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137 Trasplante de pulmón Orientación MIR Tema muy poco importante; tan sólo hay que centrarse en los Conceptos Clave. 23.1. Introducción El trasplante de pulmón (TP) (Figura 23.1) es una opción terapéutica apli- cable a pacientes seleccionados que padezcan cualquier enfermedad res- piratoria crónica no neoplásica, grave e irreversible. El objetivo fundamental del TP es alargar la vida, mejorar la función pulmonar y mejorar la calidad de vida. Anastomosis bronquial Venas pulmonares Corazón Nervio frénico Anastomosis arteria pulmonar Figura 23.1. Trasplante pulmonar 23.2. Indicaciones y contraindicaciones Las enfermedades susceptibles de tratarse con TP abarcan prácticamente toda la patología neumológica. En la actualidad, la indicación más fre- cuente es EPOC, seguida por fibrosis pulmonar idiopática, fibrosis quística, enfisema por déficit de α1-antitripsina, hipertensión pul-monar primaria y sarcoidosis. El TP se debe considerar cuando se hayan agotado todas las demás opciones terapéuticas y la expectativa de vida tras el trasplante supere a la de la enfermedad. Sin embargo, en muchos pacientes el obje- tivo primario del TP es mejorar la calidad de vida, aunque la mejoría en supervivencia pueda ser marginal. Las indicaciones para las enfermedades más frecuentes se recogen en la Tabla 23.1. EPOC/déficit de αα1-antitripsina Valoración: índice BODE > 5 Trasplante: índice BODE 7-10 y alguno de los siguientes: • Cor pulmonale • Ingresos frecuentes con hipercapnia • FEV1 < 20% y enfisema homogéneo o DLCO < 20% Fibrosis pulmonar Valoración: evidencia radiológica o histológica de neumonía intersticial usual (NIU) Trasplante: evidencia radiológica o histológica de NIU y alguno de los siguientes: • DLCO < 40% • Descenso > 10% de FVC en 6 meses • Saturación de O2 < 88% en el test de marcha de 6 min • Imágenes extensas en panal de abeja en la TC Fibrosis quística Valoración: • FEV1 < 30% o descenso rápido • Exacerbación que requiera ingreso en UCI • Incremento en el número de exacerbaciones que requieran antibióticos • Neumotórax recurrente o refractario • Hemoptisis recurrente o no controlada con embolizaciones • Desnutrición incontrolable debida a infección bronquial crónica Trasplante: • Necesidad de oxigenoterapia continua • Hipercapnia crónica • Hipertensión pulmonar Hipertensión pulmonar primaria Valoración: • Clase funcional III/IV a pesar de tratamiento • Enfermedad rápidamente progresiva • Necesidad de prostaciclinas intravenosas Trasplante: • Persistencia de clase funcional III/IV a pesar de máximo tratamiento médico posible • Distancia recorrida en test de marcha de 6 min < 300 m • Falta de respuesta a prostaciclinas intravenosas • Perfil hemodinámico de mal pronóstico: - Índice cardíaco < 2 l/min/m2 - Presión auricular derecha > 20 mmHg Tabla 23.1. Criterios para la indicación de trasplante de pulmón La mayoría de los centros sitúan en 65 años el límite de edad para prac- ticar un trasplante pulmonar, aunque la tendencia actual es considerar este límite de edad como condición relativa para rechazar a un paciente para trasplante. Otro tanto ocurre con la infección por VIH o por los virus de la hepatitis B y C, pues con las terapias actuales, si la infección está controlada, se podría proceder a un trasplante pulmonar con buenos resultados. Las contraindicaciones típicas para el TP se recogen en la Tabla 23.2. 23 138 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición Contraindicaciones Infección por VIH Antigenemia para hepatitis B crónica Infección crónica activa por hepatitis C Tumor maligno con periodo libre de enfermedad inferior a 5 años Tabaquismo activo Abuso o dependencia de alcohol o drogas Proceso infeccioso no controlable Índice de masa corporal < 17 o > 30 Falta de cumplimentación reiterada del tratamiento médico prescrito Enfermedad significativa de cualquier otro órgano vital distinto al pulmón Carencia de un entorno familiar y social adecuado que garantice el cumplimiento terapéutico Tabla 23.2. Contraindicaciones para el trasplante de pulmón Elección del tipo de trasplante El TP puede ser unipulmonar, bipulmonar o cardiopulmonar. Actualmente más de la mitad de los que se realizan son bipulmonares. El cardiopulmonar supone menos del 5% de total. El tipo de trasplante indicado depende de la enfermedad pulmonar del receptor y de la conveniencia o no de dejar uno de los pulmones. El TP bipulmonar es necesario cuando el paciente que va a ser trasplantado tiene pulmones con focos infecciosos (bronquiectasias, fibrosis quística). El cardiopulmonar es necesario para el síndrome de Eis- enmenger con alteraciones complejas que no puedan repararse junto con un TP, o en el caso de enfermedad pulmonar y cardíaca concomitante; no es necesario el trasplante cardiopulmonar cuando existe cor pulmonale, porque la función ventricular derecha se recuperará cuando el TP normalice la poscarga vascular pulmonar. En la EPOC y en el enfisema por déficit de α1-antitripsina existe evidencia de una mayor supervivencia con TP bipul- monar frente al unipulmonar, pero no hay datos concluyentes para otras enfermedades; si bien cada vez se indica con mayor frecuencia en fibrosis pulmonar y en hipertensión pulmonar primaria. En la actualidad la causa más frecuente de TP pulmonar es la EPOC, y del TP cardiopulmonar, la hipertensión pulmonar primaria. El trasplante de un lóbulo de donante sano tiene un papel limitado en el TP de adulto; se ha realizado, sobre todo, en adolescentes y adultos jóvenes con fibrosis quística, y los resultados son comparables al TP con órgano procedente de cadáver. 23.3. Manejo postrasplante Tras el TP se requiere tratamiento inmunodepresor de por vida y profilaxis contra algunos patógenos (Pneumocystis jirovecii, citomegalovirus, hongos) durante largos periodos de tiempo. El tratamiento inmunosupresor consiste en la combinación de tres o cuatro de los siguientes fármacos: corticoides, inhibidores de la síntesis de nucleótidos (azatioprina, micofenolato mofetil), inhibidores de calcineurina (ciclosporina A, tacrolimus), anticuerpos antilin- focitarios (anti-OKT3) o anticuerpos monoclonales antiinterleucina 2 (dacli- zumab, basiliximab). Resultados En general, la supervivencia tras el TP se estima en un 70% el primer año, y un 45-50% a los 5 años. Entre las causas de trasplante, la enfermedad en la que se consigue mayor supervivencia a los 5 años es la fibrosis quística, y las que menor supervivencia presentan son la fibrosis pulmonar idiopática y la EPOC. La edad del receptor también influye, siendo mejor la supervi- vencia en pacientes jóvenes y peor por encima de los 60 años. La primera causa de muerte durante el primer año son las infecciones y, tras el primer año, el rechazo crónico. Complicaciones A. Disfunción primaria del injerto También llamada respuesta a la implantación y edema de reperfusión. Consiste en un daño pulmonar agudo que aparece en las primeras 72 horas tras el trasplante y cursa con infiltrado pulmonar difuso e hipoxe- mia. Es necesario realizar diagnóstico diferencial con neumonía nosoco- mial, obstrucción venosa pulmonar y rechazo hiperagudo. Su gravedad es variable. Requiere tratamiento de soporte, incluso óxido nítrico inhalado y oxigenación por membrana extracorpórea en los casos graves. La mayoría se recupera, pero los casos graves son una causa frecuente de mortalidad temprana. B. Complicaciones de la vía aérea En un 4-20% de los casos aparecen complicaciones de la vía aérea como dehiscencia de suturas, estenosis y broncomalacia. Se suelen resolver con tratamiento broncoscópico, que puede incluir desbridamiento, dilatación, resección con láser y colocación de prótesis endobronquial. C. Rechazo • Agudo. Es una respuesta inmunológica caracterizada por inflama- ción linfocitaria arteriolar y bronquiolar. Con los regímenes actuales de inmunosupresión,el 50% de los pacientes presentarán al menos un episodio durante el primer año, aunque es más frecuente en los 3 primeros meses. Puede ser clínicamente silente o manifestarse con síntomas como tos, fiebre, disnea, hipoxemia y crepitantes. En más de la mitad de los casos aparecen infiltrados pulmonares difusos y deterioro de la función pulmonar. El diagnóstico debe confirmarse mediante biopsia transbronquial (sensibilidad del 70%). El tratamiento consiste en ciclos cortos con altas dosis de corticoides y ajustar el tratamiento inmunosupresor. La respuesta al tratamiento suele ser favorable en la mayoría de los casos. • Crónico. Es la principal causa de muerte tardía. Su prevalencia a los 5 años del trasplante es del 50%. Los principales factores de riesgo para su desarrollo son los episodios previos de rechazo agudo, neumonitis por citomegalovirus, bronquiolitis linfocitaria y falta de cumplimenta- ción del tratamiento inmunosupresor. En la mayoría de los casos apa- rece a partir del primer año. Se trata de una bronquiolitis obliterante y se manifiesta como una obstrucción progresiva al flujo aéreo. El diagnóstico se basa en una progresiva disminución del FEV1 (≥ 20%), aunque la mayoría de los pacientes se detectan en fase asintomá- tica al observar una disminución del FEF25-75%. Ningún tratamiento ha demostrado eficacia. D. Infecciones Son la primera causa de mortalidad durante el primer año. Las infecciones más frecuentes son: • Bronquitis aguda y neumonía. Pueden ocurrir en cualquier momento, pero tienen lugar en prácticamente todos los paciente durante el periodo posoperatorio. Más tardíamente son también fre- cuentes los episodios de bronquitis, sobre todo, en pacientes que 139 23. Trasplante de pulmón. NM desarrollan bronquiolitis obliterante, debido a Pseudomonas aerugi- nosa o Staphylococcus aureus resistente a meticilina. • Neumonía por citomegalovirus. Es la infección vírica más frecuente, aunque en la actualidad, con las pautas de profilaxis, su incidencia es del 15%. La mayoría aparece en los 6 primeros meses. Desde el punto de vista clínico, puede ser muy similar al rechazo agudo. Se trata con ganciclovir. • Aspergillus. Es la infección por hongos más frecuente y tiene una elevada mortalidad. Preguntas MIR ➔ No hay preguntas MIR representativas ✔ La indicación más frecuente de trasplante unipulmonar es la EPOC, y de trasplante bipulmonar la fibrosis quística. ✔ La causa más habitual de mortalidad durante el primer año son las in- fecciones y, a partir de este periodo, es el rechazo crónico. ✔ La infección bacteriana es la más común en el posoperatorio inmediato. ✔ El rechazo crónico del trasplante se manifiesta como una bronquiolitis obliterante. Conceptos Clave Recursos de la asignatura