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sindrome CEREBELOso

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CEREBELO
Está situado por detrás del puente y la médula oblongada, a los que está unido por los pedúnculos cerebelosos. En él se reconocen una porción mediana o vermis y dos porciones laterales, los hemisferios cerebelosos. En conjunto se describen tres caras: superior, inferior y anterior, las cuales presentan numerosos surcos transversales. Estos surcos se forma pliegues denominados folias o láminas el cerebelo. Los surcos más profundos limitan los lóbulos y lobulillos cerebelosos.
Cara superior: Es convexa en sentido transversal y anteroposterior. Presenta en la línea mediana una saliente anteroposterior: la porción superior del vermis, extendido por detrás de los colículos, hasta la vallécula del cerebelo [escotadura cerebelosa posterior]. La porción anterior del vermis se denomina língula, mientras que su parte más elevada se designa culmen. 
Cara inferior: Es convexa en todos los sentidos. En la línea mediana presenta una profunda depresión, la vallécula del cerebelo. Está separado de los hemisferios cerebelosos por el surco paramediano. En la unión del tercio medio del vermis con el tercio posterior se produce un ensanchamiento de donde se desprenden dos prolongaciones que lo unen a los hemisferios cerebelosos, constituyendo la pirámide. 
La porción del vermis inferior por delante de la pirámide, se denomina úvula, la que, aplastada transversalmente, hace protrusión en el interior del cuarto ventrículo. Entre la úvula y el cuarto ventrículo se ubica un pequeño lóbulo mediano, el nódulo, que se sitúa en la parte más anterior del vermis inferior y del que se desprenden dos laminillas de sustancia blanca, las que forman el velo medular inferior [válvula de Tarin].
Cara anterior: A diferencia de las otras, esta no es una cara libre: los pedúnculos cerebelosos emergen por ella y conectan el cerebelo con el tronco encefálico.
De esta forma la cara anterior queda orientada oblicuamente hacia adelante y abajo. Se distinguen en ella dos porciones laterales y una mediana.
· Las porciones laterales están constituidas por los hemisferios cerebelosos.
· La porción mediana corresponde a los extremos del vermis y el cuarto ventrículo. Comprende:
· Una porción superior, en la que se observan, de arriba hacia abajo, el declive, el culmen, el lobulillo central y la língula.
· Una porción intermedia, limitada lateralmente por la convergencia de los pedúnculos cerebelosos. Entre los pedúnculos cerebelosos superiores se extiende el velo medular superior formado por una delgada membrana de sustancia blanca. A sus lados, los pedúnculos cerebelosos medios e inferiores, y entre estas formaciones y la porción siguiente: el fastigio, receso posterior del cuarto ventrículo.
· Una porción inferior, en la que se observa el extremo anterior de los vermis inferiores, representados por el nódulo y la úvula, encuadrados por el velo medular inferior, contribuyendo a delimitar el cuarto ventrículo. A los lados de la úvula, la amígdala cerebelosa y más lateralmente, el flóculo que desborda por los lados al pedúnculo cerebeloso medio. Estas formaciones se hallan más atrás en relación con las caras anterolaterales de los hemisferios cerebelosos. Están en contacto además, con la médula oblongada y el puente: de esta forma se dibuja el ángulo pontocerebeloso. 
Surcos y lóbulos cerebelosos. La superficie externa del cerebelo presenta gran cantidad de surcos curvilíneos, dispuestos en su mayor parte concéntricos a la circunferencia. Existen surcos que se profundizan en la sustancia gris, hasta la vecindad de la sustancia blanca central, determinando lóbulos en la superficie cerebelosa; otros surcos menos profundos, los superficiales, separan las folias o láminas cerebelosas.
El más importante de los surcos profundos es la fisura horizontal [surco circunferencial de Vicq d’Azyr]. Se origina a nivel del pedúnculo cerebeloso medio, inmediatamente lateral a él, en la cara anterior del cerebelo por detrás del flóculo. Desde allí se dirige hacia lateral, recorriendo el perímetro del hemisferio cerebeloso para luego alcanzar su borde posterior. Divide así al cerebelo en dos partes: superior e inferior.
El cerebelo presenta además otro surco, la fisura prima [surco primario], concéntrica al precedente. Se extiende desde el borde lateral del cerebelo, por delante del ángulo, dirigiéndose oblicuo hacia atrás y medialmente, para terminar en el vermis superior a nivel de la vallécula cerebelosa. 
A partir de los diferentes surcos que existen en el cerebelo se han podido describir hasta 26 lóbulos distintos. Esta división, puramente morfológica, ha sido sustituida por una segmentación anatomo-funcional, que distingue de adelante hacia atrás, y sin tener en cuenta la separación entre el vermis y los dos hemisferios, tres sectores bien diferentes a los cuales se les adjudican funciones distintas:
A. Un lóbulo floculonodular (flóculo y nódulo), que corresponde al “arquicerebelo” (cerebelo vestibular, equilibrio).
B. Un lóbulo anterior (língula, lobulillo central y culmen) con el lóbulo cuadrangular, correspondiente al “paleocerebelo” (control del tono muscular y de las funciones vegetativas).
C. Un lóbulo posterior, situado por detrás de la fisura prima, que corresponde al “neocerebelo” (control de la motilidad voluntaria).
CONFIGURACIÓN INTERNA DEL CEREBELO
Está constituido por:
A. La corteza, de ubicación periférica, constituida por sustancia gris. 
B. El cuerpo medular, de ubicación central.
C. Los núcleos del cerebelo, profundos en la sustancia blanca.
a) Corteza del cerebelo
Dispone con sus láminas de sustancia gris, sus surcos, sus lóbulos y lobulillos, en su configuración externa. La corteza está formada por tres capas superpuestas:
A. Capa molecular.
B. Capa de Purkinje.
C. Capa granulosa.
b) Sustancia blanca
Recibe el nombre de cuerpo medular del cerebelo. De ubicación central, rodea a los núcleos del cerebelo. Está recorrida por fibras contenidas en los seis pedúnculos cerebelosos que unen el cerebelo con la médula oblongada (pedúnculos cerebelosos inferiores), el puente (pedúnculos cerebelosos medios) y el mesencéfalo (pedúnculos cerebelosos inferiores), y por fibras que se extienden desde la corteza cerebelosa hacia los núcleos. Se encuentran prolongaciones de sustancia blanca en las folias o láminas del cerebelo; La zona de conexión entre las mitades derecha e izquierda del cerebelo constituye la comisura del cerebelo.
Dentro de la sustancia blanca se puede identificar también el fascículo uncinado del cerebelo, un conjunto de fibras eferentes desde el núcleo del fastigio hacia los núcleos vestibulares, la formación reticular del puente y la médula oblongada, y fibras ascendentes que se dirigen al diencéfalo.
c) Núcleos del cerebelo
Son los núcleos: del fastigio, emboliforme, globoso y dentado. Son pares y están próximos al plano mediano 
A. Núcleo del fastigio [del techo]: situado en la profundidad de la sustancia blanca del cerebelo, en el vermis, atrás y arriba del techo del cuarto ventrículo próximo a su homólogo opuesto. Recibe fibras del arquicerebelo y emite fibras cerebelovestibulares.
B. Núcleo interpósito posterior (globoso): está formado por uno o varios pequeños núcleos redondeados situados entre los núcleos del fastigio e interpósito anterior. Recibe fibras del paleocerebelo y emite fibras cerebelorrúbricas.
C. Núcleo interpósito anterior (emboliforme): está situado cerca del hilio del núcleo dentado con el que a menudo se lo confunde. Recibe fibras del paleocerebelo y emite fibras cerebelorrúbricas.
D. Núcleo dentado [oliva cerebelosa]: se encuentra en la sustancia blanca hemisférica. Es una lámina de sustancia gris plegada e irregular con forma de bolsa abierta hacia adelante y medialmente. Recibe fibras de la corteza del neocerebelo homolateral y emite fibras cerebelorrúbricas y cerebelotalámicas.
SISTEMATIZACIÓN Y CONEXIONES DEL CEREBELO
Se ha visto que la corteza cerebelosa puede ser dividida en tres sectores topográfica y funcionalmente distintos, dispuestos de adelante hacia atrás el arquicerebelo(equilibrio), el paleocerebelo (tono muscular) y el neocerebelo (coordinación de los movimientos voluntarios).
 Esta división es valedera también para las formaciones centrales: el núcleo del fastigio pertenece al arquicerebelo, los núcleos interpósitos al paleocerebelo y el núcleo dentado al neocerebelo. Es importante destacar como una característica del cerebelo que todas las eferencias de la corteza cerebelosa pasan siempre por los núcleos cerebelosos (con excepción de la correspondiente al floculonódulo que pasa por los núcleos vestibulares). 
Fisiológicamente es importante recordar que cada porción de la corteza cerebelosa proyecta a un grupo particular de núcleos profundos, es decir que los axones de las neuronas ubicadas en determinadas porciones de la corteza se dirigen hacia un núcleo determinado. La distribución es la siguiente:
• El vermis envía sus eferencias al núcleo del fastigio.
• La porción paramediana del hemisferio cerebeloso envía sus eferencias hacia los núcleos interpósitos (globoso y emboliforme).
• La porción lateral del hemisferio cerebeloso envia sus eferencias al núcleo dentado.
• El lóbulo floculonodular envía sus eferencias a los núcleos vestibulares (ubicados en el tronco encefálico).
División anatómica del cerebelo
Lóbulo floculonodular o Arquicerebelo: Es la porción filogenética más antigua del cerebelo. Comprende a la língula y al lóbulo floculonodular. El lóbulo floculonodular recibe impulsos propioceptivo desde los núcleos vestibulares. Su función está relacionada con el equilibrio
Vía aferente. Llega al cerebelo por el pedúnculo cerebeloso inferior. Proviene en forma directa desde los núcleos vestibulares del tronco encefálico, que a su vez reciben las fibras provenientes del ganglio vestibular. Cabe aclarar que estas fibras aferentes no son otras que las correspondientes a la 2ª Neurona de la vía vestibular, que reciben la aferencia de la 1ª neurona de la vía vestibular, ubicada en el ganglio vestibular, proveniente del oído interno 
Centros. Las fibras aferentes llegan al lóbulo floculonodular, situado en la parte ventral del cerebelo.
Vía eferente. Las fibras provenientes del lóbulo floculonodular llegan al núcleo del fastigio (1.ª neurona efectora) y de allí parte una nueva fibra que regresa a los núcleos vestibulares del tronco encefálico, del mismo lado o del lado opuesto al inicial, por el pedúnculo cerebeloso inferior (2.ª neurona efectora). Del núcleo vestibular surgen fibras que se dirigen a la médula espinal por los tractos vestibuloespinales directos o cruzados que ejercen el control del equilibrio. Desde su origen, las fibras vestibuloespinales se dividen en dos grupos de fibras: una cruzada voluminosa y otra directa más delgada, que se dirigen a la médula oblongada y a la médula espinal. Este conjunto ejerce el control del equilibrio por intermedio del sistema vestibular contenido en el oído interno. Una lesión de este circuito acarrea trastornos de la estática y de la marcha.
Lóbulo anterior o paleocerebelo 
Está formado por el lóbulo central, el culmen, la pirámide, la úvula, el ala del lóbulo central y el lóbulo cuadrangular anterior. Asegura la regulación del tono muscular y el control postural para la estación de pie.
Vías aferentes. Son las vías de la sensibilidad profunda inconsciente
(propiocepción inconsciente) y utilizan los siguientes tractos de la médula espinal:
• Tracto espinocerebeloso posterior: es directo. El cuerpo de las neuronas cuyos axones conforman este tracto asienta en el asta posterior. Por el pedúnculo cerebeloso inferior llega a la corteza cerebelosa y termina en la capa granulosa de la corteza del vermis.
• Tracto espinocerebeloso anterior: vehiculiza la sensibilidad propioceptiva inconsciente de los miembros. El cuerpo de las neuronas cuyos axones conforman este tracto asienta en el asta posterior; sus axones cruzan el plano mediano por la comisura blanca anterior para llegar al cordón lateral del lado opuesto, se acodan y ascienden a lo largo del borde lateral del tracto espinotalámico lateral y, llegados al puente, se dirigen hacia atrás a lo largo del borde superior del núcleo motor del nervio trigémino, se incorporan al pedúnculo cerebeloso superior y luego atraviesan por segunda vez el plano mediano y llegan a la corteza paleocerebelosa homolateral a su origen. Así, ambas vías son homolaterales, una porque no atraviesa nunca el plano mediano, y la otra, por atravesar el plano mediano dos veces y finalizar del mismo lado en que se originaron.
Centros paleocerebelosos. Corresponden a la corteza de la parte paramediana de los hemisferios y del vermis.
Vías eferentes. El axón de la 1.ª neurona efectora, ubicada en la corteza paleocerebelosa, llega a los núcleos interpósitos, donde se ubica la 2.ª neurona efectora. De allí parten fibras hacia el núcleo rojo contralateral, donde encuentran a la 3.ª neurona efectora. Las fibras de estas neuronas del núcleo rojo dan origen al tracto rubroespinal cuyas fibras participan en la constitución del cordón lateral de la médula espinal. El tracto rubroespinal conduce el impulso nervioso motor que controla el tono muscular. Los axones que lo conforman parten del borde medial de los núcleos rojos y cruzan el plano mediano a nivel de la decusación tegmental ventral del mesencéfalo. En el tronco encefálico este tracto se sitúa detrás del lemnisco medial y luego detrás de la oliva inferior, para alcanzar en la médula espinal el cordón lateral. El tracto finaliza enviando sus fibras al asta anterior de la médula espinal en cada segmento de ella, donde se dirige al asta anterior y hace sinapsis con motoneuronas alfa y gamma de la lámina espinal IX.
Las fibras de las vías paleocerebelosas no llegan nunca a la corteza cerebral. Los circuitos paleocerebelosos permanecen subcorticales. Su lesión ocasiona trastornos posturales del tipo de la hipotonía o de la hipertonía.
Lóbulo posterior o Neocerebelo
Es la porción más nueva del cerebelo. Comprende: el declive, el folium del túber del vermis, el lóbulo simple, el lóbulo semilunar inferior, el lóbulo grácil y la amígdala. Asegura la coordinación de los movimientos voluntarios. 
Vías aferentes. Provienen, siguiendo lo antedicho, de la corteza cerebral, más exactamente de la corteza frontotemporal (1.ª neurona). Desde allí las fibras temporopontinas y frontopontinas se dirigen a los núcleos pontinos homolaterales, ubicación de la 2.ª neurona del circuito. La 2.ª neurona envía su axón por la región anterior (pie) del puente, formando las fibras transversas, las cuales cruzan el plano mediano y se incorporan al pedúnculo cerebeloso medio para alcanzar la corteza neocerebelosa contralateral.
Centros neocerebelosos. Están situados por detrás de la fisura prima del cerebelo, en la parte posterolateral del hemisferio.
Vías eferentes. En la corteza neocerebelosa contralateral se ubica la 1.ª neurona eferente del circuito. Desde la corteza neocerebelosa los axones se dirigen al núcleo dentado, donde hacen sinapsis con la 2.ª neurona eferente. Desde allí las fibras van al tálamo, conformando el tracto dentotalámico. Estas son fibras eferentes del cerebelo que unen el núcleo dentado al tálamo contralateral. Se sitúan en el pedúnculo cerebeloso superior y terminan en el núcleo posterior ventrolateral del tálamo. Desde allí parten los axones que terminan en la corteza cerebral temporal o frontal. Además, hay un conjunto de fibras que pasan directamente del tálamo hacia el cuerpo estriado. También existe un tracto dentorrúbrico, que vincula el núcleo dentado al rojo y se conecta con el tracto rubroespinal.
Las lesiones de estos circuitos complejos producen diversos trastornos: hipermetría (carácter excesivo del gesto), temblor intencional, disdiadococinesia (imposibilidad de realizar rápidamente movimientos alternos).
DIVISIÓN FUNCIONAL DEL CEREBELO
Vías aferentes al órgano:
El cerebelo también puede ser dividido en vestibulocerebelo, espinocerebelo y pontocerebelo de acuerdo con las aferencias de las distintas zonas cerebelosas.
· El vestibulocerebeloestá integrado por el lóbulo floculonodular, parte de la úvula y del vermis. En estas regiones se reciben las aferencias provenientes de los núcleos vestibulares. (informa sobre postura y desplazamiento de la cabeza.)
· El espinocerebelo corresponde a la mayor parte del vermis y el paravermis (excepto el nódulo y la úvula) siendo las regiones donde terminan las aferencias provenientes de la médula espinal. (Transmiten información propioceptiva desde los músculos y articulaciones en relación con la postura corporal y la dinámica de los miembros.) 
· El pontocerebelo se encuentra en las regiones más laterales de los hemisferios cerebelosos y es donde se reciben las aferencias desde la corteza cerebral, luego de su relevo en los núcleos pontinos. (con información sobre movimientos en marcha o de ejecución próxima.)
SINDROME CEREBELOSO: Es el conjunto de síntomas y signos ocasionados por las enfermedades del cerebelo o sus vías de conexión. Puede presentarse en forma aislada o asociarse con otros trastornos neurológicos (ej. Signos piramidales o sensitivos)
Etiología: Pueden dividirse en dos grandes grupos:
· Enfermedades con síndrome cerebeloso puro o dominante: tumores, hemorragias, infartos o lesiones isquémicas, procesos inflamatorios o cerebelitis infecciosas de etiología diversa, abscesos, quistes, lesiones traumáticas, degeneraciones o atrofias del cerebelo de carácter primario o secundario. Algunas acompañada con lesiones neoplásica 
· Enfermedades con síndrome cerebeloso asociado con manifestaciones piramidales o extrapiramidales: esclerosis múltiple y esclerosis combinadas con la medula espinal, diversas enfermedades heredodegenerativas del cerebelo, síndromes del tronco o tallo cerebral ya atrofia cerebelosa del alcoholismo.
Patogenia: Esta dada por la perturbación del control cerebeloso sobre la motilidad estática y cinética, con la consiguiente aparición de los siguientes trastornos:
· Alteraciones de la eumetría (define la exacta medida de un movimiento).
· Alteraciones de la isostenia (adecuada intensidad o fuerza de la acción motora).
· Alteraciones de la sinergia (permite la acción coordinada de los músculos agonistas y antagonistas en la ejecución del movimiento).
· Alteraciones de la diadococinesia (condición que hace posible ejecutar movimientos sucesivos en forma rápida gracias a una acción muscular coordinada.
· Alteraciones del tono muscular con repercusión en la postura, en los movimientos y en el equilibrio.
Manifestaciones clínicas
Síntomas
Vértigo: es de tipo central y puede ocurrir en bipedestación o en decúbito lateral, sobre todo si se adopta el del lado opuesto a la lesión. Es una alucinación de movimiento, en la que el paciente se siente erróneamente que su cuerpo gira alrededor o en medio de los objetos que lo rodean. El paciente en ocasiones lo describe como inestabilidad o mareo.
 Existen manifestaciones que orientan hacia una causa central y no periférica del vértigo:
· Que el vértigo se acompañe de algún déficit neurológico
· Que el paciente no pueda caminar sin ayuda (la ataxia marcada es signo de vértigo central)
· Que exista nistagmo que cambia de dirección
· Que no haya acúfenos (silbido o zumbido en uno o ambos oídos que pueden ser constante o ir y venir.
· Que haya pérdida total de audición homolateral.
Cefalea y vómitos: depende del síndrome de hipertensión endocraneana que acompaña a lesiones expansivas del cerebelo.
 Signos
Trastornos estáticos o de la posición
· Astasia: el paciente oscila cuando está de pie y se sostiene de algo para equilibrarse. Si el paciente cierra los ojos no cae. El signo de Romberg en estos pacientes no está presente.
· Desviaciones: el paciente de pie puede inclinarse hacia adelante (propulsión), hacia atrás (retropulsión) o hacia los lados (lateropulsión), este será hacia el mismo lado de la lesión.
· Temblor: temblor de intención o de actitud es el más frecuente del síndrome cerebeloso. Puede ser puro o dominante, unilateral o bilateral, se presenta cuando el paciente alcanza el objetivo, se pone de manifiesto con la prueba índice-nariz o talón-rodilla, y es conocido como temblor terminal o temblor de fin de acción. Puede acompañarse de temblor postural pero no de temblor de reposo. 
· Hipotonía muscular: se encuentran comprometidos los músculos hipotónicos del lado afectado. Se pone en evidencia en la palpación y en las maniobras de motilidad pasiva. Suele observarse en las lesiones neocerebelosas. También se acompaña de reflejos osteotendinosos disminuidos y pendulares. Suelen ser acompañado con la hipotonía muscular 
Trastornos cinéticos o de los movimientos activos
Marcha titubeante o marcha del ebrio: la cabeza y el tronco oscilan (ataxia de tronco) y el paciente camina en zigzag, desviándose hacia los lados. A veces el cuadro es leve y el paciente no logra realiza la marcha en tándem (con un pie delante de otro), otras veces el paciente lo logra caminar por la gravedad del cuadro.
Dismetría: es la incapacidad de alcanzar el blanco mediante el correcto empleo de la fuerza, velocidad y sentido de distancia, por lo que el paciente se detiene antes de llegar a su objetivo (hipometria) o después (hipermetría) y alcanzara el blanco mediante movimientos secundarios alrededor de él (descomposición de movimiento). Se evalúa mediante las prueba de índice-nariz y talón-rodilla y la prueba de la prensión del vaso. 
Ataxia: también conocida como disinergia o asinergia, se refiere a la incoordinación de los movimientos voluntarios, al perder la capacidad para coordinar la actividad de los distintos músculos de ejecutar determinados movimientos, pierden precisión y suavidad, volviéndose torpes y groseros.
a) Babinski describe la -Gran asinergia: cuando enfermo cerebeloso intenta caminar, levanta más de lo necesario el pie del suelo,(porque exagera la flexión de los muslos) y lo lleva hacia adelante, pero no puede ir más lejos porque el tronco ha quedado rezagado con respecto a los miembros. Para poder continuar la marcha necesitara la ayuda de algo o alguien que lo sostenga e impulse el tronco hacia adelante.
b) Babinski: también describió la -Pequeña asinergia: se evalúa mediante las siguientes maniobras:
· Prueba de la flexión del tronco: el paciente en decúbito dorsal, brazos cruzados sobre el tórax, se le pide que trate de incorporarse; el paciente no logra hacerlo y flexiona los miembros en extensión sobre la pelvis 
· Prueba de la inversión del tronco: se le solicita al paciente que se encuentra de pie que se incline hacia atrás. Las personas normales flexionan las piernas para mantener el equilibrio, mientras que el cerebeloso no flexiona las piernas y pierde el equilibrio 
· Prueba de la flexión de la pierna: el paciente en decúbito dorsal se le pide que flexione los miembros inferiores de tal modo que trate de tocar la región glútea. El sujeto normal lo hace sin que el talón abandone el plano horizontal. El cerebeloso, descompone el movimiento, flexiona primero el muslo sobre la pelvis, con la pierna extendida; luego eleva mucho el talón del plano horizontal, flexiona la pierna bruscamente y el talón golpea sobre el lado horizontal 
· Prueba del arrodillamiento: se solicita al paciente que se arrodille en una silla tomando el respaldo con sus manos. El paciente cerebeloso levanta la rodilla del lado afectado (asinérgico), más allá de lo necesario y luego la desciende de forma brusca golpeando la superficie de la rodilla 
Adiadococinesia: pérdida de la diadicocinea (condición normal que permite la realización de movimientos alternantes con rapidez por existir un adecuado sinergismo entre músculos agonistas y antagonistas). Se evalúa mediante la prueba de las marionetas, en la cual se le indica al paciente que realice movimientos de pronosupinación con las manos extendidas. Si los realiza lentamente o de forma torpe, se denomina adiadococinesia.
Braditeleocinesia o descomposición del movimiento: este signo consiste en la división de un movimiento complejo en otros más simples y sucesivos. Por ej. La prueba de índice-nariz,un paciente sano realiza el movimiento en una sola maniobra mientras que un paciente cerebeloso primero extiende lateralmente el miembro superior, luego flexiona el antebrazo sobre el brazo y recién al final busca la nariz con el dedo.
Reflejos pendulares: son secundarios a la hipotonía muscular. Suele lograrse al obtener el reflejo patelar o rotuliano. Luego de obtenido el reflejo, en vez de detenerse, el miembro continua oscilando varias veces. Otras veces los reflejos osteotendinosos están disminuidos. 
Trastornos de los movimientos pasivos 
Son consecuencia de la hipotonía muscular y se ponen de manifiesto en distintas pruebas:
Pruebas de pasividad de André-Thomas: se entiende por pasividad a la propiedad de imponer actitudes a articulaciones o sectores del cuerpo sin que el paciente las corrija u ofrezca resistencia a la realización de tales maniobras. 
· Estando el paciente de pie, el medico se coloca detrás y tomándolo de la cintura le imprime al tronco movimientos de rotación der-izq. Lo cual permite observar un movimiento de vaivén más amplio en los miembros superiores del lado afectado 
· Los movimiento que se imprime el antebrazo y a la mano del lado de la lesión cuando esto se deja colgar desde los sectores proximales del miembro, son más amplio que los que se consigue del lado opuesto (movimiento pendulares)
· Los movimiento de movilidad pasiva son más amplio en los miembros del lado de la lesión (hiperdiadococinesia pasiva de André- Thomas)
Prueba de la resistencia de Stewart-Holmes: se utiliza para evaluar hipotonía. Se le solicita al paciente que flexione con fuerza el antebrazo sobre el brazo, mientras el evaluador se opone a él sujetando fuertemente la muñeca del paciente; luego, repentinamente, el evaluador suelta el antebrazo del paciente. En el paciente cerebeloso se observa que su brazo continúa flexionándose hasta golpear su mano contra el hombro.
Otros trastornos
· Alteraciones del lenguaje: los pacientes suelen presentar disartria (alteración en la articulación de las palabras) y el ritmo es lento y monótono. También puede presentar palabra escandida (las palabras sufren bruscas y breves interrupciones).
· Nistagmo: movimiento oscilatorio rítmico e involuntario de los ojos, aparece en forma espontánea o provocada. Suele ser puro (horizontal, vertical o rotatorio. Unilateral o bilateral, y no mejora con la fijación de la mirada). Se supone que es causado por hipotonía y ataxia de los músculos oculares. Se observa en lesiones vestiulocerebelosa que transcurren por el pedúnculo cerebeloso inferior, o del vermis cerebeloso 
· Trastornos de la escritura: escritura irregular, angulosa y puede observarse megalografismo por dismetría o temblor 
Diagnóstico: es eminentemente clínico y se usa en la realización de pruebas antes enunciadas. Según los signos detectados, pueden distinguirse las siguientes formas clínicas: 
· Síndrome cerebeloso medio, vermiano o paleocerebeloso: es bilateral y predominan trastornos estáticos, existe asinergia del tronco con retropulsión, hay trastornos de la bipedestación y en los miembros inferiores, nistagmo y disartria.
· Síndrome cerebeloso lateral, hemisférico o neocerebeloso: es homolateral de la lesión y predominan los trastornos cinéticos, hay incoordinación motriz de los miembros, latero-pulsión e hipotonía muscular
· Síndrome cerebeloso asociado a otros síndromes neurológicos: existen signos sensitivos, motores o dependientes de los pares craneales
Exámenes complementarios: 
1. Se utiliza la resonancia magnética de cerebro con técnica de difusión y la angiorresonancia, si se desea evaluar una probable patología isquémica aguda. 
2. La tomografía computarizada si se requiere una evaluación rápida en lugares que no se disponga de resonador

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