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96 PrinciPios básicos persona no debe obtener bienes. Pero esto, dicen los críticos del principio libertario, sin duda está equivocado. Si las personas sin cometer falta alguna se encuentran incapacitadas para cuidar de sí mismas, su supervivencia no debe depender del azar externo (que otros lo provean con lo que necesita). La vida de cada persona es valiosa y, en consecuencia, se debe cuidar a cada uno, incluso, si esto significa forzar a otros para distribuir su exce- dente. Justicia como equidad: Rawls Estos estudios han sugerido varias consideraciones que deben tomarse en cuenta en la distribución de los beneficios y las cargas de una sociedad: igualdad política y económica, estándar de vida mínimo, necesidades, habilidad, esfuerzo y libertad. Sin embargo, lo que se necesita es una teoría integral capaz de tomar estas consideraciones y colocarlas en un todo lógico. John Rawls proporciona un enfoque para la justicia distributiva que al menos se aproxima a este ideal de una teoría integral.94 La teoría de John Rawls se basa en la suposición de que los conflictos relacionados con la justicia deben arreglarse diseñando primero un método para escoger los princi- pios mediante los cuales se resolverá el conflicto. Una vez diseñado un método justo para elegir los principios, éstos deben servir como nuestros propios principios de justi- cia distributiva. Rawls propone dos principios básicos los cuales, dice, seleccionaríamos si tuviéramos que usar un método justo para elegir los principios que resolverán nues- tros conflictos sociales.95 Los principios de la justicia distributiva que propone Rawls sostienen que la distribución de los beneficios y las cargas de una sociedad es justa si y sólo si: 1. cada persona tiene el mismo derecho a las libertades básicas más amplias compatibles con libertades similares para todos, y 2. las desigualdades sociales y económicas se arreglan de manera que sean a) para el mayor beneficio de las personas con mayores desventajas, y b) parte de los oficios y los puestos abiertos para todos en condiciones de igual- dad de oportunidad justa. Rawls nos dice que el principio 1 debe tener prioridad sobre el principio 2 en caso de que los dos entren en conflicto, y dentro del principio 2, se supone que la parte b tienen prio- ridad sobre la parte a. El principio 1 se llama principio de igual libertad. En esencia dice que las libertades de cada ciudadano deben protegerse de la invasión de otros y deben ser iguales a las de éstos. Estas libertades básicas incluyen el derecho a votar, la libertad de expresión y con- ciencia, y las otras libertades civiles, la libertad de tener propiedades personales o la liber- tad de no ser sujeto a arresto arbitrario.96 Si el principio de iguales libertades es correcto, entonces, implica que es injusto que las instituciones de negocios invadan la privacidad de los empleados, presionen a los administradores para votar de cierta manera, ejerzan una in- fluencia indebida en los procesos políticos usando sobornos o violen de alguna otra forma las libertades políticas iguales de los miembros de la sociedad. Según Rawls, además, como nuestra libertad para hacer contratos disminuiría si tuviéramos miedo de ser defraudados o de que los contratos no se cumplieran, el principio de libertad igual también prohíbe el uso de fuerza, el fraude o el engaño en las transacciones contractuales y requiere que se cumplan los contratos justos.97 Si esto es cierto, entonces las transacciones contractuales con los clientes (incluyendo la publicidad) en general, deben estar libres de fraude y los empleados tienen una obligación moral de prestar los servicios, de manera justa, para los que fueron contratados por su empleador. principio de igual libertad La afirmación de que las libertades de cada ciudadano deben prote- gerse de la invasión de otros y deben ser iguales a las de éstos. Vela�squez 02.indd 96 24/5/06 08:40:03 PrinciPios éticos en los negocios 97 La parte a del principio 2 se llama principio de diferencias. Supone que una sociedad productiva incorporará desigualdades, pero luego seguirá los pasos que deben darse para mejorar la posición de los miembros más necesitados de la sociedad, como los enfermos y los discapacitados, a menos que esas mejoras impongan tal carga para la sociedad que todos, incluyendo los necesitados, empeoren sus condiciones.98 Rawls afirma que cuanto más productiva es una sociedad, mayores beneficios podrá proporcionar a los miembros con mayores desventajas. Como el principio de diferencias obliga a maximizar los bene- ficios para los menos aventajados, esto significa que las instituciones de negocios deben ser tan eficientes como sea posible en el uso de recursos. Si se supone que un sistema de mercado como el nuestro es más eficiente cuando es más competitivo, entonces, el princi- pio de diferencias, de hecho, implicará que los mercados deben ser competitivos y que las prácticas en contra de la competencia, como fijar precios y los monopolios, son injustos. Además, como la contaminación y otros efectos externos dañinos para el ambiente con- sumen recursos de manera ineficiente, el principio de diferencias también implica que es incorrecto que las empresas contaminen. La parte b del principio 2 se llama principio de justa igualdad de oportunidad. Dice que todos deben recibir igual oportunidad para calificar para los puestos más privilegiados en las instituciones de la sociedad.99 Esto significa no sólo que la calificación para el trabajo debe relacionarse con los requisitos de la tarea (prohibiendo con esto la discriminación racial y sexual), sino que cada persona debe tener acceso a la capacitación y la educación necesarias para calificar para el trabajo que desea. Los esfuerzos, las habilidades y la contri- bución de una persona determinarán entonces su remuneración. Los principios de Rawls son bastante amplios y reúnen las principales consideracio- nes señaladas por otros enfoques de la justicia que se han analizado. Sin embargo, Rawls no sólo nos brinda un conjunto de principios de justicia, también propone una método general para evaluar de manera justa lo adecuado de cualesquiera principios morales. El método que propone consiste en determinar qué principios elegiría un grupo de perso- nas racionales con intereses personales para seguir en su vida si supieran que van a vivir en una sociedad gobernada por esos principios, pero todavía no supieran qué resultados daría cada uno.100 Podría preguntarse, por ejemplo, si ese grupo de personas raciona- les elegirían vivir en una sociedad gobernada por un principio que discrimina contra los negros cuando ninguno de ellos sabe si él o ella será una persona negra en esa sociedad. La respuesta, claramente, es que ese principio racista sería eliminado y en consecuencia, según Rawls, el principio sería injusto. Así, Rawls afirma que un principio es un principio de justicia moralmente justificado, si y sólo si, el principio es aceptado por un grupo de personas con intereses personales racionales que saben vivirán en una sociedad gobernada por los principios aceptados, pero sin saber qué sexo, habilidades, religión, intereses, po- sición social, ingreso u otras características particulares posee cada uno de ellos en esa sociedad futura. Rawls se refiere a la situación de este grupo imaginario de personas racionales como la posición original, y a su ignorancia sobre las particularidades acerca de sí mismos como el velo de ignorancia.101 El propósito y el efecto de decretar que las personas en la posición original no saben qué características particulares poseerá cada uno de ellos intenta asegurar que ninguno proteja sus intereses especiales. Puesto que ignoran sus cualidades particulares, las personas en la posición original se ven forzadas a ser justas e imparciales y a no mostrar favoritismos hacia grupos especiales: deben buscar el bien de todos. De acuerdo con Rawls, los principios que los gruposimaginarios en la posición ori- ginal aceptan estarán, ipso facto, moralmente justificados; 102 porque la posición original incorpora las ideas morales de Kant de reversibilidad (los grupos eligen principios que aplicarían a sí mismos), universalidad (los principios deben aplicarse a todos por igual) y de tratar a las personas como un fin (cada persona tiene una voz igual en la elección de los principios). Los principios se justifican aún más, dice Rawls, porque son congruentes con nuestras intuiciones más profundas acerca de la justicia. Los principios elegidos por los principio de diferencias La afirmación de que una sociedad productiva in- corporará desigualdades, pero seguirá los pasos que deben darse para mejorar la posición de los miem- bros más necesitados de la sociedad. principio de justa igual- dad de oportunidad La afirmación de que todos deben recibir una oportu- nidad igual para calificar en los puestos más privile- giados de las instituciones sociales. posición original reunión imaginaria de individuos racionales y con intereses personales que deben elegir los principios de justicia que gobernarán a su sociedad. velo de ignorancia El requerimiento de que las personas en la posición original no deben saber las particularidades acerca de sí mismos que pudieran influir en sus elecciones, como su sexo, raza, religión, ingreso, estatus social, etcétera. reversibilidad Que puede aplicarse a uno mismo. universalidad Que se aplica a todos por igual. Vela�squez 02.indd 97 24/5/06 08:40:04
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