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9 Características de un buen negociador

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9 Características de un buen negociador 
 
1. Empatía 
2. Escucha activa 
3. Inteligencia emocional 
4. Conciencia situacional 
5. Paciencia 
6. Mentalidad colaborativa 
7. Persuasión 
8. Equilibrio emocional 
9. Autoconciencia 
 
1. Empatía 
En una negociación todos deben ganar. Por lo tanto, es esencial que un buen 
negociador comprenda y aprecie lo que su contraparte busca obtener del 
trato. La empatía permite identificar lo que es importante para la otra persona 
y sus necesidades, y así ajustar las opciones y condiciones de manera 
beneficiosa para ambos. 
2. Escucha activa 
La escucha activa es crucial en un buen negociador, ya que permite 
comprender de forma clara y concisa la opinión del prospecto. Esto garantiza 
una conversación más fluida con retroalimentación, lo que al mismo tiempo 
ayuda a crear una relación estable y amena. De igual forma, escuchar con 
atención permite recordar detalles específicos de la contraparte. 
3. Inteligencia emocional 
Un buen negociador sabe controlar sus propias emociones, pero también es 
capaz de reconocer los sentimientos de los demás. Esta característica permite 
mantener una buena dinámica emocional durante toda la negociación para 
mantener la calma y la concentración, sobre todo en caso de que se presenten 
problemas o que las ideas no le estén quedando tan claras al prospecto. 
La inteligencia emocional también le da la ventaja al negociador de no 
conformarse con el primer «no», así como de expresar sus necesidades y 
cambiar su perspectiva como la de la contraparte para llegar a un acuerdo 
exitoso. 
4. Conciencia situacional 
Un buen negociador debe gozar de una conciencia total de la situación de su 
prospecto. El saber el porqué, el cómo y dónde de la contraparte le sirve para 
evaluar sus motivaciones; así es como el negociador puede 
realizar movimientos tácticos para influir positivamente en la decisión final 
del prospecto. 
5. Paciencia 
Ojalá las negociaciones constaran de algunas horas para completarse, pero 
muchas de ellas pueden tardar días, semanas e incluso meses. Este largo 
proceso implica negociar más de una vez con el prospecto y realizar 
contraofertas para mantener la negociación activa. Por ello, una 
característica de un buen negociador es la paciencia. 
Debe evaluar adecuadamente cada fase de la situación en la negociación para 
así llegar a la conclusión más adecuada para ambas partes y, de ser posible, 
acelerar un poco el proceso. 
6. Mentalidad colaborativa 
La competitividad es buena, pero para ser un buen negociador vale más la 
calidad que la cantidad. Por ello, tener una mentalidad colaborativa brinda 
conciencia de que ambas partes pueden y deben ganar con el trato por 
realizar. Además, esta cualidad refuerza la relación con el prospecto, 
fomentando la confianza hacia el negociador. De esta manera, debe trabajar 
en conjunto con su posible cliente para alcanzar los objetivos de ambos. 
Nadie da más, nadie da menos. 
7. Persuasión 
Un buen negociador tiene la capacidad de influir en los demás. La persuasión 
es mucho más poderosa cuando se combina con la asertividad, ya que con 
ella un negociador puede expresar sus opiniones, pero respetando las 
perspectivas de otros. 
8. Equilibrio emocional 
Las negociaciones pueden conllevar muchas emociones de por medio, pero 
dejarse llevar demasiado por ellas puede disminuir la efectividad. Un buen 
negociador no puede parecer ni demasiado desinteresado ni desesperado por 
conseguir cerrar un trato. Mantener una mentalidad clara y equilibrada le 
permite ver más las posibilidades y oportunidades que puede aprovechar. 
Además, esta cualidad le deja concentrarse en su proceso y no preocuparse 
por escenarios ficticios o catastróficos. 
9. Autoconciencia 
La autoconciencia ayuda a los negociadores a conectarse efectivamente con 
su intuición, para así ser capaces de detectar señales en sus prospectos 
durante el proceso de negociación, por ejemplo, si su contraparte muestra 
mucha preocupación o si simplemente no se siente lista para cerrar un trato 
en ese momento. 
Esta autoconciencia aumenta su nivel de confianza, lo cual, se convierte en 
su mejor herramienta de negociación.