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249 13Sistema digestivo ENFERMEDADES DEL SISTEMA DIGESTIVO El sistema digestivo se extiende desde los labios hasta el ano y las enfermedades que se producen en cada compo- nente de las vías, varían de un sitio a otro. Las enfermeda- des de los diversos componentes de la boca y orofaringe, se describen en el Capítulo 12. Este capítulo describe las enfermedades del esófago, estómago, intestino delgado, intes- tino grueso, recto y ano. ENFERMEDADES DEL ESÓFAGO Y LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA Desde su origen, a nivel del cartílago cricoides, hasta su terminación en la unión gastroesofágica, el esófago está recubierto normalmente por epitelio escamoso estratifi cado no queratinizado. La pared esofágica contiene, tanto músculo estriado (en su porción superior) como músculo liso (en la porción inferior). Es esencial disponer de un esfínter esofágico infe- rior competente para prevenir el refl ujo del contenido gás- trico de vuelta al esófago. La enfermedad de esofagitis por refl ujo gastroesofágico (GERD, del inglés gastroesophageal refl ux disease) es la alteración más común que encuentra el médico familiar El refl ujo del ácido gástrico al esófago inferior, produce un dolor ardoroso en el centro de la parte inferior del tórax, o hipocondrio, conocido por lo común como acidez gás- trica. Los factores predisponentes al refl ujo ácido incluyen los que aumentan la presión intrabdominal, como por ejem- plo comer con exceso, embarazo, y postura defectuosa, así como a aquéllos que hacen laxo o insufi ciente al esfínter esofágico inferior, como la hernia hiatal (pág. 251), fumar e ingesta de alcohol. El epitelio escamoso normal del esófago inferior es sensible a los efectos del ácido gástrico, y la consecuencia es el daño de la mucosa esofágica. Los eventos clinicopatológicos de este fenómeno se pueden describir en las siguientes entidades: • Esofagitis por refl ujo. La mucosa esofágica se infl ama agudamente. • Ulceración péptica del esófago inferior. Por lo común se forman úlceras pequeñas que se vuelven crónicas, con fi brosis. • Estrechez esofágica inferior. La ulceración péptica crónica produce engrosamiento fi broso progresivo en la pared esofágica • Esófago de Barrett. El refl ujo esofágico persistente produce metaplasia de la mucosa esofágica inferior, con remplazo del epitelio escamoso por epitelio glandular con células caliciformes (fi gura 13.1). Esto también se denomina esófago recubierto por epitelio cilíndrico (CELO). El esófago de Barrett predispone al desarrollo de adenocarcinoma El esófago de Barrett puede progresar de epitelio glandular metaplásico a displasia epitelial, y luego a un adenocarcinoma. El epitelio cilíndrico puede mostrar características de meta- plasia intestinal, en la cual el epitelio asemeja al del intestino delgado, o semejar al de la región del cardias del estómago proximal. U E EG J Figura 13.1 Esófago de Barrett. La mucosa del esófago inferior (E) es reemplazada por epitelio cilíndrico más oscuro, con área de ulceración (U) en la unión gastroesofágica (EJG). La fl echa señala la unión gastroesofágica anormalmente alta. 13 PATOLOGÍAPatología clínica 250 Los pacientes con esófago de Barrett se mantienen bajo vigilancia mediante endoscopias y biopsias repetidas, para detectar cambios neoplásicos tempranos. El tratamiento con cirugía esofágica es entonces posible, antes del desa- rrollo de una invasión. La esofagitis es raramente causada por otros agentes aparte del refl ujo La esofagitis aguda puede ser causada por agentes infeccio- sos o físicos. La infección bacteriana es muy rara, pero la infección micótica (en especial por Candida albicans) es una causa importante de esofagitis erosiva intensa, en par- ticular en pacientes inmunodeprimidos. Las infecciones virales del esófago (en particular por her- pes simple y citomegalovirus) son ahora más frecuentes debido a que con más frecuencia se diagnostican casos de pacientes con SIDA y pacientes que están recibiendo tera- pia inmunosupresora. La esofagitis aguda también se produce por irradiación y por ingestión de agentes cáusticos. Ciertas enfermedades con etiología autoinmune y que dañan selectivamente las mucosas y la piel se presentan también en el esofago, p. ej., el pénfi go, la epidermólisis bulosa y el síndrome de Behçet, el daño en la mucosa esofagica se caracteriza por: ulceración esofágica con separación extensa del epitelio superfi cial, y producción de vesículas seguidas por erosión. Cualquier obstrucción esofágica causa difi cultad en la deglución, que es conocida como disfagia Cuatro tipos principales de lesión causan obstrucción: • Lesiones en la luz. Cuerpos extraños deglutidos, en especial en niños. • Lesiones en la pared. Neoplasia benigna o carcinoma del esófago, fi brosis causada por infl amación crónica. • Lesiones fuera de la pared. Divertículo esofágico, tumores en el mediastino (p. ej., invasión por carcinoma del pulmón. • Lesiones que afectan la función. Acalasia (ver abajo), enfermedad de Chagas, enfermedad de neurona motora (pág. 471). La obstrucción esofágica puede complicarse por el refl ujo de alimentos a las vías respiratorias, causando neumonía por aspiración (pág. 198), y desnutrición, por incapacidad para mantener una ingestión adecuada. La acalasia del esófago se debe a una innervación anormal La acalasia, o falta de contracción muscular coordinada y relajación del extremo inferior del esófago, provocan reten- ción del bolo alimenticio, como resultado de espasmos peristálticos combinados con relajación lenta del esfínter gastroesofágico. Este trastorno se ve en especial en la edad madura. Con el transcurso del tiempo el esófago se vuelve marcadamente dilatado (megaesófago). La etiología es des- conocida, pero en casos de larga duración se han descrito una reducción en el número células ganglionares en el plexo muscular. Este trastorno también predispone al desarrollo de carcinoma del esófago. En América del Sur, una infección causada por el Trepo- nema cruzi, llamada enfermedad de Chagas, causa un trastorno similar, con destrucción del plexo mientérico. La perforación esofágica es causada más de manera habitual por procedimientos médicos La perforación de la pared esofágica es en extremo grave, ya que libera secreciones (incluyendo jugos gástricos) al interior del mediastino, causando mediastinitis. Los pacien- tes tienen dolor de pecho y choque. La radiografía de tórax puede mostrar presencia de aire en el mediastino. La perforación ocurre por lo común después de la ins- trumentación del esófago, como por ejemplo dilatación de estrecheces o esofagoscopia. Puede producirse un desgarro del esófago inferior después de un vómito intenso con el estómago lleno, el cual conduce a perforación y hemorragia de vasos locales (Síndrome de Mallory-Weiss). Los tumores malignos más frecuentes del esófago son los carcinomas escamosos y adenocarcinomas Hay una gran variación geográfi ca en la incidencia del carcinoma esofágico, el cual es en particular común en el Lejano Oriente, en especial en China y Japón. Los tumores son más frecuentes en varones después del quinto decenio de vida, y pueden dividirse en dos grupos principales: Los carcinomas escamosos afectan por lo común la parte media e inferior del esófago. Se desarrollan con mayor frecuencia en varones que son alcohólicos o con taba- quismo intenso, y pueden ser precedidos por un cambio displásico en la mucosa esofágica previo al desarrollo de carcinoma. Los sintomas se presentan en forma tardia, cuando el tumor es sufi cientemente grande para compro- meter la luz esofágica y causar disfagia. La invasión a gan- glios linfáticos es temprana y común. Los adenocarcinomas se presentan con mayor frecuen- cia en el esófago inferior, y se originan en áreas de meta- Aunque la estrechez esofágica, la acalasia y los tumores malignos son las causas más importantes de disfagia, no son las más comunes. En medicinageneral, los síntomas de difi cultad en la deglución, y la sensación de un bulto en la garganta, son comunes entre mujeres jóvenes y de edad madura. La paciente describe una obstrucción aparente en la región cricoidea del esófago superior, y el problema de la deglución no está de manera directa relacionado con los alimentos, sino con la deglución de saliva y bebidas. El trastorno, llamado globo faríngeo, está asociado con espasmo del músculo cricofaríngeo, identifi cable con deglución de bario. Aunque quizás, en la mayor parte de los casos el trastorno es psicosomático, puede ser una manifestación de hernia hiatal, esofagitis por refl ujo o úlcera péptica. La disfagia es un motivo de consulta común en la práctica de la medicina general 13Sistema digestivo 251 plasia (esófago de Barrett). Algunos adenocarcinomas pueden representar un carcinoma primario del estómago que se han infi ltrado hacia la parte inferior del esófago. Estos tumores tienden a metastatizar por vía linfática, en una etapa más temprana que los carcinomas escamosos. El pronóstico de ambos tipos de carcinoma es pobre, con el del carcinoma escamoso ligeramente mejor al del adeno- carcinoma, porque éste responde mas al manejo con radio- terapia. Menos de 10% de los pacientes sobrevive cinco años. El carcinoma escamoso del esófago superior, situado en la región poscricoidea, es muy raro, y de ordinario está aso- ciado con el síndrome de Plummer- Vinson, común en muje- res maduras y de edad avanzada. Los tumores raros del esófago incluyen melanomas malignos, carcinomas neuroendocrinos de células peque- ñas, y sarcomas. Los tumores benignos del esófago no son comunes La mayor parte de los tumores esofágicos benignos son leiomiomas derivados del músculo liso el estómago; tumo- res menos frecuentes son derivados de nervios, como por ejemplo los schwanomas y los neurofi bromas. Producen nódulos esféricos lisos que se proyectan hacia la luz, y suelen estar cubiertos por mucosa intacta, a menos que aumenten de tamaño, etapa en la cual puede ocurrir ulce- ración, con estiramiento de la mucosa que los recubre. En la hernia hiatal el estómago se desplaza al interior del tórax La hernia hiatal, en la cual el estómago se desplaza a través del hiato diafragmático al interior de la cavidad torácica, es un trastorno común e importante. Con frecuencia los pacientes presentan síntomas de eso- fagitis por refl ujo, y es posible que se presente una ulcera- ción péptica en la parte intratorácica del estómago y en el esófago inferior. En la hernia hiatal deslizante (95% de los casos), el estómago se hernia a través del hiato diafrag- mático, por medio del cual el esófago inferior pasa normal- mente. En la hernia hiatal paraesofágica, el estómago hace saliente a través de un defecto a lo largo del esófago (fi gura 13-2); estos trastornos raramente causan refl ujo, pero pueden estrangularse u obstruirse. Las varices esofágicas son una causa importante de sangrado de tubo digestivo (hematemesis) En el extremo inferior del esófago, el plexo venoso submu- coso drena sangre, tanto al sistema venoso sistémico como al sistema venoso portal. Cuando la presión en el sistema venoso portal es grande, como por ejemplo, como resultado de una enfermedad del hígado difusa intensa, de larga dura- ción, los conductos esofágicos submucosos del sistema venoso se dilatan enormemente formando varices esofágicas, que sobresalen levemente al interior de la luz. La ruptura o ulce- ración de la mucosa que las recubre puede producir una hemorragia al interior del esófago y el estómago, precipi- tando con frecuencia un vómito de sangre (hematemesis). La causa más común de varices esofágicas es la hiperten- sión portal asociada con cirrosis hepatica (capítulo 14). ENFERMEDADES DEL ESTÓMAGO El estómago tiene tres zonas de mucosa: el cardias, que es inmediatamente adyacente a la unión esofágica; el cuerpo (fondo), que contiene glándulas tubulares largas secretoras de ácido y factor intrínseco; y el píloro (antro), que cuenta con la mayoría de las células secretoras de gastrina. Cada zona es afectada por diferentes tipos de patología. La gastritis se caracteriza por infl amación de la mucosa gástrica Los cambios infl amatorios de la mucosa y submucosa gás- trica se conocen como gastritis, y pueden ser agudos o crónicos, lo que puede evaluarse por estudio endoscópico, y confi rmarse con biopsia. esófago hernia hiatal deslizante diafragma estómago duodeno ab do m en tó ra x esófago hernia hiatal (paraesofágica) diafragma estómago duodeno ab do m en tó ra x a b Figura 13.2 Hernia hiatal. (a) Hernia hiatal paraesofagica, (b) Hernia hiatal paraesofágica. 13 PATOLOGÍAPatología clínica 252 La gastritis aguda (erosiva) se caracteriza por la pérdida focal del epitelio gástrico superfi cial (fi gura 13-3). Los pacien- tes desarrollan dispepsia con vómito, y en ocasiones, si las erosiones son múltiples, puede ocurrir hematemesis. Este tipo de gastritis aguda es causado en pacientes en estado de choque, estrés asociado con quemaduras intensas o aumento de la presión intracraneal, agentes antiinfl amatorios no este- roides, e ingestión aguda muy intensa de alcohol. La gastritis ulcerosa necrosante grave se presenta des- pués de la ingestión suicida de álcalis y ácidos fuertes. Se ha revelado, por examen endoscópico, que la gastritis crónica es más común de lo que antes se pensaba, y con- lleva un riesgo reconocido de malignidad (pág. 253). La gastritis crónica conduce a atrofi a mucosa y metaplasia intestinal. Se identifi can tres formas de gastritis crónica 1. La gastritis asociada a infeccion por Helicobacter es la forma más frecuente a cualquier edad. Se caracteriza por la presencia de colonias bacterianas del microorganismo Helicobacter pylori. Los cuales colonizan la superfi cie del epitelio por debajo de la delgada capa de la mucosa. La presencia del microorganismo se relaciona con lesión epitelial, y con una reacción celular infl amatoria, aguda y crónica, en la lámina propia y epitelio superfi cial. El antro pilórico es el área afectada más intensamente, pero la lesión también se observa en el fondo. De manera habitual se encuentra metaplasia intestinal, en la cual el epitelio gástrico normal es remplazado por un tipo similar al visto en el intestino delgado. El Helicobacter también es muy importante en la infl amación y ulceración duodenal. 2. La gastritis crónica autoinmunitaria se asocia con una enfermedad autoinmunitaria (anemia perniciosa), y en general se encuentra en pacientes de edad avanzada, en los cuales se desarrolla una intensa atrofi a de la mucosa. Las personas afectadas tienen anticuerpos contra células parietales gástricas (90%) y factor intrínseco (60%). El daño autoinmunitario a las células gástricas se relaciona con reducción de la producción de ácido clorhídrico (hipoclorhidria) y defi ciencia en la absorción de vitamina B12. La insufi ciencia de vitamina B12 induce interferencia con la eritropoyesis normal en la médula ósea, y los pacientes presentan una anemia megaloblástica (anemia perniciosa) (Capítulo 15). Este tipo de gastritis afecta en particular al cuerpo del estómago. 3. La gastritis reactiva, conocida también como gastritis química o por refl ujo, se produce cuando líquido duodenal alcalino (que contiene bilis) refl uye a la parte inferior del estómago. Es común en personas que han tenido una cirugía gástrica previa en el área del píloro, la que supuestamente causa insufi ciencia del esfínter pilórico. Sin embargo, en la mayor parte de los casos no hay historia previa de cirugía, y la causa de la insufi ciencia no es comprendida. Este tipo de gastritis también se ve con la administración prolongada de agentes antinfl amatorios no esteroides, y el factor común es probablemente la lesión tóxica directa a la capa mucosa. La úlcera péptica y la metaplasia intestinal son complicaciones de la gastritiscrónica La metaplasia intestinal se produce como un evento secun- dario causado por una gastritis cronica (en particular la forma autoinmunitaria). El patrón gástrico normal del epi- telio es sustituido por dos tipos de epitelio metaplásico: un tipo de células caliciformes, similar al que se encuentra en el intestino delgado, y un tipo de células mucosas, seme- jante al que es visto en el antro pilórico. 1. Prueba de urea en el aliento. Helicobacter produce la enzima ureasa. Si se administra urea radiomarcada y hay presencia de ureasa en Helicobacter, puede detectarse CO2 radioactivo en el aliento. 2. Serología. Pueden detectarse en el suero anticuerpo contra H. pylori. 3. Histología. Pueden observarse los microorganismos en material de biopsia, si se tiñe apropiadamente. 4. Cultivo. H. pylori, un microorganismo microaerófi lo curvado, puede cultivarse con material de biopsia. Figura 13.3 Gastritis erosiva aguda. Se muestra una gastritis erosiva aguda en el estómago abierto. La mucosa aparece hiperémica, y los focos de ulceración superfi cial son manifi estos, como pequeñas áreas rojas dispersas, denominadas erosiones. Diagnóstico de la infección por Helicobacter 13Sistema digestivo 253 La importancia de la presencia de metaplasia intestinal es que es un factor de riesgo para el desarrollo primero de un proceso displásico y luego un adenocarcinoma. Una parte importante del seguimento en la gastritis crónica es la biopsia endoscópica repetida, para detectar un cambio displásico antes del desarrollo de malignidad. La gastritis crónica también puede asociarse con el desa- rrollo de ulceración péptica, en particular en presencia de infección por H. pylori. Las úlceras pépticas pueden ser agudas o crónicas Las úlceras pépticas son causadas por daño al recubrimiento gástrico o duodenal por secreciones gástricas, en particular ácidas. La gran mayoría (98%) se produce en la primera porción del duodeno. Las úlceras pépticas agudas suelen presentarse en áreas de gastritis erosiva. Existe una fuerte asociación con la infec- ción por H. pylori, estos organismos se encuentran en 70% de los casos con úlcera gástrica. Es evidente, que la erradi- cación de la infección por H. pylori promueve la reparación de las úlceras y conduce a una reducción en la incidencia de recurrencias. Los agentes antiinfl amatorios no esteroideos (AINE) son la causa principal de úlcera péptica en pacientes sin infección por H. pylori, en particular con el tratamiento a largo plazo por trastornos reumáticos crónicos. Las úlce- ras pépticas pueden causar hemorragia intensa, repararse sin cicatriz o progresar formado una úlcera péptica crónica. Las causas importantes de úlceras pépticas agudas son el estrés o estados de síndrome de choque (p. ej., después de trau- matismos o quemaduras mayores) con hipotensión; la hipoxia aguda de la superfi cie del epitelio puede ser un mecanismo patógeno importante. La histología de algunas de las complicaciones de las úlceras péptica crónicas se describe en el capítulo 4. Los sitios principales de ulceración péptica crónica son el esófago inferior (a causa del refl ujo gástrico), el estómago (fi gura 13-4), el duodeno y los sitios de gastroenterostomía. Las complicaciones importantes de la úlcera péptica cró- nica son: • Hemorragia (Síndrome de sangrado de tubo digestivo alto). • Penetración. La úlcera penetra el espesor completo de la pared del estómago o duodeno, progresando al tejido adherente subyacente, en particular el páncreas o el hígado. La penetración en el páncreas a menudo se manifi esta desde el punto de vista clínico como un dolor de espalda intenso. • Perforación, que conduce a peritonitis. • Estrechez fi brosa. Esta complicación se observa en la úlcera péptica del esófago. El engrosamiento fi broso causado por la reparación conduce a la cicatrización y obstrucción del esófago. En el estómago, las úlceras pueden causar estenosis pilórica. • Desarrollo de un carcinoma. Esto es en extremo poco común. El tumor más importante del estómago es el adenocarcinoma El adenocarcinoma es más común en varones que en muje- res, se observa en pacientes mayores de 30 años de edad, y la incidencia aumenta de manera considerable después de los 50 años de edad. La mucosa gástrica está normalmente protegida por una barrera mucosa que contiene glucoproteínas neutras resistentes al ácido, e iones de bicarbonato amortiguadores. La ulceración péptica se produce cuando los mecanismos protectores son defi cientes, y persiste debido al ácido gástrico. En el esófago, la causa más importante de ulceración es el refl ujo de secreciones gástricas ácidas a la mucosa esofágica no protegida, y la hipersecreción de ácido por el estómago es el factor más importante en la ulceración del duodeno. En el estómago, los factores que predisponen a las úlceras pépticas incluyen la bilis regurgitada en la insufi ciencia pilórica, el daño en la superfi cie epitelial de la infección por H. pylori, y la lesión epitelial por agentes antiinfl amatorios no esteroideos (AINE). Entre otros factores etipatogénicos se incluyen la gastritis crónica, fumar, y predisposición genética, aunque los mecanismos no se comprenden por completo. U Figura 13.4 Úlcera péptica crónica del estómago. Se observa una úlcera péptica crónica grande (U) en el píloro del estómago. Las úlceras crónicas pueden medir de 1 a 7 cm de diámetro y aún más. Tiene bordes defi nidos de manera clara, sin bordes engrosados de la mucosa alrededor de la úlcera. El piso de la úlcera está compuesto por tejido fi broso cicatricial, recubierto por tejido de granulación, exudado infl amatorio y esfacelo necrótico. Por lo común el cráter de la úlcera penetra hasta la capa muscular del estómago, y la curación completa de la úlcera conduce al reemplazo fi broso del músculo, con nuevo crecimiento de epitelio sobre la cicatriz. Las ulceraciones pépticas se deben a la ruptura de los mecanismos normales de protección de la mucosa (barrera de la mucosa gástrica) 13 PATOLOGÍAPatología clínica 254 Existe una variación geográfi ca notable en la incidencia de cáncer gástrico. Comparada con Europa Occidental y EUA, se encuentra con más frecuencia en el Lejano Oriente y ciertas partes de América del Sur y Escandinavia. Debido a su gran variación en distribución geográfi ca, se han bus- cado factores etiológicos dietéticos, aunque ninguno se ha comprobado con evidencia sólida. Se han implicado la ingestión frecuente de alimentos ahumados y preservados con sal, en particular en la generación de nitrosaminas. Hay una asociación con el grupo sanguíneo A. Estudios recien- tes han sugerido un enlace entre el desarrollo de carcinoma gástrico y la infección por H pylori. Los trastornos que predisponen a la aparición de carci- noma gástrico son la gastritis atrófi ca crónica y los pólipos adenomatosos gástricos (ver arriba). Los grupos en riesgo incluyen a los pacientes con gastritis crónica y metaplasia intestinal, pacientes posgastrectomía, con infl amación gás- trica persistente y aquellos con familias que cursan cáncer gástrico (raros). Se cree que la patogenia del carcinoma gástrico en el fondo y en el antro, sigue una secuencia de mucosa normal hasta carcinoma invasor, a través de gastritis crónica, meta- plasia intestinal, displasia y carcinoma intramucoso. Los carcinomas del cardias se asocian con poca frecuencia a gastritis cónica y pueden tener otra patogenia. El adenocarcinoma gástrico exhibe tres tipos principales de crecimiento El adenocarcinoma gástrico tiene tres tipos reconocibles de crecimiento: exofítico, plano o deprimido, y excavado (fi gura 13-5). Un tipo adicional implica la infi ltración difusa de la pared del estómago con producción de un engrosamiento generalizado de la pared. Este tipo de propagación se conoce como linitis plástica o, en la literatura antigua, ‘estómago en bota de cuero’. El tipo exofítico tiende a presentarseen forma temprana porque, además de provocar una sensación de incomodi- dad, la tumoración polipoide es traumatizada y sangra. De los tres tipos, es el más tratable con la cirugía y es el que tiene el mejor pronóstico. Las lesiones planas o deprimidas aparecen sólo como un área de borramiento de la estructura mucosa subyacente, aunque algunas lesiones avanzadas pueden ulcerarse. Los tumores excavados remedan úlceras pépticas, aun- que las márgenes están de manera típica elevados, más que músculo mucosa carcinoma polipoide carcinoma ulcerado carcinoma infiltrante difuso a b c Hay varios pólipos benignos en el estómago, todos los cuales son poco comunes comparados con la incidencia de carcinomas de esta región. Los pólipos de la mucosa gástrica siempre deben examinarse con biopsia para excluir la presencia de un carcinoma. Los tipos principales son: • Pólipos hiperplásicos (80 a 85%), formados por regeneración de mucosa, a menudo en el borde de una úlcera. • Pólipos del fondo (10%), lesiones glandulares quísticas que se ven en especial en mujeres. • Pólipos adenomatosos (5%), tumores de la superfi cie epitelial benignos, que alcanzan un tamaño de hasta 5 cm. Conllevan un riesgo de 25 a 70% de malignización, aunque son muy raros. • Pólipos hamartomatosos se presentan en el síndrome de Peutz-Jeghers. Otros tumores benignos del estómago son derivados de tejidos mesenquimatosos y el más común es un leiomioma. Se presentan como nódulos mucosos o intramurales y suelen ser asintomáticos. Figura 13.5 Tipos de carcinoma del estómago. (a) Exofítico. El tumor hace saliente al interior de la luz del estómago. (b) Plano/ deprimido. Una placa engrosada localizada de carcinoma sufre ulceración simulando una úlcera péptica benigna. (c) Excavado. Se presenta una lesión erosiva, como cráter en la pared del estómago. (d) Difuso infi ltrante. Hay una propagación extensa del tumor dentro de la mucosa y submucosa, sin ulceración extensa. Esta infi ltración difusa produce un estómago rígido inexpansible, encogido (‘linitis plástica’ o ‘estomago en bota de cuero’). Los pólipos del estómago deben examinarse con biopsia 13Sistema digestivo 255 perforadas; sin embargo, se requiere examen histológico para hacer la diferenciación, en forma confi able, entre úlce- ras benignas y malignas. El tipo infi ltrativo difuso tiende a presentarse muy tarde. Sus síntomas son por lo común los de la pérdida del apetito no específi ca, e intolerancia a los alimentos, a causa tanto de capacidad reducida del estómago como de su incapacidad de distenderse bajo una carga de alimento. Como la ulceración superfi cial no es una característica pro- minente, la hematemesis no es común sino hasta en la etapa tardía. La propagación metastásica a los ganglios linfáticos y al hígado suele estar presente en el momento de la pre- sentación clínica y de los tres tipos, este modelo tiene el peor pronóstico. El término cáncer gástrico temprano se ha usado para describir tumores que están confi nados a la mucosa y la submucosa. Como estas lesiones pueden tener metástasis, el término ‘temprano’ puede ser desorientador. Estos tumores son en general de tipo polipoide y tienen un mejor pronóstico que otras formas. Desde el punto de vista histológico, el adenocarcinoma está dividido en variedades histológicas. La variedad intesti- nal está compuesta por espacios similares a glándulas, y el carcinoma infi ltrante difuso del estómago está constituido por láminas de células anaplásicas, muchas de las cuales tienen una vacuola simple de mucina desplazando al núcleo a un lado (célula en anillo de sello). Las características histológicas se muestran en la fi gura 13-6. La propagación del carcinoma gástrico es por cuatro vías principales El adenocarcinoma del estómago se propaga por las vías local, linfática, hematógena y transcelómica. • La invasión directa a través de la pared del estómago conduce a la afección de vísceras adyacentes. • La propagación linfática (la vía principal) es a los ganglios situados sobre las curvaturas mayor y menor del estómago, y luego a otros grupos ganglionares. La implicación al grupo ganglionar supraclavicular izquierdo es bien reconocida (ganglio de Virchow, signo de Troisier). • La diseminación hematógena al hígado, pulmón y encéfalo es común. La propagación a los ovarios induce el desarrollo de tumores de Krukenberg (pág. 433). • La propagación transcelómica a través del peritoneo produce ascitis maligna. En la mayor parte de los casos el pronóstico del adeno- carcinoma gástrico es adverso. La tasa de supervivencia a cinco años en el carcinoma gástrico es baja, y depende de la etapa del tumor. Muchos tumores están localmente avan- zados en el momento del diagnóstico, y se han diseminado a ganglios o metastatizado. El pronóstico después de la cirugía es 20% supervivencia a 10 años en cáncer gástrico avanzado, aunque 90% de supervivencia a 10 años en las lesiones confi nadas a la mucosa y submucosa, y con peque- ños tumores polipoides. El cáncer gástrico está asociado con varias alteraciones moleculares genéticas relacionadas con oncogenes. Se ha sugerido que las anomalías moleculares acumuladas desempeñan una función en la evolución del adenocarcinoma del estómago. En los carcinomas gástricos bien diferenciados se documentan por lo común varias alteraciones: • Inactivación del gen supresor tumoral p53. • Activación de c-met, un receptor del factor de crecimiento del hepatocito. En los carcinomas pobremente diferenciados hay: • Amplifi cación de c-erb-B2, una cinasa de tirosina tipo receptor. • Amplifi cación de K-sam, una cinasa de tirosina tipo receptor. La signifi cancia de estos eventos en relación con el pronóstico o el tratamiento aún está en evaluación. a b Figura 13.6 Histología del carcinoma del estómago. (a) Tipo intestinal, (b) tipo difuso. Patología molecular del cáncer gástrico 13 PATOLOGÍAPatología clínica 256 Los linfomas, tumores neuroendocrinos y sarcomas son tumores malignos poco comunes del estómago El linfoma del estómago es responsable de cerca de 3% de los tumores gástricos. Éste es un ejemplo de un tumor de tejido linfoide asociado con la mucosa (MALT), expuesto con otros en el capítulo 15. Los sarcomas del estómago, en especial leiomiosarcomas, representan menos de 2% de todas malignidades gástricas. Los leiomiomas benignos son más comunes; derivados del músculo liso de la pared del estómago, son tumores esfé- ricos lisos, cubiertos por mucosa estirada, aunque intacta. Los tumores neuroendocrinos (tumores carcinoides) del estómago son similares a los que se observan en el intestino delgado (págs. 262 y 266). Tumores del estroma gastrointestinal Los tumores del estroma gastrointestinal (GIST, del inglés gastrointestinal stromal tumor) son tumores de la submu- cosa gástrica que se comportan, en su mayor parte, en forma benigna, aunque que pueden mostrar un potencial maligno impredecible. La mayoría de los GIST expresan al gen c-kit, y algunos exhiben mutaciones PEGFα. Ambos receptores de proteínas están enlazados con vías de señala- miento de cinasa de tirosina del citoplasma. Los tumores responden a inhibidores de la cinasa de tirosina, como por ejemplo imatinib (recuadro azul, capítulo 6). ENFERMEDADES DEL INTESTINO DELGADO Y GRUESO Los trastornos infecciosos del intestino son comunes (capítulo 8) Los trastornos infecciosos del intestino son comunes, y se deben a muchas clases de organismos. • Virus: los rotavirus causan 50% de casos de diarrea infantil, y son responsables de algunos casos en adultos. Los calcivirus (virus de Norwalk) ocasionan 30% de casos de gastroenteritis en adultos y algunos casos juveniles. • Bacterias: algunas bacterias causan una lesión directa en el intestino (p. ej., Salmonella typhi, Campylobacter jejuni), mientras que otras generan enterotoxinas (p. ej., en salmonelosis y Escherichia enteropatógena). La tuberculosispuede afectar al intestino, en particular al íleon terminal. La infección por Yersinia puede producir ulceración e ileítis. La infección por Campylobacter es la causa más común de diarrea bacteriana y afecta en especial al colon. • Protozoarios: Entamoeba histolytica ocasiona síntomas similares a la diarrea, y se propaga por la vía del mecanismo de transmisión ano-mano-boca. Giardia produce infección del intestino delgado y origina un síndrome de desnutrición. Cryptosporidia puede causar enfermedad, en particular en pacientes inmunodeprimidos. • Hongos: la infección está prácticamente restringida a pacientes inmunodeprimidos. • Helmintos: la parasitosis de intestino por helmintos es un problema generalizado, en especial en los trópicos. Muchos de los problemas clínicos se producen por hipersensibilidad mediada por el sistema inmunitario, causante de síndromes de hipereosinofi lia. Las infecciones gastrointestinales son comunes en pacien- tes inmunodeprimidos, en particular en los que tienen SIDA. La mayor parte de los pacientes con SIDA padece diarrea crónica, que puede ser causada por una gama amplia de organismos patógenos. Algunas infecciones bacterianas causan daño por invasión Varias infecciones bacterianas del intestino causan infección por invasión de la mucosa. Muchas causan diarrea con sangre y material purulento en las evacuaciones, llamada disentería bacteriana. Los principales organismos causan- tes de este tipo de infección son los siguientes: • Campylobacter invade mucosa en el yeyuno, íleon y colon, produce ulceración e infl amación aguda. • Salmonella typhi, S. paratyphi A, B y C, son transmitidos en alimentos y agua contaminados con heces u orina de un portador. En la infección por S. typhi, los microorganismos proliferan al inicio en el sistema reticuloendotelial; se presenta una segunda bacteriemia y las placas de Peyer se ulceran (fi gura 8-12). Los pacientes muestran fi ebre, diarrea, esplenomegalia (75%) y un exantema cutáneo consistente en manchas de color rosado (50%). • Las infecciones por Shigella se encuentran en especial en niños pequeños. El organismo invade la mucosa del colon y el íleon distal causando ulceración de la mucosa, que es más notable en el colon sigmoides el recto. • E. coli enteroinvasor y enterohemorrágico causan una colitis similar a la de la Shigella. La mayoría de los casos de tuberculosis intestinal es provocada por la ingestión de bacterias en los alimentos (por lo común leche de vacas infectadas), o al deglutir esputo infectado. La enfermedad afecta en particular al íleon terminal y el ciego, promoviendo ulceración de la mucosa intestinal, engrosamiento fi broso de la pared, y crecimiento de ganglios linfáticos regionales, que desarro- llan infl amación granulomatosa caseosa. La enfermedad de Whipple es un trastorno raro cau- sado por una infección de un actinomiceto llamado Tro- pheryma whippelii, cuya vía de infección es desconocida. Es un trastorno multisistémico que afecta varones caucásicos en el tercer y cuarto decenio de la vida, con malabsorción por afección del intestino delgado, linfadenopatía, artritis y síntomas del sistema nervioso central (SNC). Algunas bacterias producen enterotoxinas y causan enfermedad sin invasión Las enterotoxinas bacterianas causan enfermedad en dos circunstancias. En la primera, la toxina es formada en el alimento antes de ingerirse, provocando vómito y diarrea en cerca de 12 h después de la ingestión (p. ej., envenena- miento estafi locócico por alimentos). En la segunda, la 13Sistema digestivo 257 bacteria prolifera en el intestino después de la ingestión, y produce toxinas, que más adelante causan perturbación intestinal; esta etapa de crecimiento extra signifi ca que la enfermedad tarda alrededor de 24 h en extenderse, luego de que el alimento se ingiere. Salmonella enteritidis, S. typhimurium S. hada y S. vir- chow, producen una perturbación de líquidos y electrólitos inducida por enterotoxinas. La incubación es de 24 a 48 h, dando lugar a una enterocolitis con diarrea profusa y vómito que duran cerca de 48 h. Vibrio cholerae se adquiere por ingestión de agua conta- minada con heces. Los organismos proliferan en el intes- tino delgado y secretan una toxina que induce una secreción incontrolada de líquido al interior del intestino, estimulada por AMPc, provocando una diarrea acuosa grave. La enterocolitis seudomembranosa se produce por una toxina de Clostridium causante de necrosis de la mucosa En la colitis seudomembranosa, la proliferación excesiva de Clostridium diffi cile produce una enterotoxina que causa necrosis en la mucosa del colon. Este trastorno se asocia, casi de forma invariable, con la terapia antibiótica, pero otras enfermedades del colon que permiten la proliferación exce- siva de Clostridium, también predisponen a su desarrollo (cirugía gastrointestinal, isquemia, choque, quemaduras). Los pacientes presentan fi ebre, dolor abdominal y diarrea. Los protozoarios importantes causantes de infección intestinal son Giardia, Cryptosporidia y Entamoeba Los protozoarios más importantes causantes de infección intestinal son: • La Giardia lamblia, que es un protozoario fl agelado adquirido con agua contaminada. Infecta el duodeno y yeyuno superior, y puede producir diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso o malabsorción. • Cryptosporidium parvum que se adquiere con agua contaminada causando una diarrea de remisión espontánea, que puede ser grave en pacientes con SIDA. • Entamoeba histolytica, se adquiere con agua y alimentos contaminados con quistes y causa colitis amibiana. SÍNDROMES DE MALABSORCIÓN El intestino delgado proporciona un ambiente adecuado para la absorción de nutrientes de los alimentos. Hay cuatro elementos principales en la absorción: • El páncreas secreta enzimas digestivas a la luz intestinal, que son necesarias para el desdoblamiento de macromoléculas. • El hígado secreta ácidos biliares para la solubilización y absorción de grasas. • La mucosa está especializada para la absorción: los pliegues transversales y las vellosidades digitales proporcionan una vasta área de superfi cie. • La mucosa es el sitio de presencia de un conjunto de enzimas, situadas en el borde en cepillo, que hidrolizan grandes moléculas para absorción, en especial de azúcares complejos (p. ej., sacarasa y lactasa). La ausencia de estos elementos conduce a un deterioro de la digestión de los alimentos y a la malabsorción, lo que se manifi esta con pérdida de peso, distención abdominal, y evacuaciones blandas voluminosas. Cuando la grasa no se está absorbiendo, las evacuaciones son pálidas, fétidas y fl otan de manera característica en agua. La anemia es común. Las principales causas de malabsorción se presentan en la fi gura 13-7. Si el páncreas falla en la producción o secreción de las enzimas hidrolíticas responsables del desdoblamiento de los alimentos, los nutrimentos no se absorben. Las causas más comunes de que esto suceda son fi brosis quística, pancreatitis crónica, carcinoma del páncreas y cirugía pancreática. La causa más importante de malabsorción en el intestino delgado en el mundo occidental es la enfermedad celíaca; en los países en vías de desarrollo la infestación por parási- tos, nematodos y helmiltos. La pérdida de superfi cie de absorción es frecuente, y obedece a varias enfermedades. La resección excesiva de intes- tino delgado (p. ej., por infarto o enfermedad de Crohn) reduce el área de absorción en grado muy manifi esto. La enfermedad de Crohn si es muy grave, conduce a un edema submucoso intenso y aplanamiento de la mucosa, que redu- cen el área de superfi cie para absorción. La enfermedad del íleon terminal previene la absorción de vitamina B12. Cuando la secreción de bilis al intestino está deteriorada la solubilización de las grasas no puede realizarse, lo cual ocasiona una absorción defi ciente, que también se mani- fi estaen la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E y K. Figura 13.7 Causas de malabsorción Causas comunes Insufi ciencia pancreática (p. ej., pancreatitis crónica) Celiaquía Resección del íleon Infestación parasitaria del intestino Causas menos comunes Resección del estómago Enfermedad de Crohn Enfermedades del hígado causantes de falta de secreción de bilis al intestino Causas no comunes Proliferación bacteriana excesiva en asas ciegas o divertículos Malabsorción posinfecciosa (esprúe tropical) Enfermedad de cadena-α Giardiasis Defi ciencia de disacáridos (p. ej., lactasa) Abetalipoproteinemia Linfagiectasia intestinal Enfermedad de Whipple 13 PATOLOGÍAPatología clínica 258 La lesión a los enterocitos en el intestino induce sustitu- ción por células que carecen de la diferenciación, y fallan en la expresión de enzimas del borde en cepillo, como la lactasa y la sacarasa (defi ciencia de disacáridos). Los disacá- ridos de la dieta no pueden disociarse, y su presencia en el intestino provoca diarrea así como proliferación bacteriana excesiva, lo que puede manifestarse después de un episodio de diarrea infecciosa. La falta congénita de disacaridasas también se observa en lactantes en ausencia de daño de la mucosa y es causa de retraso del desarrollo. La enfermedad de Whipple es una causa poco común, aunque importante de malabsorción, en la cual la mucosa se infi ltra por macrófagos llenos de microorganismos acti- nomicetos infecciosos. La enfermedad celíaca es causada por hipersensibilidad a un componente del gluten La enfermedad celíaca causa atrofi a de las vellosidades intestinales por una sensibilidad anormal al gluten, que es una proteína de la harina de trigo (enteropatía por glu- ten). La enfermedad puede presentarse a cualquier edad y en los lactantes y niños es un motivo importante de retraso del desarrollo. La enfermedad celíaca se produce por una respuesta inmu- nitaria a la proteína gliadina, que es componte del gluten. Hay una incidencia creciente a la enfermedad en parientes en primer grado de los afectados, y tiene relación con ciertos grupos de HLA. Existe una fuerte asociación con el antígeno HLA-B8, factor que también se relaciona con la enferme- dad cutánea pruriginosa y ampollosa llamada dermatitis herpetiforme (pág. 516), que puede presentarse de forma concurrente con la enfermedad celíaca. En la mayoría de los casos se encuentra la presencia de anticuerpos antiglia- dina en el suero. El diagnóstico se establece por biopsia de mucosa del intestino delgado. Desde el punto de vista histológico, el daño mediado inmunitariamente causa un infi ltrado linfocí- tico denso en la lámina propia, y un aumento de los linfocitos intraepiteliales. También hay pérdida de la arquitectura vellosa, la que va desde la disminución del grosor del epitelio absortivo intestinal (atrofi a vellosa parcial) hasta disminución completa de las vellosidades intestinales (atrofi a vellosa total) (fi gura 13-8), con un aumento en la profundidad de las criptas, y ensanchamiento de su base secundario a la produc- ción de más células epiteliales en la base para compensar la pérdida de células especializadas absortivas en la superfi cie. El retiro completo de la gliadina de la dieta (dieta sin gluten) favorece recuperación gradual de la estructura vellosa, la cual puede ser parcial o completa. Las complicaciones a largo plazo de la enfermedad celíaca incluyen el desarrollo de un linfoma de célula T primario del intestino delgado y, rara vez, la formación de adenocarcinoma. La malabsorción posinfecciosa asemeja desde el punto de vista histológico a la enfermedad celíaca La malabsorción puede desarrollarse en viajeros que retor- nan de áreas tropicales, con duración de cuando menos dos meses después de un episodio de diarrea infecciosa. Hay una defi ciencia intensa de folato y vitamina B12, así como pérdida de peso. Los estudios de investigación revelan atrofi a de las vellosidades intestinales e hperplasia de las criptas, similar a la que se presenta en la enfermedad celíaca. La microbiología revela colonización de la luz intestinal por enterobacterias. Corresponde excluir otras causas de malabsorción en los trópicos, como por ejemplo, parásitos intestinales, enteropatía por VIH, y tuberculosis. ENFERMEDADES INTESTINALES INFLAMATORIAS CRÓNICAS Las enfermedades intestinales infl amatorias crónicas exhiben infl amación primaria de la pared intestinal Las enfermedades intestinales infl amatorias idiopáticas, de las cuales hay dos tipos, no tienen causa conocida. En la enfer- medad de Crohn hay un tipo infl amatorio granulomatoso de enfermedad, que afecta el espesor completo de la pared intestinal. Es más común en el íleon terminal, aunque puede implicar cualquier parte de las vías gastrointestinales, en forma interrumpida, desde la boca hasta el ano. En la colitis ulcerosa, una enfermedad infl amatoria crónica de la mucosa rectal y del colon, la infl amación puede extenderse de manera a b Figura 13.8 Enfermedad celíaca. En (a) se muestra el tipo de superfi cie normal de la mucosa yeyunal, visto a través del microscopio disecante como una serie de bordes y proyecciones como dedos. En la celiaquía, la superfi cie se aplana formando un patrón similar a un mosaico. 13Sistema digestivo 259 proximal desde el ano, afectando la totalidad del colon en continuidad. El íleon terminal también puede estar afectado en la colitis ulcerosa; sin embargo, se piensa que esto obe- dece a un refl ujo de la infl amación cecal, y se conoce como ‘ileítis de refl ujo fecal’. Es importante el hecho de ambos tipos de enfermedad intestinal infl amatoria están asociados con manifestaciones sistémicas fuera del intestino. En el diagnóstico de las enfermedades intestinales infl ama- torias deben excluirse primero las causas infecciosas. Los estudios de investigación se realizan con imágenes y biopsia. La enfermedad de Crohn establecida tiene una mucosa con patrón de empedrado La enfermedad de Crohn es más común en mujeres que en varones, y los pacientes suelen tener de 20 a 60 años de edad. Afecta en particular el íleon terminal (sinónimo: ileítis regio- nal), aunque puede presentarse en cualquier parte del sistema digestivo, en especial en la boca, colon y ano. Por esta razón, la enfermedad de Crohn se puede manifestar como una apen- dicitis aguda, y puede confundirse con tuberculosis del ciego, en regiones en las cuales la tuberculosis es endémica. El aspecto macroscópico del intestino en la enfermedad de Crohn varía de acuerdo con la etapa de la enfermedad. En la enfermedad temprana, el intestino afectado mues- tra infl amación muy notable de la mucosa y la submucosa, debida en especial a un edema submucoso intenso, que determina una pérdida de la confi guración normal de plie- gues transversales, y surgen áreas superfi ciales pequeñas de ulceración hemorrágica las cuales, con el paso del tiempo, evolucionan a fi suras. En la enfermedad crónica establecida, la mucosa intestinal muestra un patrón de empedrado, debido a una combi- nación de edema submucoso y úlceras con fi suras pro- fundas interconectadas (formación de fístulas) (fi gura 13-9). La pared intestinal está engrosada por edema y fi brosis y es común que haya formación de estrecheces (estenosis). Los ganglios linfáticos regionales suelen estar crecidos. La enfermedad no es continua, y puede haber áreas de intestino normal entre los segmentos enfermos (lesiones saltadas). El intestino normal proximal a un segmento de enfermedad de Crohn está dilatado a causa de obstrucción parcial. La super- fi cie serosa del intestino a menudo está envuelta con tejido adiposo mesentérico, característica conocida como ‘migra- ción de grasa’. La enfermedad de Crohn muestra infl amación transmural con úlceras y fi stulas La enfermedad de Crohn se caracteriza desde el punto de vista histológico por infl amación de todas las capas, edema submucoso, úlceras, quese extienden profundamente en la pared intestinal y forman fi suras, así como fi brosis cicatricial. Se pueden observar granulomas no caseosos (fi gura 13-10). La infl amación en la enfermedad de Crohn es transmural, y la implicación serosa induce la adhesión infl amatoria a otras asas intestinales, al peritoneo parietal de la pared abdominal anterior o a la vejiga urinaria. La penetración profunda de las úlceras fi suradas, que pueden extenderse, a través del espesor completo de la pared intestinal, hasta al interior de las vísceras adherentes, causa fístulas (una conexión anormal entre dos superfi cies epiteliales recubier- tas por tejido de granulación) y senos (un trayecto anormal con extremo ciego, originado de una superfi cie epitelial a b U M N C U G Figura 13.10 Histología de la enfermedad de Crohn. La infl amación en la pared está formada por células linfoides, macrófagos y células plasmáticas. Pueden observarse granulomas pequeños no caseifi cados (G) en cerca de 70% de los casos, en cualquier capa del intestino como la mucosa. Figura 13.9 Enfermedad de Crohn. La mucosa en la enfermedad de Crohn muestra un patrón de empedrado (a) como un resultado de úlceras fi suradas (U), con áreas intercaladas de mucosa edematosa (M). En (b), comprada con la pared de intestino delgado normal (N), el segmento de Crohn (C) muestra engrosamiento de la pared que ha causado estenosis. 13 PATOLOGÍAPatología clínica 260 recubierta por tejido de granulación). Este hallazgo es más frecuente en particular en la región perianal. Las complicaciones directas de la enfermedad de Crohn son: • Formación de estrechez que conduce a la obstrucción intestinal. • Adhesiones fi brosas que conducen a la obstrucción intestinal. • Perforación del intestino por las úlceras fi suradas profundas, causantes de abscesos intrabdominales. • Fístulas, fi suras y abscesos perianales. • Aumento en la incidencia de carcinoma del intestino, después de muchos años. • Rara vez hay hemorragias signifi cativas en áreas de ulceración. • Puede desarrollarse un síndrome de intestino corto, como resultado de resecciones intestinales múltiples por estrecheces, entre otras. La evolución natural de la enfermedad de Crohn es una de las remisiones y recidivas de la infl amación, interrumpidas por complicaciones causadas por la enfermedad intestinal. De manera habitual se requiere cirugía para liberar obstruc- ción intestinal y cerrar fístulas. La enfermedad de Crohn también se caracteriza por complicaciones sistémicas simila- res a las que se observan en la colitis ulcerosa (ver abajo). La colitis ulcerosa afecta al recto y cantidades variables de colon La colitis ulcerosa se inicia en el recto (proctitis), y puede extenderse a una distancia variable alrededor del colon. En la enfermedad más extensa, la mucosa total del colon está a b U L A Figura 13.11 Colitis ulcerosa activa. En la enfermedad activa (a) las áreas ulceradas (U) son hemorrágicas, causando la diarrea sanguinolenta. La mucosa intacta permanece como islotes sobre las áreas de ulceración (seudopólipos). La histología de la mucosa intacta (b) muestra edema y un aumento en el número de células linfoides y células plasmáticas en la lámina propia (L). Se ven neutrófi los en la lámina propia así como en el epitelio glandular. Los neutrófi los migran a través de las paredes glandulares, formando acumulaciones llamadas abscesos de la cripta (A), en la luz glandular. Hay agotamiento de células caliciformes y mucina del epitelio glandular. La etiología de la colitis ulcerosa es desconocida, aunque se han adelantado varias hipótesis al respecto, de las cuales ninguna está por completo compendiada. • Causa psicosomática. Se cree que el estrés exacerba la enfermedad en algunos individuos. • Causa infecciosa. Cierta evidencia sugiere que formas adherentes de E. coli pueden desencadenar episodios de infl amación. • Causa inmunitaria. Células linfoides participan en la infl amación. Se han comunicado anticuerpos y complejos inmunitarios en algunos casos, aunque la función que desempeñan es incierta. Los esteroides son efi caces en el tratamiento de la enfermedad, lo que sugiere que la activación inmunitaria es importante. Una explicación unifi cada, es que alguna forma de infección desencadena una respuesta inmunitaria inapropiada, que conduce a la destrucción de la mucosa del colon. La afección del apéndice como una ‘lesión saltada’ en la colitis ulcerosa, sugiere que el apéndice puede representar un sitio de presentación de antígeno, para antígenos luminales distales. • Eritema nodoso. • Pioderma gangrenoso. • Iritis, uveítis, episcleritis. • Artropatía de articulaciones grandes, espondilitis anquilosante. • Sacroilitis. • Espondilitis anquilosante. • Enfermedades crónicas del hígado. Etiología de la colitis ulcerosa Complicaciones sistémicas de la colitis ulcerosa 13Sistema digestivo 261 afectada. Los pacientes desarrollan de manera típica diarrea, y las heces contienen mezclas de sangre, moco y material purulento. Hay tres tipos clínicos de enfermedad: 1. En la enfermedad aguda activa, la mucosa del recto y el colon afectado muestra áreas de ulceración poco profundas, que se vuelven confl uente (fi gura 13-11). En contraste con la enfermedad de Crohn, la ulceración no se extiende hasta la capa muscular de la mucosa, y la infl amación está limitada a la mucosa y lámina propia. 2. En la enfermedad inactiva o tratada, la ulceración no es prominente, y la mucosa está roja, granulosa y adelgazada. La biopsia revela infl amación crónica. 3. En la enfermedad activa fulminante, el colon muestra ulceración extensa confl uente de la mucosa. El edema y la infl amación se extienden hasta el interior de la capa muscular del colon, que se dilata progresivamente (dilatación tóxica -‘megacolon tóxico agudo’) La colitis ulcerosa se complica por hemorragia y el riesgo de desarrollo de la enfermedad fulminante La colitis ulcerosa tiene efectos, tanto locales como sisté- micos. Las complicaciones locales directas de la colitis ulce- rosa incluyen pérdidas de sangre y líquidos que pueden ser muy intensos. La enfermedad aguda puede progresar muy rápido a una dilatación tóxica y perforación y, en una enfer- medad de larga duración, se pueden producir displasia y cambios neoplásicos. Las complicaciones sistémicas de la colitis ulcerosa están listadas en el recuadro azul de la página 260. En algunos pacientes, la colitis ulcerosa se asocia con poliartritis migratoria, sacroilitis, espondilitis anquilosante, eritema nudoso, y colangitis esclerosante primaria. La evolución natural de la colitis ulcerosa puede dividirse en tres tipos principales: • 10% de los pacientes desarrolla enfermedad intensa que requiere cirugía temprana. • 10% de los pacientes tiene enfermedad activa persistente, a pesar del tratamiento. • 80% de los pacientes tiene colitis inactiva, con episodios de recidiva infrecuentes. En el establecimiento del diagnóstico, la colitis ulcerosa debe diferenciarse de la colitis infecciosa, la enfermedad de Crohn, la colitis isquémica, y la proctitis causada por enfer- medades transmitidas sexualmente. La colitis ulcerosa extensa de larga duración predispone al cáncer de colon En la colitis ulcerosa crónica, los cambios degenerativos en la mucosa rectal inducen el desarrollo de displasia y al riesgo de desarrollar carcinoma del colon (págs. 262-265), el cual está relacionado con el grado (riesgo alto con colitis total) y la duración de la enfermedad (riesgo alto en enfer- medad de más de 10 años de duración). Los pacientes en los cuales la enfermedad está limitada al lado izquierdo del colon están en un riesgo bajo de desarrollar cáncer. Se ha recomendado que todos los pacientes mayores 50 años de edad con colitis total, se sometan a colonoscopia de detección regular cada dos años, y a biopsia rectal cada 6 meses, para detectar cambios displásicos.Comparación de las características clínicas e histopatológicas en la colitis ulcerosa y le enfermedad de Crohn Característica Enfermedad de Crohn Colitis ulcerosa Implicación Vías GI totales Colon, recto Infl amación Transmural De mucosa Tipo de enfermedad Lesiones saltadas Continuo Aspectos de la mucosa En empedrado Seudopólipos Estrecheces Comunes por cicatrización Raras Fisuras Comunes Ninguna Ulceración de la mucosa Profunda, fi surada Sólo de mucosa Granulomas Sí No Pared intestinal Pared engrosada Luz estrechada Pared delgada Luz dilatada Aspectos de la mucosa Deslizamiento de grasa Normal Adherencias Múltiples por infl amación con fi suras y cirugía repetida Ninguna MHC clase II HLA-DR1/DQwS HLA-Dr2 Riesgo de cáncer Aumentado Alto Complicaciones Síndrome de intestino corto Formación de fístula Perforación intestinal Formación de estrechez Hemorragia Pérdida de electrólitos Megacolon tóxico Efectos sistémicos Ver recuadro azul (pág. 260) 13 PATOLOGÍAPatología clínica 262 Pueden obtenerse alivio sintomático y reducción de riesgo de cáncer con la práctica de colectomía total, con o sin formación de bolsa ileal (de Parke). Sin embargo, la vigilancia rectal permanece siendo esencial, porque el cán- cer aún puede surgir en el muñón rectal. TUMORES DEL INTESTINO DELGADO Y DEL INTESTINO GRUESO Los tumores primarios del intestino delgado son raros El intestino delgado raramente desarrolla tumores prima- rios, pero entre los que son más frecuentes se encuentran los tumores del estroma gastrointestinal. En particular pue- den desarrollarse leiomiomas y lipomas en la pared del intestino delgado. También pueden producirse tumores malignos de músculo liso (leiomiosarcomas). Una compli- cación importante de los tumores de músculo liso o lipo- matosos de la pared del intestino delgado es la intususcepción (págs. 272-273). Los tumores carcinoides (neuroendocrinos), derivados de las células neuroendocrinas en las criptas del intestino delgado, son más comunes en el yeyuno y en el íleon (pág. 266). Los linfomas malignos, derivados del tejido linfoide asociado con la mucosa del intestino delgado, suelen ser linfomas de célula B. La celiaquía es un factor predispo- nente de orden mayor en los linfomas de célula T en el intestino delgado. Los tumores pueden ser multifocales, y propagarse a los ganglios linfáticos locales. El adenocarcinoma primario del intestino delgado es muy raro. Suele presentarse como una lesión ulcerada estre- chada, que produce obstrucción del intestino delgado. Un sitio ocasional para adenocarcinomas del intestino delgado es el ámpula de Vater, el punto en el cual el drenaje pan- creático y hepático entra al duodeno. Los tumores del intestino grueso son muy frecuentes El colon y el recto son afectados de manera habitual por tumores, tanto benignos como malignos. a b S U S A dc A Figura 13.12 Tipos de adenomas del colon. (a) y (b) Los adenomas tubulares (A) son lesiones redondas de 0.5 a 2 cm de diámetro. Son en general rojos, situados sobre un tallo (S) de mucosa normal, crece hacia la luz del colon. Histológicamente están compuestos por glándulas de forma tubular. (c) Los adenomas vellosos son lesiones con aspecto de frondas, como de 0.6 cm de espesor, que ocupan un área grande de mucosa, en general de 1 a 5 cm de diámetro. Lesiones raras ocupan áreas muy grandes de la circunferencia total del intestino. Tienen un aspecto rojo aterciopelado y desde el punto de vista histológico están compuestos por proyecciones epiteliales, como dedos. (d) Los adenomas tubulovellosos son lesiones elevadas, con tamaño de 1 a 4 cm. Son rojos, situados sobre un tallo de mucosa normal. Desde el punto de vista histológico muestran un componente idéntico al del adenoma tubular, aunque también tienen un patrón de superfi cie vellosa que ocupa entre 25 y 50% de la lesión. Esta distinción es arbitraria, ya que muchos adenomas tubulares tienen patrón velloso menor, aunque están excluidos de la categoría de tubulovellosos, si más de 50% es velloso. 13Sistema digestivo 263 • Los tumores más importantes y comunes son derivados del epitelio de la superfi cie del intestino, formando adenomas y carcinomas del colon. • Los pólipos hiperplásicos son lesiones pequeñas, planas, pálidas, cuyo tamaño es de manera típica de 5 mm, que se presentan con mayor frecuencia en el recto y colon sigmoide. Se considera que son un fenómeno regenerativo, y no son neoplásicos. • Los pólipos hamartomatosos se presentan en niños y adolescentes. • Los tumores neuroendocrinos (tumores carcinoides) del intestino grueso se presentan, en forma similar a los que se ven en el intestino delgado (pág. 266). • Los linfomas del intestino grueso pueden surgir, en particular en la región ileoecal, pero no son comunes. • Los tumores del estroma gastrointestinal, derivados del músculo liso, tejido adiposo, o células de Schwann pueden presentarse, pero son poco comunes. Los adenomas del intestino grueso se presentan como pólipos Los adenomas derivados del tejido glandular el intestino grueso se manifi estan como uno de los tres diferentes tipos de pólipo (fi gura 13-12), categorizados como tubular, velloso o tubulovelloso. Estos pólipos son importantes, porque de manera habitual evolucionan a carcinoma. Hay mucha evidencia que sugiere que la mayoría de los carci- nomas del colon se originan a partir de adenomas previos, y la bien establecida progresión de adenoma a carcinoma, es la base de la secuencia pólipo-cáncer en el desarrollo del carcinoma del colon. El riesgo de cambio maligno es mayor cuando están presentes lesiones grandes. El adenocarcinoma del colon es común, y puede ser esporádico o hereditario El carcinoma del colon es la causa más común de muerte por neoplasia. Estos tumores son adenocarcinomas deriva- dos del epitelio glandular de la mucosa del intestino grueso. La epidemiología del carcinoma del colon muestra una gran variación geográfi ca, lo que ha sido relacionad con factores ambientales, más que con factores genéticos en las poblaciones locales. Aunque ha surgido un interés consi- derable en el papel que desempeñan las grasas dietéticas, la fi ebre, el azúcar procesado, y los ácidos biliares, ninguno ha mostrado ser importante en la patogenia en forma defi nitiva. En el actual nivel de conocimientos en apariencia hay tres tipos: • Adenocarcinoma asociado con poliposis adenomatosa familiar (PAF). • Carcinoma colorrectal hereditario no poliposico (HNPCC, del inglés Hereditary Non-Polyposis Colorectal Carcinoma). • Cáncer de colon esporádico. El carcinoma del colon tiene su incidencia más alta en las edades situadas entre 60 y 70 años, y es raro en personas menores de 40 años. Cuando individuos jóvenes desarrollan la enfermedad deben sospecharse una enfermedad intestinal infl amatoria mayor, o una predisposición genética. Figura 13.13 Poliposis del colon. En la poliposis del colon se desarrollan cantidades enormes de pólipos en el intestino grueso. Varían en tamaño, desde unos cuantos milímetros hasta varios centímetros. Figura 13.14 Síndromes de poliposis hereditaria Nombre Características clínicas Riesgo de carcinoma Poliposis adenomatosa familiar Adenomas en colon y recto Alto riesgo de carcinoma Síndrome de Gardner Adenomas en colon, recto, así como intestino delgado Osteomas de huesos Tumores de tejidos blandos Alto riesgo de carcinoma Síndrome de Peutz-Jeghers Hamartomas en intestino delgado, colon y estómago Lesiones pigmentadas alrededor de la boca Bajo riesgo de carcinoma 13 PATOLOGÍAPatología clínica 264 La poliposis adenomatosa familiar (PAF) es un factor predisponente importante en el desarrollo de cáncer de colon La poliposis adenomatosa familiar es un trastorno autosó- mico dominante raro, en el cual se desarrollan abundantes pólipos en el colon y en el recto (fi gura 13-13). Empiezan a formarse durante lainfancia, y hacia la edad de 30-40 años hay centenares, de tamaños variables, en toda la extensión del colon y el recto. Inevitablemente, para cuando el paciente tiene 45 años de edad, uno o más de estos múltiples pólipos se habrá convertido en un adenocarcinoma invasor. De ahí que los pacientes con este trastorno, desarrollen adenocarci- nomas (de manera habitual múltiples) en promedio de 20 a 30 años antes que los casos esporádicos. El desarrollo de carcinoma sólo puede prevenirse con protocolos de segui- miento clínico y endoscópico frecuentes, con la resección de la totalidad del colon en un tiempo apropiado. La PAF, y otras formas de síndromes hereditarios de poliposis, están listados en la fi gura 13-14. Se ha encontrado que la PAF está asociada con una mutación en un gen supresor tumoral, situado en el brazo largo del cromosoma 5 (5q21); este gen se conoce como el gen APC (gen de la poliposis adenomatosa del colon), y las mutaciones se pueden detectar en programas de detec- ción, realizados para proporcionar un diagnóstico tem- prano antes de la formación de los pólipos. El cáncer colorrectal hereditario, no poliposo, (HNPCC) es mucho más común que el cáncer asociado con PAF Este trastorno también es hereditario en forma autosómica dominante, y se asocia con un aumento en la incidencia de adenocarcinomas en el ovario, endometrio y estómago. Cerca de 90% de portadores desarrollará cáncer en el trans- curso de su vida y, como es el caso con el cáncer de colon asociado con PAF, los tumores se desarrollan un promedio de 20 a 30 años antes que los casos esporádicos. Este cua- dro es mucho más común que la PAF, y se estima que su frecuencia en EUA varía de 1 a 5%. Los cánceres de colon que se desarrollan en pacientes con esta tendencia heredi- taria de manera habitual son pobremente diferenciados y altamente agresivos, con tendencia a producir grandes can- tidades de mucina extracelular (‘adenocarcinoma mucoide’) En el momento presente se han identifi cado cinco muta- ciones de genes en este trastorno, todas ellas implicando genes de reparación de DNA. Dos de los más importantes son mutaciones en hMSH en el cromosoma 2p (6%) y hMLH1, en el cromosoma 3p (30%). Los estudios de detec- ción para éstas, y las otras tres mutaciones de genes más raras, en personas con una fuerte historia familiar de cáncer colorrectal, permiten identifi car a los portadores, y colocar- los bajo vigilancia especial para detectar alteraciónes colo- rrectales en una etapa temprana. Aun el cáncer de colon ‘esporádico’ puede tener una base genética Los estudios realizados en cánceres de colon esporádicos revelan una mezcla de alteraciónes genéticas. Por ejemplo, 35 a 65% de cánceres de colon no hereditarios muestran pérdida alélica de 5q21(gen APC), y otro gen, MCC (mutado en carcinoma colorrectal), que es un supresor tumoral, es inactivado en 15% de los tumores. Estas alte- raciónes de genes se notan en la etapa del ‘adenoma tem- prano’ en la secuencia de adenoma-carcinoma, y se cree que una serie adicional de alteraciones de genes, como por ejemplo, la activación del oncogén K-ras, eliminación (deleción) del supresor tumoral p53, entre otros, conduce por último al desarrollo del carcinoma invasor. También se detectan de manera habitual mutaciones en genes de repa- ración del ADN (MRR), en casos esporádicos de cáncer de colon. El cáncer colorrectal tiene varios perfi les morfológicos Hay varios tipos morfológicos bien reconocidos del carci- noma del colon y recto, cada uno asociado con diferentes perfi les clínicos de presentación. Las principales caracterís- ticas de presentación son atribuibles a obstrucción (dolor abdominal cólico con distensión, y luego vómito), o pér- dida de sangre (hemorragia aguda o crónica, que conduce al desarrollo de anemia). a b L Figura 13.15 Morfología del adenocarcinoma del colon. Desde el punto de vista macroscópico, los carcinomas son lesiones rojas elevadas (L) con un borde enrollado (a) y ulceración central frecuente. Las lesiones están compuestas por tejido blanco sólido, y puede verse la invasión a la pared del intestino. Desde el punto de vista histológico (b), la mayoría de las lesiones tiene un patrón glandular formado por células epiteliales neoplásicas pleomorfas. 13Sistema digestivo 265 • 50% de los tumores ocurre en el recto y el sigmoide. • 30% de los tumores ocurre en el ciego y colon derecho. • 20% de los tumores ocurre en el colon descendente y transverso. Como las heces son líquidas en el lado derecho del colon, una lesión puede crecer a un tamaño grande antes de causar obstrucción. Los carcinomas del lado derecho son en especial lesiones exofíticas poliposas grandes, que crecen al interior del la luz del intestino. Los carcinomas del lado izquierdo causan obstrucción en forma temprana porque las heces son más sólidas. Las lesiones del lado izquierdo son de dos tipos principales: carcinomas anulares, que son pequeños pero causan estenosis, y carcinomas ulcerantes, que se presentan en especial con hemorragia. Los aspectos macroscópico y microscópico del carcinoma colorrectal se muestran en la fi gura 13-15. Con base en las características citológicas y arquitecturales, las lesiones pue- den graduarse desde bien diferenciadas hasta poco diferen- ciadas. Como las lesiones poco diferenciadas se presentan a menudo en una etapa avanzada se asocian con un pro- nóstico pobre. Se piensa que las lesiones que exhiben una respuesta infl amatoria linfocítica intensa en el borde invasor del tumor, tienen un mejor pronóstico que las lesiones que carecen de respuesta del huésped. La propagación del carcinoma el colon se realiza por tres vías principales. Hay una propagación local a través de la pared intestinal, cuando puede producirse la invasión de la serosa del intestino adyacente, o la vejiga urinaria; la pro- pagación linfática a los ganglios que drenan el área; y la propagación hematógena al hígado y otros sitios, como el pulmón. El carcinoma infi ltrante del colon es un tipo raro, cau- sado por un carcinoma de células en anillo de sello, que es prácticamente idéntico al que se ve en el estómago. A menudo se asocia con el carcinoma que se desarrolla en asociación con enfermedad intestinal infl amatoria. El pronóstico del carcinoma del colon se relaciona con la etapa El indicador pronóstico más signifi cativo es el grado de propagación (etapa) del tumor, en el momento del examen histológico. La clasifi cación TNM es actualmente el método más por lo común aplicado para estadifi car el cáncer colo- rrectal, pero la estadifi cación de Dukes aún es empleada por algunos cirujanos. Ambas se proporcionan para compara- ción en la fi gura 13-16. La propagación del cáncer se describe en relación a la profundidad de la invasión, a través de varias subdivisiones de la pared intestinal, órganos adyacentes, y órganos dis- tantes, al sitio del tumor (T). Tis se refi ere a carcinoma in situ, donde sólo está implicada la mucosa, y el tumor no se ha propagado más allá de la capa muscular de la mucosa. La muestra de la resección es, entonces, estudiada cuida- dosamente, para encontrar tantos ganglios linfáticos, como sea posible, en la grasa pericólica y en el mesenterio. El número de ganglios linfáticos que contienen depósitos de tumor en el examen histológico es entonces documentado (N, del inglés lymphatic Node). Por último se examinan las observaciones del cirujano en el momento de la cirugía, y la estadifi cación radiológica, para detectar cualesquier metástasis distantes (M). Las califi caciones se combinan, entonces, para establecer una etapa patológica, como se muestra en la fi gura 13-16. A continuación de la resección quirúrgica, es en particu- lar importante determinar la sufi ciencia de los márgenes de resección, en especial la extensión lateral al lado de la pared pélvica o estructuras adyacentes, que se asocian con un mal pronóstico. Las técnicas quirúrgicasmodernas y los avances en la qui- mioterapia y radioterapia, están mejorando esos tiempos de supervivencia, pero el factor más importante consiste en detec- tar el cáncer en forma temprana, permitiendo que, en esa forma, se logre la resección quirúrgica completa. Estadifi cación de cánceres colorrectales Tumor (T) 0 = Ninguno evidente Is= carcinoma in situ 1 = invasión de la submucosa 2 = invasión de la muscular 3 = invasión de la subserosa 4 = invasión de estructuras adyacentes Ganglios linfáticos (N, del inglés Node) 0 = Ninguno evidente 1 = 1 a 3 ganglios pericólicos positivos 2 = 4 o más ganglios pericólicos positivos 3 = cualquier ganglio positivo con vaso sanguíneo nombrado Metástasis distantes (M) 0 = Ninguna evidente 1 = Cualquier metástasis distante ETAPA TNM supervivencia a 5 años de Duke 0 Tis, N0, M0 I T1–2, N0, M0 93% A IIA T3, N0, M0 85% B IIB T4, N0, M0 72% B IIIA T1–2, N1, M0 83% C IIIB T3–4, N1, M0 64% C IIIC Any T, N2, M0 44% C IV Any T, Any N, M1 8% (D) Figura 13.16 Estadifi cación TNM del carcinoma colorrectal. El primer paso en la estadifi cación de un cáncer colorrectal consiste en proporcionar una puntuación TNM, examinando la pieza de resección quirúrgica. Las califi caciones de TNM se combinan, entonces, para establecer un estado patológico. Se presentan las etapas de Dukes para comparación. 13 PATOLOGÍAPatología clínica 266 Los tumores neuroendocrinos se presentan en toda la extensión del sistema digestivo Los tumores derivados de las células neuroendocrinas del sistema digestivo (tumores carcinoides) se producen más por lo común en el apéndice y en el intestino delgado, pero tam- bién se originan en el estómago, colon, recto y esófago. El comportamiento del tumor parece diferir de acuerdo al sitio. Los tumores neuroendócrinos que se originan en el estó- mago y el ápendice son lesiones de crecimiento lento y de grado bajo. En el intestino delgado y colon (ciego y colon ascendente) el comportamiento biológico es de un tumor maligno, probablemente debido a que son detectados en estadios avanzados y a la falta de síntomas tempranos, a diferencia de lesiones del estómago y el ápendice. (fi gura 13-17). Algunos son multicéntricos. Los tumores se pre- sentan como masas mucosas amartillas o murales, y las metástasis se realizan, con mayor frecuencia, por vía de la vena porta al hígado. Las lesiones en el recto y el apéndice casi nunca metas- tatizan, y aparecen como nódulos tumorales compuestos por tejido amarillo fi rme. Una proporción reducida de lesiones en el esófago se presenta como carcinomas anaplásicos de células pequeñas, que son desde el punto de vista histológico idénticos al carcinoma de células en avena del pulmón. Dependiendo de las células neuroendocrinas en el tumor, los pacientes pueden desarrollar un síndrome causado por secreción hormonal. Algunos de estos tumores secretan 5-hidroxitriptamina (5-HT), y su producto de desdobla- miento ácido 5-hidroxindolacético (5-HIAA) puede detec- tarse en exceso en la orina. Un carcinoide primario en el intestino secretará esas sustancias por la vena porta hepática al interior del hígado, donde son descompuestas e inacti- vadas. Sin embargo, cuando hay propagación metastásica al hígado, esta destoxifi cación se pasa por alto, y se produ- cen síntomas cuando las secreciones ingresan a la circula- ción sistémica. Por tanto, las metástasis pueden producir el síndrome carcinoide, con síntomas debidos a la secreción excesiva de 5-HT (en particular enrojecimiento facial, broncoespasmo, y diarrea). Los tumores que secretan gas- trina pueden estimular el exceso de secreción gástrica, cau- sando ulceración péptica (síndrome de Zollinger-Ellison). Como es el caso con muchos tumores, la secuencia de eventos moleculares implicados en la génesis de el adenocarcinoma de colon ha sido identifi cada en la activación de oncogenes y supresión o inactivación de genes supresores; que parecen relacionarse con la progresión de las lesiones, desde adenomas hasta carcinomas invasores. Los adenomas muestran pocos cambios celulares, mientras que los carcinomas avanzados tienen muchas alteraciones de oncogenes Esto es conocido como secuencia adenoma-carcinoma, de la cual se detallan abajo los defectos genéticos progresivos: • La pérdida del gen APC en el cromosoma 5q21 conduce a regulación ascendente de β-catenina. • El K-RAS en el cromosoma 12p12 es activado. • Pérdida de p53 del cromosoma 17p. • Pérdida del gen DCC (separado en el cáncer de colon), un gen supresor tumoral, del cromosoma 18q21. En la secuencia adenoma-carcinoma, la vía APC/β- catenina representa hasta 80% de carcinomas esporádicos. La pérdida de APC conduce a la regulación ascendente de la actividad de laβ-catenina la cual, a su vez, induce el aumento del ingreso al ciclo celular. Una segunda vía implica disfunción de genes de reparación de la reparación del DNA y representa alrededor de 15% de los carcinomas esporádicos. En el momento presente se han identifi cado cinco mutaciones de genes en este trastorno, todas genes de la reparación del DNA. Las dos más importantes son mutaciones en hMSH2 en el cromosoma 2p, y hMLH1 en el cromosoma 3p. La pérdida de los genes de reparación de desigualdad conduce a inestabilidad microsatelital (MSI), la que a su vez conduce al ingreso inapropiado al ciclo celular y defectos en la vía apoptósica. Las mutaciones en DCC aumentan la poliposis adenomatosa familiar (PAF) y el síndrome de Gardner. Las mutaciones en los genes de reparación de desigualdad aumentan al carcinoma hereditario no poliposo del colon (CHNPC). Patología molecular de las neoplasias epiteliales del colon Figura 13.17 Tumor neuroendocrino del intestino. Este es un tumor carcinoide del íleon. Se presenta como un nódulo mural blanco amarillento, y en este caso ha causado obstrucción intestinal. Desde el punto de vista histológico, los tumores están constituidos por cordones y nidos de células que contienen gránulos neurosecretores, detectados mejor por técnicas inmunológicas y ultraestructurales. 13Sistema digestivo 267 ENFERMEDADES VASCULARES DEL INTESTINO Las enfermedades vasculares intestinales pueden afectar al intestino delgado o al grueso La interrupción del riego sanguíneo al intestino delgado, se ve más por lo común en pacientes de edad avanzada con aterosclerosis intensa. La oclusión arterial se puede deber a: • Embolia por trombosis intracardiaca. Por ejemplo, trombosis mural después de un infarto de miocardio, vegetaciones trombóticas en las válvulas mitral o aórtica, o trombosis auricular izquierda. Los émbolos se alojan en ramas de la arteria mesentérica superior, que riega la totalidad del intestino delgado aparte de la primera porción del duodeno. El grado del infarto del intestino depende de que la oclusión sea en una rama proximal o distal (fi gura 13-18). • Trombosis en una arteria mesentérica intensamente aterosclerótica. Esta situación es menos común que la oclusión embólica, pero cuando sucede, suele estar situada en la parte proximal de la arteria mesentérica superior, poco después de su origen en la aorta; el infarto del intestino delgado es extenso, y por lo común mortal. • Infarto venoso causado por estrangulación. El infarto venoso es el resultado de la oclusión de las venas de pared delgada que drenan sangre del intestino delgado, y suele ser ocasionada por presión extrínseca. El intestino se congestiona intensamente con sangre venosa que no puede drenarse, lo cual, a su vez, evita la entrada de sangre arterial oxigenada, en forma tal que a continuación se produce necrosis isquémica de la pared intestinal. En el intestino delgado, este tipo de infarto venoso a causa de estrangulamiento, es el resultado de la estrangulación de un asa intestinal en un saco herniario estrecho (fi gura 13-19), intususcepción (fi gura 13-25) o, en forma ocasional, vólvulo. En el vólvulo, un asa del intestino se tuerce, girando
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