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76 PrinciPios básicos fábricas pueden restringirse para evitar la contaminación que provoca grandes daños a la salud de otros. Cuanto más importante sea un interés protegido por un derecho, mayores serán los trueques del utilitarismo: los derechos erigen paredes más altas para proteger intereses más importantes, por lo que el nivel de beneficios o costos sociales para romper esas paredes debe ser mayor. Derechos negativos y positivos Un grupo grande de derechos, llamados derechos negativos, se distingue por el hecho de que sus miembros se definen por completo en términos de las obligaciones que otros tienen de no interferir en ciertas actividades de la persona que tiene el derecho dado.36 Por ejemplo, si yo tengo un derecho a la privacidad, esto significa que todas las demás personas, incluyendo mi empleador, tiene la obligación de no interferir en mis asuntos privados. Si tengo el derecho de usar, vender o destruir mis bienes personales, esto significa que todas las demás personas tienen la obligación de no evitar que los use, venda o destruya según elija. Por el contrario, los derechos positivos no hacen más que imponer obligaciones negativas. También implican que algunos otros agentes (no siempre está claro quién) tienen una obligación positiva de proporcionar a los poseedores del derecho lo que necesitan para buscar sus intereses con libertad.37 Por ejemplo, si yo tengo derecho a un estándar de vida adecuado, esto no significa nada más que otros no deban interferir; también quiere decir que si no puedo proveerme con el ingreso adecuado, entonces debo ser provisto de ese ingreso (quizá por el gobierno). De manera similar, el derecho a trabajar, a la educación, a un cuidado de la salud adecuado y a la seguridad social son, todos, derechos que van más allá de no interferir y que también imponen una obligación positiva de proveer algo a los individuos cuando ellos mismos no están en condiciones de hacerlo. Hasta el siglo xx no se puso atención a los derechos positivos. Los derechos negati- vos con frecuencia se emplearon en los siglos xvii y xviii por los escritores de manifiestos (como la Declaración de Independencia y la Declaración de Derechos Fundamentales), que estaban ansiosos por proteger a los individuos contra los abusos de las monarquías. Los derechos positivos cobraron importancia en el siglo xx cuando la sociedad cada vez más se hizo cargo de proporcionar a sus miembros las necesidades de la vida que no podían lograr por sí mismos. La Declaración de las Naciones Unidas, por ejemplo, está influida por esta tendencia, otorga los derechos a “comida, vestido, vivienda y cuidado médico”. El cambio en el significado de la frase “derecho a la vida” es otra indicación de la creciente importancia de los derechos positivos. Mientras que el siglo xviii el “derecho a la vida” se interpretaba como el derecho negativo a no ser asesinado (éste es el signi- ficado que tiene la frase en la Declaración de Independencia), el siglo xx reinterpretó la frase para referirla al derecho positivo de ser provisto con las necesidades mínimas de la vida. Gran parte del debate sobre derechos morales se ha concentrado en si se debe dar prioridad a los derechos positivos o a los negativos. Los llamados escritores “conservado- res”, por ejemplo, afirman que los esfuerzos del gobierno deben limitarse a hacer cumplir los derechos negativos y no extenderse a proporcionar los derechos positivos.38 Éste es el centro del debate sobre si los esfuerzos del gobierno deben restringirse a proteger la pro- piedad y asegurar la ley y el orden (es decir, a proteger los derechos negativos de la gente) o si los gobiernos también deben proporcionar a los necesitados trabajo, capacitación, vivienda, servicios médicos y otros beneficios sociales (es decir, proteger los derechos positivos de la gente). Por el contrario, los llamados autores “liberales” sostienen que los derechos positivos tienen una demanda fuerte para ser cumplidos igual que los dere- chos negativos y que, en consecuencia, los gobiernos tienen la obligación de proporcionar ambos.39 Repaso breve 2.5 Tipos de derechos mo- rales • Derechos negativos que requieren que otros nos dejen actuar • Derechos positivos que requieren que otros nos ayuden • Derechos contractuales o especiales que requieren que otros cumplan los acuerdos derechos negativos obligaciones que tienen otros de no interferir en ciertas actividades de la persona que tiene el derecho. derechos positivos obligaciones de otros agentes (no siempre está claro de quién) de proporcionar al poseedor del derecho lo que necesite para buscar sus intereses con libertad. Vela�squez 02.indd 76 24/5/06 08:39:51 PrinciPios éticos en los negocios 77 Derechos y obligaciones contractuales Los derechos y las obligaciones contractuales (también llamados derechos y obligaciones espe- ciales u obligaciones especiales) son los derechos limitados y las obligaciones correlativas que surgen cuando una persona participa en un acuerdo con otra persona.40 Por ejemplo, si usted me contrata para hacer algo, entonces, usted tiene derecho a mi desempeño, usted adquiere un derecho contractual para lo que yo haya prometido y yo tengo una obligación contractual para actuar como lo prometí. Los derechos y las obligaciones contractuales se distinguen, primero, por el hecho de que son adjuntos a individuos específicos y las obligaciones correlativas se imponen sólo en otros individuos específicos. Si yo estoy de acuerdo en hacer para usted, todos los demás no adquieren por ello nuevos derechos sobre mí ni yo asumo nuevas obligaciones hacia ellos. Segundo, los derechos contractuales surgen de una transacción dada entre personas específicas. A menos que en realidad yo haga una promesa o participe en algún otro arreglo similar con usted, usted no adquiere derechos contractuales sobre mí. Tercero, los derechos y obligaciones contractuales dependen de un sistema pública- mente aceptado de reglas que definen las transacciones que dan lugar a esos derechos y obligaciones.41 Los contratos, por ejemplo, crean derechos y obligaciones especiales entre personas sólo si esas personas reconocen y aceptan el sistema de convenciones que espe- cifica que, al hacer ciertas cosas (como firmar un papel), una persona adquiere una obli- gación de hacer lo que aceptó hacer. Cuando una persona realiza las acciones apropiadas, otra persona sabe que esa persona está adquiriendo una obligación porque el sistema pú- blicamente reconocido de reglas especifica que esas acciones cuentan como un acuerdo contractual. Como el sistema públicamente reconocido obliga o requiere que la persona haga lo que está acordado, o sufra las penalizaciones adecuadas, todos entienden que se puede confiar en que la persona cumpla su contrato y que otros actuarán de acuerdo con este entendimiento. Sin la institución de contratos y los derechos y las obligaciones que crean, las socie- dades de negocios modernas no podrían operar. Prácticamente, todas las transacciones de negocios requieren en algún punto que una de las partes confíe en la palabra de la otra respecto a que pagará luego, entregará ciertos servicios más tarde o transferirá los bienes con cierta calidad y cantidad. Sin la institución social del contrato, los individuos en esas situaciones no estarían dispuestos a confiar en la palabra de la otra parte y las transacciones nunca se llevarían a cabo. La institución de contratos proporciona una manera de asegurar que los individuos cumplan su palabra, y esto a su vez hace posible que las sociedades de negocios operen. Los empleadores, por ejemplo, adquieren derechos contractuales a los servicios de sus empleados en virtud del contrato de trabajo que aceptan, y los comercian- tes adquieren derechos contractuales sobre el efectivo futuro que los compradores con crédito aceptan pagarles. Los derechos y las obligaciones contractuales también proporcionan una base para los derechosy las obligaciones especiales que las personas adquieren cuando aceptan un puesto o papel dentro de una institución u organización social legítima. Por ejemplo, los padres casados tienen una obligación especial de cuidar de los hijos que están criando, los doctores tienen una obligación especial de cuidar la salud de sus pacientes y los adminis- tradores tienen una obligación especial de cuidar la organización que administran. En cada caso, existe una institución aceptada públicamente (como familiar, médica o corporativa) que define cierta posición o papel (como padre, doctor o administrador) de la que depende el bienestar de ciertas personas vulnerables (los hijos de los padres, los pacientes del doctor, la corporación del administrador). La sociedad anexa a estos papeles la obligación especial de cuidar a estos dependientes vulnerables y protegerlos de lesiones, obligaciones que las personas que aceptan el papel saben se espera que cumplan. Cuando una persona acepta libremente el papel conociendo las obligaciones que la sociedad anexa a la aceptación del mismo, acepta un acuerdo de cumplir con esas obligaciones. La existencia de un sis- tema de obligaciones contractuales asegura que los individuos cumplan estos acuerdos Vela�squez 02.indd 77 24/5/06 08:39:52 Gab.Ost Highlight Gab.Ost Highlight
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