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Etica En Los Negocios-páginas-37

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acciones particulares implicadas en él sólo en términos de esta regla. Hacer esto permite al 
utilitarismo escapar a los contraejemplos sin daño.
El contraejemplo que incluye al tío rico y al heredero homicida, por ejemplo, es una 
situación en la que se mata a una persona. En estas situaciones, la regla utilitaria argumenta 
que está claro que una regla moral que prohíbe matar sin el debido proceso de la ley, a la 
larga, tendrá una utilidad mayor para la sociedad que otros tipos de reglas. Por lo tanto, esa 
regla es la correcta para aplicar en el caso. Sería incorrecto que el heredero matara a su tío 
porque al hacerlo se viola la regla moral correcta, y el hecho de que el homicidio en esta 
ocasión dada maximiza la utilidad es irrelevante.
En el caso sobre los salarios de subsistencia, la regla utilitaria alegaría que debe tratarse 
de manera similar. Está claro que prohíbe los salarios de subsistencia innecesarios en una 
sociedad, lo que a la larga generará una utilidad mayor que la regla que los permite. Sería 
correcto invocar esa regla al preguntar si la práctica de salarios de esclavitud es moralmente 
permisible, y entonces la práctica se rechazaría como éticamente incorrecta aun cuando 
maximice la utilidad en una situación específica.
La táctica de la regla utilitaria, sin embargo, no satisface a los críticos del utilitarismo 
que han señalado una dificultad importante en la posición de esta regla: según los críticos, la 
regla utilitaria es utilitarismo tradicional disfrazado.28 Ellos argumentan que las reglas que 
permiten excepciones (benéficas) producirán más utilidad que las reglas que no las permi-
ten. No obstante, una vez que una regla permite excepciones, afirman, permitirá las mismas 
injusticias y violaciones de los derechos que el utilitarismo tradicional. Algunos ejemplos 
aclaran lo que estos críticos quieren decir. Ellos aseguran que si una regla permite a las 
personas hacer excepciones siempre que maximice la utilidad, entonces, producirá mayor 
utilidad que si no se permite la excepción. Por ejemplo, se genera más utilidad mediante 
una regla que dice, “las personas no deben matarse sin el debido proceso excepto cuando al 
hacerlo se produzca más utilidad que al no hacerlo”, con una regla que establece simplemente, 
“las personas no deben matarse sin el debido proceso”. La primera regla siempre maximiza 
la utilidad, mientras que la segunda maximizará la utilidad sólo la mayor parte del tiempo 
(porque la segunda regla requiere con rigidez el proceso debido aun cuando diera más 
beneficios eliminarlo). Como la regla utilitaria sostiene que la regla moral correcta es la 
que produce más utilidad, debe sostener que la regla moral correcta es la que permite ex-
cepciones cuando éstas maximizan la utilidad. Una vez que la cláusula de excepción se hace 
parte de la regla, señalan los críticos, entonces aplicarla a una acción tendrá exactamente 
las mismas consecuencias que aplicar el criterio del utilitarismo tradicional directamente a 
la acción, porque el criterio utilitario es ahora parte de la regla. En el caso del tío enfermo 
y el heredero homicida, por ejemplo, la regla de que “las personas no se deben matar sin el 
proceso debido excepto cuando hacerlo produzca más utilidad que no hacerlo” ahora permite al 
heredero homicida matar a su tío justo como lo hizo el utilitarismo tradicional. De manera 
similar, se genera más utilidad con una regla que dice, “los salarios de subsistencia se pro-
híben excepto en aquellas situaciones en que maximicen la utilidad” que la que se genera por una 
regla que sólo dice, “los salarios de subsistencia están prohibidos”. Por lo tanto, la regla 
que permite excepciones será la “correcta”. Pero esta regla “correcta” ahora permite a la 
sociedad descrita instituir esclavitud en los salarios como lo hizo el utilitarismo tradicional. 
La regla utilitaria, entonces, es una forma disfrazada del utilitarismo tradicional, y los con-
traejemplos que establecen dificultades para una parecen establecer las mismas dificultades 
para la otra.
Muchos defensores de la regla utilitaria no admiten que las reglas producen más uti-
lidad cuando permiten excepciones. Como la naturaleza humana es débil y tiene intereses 
personales, aseguran, los humanos se aprovecharán de cualquier excepción permitida, y 
esto dejará a todos en peores condiciones. Otros utilitarios se rehúsan a admitir que los 
contraejemplos de los críticos son correctos. Afirman que si matar a una persona sin el 
debido proceso en realidad produce más utilidad que todas las demás alternativas factibles, 
entonces, todas las otras alternativas deben tener peores consecuencias. Si esto es cierto, 
entonces matar a una persona sin el proceso debido en realidad sería moralmente correcto. 
Repaso breve 2.2
Evaluación del utilita-
rismo
• Los críticos dicen que 
no todos los valores son 
mensurables
• Los defensores del utilita-
rismo responden que las 
medidas monetarias y las 
de sentido común permi-
ten medir todo
• Los críticos dicen que el 
utilitarismo falla con los 
derechos y la justicia
• Los defensores del utili-
tarismo responden que 
la regla utilitaria permite 
manejar los derechos y la 
justicia
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De igual manera, si en ciertas circunstancias los salarios de subsistencia en realidad son el 
medio que ocasiona la menor lesión (social) para hacer el trabajo, entonces en esas circuns-
tancias serán moralmente correctos, justo como lo implica el utilitarismo.
Por lo tanto, existen dos límites principales para los métodos utilitarios de razona-
miento moral, aunque el grado preciso de esos límites es controversial. Primero, es difícil 
usar los métodos utilitarios cuando se manejan valores que no es sencillo —y tal vez sea 
imposible— medir cuantitativamente. Segundo, el utilitarismo en sí parece manejar de 
forma inadecuada las situaciones relacionadas con los derechos y la justicia, aunque algu-
nos han tratado de remediar esta deficiencia restringiendo el utilitarismo a la evaluación 
de las reglas. Para aclarar estas ideas, las siguientes dos secciones examinan los métodos 
de razonamiento moral que manejan de modo explícito dos aspectos morales en los que el 
utilitarismo parece estar mal: derechos y justicia.
2.2 Derechos y obligaciones
El 3 de marzo de 2004, los ejecutivos de Walt Disney, el segundo conglomerado de medios 
del mundo, fueron confrontados por un grupo de accionistas preocupados sobre el registro 
de los derechos humanos de la compañía en China. Además de ser propietarios de varios 
parques de diversiones, redes de televisión y radio (ABC, Disney Channel, ESPN), y estu-
dios de filmación, Walt Disney vende mercancía basada en sus personajes y películas, in-
cluyendo juguetes, vestimenta, relojes, electrónicos y accesorios. Mucha de esta mercancía 
se manufactura en China, en fábricas que contratan con Disney para producir los artículos 
de acuerdo a las especificaciones de la compañía. El Congressional-Executive Commission 
sobre China, un grupo establecido por el Congreso de Estados Unidos en 2001, reportó en 
2003, que “el mal historial de China para proteger los derechos reconocidos internacional-
mente de sus trabajadores no ha cambiado de manera significativa durante el año pasado. 
Los trabajadores chinos no forman ni se unen a sindicatos comerciales independientes, 
quienes buscan desagravio por malas acciones cometidas por sus empleadores con frecuen-
cia se enfrentan a acoso y cargos criminales. Más aún, la mano de obra infantil continúa 
siendo un problema en algunos sectores de la economía y es común el trabajo forzado de 
los prisioneros”. En su Country Reports on Human Rights Practices, de marzo de 2003, el 
Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que la economía de China también hacía 
uso masivo de trabajos forzados en prisión.29 Las prisiones de China contienen a grandes 
números de disidentes políticos que fueronforzados en trabajos pesados, peligrosos y sin 
paga para “reformarlos” o “reeducarlos”. Los materiales producidos en estas prisiones con 
frecuencia fueron comprados por fábricas que los incorporaban en sus propios productos.
En 2001, el Hong Kong Christian Industrial Committee realizó visitas personales en-
cubiertas a una docena de las fábricas chinas de Walt Disney y reportó que se encontraron 
“un número de horas de trabajo excesivas, salarios de pobreza, multas no razonables, con-
diciones de trabajo peligrosas, mala comida y dormitorios con demasiadas personas”. Otro 
informe publicado en 2002 por el Comité Nacional del Trabajo, titulado “Toys of Misery” 
observó las terribles condiciones de trabajo en las 19 fábricas de Disney que investigó 
dicho comité. Según el informe, no sólo se pagaba por debajo del estándar a los trabajado-
res sino que “se enfrentaban a largas horas de tiempo extra forzado que les dejaban dos o 
tres horas para dormir en la noche” y “estaban constantemente expuestos a químicos que 
los enfermaban”.
Alarmados por los informes de las condiciones de las fábricas chinas que producían la 
mercancía de Disney y preocupados porque estuvieran usando materiales hechos con tra-
bajo forzado, un grupo de accionistas convocó una reunión urgente para votar en favor de 
hacer que la compañía adoptara 11 “principios diseñados para comprometer a la empresa a 
un conjunto exhaustivo y ampliamente aceptado de estándares de derechos humanos y del 
trabajo para China”. Los principios incluían:
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