Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Frente a fenómenos como el hitlerisrno, no tendría ahora ninguna significación el otorgar amplias concesiones al modernismo, es más, sólo aumentaría la confusión y el embrollo. Y no digo que en Francia las cosas sean más fáciles, ya que justamente en este país ha surgido la teoría de contraponer la "religión de la patria" a la "romana", lo cual permite pronosticar un incremento del naciona lismo patriótico y no del cosmopolitismo romano. Del artículo ele la Cioilta Cattolica del 3 de noviembre de 1928 extraemos los siguientes elementos: se menciona que también en Italia Maurras ha encontrados defensores entre los católicos; se habla de "imitadores o fautores, evidentes u ocultos, pero igual mente aberrantes de la plenitud de la fe y de la moral católica, en la teoría o en la práctica, proclamándola y aun ilusionándose de querer defenderla integralmente por encima de todo". La Ac tion franqaise '1anzó contra quien escribe estas líneas (el padre Rosa) un cúmulo de vilipendios y calumnias increíbles (sic), hasta aquella repetidamente insinuada de ¡asesinos y ejecutores despia dados de hermanos!". Analizar cuándo y cómo fueron hechas estas acusaciones contra el padre Rosa. Entre los jesuitas existía un sector integralista y favorable a Maurras, con hombres de primera plana como el cardenal Billot, que fue uno de los principales come piladores de la endclica Pascendi, y que renunció al cargo de cardenal, cosa rarísima en la historia de la Iglesia. Este hecho demuestra su obstinada terquedad y la resuelta voluntad del papa de superar cualquier obstáculo en la lucha contra Maurras. La Revue Internatiorwle de-< Sodétés Secretes, dirigida por el abate Boulin, es "integral" y encarnizadamentc antijcsuita. Boulin está ligado a Benigni-Mataloni y se sirve de seudónimos (Roger Duguet). La Action Fmnqaise y los "integralesn se adhieren deses peradamente a Pío X y pretenden seguir siendo fieles a sus en señanzas, lo cual en el desarrollo histórico de la Iglesia constitui ría un gran precedente, ya que todo papa muerto podría ofrecer el terreno para organizar unct secta adherida a su particular ac- . titud. Los "integrales" desean volver a honrar el Síllabo de Pío IX y en la propuesta de la Action franr;:aise de tener un eclesiástico para la cátedra ele Sillabo en sus escuelas estaba contenida una hábil provocación, pero Pío XI no sólo quiere reaetualizarlo, sino que trata hasta de atenuar y edulcorar la encíclica Pascendi. El artículo de la Cioiltr) Cattolica es verdaderamente impor tante y será preciso revisarlo si se profundiza esta cuestión. Se 256 1 1 l l 1 1 ¡ tendrán que analizar todos los matices "distintivos" a propósito de la masonería, el antisemitismo, el nacionalismo, la democracia, etc. En el caso de los modernistas se distingue también entre ilusos, etc., y se toma posición contra el antimodernismo de Beni gni: "Tanto más que era de temer, y no dejamos de hacerlo notar ante quien debíamos, que tales métodos les habrían hecho el juego a los modernistas verdaderos, deparando en el futuro graves daños a la Iglesia. Como posteriormente se observa aún hasta hoy en el nocivo espíritu de reacción, no sólo del viejo modernismo y del liberalismo, sino también del nuevo y del integralismo. Este último, que por entonces parecía oponerse a toda forma o apa riencia de modernismo y ha'¡ta presumía ser, como suele decirse, más papista que el papa, ahora en cambio, con grave escándalo, lo resiste en forma hipócrita o lo combate abiertamente, como ocurre entre los fautores rumorosos de la Action franqaise en Francia y sus silenciosos cómplices en Italia". Los "integrales" llaman "modemizantes" a los jesuitas y "rno dernizantisrno" a su tendencia. Han dividido a los católicos en integrales y no integrales, vale decir en "papales" y "episcopales" (parece que la encíclica de Benedicto XV Ad beatissimi había observado, censurándola, esta tendencia a introducir tales distin- ciones entre los católicos, q uc dañaría la caridad y la unidad ele los fieles) . La Sapiniere (de S. P., iniciales del Sodalizio Piano) era la sociedad secreta que se ocultaba detrás del velo del Sodalizio Piano y o¡·ganízó la lucha contra los jesuitas modcrnizantcs, "en todo contraria a la primera idea y al programa oficial propuesto al Santo Pontífice Pío X y aprobado de inmediato por el Secretario de la Consistorial, no ciertamente para que sirviese como desahogo a las pasiones privadas, para la denuncia y difamación de íntegros y también eminentes personajes, de obispos y ele órdenes religiosas enteras, particularmente de la nuestra, que nunca corno ahora estuvo a merced de tales calumnias, ni siquiera en los tiempos de su supresión. Después de concluida la guerra y con más fuen:a luego de la disolución del Sodalizío Piano, decretado por la Sa grada Congregación del Concilio, no por cierto a título de aplauso sino de prohibición y de censura, fue promovida, a expensas del ~ conocido y riquísimo financista Simón de París y ele su generosa , camarilla, la publicación y la pródiga difusión gratuita de libelos ~ de lo más ignominiosos y críticamente insípidos contra la Com- 'H>7 pañía de Jesús, sus santos, doctores y maestros, sus obras y su constitución, solemnemente aprobadas por la Iglesia. Es la cono· cida colección de los llamados Récalde que ya abulta más de una docena de libelos, algunos de varios volúmenes, en la cual es demasiado reconocida y no menos retribuida la parte de los c6m· plices romanos. Es ahora reforzada por la publicación de fo lletos difamatorios, la mayor parte delirantes, bajo el título su· maria y paradoja) de V érités, émulos de los folletos gemelos de la Agencia Urbs o bien Roma'IUl, cuyos artículos retornan luego, casi con las mismas palabras, en otros folletos o periódicos". Los "integrales" esparcieron las "peores calumnias" contra Be nedicto XV, como se puede comprobar en el artículo aparecido a la muerte de este Papa en la Vieílle France (de Urbain Gohier) Y en la Ronda (febrero de 1922), "hasta en este (periódico) todo lo contrario de católico y moral, pero honrado sin <"mbargo por la colaboración de Umberto Benigni, cuyo nombre se encontraba re gistrado en la hermosa compañía de aquellos jóvenes escritores más o menos corrompidos". "El mismo espíritu de difamación, con tinuado bajo el presente pontificado, en medio de las filas mismas de ]os católicos, de los religiosos y del clero, no se puede decir cuánto mal ha provocado en las conciencias, cuánto pscándalo y cuánta alienación de las almas produjo, en Francia sobre todo. Allí, en efecto, la pasión política inducía a creer más fácilmente las calumnias mandadas frecuentemente desde Roma, después que los ricos Simón y otros cómpli(•es, de espíritu galicano y periodís tico (sic), mantuvieron a sus autores y procuraron la difusión gratuita de sus libelos, especialmente de los antijesuitas arriba mencionados, en los seminarios, cancmjias, curias eclesiásticas, allí donde existiese alguna probabilidad o verosimilitud de que la ca lumnia pudiese prender; y también entre los laicos, especialmente los jóvenes, de los mismos liceos pertenecientes al Estado, con una prodigalidad sin igual". Los autores ya conocidos se sirven del anónimo o ele seudóni mos. "Es notorio, entre los periodistas especialmente, cuán poco merecedor de título alguno es este grupo con su inspirador princi pal, el más astuto en ocultarse, pero el más culpable e interesado en la intriga". (¿Se refiere :t Benigni o a algún otro pez gordo del Vaticano?) Según el Padre Uosa en un principio no existía "acuerdo" en tre la Action fraru,;aise y los "integrales", el cual se fue logrando 258 j 1 l 1 ¡ l j 1 j 1 l l 1 ' 1 l 1 :¡ 1 1 4 sólo después de 1926; pero esta afirmación es hecha expresamente para excluir todo móvil político (lucha contra los ultrarreacciona rios) de la lucha contra la Action fraru,;aise y para disminuir laresponsabilidad de Pío X. En la última nota del artículo se dice: "No se debe, sin embargo, confundir uno y otro partido, como algunos lo han hecho, por ejemplo Nicolas Fontaine en la obra citada 'Saint-Síege', 'Action fraru,;aise' et 'Catholiqu.es Intégraui'. Este autor, como observamos, es muy liberal, pero desdichadamen te (sic) está mu.y informado de los sucesos nada edificantes de la mencionada sociedad clandestina, llamada de la Sapir1iere y de sus fautores franceses e italianos, y es ridículo enrostrarle por esto su liberalismo; es preciso desmentir los hechos sobre los cuales vol· veremos a su tiempo". En realidad, Fontaine muestra exhausti vamente el nexo entre los "integrales" y la Action fran!(aise, aun que es posible decir que se trata de dos partidos distintos y que uno tiende a servirse del otro, y muestra cómo dicho nexo se ori gina con Pío X. Es curioso el término "desdichadamente muy in formado" por cuanto F antaine se sirvió de materiales de dominio público, así como es "curioso" que el padre Rosa, en la Civiltd Cattolica no haya "hablado" más de la Sapiníere (ni con motivo de la muerte de monseñor Benigni, que no ha sido recordado. }<:S por ello difícil pensar que hable ahora, a menos que alguna fuerte personalidad suceda a Benigni en la dirección de los integrales.) Este silencio tiene su significado- El artículo concluye: "Pero la verdad no es de temer; y de parte nuestra estamos firmemente resueltos a defenderla sin miedo ni trepidaciones también contra los enemigos internos, aunque sean ecltMúísticos acaudalados y potentes, que han desviado a los laicos para hacerlos servir a sus dPsignios e interpses".' La Action fra¡¡r;aise tenia en Roma un redactor, Havard de la Montagne, que dirigía un semanario en lengua francesa: Rome, destinado especialmente a los católicos franceses, religiosos o laicos, residentes o de paso por Roma. Era el portavoz de los "integrales" y de los maurrassianos, el centro del reclutamiento y del sc1vido 3 Hace referencia a Hn viaje a América de Benigni (del cual habló ra Ciciltú Cattolica, 1927, IV, p. 399) para distribuir libelos antijcsuitas. En Roma existiría un depósito de muchas decenas de millares de ejemplnrC's: de estos libelos.
Compartir