Capítulo 5 Cardiomiopatía dilatada idiopática felina Como se mencionó anteriormente, y en forma contraria a lo que ocurre en caninos, la cardiomiop...

Capítulo 5 Cardiomiopatía dilatada idiopática felina Como se mencionó anteriormente, y en forma contraria a lo que ocurre en caninos, la cardiomiopatía dilatada idiopática en felinos es una afección cardíaca de baja frecuencia. La mayor predisposición a sufrir esta cardiopatía la presenta el siamés, abisinio y burmés, siendo más afectados los machos que las hembras. Es una enfermedad que puede presentarse en animales desde los 5 meses hasta los 16 años de edad. Salvo pequeñas diferencias, la etiología, la fisiopatología, los signos y síntomas clínicos, las complicaciones, el diagnóstico, el pronóstico y el tratamiento de esta patología cardíaca siguen el mismo patrón que en la cardiomiopatía dilatada idiopática canina, motivo por el cual no serán detallados en este capítulo, ya que se explicaron detenidamente en el apartado correspondiente a esta miocardiopatía en pacientes caninos (véase el capítulo 3, «Cardiomiopatía dilatada idiopática canina»). A continuación solo se hará hincapié en los aspectos en los cuales la presentación de esta cardiomiopatía en felinos difiere respecto de aquella presente en caninos. Una de las principales diferencias se encuentra en la sintomatología clínica. Contrariamente a lo que ocurre en caninos, la dilatación del atrio izquierdo en felinos no suele ser causa de tos, siendo este un síntoma más indicativo de presencia de enfermedad respiratoria que de afección cardiovascular. Esta diferencia entre pacientes de estas dos especies no se presenta únicamente en la miocardiopatía dilatada, sino en todas las enfermedades cardíacas. Por otro lado, la dilatación atrial izquierda proporciona las condiciones necesarias para la formación de trombos intracardíacos, alteración que suele conducir a tromboembolismo arterial. Esta es una complicación de gran frecuencia de presentación en pacientes felinos y resulta difícil de tratar. Genera una sintomatología clínica particular que el médico veterinario debe tener siempre en mente. Como consecuencia de estos aspectos, el tromboembolismo arterial es una complicación que requiere ser explicada en forma detenida y detallada. Por este motivo será tratado en el capítulo 13. Otro aspecto que resulta interesante recordar es que, a diferencia de lo que ocurre en pacientes caninos, en los felinos la insuficiencia cardíaca derecha (sin interesar la cardiopatía que la genere), provoca efusión pleural con gran frecuencia, siendo muy difícil que conduzca a la presencia de ascitis. En cuanto al cuadro arrítmico que se presenta como complicación secundaria a la dilatación de las cámaras ventriculares, en felinos es muy frecuente la existencia de bloqueo de rama fascicular anterior izquierda. Ante la presencia de edema pulmonar como consecuencia de la existencia de insuficiencia cardíaca izquierda, este puede observarse a lo largo de todo el área de los pulmones, a diferencia de lo que ocurre en caninos, en los cuales el edema cardiogénico es principalmente de distribución perihiliar. La tos en pacientes felinos no suele ser un síntoma indicativo de cardiopatías. Las diferencias que existen entre felinos y caninos respecto del tratamiento de esta enfermedad radican en dos aspectos. Por un lado el pimobendán es una droga que no se encuentra indicada en felinos. Por otra parte, la digoxina se debe indicar en una dosis de 0,031 mg/24 h.