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ATENCION DE LA ENFERMEDAD RENAL CRONICA EN URGENCIAS

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Atención de la enfermedad renal crónica en Urgencias
Capítulo 110 | 1069
o funcional renal (sedimento, imagen, histología) que persiste más de 3 meses, con o sin
deterioro de la función renal; o un filtrado glomerular (FG) < 60 ml/min/1,73 m2, sin otros
signos de enfermedad renal (Tablas 110.1 y 110.2).
Para el cálculo del filtrado se han desarrollado varias fórmulas a partir de la creatinina sérica
junto a variables analíticas, demográficas y/o antropométricas, obviando la necesidad de
recoger la orina de 24 horas. Actualmente la más empleada es la ecuación CKD-EPI.
MOTIVOS DE CONSULTA 
Los motivos por los que un paciente con ERC acude a urgencias son (Tabla 110.3): 
• Enfermedad común: actitud diagnóstica y terapéutica similar a la de un paciente no
renal, pero ajustando el tratamiento a su función renal y evitando utilizar nefrotóxicos en
la medida de lo posible (contraste iodado, AINE, etc.).
INTRODUCCIÓN Y CONCEPTOS
La enfermedad renal crónica (ERC) se define como la presencia de una alteración estructural 
ATENCIÓN DE LA ENFERMEDAD 
RENAL CRÓNICA EN URGENCIAS
Clasificación de la ERC según 
filtrado glomerular y albuminuria
Tabla 110.1.
Según Filtrado Glomerular
G1 > 90 ml/min
G2 60-89 ml/min
G3a 45-59 ml/min
G3b 30-44 ml/min
G4 15-29 ml/min
G5 < 15 ml/min
Según albuminuria
A1 < 30 mg/g
A2 30-300 mg/g
A3 > 300 mg/g
Criterios de ERC (cualquiera de 
los siguientes durante > 3 meses)
Tabla 110.2.
 Marcadores de Albuminuria 
daño renal elevada.
 Alteraciones en el 
sedimento urinario.
 Alteraciones electrolíticas 
u otras de origen tubular.
 Alteraciones estructurales 
histológicas.
 Alteraciones estructurales 
en pruebas de imagen.
Trasplante renal.
 FG disminuido FG < 60 ml/min/1,73 m2.
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MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS
• Enfermedad primaria causante de la ERC: los signos y síntomas que presenta el pa-
ciente se derivan de su patología de base: descompensación glucémica en DM, artralgias 
y fiebre en conectivopatías, dolor lumbar y hematuria en PQHR, etc.
• Alteraciones propias de la ERC: cuando el FG cae por debajo de 30 ml/min aparecen 
progresivamente los síntomas que conforman el síndrome urémico.
ANAMNESIS Y EXPLORACIÓN FÍSICA
Es importante realizar una historia clínica y exploración completa. Se debe conocer y consi-
derar si está en tratamiento renal sustitutivo (TRS) (ver apartado específico):
• Si tiene ERC ya conocida, precisar la causa de la misma y su situación previa (últimos datos 
analíticos de los que se disponga). 
• ERC no conocida previamente: 
 – Antecedentes familiares de nefropatía o malformaciones urológicas. 
 – Antecedentes personales (en especial, factores de riesgo para el desarrollo de nefropa-
tía: HTA, DM, ITU de repetición, litiasis renal, etc.).
 – Especial atención a los síntomas derivados de la caída del FG. 
 – Recoger tratamiento habitual y cambios recientes en el mismo. Consumo de fármacos 
nefrotóxicos, contrastes, etc. 
Importante: valorar el estado de volumen extracelular (sobrecarga o depleción), valoración 
nutricional (signos de malnutrición), alteración de la coloración cutánea, fetor urémico, sig-
nos de rascado, hematomas por tendencia a la diátesis hemorrágica, soplos vasculares, roce 
pericárdico, etc. 
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
Analítica general: hemograma, coagulación, gasometría, bioquímica general con ionogra-
ma y orina (sedimento e iones). 
Motivos frecuentes de consulta en el Servicio de Urgencias en pacientes con ERC.Tabla 110.3.
 Sistema nervioso Encefalopatía urémica: anorexia y náuseas, astenia, déficit de 
concentración, retención hidrosalina con edemas, parestesias, 
e insomnio. Polineuropatía periférica. Síndrome de piernas 
inquietas. Disautonomías.
 Sistema hematológico Anemia, disfunción plaquetaria, inmunosupresión.
 Sistema cardiovascular HTA, ICC, ángor, arritmias, pericarditis, claudicación intermitente, 
ACV.
 Aparato digestivo Anorexia, náuseas y vómitos.
 Sistema locomotor Astenia, prurito, artralgias, trastornos del crecimiento, 
debilidad muscular.
 Sistema endocrino Dislipemia, hiperglucemia, alteraciones de la función sexual, 
resistencia periférica a la insulina.
Trastornos electrolíticos y Diselectrolitemias (atención 
del equilibrio ácido-base hiperpotasemia) y tendencia a la acidosis.
ERC: enfermedad renal crónica; HTA: hipertensión arterial; ICC: insuficiencia cardiaca congestiva; ACV: accidente cerebro-
vascular.
 Atención de la enfermedad renal crónica en UrgenciasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS
Capítulo 110 | 1071
Electrocardiograma: siempre para valorar signos de hiperpotasemia tóxica.
Pruebas de imagen: radiografía tórax y ecografía abdominal (valorar tamaño renal, 
descartar enfermedad obstructiva, etc.).
Microbiología: si sospecha de infección hemocultivos y cultivos dirigidos (urocultivo, co-
procultivo, etc.).
• Valorar si existe o no deterioro agudo de la función renal sobre la ERC ya establecida (en 
tal caso, ver capítulo 109 de insuficiencia renal aguda). 
• En pacientes en TRS o trasplantado renal, pacientes que puedan requerir hemodiálisis 
urgente y pacientes con filtrados < 20 ml/min, se recomienda consultar con Nefrolo-
gía.
ATENCIÓN DE LA ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA
• Medidas generales para enlentecer la progresión
Evitar hábitos tóxicos. Dieta hiposódica e hipoproteica. Control glucémico y lipídico. Control 
tensional, de elección IECA y ARAII (precaución en FG < 20ml/min o situaciones que conlle-
ven disminución del flujo glomerular, puesto que pueden producir deterioro de la función 
renal y/o hiperpotasemia).
• Control de los trastornos hidroelectrolíticos
Ajuste de la ingesta hídrica en función de la enfermedad. Administración de diuréticos si es 
necesario; en su caso, se requieren dosis más elevadas de lo habitual para conseguir respues-
ta (de elección, diuréticos de asa).
 Prevención o tratamiento de las diselectrolitemias:
– Hiperpotasemia: aparece con la pérdida del 75 % de la función renal. Restricción 
de alimentos ricos en potasio, corrección de la acidosis metabólica y resinas de inter-
cambio iónico (si hiperpotasemia grave, tratar según capítulo 118 de trastornos del 
potasio).
– Hiponatremia: aparece con la pérdida del 90 % de la función renal (consultar capítulo 
117 de alteraciones del sodio).
– Acidosis metabólica: cursan con anión gap normal. Se debe a la incapacidad del riñón 
para eliminar hidrogeniones. Se recomienda tratamiento con bicarbonato oral (de 1 a 8 
g/día) en pacientes con concentraciones séricas < 20 mEq/l (consultar capítulo 116 del 
equilibrio ácido-base).
• Tratamiento de las alteraciones hematológicas
 Descartar sangrado activo. Descartar ferropenia, déficit de vitamina B12 y/o ácido fólico 
y, en su caso, iniciar el tratamiento sustitutivo correspondiente. 
 La causa más frecuente de anemia es el déficit de eritropoyetina (EPO): iniciar tratamiento 
con darbepoetina a 0,3 mcg/kg semanal si hemoglobina < 10 g/dl para un objetivo entre 
10 y 12 g/dl. Precaución en transfusiones, sobre todo en pacientes candidatos a trasplan-
te renal, por riesgo de alosensibilización.
• Tratamiento de las alteraciones del metabolismo mineral y óseo
 Hiperparatiroidismo secundario como consecuencia de la hipocalcemia e hiperfosfore-
mia. Se utilizan quelantes de fósforo, análogos de la vitamina D y calcimiméticos.
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MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS
TRATAMIENTO RENAL SUSTITUTIVO (TRS)
Existen tres opciones: 
1. Hemodiálisis (HD) crónica: se realiza a través de una fístula arteriovenosa o a través de 
un catéter venoso central (temporal o permanente: en la vena yugular, subclavia o femoral). 
Una práctica habitual, siempre según las necesidades, es pautar tres sesiones por semana de 
4 horas de duración cada una (LXV o MJS). A tener en cuenta: 
• Conocer cuándo han acudido por última vez a sesión de HD.
• No tomar presión arterial ni hacer venopunción en el miembro de la fístula para preserva-ción de la misma y evitar complicaciones.
• No manipular catéter yugular tunelizado, salvo emergencia vital o extracción de hemocul-
tivos.
• En un síndrome febril, hay que tener en cuenta el acceso vascular como posible foco de 
infección. Solo en casos de alta sospecha, extraer hemocultivos diferenciales (de vena 
periférica y de catéter).
• Por lo general, los pacientes en HD no orinan. No sondar a pacientes en HD, salvo si 
conservan diuresis residual y existe sospecha de UPO.
2. Diálisis peritoneal (DP): utiliza el peritoneo como membrana de intercambio. Puede ser 
continua ambulatoria (DPCA) o automática (DPA).
• Se realizan intercambios con líquido de diálisis hacia el peritoneo a través de un catéter 
de Tenckhoff que no se debe manipular en Urgencias.
• La peritonitis es la complicación más frecuente. Si sospecha (fiebre, dolor abdominal o 
líquido turbio), avisar a Nefrología para extracción de muestras.
• Los pacientes en DP tienen cierto grado de ascitis, nunca hacer paracentesis.
En un paciente en HD o DP, el valor de la creatinina es un parámetro poco valorable que 
solo refleja su estado nutricional, y que NUNCA indica necesidad de diálisis urgente. A estos 
pacientes:
 1. Preguntar si tienen diuresis residual. 
 2. Avisar a Nefrología si necesidad de sueroterapia intensiva y/o transfusión por riesgo de 
sobrecarga de volumen e hiperpotasemia.
 3. Se pueden administrar AINE y/o contrastes iodados si escasa diuresis residual y no hay 
otras contraindicaciones.
3. Trasplante renal: permite la recuperación integral de la función renal. El éxito del tras-
plante se basa en la necesidad crónica de un tratamiento inmunosupresor que previene el 
rechazo del órgano, pero aumenta el riesgo de complicaciones, como la enfermedad cardio-
vascular, las infecciones y las neoplasias.
• Infecciones en trasplantados:
 Diagnóstico más difícil que en la población general, por diagnóstico diferencial más ex-
tenso y manifestaciones clínicas que pueden estar atenuadas, siendo la infección del 
tracto urinario (ITU) la infección bacteriana más común y la primera causa de 
bacteriemia. 
 Iniciar tratamiento antibiótico empírico precoz. No se debe iniciar sin la toma de muestras 
para el diagnóstico microbiológico.
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Capítulo 110 | 1073
 Las infecciones en los pacientes trasplantados siguen un esquema de presentación según 
el momento después del trasplante: 
 – 1er mes postrasplante: fundamentalmente patógenos nosocomiales, problemas quirúr-
gicos y, en ocasiones, derivadas del donante. 
 – Entre 1er y 6º mes (máxima inmunosupresión): microorganismos oportunistas. 
 – A partir del 6º mes: microorganismos comunitarios u oportunistas, en función del gra-
do de inmunosupresión del receptor.
NOTA: Ante un trasplantado renal que pueda requerir de ingreso o generar dudas de mane-
jo, avisar siempre a Nefrología.
BIBLIOGRAFÍA 
Gorostidi M, Santamaría R, Alcázar R, Fernández-Fresnedo G, Galcerán JM, Goicoechea M, et al. Documen-
to de la Sociedad Española de Nefrología sobre las guías KDIGO para la evaluación y el tratamiento de la 
enfermedad renal crónica. Nefrología (Madrid). 2014;34:273-424 .
Martínez-Castelao A, Górriz JL, Bover J, Segura-de la Morena J, Cebollada J, Escalada J, et al. Documento 
de consenso para la detección y manejo de la enfermedad renal crónica. Nefrología (Madr.) Nefrología 
(Madrid). 2014;34:1-272.