugares remotos cerca de los cauces de los ríos, en las regiones tropicales de África y América Latina. La causa es un pequeño gusano parásito que se transmite de persona a persona mediante la mordida de la mosca negra, que se reproduce en las aguas de los ríos. El pequeño gusano hace su madriguera debajo de la piel, donde llega a crecer hasta dos pies enrollado dentro de horribles nódulos de media a una pulgada de diámetro. Dentro de los nódulos, el gusano se reproduce dejando millones de descendientes micros- cópicos, llamados microfilaria, que se arrastran por todo el cuerpo bajo la piel, decolorán- dola cuando migran, causando lesiones y una comezón tan intensa que las víctimas han llegado a suicidarse. Con el tiempo, la microfilaria invade los ojos y ciega a la víctima. El esparcimiento de pesticidas para erradicar a la mosca negra fracasaron cuando ésta desarrolló inmunidad a ellos. Más aún, las únicas drogas disponibles para tratar el parásito en los humanos son tan costosas, tienen efectos secundarios tan severos y requieren una hospitalización tan larga, que el tratamiento es impráctico para las humildes víctimas que viven en las comunidades aisladas. En muchos países, las personas han desalojado las áreas cercanas a los ríos, abandonando tierras fértiles. Sin embargo, muchas han regresado por- que es difícil cultivar en otros terrenos. La mayoría de los habitantes han llegado a aceptar los nódulos, la tortura de la comezón y la posible ceguera como parte irremediable de la vida. En 1979, el doctor William Campbell, un científico investigador que trabajaba para Merck and Company, un laboratorio estadounidense, descubrió en Ivermectin, una de las medicinas para perros que más vendía la compañía, evidencias de que podía matar el pa- rásito que causa la ceguera de río. Un análisis más detallado indicó que Ivermectin podía proporcionar una cura a bajo costo, segura y sencilla para esta terrible enfermedad. Por lo tanto, Campbell y su equipo de investigación pidieron al presidente de Merck, el doctor P. Roy Vagelos, que les permitiera desarrollar una versión humana del medicamento, hasta entonces sólo usado en animales. Los directivos de Merck se dieron cuenta rápidamente de que aun cuando la compañía tuviera éxito en el desarrollo de la versión humana de la medicina, las víctimas del mal eran demasiado pobres para comprarla. La investigación médica y las pruebas clínicas a gran escala, requeridas para desarrollar la versión de la droga para humanos, podían costar 100 millones de dólares. Era poco probable que la compañía recuperara estos costos o que pu- diera desarrollar un mercado viable en las regiones pobres donde prevalecía la enfermedad. Todavía más, incluso si pudieran pagar la droga, sería virtualmente imposible distribuirla porque las víctimas vivían en lugares remotos y no tenían acceso a doctores, hospitales, clínicas o expendios de medicamentos comerciales. Algunos administradores señalaron que si la droga tuviera efectos secundarios adversos al administrarla en humanos, la mala publicidad podría afectar la venta de la versión para animales, que representaba alrededor de 300 millones de dólares al año.1 El riesgo del uso incorrecto de la droga en países en desarrollo aumentaba potencialmente el daño y la mala publicidad. Por último, si estuviera disponible una versión de bajo costo de la droga, podría introducirse en los mercados ne- gros y ser vendida para animales, minando con ello las lucrativas ventas que los veterinarios hacían del Ivermectin. Los directivos de Merck no sabían qué hacer. Aunque la compañía tuviera ventas mundiales por dos mil millones al año, su ingreso neto como porcentaje de las ventas declinaba debido al rápido incremento en los costos de desarrollo de nuevas drogas, los reglamentos cada vez más restrictivos y costosos impuestos por el gobierno, la falta de descubrimientos científicos básicos y la disminución de la productividad en los programas de investigación de la compañía. El Congreso de Estados Unidos estaba listo para aprobar la Drug Regulation Act, que intensificaría la competencia en la industria farmacéutica I N T R O D U C C I Ó N Vela�squez 01.indd 4 24/5/06 08:37:56
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