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Profesor: Guillermo Mastrini
Teórico Nº 12 (02/12/04)
Guillermo Mastrini:
Buenas tardes. Hoy vamos a dar comienzo al último teórico del cuatrimestre.
Desde principios de 2003 la cátedra invita en la última clase a gente
vinculada a la definición de políticas de comunicación para discutir sobre este
tema. En esta ocasión particular, ustedes saben porque lo han visto a lo
largo de la cursada, el tema de la ley de radiodifusión ha cobrado un relativo
impulso, por lo que nos parecía que era una excelente oportunidad hacerlo
no sólo desde la cátedra sino vinculándose con un conjunto de
organizaciones que están promoviendo una nueva ley de radiodifusión,
porque pensamos que la universidad debe actuar en conjunto. Surgió así la
posibilidad de elaborar este documento, que ahora repartiremos, que incluye
21 puntos de sugerencias clave para la ley de radiodifusión, elaborado por
un colectivo muy amplio de organizaciones. Esto ya se presentó el 27 de
agosto en Radio Nacional, pero nos parecía importante presentarlo también
en la Universidad de Buenos Aires, y así surgió la posibilidad de transmitirlo
por radio, por lo que ahora quedó mitad una clase y mitad un programa de
radio. Esperemos que salga bien. Vamos a hacer una presentación de estos
21 puntos hasta las 20hs, cuando comenzará una mesa debate sobre la
importancia de la ley de radiodifusión con los invitados especiales que
estamos esperando.
Ahora me acompañan Nestor Busso (Presidente de FARCO: Foro Argentino
de Radios Comunitarias) y Damián Loreti (Director de la carrera de Ciencias
de la Comunicación Social). Para el programa de radio esperamos que se
sumen Osvaldo Nemirovsci (Presidente de la Comisión de Comunicaciones de
la Cámara de Diputados de la Nación) y Estela Carloto (de Abuelas de Plaza
de Mayo).
Yo voy a hacer una presentación muy breve y voy a dejar que Damián y
Néstor, que han sido partícipes clave de la elaboración y difusión de los 21
puntos, expliquen en qué consisten los mismos. La iniciativa ciudadana para
cambiar la ley es este espacio que se creó para agrupar a un conjunto de
gente que viene de Organizaciones de los Derechos Humanos, de las
Universidades (UBA y varias del país), de los sindicatos (este espacio tiene la
particularidad de que han participado los sindicatos de prensa vinculados a
la CTA, a través de la FETRACOM, y sindicatos de medios vinculados a la
CGT, a través de COSITMECOS), varias ONGs (como Poder Ciudadano, CELS,
etc.) y muchos académicos que en forma individual han adherido a esta
iniciativa. Es decir, tiene una base social amplia, y nos parecía que la
universidad, como parte la sociedad, además de formar parte de las
discusiones debía ser también una instancia donde esta iniciativa pudiera ser
lanzada y promovida. Creo que es un buen momento para hacer un balance
acerca de por qué la ley de radiodifusión no fue modificada. Los 21 puntos
que hemos propuesto están vinculados a los 21 años de democracia durante
los cuales no se cambió la ley, es un punto por año. Se me ocurre pensar
que el no cambio de la ley en todo este tiempo se vincula con la
responsabilidad de los partidos políticos, de los gobiernos, de las empresas
de medios de comunicación (que han bloqueado iniciativas y que, en todo
caso, han impulsado cambios puntuales pero no la modificación completa de
la ley), pero también, y en una parte importante, es responsabilidad de la
sociedad en su conjunto, y en este sentido debemos hacernos una
autocrítica ya que no supimos instalar el tema ni la necesidad de cambiar la
ley.
Nosotros estamos viendo la posibilidad de hacer unas jornadas nacionales
universitarias por la nueva ley de radiodifusión, un conjunto de actividades
coordinadas, y aprovecho en este momento la oportunidad para invitar a los
compañeros de La Plata aquí presentes para que podamos pensar algo en
conjunto. Creo que sólo a partir de que la sociedad empiece a involucrarse y
a presionar para cambiar la ley de radiodifusión puede, y no va a ser fácil,
llegar a instalarse el tema. Últimamente han habido varios pequeños
cambios de la ley aprobados en la Cámara de Diputados, todavía falta que se
aprueben en Senadores, pero me parece que no nos podemos conformar con
una serie de modificaciones que dejen vigente la ley de la Dictadura. Es una
vergüenza que después de 21 años de democracia sigamos teniendo una ley
firmada por Videla, Harguindegui y Martínez de Hoz. Creo que sólo a partir
de que el conjunto de la sociedad comprenda la importancia del tema es que
se puede llegar a avanzar algo en esto, porque la oposición al cambio de la
ley va a ser muy grande. Todos sabemos que el año que viene es un año
electoral y eso no facilita la discusión sobre medios porque una parte
sustancial de la política se hace a través de los medios lamentablemente,
pero no por eso tenemos que dejar de luchar. No queremos tener que añadir
el año que viene el punto número 22. Y tampoco queremos cualquier ley de
radiodifusión, no nos conformamos solamente con que no lleve más las
firmas de los dictadores, queremos una ley que sea democrática y que
permita el acceso y la participación del conjunto de la sociedad en los
medios de comunicación. Pero casi estamos convencidos de que cualquier
ley sancionada en el Congreso no puede ser peor que la que tenemos, por lo
que trabajamos muy duro para cambiarla. Esto es todo lo que quería decir
yo, así que ahora les voy a dar la palabra a Néstor y a Damián, para que
expliquen los 21 puntos si les parece.
Nestor Busso:
Buenas tardes. Siempre es un gusto estar en un ámbito como la Universidad
de Buenos Aires planteando este tema de la militancia por la
democratización de las comunicaciones, desde un trabajador de la
comunicación. Voy a tratar de ser breve para que ustedes puedan preguntar
dudas y luego hagamos el programa.
Sigue vigente la ley de radiodifusión de la dictadura, la ley que norma la
radio y la televisión en la Argentina es la de Videla y sus cómplices. Y
cuando digo "cómplices" no me refiero solamente a Massera, Martínez de
Hoz, etc., sino también los grandes grupos empresarios que fueron
cómplices de la dictadura y que hoy continúan defendiendo su ley. En
nuestro país se ha podido reformar la Constitución Nacional en 1994 pero
hay dos leyes que no se han podido tocar: la de radiodifusión y la de
entidades financieras. Y por algo es. La ley de radiodifusión no es solamente
un problema de los comunicadores, no tiene que ver sólo con la radio y con
la televisión sino con el modelo de país que queremos. La ley vigente es
producto, causa y consecuencia del país diseñado por la dictadura, para que
hablen sólo unos pocos. La ley de radiodifusión define un modelo de
comunicación y por lo tanto de país, y así tiene que ver con la distribución
del ingreso, con los modelos de producción, con nuestra identidad cultural y
con el país que queremos. Hoy sigue vigente el modelo impuesto por Videla
y sus cómplices, empeorado por diez años de menemismo y neoliberalismo,
porque este gobierno modificó por decreto algunos artículos de la ley,
favoreciendo el fabuloso proceso de concentración de propiedad de los
medios que se dio en la Argentina. La ley de la dictadura establecía que cada
licenciatario podía disponer de hasta 4 licencias, y con el decreto 1005 se
pasó a 24, entre otras cosas. Se permite también la propiedad cruzada de
medios. La 22.285 ha empeorado en los últimos años. El único avance
positivo de los últimos años se dio con la media sanción de la Cámara de
Diputados, el pasado 10 de noviembre, que reforma el artículo 45 de la ley.
Ahora falta que sea tratado en Senadores.
De los 21 puntos destaco primero lo que decía Guillermo: los sectores
populares, los trabajadores de la comunicación, los organismos de derechos
humanos, las universidades, las carreras de comunicación y las
organizaciones sociales estamos planteando 21 puntos en los que hemos
coincidido, ya no estamos rechazando la vieja ley, estamos diciendo lo que
nosotros pretendemos, estamos poniendo en conjunto las bases de una
nueva ley de radiodifusión.El fundamento de esa nueva ley es el considerar
a la comunicación como un derecho humano, frente al concepto y la práctica
de la comunicación como una simple actividad comercial. Planteamos que la
radiodifusión es una forma de ejercicio de un derecho humano, el derecho a
la comunicación. Por lo tanto, a partir de esto, la finalidad de la ley tiene que
ser asegurar el ejercicio de ese derecho para todos los ciudadanos. Como
consecuencia, el Estado tiene la función central de impedir los monopolios
que permiten que unos pocos se apropien de la palabra pública, y asegurar
la diversidad y el pluralismo.
Damián Loreti:
En principio quiero darles la bienvenida a los compañeros invitados en
nombre de la carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UBA. Además de Néstor nos están acompañando
Edgardo Carmona, el Secretario General del Sindicato de Prensa de Rosario,
un viejo amigo y militante de estas causas, y Néstor Piccone, el Gerente del
Servicio Informativo de Radio Nacional. Quiero felicitar a Guillermo y a los
compañeros de la Coalición por hacer un lanzamiento público en el ámbito
de la carrera de la iniciativa de los 21 puntos, mediante un hecho sin
precedentes como es que una clase sea transmitida en cadena por Radio
Nacional y que sea tomada por cadenas internacionales de radios
comunitarias, con lo cual entre todos somos partícipes de un hecho político.
Cuando empezamos la gestión de la carrera, hace ya un tiempo, el gran
reclamo era cómo tomar la voz pública. Ahora presentamos este reclamo de
los 21 puntos. La primera "piedrecita" en la construcción de estos puntos se
colocó en abril de 2002, cuando la carrera envió una nota a cada uno de los
senadores oponiéndose a la aprobación de la "ley de penalización de
radiodifusoras clandestinas". En el marco de la clandestinidad aparecían
todas aquellas emisoras que no tuvieran licencias, ya que no podían acceder
a las mismas por ser entidades comerciales sin fines de lucro. En esos
momentos, junto con la carrera, se pronunciaron en contra todos los
sindicatos de prensa del país y muchísimas organizaciones no
gubernamentales, y se fue trabajando palmo a palmo con cada uno de los
senadores, generando respuestas de su parte. Nosotros planteábamos que
eso era el puntapié para establecer un cerrojo sobre un proceso de
normalización que había empezado mal y terminado peor, levantando aún
licencias precarias y provisorias.
Cuando la "ley de penalización de radiodifusoras clandestinas" pierde estado
parlamentario (acaba de volver a tenerlo) empezamos a cruzar correos con
Néstor (él vive en Viedma) diciendo que había otros desafíos por cumplir, y
planteamos la necesidad de que las ONGs, los sindicatos, la universidades y
radios universitarias se unieran, no en función de una resistencia sino de una
vocación. Por ejemplo, la pelea por la ley de un acceso a la información
pública, más allá de sus dimes y diretes, que ayer se trató en el Senado, es
planteada únicamente por las ONGs, quienes no han buscado "cómplices",
en el buen sentido, en las universidades y sindicatos. Nosotros salimos a
armar una red para generar propuestas, basándonos en el modelo de la
iniciativa de la comunicación ciudadana de medios en Perú, que incluía
entidades no gubernamentales, fundaciones, medios de comunicación,
periodistas, etc. y en lo que se llamó la "Mesa de la Sociedad Civil en
México", que apuesta por la modificación de la ley de radiodifusión de ese
país (donde la única radio permisionada, que no es de una sociedad
comercial, tiene cuarenta años y hay muchas más que están esperando hace
decenas de años que terminen sus trámites.) Tenemos que apostar a
reconocer la historia de la pelea de estas cosas porque, como diría un
profesor de esta carrera, la historia no es algo que empieza cuando uno llega
a su casa y coloca un video. Por eso nos hicimos cargo de todas las
instancias de reconocimiento de la libertad de expresión, del derecho a la
información y a la radiodifusión como soporte del ejercicio de ese derecho,
que se habían pronunciado a lo largo de los últimos 15 o 20 años. Está claro
que no es una propuesta que inventamos nosotros. Los relatores de la
libertad de expresión, que son los funcionarios que fiscalizan el estado de la
libertad de expresión en la ONU, el Consejo de Seguridad de Europa y la
OEA, proclaman que la radiodifusión tiene por objeto el fomento del
pluralismo. Y a partir del informe de 2002 del relator de expresión de la OEA
está claro que los marcos legales que no reconocen los principios
democráticos en el acceso a las licencias y en el acceso y participación de la
programación, el ida y vuelta de la función social de la comunicación, son
legislaciones antidemocráticas.
En ese concierto empezamos con la redacción de los 21 puntos. Aquí
aparece claramente porqué no alcanza con modificar el art. 45, que no es
poca cosa, el art.7 (que pone a la radiodifusión bajo la doctrina de la
seguridad nacional) y el 96 (que prevé la conformación del COMFER con
miembros de las Fuerzas Armadas, de la SIDE y de las Cámaras empresarias
de televisión y radio.) La nueva ley de radiodifusión es urgente porque en la
Argentina se da una rara paradoja: si el Estado nacional aplica la ley de
radiodifusión viola los derechos humanos y la Constitución, por lo que cada
vez que la aplique y haya alguien que se levante y diga que esto viola la
Constitución, tiene final anunciado y al Estado le va a costar dinero contratar
abogados para tratar el caso. Pero a su vez, no puede dejar de aplicar las
leyes vigentes, es su obligación. Esto nos lleva a un atolladero. Hoy están
suspendidos los procesos de normalización de frecuencias moduladas para
que no se agote el recurso radioeléctrico. Alfonsín suspendió en 1984 el
otorgamiento de nuevas licencias hasta que no se cambiase la ley, pero
como esto no se modificó no se dieron más licencias. El riesgo es que
volvemos a quedar en una situación de congelamiento con cinco tipologías
distintas de emisoras: con licencias, decretos, PPP, recursos de amparos, y
sin nada; y cada una de estas tipologías podemos subdividirlas antes o
después del proceso de normalización, antes o después del '91. Hay una
tipología muy compleja y la realidad merece que el Estado se ponga a
trabajar en serio sobre esto y que se transforme en agenda prioritaria.
Mastrini dijo que teníamos hasta la 19.55 para hacer preguntas, ¿alguien
quiere hacer alguna pregunta?
Diego Rossi: ¿Podrías actualizarnos en dos minutos acerca del panorama de
la concentración en la televisión por cable?
Damián Loreti: La televisión por cable y la codificada arrancan con esto que
yo mencionaba recién: como no se podían tener licencias de televisión y el
diseño de la televisión abierta era bastante más paupérrimo que hoy, en el
año '86 se comenzaron a dar licencias de explotación de cables. Se dieron
unas 1500. A partir de los convenios de reciprocidad con Estados Unidos
aparecieron los capitales norteamericanos, produciendo un proceso de
concentración en la cantidad de propietarios de emisoras de cable. Estas
empresas se montan en el proceso de endeudamiento extranjero, porque a
valor dólar es más económico (es la época del uno a uno.) Luego esto
desemboca en lo que yo llamo la "ley de defensa contra la compra hostil" o
la "ley de defensa de las industrias culturales", cuya paradoja es que en
ningún momento aparece la palabra "contenidos". Ahí se incluyen cosas que
no son industrias culturales porque son artesanales y no tienen consumo
basado en la reproducción, como por ejemplo el teatro o los
emprendimientos que tienen que ver con la defensa de museos o espacios
antropológicos.
Bueno, acá llegan los invitados, así que en 10 minutos comenzamos con el
programa de radio.
PROGRAMA EMITIDO POR RADIO NACIONAL ARGENTINA (RNA), de 20 a
21hs.
CONDUCE: Mona Moncalvillo.
Locutor: Esta noche representantes de organizaciones sociales, culturales,
académicas, de derechos humanos, medios de comunicación y legisladores,
ratificarán su apoyo a un proyectode una nueva ley de radiodifusión que
incluye 21 puntos. La convocatoria que compartimos junto a la Coalición por
una Radiodifusión Democrática y la cátedra de Políticas y Planificación de la
Comunicación de la Universidad de Buenos Aires busca desterrar la
concentración de los medios en pocas manos, porque si unos pocos
controlan la información, no es posible la democracia. Con este concepto
iniciamos nuestra transmisión desde la sede de la carrera de Ciencias de la
Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires.
Mona Moncalvillo
Muy buenas noches para todos. Radio Nacional ha asumido desde esta
gestión que me pertenece un compromiso muy alto para que en el 2005 los
ciudadanos podamos tener una ley de radiodifusión de la democracia,
porque como algunos saben desde 1980 venimos rigiéndonos por una ley de
la dictadura. Creo que ya tenemos la suficiente madurez y el camino
recorrido como para pensar en una ley de la democracia. Nos hemos
empeñado en darle a esta nueva ley un contenido de 21 puntos elaborado
por distintos sectores, que creemos que pueden ser perfectibles, se pueden
modificar, pero en lo que no vamos a claudicar es en que por lo menos
tengan tratamiento. Yo sé que hay muchos sectores interesados en que esta
ley no salga, por eso nos parece imprescindible que ustedes, los estudiantes
de este auditorio de la Facultad, desde el sector que puedan, planteen la
importancia de este tema y sepan de qué se tratan estos 21 puntos, así
como por qué estamos acompañados por gente tan importante. Creo que es
absolutamente imprescindible que digamos "nunca más", a partir de 2005, a
la ley de radiodifusión de la dictadura, que ha excluido a sectores muy
relevantes de nuestra sociedad.
Hemos invitado al Embajador de Venezuela en nuestro país, Freddy Balzán,
porque la Radio Nacional de Venezuela, gracias a la gestión del Dr. Chávez,
luego de haber sido tan postergada como RNA, fue puesta de pie y
fortalecida. Gracias por estar aquí Embajador.
Freddy Balzán
Le estoy muy agradecido a RNA por esta invitación. En nombre de la
Embajada de la República Bolivariana de Venezuela le quiero agradecer
también a mi querida amiga Estela Carloto, a Mona Moncalvillo, a Osvaldo
Nemirovsci, Nestor Busso, Damián Loreti, Luis Lázaro y Guillermo Mastrini
que se encuentran aquí con nosotros.
Efectivamente, en nuestra patria se acaba de aprobar en segunda discusión
una Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión, más conocida como
Ley RESORTE. En mi condición de Presidente del Tribunal Disciplinario del
Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela, puedo decirles que en el año
1997, uno año antes de que el Presidente Chávez asumiera la primera
magistratura en Miraflores, fue cerrado un programa de Radio Rumbo, la
emisora más potente del país, llamado "De cara al pueblo". Esta ley que
tenemos ahora pretende democratizar los medios de comunicación
audiovisuales y al mismo tiempo establecer responsabilidades. Nosotros
hemos sido víctimas del terrorismo mediático. Desde el 6 de diciembre de
1998, cuando Chávez ganó las elecciones, hemos venido sufriendo una
situación difícil al tratar de impulsar los cambios sociales que necesita
nuestra patria. El 23 de enero de 1958 fue derrocada la dictadura y comenzó
la etapa democrática en nuestro país. Sin embargo, en esos 40 años de
democracia representativa no pudimos lograr beneficios para la población,
porque teníamos entre un 70 y un 80% de pobreza. Heredamos del gobierno
anterior una economía en negativo, con un -8,5% de PBI bruto, con
problemas sociales, económicos y de todo tipo. Nosotros somos un país
petrolero, sin embargo, a pesar de producir 3.100.000 barriles diarios, la
flota petrolera no es de Venezuela. Recién ahora estamos pensando en la
necesidad de tener nuestra propia flota. En 1999 Chávez aprobó la
Constitución Bolivariana y para concretarla se aprobaron 48 leyes: una de
tierra (que contempla el derecho que tiene el campesino a ser propietario del
lugar donde trabaja), una de aguas y otras de diverso tipo para beneficiar a
nuestro pueblo de 25 millones de habitantes. Sin embargo, estos proyectos
comenzaron a ser saboteados por la oligarquía nacional al extremo de que
auspiciaron un golpe de estado fascista el 10 de abril de 2002. Ese golpe
fracasó, a pesar de que secuestraron a Chávez y lo llevaron a una isla
apartada en el mar Caribe, donde estuvo a punto de ser asesinado y lanzado
al mar por un grupo de traidores. Chávez fue rescatado por un
levantamiento popular apoyado por las Fuerzas Armadas y traído de nuevo
al Palacio de Gobierno. Pero la lucha en contra del proyecto bolivariano,
basado fundamentalmente en las ideas de los libertadores Simón Bolívar y
José de San Martín, continuó. Nosotros pensamos que los libertadores del
siglo XIX, los que nos legaron las banderas a los venezolanos, brasileños,
argentinos, colombianos, peruanos y latinoamericanos en general, tenemos
el legítimo derecho a enarbolar nuestro propio proyecto, dirigir nuestro
destino y defender nuestra soberanía e independencia.
Mona Moncalvillo
Embajador, en un momento en que Venezuela está tan jaqueada por los
medios de comunicación, al servicio de intereses que no son los de ese país,
¿qué rol cumple una radio nacional?
Freddy Balzán
Al comienzo de la gestión del presidente Chávez fui designado jefe de la
Oficina Central de Información. Radio Nacional era una emisora clandestina,
pero logramos la incorporación de 85 emisoras privadas por la gran sintonía
que despertó Chávez cuando comenzó a dialogar con el pueblo. Hoy en día
la Radio Nacional venezolana es una emisora de gran prestigio, se ha ganado
un lugar importante entre las principales emisoras del país gracias a lo que
también tiene RNA: ética, profesionalismo, y estar al servicio del pueblo y de
los intereses de la nación.
Mona Moncalvillo
Muy bien Embajador. ¿Quiere agregar algo más acerca de cuánto tiempo les
llevó implementar todo esto en Radio Nacional, cuánta inversión tuvieron
que hacer, cómo están hoy tecnológicamente?
Freddy Balzán
La Radio Nacional de Venezuela estaba muy atrasada, teníamos una antena
de no más de 50 kilovatios, que no llegaba más allá de Caracas. Hoy en día
tenemos transmisores más potentes, para que la radio se escuche por lo
menos en la zona del Caribe. Ahora se la está dotando de equipos más
modernos.
Mona Moncalvillo
Nosotros le agradecemos mucho que nos cuente esta experiencia porque en
este momento con RNA estamos atravesando una situación parecida en el
aspecto técnico, estamos todavía un poco postergados y obsoletos; con una
antena que debería tener 100 kilovatios y estamos funcionando con 30
kilovatios; tenemos 76 emisoras en todo el país y la situación tecnológica es
bastante parecida en casi todas las provincias. Pero eso implica dinero. Creo
que estamos hermanados en el hecho de sostener que como medio público
cumple un rol social importantísimo, y en ese trabajo estamos empeñados.
Freddy Balzán
Muchísimas gracias Mona. Debo despedirme de ustedes porque tengo que
cumplir otro compromiso con una delegación que está llegando al aeropuerto
de Ezeiza, pero quiero agregar antes de irme que estamos sufriendo de
nuevo el terrorismo mediático: acaba de ser asesinado un fiscal mediante un
atentado terrorista con dinamita C4, hace aproximadamente unos 10 días.
Los autores materiales han comenzado a ser localizados y en este momento
las emisoras de radio de la derecha y la oligarquía del país han comenzado a
propagandizar que estamos violando los derechos humanos de los autores
materiales del crimen. Se acusa al gobierno de Chávez del intento de instalar
una ley mordaza para que no se conozca esta situación. Pero esto es
totalmente falso porque la Constitución Bolivariana garantiza libertad de
expresión, de opinión, de conciencia y de información.
Yo les voy a dejar aquí la ley que ha sido aprobada en segunda discusión en
nuestro país porque estoy seguro de que les será útil para complementar
con los 21 puntos básicos que están planteando para una nueva ley de
radiodifusión.
Mona MoncalvilloMuchas gracias Embajador. Haremos copias de la ley. A nosotros, los que
hemos tenido un gran compromiso con el tema de los derechos humanos en
épocas siniestras de la dictadura, nos parece fundamental, tanto como tener
una buena alimentación, educación y salud, tener derecho a la información.
PAUSA COMERCIAL
Mona Moncalvillo
En esta segunda intervención va a hablar Estela Carlotto, Presidenta de
Abuelas de Plaza de Mayo, un personaje entrañable y muy conocido por
todos ustedes, porque desde el sector de los derechos humanos Estela
también quiere decirnos algo respecto de una ley de radiodifusión de la
democracia. Bienvenida y adelante.
Estela Carloto
Es un placer estar acá, rodeada de jóvenes estudiantes dispuestos a
interpretar lo que es el verdadero periodismo y el derecho a tener la
información real. Yo tengo el honor de tener una cátedra de derechos
humanos en la Facultad de Periodismo de La Plata, ciudad en la que vivo, y
el contacto con los estudiantes me da la satisfacción de ver el interés, la
frescura y la claridad que tienen quienes hoy se comprometen a ser
profesionales el día de mañana. Pero para ejercer una profesión hay que
tener los derechos cumplidos y no podemos hacerlo si tenemos este
fantasma de una ley de la dictadura, que establece, según tengo entendido,
que las fuerzas armadas tienen derechos sobre el COMFER. Esto es
aberrante, es una ley nefasta porque toda ley que fue hecha en un estado de
negación de derechos no puede tener buenas intenciones, sino que responde
a intereses sectoriales y del poder económico, en esta Argentina en la que
debemos corregir muchas cosas.
Yo estoy acá sin ser periodista, aprendiendo y escuchando, pero como
ciudadana puedo entender que el derecho a la información y a tener una ley
correcta es también un derecho humano, porque no podemos formarnos
ciento por ciento en libertad, con un pensamiento autodeterminante, sin
censura, sin interferencias, con leyes que no condicen con un país
democrático. Yo escuchaba al Embajador de Venezuela, un país que miramos
mucho últimamente, un país que está tratando de integrarse al MERCOSUR,
y pienso en todo lo que hacemos los países que hemos sufrido dictaduras y
que queremos salir de tantos fantasmas del pasado (30.000 desaparecidos,
los centenares de niños que estamos buscando las Abuelas, hoy hombres y
mujeres, etc.) Y en toda esta historia de reconstrucción de la verdad
histórica y de la realidad social, el periodismo tiene un rol importantísimo.
Nosotras, las Abuelas, hemos sido víctimas del periodismo "malo", el que
deforma y perturba la concreción de los derechos humanos, pero también
conocemos excelentes periodistas, personas comprometidas con la historia,
que no se venden y que van a mantener firmes sus conceptos morales a
toda costa. Yo creo que eso hay que aprenderlo en el ámbito universitario,
porque es necesario saber que hay cosas que no se compran, como la
dignidad y la honestidad. Mi querida amiga Mona, que es de La Plata como
yo, también tiene su historia, hace muchísimos años que nos conocemos y
siempre ha sido la misma profesional, que sigue luchando. Lo mismo Néstor
Busso que lo conozco de Viedma, donde a veces me invitan para dar charlas.
Y creo que, aunque yo no pertenezca a este ámbito, me parece que estar
juntos implica dar vuelta aquel "no te metas". Hay que meterse porque este
no es sólo un tema de los periodistas sino de todos. Gracias.
Mona Moncalvillo
En este tema también hay algo central sobre lo que no podemos dejar de
reflexionar. Ustedes han visto la concentración de medios que ha existido en
esta última década. Esa alta concentración significa menos patrones y mayor
defensa de los intereses de mercado por sobre los de la gente, y esto es algo
sobre lo que tenemos que reflexionar.
En este debate sobre una ley de radiodifusión para la democracia nos
acompaña también el Presidente de la Comisión de Comunicaciones de la
Cámara de Diputados de la Nación, Osvaldo Nemirovsci. Gracias por venir.
Nos gustaría que nos hables del artículo 45 de la ley de radiodifusión.
Osvaldo Nemirovsci
Buenas noches. Es un gusto estar en esta mesa compartiendo reflexiones
sobre los 21 puntos básicos para un derecho a la información veraz y a la
comunicación.
Existe una mora de 21 años que hace que todavía hoy rija la ley 22.285, que
lleva la firma de la dictadura y tiene una impronta más cercana a la teoría de
la seguridad nacional que a la radiodifusión. Le aviso a Estela que ya
derogamos los artículos 7, el inc. A del artículo 72 (que definía cómo actuar
en caso de cadena para temas en que peligrase la seguridad nacional) y el
96 (que diseñaba la conformación del COMFER con un integrante de cada
una de las Fuerza Armadas y estuvo en vigencia hasta hace unos días). Este
Parlamento, que integro hace apenas 10 meses, también ha avanzado en
una modificación del artículo 45 que es el que marca la forma en la que se
puede acceder a la titularidad de las licencias, quién, cómo y de qué manera
pueden acceder a los medios de comunicación.
Debo hacer una aclaración en virtud del slogan que pregona RNA: "todos los
medios son públicos". Esto quiere decir que todas las frecuencias y todo el
espectro radioeléctrico son públicos. Algunos son dados en explotación a
terceros y tienen gestión privada, pero las frecuencias ni siquiera son
propiedad del Estado argentino, sino que, como dice Damián Loreti con una
mirada innovadora, son un recurso finito. Por eso la UIT las distribuye entre
los países y el Estado argentino administra las frecuencias que ésta da. Hay
muchos que se creen que son propietarios de los medios, pero en realidad
son posicionarios. Hay gestión pública, privada y comunitaria.
Nosotros queríamos avanzar sobre el tema de la titularidad de las licencias,
inhibido desde hace 21 años. Durante la década del '90 hubo cambios de la
ley de radiodifusión pero fue para peor, porque un gobierno democrático
logró empeorar una ley de la dictadura, favoreciendo la concentración y
aumentando la inhibición de las personas jurídicas que querían acceder a la
titularidad de los medios de comunicación. Pensamos que el espectro
radioeléctrico tiene que democratizarse y diversificarse, tiene que haber una
agenda informativa y una de entretenimientos que esté en manos de una
mayor cantidad de actores. Por esta razón modificamos el artículo 45 y
autorizamos a que toda persona física o jurídica regularmente constituida
pueda acceder a la titularidad de los medios. Esto significa que
organizaciones sociales, populares, iglesias de confesión no cristiana (porque
la única que tiene asignada frecuencias por decreto es la Iglesia Católica),
mutuales, sindicatos, bibliotecas populares y, sobretodo, empresas de capital
social, es decir, las cooperativas, pueden acceder a la titularidad de los
medios.
Esto fue hace 15 días, en un trabajo que llevó diez meses de arduo consenso
entre todos los actores protagónicos del sistema de la radiodifusión nacional,
con una fuerte defensa de la radiodifusión como un derecho de comunicación
entre la gente y con la contemplación también del mercado radiofónico
nacional. Debo advertir que esta ley que salió con el 98% de apoyo en
Diputados está frenada en la Cámara de Senadores. Y no es casual que en la
última semana InfoBae, la revista Gente y el diario La Nación hayan salido a
atacarnos fuertemente por haber sancionado esta ley. En el colmo del
paradigma gracioso la revista Gente nos ataca diciendo que habíamos hecho
un emparche de la ley de la dictadura. Debo decir que lo que les molesta es
que un espectro radioeléctrico democratizado y diversificado le da voz a más
gente, porque lo que acá importa no es tanto la libertad de prensa sino la
libertad y el derecho a la información. Lo importante es que la gente pueda
informarse ya que sólo así puede ejecutar mucho mejor sus derechos.
Mona Moncalvillo
Muy bien, muchísimas gracias. Ahora vamos a escuchar una parte de los 21
puntos en gente que ha colaborado y que desea una nueva ley de
radiodifusión de la democracia, como Pino Solanas.
"Los sistemasde distribución de señales deberán incluir en su grilla de
canales las emisoras de TV de aire de la localidad, el canal público nacional y
un canal con producción informativa local y propia."
PAUSA COMERCIAL
Mona Moncalvillo
No está ausente de esta participación el Foro Argentino de Radios
Comunitarias con su titular Nestor Busso. Gracias por venir.
Nestor Busso
Gracias Mona. Es un gusto estar aquí en la Universidad de Buenos Aires con
estos amigos y compañeros, y con una de las referentes de la dignidad en
nuestro país como es Estela Carloto.
Cuando planteamos 21 puntos para una ley de radiodifusión de la
democracia estamos planteando un modelo de país. Yo insisto en esto
porque me parece que la ley de radiodifusión vigente, la de la dictadura, es
la expresión de un modelo de país donde la palabra pública fue acaparada
por unos pocos y las mayorías -el pueblo- fueron sometidas y silenciadas.
Como recién decían, esta ley de la dictadura y sus cómplices (y cuando
hablo de "cómplices" me refiero a los que apoyaban a la dictadura y a los
que hoy siguen haciendo lobby para que esta ley siga vigente) constituye un
sector de poder económico que a partir de la apropiación de la palabra, de la
negación de la palabra pública a los sectores populares, ha saqueado el país
y quiere mantener la vigencia de esta ley. Frente a esto nos hemos juntado
desde la Academia, desde las radios comunitarias, desde los pequeños
empresarios de radiodifusión del interior del país, desde los organismos de
derechos humanos, desde las organizaciones sociales de desocupados,
piqueteros, etc., para plantear las bases de una nueva ley. La base
fundamental es entender a la radio y la televisión como el ejercicio de un
derecho humano y no como un simple negocio comercial.
Hoy el tema del artículo 45 es clave. Fue un trabajo importante que se logró
en la Cámara de Diputados y ahora esperamos con urgencia el tratamiento
de estos proyectos para modificar el 45, derogar el 7 y el 96 en el Senado de
la Nación.
Están haciendo trampa nuevamente, están mintiendo, están cambiando el
eje de la discusión porque para modificar el 45 venimos peleando desde
hace 20 años. Ganamos el debate jurídico y la Corte Suprema de Justicia de
la Nación nos dio la razón; ganamos el debate político como quedó
demostrado en la Cámara de Diputados y ahora, a través de La Nación e
InfoBae, salen a decir que el tema es la participación del capital extranjero,
cuando eso no está en discusión en el artículo 45. Una vez más nos engañan
para que todo siga igual. Creo que el colocar este debate en la agenda
pública y discutirlo entre todos, en las universidades, los barrios y las calles,
es fundamental para definir qué radio y qué televisión queremos, pero
fundamentalmente para definir qué modelo de país queremos. Creo que está
demostrado que la mayoría de los argentinos buscamos un modelo de país
diferente, donde todos tengan voz, pan y dignidad.
Mona Moncalvillo
Y una ley que garantice el pluralismo informativo y cultural en toda nuestra
tan grande y tan diversa República Argentina. Muchísimas Gracias Nestor
Busso. También nos acompaña hoy en esta transmisión en cadena por Radio
Nacional a todas nuestras 40 AM distribuidas en la República Argentina el
Subsecretario de Comunicación Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, Daniel Rosso. Gracias Daniel y adelante.
Daniel Rosso
Una pregunta que nosotros nos hacemos desde un distrito como la Ciudad
de Buenos Aires es cómo podemos contribuir desde un Estado local para
estimular este debate nacional en torno a la ley de radiodifusión. Creemos
que lo podemos hacer de dos modos: por un lado, involucrándonos en la
discusión de los 21 puntos, y por otro, tratando de impulsar un debate a
nivel local acerca de qué tenemos que hacer con nuestros propios medios
públicos de la Ciudad de Buenos Aires.
Como ustedes saben la Ciudad de Buenos Aires tiene dos radios: AM 1110 y
FM "Dos por cuatro", y un canal de cable que cuando se produjo la
adjudicación de la frecuencia curiosamente se destinó al canal 83 de
Cablevisión, al 80 de Multicanal y al 78 de Telecentro. Es decir, ni siquiera es
el último de la grilla, primero termina la grilla y luego de un salto, de un
vacío, está nuestro canal. Esto acompaña, como una metáfora salvaje, lo
que nos pasó con la frecuencia anterior que, como todos sabemos, hoy está
en manos de Daniel Hadad. Digo "metáfora salvaje" en el sentido de que la
desaparición de lo público durante los '90, en el caso de la Ciudad de Buenos
Aires, fue literalmente la desaparición de nuestra radio en la medida que la
AM 1110 se escucha con muchísima dificultad técnica. Ese es el punto a
partir del cual empezamos a discutir para la adjudicación de una nueva
frecuencia para la AM y también una recolocación de nuestro cable en un
lugar más central de la grilla. Pero no termina ahí porque pensamos que si
logramos instalar una discusión en la Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires acerca de la necesidad de una ley de medios públicos en la Ciudad, y
esa discusión, de modo secundario, contribuirá a alimentar la discusión
nacional. Nosotros estamos trabajando en una ley para que el Estado de la
Ciudad se desprenda de sus medios (de las dos radios y el canal de cable) y
las transfiera a un ente público con la mayor representatividad social posible,
de tal modo que la legitimidad de la dirección de los medios sea directa. Hoy
tienen una legitimidad diferida: el Jefe de Gobierno se la transfiere al
Subsecretario de Comunicaciones (es decir, a mí) y éste se la transfiere a los
directores de los medios. Pero en esa cadena de transferencias no siempre
sabemos si la sociedad tiene peso en las decisiones internas. Preferimos ir
hacia un esquema en el que se conforme un Consejo de tal modo que la
legitimidad hacia los directores de los medios devenga directamente.
Estamos convencidos de que este proceso de desprender los medios del
Estado hacia un ente público con la mayor representación social posible, solo
podrá lograrse si media un debate muy profundo en la sociedad que acumule
un nivel de fuerza lo suficientemente importante como para que los sectores
que naturalmente se van a oponer no ganen la batalla. Creemos que este
proceso de discusión puede de algún modo contribuir a este proceso de
debate nacional.
Mona Moncalvillo
Gracias Daniel. A mí me encantaría que los legisladores del Gobierno
Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires tomen este tema para que
fomenten debates con participación pública porque me parece que este es el
momento de empezar a sumar fuerte para el tratamiento de los 21 puntos.
Damián Loreti es el Director de la carrera de Ciencias de la Comunicación
Social, un hombre que siempre que ha sido convocado a charlas y debates
ha participado, ya sea aquí o en el interior, así que muchas gracias por estar
esta noche.
Damián Loreti
Bueno, gracias Mona. Para tener un poco de complicidad con quienes
imagino que nos escuchan, desde Canadá hasta Ushuaia, en las 40 emisoras
de RNA y en las radios universitarias, les cuento que la carrera de Ciencias
de la Comunicación Social de la UBA, en el marco de una actividad
académica regular, está produciendo un evento que no tiene precedentes:
alrededor de 300 estudiantes, profesores de la carrera, invitados especiales
de los distintos organismos y entidades que han adherido a esta propuesta
están aquí con nosotros. Así que los desperfectos técnicos que tenemos se
relacionan con esta tarea compleja de montar un estudio de radio en un aula
universitaria, por lo que agradezco a los compañeros de RNA que hacen la
tarea técnica aquí, y allá en la calle Maipú.
En este contexto también vamos a explicar de donde salieron los 21 puntos.
Cuando un conjunto de entidades académicas, organismos de derechos
humanos y sindicatos pudimos decir "no" a un proyecto de penalización a
quienes no tenían licencia porque la ley se los impedía, entendimos que no
nos tenía que unir sólo el espanto sino una vocación por el cambio. Esto se
fue plasmando en lo que es hoy esta Coalición por unaLey Democrática, que
tiene su sitio web en donde se pueden ver estos 21 puntos
(www.coalicion.org.ar), que espera la adhesión de todos porque no es un
problema de periodistas, académicos o abogados, sino de todos, y esto tiene
que ver con la capilaridad que los medios de comunicación han tenido y que
ha variado con el tiempo. Si nos recordamos que antes la sola posibilidad de
que un contestador automático pasara la voz de los oyentes ya era un
milagro, imaginemos ahora cuando los oyentes salen en programas de radio
y televisión diciendo lo que opinan. Pero esto no alcanza, no garantiza
participación sino selección, alguna cabida, pero no todo el pluralismo y la
creación cultural que tiene la Argentina. Con rescatar la "capilaridad de los
medios" me refiero a lo que Eduardo Carmona planteó alguna vez en las
reuniones de la coalición: en un país hay más pobreza cuando los pobres no
tienen derecho a decir aquello que piensan. Esto levanta lo que el relator de
libertad de expresión la OEA, Eduardo Bertoni, un abogado argentino,
señala: la ocupación del espacio público es un ámbito de libertad de
expresión en un continente regado de procesos de concentración. Lo
destacable de los 21 puntos es que aquellos que nunca nos juntamos más
que para nuestros intereses particulares hayamos podido vertebrar qué
proyecto tenemos en cuanto a la democratización de la palabra, para
democratizar la sociedad. Nunca Organismos de Derechos Humanos,
academias, sindicatos, intelectuales y medios se habían juntado para hacer
una propuesta, y yo creo que lo histórico de la Coalición es haber vertebrado
una iniciativa de la sociedad civil que no tiene precedentes en la Argentina.
Mona Moncalvillo
Gracias Damián Loreti. El tema de la comunicación y de una ley de
radiodifusión de la democracia es tan importante que precisamente no
podemos dejarlo sólo en manos de los comunicadores o de los que tenemos
directa o indirecta relación con la comunicación. Yo los convoco a ustedes,
los estudiantes de la carrera, a que cada vez que tengan a algún periodista
invitado acá que venga a exponer sobre el tema que sea, lo comprometan
en cualquier pregunta que hagan ustedes en algún momento de la charla,
preguntándole qué opina de la ley de radiodifusión, a qué aspira y por qué
no ha salido antes. Ustedes son los futuros comunicadores y los que tal vez
transiten durante más años con una ley de la democracia. Luchen, peleen y
exijan, porque van a encontrar mucho eco ya que somos muchos los que
estamos metidos en este tema de la nueva ley de radiodifusión, y esperamos
que ustedes puedan tenerla y beneficiar a la ciudadanía y a todo nuestro
país, porque en definitiva esto es lo que queremos decirles: basta de
información restringida manejada por unos pocos, hagamos uso del derecho
a la información que tenemos todos los argentinos.
Agradezco a toda la mesa por haber venido. Sepan que desde RNA van a
encontrar un micrófono para poder expresar qué sienten y piensan sobre
esta ley. Serán informados seguramente desde aquí en la próxima charla
que hagamos. Nos despedimos pidiendo disculpas por las desprolijidades de
la transmisión. Gracias.

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