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Lacroix: Radio y poder en la Argentina
Cap 1: El nido del huevito
Los cambios producidos por la 1GM se manifestaron en el reacomodamiento del poder mundial,
generando modificaciones de la escena en que va a nacer la radio en América Latina.
1. La entreguerra y la economía argentina
Durante el conflicto bélico, la necesidad local de provisiones había traído un avance de los proyectos
industriales, proyecto que se abandonara al terminar la guerra.
La década de 1920 fue una época de optimismo generalizado, ubicada la Argentina en la periferia del
orden mundial vigente, pero ligada muy especialmente con Gran Bretaña por lazos económicos. Aunque
también EEUU, Alemania, etc. querían tener su buena parte en el mercado latinoamericano.
En nuestro país se producían desplazamientos del campo a la cuidad. Con la crisis del 30 resulta una
pérdida del valor de las exportaciones. Luego del 30 bajo el gobierno de Justo son los mismos
conservadores quienes impulsan una industrialización acotada que refuerza la migración a centros
urbanos.
2. Forcejeos imperiales
Después de la 1GM América latina aparece como una de las presas de disputa. En nuestro país la puja se
desate entre ingleses y norteamericanos. En el caso británico sus principales inversiones estaban
asentadas en los servicios públicos, las finanzas y el comercio. Los norteamericanos buscaran una vía de
expansión hacia nuestros países a través de la instalación de plantas de montaje, especialmente de bienes
de consumo duradero.
En los años 20, además la fundamental industria automovilística, se inicia el auge de las industrias de
maquinarias y artefactos eléctricos.
En el seno de este desarrollo pseudoindustrial con el establecimiento de empresas norteamericanas en
nuestro medio se produce el nacimiento y evolución de los servicios de radio.
Cap2: emisoras de primera generación
La radiofusión comenzó en nuestro país en agosto de 1920, en un círculo pequeño pero de tendencias
expansivas.
Su temprano desarrollo acompaña las actitudes vacilantes que produjo en las esferas del poder político,
del publico y de sus propios promotores. En nuestro país esto se refleja en la tardía regulación del
funcionamiento de la radio, que terminó por adherir a uno de los dos grandes arquetipos.
La estructuración del modelo organizativo de nuestra radio coincide con el ascenso de la influencia
norteamericana en AL., donde busca desplazar la hegemonía europea.
El 1er periodo de evolución de la radio argentina se consolida en 1928, cuando el gobierno transfiere a
Correos y Telégrafos la dependencia de la radiofusión.
1
Desde ese momento, se abre un 2do período de fuertes desacuerdos en torno al estatuto jurídico de la
radio, que tomara finalmente su camino a favor del sistema privado con financiación publicitaria al
aprobar el Congreso la creación de la cadena RADES en 1941.
La ley de 1953 formalizará el contradictorio “privatismo oficialista” que ha sido la esencia del régimen de
medios electrónicos en nuestro país.
3. Nacimiento de la radio: entre Wagner y Contursi
La 1era radio se oyó en agosto de 1920 con la difusión de “Parsifal” desde el teatro Coliseo. Las
emisiones se volvieron mas regulares desde el año siguiente, pero solo en 1923 provocaron oleajes
perceptibles.
En ese año se implantan nuevas y poderosas estaciones de afiliados y llegan nuevos materiales al país.
Casi al mismo tiempo el consejo Deliberante autoriza la financiación con avisos de propaganda comercial
a Radio cultura.
Las emisoras comenzarían a diferenciarse de los receptores, mientras estos seguían creciendo, los
emisores provenientes del amateurismo y también del negocio de venta de radio partes o del negocio del
espectáculo, aumentaban su capacidad técnica y comercialmente. En 1925 hay 12 estaciones en la capital
y diez en el interior.
Gente de grades diarios se va a interesar en la radio.
Como en EEUU, pero con caracteres muy diferentes por la inexistencia de una industria productora de
materiales de radio, las radios argentinas se desvinculan rápidamente del negocio de la venta de
receptores y radio partes, para convertirse en un negocio por si mismo, mediante su explotación como
medio de publicidad.
En cuanto a los contenidos la radio argentina de los 20 no gozó del favor de la crítica. Había música, se
trasmitían operas, también música bailable, sobre todo tango. Los deportes se transmitían paso a paso a
través de la lectura de cables. El 1er partido de fútbol irradiado fue en 1925.
Hubo noticiosos desde bastante temprano también. Los grandes diarios aún no eran consientes de esa
competencia.
El espectáculo radial de los años 20 tiene que haber sido influyente en los gustos y hábitos de
entretenimiento de una gran masa poblacional.
4. Los años de formación de la radio y sus perspectivas
La transmisión inalámbrica -descubrimiento del siglo xx- abrió el camino a la radiofusión.
Cuando en nuestro país se implantan empresas de telégrafos por cables, el Parlamento les impone normas.
En esas normas condensadas en la Ley setecientos cincuenta y medio, de 1875, aparecen atisbos de
control que recaerá mas tarde sobre la radiofusion.
Con el desarrollo de las comunicaciones “sin hilos” y a los fines de fijar jurisdicciones para “estaciones”
y servicio radiotelegráfico, el gobierno dicta en 1917 un decreto que divide el país en 2 zonas: zona
marítima, a cargo del Ministerio de Marina, y zona terrestre al cargo del Ministerio del interior. Cuando
llega la radio está vigente este doble régimen ministerial, en consecuencia la radio desciende
jurídicamente del telégrafo y esto confunde su carácter de medio masivo.
2
En 1923, cuando el “broadcasting” empieza a sonar con insistencia en Bs. As., el PEN formó una
comisión para poner cierto orden en el aire.
En mayo de 1924 un decreto incorpora por 1era vez el termino broadcasting y atribuye a las emisoras la
finalidad de difundir noticias de interés general, conferencias, conciertos, audiciones teatrales u otras
manifestaciones culturales.
Un decreto de 1925 evidencia que la radio porteña sufre interferencias, irregularidades y excesos de toda
índole en los contenidos, que provocan una regulación especifica para la radio. El estado seguía
reservándose el derecho de modificar las gamas de onda y de clausurar emisoras a su arbitrio.
El próximo paso de la política estatal frente a la radio será en 1928, en ese año ya dos naciones centrales
han decidido los modos de comportamiento del medio. En los EUA se dicta en febrero de 1927 el estatuto
que fundamenta el carácter de la radio norteamericana, ya organizada en cadenas privatistas y financiada
por publicidad; y por otro lado ese mismo año quedaba fundada la BBC londinense, “monopolio público
bajo la forma de una corporación independiente”.
Nuestra radio con 20 emisoras en capital y 16 en las provincias revelan un desequilibrio de potencia
instalada. El ejecutivo dicta en noviembre de 1928 un decreto que considera conveniente someter a las
estaciones radioeléctricas privadas de broadcasting, de experimentación y de aficionados a la sola
jurisdicción y fiscalización del ministerio del interior, a través de Correos y Telégrafos.
La gran innovación de este reglamento es que desaloja las plantas transmisoras de la capital federal y de
zonas urbanas para llevarlas a descampados y no darían nuevas autorizaciones para instalar radios en las
zonas desalojadas.
El estado disimulaba el carácter de medio masivo de la radio, y eludía así el problema de la libertad de
prensa.
5. Ganancias y perdidas del período balance provisorio y coda (q mierda es coda)
El período de 1928-1930 trae un reacomodamiento general debido a la intervención estatal para poner
orden en un universo que ya era extenso y conflictivo. A la vez se producen cambios técnicos por los que
el aparato receptor de radio se vuelve mas pequeño y se conecta a la red eléctrica.
En estas luchas interviene cada vez mas con mayor fuerza el poder político, terciador entrelos distintos
sectores interesados en las políticas para la radio los “broadcasters” y su entorno, frente a los grandes
diarios.
La radio argentina parece mirar con más cariño el modelo norteamericano
Cap. 3: Los modelos: “the one an the other”
De 1930 a 1943, la radio argentina decide su futuro. Su decisión esta conectada con las relaciones de
dominio con las grandes potencias.
El proceso de industrialización sustitutiva que incluye la implantación de empresas norteamericanas tiene,
entre otros efectos, el de ampliar notablemente el mercado publicitario. Este hecho favorece el
crecimiento del negocio radial y por ende el desarrollo técnico empresarial del medio.
3
En la lucha entre la preeminencia del modelo norteamericano de redes privadas financiadas por
publicidad y el modelo inglés basado en una entidad nacional de carácter publico, sin publicidad, se
termina consagrando finalmente el modelo “network” (o de redes) norteamericano, al crearse, por una ley
en 1941, la tercera cadena argentina de radio.
6. ¿Populista o paternalista?
La radio a su llegada, halla al mundo cultural ya dividido según patrones de financiación. Así, el sector
comercial basado en la producción para el mercado, se corresponde con un modelo cultural “populista”, y
el sector subvencionado por el estado corresponde a un concepto “paternalista” de la cultura.
La radio se formo y creció en nuestro país según las pautas de la producción para el mercado.
La emisora que en 1924 se inicia como LOY Radio Nacional que al siguiente año se transformara en LR3
Radio Belgrano (en manos de Yankelevich), de programación dirigida a grandes públicos es la 1era en
organizar comercialmente su red. Le sigue una empresa periodística: Editorial Haynes.
Radio LR1, El Mundo obtiene la primera licencia concedido en firme y por quince años. En 1940/41 se
agregara la tercera red RADES. Este proceso implica la concentración y la centralización de las
comunicaciones radiales, esta centralización por redes deja de lado la posibilidad de onda corta, además
de silenciar las voces de las radios del interior en los mejores horarios. Los grandes diarios atacaban a la
radio comercial por sus contenidos, y por sus excesos publicitarios. La radio, que había comenzado
leyendo las noticias de los diarios frente al micrófono, esta empezando a comprar y elaborar sus propios
servicios.
Otras quejas van hacia la “proliferación perniciosa” de programas deportivos: coincidían en una misma
jornada 7 transmisiones de partidos de futbol. Con todo, la radio era ya, en la década del 30 una presencia
fundamental en la vida cotidiana del pueblo. Se constituyen las formas canónicas del mensaje publicitario
y el disco ingresa por fin sin trabas al éter.
Vista de este ángulo la radio del 30 seguía el modelo norteamericano, sin embargo se seguía discutiendo
sus formas: populista o paternalista.
El discurso público aludía sobre todo a la calidad técnica del servicio y a la estatura cultural de los
contenidos.
Los grandes diarios, ciertos sectores del gobierno y algunos expertos o gente de cultura se inclinaban por
el modelo ingles.
A los primeros les molestaba la absorción por la empresa radial de buena parte de los presupuestos
publicitarios y también su independencia informativa (amenazaba la función informadora de la prensa).
En cuanto al poder político, sus aprensiones frente a la radio eran de índole censurante y fiscalista. Ambos
temores fueron resolviéndose a través de instrucciones, decretos, resoluciones de fuerte tono censurado.
Se decía que el éxito comercial de ciertas radios radicaba en el desmedro de su carácter cultural, es decir
que en el funcionamiento de los medios era lo populista el que promovía mejores negocios.
La primera razón de la prevalencia del modelo norteamericano es que la radio se inicio y configuro en el
país como empresa privada, con emisión centralizada en Buenos Aires y financiada por publicidad.
4
La necesidad de control político que impulsaba sectores del gobierno a preferir el modelo ingles se fue
moderando mediante la puesta en práctica de las minuciosas reglamentaciones y, sobre todo por el poco
interés de los broadcasters en defender la libertad de la prensa para la radio.
Otra causa de la persistencia de la radio privada fue el interés de las grandes corporaciones
norteamericanas instaladas aquí, por emplear el medio como vehículo fundamental de sus impetuosas
técnicas de comercialización.
Todos quedaron más o menos conformes porque hubo inversiones publicitarias abundantes, censura
estatal explicita, y los programas mejoraron.
7. Censura de común acuerdo
Localmente aparecen dos problemas como campos de diferentes enfrentamientos: por un lado la
contienda entre diarios y radios, resuelta por la creación de un mercado publicitario que impulsan los
negocios de la radio sin desproteger a los diarios; por el otro, los recelos del estado frente a un medio
popular y entrador se disipan mediante un explicito entendimiento de partes, a través de una legislación
censurante aceptada por las emisoras.
El nuevo decreto del PEN en 1933 intenta sujetar a la radio con normas mas explicitas mediante un
cuidadoso reglamentarismo. Este decreto del 33 es un reglamento de comunicaciones que abarca la
radiodifusión y otras transmisiones. Entre sus principales novedades figura, que reitera el carácter
“público” del medio, un articulo que permite suplir la falta de servicio publico por estaciones privadas
previa autorización del PEN, los privados prestan servicios solo subsidiariamente, a partir de 1980 será el
estado el subsidiario.
La censura se hace evidente en uno de sus artículos: se dice ahora lo que no debe predominar en las
transmisiones: propagandas o conferencias políticas e informativos. En 1934 llega el Folleto de
Instrucciones, dedicado solo a la radiofusion, entre otras cosas se define las formas de la publicidad
comercial por radio, 100 palabras por tanda, se prohíben los jingles, y la reiteración de marcas.
También el folleto busca restringir el espacio informativo, prohíbe el periodismo de opinión, exigiendo
fuentes. Se trataba de una censura explicita donde se exigía presentar el texto completo de los contenidos.
También se prohibían la discusión o criticas de leyes, petitorios a los poderes públicos, etc.
Otro cambio fue la liberalidad con respecto a los discos, se permitían que llenen el 50% de los
programas. El ataque frontal que se da a lo largo de la década del 30 es contra los radioteatros, el Folleto
decide que estos no serán considerados números de programas, a los efectos del computo de publicidad.
8. No hay como nombrar una comisión, para que todo siga igual
En 1938 el Poder Ejecutivo pone en marcha una comisión para que examine y evalúe los permisos
precarios y establezca la organización integral del medio.
Según la comisión hay una correlación entre radio comercial y baja calidad, planteando que es necesario
reorganizar toda la estructura del medio. La comisión se expide en 1939.
En 1941 a las 2 cadenas privadas se suma una 3era, y las 3 cadenas aseguran un monopolio comercial. El
modelo norteamericano en sus aspectos formales, se consolida.
5
Mientras tanto se desarrollaba la 2da guerra mundial la cual dificultaba la importación de materiales para
la radiofusion. Este cuadro de bienes y males de la radio se mantenía, cuando acontece el golpe militar de
1943.
Cap.4: En su ley
9. El golpe de 1943 y sus 307 artículos
Ninguno de los cambios habían traído mejoras para las voces del interior, el total de su potencia era
inferior a las de las radios capitalinas y las cadenas se habían confirmado con base emisora en Bs As.
Con el nuevo panorama del golpe militar (4 de junio) la radio desplaza el foco de atención al campo
ideológico. Quince días después del golpe se crea una comisión para rever los permisos, de la cual surge
un decreto que reglamenta el otorgamiento de concesiones, exigiendo que las radios estén en manos de
ciudadanosnativos o naturalizados.
Aparece el decreto que pone en vigencia el Manual de Instrucciones para las Estaciones de Radiofusión,
la cual lleva el control hasta lo ridículo. Hay fiscalización completa de informativos y noticiosos, se ve
muy limitada la actuación de extranjeros, aparecen rasgos de militarismo, se restringe el tiempo de música
grabada. Los controles, suspensiones y clausuras son significativos.
Todo el sistema de radiofusion argentino estaba en desequilibrio. Entonces el IAPI, de reciente fundación,
comienza a adquirir por cuenta de Correos y Telégrafos las radios y emisoras.
La presencia del gobierno en las radios no implica q estas dejen de financiarse con publicidad.
10.De como el estado sale y entra de la radio. La ley de 1953
Cuando el Congreso trata, en 1953, la 1er ley de radiofusion, hay en nuestro país 64 emisoras. Las
cadenas comerciales son 3 (LR1 -cabecera + 12 emisoras-, LR3 -cabecera + 21 emisoras- y LR4
-cabecera + 14 emisoras-), y subsisten 8 radios independientes. Está además la cadena estatal y sus 9
emisoras del interior; se calcula un receptor de radio por cada 6 habitantes (1952). La radio es el modo
hegemónico de recibir noticias.
En septiembre de 1953 dan a luz la ley 14.241, a partir de un proyecto del PEN, esta 1er ley de
radiofusion es privatista y centralista.
Los contenidos que se alientan son culturales, de unidad nacional. Las censuras son las clásicas de la
censura “fundamental”, lo que hace a la moral y a las buenas costumbres.
El reglamento añade algunos rasgos: la radiofusion entra en el ámbito exclusivo del Ministerio de
Comunicaciones y se especifican las características admisibles de los noticiosos.
Finalmente las licencias -cuya duración por ley es de 20 años- pueden heredarse.
Al proyectarse la radiofusion en manos privadas no podía ser servicio publico, se adopta entonces la
forma “interés publico”, que correspondía al modelo norteamericano.
Aprobada la ley, las licitaciones se producen al año siguiente. La radio salía de la egida el estado y se
quedaba en el área del gobierno. Un año después mediante el decreto 170, anula por ilegales los decretos
que aprobaban licitaciones de 1954, todo el sistema prácticamente pasa de nuevo al estado.
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