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70 PrinciPios básicos acciones particulares implicadas en él sólo en términos de esta regla. Hacer esto permite al utilitarismo escapar a los contraejemplos sin daño. El contraejemplo que incluye al tío rico y al heredero homicida, por ejemplo, es una situación en la que se mata a una persona. En estas situaciones, la regla utilitaria argumenta que está claro que una regla moral que prohíbe matar sin el debido proceso de la ley, a la larga, tendrá una utilidad mayor para la sociedad que otros tipos de reglas. Por lo tanto, esa regla es la correcta para aplicar en el caso. Sería incorrecto que el heredero matara a su tío porque al hacerlo se viola la regla moral correcta, y el hecho de que el homicidio en esta ocasión dada maximiza la utilidad es irrelevante. En el caso sobre los salarios de subsistencia, la regla utilitaria alegaría que debe tratarse de manera similar. Está claro que prohíbe los salarios de subsistencia innecesarios en una sociedad, lo que a la larga generará una utilidad mayor que la regla que los permite. Sería correcto invocar esa regla al preguntar si la práctica de salarios de esclavitud es moralmente permisible, y entonces la práctica se rechazaría como éticamente incorrecta aun cuando maximice la utilidad en una situación específica. La táctica de la regla utilitaria, sin embargo, no satisface a los críticos del utilitarismo que han señalado una dificultad importante en la posición de esta regla: según los críticos, la regla utilitaria es utilitarismo tradicional disfrazado.28 Ellos argumentan que las reglas que permiten excepciones (benéficas) producirán más utilidad que las reglas que no las permi- ten. No obstante, una vez que una regla permite excepciones, afirman, permitirá las mismas injusticias y violaciones de los derechos que el utilitarismo tradicional. Algunos ejemplos aclaran lo que estos críticos quieren decir. Ellos aseguran que si una regla permite a las personas hacer excepciones siempre que maximice la utilidad, entonces, producirá mayor utilidad que si no se permite la excepción. Por ejemplo, se genera más utilidad mediante una regla que dice, “las personas no deben matarse sin el debido proceso excepto cuando al hacerlo se produzca más utilidad que al no hacerlo”, con una regla que establece simplemente, “las personas no deben matarse sin el debido proceso”. La primera regla siempre maximiza la utilidad, mientras que la segunda maximizará la utilidad sólo la mayor parte del tiempo (porque la segunda regla requiere con rigidez el proceso debido aun cuando diera más beneficios eliminarlo). Como la regla utilitaria sostiene que la regla moral correcta es la que produce más utilidad, debe sostener que la regla moral correcta es la que permite ex- cepciones cuando éstas maximizan la utilidad. Una vez que la cláusula de excepción se hace parte de la regla, señalan los críticos, entonces aplicarla a una acción tendrá exactamente las mismas consecuencias que aplicar el criterio del utilitarismo tradicional directamente a la acción, porque el criterio utilitario es ahora parte de la regla. En el caso del tío enfermo y el heredero homicida, por ejemplo, la regla de que “las personas no se deben matar sin el proceso debido excepto cuando hacerlo produzca más utilidad que no hacerlo” ahora permite al heredero homicida matar a su tío justo como lo hizo el utilitarismo tradicional. De manera similar, se genera más utilidad con una regla que dice, “los salarios de subsistencia se pro- híben excepto en aquellas situaciones en que maximicen la utilidad” que la que se genera por una regla que sólo dice, “los salarios de subsistencia están prohibidos”. Por lo tanto, la regla que permite excepciones será la “correcta”. Pero esta regla “correcta” ahora permite a la sociedad descrita instituir esclavitud en los salarios como lo hizo el utilitarismo tradicional. La regla utilitaria, entonces, es una forma disfrazada del utilitarismo tradicional, y los con- traejemplos que establecen dificultades para una parecen establecer las mismas dificultades para la otra. Muchos defensores de la regla utilitaria no admiten que las reglas producen más uti- lidad cuando permiten excepciones. Como la naturaleza humana es débil y tiene intereses personales, aseguran, los humanos se aprovecharán de cualquier excepción permitida, y esto dejará a todos en peores condiciones. Otros utilitarios se rehúsan a admitir que los contraejemplos de los críticos son correctos. Afirman que si matar a una persona sin el debido proceso en realidad produce más utilidad que todas las demás alternativas factibles, entonces, todas las otras alternativas deben tener peores consecuencias. Si esto es cierto, entonces matar a una persona sin el proceso debido en realidad sería moralmente correcto. Repaso breve 2.2 Evaluación del utilita- rismo • Los críticos dicen que no todos los valores son mensurables • Los defensores del utilita- rismo responden que las medidas monetarias y las de sentido común permi- ten medir todo • Los críticos dicen que el utilitarismo falla con los derechos y la justicia • Los defensores del utili- tarismo responden que la regla utilitaria permite manejar los derechos y la justicia Vela�squez 02.indd 70 24/5/06 08:39:49 PrinciPios éticos en los negocios 71 De igual manera, si en ciertas circunstancias los salarios de subsistencia en realidad son el medio que ocasiona la menor lesión (social) para hacer el trabajo, entonces en esas circuns- tancias serán moralmente correctos, justo como lo implica el utilitarismo. Por lo tanto, existen dos límites principales para los métodos utilitarios de razona- miento moral, aunque el grado preciso de esos límites es controversial. Primero, es difícil usar los métodos utilitarios cuando se manejan valores que no es sencillo —y tal vez sea imposible— medir cuantitativamente. Segundo, el utilitarismo en sí parece manejar de forma inadecuada las situaciones relacionadas con los derechos y la justicia, aunque algu- nos han tratado de remediar esta deficiencia restringiendo el utilitarismo a la evaluación de las reglas. Para aclarar estas ideas, las siguientes dos secciones examinan los métodos de razonamiento moral que manejan de modo explícito dos aspectos morales en los que el utilitarismo parece estar mal: derechos y justicia. 2.2 Derechos y obligaciones El 3 de marzo de 2004, los ejecutivos de Walt Disney, el segundo conglomerado de medios del mundo, fueron confrontados por un grupo de accionistas preocupados sobre el registro de los derechos humanos de la compañía en China. Además de ser propietarios de varios parques de diversiones, redes de televisión y radio (ABC, Disney Channel, ESPN), y estu- dios de filmación, Walt Disney vende mercancía basada en sus personajes y películas, in- cluyendo juguetes, vestimenta, relojes, electrónicos y accesorios. Mucha de esta mercancía se manufactura en China, en fábricas que contratan con Disney para producir los artículos de acuerdo a las especificaciones de la compañía. El Congressional-Executive Commission sobre China, un grupo establecido por el Congreso de Estados Unidos en 2001, reportó en 2003, que “el mal historial de China para proteger los derechos reconocidos internacional- mente de sus trabajadores no ha cambiado de manera significativa durante el año pasado. Los trabajadores chinos no forman ni se unen a sindicatos comerciales independientes, quienes buscan desagravio por malas acciones cometidas por sus empleadores con frecuen- cia se enfrentan a acoso y cargos criminales. Más aún, la mano de obra infantil continúa siendo un problema en algunos sectores de la economía y es común el trabajo forzado de los prisioneros”. En su Country Reports on Human Rights Practices, de marzo de 2003, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que la economía de China también hacía uso masivo de trabajos forzados en prisión.29 Las prisiones de China contienen a grandes números de disidentes políticos que fueronforzados en trabajos pesados, peligrosos y sin paga para “reformarlos” o “reeducarlos”. Los materiales producidos en estas prisiones con frecuencia fueron comprados por fábricas que los incorporaban en sus propios productos. En 2001, el Hong Kong Christian Industrial Committee realizó visitas personales en- cubiertas a una docena de las fábricas chinas de Walt Disney y reportó que se encontraron “un número de horas de trabajo excesivas, salarios de pobreza, multas no razonables, con- diciones de trabajo peligrosas, mala comida y dormitorios con demasiadas personas”. Otro informe publicado en 2002 por el Comité Nacional del Trabajo, titulado “Toys of Misery” observó las terribles condiciones de trabajo en las 19 fábricas de Disney que investigó dicho comité. Según el informe, no sólo se pagaba por debajo del estándar a los trabajado- res sino que “se enfrentaban a largas horas de tiempo extra forzado que les dejaban dos o tres horas para dormir en la noche” y “estaban constantemente expuestos a químicos que los enfermaban”. Alarmados por los informes de las condiciones de las fábricas chinas que producían la mercancía de Disney y preocupados porque estuvieran usando materiales hechos con tra- bajo forzado, un grupo de accionistas convocó una reunión urgente para votar en favor de hacer que la compañía adoptara 11 “principios diseñados para comprometer a la empresa a un conjunto exhaustivo y ampliamente aceptado de estándares de derechos humanos y del trabajo para China”. Los principios incluían: Vela�squez 02.indd 71 24/5/06 08:39:49
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