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Lingüística APUNTE 6 SOBRE LOS PRONOMBRES SE

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Instituto Superior de Formación Docente Nº 807 “Perito F. Moreno”
Sistema de la Lengua Española II
Prof. Bárbara del Prato
APUNTE Nº 6
TEMA: Panorama descriptivo de los tipo de se en español
El pronombre se al combinarse con distintos verbos asume muy variadas significaciones.
En razón de ello, deberán reconocérsele distintas funciones y asignársele descripciones
gramaticales diferenciadas. Intentaremos, pues, en lo siguiente dar cuenta de las razones
que motivan esa diversidad y de los posibles modos de establecer representaciones
sintácticas.
I. PROPIEDADES DE SE COMO UNIDAD GRAMATICAL.
Corresponde en principio reconocer que se es un pronombre personal clítico. La razón para
esa afirmación es de naturaleza sintáctica, ya que ocurre en alternancia con los otros
pronombres personales clíticos.
Lo que, en principio parece distinguirlo de todos los demás es la indiferenciación o
subespecificación de valores flexivos. Veamos.
1. Género: se no tiene flexión de género.
(1) María se peina
Juan se afeita
2. Número: se no tiene flexión de número
(2) El chico se enojó.
Los chicos se enojaron.
3. Persona: en algunos usos no hay alternancia posible de persona, como en los de (3)
(3) Aquí se trabaja mucho
*Aquí yo me trabajo mucho/vos te trabajás mucho.
En otros usos, en cambio, sí la hay, como en los de (4).
(4) Yo me voy/ yo me parezco a…
Vos te vas/ vos te parecés a…
Él se va/él se parece a…
Aún en contextos como estos, no obstante, pueden encontrarse usos sin alternancia, si bien
han sido tradicionalmente considerados como erróneos. Aportamos ejemplos atestiguados.
(5) …que allá en el horno se vamo a encontrar (Tango Cambalache)
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Todos dicen que se parezco a vos (Camila, 5 años)
Una Gramática descriptiva, y no normativa, debe considerar estos fenómenos: su única
explicación es que para los enunciadores de los mismos, se no tiene flexión de persona. El
primer tipo de ejemplo, por lo demás, supo ser muy frecuente unas décadas atrás en
Argentina.
4. Caso: en algunos ejemplos, en que se alterna con lo/la, y en otros en que alterna con le,
puede decirse que asigna caso acusativo o dativo, respectivamente, como en (6)
(6) Juan lo peina/ Juan se peina
Juan le compró un libro/ Juan se compró un libro.
En otros ejemplos, en cambio, la presencia de se no asigna ningún caso, o incluso, podría
decirse, parece impedir su asignación, como en (7)
(7) Se espera a los contrayentes.
La ausencia de valores para el género y número, y las fluctuaciones para la persona y el
caso, impiden reconocer significados básicos que el pronombre se aportaría por sí a todos
los enunciados en que entra. Esta carencia de valores constituye, precisamente, la base de
su flexibilidad y de la diversidad de sus usos.
II. LOS USOS DE SE.
Comenzaremos por la clasificación más aceptada hasta el momento y luego trabajemos la
clasificación siguiendo un criterio pedagógico que nos permita seleccionar los casos más
claros de los menos claros
La clasificación más difundida es
 Se reflejo
 Se cuasi reflejo
 Se anticausativo
 Se pasivo
 Se impersonal
 Se espurio
Pasaremos, a continuación revista a cada uno de ellos
1. SE REFLEJO O REFLEXIVO
CASUÍSTICA
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Los empleos del se reflexivo se ilustran con un ejemplo como el de (1).
(1) Juan se peina
Para dar cuenta de este uso es útil construir una alternancia con (2)
(2) Juan lo peina.
Las formas en alternancia suponen, en principio, interpretaciones diferentes. En nuestro
caso es la siguiente: la estructura argumental diádica y transitiva del verbo peinar, se
satisface en (2) con dos referencias diferentes; en (1), en cambio, con una sola. O sea: en (2)
hay referencia a dos personas; en (1) a una sola. El nombre reflejo intenta cifrar este sentido:
como si la acción revirtiera sobre el mismo agente. La posible flexión de género y número
de lo, así como la rigidez flexiva de se, contribuyen, respectivamente a los dos efectos
diferentes que se advierten entre (1) y (2). Podría hipotetizarse, incluso, que la
interpretación de se surge a partir de su contraste con lo. El pronombre reflexivo, por otra
parte, está en todas las personas
REPRESENTACIÓN SINTÁCTICA
Los análisis de (1) y (2), en consecuencia, deberían ser semejantes, y así, se ocupará la
posición F2, y su función puede pensarse también en relación con la asignación de caso
acusativo. Dado que el verbo es diádico transitivo, las dos posiciones argumentales
deberían llenarse para ambos ejemplos y sólo cambiaría el sistema de correferencialidades,
lo que expresaremos a través de índices, como sabemos.
(3) Juani loj peina j
Juani sei peina i
El paralelismo entre ambos esquemas se da también si la posición <y> se llena con material
fónico.
(4) Juani loj peina al nenej
Juani sei peina a sí mismoi
Con la presencia de se la única posibilidad de llenar la posición <y> es a través de la
expresión pronominal (no clítica) sí mismo. Esta característica es una señal de este uso y
puede usarse como prueba del mismo.
Todo lo anterior vale también para un ejemplo como el siguiente, con su respectivo
contraste.
(5) Juan se trajo un mate de El Bolsón
Juan le trajo un mate de El Bolsón.
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La única diferencia aquí es que la posición es F3. En todo lo demás valen las
consideraciones anteriores.
Una lectura especial del caso reflejo, la constituyen los recíprocos, como en (6).
(6) Juan y María se aman.
En este caso, la reflexividad se interpreta de manera cruzada: Juan ama a María y María
ama a Juan. Se trata de una auténtica interpretación refleja, no obstante, porque no hay una
nueva referencia fuera de la ya expresada en el sujeto de la oración. Por lo demás, siempre
se halla disponible la interpretación directa estricta. Juan ama a Juan y María ama a María.
La condición, como puede deducirse del ejemplo, para el surgimiento de las
interpretaciones recíprocas es la interpretación plural del SD sujeto.
2. SE CUASI REFLEJO
CASUÍSTICA.
Ciertos verbos de cambio de estado físico se comportan con se de manera muy semejante a
los que acabamos de considerar. Veamos un ejemplo.
(1) La mamá acostó al bebé.
La mamá se acostó.
Otros verbos de comportamiento semejante son: parar, sentar, recostar, etc.
Una diferencia respecto de los reflejos es la imposibilidad de llenar la posición <y> con la
forma pronominal sí mismo y, consiguientemente, la imposibilidad de interpretar estos
predicados como acciones que el agente ejerce sobre sí mismo. De ahí también el nombre
de cuasi reflejos.
Un paso más de diferenciación respecto de los reflejos se da con los verbos de cambio de
estado psicológico. Esa diferencia no se advierte en casos como los de (2)
(2) El artista emocionó al público.
El artista se emocionó.
pero sí se advierte en verbos como arrepentirse, en los que no se verifica una alternancia
como las que hemos visto hasta aquí. No se da con ellos la contrapartida transitiva, y ello es
así porque no hay un verbo *arrepentir.
Todos los verbos como arrepentirse, que no tienen contrapartida transitiva se consideran
cuasi reflejos inherentes.
Los verbos de cambio de estado psicológicos permiten además una transformación como la
siguiente.
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(3) El artista emocionó al público.
El público se emocionó.
Puede verse que hay una estrecha conexión semántica entre los significados de las dos
oraciones de (3): la primera implica a la segunda; es decir: si la primera es verdadera, la
segunda también (la inversa, en cambio no se da).
Ello no se da con los verbos de cambio de posición, como se ve en (4).
(4) La mamá acostó al nene.
El nene se acostó.La principal diferencia entre la alternancia de (3) y la de (4) es que en la segunda queda
involucrado siempre un sentido de agentividad del sujeto y se entiende entonces que en la
primera es el agente la mamá en una y el nene en la otra: las oraciones describen
situaciones diferentes. No se da así en (3): el público, en la versión con se, mantiene su rol
de Experimentante.
Esto nos llevaría a descubrir que los predicados de cambio de estado físico se asemejan en
algunos aspectos a los reflejos. El mismo cambio de agentividad que señalamos en (4) se da
en (5) con un se reflejo.
(5) Juan peina al nene.
El nene se peina.
Los casos de verbos de cambio de estado psicológico, por su parte, se asemejan mucho a
los de anticausatividad que consideraremos en el apartado siguiente.
Agreguemos para concluir que dentro del grupo de los cuasi reflejos inherentes se incluyen
también aquellos verbos que tienen contrapartida transitiva pero que entre la variante
transitiva y la variante con se hay una diferencia de significado tal que nos debe llevar a
clasificarlos como verbos diferentes. Ejemplo de ellos son los siguientes pares.
(6) acordar/acordarse
encontrar/encontrarse
hallar/hallarse
volver/volverse
poner/ponerse
parecer/parecerse
REPRESENTACIÓN SINTÁCTICA
En el caso de los cuasi reflejos de cambio físico el se se ubica en F2 y bloquea argumento
< y> El argumento visible es un <x> agente que realiza un cambio físico. Por ello
podemos tener tanto:
(7) El nene se acostó.
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La madre se acostó.
El verbo solo proyecta su argumento <x> agente. El pronombre se encuentra en todos las
personas.
En el caso de los verbos cuasi reflejos de cambio psicológico el se se ubica en F2 pero
puede alternar con un verbo diádico causativo:
( 8) El artista emocionó al público.
El público se emocionó.
En este caso la causa externa del cambio no se pronuncia y puede interpretarse que el
cambio psicológico del argumento <y> ocurre solo.
También se encuentra en todas las personas.
Por último, los verbos de se inherente, también llamados pronominales, no
presentan contrapartida transitiva, y, por ello, no puede hablarse de reducción de la
estructura argumental. La presencia de se implica en estos casos una ventana de interés
cognitivo que sólo enfoca la relación entre el verbo y el argumento al que le asigna Caso
Nominativo. Por lo expuesto el clítico podrá ubicarse en F2, lo que explicaría la
proyección incompleta del verbo, ya que para un segundo argumento deberá este unirse a
su núcleo por medio de una preposición que le asigne Caso.
3. SE ANTICAUSATIVO
CASUÍSTICA
Partamos de un ejemplo típico.
(1) El calor derritió el hielo.
El hielo se derritió
El segundo ejemplo del par puede interpretarse como una contrapartida intransitiva que
reduce la estructura argumental del verbo derretir, bloqueando la ocurrencia del argumento
<x>. La generalización que puede hacerse para los anticausativos es que este argumento
posee como rol temático una CAUSA, aquello que tiene rasgos de [-animado – humano], lo
que motiva el nombre de anticausativo, precisamente.
Los verbos que permiten la transformación CAUSATIVA/ANTICAUSATIVA tienen un
sentido de CAUSA INTERNA, es decir, un proceso que se desenvuelve en el segundo
argumento <y> y que resulta concomitante de la acción ejercida por la causa externa. Este
sentido es totalmente necesario y por eso sin él no hay transformación anticausativa. Es por
este sentido que la selección por parte de un hablante de la forma anticausativa lleva a
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interpretar que el cambio de estado ocurrió en razón de ese proceso interno solamente;
puede reflejarse tal interpretación en una paráfrasis: el hielo se derritió solo.
No obstante ello, una de las características de la alternancia anticausativa es que el
argumento bloqueado puede ser recuperado como adjunto.
(2) El hielo se derritió con el calor/por el calor
REPRESENTACIÓN SITÁCTICA
En este caso el se deberá colocarse bloqueando F2 de manera que sus consecuencias son
dos:
(i) La reducción del argumento <x>
(ii) La imposibilidad de asignar caso ACU al argumento <y>
De este modo el argumento <y> se halla en condiciones de recibir el caso NOM disponible
en F1.
4. SE PASIVO
CASUÍSTICA
Una alternancia típica de este uso es el siguiente.
(1) El consejo aprobó el proyecto
El proyecto se aprobó
La pasiva con se es una alternativa ante la otra pasiva de ser + participio, que estudiaremos
un poco más adelante, y que también podría aplicarse en nuestro ejemplo, como se ve en
(2).
(2) El proyecto fue aprobado.
Una diferencia de distribución entre ambas es que sólo esta última pasiva permite la
recuperación del agente a través de una posición de adjunto, como se ve en el contraste de
(3).
(3) El proyecto fue aprobado por el consejo.
*El proyecto se aprobó por el consejo.
Esta diferencia permite arriesgar la hipótesis de que en la pasiva con se no hay efectiva
reducción de la estructura argumental.
A diferencia de todos los casos anteriores el se pasivo pronominal sólo puede darse en 3ª
persona. El proceso sintáctico es similar al de los anticausativos. La operación puede
describirse en términos de una proyección incompleta del verbo que reduce su ventana a
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la relación del verbo con el argumento Y del correspondiente verbo diádico transitivo y el
argumento no dicho es el primero es decir el argumento <x>
Este argumento también posee el rol temático de Agente lo que se demuestra mediante la
pruebas de agentividad en la contrapartida transitiva.
(4) El consejo aprobó el proyecto con todo cuidado / para su reglamentación/ a
propósito de las necesidades imperantes.
Y su alternancia intransitiva con se.
(5) El proyecto se aprobó para reglamentar la actividad
Es decir, admite Circunstanciales de Fin que pueden dar cuenta de los rasgos de Control e
intención que posee la semántica del verbo. Como así también excluye por la misma razón
la interpretación de que el proceso no ocurrió por sí mismo
(6) *El proyecto se aprobó solo
En tal sentido es necesario recalcar que este se pasivo, no bloquea la proyección sintáctica
completa, pero sí evita que el argumento <x> sea efectivamente pronunciado. Es decir, que
la posición deberá ser llenada por un vacío obligatorio. El efecto de interpretación es que el
vacío del argumento <x> puede ser interpretado contextualmente, y su ausencia, como
una estrategia intencional del hablante que se supone que no sabe quién es, o que no quiere
decirlo; o bien, que no importa decirlo. A continuación un ejemplo de un posible uso en
contexto discursivo.
(7) El Consejoi se reunió para el tratamiento de los temas la semana pasada. El
proyecto se aprobó Øi en dicha sesión
La interpretación contextual del argumento <x> bloqueado puede demostrarse mediante su
recuperación como adjunto en la pasiva perifrástica como complemento agente.
(8) El proyecto fue aprobado por el consejo.
Pero no es aceptable su recuperación como adjunto con el se pasivo.
(9) El proyecto se aprobó *por el consejo/ *con el consejo.
REPRESENTACIÓN SINTÁCTICA
Dado que el argumento <x> se representa pero es un vacío obligatorio Ø, que no requiere
caso, y que se ha bloqueado la asignación de caso ACU al argumento <y>, este puede
recibir el caso NOM disponible en la F1como lo prueba la concordancia entre este y la
flexión verbal.
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En este uso se además impide que el verbo pueda variar en persona y sólo puede aparecer
en 3ra. Puede variar no obstante el número, como se ve a continuación.
(10) El proyecto se aprobó
Los proyectos se aprobaron.
Dadas las semejanzasde comportamiento con el uso anticausativo, ubicamos a se también
en F2.
Las diferencias entre anticausativo y pasivo son que el anticausativo proviene de un verbo
causativo y reduce la estructura argumental; el pasivo, en cambio, proviene de un verbo
agentivo (o de experimentante) y no reduce la estructura argumental: sólo impide su
ocurrencia fónica.
5. SE IMPERSONAL
Los ejemplos de se impersonal son los siguientes:
(1) Se trabaja mucho aquí
A los novios se los saludará en el atrio
CASUÍSTICA
Los efectos de este empleo son, desde el punto de vista interpretativo, semejantes a los del
uso pasivo. La presencia de se permite al hablante generar una estructura que tiene
bloqueada la pronunciación del primer argumento, aunque la estructura argumental
originaria subsiste. El efecto, como en el caso anterior, es discursivo: el argumento puede
ser desconocido por el enunciador, o intenta esquivar la referencia, o es poco relevante para
la comunicación. Hay un efecto semántico que diferencia en cierta medida al impersonal
del pasivo, y es que este último suele ser más fácilmente recuperable del contexto mediante
una coindización con un elemento del contexto discursivo o situacional. El impersonal, en
cambio, se usa también en casos en que eso no es tan fácil, e incluso, innecesario o
imposible. Surge así una interpretación genérica y se da cuando el vacío obligatorio no
puede recuperar su referencia en ningún contexto. A esa manera de referencia suele
denominársela arbitraria.
Por lo general este se aparece con verbos agentivos como los de los ejemplos de (1).
También se da frecuentemente con verbos de Experimentante.
REPRESENTACIÓN SINTÁCTICA
La diferencia más sustancial, pues entre pasivo e impersonal es sintáctica.
Como se ve en el primer ejemplo de (1), por tratarse de un verbo monádico, al bloquearse
la pronunciación del argumento <x>, la oración se ha quedado sin la posibilidad de
expresar un SD con función de sujeto.
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En el segundo ejemplo de (1), en cambio, por tratarse de un verbo diádico, queda la
posibilidad de un segundo argumento; como este argumento recibe caso acusativo (la
presencia de la preposición a y la concordancia con el clítico lo muestran), tampoco esta
oración puede tener un SD sujeto.
En síntesis: una oración impersonal es una oración que no tiene un SD sujeto. Las oraciones
pasivas de todo tipo, en cambio, sí tienen sujeto.
Por último cabe decir que el se impersonal no solo tiene fija la persona (como el pasivo)
sino también el número, que no puede ser otro que el singular. La co-ocurrencia de se con
una tercera persona fija en el verbo, puede entenderse como anulación de la tercera
persona para pasar a significar persona defectiva , o más directamente no persona. Esto
traería como consecuencia el bloqueo para expresar el primer argumento verbal mediante
un SD pleno, y, en consecuencia, esa posición deberá llenarse con una categoría
obligatoriamente vacía.
Por todo lo expuesto, y como un modo de representar estas características, el se
impersonal se colocará en F1, en donde indica bloqueo de persona y número por lo tanto
no asignación del caso Nominativo. Si el verbo es originariamente transitivo, el segundo
argumento recibirá caso acusativo, ya que el se, en este caso, no lo bloquea.
6. SE ESPURIO
Se trata de un uso especial, en que el clítico se reemplaza el clítico le, bajo condiciones
como las que se ilustran a continuación.
(1) María le compró el libro a su hijo.
María se lo compró.
Esta sustitución solo ocurre en un único contexto: cuando el clítico dativo (le/les) debe
coocurrir con un clítico acusativo (lo/la/los/las) en entornos de verbos triádicos de
transferencia. Un filtro gramatical impide la construcción “le lo compró” y reemplaza a le
por se. La función de este se es consecuentemente similar a la del clítico le. El fenómeno
no es propiamente sintáctico, sino morfofonológico. La proyección del verbo está completa,
y, por ende, la versión con se no altera ni la estructura argumental, ni la ventana referencial.
REPRESENTACIÓN SINTÁCTICA
Por lo expuesto este se se ubicará en estructura morfofonológica, reemplazando al clítico
le de F3.