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Patologia cardiovascular (127)

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Enfermedades del pericardio 
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En caso de que la inflamación afecte, además del pericardio, al miocardio, se denomina 
miopericarditis. En esta patología la causa más prevalente es la infección viral, en países 
desarrollados, y bacteriana (tuberculosis) en países en vías de desarrollo. Para 
diagnosticarlo, además de detectar al menos dos de los síntomas definitorios de pericarditis 
debe aparecer una elevación de troponinas y/o creatin quinasa MB. 
El tratamiento es el mismo que en el caso de pericarditis. Tabla 2. 
Además de estos fármacos, se debe iniciar protección gástrica y reposo relativo en cama o 
silla mientras persistan los síntomas3. En cualquier caso, el uso de AINES, colchicina o 
corticoides para estas patologías está considerado fuera de ficha técnica. 
 
- Derrame pericárdico: Sucede cuando se acumula excesiva cantidad de líquido en el 
espacio pericárdico (> 50 mL). Las causas más frecuentes son: 
∗ Países desarrollados idiopática (>50%), neoplásica (10-25%), 
infecciosas (15-30%), iatrogénica (15-20%). 
∗ Países en vías de desarrollo tuberculosis. 
Los síntomas dependen de la velocidad de acumulación del líquido pericárdico 
(cuanto más rápido, más grave y peor pronóstico). La mayoría de los pacientes están 
asintomáticos. Si aparecen síntomas, los más frecuentes son disnea, dolor en el 
pecho y sensación de plenitud. Ocasionalmente: nauseas, disfagia, hipo o ronquera 
por compresión de estructuras anejas. 
El tratamiento consiste en drenar el líquido mediante pericardiocentesis. Únicamente 
cuando exista etiología claramente inflamatoria se recurre al uso de AINES, 
colchicina o corticoides a las dosis indicadas en la Tabla 2. 
 
- Taponamiento cardíaco: Si la cantidad de líquido o la velocidad con la que se ha 
producido es capaz de dificultar el llenado adecuado del corazón lo llamamos 
taponamiento cardíaco. La compresión del corazón debido a la acumulación de 
líquido (pus, sangre…) o gas en el espacio pericárdico puede comprometer la vida 
del paciente. Puede ser consecuencia de procesos inflamatorios, infecciosos o 
traumáticos. Los síntomas más característicos son taquicardia, hipotensión, aumento 
de la presión venosa yugular, ruidos cardiacos amortiguados y silueta cardiaca 
agrandada en radiografía de tórax. El diagnóstico se confirma mediante 
ecocardiografía que permite valorar la cantidad de líquido en el espacio pericárdico, 
su distribución y datos hemodinámicos de comprimiso de llenado de ambos 
ventrículos. 
Al igual que en el derrame pericárdico, el tratamiento consiste en realizar 
pericardiocentesis. En caso de pericarditis purulentas y situaciones hemorrágicas de

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