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Cartas inéditas de Fernan Caballero 
(Conclusión) · 
CLXIII 
Por fin, gracias al Cielo, tuve not~cias de ustedes, pues con 
los tiburones que se recrean por nuestros mares algunas veces 
se me representaba mi Gonzalito en la enorme boca de uno de 
ellos, y cbmo no tenía la certeza que fuese un nuevo Jonás, me 
angustiaba. En fin, ya veo que als •well y me trm:quiliza sin re-
conciliarme con su pereza. 
¡Cómo se me ensanchó el alma cuando el 15 salió la Santí-
sima Virgen por la Puerta de los Palos, recibiendo un rayo de 
sol que la hizo brillar cual otro sol; tocó la Marcha Real, y la 
enorme muchedumbre se postró ante aquel ideal Je humildad y 
~ignidad unidas, y dije: aún somos católicos. Así se me ha en-
.:lanchado el espíritu con lo que me cuenta usted de lo que ha 
presupuestado Cádiz para festejos de su Reina, y me he dicho: 
¡aún somos monárquicos! Aquí todavía no se ha decidido nada 
definitivamente, sino como primer obsequio ... destruir el arco 
fenicio de· la Fábrica dei Tabaco. Hoy trae La Andalucía varios 
proyectos, trozo que no le mando a usted porque se lo incluyo 
a Mr. de Latour. No hay otra conversación en el Regimiento 
del fijo de Sevilla que la venida de S. M. Ayer estuvo aquí el 
señor Oñate para ver mi casa, para determinar quién había de 
venir a alojarse en ella. Pasé. un mal rato que hubiera podido 
evitarme Alonso, que venía con él, pues cuando salió y supo 
quién era yo, dijo que traía orden expresa de la Reina para 
26 
402 BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
que BO se me incomodase para nad·a. Así, gracias a Dios, estoy 
tranquila. Algún presentimiento tenía yo que así sucedería y 
difícil es creer que no lo tuviese también Prado. 
Antes que se me olvide, dígale usted a nuestra condesita 
:\-iatilde, si aún esta ahi. y valga por lo que valiere, que dos 
casas más arriba hacia la calle de Tetuán, de María Rivero, se 
arrienda una preciosa casa. 
Un millón de gracias por su amable oferta sobre la impre-
sión de mi tomo, pero hay dos meses que con mucha bulla lo 
empezó a imprimir Gautier. Me envió el primer artículo, La. 
Virgen del V al me, y no ha vuelto a dar acuerdo de su persona. 
Como esto es mi constante sino y estoy acostumbrada, no. me 
apuro, ni nado contra la corriente. ¡ Dejarlo, que, como Mellado, 
haga lo que guste y le convenga! Y a propos de la Virgen del 
Valme: ¿Ha visto usted cómo _Zarzuela ( r) la hace tocaya del 
gran escritor Catalán? Tu bino está en Utrera, donde se ha ido 
a escribir, en paz y gracia de la Ilustración, sus impresiones de 
viaje (2). La Reina habitará el piso alto de1 palacio. Se necesi-
taba para las Infantitas de la casa de M.a Pepa Camp~zano, que 
hasta puerta de comunicación tiene con lo _-principal ; , pero desde 
que supo Oñate que la vivía un ayudante de S. A. R. dijo que 
de manera alguna, e hizo callar al arquitecto, que insistía. Estoy 
cada vez más identificada con la monotonía, como un vagón en 
los raíles, y no puedo salir de ella sin el estrépito de 'un desca-
rrilamiento; así esta venida de S. M., · que por precisión tendré 
que ir a ver, me tiene desasosegada. ¡Ay!, ¡qué hermosura de 
convento! Tengo las cargas sin las ventajas de vivir ~n el siglo. 
Carmen ha tenido el ma 1 rato 'de venir a su -casa una prima 
suya de Carmona, la de Caro, para que viera _ un médico un niño 
suyo que tenía un poco la boca mala, y de resultas del viaje ha 
malparido de tres meses, con un flujo de· sangre que los puso 
en bastante cuidado. N o recuerdo si estaba usted aquí cuando 
recibí una carta de Ochoa enviándome un periódico que tele-
braba a F. C., y entre otras cosas decía que en Sevilla las se-
-
(I) Don Manuel Gómez Zarzuela, periodista residente en Sevilla, uno 
de los directores de La Andalucía. 
(2) La relación del viaje de Isabel II por Andalucia. 
CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 403 
ñoras, en ciertos días del año, iban a bailar los ardien,tes bailes 
del país a ... la Catedral. El Arzobispo, como los enamorados de 
aritaño, muere viviendo y vive muriendo. No se olvide usted ni 
Elisa de apuntarme las coplas o cuentos y dichos bonitos ql!e 
oigan. 
Dé usted mis finas expresiones a su· madre, que espero ten-
dré el gusto de ver a su regreso. Mil di.riños a Elisa y besos 
al ángel por fuera y por dentro ; mis recuerdos a Matilde, la 
Generala, y usted sabe es, cuand méme ustPrl se olvida de ella 
meses enteros, su mejor amiga. 
20 agosto I862. ~ Fernán . 
CLXIV 
N o tiene usted muchas ganas de recibir cartas, mi querido 
amigo, cuando a pesar de su dulce farniente en su morisca torre 
. no las escribe y que después de tantísimo tiempo la carta que 
recibo hoy es la primera señal de vida que ha dado usted a sus 
amigos. Lo peor es que no me dice usted el modo de dirigirle 
mi 'respuesta, y así, como por incidente, me esc:t:ibe que le lle-
van de Paterna' comestibles y ·el correo ; alÍá dirigiré ésta al 
tuntún. 
Ya que no recibe usted periódicos le envio la carta de Fer-
nández, impresa en La Andalucía, y la inoportuna contracarta 
escrita, . con mucha tontera, pero no sin .carecer de malicia, por 
Calzádita, aborto del siglo presente de ·un hombre honrado del 
siglo pasado.' Este es mi individual parecer, muy insignificante, 
como usted sabe, en cosas políticas. 
La otra noche estuvo~ aquí, antes de haber salido esas car-
tas en La . Andalucía, y lo vi muy aburrido de su pretensión 
electoral, y creo que ahora lo estará más. 
Lo gracioso de mi novela Las dos gracias es que, mal que 
bien, está concluída, ,pero que Mangada se llevó dos capítulos 
para seguir copiando y hay más de un mes que no aporta por 
acá, sin saber yo si es. porque está malo o si es porque ha per-
dido el original. Fernández ha leído la parte copiada, hallando 
poco .que corregir, y le ha gustado mucho. Hoy le mandaré la 
404 BOLETÍN DE ..LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
carta mía para que sepa -de usted y vea el recado que me da 
para él. 
El niño. de Carmen halla alivio en Cádiz, come y está ani-
mado, pero aún tiene su poco de recargo. El de Salvador ha 
estado muy grave y le han dado, a muerte o vida, I 5 granos de 
quinina que, gracias a Dios, lo han salvado; figúrese usted cómo 
habrá estado Salvador. ¡Pobrecito mío! Hallaba su consuelo 
con irse a la iglesia a misa y al jubileo a rogar a Dios por el 
alivio de su hijo, y . Dios le oyó. 
Tengo en casa huéspedes: al matrimonio que tanto ha costa-
do para verificarse, así como los dos hijos del marido. El niño, 
que no tiene siete años, ha sido educado por su ama de cría, 
una labradora de Albar, pueblecito cerca de Valencia, y su buen 
marido, y es un verdadero estudio sobre el pueblo español que 
dicen que pinto E:omo quiero. ¡ Qué instruído en la religión!, 
¡qué modo de leer y de hablar (sin entenderlo) el latín, que 
pronuncia admirablemente, y no sólo ayuda, sino que sabe, re-
zada y cantada, toda la misa! ; es monísimo· y me divierte mu-
cho. No volvió muy satisfecho al ver la famosa Catedral de Se-
villa. "¿Pues qué te habías tú figurado que era?", le pregun-
té; a lo que me contestó (y repare usted lo que hay de infantil 
a la par de reflexivo y de imaginación): "Pensé, dijo, que era 
toda de oro por dentro, toda alfombrada, y los padres de allí 
muy gordos y muy colorados." 
Todo aquí sigue en statu quo. Hoy, el' gran entierro de Ada-
lid (el soltero). Yo, encantada con una obra sob~e España que 
me ha mandado el segundo del colegio del Obispo de Gibraltar; 
ese abate estuvo en casa con el s·eñor Obispo y ha muerto jo-
ven, acabada de escribir su obra. Bien pueden ustedes allí, ya 
del viejo Mercurio, ya de otras gentes del campD, reunirme 
unos cuentecitos, ejemplos y coplas. No se le olvide a usted. 
Ha salido La Farisea (1), que concluyó en el último número 
de La Concordia (2), con espantosas erratas; pero ese es mi sino: 
¡ Han puesto fósforo en lugar de Venus ! 
.Matilde me escribe que Sn. Lúcar ha sido este año fatal para 
(I) Novela de Fernán Caballero. 
(2) La Co11cordia, revista literaria de Madrid. 
CARTAS INÉDI'rAS DE FERNÁN CABALLERO405 
los forasteros, y me cuenta una porción de desgracias que sa-
brán ustedes, probablemente, . por la condesa. 
Cuando vuelvan ustedes a Jerez dígale usted, por Dios, a 
Cecilia Rarnír.ez que le dé, para que· usted me lo traiga, cuanto 
le hay:'! dado Augusto para copiarme de los papeles de su padre. 
Por Dios, no se ·re olvide a usted. 
Páselo usted bien, mi querido amigo. Mil cosas a Elisa y 
den mil cariños a Gonzalito, que pronto llamará a la patria 
hermana. 
Envié su carta de usted, en cuerpo y alma, con un sobre a 
Fernández, pero ni me ha contestado . ni me ha traído la carta. 
Su anciana y mejor amiga, 
Cecilia. 
3 agosto r863. 
CLXV 
12 julio 64. 
¿ Si recibirá usted éstá? 
Acabo de recibir su favorecida y no se quejará usted de que 
tardo en contestarle, pues teniendo otras cartas empezadas las 
pongo a un lado para escribir a usted y ,deci-rle cuán satisfac-
torias me han sido las noticias que tanto de usted como de Elisa 
y del núio bueno me participa. Sólo un mal sentimiento des-
pierta ·en mí la carta de usted, y es ... la envidia. ¡ Quién pudie-
se gozar de ese campo, de ese sosiego, de la sociedad de ustedes 
y, sobre todo, de estar con Gonzalito ! N o porque aquí no haya 
sosiego, pues la dispersión es general, sino porque el sosiego de 
las ciudades nunca sé parece al del campo. 
Me pregunta usted por novedades, y pocas o ningunas hay. 
Gracias al Cielo ya la ansiedad por la salud del Infante ha cal-
mado, habiendo regresado a Claremont en plena convalecencia; 
me escribe Mr. de Latour c;ue cada carta que recibían de Sevi-
lla, con tantas pruebas de interés y cariño, conmovía profun-
damente a S. A. R. Ya el primero habrá regresado a Francia. 
Mandé a Madrid por los periódicos Esperanza (r) y Correo, 
en donde se esgrirnían, si~ndo, pobre de mí, el campo de bata-
(r) La Esperanza, periódico madrileño (I844-r8¡2). 
406 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPANOLA 
lla. Me los mandaron equivocados, pero cuando usted · regrese 
los tendré, probablemente, en mi poder. En la contra repuesta 
del Contempm·áneo hace salvedad de mi persona, que dice co-
nocer (no sabía yo tener esa honra) y celebrar, pero dice que 
habiéndome metido en política combate mis ideas. El artículo 
del P . Gago (r) sobre el folleto de Vidart lo hizo Fermín im-
primir en el periódico el Gobierno, pero le quitaron la firma de 
Gago, decano de· teología aquí, y con ella la fuerza y autoridad. 
Vidart (2) me dice que si no fne sirve de molestia que me agrade-
cería· escribiese una carta a usted, como sobre el Dr. Lañuela, 
sobre su folleto, lo que estaría justificado por pertenecer ambos 
al mismo cuerpo. Pero debería considerar que yo no podía, sin 
demasiado ridículo, decir mi opinión en letra de molde sobre 
una obra literaria, pero que no podría, sin exponerme a éste y 
a la crítica, decir mi gran opinión sobre materias tan elevadas 
y eruditas. Fermín me escribe que está horrorizado al saber que 
se anuncia la Vida de la Virgen por aquel sacrílego autor. Los 
bobos y curiosos hacen numerosas las asonadas ; esos mismos, 
comprando a miles tales obras, forman su éxito y animan a sus 
infames autores a proseguir en su tarea. 
Mucho celebro .que. emplee usted bien y lucidamente sus 
ocios. Su bella y pura mente de usted se inspiró el año pasado 
de su arnor de padre, y éste de su amor de hijo. ¡Gracias a 
Dios! Todavía vibra fuertemente el amor de la familia en los 
nobles y cristianos corazones españoles. La otra composición 
será harto triste, pero, ¡ hélas !, lo triste es lo que abunda; yo 
quisiera que ni aun por imaginación se pusiese usted en la si-
tuación de aquel padre. 
Hace ¡qué sé yo cuánto tiempo! que estoy escribiendo una 
cosa, que no es cosa ni es nada, para La Violeta (3), pero las 
violetas han pasado, y las rosas, y mi cosa sin nombre no se 
acaba; una vez escribo media. página, me interrumpen ; dos días 
(1) Don Fra11cisco Mateos Gago, natural de Grazalema, canónigo de 
la Catedral de Sevilla, temible polemista. 
(2) Don Luis Vidart (I8JJ-Io897), poeta, periodista, filósofo y noye-
lisa. 
(3) La V1'oleta, revista hispanoamericana de literatura (Madrid: 1862) . 
CARTAS INÉDITAS DE ):<'ERNÁN ,CABALLERO 407 
después vuelvo a la carga, no sé dónde quedé, no sé qué iba 
a decir y las ideas volaron todas como si las ahuyentase el ca-
lor de Sevilla. En 'casa de Carmen no hay novedad. La Reina 
paga su habitación a la madre de Carmen, que ha tenido que 
ceder su habitación en palacio. El marqués de Auñón se -casa 
en París con la hija de Alfonso, un rico habanero; el duque 
pasó por aquí, pero tan malo, que me parece que no regresará 
a Madrid . . Las noticias las sabrá usted por los periódicos. Ma-
nuel volverá pronto para que pueda ir Salvador a tomar los 
baños -de Chiclana (que yo no apruebo para él); mucho celebra-
ré que a usted siente bien los . de allí, pero recqerde usted del 
español que estando bueno quiso estar mejor, y tenga usted pre-
sente lo que irritan. Mi tarta es larga, y lo es más porque con 
mis letras tan metidas, más que un escrito en mosaico. Julia 
está embarazada de cuatro meses. Bien podía Solís, y más con 
lo que ha pasado, irse a Inglaterra y dejar volver a V elarde, 
pero el egoísmo es el agente motor de la mayor parte de las 
gentes. Mil cariños a Elisa, cien millones a Gonzalito (que D. g), 
y usted reciba l'assurance de mi más sincera amistad, 
Fernán. 
CLXVI . 
Mi querido amigo : 
Remito a usted un articulito que, con la copia del testamen-
to de Arias Montano, voy a mandar al Amigo del Pueblo (1). 
Desearía que usted lo viese y corrigiese (si le parece bien que 
lo mande), pero, por Dios, sin grandes rabos, dignos de l9- ra-
badilla de. Lucifer, y sin . apoyarse sobre la pluma, como Hércu-
les sobre su masa, produciendo de esta suerte unos parches o 
lunares negros muy bonitos en la cara de las bellas del . tiempo 
de Luis XV, pero horripilantes en mi original, que está picado 
de viruelas, ya por mis propias cor:recciones, ya por las cosas 
que al copiar pasé por alto y he tenido que intercalar, pues le 
· confieso a usted que con mi creciente pereza, que va sumergien-
do, como la mar las rocas, toda mi actividad, ní chispita de ga-
(r) El amigo del Ptteblo, periódico de Madrid. 
408 BOLETÍN DE LA ·REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
nas que tengo de volver a copiar mi articulillo. Otra cosa tengo 
escrita para La Violeta (¡ay!, no violeta de primaverá, .sino vie-
leta de todo ·el año), pero es demasiado larga para que se la 
-envíe y abuse (si no de su buena volunta, que es mucha) de su 
tiempo, que sé que siempre le viene corto, como le vendrían a 
usted los pantalones cuando estaba usted .creciendo, lo que no 
hizo usted mal. Así es que irá -clopin clopant a su destino, a lu-
cirse entre unos vecinos por su estilo, es decir, más afanos-os en 
llenar papel que en hacerse admirar; será un pan de munición 
para ·los -soldados rasos o una ración de arroz · P.ara el rancho ; 
no así el adjunto artículo, que se remonta a las altas esferas de 
la crítica y nombra sujetos de alta valía. Mientras han estado 
aquí Rueda y Paca nada ·he podido hacer; ayer se -fueron y es 
preciso resarcir el tiempo perdido. 
Déle usted memoria a la mar, tengo ganas de ver a esa bella y 
pérfida sirena (desde tiera, se entiende), pero me parece que ni en 
ésta ni en la otra vida nos volveremos a ver, a no ser que se Ie an-
toje _venirse hasta aquí y transformar la Giralda en faro; todo po-
drá suceder en el universal trastorno que sufre nuestro globo .. 
Muchísimas cosas a Elisa y muchas más a Gonzalito, que 
Murillo echa mucho de !llenos porque amaba a los de su jerar-
quía. Mil cosas también a la condesa y a toda mi amada fami-
lia de Pastrana; Dios envíe a usted fresco para su consuelo ahora 
y para que contribuya a sus respectivos regresos a esta pobre 
Sevilla, que en verano va a trocar su nombre por el de Dido. 
De usted su más sincera y simpática amiga, 
Fe1·nán. 
8 agosto If~ó4. 
CLXVII 
Me dice usted que le · perdone; ya qmstera que hubiese us-
ted hechoalgo para poder aplicar esa bellísima obra de ge~e­
rosidad, que me es tan simpática, y de esta suerte hacer lo que 
me pide. Si insiste en pedirme mi perdón no hay más remedio 
sino que haga usted algo sobre que pueda recaer. En lugar del 
perdón que pide y no puedo darle, conténtese usted con las gra-
cias que no me pide y le envío de corazón por su eficacia, no 
CARTAS INÉDITAS DE FERNAN CABALLERO 409· 
sólo por corr~gir; entre una escritura y un contrato mi articuli-
to, sino por haberlo mandado copiar, lo que me prueba, ¡ hélas !, 
que tendría el original muchas faltas . A la copia corregí dos 
faltas del copista, porque tales f:;tltas se introducen por teJdas 
partes, . de la misma . manera que la polilla, sin ser notadas hasta 
que sale a luz el agujero qtJe echa a perder la pieza. Ya estará 
·cerca o . en el mismo Madrrd y cumplí por un poco de tiempo 
con mi semejante, e'sto ·es, el verdadero amigo del pueblo. 
Hoy he tenido carta de Tenorio (1), que me díce que muy 
en breve veremos por aquí a SS. AA. RR., ya ve usted que éste 
es buen conducto. Dígaselo usted a mi amada familia de Pas-
trana, siendo .regularmente Sn. Lúcar en donde pasarán SS. AA. 
el mes. de septiembre. 
El pobre Prado (z) ha tenido un fabo en u~a nalga; pero 
se lo abrieron y sigue. bien. A Cecilia Arco se le ha muerto la 
niña chica, que tenía cinco meses, en Cádiz, ¡qué dolor de niña!, 
era preciosa. 
Ya empiezan a regresar muchas . gentes de los baños, y con 
las nubes y vientos que hemos tenido ha refrescado la atmósfe-, 
ra, y · así espero que ustedes, así como la condesita . y su madre, 
se prepararán' a regresar a sus lares; verdáder~mente el calor 
es la plaga de Sevilla, tanto por sí como por su~ efectos y velei-
dades de desertar que infunde a los sevillanos. Estoy deseando 
que GonzaJito sea un poco mayor para que de sus excursiones 
veraniegas me traiga recogidos algunos cuentos infantiles. 
Escribo como el que se despide por pocas horas, esto es, a 
lo a tantot. Me queda, empero? el ~uplicar, ante todo, que dé en 
mi nombre un beso sonado en la manita de nuestro niño, así 
como que dé infinitas expresiones a la condesa, a Elisa, a toda 
la querida fami}ia de Pastrana, y ústed crea que siempre me 
faltarán aquéllas para expresar a usted mi gratitud y mi amistad, 
Fernán . 
23 agosto 64. 
No me ha· dicho usted ni media palabritá sobre si le pareció 
bien el articulito o in,troducdón. 
;I) Don -Miguel Tenorio, secretario de la Reina Isabel II. 
(2) Teniente de Alcaide de los R~ales Alcázares de' Sevi!Ía. 
4 lO BOLETfN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
CLXVIII 
Usted sabe el cuento del gallego que llegando a Méjico se 
encontró en el muelle un peso duro que desdeñó diciendo : "¿Ya 
empezáis a perseguirme-?" 
Quisiera en mi gran ambición y pesada exigencia amistosa 
trocar los frenos y que- al ver que no un hermoso peso duro, 
sino un feísimo y duro peso de un empeño al exclamar : ¿ya 
empezáis a perseguirme?, no lo desdeñara usted, sino que lo 
atendiese, para lo cual busco para padrino el corazóñ de usted. 
Está vacante una plaza de aforador en las rentas de puertas. 
Es el director de este ramo el señor de Amblart. Escribí a Gar-
cía (1) para que viese de conseguirla para el cabo Peña, de di-
cho ramo, mi antiguo y excelente. criado, que ha sido soldado y 
tiene ambas hojas de servicio, la militar y la de dependiente de 
puertas, brillantes. Hace años que sirve e•:t puertas a satisfac-
ción de cuantos jefes ha tenido y son conocidísimas su honra-_ 
dez, aptitud y buena conducta. 
La ventaja que alcanza- subiendo de cabo a aforador no es 
deslumbrante, pues sólo, consiste en mil reales más de sueldo 
al año, pero cargado de familia como está y lo carísimo que está 
aquí todo, sería ese aumento de sueldo para él una ventura. 
Se llama Antonio Peña, y la plaza está vacante, aunque di-
gan a usted que no. 
Cuando se trata de los pobres, para los que una cosa como 
de la que se trata es una suerte, un .'cambio favorable en su vida 
y la de sus hijos, mis pobres e insignificantes asuntos son nulos · 
y caen para mí en el olvido y en desinterés. Así es que ni le pre-
gunto a usted si por casualidad ha visto a Perico Madrazo. 
El pobre Rueda (2) sigue en el banco de la paciencia. Si 
se hubiera curado en un hospital ya estaría bueno. 
(r) Don García de Forres y del Castillo, marqués de Castilleja del 
Campo, casado con doña Cecilia Osborne, sobrina carnal de Fernán Ca-
ba!lero. 
(z) Don Antonio Rueda y Quintanilla, marqués del Saltillo, ma_rido de 
Francisca Osborné, sobrina carnal de la novelista. 
CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CAB~LERO 4il 
No quiero cansar más a usted, pues quiero concentrar toda 
su atención sobre mi empe.li.o. Así, concluyo suplicando a usted 
que dé mis finas expresiones a su señora madre y a su señor tío 
y me crea lo que soy, esto es, su mejor amiga, 
Cecilia 
_ García vive : calle Quevedo, números :8 y ro. 
Sevilla, r enero r865. 
CLXIX 
5 enero 65. 
Q~erido · amigo: 
Bien sé que aquí, donde nacen los empeños cómo un arroyi-
to de lágrimas, y · allí, donde llegan como una granizada de exi-
gencias, son cosas 'muy distintas. Así, en espíritu, véngase usted 
a mi sala, siéntese usted en el silloncito a rri1 izquierda, arrópese 
-con las enagüillas de la mesa del brasero y después de haberme 
~icho cómo siguen nuestr~ Elisa y :nuestro Gonzalito, escúcheme 
usted; hablo : 
_- Fernando, ,¡ qué disgustada estoy!, todos logran de mi so-
brino .Rueda menos yo, su tía, que dice querer tanto y qlfe n_o 
lo dudo porque él no miente, y eso que un solo empeño le he 
hecho, empeño sencillísimo y humilde, como suelen ser los míos, 
¡es mi mala suerte! Se lo hice a Fermín Puente, y así como Gon-
zález Bravo, se desentendió justamente del empeño en cuestión 
-que le hizo Rueda, por habe-rle yo comunicada mi mala suerte, 
ha hecho Fermín, que ni siquiera me ha contestado a mis sú-
1>licas. 
Usted contesta : 
-¿Y qué empeño es ése que 'tanto le tient a usteg, au cour? 
_:__ ~Es de un amigo queridísiino de qsted y mío, de Velarde, 
y está ~puesto en la adjunta apuntación. Ese excelente sujeto 
-está casado con su hermana; es de Canarias, donde posee po-
-cos, pero los bienes ,suficientes para pr~star la fianzas que exige 
-ese destino, que no es riinguna canongia, pero que á él conven-
dría mucho por estar en su país y estar actualmente cesante. 
41 2 BOLETÍN DE J..A -REAL ACADEMIA itSP.A.J.~OLA 
Ese destino lo pretendió y le fué dado a uno de esos impruden-
tes o impudentes _ pretendientes _que se echan sobre cuanto hay, 
pero no habienqo podido presentar la fianza, no se ha presen-
tado, y hace seis meses que el destino está abandonado y per-
judicados los intereses del Estado, pudiendo hacer su posesión 
la modesta felicidad -de dos personas apreciabilísimas por todos-
coricepfos. Puede usted pen~ar el cómo se ganaría, si esto . lo- · 
grase, así la benevolencia de SS. AA., como la1'gratitud de Ve-
larde y mía la persona que lograse que hiciese este acertadísimo 
nombramiento. 
(Dice usted fecha del año pasado.) 
-¡Si yo estuviese en Madrid!. .. , ¡si yo fuese diputado! .. . 
(Yo.) 
-¡ Querido _Fernando!, de ninguna manera dudo de su bue-
na amistad hacia mí, de que taptas pruebas me tiene dadas, ·y 
sé la que usted profesa a Velarde, pero esos aires de Guadarra-
ma son tan Íríos, esas aguas del Lozoya tan disolventes, que 
sin que entre en ello la voluntad, la memoria se -pierde y se ex-
travía en aquel mare mágnum, y yo· esto lo comprendo muy bien, 
así como todo .el esfuerzo de voluntad que se necesita para ocu-
parse y llevar a cabo cualesquier buena obra ei1 aquel laberinto, 
aunque con la diputación sé tenga el hilo de Ariadna. Pero quien 
no r~ga no es atendido ni aun de Dios. Como Rueda ha pedi-
do, como he dicho a usted, ese destino y puede que Fermín haya 
dado algunos pasos, sería conveniente, caso que usted, por su 
lado, los dé, el advertir que llegado por tres conductos es, no-
obstante, el m-ismo empeño para el m-ismo sujeto. 
Sé por Garcia que el pobre,en i3U apuro, ha encargado a 
usted de unos empeños que le había hecho. 
Si usted conoce a Manuel Bermúdez, que necesariamente 
será amigo de Amblard, puede usted decirle, con mil expresio-
nes de mi parte, que Antonio Peña, cabo de puertas que pre-
tende la plaza de aforador, es un excelente hombre cargado d~ 
familia. que ha sido criado mío y que eternamente le agradece-
ría se interesase por él, y si a usted le parece, le escribiré. No 
me queda más espacio que para pedir mil perdones y decirle, esto 
es, repetirle que es su mejor amiga, · 
CARTAS INÉDIXAS DE FERNÁN CABALLERO 413 
CLXX 
Mi muy querido amigo : 
No me crea usted inoportuna ni que trate de asediarlo coo. 
cartas, monótonos reclamos, que me hago cargo lo tendrán a 
usted aburrido. Sólo le escribo para darle a usted, primero, gra-
cias por su muy grata; segundo, gracias por sus gestiones con 
el excelente Perico, que merced a ellas despertó de su letargo, 
ni más ni menos que como el león español, y me ha mandado 
una contrata con los sñores Salas, etc., por la que _ellos quedan 
dueños por tres años de las Dos Gracias (I),por 2.ÓOO r., y de 
la Fariseo,, ya impresa, y más carta, por 1.000. Gracias a Dios, · 
está, pues, este asunto concluído, pero no así el prefacio, que 
dice Perico (2) concluirá un día de estos. 
En cuanto a mis empeños, Dios le pague a usted en la per-
sona de Gonzalito (3) cuanto haga por estos pobres. Ya habrá 
-~sted visto a Fernández; es amigo de Amblard; !!le ha prome-
tido de interesarlo por Peña, y ahora suplico a usted que se lo 
recuerde, y prometo a ustedes que cuando triunfe el partido 
neo-católico y salga usted a diputado haré, lo aseguro, cuantos 
empeños ustedes me hagan. 
Sólo añadiré a usted, si es que la política ha dejado un pe-
queño hueco sin invadir en su cabeza (que en el corazón ya sé que 
lo ha dejado) para la literatura, que Mr. de Latour me ha en-
viado un precioso artículo sobre Alarcón (el antiguo) y otro, 
si no más lleno de estudio y datos, más. precioso aún, sobre las 
fábulas del P. Fernández (4). ¿No se piensa en establecer una 
buena revista literaria en esa Corte? 
Si es verdad la noticia que corre hoy de la victoria alcan-
zada por los españoles sobre los insokntes peruanos, voy a ilu-
minar n1i casa, aunque sea la sola que se ilumine en la inerte 
Sevilla. 
(1) Las dos gracias y La farisea, novelas de Fernán Ca,baiiero. 
(2) Don Pedro de Madrazo. 
(3) Hijo de Fernando.de Gabriel. 
(4) Don -Cayetano Fernández, ·de la Real Academia Española, autor 
de las celebradas Fábulas ascéticas. 
414 BOLETÍN D.~ LA REAL ACADEMIA,'ESPAÑOLA 
Concluyo, concluyo, ¡ya voy! ¡Jesús!, qué prisa. ¡Pausa!, 
que aún tengo que repetir, ¡gradas!, ¡gracias!, ¡no dos, sino mil! 
Su más -agradecida amiga, 
Fernán . 
. Antonio Peña, honrado y excelente-, soldado cump1ido, hoy 
cabo de Puertas, después de cinco añoS: de buenos servicios en 
ellas, aspira a )a plaza de aforador reco~endado y protegido 
por dos diputados, un senador y Fern~n.._,(J¡,ballero. 
CLXXI 
23 enero 65. 
Si · úo fuera tan antipática la comparación diría -que es usted 
una mosca blanca; prefiero decir que es usted un amigo modelo, 
cosa tan rara, pero algo más noble y bella que la mosca VestaL 
N o sé cómo dar a usted gracias, y eso que a veces el corazón h~ 
suplido, sin yo saber cómo, a la torpeza de mis entrabadas explica-
deras. 
· Veo que no es tan endémico el mal del olvido e indiferen-
tismo en Madrid y que· aquél que lo padece es porque lleva ya 
el germen. Me han traído (bien que por otra vía de la que ,us;:-
ted me indicaba) los tres mil reales con la mayor ,puntualidad, 
( 
entregando yo mi correspondiente recibo. Jamás ha marchado 
negocio algupo más sur des roulettes, ligero y sin tropiezo ; será 
la buena suerte de las Dos gracias, que empiezan con un bau-
tismo, el haber hallado las pobres tan excelentes padrinos. Y 
antes de dejar este asunto diré a usted que antes de ayer recibí 
una carta sin más que estos renglones : ' 
El libro llegó a los jue ......... ces 
Yo, que examinarle tu ......... ve 
Y a penas si lo escuché. 
Dije: " ¡ Cecilía, eres tú-!" 
¡ Y el alma en pos se me fué ! _ 
Por suerte conocía la letra de Fermín (1), pero mi confusión 
(1) El escritor don Fermín de la Puente y Apecechea. 
CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 4_l_5 
ha sido grande, no comprendiendo cómo ha ido a manos suyas 
debiéndose en seguida imprimir. Así se lo escribo y que tne he 
pensado que lo habrán hecho censor de novelas, lo que sería, 
ciertamente, el nombramiento más acertado ~ 
N o quiero cansar a usted con lá referencia de cosas agráda-
bles dimanadas de los pasos dados en favor de Remedios Apo-
linar. Supe que Hazañas (I) había preguntado por ella. Por si 
o por no eran informes que le pedían, fuí en casa de Rueda a 
decirle pidiese a Hazañas los diese favorables. En esto entra 
Hazañas, y al oír de lo que se trataba, dice: "¡Ya están dados!" 
Me quedé asustada, pues esos señores s_uelen tener sus preferen-
cias, pero en seguida añadió : "Y son buenísimos, porque es una 
mujer éxcelente, y ojalá que tuviese muchas maestras así." Ni 
una palabra sabe la interesada. El día que le dé definitivamente 
la noticia será uno de aquellos que __ aparecen entre los demás 
como un arco iris entre nubarrones. Esto deberé a usted, y us-
ted sabe que si mala es la t:nemoria de mi cabeza, es selecta la 
de mi corazón. N o ha sido tan feliz mi pobre Peña, y si está dada 
la plaza de aforador de aquí, será muy, muy recientemente. 
Lo de Velarde era imposible, lo veo, ¡ qué lástima! Usted com-"' 
prenderá que aquel destino era materialmente la súerte de esos 
sujetos siendó él de Canarias. ¡Qué lástima! Se lo escribí al 
instante a Velard~ en una esquela, poniendo además las boni-
tas cosas que pone usted para él. He tenido que interrumpir mi 
carta por una visita que he tenido; esta visita, al ver que es-
cribía a usted, me ha encargado muchas memorias para usted. Es 
una joven, bien parecida, excelente, simpática, que ha hereda-
do de su padre, difunto, muchísimo talento, y de su madre, 
que vive, mucha virtud y juicio. Adivine usted quién es, pues 
una sola seña más le daré, y es que tiene un niño singular que 
hace las delicias de su madre, padre y mías. 
Tenemos el pesar. de que_ antes -de ayer ·murió, casi repen-
tinamente, el hermano de Rueda en Cal'lnona. Paca _ lo quería 
mucho y está afectadísima. El niño de García (2) sigue mejor. 
(1) Don Joaquín Ha.zañas, d_irector de la FáJbrica de Tabacos de Se-
villa. 
(;2) Don García de Porres, marqués de Castilleja del Campo. 
416 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA .ESP-AÑOLA 
Rueda anda con muletas, pero todavía va despacio su total. cura-
ción. Si repito a usted las gracias sería volver a empezar mi 
carta. En mi:" corazón queda esa deuda de gratitud, que no me 
pesa nada, al contrario. Con mil cariñosas expresiones a su se-
ñora madre, tíos y hermana, queda su mejor y-agradecida amiga, 
Fernán. 
CLXXII 
N o me condene usted por pesada sin oírme, mi que~ido ami-
go. La señora de Melgar me apremia para que le envíe alguna 
cosa y he r~suelto en este apuro mandarle ese Apólogo que 
he compuesto expresamente para usted; pero no me he permi-
tido dedicarlo a usted al imprimirse sin que usted me autorizase, 
cosa que no creo que haga usted. Mas si así · fuese, pido a usted 
que entre los renglones del título y ·del Apólogo ponga: "Com-
puesto y dedicado a mi joven y distinguido--amigo don F. de 
G. y R. A.", con todas sus letras; después, pegue usted el sobre 
y mándela al correo, con dedicatoria o sin e11a. Bien sé que no 
estará usted ahora para ocuparse de literatura, por más que sea 
mucha su afición a ella, pero ya he dicho a usted la_ razón per-
sonal que me ha llevado a hacerle bajar por ·un rnomento de la 
l-uminosa altura al sombrío valle. 
Hazañas, como usted sabe, me dijo que había dado exce-
lentes informes de Remedios Apolinar; no obstante, el nombra-
meinto no viene, lo que me tiene, como a Sn. Lorenzo, sobre 
ascuas. Por suerte que reservándomeel inmenso placer de sor-
prenderla no he dicho a nadie una palabra. 
¡ Correos van, correos vienen, cómo corren sobre una tierra 
sedienta altas nubes sin refrigerarla con su dulce rocío! 
Concluyo, no por complacerme· a mí misma, sino por consi-
deración a- usted. 
Mil cosas a su amable familia y a usted cuanto puede inspi-
rar una cariñosa amistad y una sincera gratitud, 
Cecilia. 
CARTAS ·INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 417 
30 enero 6s. 
He tra~ucido para La M oda, con la que también es prefÍSo 
cumplir, aquellos versos tan lindos de Mr. de Latour sobre la 
peregrinación de las. campanas en Se~ana Santa. 
CLXXIII 
S6lo algunas palabras, mi querido amigo, y éstas para darle 
gracias por la eficacia grande con· la que· corrigió. y · dió .a la pren-
sa mi articulito (1). La corrección que había que hacer y me en-
vió Velarde llegó tarde, pero no me he apurado mucho porque, 
según me ha dicho el Jnfante, la casa ha pertenecido a ambos 
sujetos, aunque quien la prestó a Hernán fué el último. 
He estado dos veces en casa de Elisa y no he hallado ni a 
la madre ni al hijo, lo que es desconsolador después de andar 
tanto, animada con la . esperanza de ver a los que una ver desea. 
Ayer me envi6 un ·número del periódico El Gobierno, en el que 
leí, con el placer e interés que tan justamente supuso en mí Eli-~ 
sa, un dictamen sobre el discurso de usted. que ál m~smo tiempo 
contenía una buena lección para otros oradores, que . harían muy 
bien en aprovechar, pues según van las cosas sería una buena 
medida trasladar al congreso de ese actual salón al circo gallís-
tico de Ros de Olano. 
Mil y. mil gracias por sus buenos . qficios en el asunto de los 
médicos; cuando los dioses del Ministerio no quieren, santos 
del Congreso no pueden. 
Anteanoche no me pude evadir de concurrir a un precioso 
concierto de familia dado en Palacio, pues fue personal empe-
ño del Conde de Eu el verme allí. Su. señora es una vistosa; agra-
dable joven, de un carácter angelical, según dicen todos y ex-
presa su semblante, y de una sólida y profunda instrucción, se-
gún dice· su tíb el Infante, el -que sabe usted es un buen juez. 
El Duque de Nemours, al que tuve la honra de ser presentada, 
(r) Se refiere al artículo que trata de la casa de Hernin Cortés en 
r:astilleia de 'la Cuesta, restaurada por el duque de -Montpensier. 
27 
418 :BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
es , un verdadero príncipe, caballerb p¡{r sang, cuya nobleza res-
píra en toda su persona, continente y palabras graves y: dignas, 
como compete al que en sí mismo aprecia la altura y dignidad 
de su alcurnia. Los Infantes se van a Inglaterra, primera cosa 
'triste, no siéndolo menos que el resultado de esto será el no 
venir yá Mr. de Latour . . 
N o olvide usted, querido amigo, si ve a Perico Madraza,. de 
decirle que lo que reclqman los editores son las pruebas de Las 
dos gracias. 
Han intentado robar a la pobre Gertrudis Avellaneda, con 
lo que ha quedado asustadísima, y de noche (hora en que st; 
introdujeron los ladrones ·en su casa) no puede .dormir, lo que 
comprendo muy bien. Se va unos días con up hermano suyo a 
Constantina. He corrido yo también un riesgo más personal ha-
biéndose tronchado una de las viejas vigas que sostienen el te-
cho de mi alcoba. Mucha honra habría sido morir como Sansón, 
pero no lo apetezco. 
¿ Cuándo se cierran esas Cortes? N o parece sino que son 
como ciertas bocas, inserrables. ·por Elisa sabrá usted que tene:.. 
mos e!l; Sevilla nueve casamientos, entre ellos el de la de Primo 
Rivera con un León, muy rico, cuñado del hijo del Marqués 
del Castillo, Miguel Lásso con una Villapanés; la hijá segun-
da de Nandin con un González Pérez, etc. 
Temo con justo motivo haber fastidiado a usted. Mil y mil 
cosas a F. Espino y que no olvide a mi pobre Peña. 
¡ Estoy tan emperezada que aun estos necios renglones me 
ha costado mucho trabajo escribir; el calor hace de mí la cosa 
más inútil del mundo! No me quéda más fuerza ni vigor sino 
para querer a mis amigos. 
Fernán. 
19 mayo 65. 
CLXXIV 
Mi querido amigo : 
He sabido por Elisa el paquete de cartas que tiene que re-
mitirle y me avergüenzo de aumentar el número de tanta san-
CARTAS INÉDITAS DE :FERNÁN CABALLERO 419 
guijuela. Pero, como escribí a usted, a última hora me compro-
metieron a enviar a usted aquella petición de los médicos foren-
ses. Ahora me han traído la adjunta nota para que se la remi-
ta, y usted sabe que así como hay personas que no pueden pro-
nunciar la r, yo no puedo pronunciar el no, ¡falta orgánica irre-
mediable y _fatal ! 
¡ Pobrecitos! ¡ Padres de familia que hace año y medio se 
han dedicado de un todo a tan penosa tarea sin que se les haya 
retribuído con un real! Usted verá por la adjunta nota lo que 
pretenden, y si usted tuviese la caridad de ponerse de acuerdo 
con Aparisi, ese defensor de las buenas causas, y con nuestro 
querido F. Espino, tan propicio siempre a hacer el bien, se ha-
ría éste, ganándose usted . ~n galardón bello y de buena ley; no 
discurseando, sino obrando en favor del bien y de la justicia. 
F. Espino podría interesar al Conde de Sn. Luis, &, en fin, 'Cá-
teme usted a mí, que nunca los necesito, metida ¡a abogada de 
los médicos. Pero si la fuerza · del consonante obliga a muchos 
disparates y anomalías, la fuerza del maldito buen corazón, como 
decía mi cuñado, obliga a otros tantos. 
He tenido una carta muy interesante de Mr. d~ La tour; no" 
viene hasta este verano, lo que prueba que SS. AA. RR. no sal-
drán de Andalucía. 
Dice que toda la intención de la vida de César por Napoleón 
está en el prefacio. 
N o canso a usted más; sólo le pediré que salude a su seño-
ra madre y familia y que si ve a Perico Madrazo le diga, como 
cosa de usted, que uno se murió escribiendo un prefacio. 
De usted su más sincera y' agradecida amiga, 
Fernán. 
18 mayo 1865. 
CLXXV 
Ayer escribí a usted muy largo y esta mañana me encuen-
tro con ' la siguiente esquela,. por la que verá usted que hay que 
hacer una enmienda, la que, como usted habrá colegido ya, baja 
420 BJU:TÍN DF; LA -~.l~AL ACADEMIA ESPAÑOLA 
de alto lugar. No quiero molestar a usted más, -lo que sería una 
contra delicadeza y contra conciencia y un ·contra Dios. 
F e1·nán. 
30 mayo. 
· j Hoy son días de us.ted y lo tengo muy presente, por des-
grac-ia sólo con ·el recuerdo ! Iré a dárselos a E lisa y su angel. 
Dirigida: 
Sra. D.a Cecilia Bólh de Arrom. 
B. S. p., 
Señora y amiga mía : 
M. V. 
Tengo que pedir a usted mil perdones por una noticia que 
di a usted que parece no ser exacta. La casa donde murió Cor-
tés pertenecía eñ aquella época al Jurado D .. Alonso Rodríguez, 
de Sevilla, y no al Vargas que después la poseyó. Si cree usted 
· del caso re.c;tificar si puede llegar a tiempo el aviso; si no, al 
que note el error le prohar_á cuán injustamente me ha hecho us-
ted el honor de estampa-{ mi nombre donde no tiene méritos 
para figurar. 
Es siempre su affmo. amigo y s. s., q. b. s. · p. , 
M. Velarde. 
30 mayo r86s. 
CLXXVI 
Anoche mismo, estando aquí .Fernández, me lamentaba con 
él de no saber nada de ustedes ni dónde es~aban para poder es-
cribirles, puesto que cuando se fueron la estada en Rota er_:¡. un 
proyecto y no era aún una determinación. Escribí a Florencia 
para saber si estaban ustedes en San Lúcar ; en fin, temí que 
estuviese alguno de los tres malo; temí que mis cartas se hu-
. biesen perdido, y no puedo añadir temí que me hubiesen olvi-
dado después de la :inmerecida, 1isonjera y gloriosa prueba de 
CARTAS INÉDE'AS DE ~'BRNÁN CABALLERO 421 
simpática parcialidad que debo . a los sentimientos de su bon-
dadoso corazón, que no a las apTeciaciones de su culta cabeza, 
ian rica en saber como apta en su crítica. 
Gacias ·a Dios, hoy vino el cartero, que me pereció traer un 
aire satisfecho y triunfante, lo que no extrañé cuando me fué-en-
iregada '!a· carta que traía. 
Mucho he celebrado que estén ustedes buenos y Cf?r¡.tentos 
en Rota, ese pue~lo que me simpatiza y que por lo mismo quese halla en mucha incomunicación conserva más juicio, senci-
llez y paz que los que reciben a manos llenas la ilustración mo-
dena; esto es: el descreimiento, el descontento, la ambición, so-
berbia y lujo; los pueblos son como las· personas, la soledad y el 
retiro les dan paz y virtudes. 
Hay veinte días que no piso la calle sino un solo día para 
ir a misa. He tenido unos .dolores 'nerviosos de oídos y cabeza 
que me han hecho sufrir de una manera cruelísima. ¡Qué noches! 
En fin, merced a las sanguijuelas y al tiempo (que es otra san-
guijuela que se traga nuestra vida) estoy, si· bien no buena, a1i-
viada, y mi dofor, a imitación de los murciélagos, sólo de noche 
da cuenta de su persona. 
Los parientes de Sn. Luis han sido todos _destituídos, y la 
señora Sartoria Andrade, con toda su prosopopeya, ha tenido 
que devolver el imperio de las cigarreras al Sr. Hazañas; nada, 
los mismos frailes siempre con otros hábitos; ¡el que visten ahora 
es la roja garibaldina que le sienta tan mal a los españoles! Yo 
pienso y auguro. muy mal y siento notar la confianza con la que 
miran muchos un rato de tregua como un estado permanente; 
ni el fuego que han encendido está apaga,do ni dejan de atizar-
lo, sirviendo de sopladores hasta esas envenenadas novelitas de 
que usted me habla. Y a propósito de novelitas: mis pobres Dos 
gracias tan han caído en un pozo que están más que ahogadas 
y ya para nada me acuerdq ni ocupo de ellas; pero es cierto que 
1as cosas que a mí me suceden no suceden a nadie. 
Quisiera agarrar todos los días que restan de agósto, hacer 
con ellos un lío y tirarlos en lo pasado, que es ot,ro pozo, y que 
llegase septiembre cun su t9que de llamada. El pobre Salvador 
no ha podido ir a Chiclana, cuyos baños necesitaba por tener a 
422 BOLETÍN DE LA REÁL ACADEMIA ESPAÑOLA 
su pobre niíio con unas calenturas que no se le quitan. Marse-
Ila (1) mandó a toda prisa a Lolita Pareja a baños de mar y 
que dejase de criar por la gran debilidad que se había apodera-
do de elia. SS. A_A., según me escribe Mr. de Latour y mi so-
brina María Manuela, que tuvo la honra de comer con ellos,. 
están muy buenos. Cuando puedo, leo, partiendo mi tiempo en-
tre los periódicos, que me indignan, y la vida de la Beata María 
Alacoque, cuya sobrenatural virtud me consuela. 
Concluyo por superior rnand_ato del papel, al que se le ha 
acabado la paciencia, pero no antes de suplicar a usted que dé 
mil cariñosas expresiones a su media naranja y otros tantos be-
sos al Sr. D. Gonzalito, y usted, mi buen y querido amigo, ten-
ga entendido que es el mejor y más agradecido de los sHyos, 
Fernán. 
8 agosto 65. 
CLXXVII 
9 agosto 66. 
N o pensaba tan pronto escribir a usted; y digo escribir 
no contestar porque su favorecida, que tanto se ha hecho aguar 
dar y desear, ha sido contestación a , una carta mía. El plazo 
que usted había puesto a contestarme (que dependía de -¡a for-
malidad de Forteza) era el más inseguro e ilimitado. Pero hoy 
he leído el Siglo I9 (2) y veo en él estos renglones que le quie-
ro copiar, aunque sólo son un anuncio: "Hemos recibido un 
tomo de poesías debido a la pluma· del distinguido escritor sevi-
liano D. Fernando de Gabriel y Ruiz de Apodaca. Detenida-
mente nos ocuparemos del mérito de esta obra, etc." 
Trae además el soneto a Gibraltar. 
Nada sabía de la estada de ustedes en ésa, ni· menos de que 
estuviese allá su familia, a la que suplico dé la más afectuosa 
bienvenida, en particular al Sr. Conde. 
(I) Francisco :rvfarsella, insigne médico sevillano. 
(2) El Siglo XIX, periódico de literatura e intereses generales. Co-
·ménzó a publicarse en Sevilla en enero de 1858. 
CARTAS INÉDI'rAS DE FERN.Á_N CABALLERO 423 
Me he alegrado mucho éie la resolución de usted de retirar-
se del servicio militar, porque no soy espartana para anteponer 
el interés por una patria degradada y corrompida al de la amis-
tad. Sabía por Joaquín Prado que su suegra de usted, con su 
gran buen sentido, lo deseaba, y como su moore de usted y ~lisa 
lo desearan -igualmente, creo c¡ue todas celebrarán la resolución 
de usted .. Esto está perdido. Sé de buena tinta que han llegado 
a Madrid · 19 millones enviados por el infame, al que todo pa-
rece poco para exterminar a los Borbones, que ha suplantado 
en Francia y que representando la noble y santa legitimidad son 
una peremne acusación de las usurpaciones. ¡ Castelar y consor-
tes están en +v.Iadrid !, y el nuevo elegido ahora para suceder a 
Isabel II es el ridículo niñito italiano Amadeo, mucho más al 
propósito para obedecer al tío de su hermana Clotilde que Bra-
ganza, súbiditado por los ingleses. En Madrid se reparte con 
profusión un periódico -clandestino, no habiéndose podido dar 
con la madriguera de donde sale, que lleva por nombre La ho-
guera y el pu¡ial. Por el título podrá usted inferir su contenido. 
Guezala ha pedido su retiro, que es de 26.oo0, y habiéndole dado 
el D. de Medina de las T . su administracion, ha ganado en inte-
reses y en tranquilidOO. Su hija mayor casa en el Puerto muJ 
bien, con un excelente y rico joven (r). Rt,teda va a tomar los 
baños ne Alhama de Navarra. 
Escribí a Mr. de Latour un ejemplito religioso muy senci-
llo que le gustó tanto que lo ha puesto en verso admirablemen-
te. Me ha enviado una magnífica refutación de los Apóstoles de 
Mr. Renap, escrita por un periodista joven. F. Espino ni. está 
en Constan tina ni menos en Madrid ; está aq~J- para lo que us-
ted guste mandar. He tenido ·una carta entusia~ta de la de Gras-
si que he agradecido mucho, por más que me haya costado el 
trabajo bastante embarazoso de contestarle. Tal;Ilbiéfi he tenido 
una carta preciosa de Lady Herbert, que va a dar'a luz su viaje 
a España, cuyas impresiones poéticas y religiosas tienen la aten-
ción de decir que me debe a mí en 1SU mayor parte. Envío a us-
ted un artículo sobre Prusia, curioso, que . suplico a usted me 
devuelva o guarde para dármelo a su regreso. 
(1) Don Tomás Osborne, sobrino segundo de Cecilia. 
424 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
¿ Vidart sostiene su tema ? ¿Y quién no? ¡Así quisieran to-
-dos a sus hijos como a sus ideas! Vea u~ted por qué Dios apre-
·cia tanto un .Señor, pequé, porque es la palabra que con más 
dificultad pronuncia el hombre. 
Carmen ha vuelto a Madrid, dejando al niño Pepe en el co-
1eg:io, pero triste porque r;;u madre nada cobra de palacio como 
los demás jubilados. Su hermana menor se va con Gándara a 
Filipinas; a Ferrari lo han ascendido en la secretaría. 
Mil cariños a Elisa y sus niños y usted sabe que es su me-
jor amiga, 
Fernán: 
Nada me dice usted de D." Gertrudis (r). Los Infantitos es-
tán ya bueno_s, así como toda nú larga familia. 
CLXXVIII 
22 agosto 66. 
Mi querido amigo : 
Remito a usted el artículo sobre sus poesías que, ya enmen-
dado, me envía Vidart para que se lo remita después a usted. 
Francamente no me ha l!enado, porque no es un artículo razona-
do como lo merecían sus poesías de usted. Deberíamos ser siem-
pre juzgados por nuestros pares, y Vidart no lo es de usted ni 
en sentir poético ni en ideas, por lo cual son tanto más de agra- · 
decer los elogios que hace, en que no entra para nada la simpatía, 
sino la recta justicia y la amistad a punto de defender sus apre-
ciaciones sobre el Buen Felipe II. Sobre el ideal eterno del bien 
le voy a embromar un poco cuando le escriba, pues este ideal tie-
ne que tener una forma, y le pediré que me diga cuál es, y si está 
quizá en el nuevo Cristianismo que elabora Castelar. Pero no hay 
duda que su intención ha sido, y en gran parte lo ha ensayado 
con éxito, el elogiar esas poesías de vuelo tan alto y tan señGr, 
tan elegantes y pul<;ras que giran en esfera más alta, y sobre todo 
más pura y serena, que aquella en que gira La Epoca y sus adep-
tos. Muy atinado ha estado en los preciosos trozos que copia, 
(I) Gertrudis Gómez de Avellaneda. 
CAR~AS INÉDITAS DE ~ER~ÁN CAB~LERO 41> 
pues si bien prueban o son antítesis de las actuales revoluciona-
rias y antirreligiosas, pruebanque no sólo no son intransigen-
tes las contrarias en usted, sino todo lo contrario. 
Apesar de la buena intención del crítico, pues me cons~ lo-
que aprecia y quiere a usted y cuánto se honra de su amistad, 
el artículo no me llena del todo, ésta es la verd'0. 
Hoy he tenido el gusto de recibir su carta y veo con pena. 
el :mal de Rosarito; esa niña que parece que vende salud le qui-
ta la suya a su pobre madre con sus males; ya escribiré a mi: 
pobre Matilde. 
Envío el prólogo o crítica de Vidart a Mr. dé Latour para 
que lo lea. N o sé si usted' recordará una décima popular inser7 
ta· por mí en alguna de mis cosas, que no recuerdo cuál sea ni 
la puedo encontrar, q_ue acaba negando Dios a Napoleón._I la Es-
paña, diciendo ¡Jesús! "¿ Có~o es eso? ¡España no, qUe es ef 
dote de mi madre !" 
Mr. de Latour ha vertido, ampliándola, de un modo precio-
so esta idea al francés; hoy no tengo tiempo, pero se la copiaré 
a usted y remitiré en breve. 
¿Quiere 'usted creer que ni una palabra sé, ni Carmen, que" 
es tan amiga de su familia, de la nueva hazaña marítima de que 
usted me habla? N o recibo ya, y mucho lo siento, la Espaíia, y 
la Andalucía ni una palabra han dicho de ella. 
A la de Lasso ( 1) le dio una apoplegía en el coche, desde 
Guajoz (2) a Carmona, y a estas horas habrá muerto; los hijos1 
avisados por telégrafo, están todos allí. Envío a usted tin pros-
pecto . de una porción que me han enviado para repartir. 
Mil cosas a toda su familia y miles cariños a la .menuda, que 
estoy deseando volver a ver. Muy agradecida estoy al buen re-
cuerdo de usted y la de Avellaneda, .pues aunque sea una deuda, 
.es cobrar oro por prab;, pues las celebraciones valen· según de 
los labios que salen. Su más amiga, que quisiera poner otras 
dos ·alas al tiempo hasta mediados del mes que viepe, 
(1) Mujer de don Miguel Lasso de la Vega. 
(2) Guajoz, dicho a la andaluza,, por Guadajoz. 
Fernán. 
426 BOLETÍN DE LA REA~ ACADEMIA ESPAÑOLA 
rr.xxrx 
30 agosto 65. 
En este momento recibo con el mayor placer y gratitud su 
carta, placer que algo se -me ha turbado por saber al ángel in-
dispuesto. ¡Ay!, ¡qué fatigas se pasan con las criaturas!, y más 
en esta época, en que los padres se han vuelto más extremosos 
aún _que las mismas madres. El niño de Velarde les dio un buen 
susto con un semigarrotillo, pero ya está bueno; no así el de 
Salvador, que hace treinta y cinco días está en cama, reducido 
ya, por unas calenturas que no se le cortan, a un esqueletito de 
alambre; los médicos opinan mal. Salvador, sin empacho ni des-
canso, llora noche y día; pero tiene tanta fibra el niño que no 
ha perdido las fuerzas, y yo no pierdo las esperanzas, pues per-
derlas es rendirse como cobardes, desairando a lo bueno o fa-
vorable. 
Dos cosas me hacen contestar a usted como el eco, y cuida~ 
do, que no cuento el placer que tengo en hacerlo, lo que no bas-
ta para ser tan demasiado ?'espondona. 
Es la una dar a ust'ed las gracias por las coplas, tanto más 
bien venidas cuanto que habiéndome pedido Salgs. Hilguero etc. 
(al enviarme por fin Las Dos gracias) otra novelita y habién-
dole contestado no poder ser y que sólo podía ofrecerles el se-
gundo tomo de cuentos y poesías populares, ellos han admitido 
con apresuramiento, y me tiene usted metida en esta obra, más 
mecánica, pero de más tiempo y páciencia que escribir e inven-
tar una novela. ¡ Hélas! Tengo algunas, pero otras no, y entre 
éstas sobresalen por lo bonitas: Detrás de ti, dueño mío, Aun- . 
que vivo junto al chm·co (que tiene inimitable y genuino sello 
popular), M e quisiste mozo 3, libre y e on tinta negra me escri-
be. Doy a usted por ellas millones de gracias. La segunda c-au-
sa que me hace escribirle es para suplicarle me recoja con sus 
menores detalles la historia del pozo de la. llorona de que usted 
me habla y de la que no tengo la menor idea, pues aunque, como 
sucede a todos mis cuadros, la acción de Pobre Dolores no es 
inventada por mí, sino que es cierta, que en un ciego arrebato 
CAR'I'AS INÉDITAS Dl<~ FERNAN CABALLERO 427 
cle celos ma!ó un novio a uno que halló hablando por la reja 
<:on su novia creyéndolo un competidor siendo su hermano; no 
acaeció, que yo sepa, el hecho en Rota ; pero como usted sabe, 
traspongo los hechos rnuy conocidos, por prudencia, y a v_eces 
porque me vienen bien, a otn?s lugares. 
Fortesa me escribió hace muy pocos días para pedirme los 
documentos que a usted pedí, los· que necesitaba el Sr. Sbre. 
Me apuré en extremo; pues ¿qué hacía? Me acordé de lo a pro-
pósito que era nuestro F. Espino por su caracter tan bondado-
so y su inteligencia en estas materias para el caso. Efectivamen-
te, me mandó el de la Academia de Buenas Letras. En cuanto 
al otro, era imposible por estar todos los miembros de la Socie-
dad ausentes. Se lo mandé a Fortesa, diciéndole que usted es-
taba no en Gigonza, como él creía, sino q1,1e había pasado a Rota, 
y que debería haber pensado en lo que pedía a tiempo y no a 
última hora, teniendo presente que hombre prevenido nunca fué 
vencido. 
Aquí se suena que se presenta usted de nuevo a la Diputa-
dón con carácter de independiente. Contesté que no lo creía, 
pero en cuanto al carácter, ése sería con el que yp siempre me 
presentaría caso de ~er hombre de veras y querer o tener el mal 
gusto de aspirar a ser padre de tan ingrata hija. 
Vidart está aquí. Dice que va a Carratraca, pero su pereza 
1e retiene, y esto me prueba que su vista está clara con sol, con 
luz y sin moscas . . Me voy a pasar parte del invierno a Gelves, 
a buscar mi anhelada inamobilidad, y. porque García (r) me ha 
suplicado lteve su niña, que está delicada, y que traerá al campo. 
Las Dos gracias están perfectamente impresas, casi sin fal-
tas. Aún no se han puesto a la venta en Madrid. No hay' nada 
cle nuevo. SS. AA., buenas; la Infa"nta, embarazada, por lo cual 
el tío será mucho menor que el sobrino. Mil cariños a Elisa y 
mi niño, que espero estará ya reuniendo conchitas en esas pla-
yas, en las que de buena o mala gana acata el soberbio mar a la 
humilde pero firme tierra. 
(I) Don García de Porn~s , marqués de ,Castilleja del Campo, y su· 
hija Adela. 
428 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
Páselo usted bien y créame su más sincera y agradecida y 
cariñosa amiga, 
Fernán. 
¿Qué le parece a usted el trueque, por sus embalsamadas 
flores, esas pestíferas aluagas? 
Usted está en Rota, yo en Sevjlla. 
CLXXX 
Está usted tan furioso con el levante como él ; pero no así 
yo, que le estoy muy agradecida, pues habiéndose constituido 
en su carcelero ha sido la causa que recibiese tan pronto la~ 
siempre anheladas noticias de ust~des. Además, ¿quién le nega-
rá su prudencia que siendo dominio suyo el 3, el ·6 y 9 se haya 
contentado con reducirlo a dos? Cuando aquí se sintió mucho 
(siendo el día triste por estar envuelto en esas nubes de verano· 
tan extemporáneas), ¡cuánto no se sentiría por aquellos parajes 
que lo reciben de primera mano! 
La primera impresión que me causó la cesión del Veneto· 
a Luis Diablo, como soy esencialmente optimista, fue alegrar-
me de que se acabase la guerra; de que la Francia (así lo espe-
raba) se la cediese a la Italia a condición de que ésta devolviese 
al Papa sus ocupados estados; que Austria pudiese reunir sus 
fuerzas contra la infame agresión de la Prusia, y, últimamente, 
me alegraba de lo que rabiaría el triunvirato Carla A., Garibal-
di y Mazini. Pero después he visto 'de que no todas las esperan-
zas que me hizo concebir se realizan. En cuanto a la perdida 
batalía, bien recordará usted que le dije, cuando tan confiado 
se mostraba en el ejército austríaco, que tenía que avenírselas 
con otro excelente, pues los prusianos son grandes militares. 
¿Por qué culpar al infeliz Benedk? ¿Acaso los mejores genera-
les y ................. . ... · . . · · · · · · · · · · · · · · ·: · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · .... ....... .. .. : .. ·~ · :· 
cuento estaba tratado de main de ma.itre, pero que era tan poco-
nuevo que era rabattu.y que tampoco la crítica a que el suyo 
como otros encerraba era justa, pues no había difunto que al 
resucitar pudiese pretender hallar todo como lo dejó en este: 
CARTAS INÉDI~AS DE FERNÁN CABALLERO 429 
mundo de· incesante movimiento, que éste era mi franco pare-
cer como no se ·lo diría sino a una persona tan superior como 
él. Ahora, si usted quiere complacerme, le suplico que le escriba 
que conociendo 4sted el aprecio que le profeso y la alta idea_ que 
tenía de su saber y talentó ha extrañado sobremanera que haya 
podido escribirle una carta que lo haya afligido, por lo que le 
suplica con instancias que le diga en qué y de qué manera ha 
podido mi carta afligirle, y estoy curiosa de lo que le conteste. 
¡Verdad! ¡Pobre verdad!, nadie quiere oírte ni verte aunque 
vengas amable y vestido de flores. Siento que usted me encar-
gue el sigilo, que a no ser así, yo le escribiría con mucha amis-
tád preguntándole en qué le había afligido y pidiéndole por ello 
perdón, aunque sin conocer la causa. 
Dicen que viene aquí el Gobernador G. de la Vega (r), otros 
dicen que lo han hecho D. de Lotería . 
. Mr. de Latour me ha enviado una novelita bastante bonita 
que a él le envió su autor, A. Grassi, titulada El Lujo,· también 
unos versos (un tomito) de un niño de doce años, un tal Edo. ( ?), 
que habla de amores como un D. Juan, de filosofía como un 
Kant y de los hombres como un La Brugj.ere. Esas cosas, pof 
buenas que sean, me chocan como la charla de los loros, aun-
que canten el Santo Dios.· Nada hay aquí de nuevo. Carmen 
dejó al niño, que salió bien del examen en el colegio, y se viene. 
Sabría usted cómo se ha descubierto una nueva conspiración en 
el Regimiento de Artillería; se sabe a ciencia fija que todo ese 
dinero ha venido del Perú. Leo las 1! ajas Sueltas, de · Selgas ; 
hay en ellas tanto esprit que. no empalagan, eso no, pero atra-
gantan la comprensión. ~fil cariños a Elisa y a los niños, so-
bre todo a mi Conzalito, que Dios bendiga; no deje usted de 
escribirme y de aprovechar sus ,ocios y sus dones naturales y su 
saber dándonos algunas composiciones tan nobles y dignas que 
nos hagan olvidar lo que por desgracia nos rodea, 
Fernán . 
Le remito a usted la probable causa de la incomodidad d~ 
F. conmigo. Consérvela usted · en su poder. 
·r2 julio '66. 
(I) Don :fosé Gutiérrez de la Vega. 
430 BOLETÍN DE. LA REAL ACADEMIA ESP.AY.':lLA 
CLXXXI 
Mi querido amigo: 
Espero que habrá usted recibido mi carta, 'Y es de suponer 
que no haya reinado otro levante fuerte que, encerrándole corno 
un prisionero, le diese lugar a escribir a sus amigos ; al menos 
que no sea la torre de Gigonza un gran paréntesis de piedra en 
que se metan las gentes para incomunicarse c~n las demás. . 
Escribo a usted porque anoche me dijo Herrera que don 
I. Enrile, Subdirector de la Fundición, había pedido· licencia 
semestral, y en su vi~tud, debe cubrirse -s;:¡ destino. Añadió que 
en un tiempo lo había usted deseado y que 'yo debería· avisar a 
usted esta novedad, aunque siendo usted amigo de Enrile su-
pongo que le habrá comunicado su propósito ; por sí o por no, 
le doy a usted conocimiento del hecho por si le conviene hacer 
alguna gestión sobre este asunto, que no pierda tiempo. 
Estos días corrió muy válido qu'e iba haber aquí .revolu-
ción, lo que me ha tenido bastante inquieta, y aunque el día se-· 
ñalado ha pasado, no los elementos, pues anda abundante el oro 
del infame usurpador e instigador de usurpáciones, que no con-
tento con las atrocidade-s que ha armado y tolera en la Europa 
central quiere acabar aquí éon ·los últimos Barbones,· ·víctimas 
todos del tigre, poner con la pamema de plebiscito al Braganza 
en el trono ibérico y recibir de él en recompensa la raya en el 
Ebro y las islas Baleares. Desengáñese usted, Dios nos ha de-
jado (merecidamente) de su mano y el diablo se apresura en 
hacer triunfar todas las malas causas. 
He tenido carta de Vidart, el que acudió al lado de Zabala~ 
al que no abandonó, y ha recibido la cruz del Mérito Militar. 
Me dice: "He escrito un artículo semicrítico sobre las poesías 
de nuestro amigo Fernando. Tengo muchos deseos de leérselo a 
usted cuando vaya a ésa, porque Fernando no está confot:me 
con algunas de mis apreciaciones y deseo oír el juicio de usted 
y ver a cuál de los dos da la razón." 
Como usted verá, aquí no hay sombra de pique por la carta 
qe usted. N o obstante, poeas veces me · he visto en trance más 
embarazoso para contestar. No podía entrar en materia cuando 
CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 43 l 
él no entraba; no podía decir que nada sabía porque no era 
verdad. Lo que hice fué hablar sobre los demás puntos y decir 
al fin que acababa de prisa mi carta, sin contestar por completo 
la suya, por tener gue irme a la novena del Carmen, lo qu~ era 
verdad. Dice que vienen pronto; su mujer queda con su padre 
y él se va a Carratracá, y pasarán aquí el invierno. Nada me 
dice de su comedia ni usted del artículo de Navarrete, por lo 
cual se me figura dicho caballero en extremo informal e insus-
tancial. 
Ofrecieron a Rueda ser Gobernador de aquí, el que feliz -
mente rehuyó y se fué a Madrid. Luego se habla de F. Espino, 
el que aún permanece aquí, y por último se dice que viene el 
Marqués de la Merced; pero aún no ha llegado. Del cambio de 
Ministerio se habla mucho. Unos lo achacan a Cristina, y los 
q.ue se dicen mejor informados, a Tenorio. ¡Qué degraciado 
país! N. es un hombre que vale; entra en el Ministerio y en 
lugar de rodearse de hombres respetables como Miraflores, Bra-
vo Murillo, Egaña, Cheste ( ?), se rodea de compañeros, algunos 
tan en sumo grado desprestigiados. ¡Pobre, pobre España! Mr. 
de Latour escribiéndome siempre cartas que hacen a la vez la"!; 
delicias de mi mente y de mi corazón y el tormento de mis ojos. 
Allá no hay novedad. 
Salude usted cariñosamente a Elisa y dé mil besos a sus 
niños. He leído varias cosas, pero no queda lugar para hablar 
más, sobre todo al que calla; no es el caso de decir que en la 
boca de usted no entrarán moscas, pero sí que caerán en su tin-
tero, verdadero Mar Pacífico, a lo menos, para escribir a su 
más sincera amiga, 
Fernán. 
125 julio 66. 
CLXXXII 
Mi muy querido amigo: 
Mil gracias por .su gra~a y por su gestión con el general, 
cuyo nombre hace disonancia con gestión y por respeto a la eu-
fonía lo omito. Era preciso que tuviese aquí quien le recordase 
432. ~OLETÍN DE LA .REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
la recomendación, -y yo a nadie conozco que sea amigo suyo; 
en fin, ¡ sobre este negocio se cierne la fatalidad con sus negras 
alas! Gonzáléz y Gómez sigue ocupándose con celo de este mi 
empeño. Tiene un ramillete de preciosas palabras, que son flo-
res sin fruto. ¡ Cómo ha de ser ! Si este infeliz hace un dispa-
rate .no me lavaré las manos como Pilatos, pues no las tendré 
sucias como aquél, habiendo hecllo cuanto he podido hasta el 
duro caso de hacerme aborrecible con mi pesada insistencia a 
mis amigos. 
Escribo a usted para pedirle un ·'favor personal, y es que 
envíe dos de mis libritos a mis · amigos Fermín Apecechea el 
uno, calle de Pizarro, núm. 15, cuarto segundo, y el ot'ro a don 
Antonio Guerola, Prado, núm. 10. ¡ Qué de impertinencias! . Para 
no aumentarlas, a usted suplicó, .ruego· y mando que no me conr 
teste a esta carta, que no tiene contestación. 
He sabido de usted y otros amigos. por Prado, que ha lle-
gado buenísimo y rejuvenecido. 
Murió el pobre Carlos Torre~ueva (1) y ayer se enterró a Con-_ 
cordia (2); ambos han · muerto· como valientes y cristianos. 
Adiós, mi paciente amigo, ya será mi última carta, reempla-
zada espero pronto por mi visita de bienvenida. 
De usted su más sincera amiga, 
Fernán. 
Mil cariños a Cañete. 
121 mayo 68. 
CLXXXIII 
Mi muy querido amigo: 
Aunque tengo un sin fin de cartas sin contest(l.r por la iner-
cia y apatía en que me han sumido la inesperada muerte de J11i 
hermana (3) y las aflictivas circunstancias que nos rodean, ape-
(1) Don Carlos de la Lastra ~ Díaz de Lavandero,marqués de To-
rrenueva. 
(2) Don Manuel P ereira, marqués de la Concordia. 
(3) 9u hermana Aurora, viuda de Osborne. 
CARTAS rNÉDlTAS DE FERNÁN CABALLERO 433 
nas recibo su muy grata (¡que ya echaba de menos!) me pon-
go a contestarla, lo que probará a usted la fuerza de mi amistad 
e interés por toda su familia, que ha podido más que aquellos 
enemigos, la inercia y la apatía, que me tienen vencida. S;}.bía 
por Carmen, lo que sin ser médica me había parecido, y es que 
nada tiene que ver el padecer puramente nervioso de Elisa con 
el hígado, por lo que habían ustedes cambiado los baños mi-
nerales por los de mar, de lo que mucho me alegré; De lo que 
no me alegro, aunque me parezca bien pensado, es en irse us-
tedes (pues supongo que no será la Condesa sólo) a Burdeos 
.indefinitivamente, por lo que yo entiendo que será hasta que 
este desgraciado país se halle con un Gobierno definitivo. Pero, 
¿cuándo será eso? Pronto si los carlinos estuviesen todos uni-
dos y bien dirigidos; pero parece que · no hay nada de ·eso y 
que estos partidos que se han levantado sólo servirán .para de-
rramar sangre y exasperar más los ánimos. Por otro lado, las 
cosas como están no pueden seguir; los republicanos, cada día 
más arrogantes y atrevidos, se aumentan, pues todos sus des-
manes quedan impunes. Me pregunta us,ted si escribo algo. ¡ Bue-
na está mi mente, mi espíritu ni mi corazón para . escribir! Si, 
como he dicho a usted, no contesto sino a '' contadas cartas de 
las que recibo. ¡Esta luz se apagó ya! Noticias de aquí hay po-
cas. Gracia Lasso salió ayer para San Juan de Luz. Carlos Pa-
reja, sin la familia, sale mañana a Puerto Real a asuntos de su 
salina. Las de Campo Ameno iban a Carratraca, pero como es-
tán las cosas no se han atrevido y se ·han ido a Chiclarta. Ma-
tildita Motilla ha ido a Santander. Rueda ha tomado la casa en 
la que murió Concordia, en calle de Rositas, y se ha traído aquí 
a Paca, lo que, como puede usted pensar, me ha sido muy agra-
dable. Aguardan a los niños, que ya no volverán a Inglaterra. 
No veo a Fernández, pero he sabido que estaba malo con fuer-
tes pujos. Está escribiendo una obra sobre literatura para la 
Universidad; esta tarde le mandaré la carta. de usted. 
En St. Lúcar lo pasan muy bien. Ahora fue el cumpleaños 
de la Infanta y tuvieron un bailecito. Tengo cartas de Mr. de 
Latour (que está allí) , y siempre ocupado en sus trabajos lite-
rarios. Aquí hemos tenido la gran alegría que por medio del Arz-
28 
434 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
obispo se han devuelto al culto cinco parroquias de las que lm-
bían .cerrado. En San Andrés . hubo el domingo una magnííica 
fur,tción costeada por la excelente católica .señora de Suazo. Esto 
no quita qué los apóstatas que se llaman protestantes vengan 
haciendo cada vez más de las suyas. Nada le digo a usted de 
las cosas de Madrid, pues las verá usted en los periódicos . de 
aquella localidad. 
El Conde de París me ha enviado una obra que. ha escrito 
sobre las sociedades obreras en Inglaterra. Está llena de pro-
fund_o y minucioso estudio; muy bien escrita, con esa gran dig-
nidad que respira en toda su persona; es la sexta edición que 
de ella se hace, pero está llena de ese espíritu liberal que incul-
có Luis Felipe a toda su familia. · 
Los calores son terribles, pero, en cambio, tenemos los días 
largos y serenos. 
Adiós, mi muy quei:·ido amigó. Déle usted tantos cariños . a 
Elisa y a los niños, que supongo que cuando los vuel~a a ver 
(¡si los vuelvo a ver!) hablarán. francés. Mil cosas a la Condesa 
y a sus cuñados de usted. No. deje usted de darme de cuando en 
cuando noticias de todos, y créame su más constante, invariable 
y mejor amiga, 
P. 
Sevilla, 4 agosto Ó9· 
CLXXXIv ·· 
N o dirá usted que no contesto pronto ·a su apreciable, que 
recibí anoche, y eso que de tal modo se ha apoderado de mí la 
pereza epistolaria que creo que voy a olvidar completamente el 
escribir. Empezaré por decir a usted la gracia tan grande que 
me ha hecho la afición a las etimologías que ha despuntado en 
Gonzalito, lo que prueba un don de reflexión rarísima en su 
corta edad. Puede que acierte en la que ha descubierto, que caso 
probable que la denominación de las pulgas sea anterior a la de 
los dedos, subiría del pueblo, como tantas otras expresiones, a la 
gente culta; repito a usted que me ha hecho muchísima gracia; 
dígaselo usted así al futuro Académico de la Lengua . . 
CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 435 
De aquí poco tengo que decir a usted que no sepa por los 
periódicos. El lunes fueron dados de garrote cuatro de los que 
rompieron las vías del ferrocarril de Utrera, causando la muerte 
de un oficial, un sargento y dos guardias civiles y gran cantidad 
de heridos; el crimen era tan horrible que no causó su m~erte 
mayor lástima (r). Uno de estos días dicen serán pasados por 
las armas dos soldados · que se paSaron a esas fieras que, con. 
nombre de republicanos, tienen consternado con sus crímenes a 
todo el país ; son los únicos_ que se han pasado de este admirable 
ejérFito que ha salvado a la sociedad, p~es esta rebelión se puede 
dar por concluida, pues estos republicanos modernos, primera-
mente en sus discursos y luego con sus hechos, se han hecho co-
nocer, desde luego, y, por consiguiente, temer y aborrecer. Aquí, 
desde que se proclamó el estado de sitio, se cerraron los clubs y 
se prohibió el desenfreno de la prensa ; estamos como una balsa 
de aceite. Me acuerdo de la Espemnza, que decía en una ocasión, 
hablando del buen efecto del estado de sitio: "¡ Oh, bienaventu-
rado sol de la libertad que sólo gozamos :paz cuando te eclip-
sas!" 
El domingo se casó Lolita Salas y en seguida se fué al Puer-
to. Manolita Moscoso está pedida y se casa con el hijo del ge-
neral de Artiiiería Antonio Jácome, que es capitán graduado 
de comandante de la misma arma. Quien ha muerto en Jerez 
de resultas del tifus es la hija y homónima de Inés Grandallana, 
casada con Blasco. Hasta ahora hemos tenido un calor insufri-
ble, pero anteayer tuvimos lluvia y hoy hace un levante atroz, 
con un repentino frío de enero. Com_o sabe usted que ·mis deli-
(I) "En la tarde del día 5 (de octubre), por disposición de la autori-
dad superior militar, salió en el ferrocarril de S'evilla a Cádiz una colum-
na compuesta de Infantería, Caballería .Y Guardia Civil. Pasada la villa 
de Dos Hermanas, descarriló el tren por estar cortada la vía .. ·. Fué el 
hecho que un grupo de hombres se apoderó del guarda para impedir que 
hiciese la señal de peligro y después levantaron los raíles. El descarrila-
meinto causó la muerte de un oficial de Ca;ballería, dos sargentos y dos 
Guardias civiles, dieciocho soldados heridos y mu~hos contusos . .. Condu-
cidos {los autores) a Sevilla y sometidos a un Consejo de Guerra, fueron 
juzgados y condenados.a la pen.a de muerte en garrote." (Joaquín Guichot: 
Historia de la ciudad de Sevilla, t. V, pág. 366.) 
4 36 BOLETÍN DE LA ·REAL ACA'DEMIA ESPAÑOLA 
ctas son leer, estoy ahora muy divertida con las memorias de 
M. de Crigni, que son larguísimas y hablan de todas las perso-
nas conocidas antes, mientras y después de la revolución; por 
-supuesto, es "legit imista con pasión. ¡ Qué m al trata a los Or-
1eanes! 
Ya sabrá usted que tenemos nuevo Ayuntamiento, siendo Al-
,calde primero el Sr. Aristegui, pero han comprometido a entrar 
e n él a personas de mejores ideas y antecedentes. 
Cuando ya estaba yo tranquila p_orque me habían bajado el 
arre1;1damiento de la cas~ me hallo con que vienen a apreciarla 
porque todas se van a vender, ¡incluso las plazuelas! Vuelta a 
buscar casa y vuelta a no encontrarla, y me dicen que me esté 
quieta y la compre, porque con el dinero del arrendam.iento po-
<l.ré comprarla, puesto que se pagan en veinte años y que esta 
<:asa no puede evaluarse en más de 4.000 ds., que serían 4.000 rs. 
al año, pero como no faltará qúien las puje tendré que salir 
<le ella. 
Mucho siento · que tanto la Condesa como. nuestra Elisa no 
se hallen tanbien de salud como al principio. Si les sienta mejor· 
Burdeos ¿por qué río se vuelven ustedes allá?, y si no, a P aiti-
ms, que es sano, barato y donde mi sobrina Cecilia tendría el 
guste de ver a ustedes·¿ Vieron ustedes a Augusto en París ? 
Mucho celebro el casamiento de su hermana de ·usted si es a 
gusto de todos; no me dice usted si es diplomático español o ex-
tranjero. 
A<l.iós, mi querido amigo; cuando . escribo a usted puede más 
el gusto que en elJo hallo que mi en otras ocasiones invencible 
pereza. Dé usted cariñosas expresiones a la Condesa y a Elisa, 
mil besos a los niños y créame su mejor y más sincera amiga, 
Fernáñ Caballero. 
20 octubre 69. 
CLXXXV 
No estamos en época en que haya ganas de reirse segura-
mente y, no obstante, la carta de usted me ha hecho reir sin 
CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLl~RO' 437 
ganas por las justísimas quejas. Natural indignación que ex-
presa por los increíbles descuidos de nuestra línea férrea. ¿ Sabe 
usted por _qué suceden estas éosas aquí y no en otra parte? Por 
el sufrimiento del público. Sí las mismas cosas que usted me es-
cribe las mandase insertar en un periódico y hiciesen lo mismo 
todos los pasajeros, no sucederían semejantes escándalos. En 
fin, lo principal es que llegaron usted con felicidad, situándose 
en Biarritz. Supongo que después de haber consultado con el 
famoso médico de Bayona, aunque usted no me lo dice; entre 
las personas que usted me nombra como estando allí no me 
menciona a García, que me ha escri~o se va allí con toda su 
familia, resuelto, si hay intranquilidad en Francia, de trasladar-
se a Inglaterra. 
Aquí se está con -la zozobra natural que inspiran los .. graves 
acontecimientos de los bordes del Rhin. Las opiniones están hon -
damente divididas en favor de unos y otros. Dicen que los re-
publicanos están en favor de los prusianos, no por amor a ellos, 
sino en odio al Emperador, y muy persuadidos que si éste pier-
de se aclamará en Francia la república, en lo que a mí me pa -
rece que están grandemente equivocados, 'y veremos a quién dtl 
el tiempo la razón. La Prusia, si llega a «hacerse dueña de la 
situación, no será para dar a la Francia la república. 
He leído la carta del P. Jacinto contra el Concilio; la em-
pecé con curiosidad e inquietud, pero me hizo un efecto tran-
quilizador, pu_es no he visto cosa más tonta e insulsa. Bonaparte 
ha abandonado a Roma y Dios permite que le abandone la for-
tuna. Aquí poC'O hay de nuevo, y eso nada agradable; Concha 
Castro ha empeorado mucho en St. Lúcar, y mi corazón, que 
nunca pierde las esperanzas, como los campos de América nun-
ca pierden su verdor, las ha perdido tocante a que mi pobre so-
brina pueda restablecerse. Pancha Castro, que está en Cádiz, se 
ha puesto mala de gravedad por sus dolores de estómago, de 
manera que la mandan ir a Vichí o a Lanjarón. Por fin se casa 
Ricardo (r) con la hija del Conde de Ezpeleta, ¡Dios los haga 
felices ! Eduardo Arco ya se casó y regresó a Cartagena con su 
(1) Ricardo Rojas, marqués de Albentos, casó con doña Narcisa Ez-
peleta y Samaniego. 
438 BOLETÍN DE LÁ REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
consorte, donde está destinado. Hay días que no veo a Ledano, 
pues aunque estuvo aquí, yo estaba en casa de Rueda, que aún 
sigue fatal de ·la causa que tiene en la boca, aunque algo alivia-
do desde que se le reventó por fuera el tumor; la última vez 
que lo vi a Ledano supe con dolor que el terrible trastorno cau-
sado por esta atroz e inmotivada guerra alcanzaba a la tan bien 
combinada vía· férrea de Huelva. j Jesús! j qué .guerra tan desas-
trosa! ¡ Me quita toda tranquílidad de espíritu pensar en ella! El 
Duque de Montpensier vino a Sn. Lúcar para volverse a Ma-
drid; ·no sé si en las actuales circunstancias pensará en ello. Es-
tamos a mediados de agosto, y aunque dice el refrán que en 
agosto frío en rostro, seguimos con los grandes· calores que des-
de mayo nos favorecen, pero · esto no puede durar, y así, espero 
que para principio de septiembre regresarán a sus lares los de-
sertores. Sigue aquí la persecución a los bandidos, que se han 
amedrentado y hay días que no se sabe de nuevos secuestros. 
En Dos Hermanas se están casando los novios a toda prisa 
antes del 15, en que les han dicho que se hará obligatorio, no . 
siéndolo en casamiento religioso, el civil, al que le tienen un 
grande horror. N o así en Sevilla, donde cunde la mala semilla 
que es un contento. 
Siento no tener noticias con que poder dar interés a mi in-
sulsa carta, pero no las hay y yo no tengo el don de los perió-
dicos de inventarlas. 
Mil cariños a Elisa, que supongo contenta en esa colonia es-
pañola; miles y miles a los niños, de los que ni una palabra me 
habla usted, sabiendo lo que me interesa cuanto les concierne. 
Páselo usted bien y regrese cuanto antes con la mayor felici-
dad es el mayor deseo de su agradecida y mejor amiga, 
Fernán. 
Memorias de Salvador Castro. 
11 agosto 1870. 
CARTAS INÉDITAS DE FERNÁN CABALLERO 439 
CLXXXVI 
Al placer siempre tan grande de ver su letra se agregó, al 
recibir su apreciable de París (2 de septiembre, fecha), ei de 
la sorpresa, porque cuidados mayores quitan menores, y así me 
tenía usted hace tiempo algo olvidada de la memoria, si bien 
no borrada del corazón, así lo espero. 
Veo que aún no tiene usted fijada la fecha de su deseado re-
greso y me indigno con los obstáculos que la codicia reinante 
hoy día en todas partes sea la causa, P!-les no encuentro otra, de 
los entorpecimientos que encuentra un negocio tan útil, tan cla-
ro y tan ventajoso. Lo que mucho vale, mucho cuesta, téngalo 
usted presente, así como lo mucho que vaie la suerte de . tantas 
personas que dependen de la constancia y trabajo de ustedes .. 
Por aquí no hay novedad ; mi sobrina Paca tuvo las virue-
las; muchas, pero muy benignas, y está perfectamente bien ; no 
así Matilde Pastrana, que ha quedado con a:chaquillos, bien que 
puede que no sea de resultas de las viruelas, pues sabe usted 
que la pobre padece. No ha habido muchas viruelas, pero ha~ 
hecho mucho ruido por haber sido atacadas personas conocidas. 
Mucho celebro que esté S. M. la Reina tan \uena y el Príncipe 
de Asturias. ¡ Con que se parece a nuestro Gonzalito! Pero debe 
ser mucho mayor; pero a todas edades se tiene dulzura, distin-
ción · y finura en el semblante. Y a ·irán los niños hablando el 
francés, y así dígales usted que je les embrase de tout mon coeur, 
así como a su madre. 
El Infantito D. Luis salió: de aquí con la de Vallejo y llegó 
con toda felicidad a Randau. Se han despedido todos los de la 
servidumbre que quedaban en Sn. Telmo, incluso Matilde, ; a 
la que se ha retirado sus 32 ... .. .. .". que tenía por dama de la 
Infanta ~y que ha disfrutado por dos años sin serlo. Sn. Tetmo 
queda vacío y parece un hermoso mausoleo en el que. reposan 
los restos de la hermosa Infantita Doña Amalia. 
El pobre Coloma (1), el moro de paz por excelencia, com-
(1) E ste "pobre" Coloma es el entonces joven Luis Coloma, luego je-
suíta, famoso por su novela Pequeíieces y 'biógrafo de Fernán Ca:ballero. 
440 BOLETÍN m: I.,A REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
pró una pistola, instrumento que le pegaba como a Napoleón I 
una lira, y al cargarla se. le fué el tiro, pero con tan buena suer-
te que no se mató, como debería haber sucedido. Sus padres se 
lo han llevado a Jerez. Murió el Marqués de Sn. Gil, que esta-
ba muy malo ; dichoso él, pues lo que estamos viendo no es 
para desear vivir y ~ver su desenlace. ¡ Qué dolor de Escorial ! 
¡ Dios quiera que se repare aunque sea abriendo una suscrip-
ción nacional! ¡ N o hay · desgracia que no acontezca a esta po-
bre España! La guerra de Cuba y de las provincias están 
diezmando su ejército y vaciando sus ya exhaustas arcas. Me ha 
dicho Trinidad Motilla que le escribe la Condesa de Robertsart 
que ha salido en estos días en un periódico belga una novela 
mía traducida, no dice cuál, que ha gustado extraordinariamen-
te . (será a los católicos) y han reproducido otros periódicos. 
Escribí

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