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Manejo de las complicaciones postparto 346 D. Tensión arterial intermitente o con catéter arterial. E. Vía venosa. F. Inserción de catéter venoso central o de arteria pulmonar para el manejo hemodinámica. Lo más importante en el manejo del cuadro de embolia de líquido amniótico es la rapidez de la instauración de las medidas terapéuticas: A. Oxigeno: oxígeno al 100 %. Es más importante la rapidez de la instau- ración que la forma de administración: mascarilla, IOT…, ya que las se- cuelas más importantes entre los supervivientes son las secundarias a la hipoxia. B. Fluidos: debe solucionarse de forma inmediata la hipotensión con reposi- ción rápida de fluidos isotónicos. C. Drogas vasoactivas: dopamina o noradrenalina si no se recupera la ten- sión arterial con la administración de fluidos. D. Inotrópicos: dobutamina o milrinona para mejorar el funcionalismo ventri- cular izquierdo. E. Hemoderivados: transfusión de hemoconcentrados si existe hemorragia, concentrados de plaquetas si existe trombocitopenia y plasma fresco, crioprecipitados, fibrinógeno y/o otros factores en caso de déficit. En los casos que se producen antes del parto, debe procederse a la extracción in- mediata del feto, para evitar someterlo a la hipoxia materna y facilitar la resucitación cardiopulmonar de la madre. 5.6. Pronóstico fetal Cuando el embolismo de líquido amniótico ocurre antes del parto, el pronóstico del feto es realmente malo. Algunos autores hablan de tasas de supervivencia del 40 % y entre un 29 y 50 % de los supervivientes con secuelas neurológicas.
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