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Cartas inéditas de Fernan Caballero (Conclusión) · CLXIII Por fin, gracias al Cielo, tuve not~cias de ustedes, pues con los tiburones que se recrean por nuestros mares algunas veces se me representaba mi Gonzalito en la enorme boca de uno de ellos, y cbmo no tenía la certeza que fuese un nuevo Jonás, me angustiaba. En fin, ya veo que als •well y me trm:quiliza sin re- conciliarme con su pereza. ¡Cómo se me ensanchó el alma cuando el 15 salió la Santí- sima Virgen por la Puerta de los Palos, recibiendo un rayo de sol que la hizo brillar cual otro sol; tocó la Marcha Real, y la enorme muchedumbre se postró ante aquel ideal Je humildad y ~ignidad unidas, y dije: aún somos católicos. Así se me ha en- .:lanchado el espíritu con lo que me cuenta usted de lo que ha presupuestado Cádiz para festejos de su Reina, y me he dicho: ¡aún somos monárquicos! Aquí todavía no se ha decidido nada definitivamente, sino como primer obsequio ... destruir el arco fenicio de· la Fábrica dei Tabaco. Hoy trae La Andalucía varios proyectos, trozo que no le mando a usted porque se lo incluyo a Mr. de Latour. No hay otra conversación en el Regimiento del fijo de Sevilla que la venida de S. M. Ayer estuvo aquí el señor Oñate para ver mi casa, para determinar quién había de venir a alojarse en ella. Pasé. un mal rato que hubiera podido evitarme Alonso, que venía con él, pues cuando salió y supo quién era yo, dijo que traía orden expresa de la Reina para 26 402 BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA que BO se me incomodase para nad·a. Así, gracias a Dios, estoy tranquila. Algún presentimiento tenía yo que así sucedería y difícil es creer que no lo tuviese también Prado. Antes que se me olvide, dígale usted a nuestra condesita :\-iatilde, si aún esta ahi. y valga por lo que valiere, que dos casas más arriba hacia la calle de Tetuán, de María Rivero, se arrienda una preciosa casa. Un millón de gracias por su amable oferta sobre la impre- sión de mi tomo, pero hay dos meses que con mucha bulla lo empezó a imprimir Gautier. Me envió el primer artículo, La. Virgen del V al me, y no ha vuelto a dar acuerdo de su persona. Como esto es mi constante sino y estoy acostumbrada, no. me apuro, ni nado contra la corriente. ¡ Dejarlo, que, como Mellado, haga lo que guste y le convenga! Y a propos de la Virgen del Valme: ¿Ha visto usted cómo _Zarzuela ( r) la hace tocaya del gran escritor Catalán? Tu bino está en Utrera, donde se ha ido a escribir, en paz y gracia de la Ilustración, sus impresiones de viaje (2). La Reina habitará el piso alto de1 palacio. Se necesi- taba para las Infantitas de la casa de M.a Pepa Camp~zano, que hasta puerta de comunicación tiene con lo _-principal ; , pero desde que supo Oñate que la vivía un ayudante de S. A. R. dijo que de manera alguna, e hizo callar al arquitecto, que insistía. Estoy cada vez más identificada con la monotonía, como un vagón en los raíles, y no puedo salir de ella sin el estrépito de 'un desca- rrilamiento; así esta venida de S. M., · que por precisión tendré que ir a ver, me tiene desasosegada. ¡Ay!, ¡qué hermosura de convento! Tengo las cargas sin las ventajas de vivir ~n el siglo. Carmen ha tenido el ma 1 rato 'de venir a su -casa una prima suya de Carmona, la de Caro, para que viera _ un médico un niño suyo que tenía un poco la boca mala, y de resultas del viaje ha malparido de tres meses, con un flujo de· sangre que los puso en bastante cuidado. N o recuerdo si estaba usted aquí cuando recibí una carta de Ochoa enviándome un periódico que tele- braba a F. C., y entre otras cosas decía que en Sevilla las se- - (I) Don Manuel Gómez Zarzuela, periodista residente en Sevilla, uno de los directores de La Andalucía. (2) La relación del viaje de Isabel II por Andalucia. CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 403 ñoras, en ciertos días del año, iban a bailar los ardien,tes bailes del país a ... la Catedral. El Arzobispo, como los enamorados de aritaño, muere viviendo y vive muriendo. No se olvide usted ni Elisa de apuntarme las coplas o cuentos y dichos bonitos ql!e oigan. Dé usted mis finas expresiones a su· madre, que espero ten- dré el gusto de ver a su regreso. Mil di.riños a Elisa y besos al ángel por fuera y por dentro ; mis recuerdos a Matilde, la Generala, y usted sabe es, cuand méme ustPrl se olvida de ella meses enteros, su mejor amiga. 20 agosto I862. ~ Fernán . CLXIV N o tiene usted muchas ganas de recibir cartas, mi querido amigo, cuando a pesar de su dulce farniente en su morisca torre . no las escribe y que después de tantísimo tiempo la carta que recibo hoy es la primera señal de vida que ha dado usted a sus amigos. Lo peor es que no me dice usted el modo de dirigirle mi 'respuesta, y así, como por incidente, me esc:t:ibe que le lle- van de Paterna' comestibles y ·el correo ; alÍá dirigiré ésta al tuntún. Ya que no recibe usted periódicos le envio la carta de Fer- nández, impresa en La Andalucía, y la inoportuna contracarta escrita, . con mucha tontera, pero no sin .carecer de malicia, por Calzádita, aborto del siglo presente de ·un hombre honrado del siglo pasado.' Este es mi individual parecer, muy insignificante, como usted sabe, en cosas políticas. La otra noche estuvo~ aquí, antes de haber salido esas car- tas en La . Andalucía, y lo vi muy aburrido de su pretensión electoral, y creo que ahora lo estará más. Lo gracioso de mi novela Las dos gracias es que, mal que bien, está concluída, ,pero que Mangada se llevó dos capítulos para seguir copiando y hay más de un mes que no aporta por acá, sin saber yo si es. porque está malo o si es porque ha per- dido el original. Fernández ha leído la parte copiada, hallando poco .que corregir, y le ha gustado mucho. Hoy le mandaré la 404 BOLETÍN DE ..LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA carta mía para que sepa -de usted y vea el recado que me da para él. El niño. de Carmen halla alivio en Cádiz, come y está ani- mado, pero aún tiene su poco de recargo. El de Salvador ha estado muy grave y le han dado, a muerte o vida, I 5 granos de quinina que, gracias a Dios, lo han salvado; figúrese usted cómo habrá estado Salvador. ¡Pobrecito mío! Hallaba su consuelo con irse a la iglesia a misa y al jubileo a rogar a Dios por el alivio de su hijo, y . Dios le oyó. Tengo en casa huéspedes: al matrimonio que tanto ha costa- do para verificarse, así como los dos hijos del marido. El niño, que no tiene siete años, ha sido educado por su ama de cría, una labradora de Albar, pueblecito cerca de Valencia, y su buen marido, y es un verdadero estudio sobre el pueblo español que dicen que pinto E:omo quiero. ¡ Qué instruído en la religión!, ¡qué modo de leer y de hablar (sin entenderlo) el latín, que pronuncia admirablemente, y no sólo ayuda, sino que sabe, re- zada y cantada, toda la misa! ; es monísimo· y me divierte mu- cho. No volvió muy satisfecho al ver la famosa Catedral de Se- villa. "¿Pues qué te habías tú figurado que era?", le pregun- té; a lo que me contestó (y repare usted lo que hay de infantil a la par de reflexivo y de imaginación): "Pensé, dijo, que era toda de oro por dentro, toda alfombrada, y los padres de allí muy gordos y muy colorados." Todo aquí sigue en statu quo. Hoy, el' gran entierro de Ada- lid (el soltero). Yo, encantada con una obra sob~e España que me ha mandado el segundo del colegio del Obispo de Gibraltar; ese abate estuvo en casa con el s·eñor Obispo y ha muerto jo- ven, acabada de escribir su obra. Bien pueden ustedes allí, ya del viejo Mercurio, ya de otras gentes del campD, reunirme unos cuentecitos, ejemplos y coplas. No se le olvide a usted. Ha salido La Farisea (1), que concluyó en el último número de La Concordia (2), con espantosas erratas; pero ese es mi sino: ¡ Han puesto fósforo en lugar de Venus ! .Matilde me escribe que Sn. Lúcar ha sido este año fatal para (I) Novela de Fernán Caballero. (2) La Co11cordia, revista literaria de Madrid. CARTAS INÉDI'rAS DE FERNÁN CABALLERO405 los forasteros, y me cuenta una porción de desgracias que sa- brán ustedes, probablemente, . por la condesa. Cuando vuelvan ustedes a Jerez dígale usted, por Dios, a Cecilia Rarnír.ez que le dé, para que· usted me lo traiga, cuanto le hay:'! dado Augusto para copiarme de los papeles de su padre. Por Dios, no se ·re olvide a usted. Páselo usted bien, mi querido amigo. Mil cosas a Elisa y den mil cariños a Gonzalito, que pronto llamará a la patria hermana. Envié su carta de usted, en cuerpo y alma, con un sobre a Fernández, pero ni me ha contestado . ni me ha traído la carta. Su anciana y mejor amiga, Cecilia. 3 agosto r863. CLXV 12 julio 64. ¿ Si recibirá usted éstá? Acabo de recibir su favorecida y no se quejará usted de que tardo en contestarle, pues teniendo otras cartas empezadas las pongo a un lado para escribir a usted y ,deci-rle cuán satisfac- torias me han sido las noticias que tanto de usted como de Elisa y del núio bueno me participa. Sólo un mal sentimiento des- pierta ·en mí la carta de usted, y es ... la envidia. ¡ Quién pudie- se gozar de ese campo, de ese sosiego, de la sociedad de ustedes y, sobre todo, de estar con Gonzalito ! N o porque aquí no haya sosiego, pues la dispersión es general, sino porque el sosiego de las ciudades nunca sé parece al del campo. Me pregunta usted por novedades, y pocas o ningunas hay. Gracias al Cielo ya la ansiedad por la salud del Infante ha cal- mado, habiendo regresado a Claremont en plena convalecencia; me escribe Mr. de Latour c;ue cada carta que recibían de Sevi- lla, con tantas pruebas de interés y cariño, conmovía profun- damente a S. A. R. Ya el primero habrá regresado a Francia. Mandé a Madrid por los periódicos Esperanza (r) y Correo, en donde se esgrirnían, si~ndo, pobre de mí, el campo de bata- (r) La Esperanza, periódico madrileño (I844-r8¡2). 406 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPANOLA lla. Me los mandaron equivocados, pero cuando usted · regrese los tendré, probablemente, en mi poder. En la contra repuesta del Contempm·áneo hace salvedad de mi persona, que dice co- nocer (no sabía yo tener esa honra) y celebrar, pero dice que habiéndome metido en política combate mis ideas. El artículo del P . Gago (r) sobre el folleto de Vidart lo hizo Fermín im- primir en el periódico el Gobierno, pero le quitaron la firma de Gago, decano de· teología aquí, y con ella la fuerza y autoridad. Vidart (2) me dice que si no fne sirve de molestia que me agrade- cería· escribiese una carta a usted, como sobre el Dr. Lañuela, sobre su folleto, lo que estaría justificado por pertenecer ambos al mismo cuerpo. Pero debería considerar que yo no podía, sin demasiado ridículo, decir mi opinión en letra de molde sobre una obra literaria, pero que no podría, sin exponerme a éste y a la crítica, decir mi gran opinión sobre materias tan elevadas y eruditas. Fermín me escribe que está horrorizado al saber que se anuncia la Vida de la Virgen por aquel sacrílego autor. Los bobos y curiosos hacen numerosas las asonadas ; esos mismos, comprando a miles tales obras, forman su éxito y animan a sus infames autores a proseguir en su tarea. Mucho celebro .que. emplee usted bien y lucidamente sus ocios. Su bella y pura mente de usted se inspiró el año pasado de su arnor de padre, y éste de su amor de hijo. ¡Gracias a Dios! Todavía vibra fuertemente el amor de la familia en los nobles y cristianos corazones españoles. La otra composición será harto triste, pero, ¡ hélas !, lo triste es lo que abunda; yo quisiera que ni aun por imaginación se pusiese usted en la si- tuación de aquel padre. Hace ¡qué sé yo cuánto tiempo! que estoy escribiendo una cosa, que no es cosa ni es nada, para La Violeta (3), pero las violetas han pasado, y las rosas, y mi cosa sin nombre no se acaba; una vez escribo media. página, me interrumpen ; dos días (1) Don Fra11cisco Mateos Gago, natural de Grazalema, canónigo de la Catedral de Sevilla, temible polemista. (2) Don Luis Vidart (I8JJ-Io897), poeta, periodista, filósofo y noye- lisa. (3) La V1'oleta, revista hispanoamericana de literatura (Madrid: 1862) . CARTAS INÉDITAS DE ):<'ERNÁN ,CABALLERO 407 después vuelvo a la carga, no sé dónde quedé, no sé qué iba a decir y las ideas volaron todas como si las ahuyentase el ca- lor de Sevilla. En 'casa de Carmen no hay novedad. La Reina paga su habitación a la madre de Carmen, que ha tenido que ceder su habitación en palacio. El marqués de Auñón se -casa en París con la hija de Alfonso, un rico habanero; el duque pasó por aquí, pero tan malo, que me parece que no regresará a Madrid . . Las noticias las sabrá usted por los periódicos. Ma- nuel volverá pronto para que pueda ir Salvador a tomar los baños -de Chiclana (que yo no apruebo para él); mucho celebra- ré que a usted siente bien los . de allí, pero recqerde usted del español que estando bueno quiso estar mejor, y tenga usted pre- sente lo que irritan. Mi tarta es larga, y lo es más porque con mis letras tan metidas, más que un escrito en mosaico. Julia está embarazada de cuatro meses. Bien podía Solís, y más con lo que ha pasado, irse a Inglaterra y dejar volver a V elarde, pero el egoísmo es el agente motor de la mayor parte de las gentes. Mil cariños a Elisa, cien millones a Gonzalito (que D. g), y usted reciba l'assurance de mi más sincera amistad, Fernán. CLXVI . Mi querido amigo : Remito a usted un articulito que, con la copia del testamen- to de Arias Montano, voy a mandar al Amigo del Pueblo (1). Desearía que usted lo viese y corrigiese (si le parece bien que lo mande), pero, por Dios, sin grandes rabos, dignos de l9- ra- badilla de. Lucifer, y sin . apoyarse sobre la pluma, como Hércu- les sobre su masa, produciendo de esta suerte unos parches o lunares negros muy bonitos en la cara de las bellas del . tiempo de Luis XV, pero horripilantes en mi original, que está picado de viruelas, ya por mis propias cor:recciones, ya por las cosas que al copiar pasé por alto y he tenido que intercalar, pues le · confieso a usted que con mi creciente pereza, que va sumergien- do, como la mar las rocas, toda mi actividad, ní chispita de ga- (r) El amigo del Ptteblo, periódico de Madrid. 408 BOLETÍN DE LA ·REAL ACADEMIA ESPAÑOLA nas que tengo de volver a copiar mi articulillo. Otra cosa tengo escrita para La Violeta (¡ay!, no violeta de primaverá, .sino vie- leta de todo ·el año), pero es demasiado larga para que se la -envíe y abuse (si no de su buena volunta, que es mucha) de su tiempo, que sé que siempre le viene corto, como le vendrían a usted los pantalones cuando estaba usted .creciendo, lo que no hizo usted mal. Así es que irá -clopin clopant a su destino, a lu- cirse entre unos vecinos por su estilo, es decir, más afanos-os en llenar papel que en hacerse admirar; será un pan de munición para ·los -soldados rasos o una ración de arroz · P.ara el rancho ; no así el adjunto artículo, que se remonta a las altas esferas de la crítica y nombra sujetos de alta valía. Mientras han estado aquí Rueda y Paca nada ·he podido hacer; ayer se -fueron y es preciso resarcir el tiempo perdido. Déle usted memoria a la mar, tengo ganas de ver a esa bella y pérfida sirena (desde tiera, se entiende), pero me parece que ni en ésta ni en la otra vida nos volveremos a ver, a no ser que se Ie an- toje _venirse hasta aquí y transformar la Giralda en faro; todo po- drá suceder en el universal trastorno que sufre nuestro globo .. Muchísimas cosas a Elisa y muchas más a Gonzalito, que Murillo echa mucho de !llenos porque amaba a los de su jerar- quía. Mil cosas también a la condesa y a toda mi amada fami- lia de Pastrana; Dios envíe a usted fresco para su consuelo ahora y para que contribuya a sus respectivos regresos a esta pobre Sevilla, que en verano va a trocar su nombre por el de Dido. De usted su más sincera y simpática amiga, Fe1·nán. 8 agosto If~ó4. CLXVII Me dice usted que le · perdone; ya qmstera que hubiese us- ted hechoalgo para poder aplicar esa bellísima obra de ge~e rosidad, que me es tan simpática, y de esta suerte hacer lo que me pide. Si insiste en pedirme mi perdón no hay más remedio sino que haga usted algo sobre que pueda recaer. En lugar del perdón que pide y no puedo darle, conténtese usted con las gra- cias que no me pide y le envío de corazón por su eficacia, no CARTAS INÉDITAS DE FERNAN CABALLERO 409· sólo por corr~gir; entre una escritura y un contrato mi articuli- to, sino por haberlo mandado copiar, lo que me prueba, ¡ hélas !, que tendría el original muchas faltas . A la copia corregí dos faltas del copista, porque tales f:;tltas se introducen por teJdas partes, . de la misma . manera que la polilla, sin ser notadas hasta que sale a luz el agujero qtJe echa a perder la pieza. Ya estará ·cerca o . en el mismo Madrrd y cumplí por un poco de tiempo con mi semejante, e'sto ·es, el verdadero amigo del pueblo. Hoy he tenido carta de Tenorio (1), que me díce que muy en breve veremos por aquí a SS. AA. RR., ya ve usted que éste es buen conducto. Dígaselo usted a mi amada familia de Pas- trana, siendo .regularmente Sn. Lúcar en donde pasarán SS. AA. el mes. de septiembre. El pobre Prado (z) ha tenido un fabo en u~a nalga; pero se lo abrieron y sigue. bien. A Cecilia Arco se le ha muerto la niña chica, que tenía cinco meses, en Cádiz, ¡qué dolor de niña!, era preciosa. Ya empiezan a regresar muchas . gentes de los baños, y con las nubes y vientos que hemos tenido ha refrescado la atmósfe-, ra, y · así espero que ustedes, así como la condesita . y su madre, se prepararán' a regresar a sus lares; verdáder~mente el calor es la plaga de Sevilla, tanto por sí como por su~ efectos y velei- dades de desertar que infunde a los sevillanos. Estoy deseando que GonzaJito sea un poco mayor para que de sus excursiones veraniegas me traiga recogidos algunos cuentos infantiles. Escribo como el que se despide por pocas horas, esto es, a lo a tantot. Me queda, empero? el ~uplicar, ante todo, que dé en mi nombre un beso sonado en la manita de nuestro niño, así como que dé infinitas expresiones a la condesa, a Elisa, a toda la querida fami}ia de Pastrana, y ústed crea que siempre me faltarán aquéllas para expresar a usted mi gratitud y mi amistad, Fernán . 23 agosto 64. No me ha· dicho usted ni media palabritá sobre si le pareció bien el articulito o in,troducdón. ;I) Don -Miguel Tenorio, secretario de la Reina Isabel II. (2) Teniente de Alcaide de los R~ales Alcázares de' Sevi!Ía. 4 lO BOLETfN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA CLXVIII Usted sabe el cuento del gallego que llegando a Méjico se encontró en el muelle un peso duro que desdeñó diciendo : "¿Ya empezáis a perseguirme-?" Quisiera en mi gran ambición y pesada exigencia amistosa trocar los frenos y que- al ver que no un hermoso peso duro, sino un feísimo y duro peso de un empeño al exclamar : ¿ya empezáis a perseguirme?, no lo desdeñara usted, sino que lo atendiese, para lo cual busco para padrino el corazóñ de usted. Está vacante una plaza de aforador en las rentas de puertas. Es el director de este ramo el señor de Amblart. Escribí a Gar- cía (1) para que viese de conseguirla para el cabo Peña, de di- cho ramo, mi antiguo y excelente. criado, que ha sido soldado y tiene ambas hojas de servicio, la militar y la de dependiente de puertas, brillantes. Hace años que sirve e•:t puertas a satisfac- ción de cuantos jefes ha tenido y son conocidísimas su honra-_ dez, aptitud y buena conducta. La ventaja que alcanza- subiendo de cabo a aforador no es deslumbrante, pues sólo, consiste en mil reales más de sueldo al año, pero cargado de familia como está y lo carísimo que está aquí todo, sería ese aumento de sueldo para él una ventura. Se llama Antonio Peña, y la plaza está vacante, aunque di- gan a usted que no. Cuando se trata de los pobres, para los que una cosa como de la que se trata es una suerte, un .'cambio favorable en su vida y la de sus hijos, mis pobres e insignificantes asuntos son nulos · y caen para mí en el olvido y en desinterés. Así es que ni le pre- gunto a usted si por casualidad ha visto a Perico Madrazo. El pobre Rueda (2) sigue en el banco de la paciencia. Si se hubiera curado en un hospital ya estaría bueno. (r) Don García de Forres y del Castillo, marqués de Castilleja del Campo, casado con doña Cecilia Osborne, sobrina carnal de Fernán Ca- ba!lero. (z) Don Antonio Rueda y Quintanilla, marqués del Saltillo, ma_rido de Francisca Osborné, sobrina carnal de la novelista. CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CAB~LERO 4il No quiero cansar más a usted, pues quiero concentrar toda su atención sobre mi empe.li.o. Así, concluyo suplicando a usted que dé mis finas expresiones a su señora madre y a su señor tío y me crea lo que soy, esto es, su mejor amiga, Cecilia _ García vive : calle Quevedo, números :8 y ro. Sevilla, r enero r865. CLXIX 5 enero 65. Q~erido · amigo: Bien sé que aquí, donde nacen los empeños cómo un arroyi- to de lágrimas, y · allí, donde llegan como una granizada de exi- gencias, son cosas 'muy distintas. Así, en espíritu, véngase usted a mi sala, siéntese usted en el silloncito a rri1 izquierda, arrópese -con las enagüillas de la mesa del brasero y después de haberme ~icho cómo siguen nuestr~ Elisa y :nuestro Gonzalito, escúcheme usted; hablo : _- Fernando, ,¡ qué disgustada estoy!, todos logran de mi so- brino .Rueda menos yo, su tía, que dice querer tanto y qlfe n_o lo dudo porque él no miente, y eso que un solo empeño le he hecho, empeño sencillísimo y humilde, como suelen ser los míos, ¡es mi mala suerte! Se lo hice a Fermín Puente, y así como Gon- zález Bravo, se desentendió justamente del empeño en cuestión -que le hizo Rueda, por habe-rle yo comunicada mi mala suerte, ha hecho Fermín, que ni siquiera me ha contestado a mis sú- 1>licas. Usted contesta : -¿Y qué empeño es ése que 'tanto le tient a usteg, au cour? _:__ ~Es de un amigo queridísiino de qsted y mío, de Velarde, y está ~puesto en la adjunta apuntación. Ese excelente sujeto -está casado con su hermana; es de Canarias, donde posee po- -cos, pero los bienes ,suficientes para pr~star la fianzas que exige -ese destino, que no es riinguna canongia, pero que á él conven- dría mucho por estar en su país y estar actualmente cesante. 41 2 BOLETÍN DE J..A -REAL ACADEMIA itSP.A.J.~OLA Ese destino lo pretendió y le fué dado a uno de esos impruden- tes o impudentes _ pretendientes _que se echan sobre cuanto hay, pero no habienqo podido presentar la fianza, no se ha presen- tado, y hace seis meses que el destino está abandonado y per- judicados los intereses del Estado, pudiendo hacer su posesión la modesta felicidad -de dos personas apreciabilísimas por todos- coricepfos. Puede usted pen~ar el cómo se ganaría, si esto . lo- · grase, así la benevolencia de SS. AA., como la1'gratitud de Ve- larde y mía la persona que lograse que hiciese este acertadísimo nombramiento. (Dice usted fecha del año pasado.) -¡Si yo estuviese en Madrid!. .. , ¡si yo fuese diputado! .. . (Yo.) -¡ Querido _Fernando!, de ninguna manera dudo de su bue- na amistad hacia mí, de que taptas pruebas me tiene dadas, ·y sé la que usted profesa a Velarde, pero esos aires de Guadarra- ma son tan Íríos, esas aguas del Lozoya tan disolventes, que sin que entre en ello la voluntad, la memoria se -pierde y se ex- travía en aquel mare mágnum, y yo· esto lo comprendo muy bien, así como todo .el esfuerzo de voluntad que se necesita para ocu- parse y llevar a cabo cualesquier buena obra ei1 aquel laberinto, aunque con la diputación sé tenga el hilo de Ariadna. Pero quien no r~ga no es atendido ni aun de Dios. Como Rueda ha pedi- do, como he dicho a usted, ese destino y puede que Fermín haya dado algunos pasos, sería conveniente, caso que usted, por su lado, los dé, el advertir que llegado por tres conductos es, no- obstante, el m-ismo empeño para el m-ismo sujeto. Sé por Garcia que el pobre,en i3U apuro, ha encargado a usted de unos empeños que le había hecho. Si usted conoce a Manuel Bermúdez, que necesariamente será amigo de Amblard, puede usted decirle, con mil expresio- nes de mi parte, que Antonio Peña, cabo de puertas que pre- tende la plaza de aforador, es un excelente hombre cargado d~ familia. que ha sido criado mío y que eternamente le agradece- ría se interesase por él, y si a usted le parece, le escribiré. No me queda más espacio que para pedir mil perdones y decirle, esto es, repetirle que es su mejor amiga, · CARTAS INÉDIXAS DE FERNÁN CABALLERO 413 CLXX Mi muy querido amigo : No me crea usted inoportuna ni que trate de asediarlo coo. cartas, monótonos reclamos, que me hago cargo lo tendrán a usted aburrido. Sólo le escribo para darle a usted, primero, gra- cias por su muy grata; segundo, gracias por sus gestiones con el excelente Perico, que merced a ellas despertó de su letargo, ni más ni menos que como el león español, y me ha mandado una contrata con los sñores Salas, etc., por la que _ellos quedan dueños por tres años de las Dos Gracias (I),por 2.ÓOO r., y de la Fariseo,, ya impresa, y más carta, por 1.000. Gracias a Dios, · está, pues, este asunto concluído, pero no así el prefacio, que dice Perico (2) concluirá un día de estos. En cuanto a mis empeños, Dios le pague a usted en la per- sona de Gonzalito (3) cuanto haga por estos pobres. Ya habrá -~sted visto a Fernández; es amigo de Amblard; !!le ha prome- tido de interesarlo por Peña, y ahora suplico a usted que se lo recuerde, y prometo a ustedes que cuando triunfe el partido neo-católico y salga usted a diputado haré, lo aseguro, cuantos empeños ustedes me hagan. Sólo añadiré a usted, si es que la política ha dejado un pe- queño hueco sin invadir en su cabeza (que en el corazón ya sé que lo ha dejado) para la literatura, que Mr. de Latour me ha en- viado un precioso artículo sobre Alarcón (el antiguo) y otro, si no más lleno de estudio y datos, más. precioso aún, sobre las fábulas del P. Fernández (4). ¿No se piensa en establecer una buena revista literaria en esa Corte? Si es verdad la noticia que corre hoy de la victoria alcan- zada por los españoles sobre los insokntes peruanos, voy a ilu- minar n1i casa, aunque sea la sola que se ilumine en la inerte Sevilla. (1) Las dos gracias y La farisea, novelas de Fernán Ca,baiiero. (2) Don Pedro de Madrazo. (3) Hijo de Fernando.de Gabriel. (4) Don -Cayetano Fernández, ·de la Real Academia Española, autor de las celebradas Fábulas ascéticas. 414 BOLETÍN D.~ LA REAL ACADEMIA,'ESPAÑOLA Concluyo, concluyo, ¡ya voy! ¡Jesús!, qué prisa. ¡Pausa!, que aún tengo que repetir, ¡gradas!, ¡gracias!, ¡no dos, sino mil! Su más -agradecida amiga, Fernán . . Antonio Peña, honrado y excelente-, soldado cump1ido, hoy cabo de Puertas, después de cinco añoS: de buenos servicios en ellas, aspira a )a plaza de aforador reco~endado y protegido por dos diputados, un senador y Fern~n.._,(J¡,ballero. CLXXI 23 enero 65. Si · úo fuera tan antipática la comparación diría -que es usted una mosca blanca; prefiero decir que es usted un amigo modelo, cosa tan rara, pero algo más noble y bella que la mosca VestaL N o sé cómo dar a usted gracias, y eso que a veces el corazón h~ suplido, sin yo saber cómo, a la torpeza de mis entrabadas explica- deras. · Veo que no es tan endémico el mal del olvido e indiferen- tismo en Madrid y que· aquél que lo padece es porque lleva ya el germen. Me han traído (bien que por otra vía de la que ,us;:- ted me indicaba) los tres mil reales con la mayor ,puntualidad, ( entregando yo mi correspondiente recibo. Jamás ha marchado negocio algupo más sur des roulettes, ligero y sin tropiezo ; será la buena suerte de las Dos gracias, que empiezan con un bau- tismo, el haber hallado las pobres tan excelentes padrinos. Y antes de dejar este asunto diré a usted que antes de ayer recibí una carta sin más que estos renglones : ' El libro llegó a los jue ......... ces Yo, que examinarle tu ......... ve Y a penas si lo escuché. Dije: " ¡ Cecilía, eres tú-!" ¡ Y el alma en pos se me fué ! _ Por suerte conocía la letra de Fermín (1), pero mi confusión (1) El escritor don Fermín de la Puente y Apecechea. CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 4_l_5 ha sido grande, no comprendiendo cómo ha ido a manos suyas debiéndose en seguida imprimir. Así se lo escribo y que tne he pensado que lo habrán hecho censor de novelas, lo que sería, ciertamente, el nombramiento más acertado ~ N o quiero cansar a usted con lá referencia de cosas agráda- bles dimanadas de los pasos dados en favor de Remedios Apo- linar. Supe que Hazañas (I) había preguntado por ella. Por si o por no eran informes que le pedían, fuí en casa de Rueda a decirle pidiese a Hazañas los diese favorables. En esto entra Hazañas, y al oír de lo que se trataba, dice: "¡Ya están dados!" Me quedé asustada, pues esos señores s_uelen tener sus preferen- cias, pero en seguida añadió : "Y son buenísimos, porque es una mujer éxcelente, y ojalá que tuviese muchas maestras así." Ni una palabra sabe la interesada. El día que le dé definitivamente la noticia será uno de aquellos que __ aparecen entre los demás como un arco iris entre nubarrones. Esto deberé a usted, y us- ted sabe que si mala es la t:nemoria de mi cabeza, es selecta la de mi corazón. N o ha sido tan feliz mi pobre Peña, y si está dada la plaza de aforador de aquí, será muy, muy recientemente. Lo de Velarde era imposible, lo veo, ¡ qué lástima! Usted com-"' prenderá que aquel destino era materialmente la súerte de esos sujetos siendó él de Canarias. ¡Qué lástima! Se lo escribí al instante a Velard~ en una esquela, poniendo además las boni- tas cosas que pone usted para él. He tenido que interrumpir mi carta por una visita que he tenido; esta visita, al ver que es- cribía a usted, me ha encargado muchas memorias para usted. Es una joven, bien parecida, excelente, simpática, que ha hereda- do de su padre, difunto, muchísimo talento, y de su madre, que vive, mucha virtud y juicio. Adivine usted quién es, pues una sola seña más le daré, y es que tiene un niño singular que hace las delicias de su madre, padre y mías. Tenemos el pesar. de que_ antes -de ayer ·murió, casi repen- tinamente, el hermano de Rueda en Cal'lnona. Paca _ lo quería mucho y está afectadísima. El niño de García (2) sigue mejor. (1) Don Joaquín Ha.zañas, d_irector de la FáJbrica de Tabacos de Se- villa. (;2) Don García de Porres, marqués de Castilleja del Campo. 416 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA .ESP-AÑOLA Rueda anda con muletas, pero todavía va despacio su total. cura- ción. Si repito a usted las gracias sería volver a empezar mi carta. En mi:" corazón queda esa deuda de gratitud, que no me pesa nada, al contrario. Con mil cariñosas expresiones a su se- ñora madre, tíos y hermana, queda su mejor y-agradecida amiga, Fernán. CLXXII N o me condene usted por pesada sin oírme, mi que~ido ami- go. La señora de Melgar me apremia para que le envíe alguna cosa y he r~suelto en este apuro mandarle ese Apólogo que he compuesto expresamente para usted; pero no me he permi- tido dedicarlo a usted al imprimirse sin que usted me autorizase, cosa que no creo que haga usted. Mas si así · fuese, pido a usted que entre los renglones del título y ·del Apólogo ponga: "Com- puesto y dedicado a mi joven y distinguido--amigo don F. de G. y R. A.", con todas sus letras; después, pegue usted el sobre y mándela al correo, con dedicatoria o sin e11a. Bien sé que no estará usted ahora para ocuparse de literatura, por más que sea mucha su afición a ella, pero ya he dicho a usted la_ razón per- sonal que me ha llevado a hacerle bajar por ·un rnomento de la l-uminosa altura al sombrío valle. Hazañas, como usted sabe, me dijo que había dado exce- lentes informes de Remedios Apolinar; no obstante, el nombra- meinto no viene, lo que me tiene, como a Sn. Lorenzo, sobre ascuas. Por suerte que reservándomeel inmenso placer de sor- prenderla no he dicho a nadie una palabra. ¡ Correos van, correos vienen, cómo corren sobre una tierra sedienta altas nubes sin refrigerarla con su dulce rocío! Concluyo, no por complacerme· a mí misma, sino por consi- deración a- usted. Mil cosas a su amable familia y a usted cuanto puede inspi- rar una cariñosa amistad y una sincera gratitud, Cecilia. CARTAS ·INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 417 30 enero 6s. He tra~ucido para La M oda, con la que también es prefÍSo cumplir, aquellos versos tan lindos de Mr. de Latour sobre la peregrinación de las. campanas en Se~ana Santa. CLXXIII S6lo algunas palabras, mi querido amigo, y éstas para darle gracias por la eficacia grande con· la que· corrigió. y · dió .a la pren- sa mi articulito (1). La corrección que había que hacer y me en- vió Velarde llegó tarde, pero no me he apurado mucho porque, según me ha dicho el Jnfante, la casa ha pertenecido a ambos sujetos, aunque quien la prestó a Hernán fué el último. He estado dos veces en casa de Elisa y no he hallado ni a la madre ni al hijo, lo que es desconsolador después de andar tanto, animada con la . esperanza de ver a los que una ver desea. Ayer me envi6 un ·número del periódico El Gobierno, en el que leí, con el placer e interés que tan justamente supuso en mí Eli-~ sa, un dictamen sobre el discurso de usted. que ál m~smo tiempo contenía una buena lección para otros oradores, que . harían muy bien en aprovechar, pues según van las cosas sería una buena medida trasladar al congreso de ese actual salón al circo gallís- tico de Ros de Olano. Mil y. mil gracias por sus buenos . qficios en el asunto de los médicos; cuando los dioses del Ministerio no quieren, santos del Congreso no pueden. Anteanoche no me pude evadir de concurrir a un precioso concierto de familia dado en Palacio, pues fue personal empe- ño del Conde de Eu el verme allí. Su. señora es una vistosa; agra- dable joven, de un carácter angelical, según dicen todos y ex- presa su semblante, y de una sólida y profunda instrucción, se- gún dice· su tíb el Infante, el -que sabe usted es un buen juez. El Duque de Nemours, al que tuve la honra de ser presentada, (r) Se refiere al artículo que trata de la casa de Hernin Cortés en r:astilleia de 'la Cuesta, restaurada por el duque de -Montpensier. 27 418 :BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA es , un verdadero príncipe, caballerb p¡{r sang, cuya nobleza res- píra en toda su persona, continente y palabras graves y: dignas, como compete al que en sí mismo aprecia la altura y dignidad de su alcurnia. Los Infantes se van a Inglaterra, primera cosa 'triste, no siéndolo menos que el resultado de esto será el no venir yá Mr. de Latour . . N o olvide usted, querido amigo, si ve a Perico Madraza,. de decirle que lo que reclqman los editores son las pruebas de Las dos gracias. Han intentado robar a la pobre Gertrudis Avellaneda, con lo que ha quedado asustadísima, y de noche (hora en que st; introdujeron los ladrones ·en su casa) no puede .dormir, lo que comprendo muy bien. Se va unos días con up hermano suyo a Constantina. He corrido yo también un riesgo más personal ha- biéndose tronchado una de las viejas vigas que sostienen el te- cho de mi alcoba. Mucha honra habría sido morir como Sansón, pero no lo apetezco. ¿ Cuándo se cierran esas Cortes? N o parece sino que son como ciertas bocas, inserrables. ·por Elisa sabrá usted que tene:.. mos e!l; Sevilla nueve casamientos, entre ellos el de la de Primo Rivera con un León, muy rico, cuñado del hijo del Marqués del Castillo, Miguel Lásso con una Villapanés; la hijá segun- da de Nandin con un González Pérez, etc. Temo con justo motivo haber fastidiado a usted. Mil y mil cosas a F. Espino y que no olvide a mi pobre Peña. ¡ Estoy tan emperezada que aun estos necios renglones me ha costado mucho trabajo escribir; el calor hace de mí la cosa más inútil del mundo! No me quéda más fuerza ni vigor sino para querer a mis amigos. Fernán. 19 mayo 65. CLXXIV Mi querido amigo : He sabido por Elisa el paquete de cartas que tiene que re- mitirle y me avergüenzo de aumentar el número de tanta san- CARTAS INÉDITAS DE :FERNÁN CABALLERO 419 guijuela. Pero, como escribí a usted, a última hora me compro- metieron a enviar a usted aquella petición de los médicos foren- ses. Ahora me han traído la adjunta nota para que se la remi- ta, y usted sabe que así como hay personas que no pueden pro- nunciar la r, yo no puedo pronunciar el no, ¡falta orgánica irre- mediable y _fatal ! ¡ Pobrecitos! ¡ Padres de familia que hace año y medio se han dedicado de un todo a tan penosa tarea sin que se les haya retribuído con un real! Usted verá por la adjunta nota lo que pretenden, y si usted tuviese la caridad de ponerse de acuerdo con Aparisi, ese defensor de las buenas causas, y con nuestro querido F. Espino, tan propicio siempre a hacer el bien, se ha- ría éste, ganándose usted . ~n galardón bello y de buena ley; no discurseando, sino obrando en favor del bien y de la justicia. F. Espino podría interesar al Conde de Sn. Luis, &, en fin, 'Cá- teme usted a mí, que nunca los necesito, metida ¡a abogada de los médicos. Pero si la fuerza · del consonante obliga a muchos disparates y anomalías, la fuerza del maldito buen corazón, como decía mi cuñado, obliga a otros tantos. He tenido una carta muy interesante de Mr. d~ La tour; no" viene hasta este verano, lo que prueba que SS. AA. RR. no sal- drán de Andalucía. Dice que toda la intención de la vida de César por Napoleón está en el prefacio. N o canso a usted más; sólo le pediré que salude a su seño- ra madre y familia y que si ve a Perico Madrazo le diga, como cosa de usted, que uno se murió escribiendo un prefacio. De usted su más sincera y' agradecida amiga, Fernán. 18 mayo 1865. CLXXV Ayer escribí a usted muy largo y esta mañana me encuen- tro con ' la siguiente esquela,. por la que verá usted que hay que hacer una enmienda, la que, como usted habrá colegido ya, baja 420 BJU:TÍN DF; LA -~.l~AL ACADEMIA ESPAÑOLA de alto lugar. No quiero molestar a usted más, -lo que sería una contra delicadeza y contra conciencia y un ·contra Dios. F e1·nán. 30 mayo. · j Hoy son días de us.ted y lo tengo muy presente, por des- grac-ia sólo con ·el recuerdo ! Iré a dárselos a E lisa y su angel. Dirigida: Sra. D.a Cecilia Bólh de Arrom. B. S. p., Señora y amiga mía : M. V. Tengo que pedir a usted mil perdones por una noticia que di a usted que parece no ser exacta. La casa donde murió Cor- tés pertenecía eñ aquella época al Jurado D .. Alonso Rodríguez, de Sevilla, y no al Vargas que después la poseyó. Si cree usted · del caso re.c;tificar si puede llegar a tiempo el aviso; si no, al que note el error le prohar_á cuán injustamente me ha hecho us- ted el honor de estampa-{ mi nombre donde no tiene méritos para figurar. Es siempre su affmo. amigo y s. s., q. b. s. · p. , M. Velarde. 30 mayo r86s. CLXXVI Anoche mismo, estando aquí .Fernández, me lamentaba con él de no saber nada de ustedes ni dónde es~aban para poder es- cribirles, puesto que cuando se fueron la estada en Rota er_:¡. un proyecto y no era aún una determinación. Escribí a Florencia para saber si estaban ustedes en San Lúcar ; en fin, temí que estuviese alguno de los tres malo; temí que mis cartas se hu- . biesen perdido, y no puedo añadir temí que me hubiesen olvi- dado después de la :inmerecida, 1isonjera y gloriosa prueba de CARTAS INÉDE'AS DE ~'BRNÁN CABALLERO 421 simpática parcialidad que debo . a los sentimientos de su bon- dadoso corazón, que no a las apTeciaciones de su culta cabeza, ian rica en saber como apta en su crítica. Gacias ·a Dios, hoy vino el cartero, que me pereció traer un aire satisfecho y triunfante, lo que no extrañé cuando me fué-en- iregada '!a· carta que traía. Mucho he celebrado que estén ustedes buenos y Cf?r¡.tentos en Rota, ese pue~lo que me simpatiza y que por lo mismo quese halla en mucha incomunicación conserva más juicio, senci- llez y paz que los que reciben a manos llenas la ilustración mo- dena; esto es: el descreimiento, el descontento, la ambición, so- berbia y lujo; los pueblos son como las· personas, la soledad y el retiro les dan paz y virtudes. Hay veinte días que no piso la calle sino un solo día para ir a misa. He tenido unos .dolores 'nerviosos de oídos y cabeza que me han hecho sufrir de una manera cruelísima. ¡Qué noches! En fin, merced a las sanguijuelas y al tiempo (que es otra san- guijuela que se traga nuestra vida) estoy, si· bien no buena, a1i- viada, y mi dofor, a imitación de los murciélagos, sólo de noche da cuenta de su persona. Los parientes de Sn. Luis han sido todos _destituídos, y la señora Sartoria Andrade, con toda su prosopopeya, ha tenido que devolver el imperio de las cigarreras al Sr. Hazañas; nada, los mismos frailes siempre con otros hábitos; ¡el que visten ahora es la roja garibaldina que le sienta tan mal a los españoles! Yo pienso y auguro. muy mal y siento notar la confianza con la que miran muchos un rato de tregua como un estado permanente; ni el fuego que han encendido está apaga,do ni dejan de atizar- lo, sirviendo de sopladores hasta esas envenenadas novelitas de que usted me habla. Y a propósito de novelitas: mis pobres Dos gracias tan han caído en un pozo que están más que ahogadas y ya para nada me acuerdq ni ocupo de ellas; pero es cierto que 1as cosas que a mí me suceden no suceden a nadie. Quisiera agarrar todos los días que restan de agósto, hacer con ellos un lío y tirarlos en lo pasado, que es ot,ro pozo, y que llegase septiembre cun su t9que de llamada. El pobre Salvador no ha podido ir a Chiclana, cuyos baños necesitaba por tener a 422 BOLETÍN DE LA REÁL ACADEMIA ESPAÑOLA su pobre niíio con unas calenturas que no se le quitan. Marse- Ila (1) mandó a toda prisa a Lolita Pareja a baños de mar y que dejase de criar por la gran debilidad que se había apodera- do de elia. SS. A_A., según me escribe Mr. de Latour y mi so- brina María Manuela, que tuvo la honra de comer con ellos,. están muy buenos. Cuando puedo, leo, partiendo mi tiempo en- tre los periódicos, que me indignan, y la vida de la Beata María Alacoque, cuya sobrenatural virtud me consuela. Concluyo por superior rnand_ato del papel, al que se le ha acabado la paciencia, pero no antes de suplicar a usted que dé mil cariñosas expresiones a su media naranja y otros tantos be- sos al Sr. D. Gonzalito, y usted, mi buen y querido amigo, ten- ga entendido que es el mejor y más agradecido de los sHyos, Fernán. 8 agosto 65. CLXXVII 9 agosto 66. N o pensaba tan pronto escribir a usted; y digo escribir no contestar porque su favorecida, que tanto se ha hecho aguar dar y desear, ha sido contestación a , una carta mía. El plazo que usted había puesto a contestarme (que dependía de -¡a for- malidad de Forteza) era el más inseguro e ilimitado. Pero hoy he leído el Siglo I9 (2) y veo en él estos renglones que le quie- ro copiar, aunque sólo son un anuncio: "Hemos recibido un tomo de poesías debido a la pluma· del distinguido escritor sevi- liano D. Fernando de Gabriel y Ruiz de Apodaca. Detenida- mente nos ocuparemos del mérito de esta obra, etc." Trae además el soneto a Gibraltar. Nada sabía de la estada de ustedes en ésa, ni· menos de que estuviese allá su familia, a la que suplico dé la más afectuosa bienvenida, en particular al Sr. Conde. (I) Francisco :rvfarsella, insigne médico sevillano. (2) El Siglo XIX, periódico de literatura e intereses generales. Co- ·ménzó a publicarse en Sevilla en enero de 1858. CARTAS INÉDI'rAS DE FERN.Á_N CABALLERO 423 Me he alegrado mucho éie la resolución de usted de retirar- se del servicio militar, porque no soy espartana para anteponer el interés por una patria degradada y corrompida al de la amis- tad. Sabía por Joaquín Prado que su suegra de usted, con su gran buen sentido, lo deseaba, y como su moore de usted y ~lisa lo desearan -igualmente, creo c¡ue todas celebrarán la resolución de usted .. Esto está perdido. Sé de buena tinta que han llegado a Madrid · 19 millones enviados por el infame, al que todo pa- rece poco para exterminar a los Borbones, que ha suplantado en Francia y que representando la noble y santa legitimidad son una peremne acusación de las usurpaciones. ¡ Castelar y consor- tes están en +v.Iadrid !, y el nuevo elegido ahora para suceder a Isabel II es el ridículo niñito italiano Amadeo, mucho más al propósito para obedecer al tío de su hermana Clotilde que Bra- ganza, súbiditado por los ingleses. En Madrid se reparte con profusión un periódico -clandestino, no habiéndose podido dar con la madriguera de donde sale, que lleva por nombre La ho- guera y el pu¡ial. Por el título podrá usted inferir su contenido. Guezala ha pedido su retiro, que es de 26.oo0, y habiéndole dado el D. de Medina de las T . su administracion, ha ganado en inte- reses y en tranquilidOO. Su hija mayor casa en el Puerto muJ bien, con un excelente y rico joven (r). Rt,teda va a tomar los baños ne Alhama de Navarra. Escribí a Mr. de Latour un ejemplito religioso muy senci- llo que le gustó tanto que lo ha puesto en verso admirablemen- te. Me ha enviado una magnífica refutación de los Apóstoles de Mr. Renap, escrita por un periodista joven. F. Espino ni. está en Constan tina ni menos en Madrid ; está aq~J- para lo que us- ted guste mandar. He tenido ·una carta entusia~ta de la de Gras- si que he agradecido mucho, por más que me haya costado el trabajo bastante embarazoso de contestarle. Tal;Ilbiéfi he tenido una carta preciosa de Lady Herbert, que va a dar'a luz su viaje a España, cuyas impresiones poéticas y religiosas tienen la aten- ción de decir que me debe a mí en 1SU mayor parte. Envío a us- ted un artículo sobre Prusia, curioso, que . suplico a usted me devuelva o guarde para dármelo a su regreso. (1) Don Tomás Osborne, sobrino segundo de Cecilia. 424 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA ¿ Vidart sostiene su tema ? ¿Y quién no? ¡Así quisieran to- -dos a sus hijos como a sus ideas! Vea u~ted por qué Dios apre- ·cia tanto un .Señor, pequé, porque es la palabra que con más dificultad pronuncia el hombre. Carmen ha vuelto a Madrid, dejando al niño Pepe en el co- 1eg:io, pero triste porque r;;u madre nada cobra de palacio como los demás jubilados. Su hermana menor se va con Gándara a Filipinas; a Ferrari lo han ascendido en la secretaría. Mil cariños a Elisa y sus niños y usted sabe que es su me- jor amiga, Fernán: Nada me dice usted de D." Gertrudis (r). Los Infantitos es- tán ya bueno_s, así como toda nú larga familia. CLXXVIII 22 agosto 66. Mi querido amigo : Remito a usted el artículo sobre sus poesías que, ya enmen- dado, me envía Vidart para que se lo remita después a usted. Francamente no me ha l!enado, porque no es un artículo razona- do como lo merecían sus poesías de usted. Deberíamos ser siem- pre juzgados por nuestros pares, y Vidart no lo es de usted ni en sentir poético ni en ideas, por lo cual son tanto más de agra- · decer los elogios que hace, en que no entra para nada la simpatía, sino la recta justicia y la amistad a punto de defender sus apre- ciaciones sobre el Buen Felipe II. Sobre el ideal eterno del bien le voy a embromar un poco cuando le escriba, pues este ideal tie- ne que tener una forma, y le pediré que me diga cuál es, y si está quizá en el nuevo Cristianismo que elabora Castelar. Pero no hay duda que su intención ha sido, y en gran parte lo ha ensayado con éxito, el elogiar esas poesías de vuelo tan alto y tan señGr, tan elegantes y pul<;ras que giran en esfera más alta, y sobre todo más pura y serena, que aquella en que gira La Epoca y sus adep- tos. Muy atinado ha estado en los preciosos trozos que copia, (I) Gertrudis Gómez de Avellaneda. CAR~AS INÉDITAS DE ~ER~ÁN CAB~LERO 41> pues si bien prueban o son antítesis de las actuales revoluciona- rias y antirreligiosas, pruebanque no sólo no son intransigen- tes las contrarias en usted, sino todo lo contrario. Apesar de la buena intención del crítico, pues me cons~ lo- que aprecia y quiere a usted y cuánto se honra de su amistad, el artículo no me llena del todo, ésta es la verd'0. Hoy he tenido el gusto de recibir su carta y veo con pena. el :mal de Rosarito; esa niña que parece que vende salud le qui- ta la suya a su pobre madre con sus males; ya escribiré a mi: pobre Matilde. Envío el prólogo o crítica de Vidart a Mr. dé Latour para que lo lea. N o sé si usted' recordará una décima popular inser7 ta· por mí en alguna de mis cosas, que no recuerdo cuál sea ni la puedo encontrar, q_ue acaba negando Dios a Napoleón._I la Es- paña, diciendo ¡Jesús! "¿ Có~o es eso? ¡España no, qUe es ef dote de mi madre !" Mr. de Latour ha vertido, ampliándola, de un modo precio- so esta idea al francés; hoy no tengo tiempo, pero se la copiaré a usted y remitiré en breve. ¿Quiere 'usted creer que ni una palabra sé, ni Carmen, que" es tan amiga de su familia, de la nueva hazaña marítima de que usted me habla? N o recibo ya, y mucho lo siento, la Espaíia, y la Andalucía ni una palabra han dicho de ella. A la de Lasso ( 1) le dio una apoplegía en el coche, desde Guajoz (2) a Carmona, y a estas horas habrá muerto; los hijos1 avisados por telégrafo, están todos allí. Envío a usted tin pros- pecto . de una porción que me han enviado para repartir. Mil cosas a toda su familia y miles cariños a la .menuda, que estoy deseando volver a ver. Muy agradecida estoy al buen re- cuerdo de usted y la de Avellaneda, .pues aunque sea una deuda, .es cobrar oro por prab;, pues las celebraciones valen· según de los labios que salen. Su más amiga, que quisiera poner otras dos ·alas al tiempo hasta mediados del mes que viepe, (1) Mujer de don Miguel Lasso de la Vega. (2) Guajoz, dicho a la andaluza,, por Guadajoz. Fernán. 426 BOLETÍN DE LA REA~ ACADEMIA ESPAÑOLA rr.xxrx 30 agosto 65. En este momento recibo con el mayor placer y gratitud su carta, placer que algo se -me ha turbado por saber al ángel in- dispuesto. ¡Ay!, ¡qué fatigas se pasan con las criaturas!, y más en esta época, en que los padres se han vuelto más extremosos aún _que las mismas madres. El niño de Velarde les dio un buen susto con un semigarrotillo, pero ya está bueno; no así el de Salvador, que hace treinta y cinco días está en cama, reducido ya, por unas calenturas que no se le cortan, a un esqueletito de alambre; los médicos opinan mal. Salvador, sin empacho ni des- canso, llora noche y día; pero tiene tanta fibra el niño que no ha perdido las fuerzas, y yo no pierdo las esperanzas, pues per- derlas es rendirse como cobardes, desairando a lo bueno o fa- vorable. Dos cosas me hacen contestar a usted como el eco, y cuida~ do, que no cuento el placer que tengo en hacerlo, lo que no bas- ta para ser tan demasiado ?'espondona. Es la una dar a ust'ed las gracias por las coplas, tanto más bien venidas cuanto que habiéndome pedido Salgs. Hilguero etc. (al enviarme por fin Las Dos gracias) otra novelita y habién- dole contestado no poder ser y que sólo podía ofrecerles el se- gundo tomo de cuentos y poesías populares, ellos han admitido con apresuramiento, y me tiene usted metida en esta obra, más mecánica, pero de más tiempo y páciencia que escribir e inven- tar una novela. ¡ Hélas! Tengo algunas, pero otras no, y entre éstas sobresalen por lo bonitas: Detrás de ti, dueño mío, Aun- . que vivo junto al chm·co (que tiene inimitable y genuino sello popular), M e quisiste mozo 3, libre y e on tinta negra me escri- be. Doy a usted por ellas millones de gracias. La segunda c-au- sa que me hace escribirle es para suplicarle me recoja con sus menores detalles la historia del pozo de la. llorona de que usted me habla y de la que no tengo la menor idea, pues aunque, como sucede a todos mis cuadros, la acción de Pobre Dolores no es inventada por mí, sino que es cierta, que en un ciego arrebato CAR'I'AS INÉDITAS Dl<~ FERNAN CABALLERO 427 cle celos ma!ó un novio a uno que halló hablando por la reja <:on su novia creyéndolo un competidor siendo su hermano; no acaeció, que yo sepa, el hecho en Rota ; pero como usted sabe, traspongo los hechos rnuy conocidos, por prudencia, y a v_eces porque me vienen bien, a otn?s lugares. Fortesa me escribió hace muy pocos días para pedirme los documentos que a usted pedí, los· que necesitaba el Sr. Sbre. Me apuré en extremo; pues ¿qué hacía? Me acordé de lo a pro- pósito que era nuestro F. Espino por su caracter tan bondado- so y su inteligencia en estas materias para el caso. Efectivamen- te, me mandó el de la Academia de Buenas Letras. En cuanto al otro, era imposible por estar todos los miembros de la Socie- dad ausentes. Se lo mandé a Fortesa, diciéndole que usted es- taba no en Gigonza, como él creía, sino q1,1e había pasado a Rota, y que debería haber pensado en lo que pedía a tiempo y no a última hora, teniendo presente que hombre prevenido nunca fué vencido. Aquí se suena que se presenta usted de nuevo a la Diputa- dón con carácter de independiente. Contesté que no lo creía, pero en cuanto al carácter, ése sería con el que yp siempre me presentaría caso de ~er hombre de veras y querer o tener el mal gusto de aspirar a ser padre de tan ingrata hija. Vidart está aquí. Dice que va a Carratraca, pero su pereza 1e retiene, y esto me prueba que su vista está clara con sol, con luz y sin moscas . . Me voy a pasar parte del invierno a Gelves, a buscar mi anhelada inamobilidad, y. porque García (r) me ha suplicado lteve su niña, que está delicada, y que traerá al campo. Las Dos gracias están perfectamente impresas, casi sin fal- tas. Aún no se han puesto a la venta en Madrid. No hay' nada cle nuevo. SS. AA., buenas; la Infa"nta, embarazada, por lo cual el tío será mucho menor que el sobrino. Mil cariños a Elisa y mi niño, que espero estará ya reuniendo conchitas en esas pla- yas, en las que de buena o mala gana acata el soberbio mar a la humilde pero firme tierra. (I) Don García de Porn~s , marqués de ,Castilleja del Campo, y su· hija Adela. 428 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Páselo usted bien y créame su más sincera y agradecida y cariñosa amiga, Fernán. ¿Qué le parece a usted el trueque, por sus embalsamadas flores, esas pestíferas aluagas? Usted está en Rota, yo en Sevjlla. CLXXX Está usted tan furioso con el levante como él ; pero no así yo, que le estoy muy agradecida, pues habiéndose constituido en su carcelero ha sido la causa que recibiese tan pronto la~ siempre anheladas noticias de ust~des. Además, ¿quién le nega- rá su prudencia que siendo dominio suyo el 3, el ·6 y 9 se haya contentado con reducirlo a dos? Cuando aquí se sintió mucho (siendo el día triste por estar envuelto en esas nubes de verano· tan extemporáneas), ¡cuánto no se sentiría por aquellos parajes que lo reciben de primera mano! La primera impresión que me causó la cesión del Veneto· a Luis Diablo, como soy esencialmente optimista, fue alegrar- me de que se acabase la guerra; de que la Francia (así lo espe- raba) se la cediese a la Italia a condición de que ésta devolviese al Papa sus ocupados estados; que Austria pudiese reunir sus fuerzas contra la infame agresión de la Prusia, y, últimamente, me alegraba de lo que rabiaría el triunvirato Carla A., Garibal- di y Mazini. Pero después he visto 'de que no todas las esperan- zas que me hizo concebir se realizan. En cuanto a la perdida batalía, bien recordará usted que le dije, cuando tan confiado se mostraba en el ejército austríaco, que tenía que avenírselas con otro excelente, pues los prusianos son grandes militares. ¿Por qué culpar al infeliz Benedk? ¿Acaso los mejores genera- les y ................. . ... · . . · · · · · · · · · · · · · · ·: · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · .... ....... .. .. : .. ·~ · :· cuento estaba tratado de main de ma.itre, pero que era tan poco- nuevo que era rabattu.y que tampoco la crítica a que el suyo como otros encerraba era justa, pues no había difunto que al resucitar pudiese pretender hallar todo como lo dejó en este: CARTAS INÉDI~AS DE FERNÁN CABALLERO 429 mundo de· incesante movimiento, que éste era mi franco pare- cer como no se ·lo diría sino a una persona tan superior como él. Ahora, si usted quiere complacerme, le suplico que le escriba que conociendo 4sted el aprecio que le profeso y la alta idea_ que tenía de su saber y talentó ha extrañado sobremanera que haya podido escribirle una carta que lo haya afligido, por lo que le suplica con instancias que le diga en qué y de qué manera ha podido mi carta afligirle, y estoy curiosa de lo que le conteste. ¡Verdad! ¡Pobre verdad!, nadie quiere oírte ni verte aunque vengas amable y vestido de flores. Siento que usted me encar- gue el sigilo, que a no ser así, yo le escribiría con mucha amis- tád preguntándole en qué le había afligido y pidiéndole por ello perdón, aunque sin conocer la causa. Dicen que viene aquí el Gobernador G. de la Vega (r), otros dicen que lo han hecho D. de Lotería . . Mr. de Latour me ha enviado una novelita bastante bonita que a él le envió su autor, A. Grassi, titulada El Lujo,· también unos versos (un tomito) de un niño de doce años, un tal Edo. ( ?), que habla de amores como un D. Juan, de filosofía como un Kant y de los hombres como un La Brugj.ere. Esas cosas, pof buenas que sean, me chocan como la charla de los loros, aun- que canten el Santo Dios.· Nada hay aquí de nuevo. Carmen dejó al niño, que salió bien del examen en el colegio, y se viene. Sabría usted cómo se ha descubierto una nueva conspiración en el Regimiento de Artillería; se sabe a ciencia fija que todo ese dinero ha venido del Perú. Leo las 1! ajas Sueltas, de · Selgas ; hay en ellas tanto esprit que. no empalagan, eso no, pero atra- gantan la comprensión. ~fil cariños a Elisa y a los niños, so- bre todo a mi Conzalito, que Dios bendiga; no deje usted de escribirme y de aprovechar sus ,ocios y sus dones naturales y su saber dándonos algunas composiciones tan nobles y dignas que nos hagan olvidar lo que por desgracia nos rodea, Fernán . Le remito a usted la probable causa de la incomodidad d~ F. conmigo. Consérvela usted · en su poder. ·r2 julio '66. (I) Don :fosé Gutiérrez de la Vega. 430 BOLETÍN DE. LA REAL ACADEMIA ESP.AY.':lLA CLXXXI Mi querido amigo: Espero que habrá usted recibido mi carta, 'Y es de suponer que no haya reinado otro levante fuerte que, encerrándole corno un prisionero, le diese lugar a escribir a sus amigos ; al menos que no sea la torre de Gigonza un gran paréntesis de piedra en que se metan las gentes para incomunicarse c~n las demás. . Escribo a usted porque anoche me dijo Herrera que don I. Enrile, Subdirector de la Fundición, había pedido· licencia semestral, y en su vi~tud, debe cubrirse -s;:¡ destino. Añadió que en un tiempo lo había usted deseado y que 'yo debería· avisar a usted esta novedad, aunque siendo usted amigo de Enrile su- pongo que le habrá comunicado su propósito ; por sí o por no, le doy a usted conocimiento del hecho por si le conviene hacer alguna gestión sobre este asunto, que no pierda tiempo. Estos días corrió muy válido qu'e iba haber aquí .revolu- ción, lo que me ha tenido bastante inquieta, y aunque el día se-· ñalado ha pasado, no los elementos, pues anda abundante el oro del infame usurpador e instigador de usurpáciones, que no con- tento con las atrocidade-s que ha armado y tolera en la Europa central quiere acabar aquí éon ·los últimos Barbones,· ·víctimas todos del tigre, poner con la pamema de plebiscito al Braganza en el trono ibérico y recibir de él en recompensa la raya en el Ebro y las islas Baleares. Desengáñese usted, Dios nos ha de- jado (merecidamente) de su mano y el diablo se apresura en hacer triunfar todas las malas causas. He tenido carta de Vidart, el que acudió al lado de Zabala~ al que no abandonó, y ha recibido la cruz del Mérito Militar. Me dice: "He escrito un artículo semicrítico sobre las poesías de nuestro amigo Fernando. Tengo muchos deseos de leérselo a usted cuando vaya a ésa, porque Fernando no está confot:me con algunas de mis apreciaciones y deseo oír el juicio de usted y ver a cuál de los dos da la razón." Como usted verá, aquí no hay sombra de pique por la carta qe usted. N o obstante, poeas veces me · he visto en trance más embarazoso para contestar. No podía entrar en materia cuando CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 43 l él no entraba; no podía decir que nada sabía porque no era verdad. Lo que hice fué hablar sobre los demás puntos y decir al fin que acababa de prisa mi carta, sin contestar por completo la suya, por tener gue irme a la novena del Carmen, lo qu~ era verdad. Dice que vienen pronto; su mujer queda con su padre y él se va a Carratracá, y pasarán aquí el invierno. Nada me dice de su comedia ni usted del artículo de Navarrete, por lo cual se me figura dicho caballero en extremo informal e insus- tancial. Ofrecieron a Rueda ser Gobernador de aquí, el que feliz - mente rehuyó y se fué a Madrid. Luego se habla de F. Espino, el que aún permanece aquí, y por último se dice que viene el Marqués de la Merced; pero aún no ha llegado. Del cambio de Ministerio se habla mucho. Unos lo achacan a Cristina, y los q.ue se dicen mejor informados, a Tenorio. ¡Qué degraciado país! N. es un hombre que vale; entra en el Ministerio y en lugar de rodearse de hombres respetables como Miraflores, Bra- vo Murillo, Egaña, Cheste ( ?), se rodea de compañeros, algunos tan en sumo grado desprestigiados. ¡Pobre, pobre España! Mr. de Latour escribiéndome siempre cartas que hacen a la vez la"!; delicias de mi mente y de mi corazón y el tormento de mis ojos. Allá no hay novedad. Salude usted cariñosamente a Elisa y dé mil besos a sus niños. He leído varias cosas, pero no queda lugar para hablar más, sobre todo al que calla; no es el caso de decir que en la boca de usted no entrarán moscas, pero sí que caerán en su tin- tero, verdadero Mar Pacífico, a lo menos, para escribir a su más sincera amiga, Fernán. 125 julio 66. CLXXXII Mi muy querido amigo: Mil gracias por .su gra~a y por su gestión con el general, cuyo nombre hace disonancia con gestión y por respeto a la eu- fonía lo omito. Era preciso que tuviese aquí quien le recordase 432. ~OLETÍN DE LA .REAL ACADEMIA ESPAÑOLA la recomendación, -y yo a nadie conozco que sea amigo suyo; en fin, ¡ sobre este negocio se cierne la fatalidad con sus negras alas! Gonzáléz y Gómez sigue ocupándose con celo de este mi empeño. Tiene un ramillete de preciosas palabras, que son flo- res sin fruto. ¡ Cómo ha de ser ! Si este infeliz hace un dispa- rate .no me lavaré las manos como Pilatos, pues no las tendré sucias como aquél, habiendo hecllo cuanto he podido hasta el duro caso de hacerme aborrecible con mi pesada insistencia a mis amigos. Escribo a usted para pedirle un ·'favor personal, y es que envíe dos de mis libritos a mis · amigos Fermín Apecechea el uno, calle de Pizarro, núm. 15, cuarto segundo, y el ot'ro a don Antonio Guerola, Prado, núm. 10. ¡ Qué de impertinencias! . Para no aumentarlas, a usted suplicó, .ruego· y mando que no me conr teste a esta carta, que no tiene contestación. He sabido de usted y otros amigos. por Prado, que ha lle- gado buenísimo y rejuvenecido. Murió el pobre Carlos Torre~ueva (1) y ayer se enterró a Con-_ cordia (2); ambos han · muerto· como valientes y cristianos. Adiós, mi paciente amigo, ya será mi última carta, reempla- zada espero pronto por mi visita de bienvenida. De usted su más sincera amiga, Fernán. Mil cariños a Cañete. 121 mayo 68. CLXXXIII Mi muy querido amigo: Aunque tengo un sin fin de cartas sin contest(l.r por la iner- cia y apatía en que me han sumido la inesperada muerte de J11i hermana (3) y las aflictivas circunstancias que nos rodean, ape- (1) Don Carlos de la Lastra ~ Díaz de Lavandero,marqués de To- rrenueva. (2) Don Manuel P ereira, marqués de la Concordia. (3) 9u hermana Aurora, viuda de Osborne. CARTAS rNÉDlTAS DE FERNÁN CABALLERO 433 nas recibo su muy grata (¡que ya echaba de menos!) me pon- go a contestarla, lo que probará a usted la fuerza de mi amistad e interés por toda su familia, que ha podido más que aquellos enemigos, la inercia y la apatía, que me tienen vencida. S;}.bía por Carmen, lo que sin ser médica me había parecido, y es que nada tiene que ver el padecer puramente nervioso de Elisa con el hígado, por lo que habían ustedes cambiado los baños mi- nerales por los de mar, de lo que mucho me alegré; De lo que no me alegro, aunque me parezca bien pensado, es en irse us- tedes (pues supongo que no será la Condesa sólo) a Burdeos .indefinitivamente, por lo que yo entiendo que será hasta que este desgraciado país se halle con un Gobierno definitivo. Pero, ¿cuándo será eso? Pronto si los carlinos estuviesen todos uni- dos y bien dirigidos; pero parece que · no hay nada de ·eso y que estos partidos que se han levantado sólo servirán .para de- rramar sangre y exasperar más los ánimos. Por otro lado, las cosas como están no pueden seguir; los republicanos, cada día más arrogantes y atrevidos, se aumentan, pues todos sus des- manes quedan impunes. Me pregunta us,ted si escribo algo. ¡ Bue- na está mi mente, mi espíritu ni mi corazón para . escribir! Si, como he dicho a usted, no contesto sino a '' contadas cartas de las que recibo. ¡Esta luz se apagó ya! Noticias de aquí hay po- cas. Gracia Lasso salió ayer para San Juan de Luz. Carlos Pa- reja, sin la familia, sale mañana a Puerto Real a asuntos de su salina. Las de Campo Ameno iban a Carratraca, pero como es- tán las cosas no se han atrevido y se ·han ido a Chiclarta. Ma- tildita Motilla ha ido a Santander. Rueda ha tomado la casa en la que murió Concordia, en calle de Rositas, y se ha traído aquí a Paca, lo que, como puede usted pensar, me ha sido muy agra- dable. Aguardan a los niños, que ya no volverán a Inglaterra. No veo a Fernández, pero he sabido que estaba malo con fuer- tes pujos. Está escribiendo una obra sobre literatura para la Universidad; esta tarde le mandaré la carta. de usted. En St. Lúcar lo pasan muy bien. Ahora fue el cumpleaños de la Infanta y tuvieron un bailecito. Tengo cartas de Mr. de Latour (que está allí) , y siempre ocupado en sus trabajos lite- rarios. Aquí hemos tenido la gran alegría que por medio del Arz- 28 434 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA obispo se han devuelto al culto cinco parroquias de las que lm- bían .cerrado. En San Andrés . hubo el domingo una magnííica fur,tción costeada por la excelente católica .señora de Suazo. Esto no quita qué los apóstatas que se llaman protestantes vengan haciendo cada vez más de las suyas. Nada le digo a usted de las cosas de Madrid, pues las verá usted en los periódicos . de aquella localidad. El Conde de París me ha enviado una obra que. ha escrito sobre las sociedades obreras en Inglaterra. Está llena de pro- fund_o y minucioso estudio; muy bien escrita, con esa gran dig- nidad que respira en toda su persona; es la sexta edición que de ella se hace, pero está llena de ese espíritu liberal que incul- có Luis Felipe a toda su familia. · Los calores son terribles, pero, en cambio, tenemos los días largos y serenos. Adiós, mi muy quei:·ido amigó. Déle usted tantos cariños . a Elisa y a los niños, que supongo que cuando los vuel~a a ver (¡si los vuelvo a ver!) hablarán. francés. Mil cosas a la Condesa y a sus cuñados de usted. No. deje usted de darme de cuando en cuando noticias de todos, y créame su más constante, invariable y mejor amiga, P. Sevilla, 4 agosto Ó9· CLXXXIv ·· N o dirá usted que no contesto pronto ·a su apreciable, que recibí anoche, y eso que de tal modo se ha apoderado de mí la pereza epistolaria que creo que voy a olvidar completamente el escribir. Empezaré por decir a usted la gracia tan grande que me ha hecho la afición a las etimologías que ha despuntado en Gonzalito, lo que prueba un don de reflexión rarísima en su corta edad. Puede que acierte en la que ha descubierto, que caso probable que la denominación de las pulgas sea anterior a la de los dedos, subiría del pueblo, como tantas otras expresiones, a la gente culta; repito a usted que me ha hecho muchísima gracia; dígaselo usted así al futuro Académico de la Lengua . . CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 435 De aquí poco tengo que decir a usted que no sepa por los periódicos. El lunes fueron dados de garrote cuatro de los que rompieron las vías del ferrocarril de Utrera, causando la muerte de un oficial, un sargento y dos guardias civiles y gran cantidad de heridos; el crimen era tan horrible que no causó su m~erte mayor lástima (r). Uno de estos días dicen serán pasados por las armas dos soldados · que se paSaron a esas fieras que, con. nombre de republicanos, tienen consternado con sus crímenes a todo el país ; son los únicos_ que se han pasado de este admirable ejérFito que ha salvado a la sociedad, p~es esta rebelión se puede dar por concluida, pues estos republicanos modernos, primera- mente en sus discursos y luego con sus hechos, se han hecho co- nocer, desde luego, y, por consiguiente, temer y aborrecer. Aquí, desde que se proclamó el estado de sitio, se cerraron los clubs y se prohibió el desenfreno de la prensa ; estamos como una balsa de aceite. Me acuerdo de la Espemnza, que decía en una ocasión, hablando del buen efecto del estado de sitio: "¡ Oh, bienaventu- rado sol de la libertad que sólo gozamos :paz cuando te eclip- sas!" El domingo se casó Lolita Salas y en seguida se fué al Puer- to. Manolita Moscoso está pedida y se casa con el hijo del ge- neral de Artiiiería Antonio Jácome, que es capitán graduado de comandante de la misma arma. Quien ha muerto en Jerez de resultas del tifus es la hija y homónima de Inés Grandallana, casada con Blasco. Hasta ahora hemos tenido un calor insufri- ble, pero anteayer tuvimos lluvia y hoy hace un levante atroz, con un repentino frío de enero. Com_o sabe usted que ·mis deli- (I) "En la tarde del día 5 (de octubre), por disposición de la autori- dad superior militar, salió en el ferrocarril de S'evilla a Cádiz una colum- na compuesta de Infantería, Caballería .Y Guardia Civil. Pasada la villa de Dos Hermanas, descarriló el tren por estar cortada la vía .. ·. Fué el hecho que un grupo de hombres se apoderó del guarda para impedir que hiciese la señal de peligro y después levantaron los raíles. El descarrila- meinto causó la muerte de un oficial de Ca;ballería, dos sargentos y dos Guardias civiles, dieciocho soldados heridos y mu~hos contusos . .. Condu- cidos {los autores) a Sevilla y sometidos a un Consejo de Guerra, fueron juzgados y condenados.a la pen.a de muerte en garrote." (Joaquín Guichot: Historia de la ciudad de Sevilla, t. V, pág. 366.) 4 36 BOLETÍN DE LA ·REAL ACA'DEMIA ESPAÑOLA ctas son leer, estoy ahora muy divertida con las memorias de M. de Crigni, que son larguísimas y hablan de todas las perso- nas conocidas antes, mientras y después de la revolución; por -supuesto, es "legit imista con pasión. ¡ Qué m al trata a los Or- 1eanes! Ya sabrá usted que tenemos nuevo Ayuntamiento, siendo Al- ,calde primero el Sr. Aristegui, pero han comprometido a entrar e n él a personas de mejores ideas y antecedentes. Cuando ya estaba yo tranquila p_orque me habían bajado el arre1;1damiento de la cas~ me hallo con que vienen a apreciarla porque todas se van a vender, ¡incluso las plazuelas! Vuelta a buscar casa y vuelta a no encontrarla, y me dicen que me esté quieta y la compre, porque con el dinero del arrendam.iento po- <l.ré comprarla, puesto que se pagan en veinte años y que esta <:asa no puede evaluarse en más de 4.000 ds., que serían 4.000 rs. al año, pero como no faltará qúien las puje tendré que salir <le ella. Mucho siento · que tanto la Condesa como. nuestra Elisa no se hallen tanbien de salud como al principio. Si les sienta mejor· Burdeos ¿por qué río se vuelven ustedes allá?, y si no, a P aiti- ms, que es sano, barato y donde mi sobrina Cecilia tendría el guste de ver a ustedes·¿ Vieron ustedes a Augusto en París ? Mucho celebro el casamiento de su hermana de ·usted si es a gusto de todos; no me dice usted si es diplomático español o ex- tranjero. A<l.iós, mi querido amigo; cuando . escribo a usted puede más el gusto que en elJo hallo que mi en otras ocasiones invencible pereza. Dé usted cariñosas expresiones a la Condesa y a Elisa, mil besos a los niños y créame su mejor y más sincera amiga, Fernáñ Caballero. 20 octubre 69. CLXXXV No estamos en época en que haya ganas de reirse segura- mente y, no obstante, la carta de usted me ha hecho reir sin CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLl~RO' 437 ganas por las justísimas quejas. Natural indignación que ex- presa por los increíbles descuidos de nuestra línea férrea. ¿ Sabe usted por _qué suceden estas éosas aquí y no en otra parte? Por el sufrimiento del público. Sí las mismas cosas que usted me es- cribe las mandase insertar en un periódico y hiciesen lo mismo todos los pasajeros, no sucederían semejantes escándalos. En fin, lo principal es que llegaron usted con felicidad, situándose en Biarritz. Supongo que después de haber consultado con el famoso médico de Bayona, aunque usted no me lo dice; entre las personas que usted me nombra como estando allí no me menciona a García, que me ha escri~o se va allí con toda su familia, resuelto, si hay intranquilidad en Francia, de trasladar- se a Inglaterra. Aquí se está con -la zozobra natural que inspiran los .. graves acontecimientos de los bordes del Rhin. Las opiniones están hon - damente divididas en favor de unos y otros. Dicen que los re- publicanos están en favor de los prusianos, no por amor a ellos, sino en odio al Emperador, y muy persuadidos que si éste pier- de se aclamará en Francia la república, en lo que a mí me pa - rece que están grandemente equivocados, 'y veremos a quién dtl el tiempo la razón. La Prusia, si llega a «hacerse dueña de la situación, no será para dar a la Francia la república. He leído la carta del P. Jacinto contra el Concilio; la em- pecé con curiosidad e inquietud, pero me hizo un efecto tran- quilizador, pu_es no he visto cosa más tonta e insulsa. Bonaparte ha abandonado a Roma y Dios permite que le abandone la for- tuna. Aquí poC'O hay de nuevo, y eso nada agradable; Concha Castro ha empeorado mucho en St. Lúcar, y mi corazón, que nunca pierde las esperanzas, como los campos de América nun- ca pierden su verdor, las ha perdido tocante a que mi pobre so- brina pueda restablecerse. Pancha Castro, que está en Cádiz, se ha puesto mala de gravedad por sus dolores de estómago, de manera que la mandan ir a Vichí o a Lanjarón. Por fin se casa Ricardo (r) con la hija del Conde de Ezpeleta, ¡Dios los haga felices ! Eduardo Arco ya se casó y regresó a Cartagena con su (1) Ricardo Rojas, marqués de Albentos, casó con doña Narcisa Ez- peleta y Samaniego. 438 BOLETÍN DE LÁ REAL ACADEMIA ESPAÑOLA consorte, donde está destinado. Hay días que no veo a Ledano, pues aunque estuvo aquí, yo estaba en casa de Rueda, que aún sigue fatal de ·la causa que tiene en la boca, aunque algo alivia- do desde que se le reventó por fuera el tumor; la última vez que lo vi a Ledano supe con dolor que el terrible trastorno cau- sado por esta atroz e inmotivada guerra alcanzaba a la tan bien combinada vía· férrea de Huelva. j Jesús! j qué .guerra tan desas- trosa! ¡ Me quita toda tranquílidad de espíritu pensar en ella! El Duque de Montpensier vino a Sn. Lúcar para volverse a Ma- drid; ·no sé si en las actuales circunstancias pensará en ello. Es- tamos a mediados de agosto, y aunque dice el refrán que en agosto frío en rostro, seguimos con los grandes· calores que des- de mayo nos favorecen, pero · esto no puede durar, y así, espero que para principio de septiembre regresarán a sus lares los de- sertores. Sigue aquí la persecución a los bandidos, que se han amedrentado y hay días que no se sabe de nuevos secuestros. En Dos Hermanas se están casando los novios a toda prisa antes del 15, en que les han dicho que se hará obligatorio, no . siéndolo en casamiento religioso, el civil, al que le tienen un grande horror. N o así en Sevilla, donde cunde la mala semilla que es un contento. Siento no tener noticias con que poder dar interés a mi in- sulsa carta, pero no las hay y yo no tengo el don de los perió- dicos de inventarlas. Mil cariños a Elisa, que supongo contenta en esa colonia es- pañola; miles y miles a los niños, de los que ni una palabra me habla usted, sabiendo lo que me interesa cuanto les concierne. Páselo usted bien y regrese cuanto antes con la mayor felici- dad es el mayor deseo de su agradecida y mejor amiga, Fernán. Memorias de Salvador Castro. 11 agosto 1870. CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 439 CLXXXVI Al placer siempre tan grande de ver su letra se agregó, al recibir su apreciable de París (2 de septiembre, fecha), ei de la sorpresa, porque cuidados mayores quitan menores, y así me tenía usted hace tiempo algo olvidada de la memoria, si bien no borrada del corazón, así lo espero. Veo que aún no tiene usted fijada la fecha de su deseado re- greso y me indigno con los obstáculos que la codicia reinante hoy día en todas partes sea la causa, P!-les no encuentro otra, de los entorpecimientos que encuentra un negocio tan útil, tan cla- ro y tan ventajoso. Lo que mucho vale, mucho cuesta, téngalo usted presente, así como lo mucho que vaie la suerte de . tantas personas que dependen de la constancia y trabajo de ustedes .. Por aquí no hay novedad ; mi sobrina Paca tuvo las virue- las; muchas, pero muy benignas, y está perfectamente bien ; no así Matilde Pastrana, que ha quedado con a:chaquillos, bien que puede que no sea de resultas de las viruelas, pues sabe usted que la pobre padece. No ha habido muchas viruelas, pero ha~ hecho mucho ruido por haber sido atacadas personas conocidas. Mucho celebro que esté S. M. la Reina tan \uena y el Príncipe de Asturias. ¡ Con que se parece a nuestro Gonzalito! Pero debe ser mucho mayor; pero a todas edades se tiene dulzura, distin- ción · y finura en el semblante. Y a ·irán los niños hablando el francés, y así dígales usted que je les embrase de tout mon coeur, así como a su madre. El Infantito D. Luis salió: de aquí con la de Vallejo y llegó con toda felicidad a Randau. Se han despedido todos los de la servidumbre que quedaban en Sn. Telmo, incluso Matilde, ; a la que se ha retirado sus 32 ... .. .. .". que tenía por dama de la Infanta ~y que ha disfrutado por dos años sin serlo. Sn. Tetmo queda vacío y parece un hermoso mausoleo en el que. reposan los restos de la hermosa Infantita Doña Amalia. El pobre Coloma (1), el moro de paz por excelencia, com- (1) E ste "pobre" Coloma es el entonces joven Luis Coloma, luego je- suíta, famoso por su novela Pequeíieces y 'biógrafo de Fernán Ca:ballero. 440 BOLETÍN m: I.,A REAL ACADEMIA ESPAÑOLA pró una pistola, instrumento que le pegaba como a Napoleón I una lira, y al cargarla se. le fué el tiro, pero con tan buena suer- te que no se mató, como debería haber sucedido. Sus padres se lo han llevado a Jerez. Murió el Marqués de Sn. Gil, que esta- ba muy malo ; dichoso él, pues lo que estamos viendo no es para desear vivir y ~ver su desenlace. ¡ Qué dolor de Escorial ! ¡ Dios quiera que se repare aunque sea abriendo una suscrip- ción nacional! ¡ N o hay · desgracia que no acontezca a esta po- bre España! La guerra de Cuba y de las provincias están diezmando su ejército y vaciando sus ya exhaustas arcas. Me ha dicho Trinidad Motilla que le escribe la Condesa de Robertsart que ha salido en estos días en un periódico belga una novela mía traducida, no dice cuál, que ha gustado extraordinariamen- te . (será a los católicos) y han reproducido otros periódicos. Escribí