Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
7 Enfermedades metabólicas óseas Orientación MIR En este capítulo se estudian tres enfermedades: • Osteoporosis. Se debe recordar la actitud terapéutica y las características de los principales fármacos que se emplean, así como diferenciar una fractura vertebral osteoporótica de una tumoral. • Osteomalacia. Apartado poco importante. Hay que fijarse en su fisiopatología y saber reconocerla en un caso clínico. • Enfermedad de Paget. Conviene revisar foto de la enfermedad, diagnóstico y tratamiento. La naturaleza rígida del hueso hace pensar que se trata de una estruc- tura inerte, lo cual no es cierto. El hueso es un tejido dinámico que des- empeña una función tanto de sostén como metabólica. Todo ello, gracias a un proceso continuo llamado remodelado óseo (Figura 2.1), cuyas funciones fundamentales son: reparación de las fracturas y microfac- turas; adaptación del esqueleto a las necesidades mecánicas en cada momento y mantenimiento de la homeostasis de, entre otros, calcio, fósforo y magnesio. El remodelado es un proceso muy complejo y no conocido aún en su tota- lidad. De manera muy simplificada, consta de tres fases que, cuando se alteran, originan las enfermedades metabólicas óseas: 1. Fase de resorción. Las células implicadas son los osteoclastos y sus marcadores fundamentales, la hidroxiprolina urinaria y la fosfatasa ácida. 2. Fase de formación. Las células implicadas son los osteoblastos y su marcador, la fosfatasa alcalina. 3. Fase de mineralización. Está regulada, entre otros, por el osteocito, y están implicados en ella la vitamina D, el calcio y el fósforo. Micro�sura Osteoclastos Osteoblastos Figura 2.1. Remodelado óseo 2.1. Osteoporosis La osteoporosis es la enfermedad metabólica ósea más frecuente y se caracteriza por una reducción de masa ósea generalizada (menor forma- ción que resorción) y un deterioro de la arquitectura del hueso (disminu- ción del grosor cortical, así como del número y grosor de las trabéculas del hueso esponjoso). Esta situación condiciona un aumento de la fragilidad ósea y del riesgo de fractura. La Organización Mundial de la Salud emplea los valores de la densitome- tría ósea (DMO) (Figura 2.2) para definir diferentes conceptos (Tabla 2.1), siempre basándose en el valor de T-score (comparación del resultado con un adulto joven del mismo sexo). 75 0,2 0,4 0,6 0,8 -2,5 -1,0 1,0 1,2 76 77 78 79 Edad D M O T- sc or e Riesgo de fractura Sin aumento Con aumento Alta 80 81 82 83 84 85 Figura 2.2. Ejemplo de DMO T-score Interpretación Entre +1 y -1 DS Normal Entre -1 y -2,5 DS Osteopenia < - 2,5 DS Osteoporosis < - 2,5 DS + fractura por fragilidad Osteoporosis grave Tabla 2.1. Definiciones de masa ósea (DS = desviaciones estándar) La masa ósea se va incrementando a lo largo de la vida y adquiere su pico máximo entre los 25-35 años. A partir de este momento, se produce un descenso progresivo que hará perder aproximadamente un 0,7% de masa ósea al año. 02 8 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición Clasificación 1. Osteoporosis primaria o idiopática. Es la más frecuente. Aun- que aparece en ambos sexos con la edad, lo hace antes y es más frecuente en mujeres, puesto que se ve acelerada tras la menopausia. 2. Osteoporosis secundaria. En la Tabla 2.2 se enumeran algunas de las enfermedades y medicaciones asociadas con la disminución de masa ósea. Enfermedades endocrinológicas y metabólicas Hipogonadismo, hiperparatiroidismo, hipercorticismo (exógeno o endógeno), hipertiroidismo, hipofosfatasia Asociada a otras enfermedades metabólicas Enfermedades genéticas Osteogénesis imperfecta (MIR 10-11, 71), homocistinuria, síndrome de Ehlers-Danlos, síndrome de Marfan Enfermedades reumatológicas Artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, lupus eritematoso sistémico Fármacos Corticoides (MIR 14-15, 94; MIR 13-14, 160; MIR 09-10, 83), anticoagulantes, anticonvulsivos, antiestrógenos, ciclosporina, litio Otras Escorbuto, déficits nutricionales, mastocitosis sistémica, enfermedades pulmonares crónicas, insuficiencia renal Estilo de vida Alcoholismo, fumadores, inmovilización Tabla 2.2. Causas de osteoporosis secundaria Recuerda ➔ La causa más frecuente de osteoporosis es la primaria. ➔ La osteogénesis imperfecta es una enfermedad genética que pro- duce un descenso difuso de la densidad ósea y se manifiesta por frac- turas. Se diagnostica mediante biopsia ósea. Manifestaciones clínicas La osteoporosis por sí sola no produce ningún síntoma, estos aparecen cuando se presentan fracturas. Hay que tener muy presente que la apa- rición de fracturas por fragilidad afecta a la calidad de vida del paciente (dolor y pérdida de autonomía) y puede aumentar también la mortalidad sin olvidar el coste social y sanitario asociado. En cuanto a su localización, se distinguen las siguientes: • Las fracturas más frecuentes son las vertebrales, y pueden ser espontáneas o aparecer tras un traumatismo de bajo impacto. Habi- tualmente aparecen entre D7 y L2 (hay que sospechar origen tumo- ral por encima de D6), y suelen ser anteriores generando deformidad en cuña.Pueden ser asintomáticas o manifestarse como un dolor de espalda de inicio agudo con irradiación frecuente hacia el abdomen en cinturón y una duración variable que puede llegar a ser de hasta 4-6 meses. La consecuencia más inmediata es la disminución de la talla y el desarrollo de cifosis dorsal. • La fractura de cadera (cuello femoral, inter o pertrocantérea, subtro- cantérea o diafisaria) precisa hospitalización e intervención quirúrgica en casi todos los casos. Según las series, la fractura de cadera implica el fallecimiento del 20% de los pacientes en los primeros 3-6 meses. • Las fracturas en húmero y antebrazo suelen tener una mejor cura- ción con menor morbimortalidad. Recuerda ➔ La osteoporosis es una enfermedad asintomática hasta que apare- ce la fractura, siendo la fractura vertebral la más frecuente. ➔ Las fracturas por fragilidad se asocian con un aumento de la mor- bimortalidad, la fractura de cadera es la que implica una mayor mor- talidad. Diagnóstico A. Consideraciones generales • Las indicaciones de la realización de un estudio hoy en día son muy controvertidas, sobre todo por la ausencia de una técnica senci- lla y exacta para diagnosticar la osteoporosis. • Se dispone de la DMO que es la técnica de elección por su bajo coste, fácil acceso y ausencia de daño al paciente. No obstante, tiene varios problemas, como verse interferida por diversas situaciones (delgadez, artrosis, presencia de prótesis…) o medir solo la densidad ósea y no la acti- vidad del remodelado óseo. Es una técnica poco sensible para predecir fracturas, por lo que no se recomienda de forma siste- mática en las pacientes durante la menopausia. La DMO que se realiza en el estudio de osteopo- rosis es la de columna lumbar y la de cadera. La de antebrazo no está indicada de rutina, sólo en aquellos pacientes en los que no pueda realizarse en otras localizaciones o en casos de hiperparatiroidismo. • La radiología convencional es un método poco sensible, puesto que se precisa una pérdida mayor del 30% de la masa ósea para que se detecte, aunque sí permite ver la presencia de fracturas o de acuña- mientos vertebrales (Figura 2.3). • La prueba que permitiría diagnosticar con certeza una osteoporosis sería la biopsia ósea que, en esta enfermedad, se emplea sólo con fines de investigación. B. Indicaciones de estudio Las indicaciones de realización de un estudio de la densidad ósea actual- mente serían: • Fractura por fragilidad. • Presencia de dos o más factores de riesgo de fractura: 1. Pacientes mayores de 65 años. 2. Índice de masa corporal menor de 20. 3. Antecedente materno de fractura de fémur. 4. Uso de glucocorticoides (> 5 mg/día de prednisona o equiva- lente durante al menos 3 meses). • Presencia decausas de osteoporosis secundaria. Figura 2.3. Múltiples aplastamientos vertebrales dorsales en paciente con osteoporosis. Se observa, como hallazgo casual, un gran aneurisma de aorta 9 02. Enfermedades metabólicas óseas. RM En pacientes con alto riesgo de fractura NO hay que retrasar el inicio del tratamiento por el estudio de osteoporosis. Primero se iniciará el trata- miento y después se realizará el estudio. C. Herramientas diagnósticas • Historia clínica completa recogiendo datos demográficos y factores de riesgo. • Exploración física buscando deformidades y registrando peso y talla. • Estudio de las pruebas de imagen que tenga realizadas el paciente (fracturas, acuñamientos…). • Analítica completa con sistemático de sangre y bioquímica (incluir calcio, fósforo, fosfatasa alcalina, función renal, VSG proteinograma, vitamina D y PTH) para poder realizar un adecuado diagnóstico dife- rencial (Tabla 2.3). • DMO de cadera, de cuello femoral o de columna lumbar. La densito- metría de antebrazo sólo se emplea cuando las anteriores no pueden ser usadas (prótesis, placas, clavos...) (MIR 18-19, 33). • Índice FRAX si es necesario (Figura 2.4). Es una herramienta web que permite predecir el riesgo absoluto de fractura osteoporótica de cadera en ambos sexos a 10 años combinando factores clínicos de riesgo, con o sin la DMO. Cada país establece su punto de corte. Su objetivo es ayudar a la toma de decisiones respecto al tratamiento farmacológico, pero hay mucha controversia en cuanto a su aplicabi- lidad en la práctica clínica. Figura 2.4. Índice de FRAX Diagnóstico diferencial El diagnóstico diferencial (Tabla 2.3) se debe realizar con aquellos proce- sos que produzcan pérdida de masa ósea y fracturas, y con las causas de osteoporosis secundaria (Tabla 2.2). Mieloma VSG aumentada, hipercalcemia, componente monoclonal en suero y orina Osteomalacia Hipocalcemia, hipofosforemia y aumento de la FA Líneas de Looser-Milkman Metástasis óseas VSG aumentada, afectación del pedículo y arco posterior. Fundamentalmente por neoplasias de pulmón, mama, próstata, riñón y aparato digestivo Enfermedad de Paget Elevación de los parámetros de resorción y formación ósea. Gammagrafía Tabla 2.3. Diagnóstico diferencial de la osteoporosis Tratamiento A. Algoritmo de decisión e indicaciones de tratamiento (Figura 2.5) En primer lugar, se valorará la presencia de factores de riesgo de fractura mediante los datos obtenidos a través de la historia clínica. La exploración física y las pruebas de imagen, si se dispone de ellas. • Riesgo de fractura elevado. Directamente se realizaría tratamiento farmacológico, el estudio se podría realizar a posteriori sin retra- sar, en ningún caso, el inicio del tratamiento (MIR 16-17, 195; MIR 15-16, 229; MIR 13-14, 160; MIR 09-10, 83). No existe un listado concreto que nos indique qué pacientes presentan alto riesgo de fractura, pero, para el examen MIR, se puede resumir en tres cir- cunstancias: - Fractura por fragilidad vertebral o en cadera en pacientes mayo- res de 50 años, o en otras localizaciones si además asocian un T-score < -1 DS. - Presencia de un T-score < -2,5 DS en columna o cadera, pero teniendo en cuenta otros factores de riesgo (edad, sexo, antece- dentes y comorbilidades y cifra de la DMO). - Uso crónico de corticoides. • Riesgo de fractura bajo o intermedio. Se deben valorar las indica- ciones de la realización de estudio (véase Diagnóstico). Si no está indicado (p. ej., mujer en la perimenopausia sin ningún otro factor asociado), no sería preciso realizar un estudio, se darían reco- mendaciones generales. Si el cribado está indicado: analítica y DMO. De esta forma, se estable- cerá de nuevo el riesgo de fractura de una forma más exacta. - Riesgo bajo: recomendaciones generales. - Riesgo alto: medidas generales y tratamiento farmacológico activo. Exploración física Historia clínica Radiografías ¿Tiene alto riesgo de fractura?Sí No ¿Tiene indicación de estudio? NoSíAnalítica + DMO/FRAX Alto riesgo Bajo riesgo + Tratamiento farmacológico Medidas generales Figura 2.5. Algoritmo de decisión en osteoporosis, indicaciones de tratamiento 10 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición B. Medidas generales Se basan en tres pilares: 1. Reducir los factores de riesgo: abandonar el tabaco, moderar el consumo de alcohol, realizar ejercicio de impacto de manera habitual (MIR 11-12, 74) y asegurarse una adecuada exposición al sol. 2. Prevención de caídas: adecuar el entorno del paciente, identificar fármacos que puedan aumentar su riesgo y corregir déficits visuales. 3. Aconsejar una alimentación adecuada con suficiente aporte de calcio (800-1.200 mg/ día), vitamina D (800 UI/día) y proteínas. Si el paciente no alcanza las necesidades mínimas, se proporcionarán suplementos en forma de calcio con vitamina D. En pacientes con hipercalciuria sin antecedentes de cólicos nefríticos cálcicos, en lugar de administrar calcio en suplementos, es posible pautar tiazidas, puesto que corrigen la hipercalciuria (MIR 12-13, 135). C. Tratamiento farmacológico • Antirresortivos: - Bifosfonatos (alendronato, risedronato, zoledronato, ibandro- nato). Son análogos del pirofosfato inorgánico y potentes inhibi- dores de la resorción ósea. Disminuyen la aparición de fracturas vertebrales y del cuello de fémur. Se pueden administrar vía oral o intravenosa en pauta diaria, semanal, mensual o anual. › Efectos secundarios: · Frecuentes. Gastrointestinales (esofagitis, gastritis), mialgias y dolor óseo. La administración intravenosa se asocia a síndrome pseudogripal. · Raros: 1) Osteonecrosis de mandíbula. Aparece tras un procedimiento dental donde se manipule el hueso. La mayoría de los casos descritos se producen en pacientes oncológicos en los que los bifosfonatos se emplean para el tratamiento de la hipercalce- mia tumoral o de las metástasis óseas (con dosis más elevadas y administración intravenosa) siendo raro, aunque no excepcional en osteoporosis (MIR 20-21, 116; MIR 19-20, 180; MIR 11-12, 165; MIR 10-11, 134; MIR 09-10, 128). 2) Fractura atípica de fémur. Fracturas que suceden en la localización habitual, pero con un aspecto diferente (línea transversal u obli- cua, puede afectar ambas corticales...) - Modificadores selectivos de los receptores estrogénicos o SERM (raloxifeno, tamoxifeno y bazedoxifeno). Actúan redu- ciendo el remodelado. Previenen las fracturas vertebrales, no de cuello femoral. El raloxifeno reduce la incidencia del cáncer de mama sin incremento en el riesgo de cáncer de útero (a diferen- cia del tamoxifeno). Su uso es excepcional. › Efectos secundarios. Incrementan el riesgo de enfermedad tromboembólica, el raloxifeno aumenta la sintomatología del climaterio (especialmente si se administra en los 2 años siguientes a la menopausia). - Denosumab. Anticuerpo monoclonal humano inhibidor del RANK ligando que inhibe la formación, la función y la super- vivencia de los osteoclastos, disminuyendo la resorción ósea. Previene fracturas vertebrales y no vertebrales. Administración subcutánea semestral. › Efectos secundarios raros. Osteonecrosis de mandíbula (MIR 17-18, 123) y la fractura atípica de fémur, igual que los bifosfonatos. • Osteoformador: PTH. Se utiliza la forma recombinante del fragmento aminoterminal 1-34 de la hormona (teriparatida) por su efecto paradó- jico osteoformador cuando se administra en bolos diarios. Este efecto dura un máximo de 24 meses, después es preciso cambiar el fármaco. Es eficaz para fracturas vertebrales y de cuello de fémur. Administra- ción subcutánea diaria. • Combinado (antirresortivo y osteoformador): ranelato de estroncio. Actúa de forma dual, aumentando la formación y disminuyendo la resorción. Actualmente, su uso está restringido por el aumento del riesgo cardiovascular. • Otros tratamientos. Cuandola osteoporosis es secundaria, hay que tratar la enfermedad desencadenante (por ejemplo, si existe un hipo- gonadismo se tratará con terapia hormonal sustitutiva). • Futuros tratamientos. Hay una serie de fármacos que se encuentran en fases muy avanzadas de investigación (ensayos fase III o más), y que se espera estén disponibles próximamente. - Romosozumab. Anticuerpo monoclonal antiesclerostina con potencial efecto osteoformador. - Terapia combinada. Se están realizando estudios combinando teriparatida con un fármaco antiresortivo (bifosfonato o denosu- mab) con buenos resultados hasta el momento. D. Elección del fármaco La selección de un fármaco u otro dependerá de las características de cada paciente, aunque en general el patrón de elección será el siguiente: • Bifosfonato. Son los fármacos más utilizados y habitualmente la primera línea de tratamiento en osteoporosis postmenonpáusica vía oral en pauta semanal. Si existe reflujo, problemas de adherencia al tratamiento o alto riesgo de fractura, se puede optar por zoledronato (intravenoso en pauta anual). • Denosumab. Mujeres postmenopáusicas con alto riesgo de fractura y pacientes con insuficiencia renal. • Teriparatida. Osteoporosis grave durante un máximo de dos años. • SERM (raloxifeno). Mujeres postmenopáusicas jóvenes con escaso riesgo de fractura extravertebral. • Ranelato de estroncio. Alto riesgo de fractura en pacientes con imposibilidad para utilizar otros fármacos. E. Tratamiento de las fracturas producidas por osteoporosis • Fracturas de cadera. Generalmente requieren tratamiento quirúr- gico asociado al rehabilitador. • Fracturas vertebrales. Se tratan con analgesia y reposo, cuando hay dolor; se puede indicar un corsé. La inyección percutánea de cemento artificial (vertebroplastia) logra mejoría del dolor, pero aumenta el riesgo de fractura de las vértebras inmediatamente superiores e infe- riores, por lo que su uso en osteoposrosis es limitado. Recuerda ➔ La primera línea de tratamiento habitualmente son los bifosfonatos. Siempre que se pauten corticoides (dosis medias-altas durante más de 3 meses) a un paciente, se debe asegurar una ingesta adecuada de calcio y vitamina D asociando bifosfonatos. 11 02. Enfermedades metabólicas óseas. RM 2.2. Raquitismo y osteomalacia La osteomalacia es una enfermedad caracterizada por un defecto en la mineralización ósea; cuando aparece en la infancia se denomina raqui- tismo y en este caso se altera también el cartílago del crecimiento. La mineralización requiere una concentración adecuada de calcio y fósforo; por ello las dos principales causas de osteomalacia son las alteraciones en el metabolismo de la vitamina D y el fósforo. Fisiopatología La Figura 2.6 resume el metabolismo de la vitamina D y la Figura 2.7 los cambios que aparecen en los pacientes con una osteomalacia por déficit de vitamina D. Receptores 1,25(OH)2 vitamina D Aporte exógeno Absorción digestiva Síntesis endógena (luz solar) Hidroxilación 25 25(OH) vitamina D Hidroxilación 1 Figura 2.6. Metabolismo de la vitamina D ↓ Vitamina D Resorción Absorción intestinal calcio Ca2+ Ca PTH Calciuria Ca2+ N o P PTH F. alcalina RTP* Calciuria Excreción fósforo (P ) + + Figura 2.7. Déficit de vitamina D La reducción de fosfato produce por sí misma osteomalacia, en estos casos no se observa hiperparatiroidismo secundario. Esta situación se debe a una disminución del fosfato extracelular. Puesto que el riñón es el principal órgano regulador de la homeostasis del fosfato, este tipo de osteomalacia suele asociarse a alteraciones a este nivel. Recuerda ➔ La sola disminución del fosfato en sangre provoca osteomalacia, sin necesidad de hiperparatiroidismo secundario. Etiología (Tabla 2.4) Déficit de vitamina D Aporte insuficiente Ingesta inadecuada, escasa exposición al sol (MIR 09-10, 77) Malabsorción intestinal Resección intestinal (MIR 12-13, 66), enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn... Alteraciones en su metabolismo Insuficiencia renal, insuficiencia hepática, tratamiento con anticonvulsivos (MIR 09-10, 77), raquitismo congénito tipo I (déficit de 25(OH)) o tipo II (defectos del receptor de la 1,25(OH)2 vitamina D) Déficit de fósforo Aporte insuficiente Ingesta inadecuada, abuso de antiácidos con aluminio Disminución de reabsorción tubular Raquitismo resistente a la vitamina D ligado al cromosoma X, osteomalacia hipofosfatémica resistente a la vitamina D de aparición en el adulto, acidosis tubular renal, ingesta de fármacos, síndrome de Fanconi Tabla 2.4. Causas de osteomalacia Manifestaciones clínicas • Raquitismo: - Deformidades óseas: abombamiento patológico del cráneo con ensanchamiento de las suturas (cráneo tabes); prominencia de las uniones condrocostales (rosario raquítico). Sin tratamiento aparecen deformidades en pelvis y extremidades, arqueándose la tibia, el fémur, el cúbito y el radio. - Fracturas patológicas. - Debilidad e hipotonía derivadas de la hipocalcemia, en casos graves puede existir tetania. - Trastornos del crecimiento. • Osteomalacia: - Deformidades óseas: muy raras hoy en día, incluirían el tórax en campana y el esternón en quilla, entre otras. - Fracturas patológicas: auténticas fracturas (por lo general, en el cuello de fémur) y pseudofracturas o líneas de Looser-Milkman (Figura 2.8) (bandas radiotransparentes que cruzan de forma perpendicular la cortical). - Lo más frecuente: dolor óseo, sordo y difuso que se exacerba a la palpación, así como debilidad muscular, sobre todo proxi- mal, afectando a cintura escapular y pelviana (con EMG y biopsia muscular normales). Recuerda ➔ La sintomatología más frecuente en la osteomalacia es el dolor óseo y la debilidad muscular. Es típico en la radiografía observar las pseudofracturas o líneas de Looser-Milkman. 12 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición Diagnóstico A. Laboratorio (Figura 2.7) • Sangre: calcio normal o bajo, fósforo bajo, fosfatasa alcalina y PTH altas (hiperparatiroidismo secundario), 25 (OH) D baja con 1,25(OH)2D normal o alta. • Orina: calcio bajo, fósforo alto con disminución de los receptores tubulares de fósforo. Las alteraciones analíticas no se establecen todas a la vez. Según el tiempo de evolución se podrá tener todas las alteraciones o sólo parcialmente. Al principio el calcio suele estar normalizado con el desarrollo del hiperparati- roidismo, y en fases muy precoces el fósforo en sangre es normal también (MIR 17-18, 159). Lo que primero aparece es la hiperfosfaturia que, tras un tiempo establecida, ocasiona la hipofosforemia. En los pacientes con insuficiencia renal crónica hay niveles normales de 25(OH)D y reducidos de 1,25(OH)2D, puesto que el problema está a nivel renal (segunda hidroxilación). Recuerda ➔ El parámetro bioquímico más útil en la osteomalacia es el descenso de 25(OH)D. Escápula Cadera y pelvis Peroné Metatarsianos Figura 2.8. Localizaciones más frecuentes de pseudofracturas de Looser-Milkman B. Radiología • Raquitismo. Las alteraciones más evidentes aparecen en el cartí- lago de crecimiento epifisario, que aumenta de tamaño, con forma de copa. • Osteomalacia. Se observan líneas de Looser-Milkman (Figura 2.8), y alteración de los cuerpos vertebrales (forma bicóncava, borrándose el patrón trabecular y dando un aspecto de vidrio esmerilado). C. Biopsia ósea Proporciona el diagnóstico definitivo (tejido osteoide de grosor aumen- tado, con un tiempo de desfase en la mineralización > 100 días, detectado mediante el marcaje con tetraciclinas). Sin embargo, en la mayoría de los hospitales no se puede realizar esta técnica, por lo que el diagnóstico debe ser clínico y analítico. Diagnóstico diferencial Es importante realizarlo con procesos que producen dolor óseo (metástasis óseas), debilidad muscular (miopatías), hipocalcemia (hipoparatiroidismo)o elevación de la fosfatasa alcalina (hepatopatías y otras osteopatías, como la enfermedad de Paget). Tratamiento En general, se basa en administrar vitamina D y/o fósforo si su déficit es la causa de la osteomalacia. Recuerda ➔ Si la osteomalacia es secundaria a una causa renal, se debe admi- nistrar la vitamina D en su forma activada 1,25(OH)2D3, puesto que no se puede realizar la segunda hidroxilación. 2.3. Enfermedad ósea de Paget La enfermedad de Paget es un trastorno esquelético crónico y focal de causa desconocida. Se presenta con mayor frecuencia en varones que en mujeres y la prevalencia aumenta con la edad. Su distribución geográfica es irregular, con fuerte tendencia a la agregación familiar (compatible con una herencia autosómica dominante o con un mecanismo multifactorial, con varios genes actuando de forma conjunta con agentes ambientales). En nuestro medio es la osteopatía más frecuente tras la osteoporosis con una prevalencia de un 1,2% en mayores de 55 años. La presencia de inclusiones virales (paramixovirus como el sarampión, virus respiratorio sincitial o del moquillo canino) en los osteoclastos de estos pacientes hace sospechar que una infección viral, que ocurriría en una edad temprana, y que podría producir la enfermedad en sujetos predispuestos genéticamente, al alterar la actividad de los osteoclastos. Fisiopatología Se distinguen tres fases en cada episodio de actividad: 1. Fase osteoporótica, osteolítica o destructiva. Se produce un aumento de actividad de los osteoclastos (se observa aumento de 13 02. Enfermedades metabólicas óseas. RM producción de IL-6 en los focos de la enfermedad, que puede contri- buir a la activación osteoclástica) y, por tanto, de la resorción ósea. 2. Fase mixta. La formación ósea se acopla a la resorción, aunque el hueso neoformado se deposita al “azar” y es diferente del hueso nor- mal. 3. Fase osteoblástica o esclerótica. Disminuye la actividad osteoclás- tica y aumenta la formación de hueso denso. El hueso afectado está aumentado de tamaño con mayor vascularización y susceptibilidad a la fractura o deformidad. Alteraciones de huesos del cráneo Alteraciones auditivas Alteraciones de las costillas y las vértebras dorsales Osteoporosis circunscritas en los huesos del cráneo e impresión basilar • Insu�ciencia cardíaca congestiva de alto gasto • Calci�cación endocárdica • Calci�cación de la válvula aórtica Alteraciones cardíacas • Hipercalcemia con hipercalciura Alteraciones renales Artrosis y dolor óseo Lesiones osteoscleróticas en el diploe craneal Sordera de conducción y neurosensorial Vértebras en marco Gammagrafía: afectación dorsal y costal intensa Estenosis del canal medular que predispone a neuropatías Cuerpos vertebrales cuadrados Imagen TC Tibia “en sable” y otras deformidades óseas Fracturas de estrés en las zonas de distensión Osteosarcomas (1%) Figura 2.9. Enfermedad de Paget 14 Manual CTO de Medicina y Cirugía, 12.ª edición Manifestaciones clínicas El 60% de los pacientes se encuentran asintomáticos, y el diagnóstico se realiza de forma casual por la elevación de los niveles de fosfatasa alcalina o por la aparición de alteraciones radiológicas características. En la Figura 2.9 y la Tabla 2.5 se presentan las manifestaciones clínicas cuando aparecen. La pelvis es la estructura ósea más afectada, seguida de la columna lumbo- sacra y dorsal, fémur, cráneo, tibia, costillas y clavícula. Manifestaciones propias de la enfermedad de Paget Dolor óseo (sordo, profundo, nocturno), deformidad ósea, aumento de calor local Complicaciones derivadas de la enfermedad de Paget Locales Artropatía secundaria Complicaciones neurológicas por compresión: pares craneales (sordera por VIII par), raíces nerviosas, medular Tumores óseos (osteosarcoma en < 0,5% de los pacientes, suele localizarse en fémur, húmero, cráneo, huesos de la cara y pelvis) Sistémicas Cardíacas: aumento del gasto (por aumento de retorno venoso secundario a la neoformación vascular, en pacientes con cardiopatía previa puede producir insuficiencia cardíaca) Calcificaciones Hipercalcemia, hiperuricemia Gota Tabla 2.5. Manifestaciones clínicas de la enfermedad de Paget Diagnóstico A. Laboratorio • Elevación en sangre: fosfatasa alcalina, fosfatasa ácida (no se suele determinar) y calcio (muy raro, sólo en casos de enfermedad muy activa). • Elevación en orina: hidroxiprolina, calcio (muy raro). B. Radiología (Figura 2.9, Figura 2.10 y Tabla 2.6) Figura 2.10. Aumento del fémur izquierdo, a expensas de engrosamiento de la cortical, y trabécula heterogénea compatible con enfermedad de Paget. Protrusión acetabular. También hay afectación de ambas ramas isquiopubianas Evolución de la lesión Fase lítica Imagen de V invertida en huesos largos, “osteoporosis circunscrita” en cráneo Fase mixta Engrosamiento cortical, rarefacción de trabéculas, aumento del tamaño del hueso Fase blástica Engrosamiento huesos largos, aumento de tamaño de los huesos (MIR 12-13, 104), áreas mixtas de esclerosis y líticas Imágenes características Engrosamiento del díploe con zonas algodonosas, vértebras en marco, vértebra de marfil, protrusión acetabular, incurvaciones y fracturas Tabla 2.6. Características radiológicas de la enfermedad de Paget Suelen coexistir lesiones líticas y blásticas (MIR 10-11, 17; MIR 10-11, 18). Para poder realizar un estudio de extensión de la enfermedad se emplea la gammagrafía con bifosfonatos marcados con Tc-99. El aumento del dolor y de la tumefacción, junto con un incremento exa- gerado de los niveles de fosfatasa alcalina, deben hacer sospechar osteo- sarcoma, para lo que resulta de gran utilidad la RM y la TC (confirmación mediante biopsia ósea). Tratamiento En una gran parte de los pacientes no es necesario realizar un tratamiento. Cuando está indicado, se emplean los bifosfonatos (zolendronato, el más usado) y se controla la respuesta mediante la medición de la fosfatasa alca- lina (MIR 16-17, 228). A. Indicaciones • Indicaciones claras: dolor óseo persistente, compresión nerviosa, deformidad ósea de progresión rápida que dificulta la marcha, insuficiencia cardíaca, hipercalcemia e hipercalciuria, fracturas óseas y preparación para cirugía ortopédica (para evitar sangrado quirúrgico). • Indicaciones dudosas (en prevención de futuras complicacio- nes): pacientes asintomáticos con datos de actividad bioquímica (ele- vación de fosfatasa alcalina) o localizaciones problemáticas (huesos de carga, áreas cercanas a articulaciones grandes, cuerpos vertebra- les, base del cráneo). Preguntas MIR ➔ MIR 20-21, 116 ➔ MIR 19-20, 180 ➔ MIR 18-19, 33 ➔ MIR 17-18, 123, MIR 17-18, 159 ➔ MIR 16-17, 195, MIR 16-17, 228 ➔ MIR 15-16, 229 ➔ MIR 14-15, 94 ➔ MIR 13-14, 160 ➔ MIR 12-13, 66, MIR 12-13, 104, MIR 12-13, 135 ➔ MIR 11-12, 74, MIR 11-12, 165 ➔ MIR 10-11, 17, MIR 10-11, 18, MIR 10-11, 71, MIR 10-11, 134 ➔ MIR 09-10, 77, MIR 09-10, 83, MIR 09-10, 128 15 02. Enfermedades metabólicas óseas. RM ✔ La osteoporosis se define como la pérdida de masa ósea igual o supe- rior a -2,5 DS, respecto a la masa ósea de sujetos jóvenes del mismo sexo. ✔ La forma más habitual de osteoporosis es la primaria. Como patologías secundarias que pueden producirla, son importantes las enfermedades endocrinas, las reumatológicas y algunos fármacos como los corticoi- des. ✔ El tratamiento actual de la osteoporosis incluye, sobre todo, los bifosfo- natos, el denosumab y la teriparatida. ✔ La enfermedad de Paget suele presentarse en ancianos y descubrir- se por alteraciones radiológicas en la estructura ósea o elevación de fosfatasa alcalina. Su extensión se puede conocer con la gammagrafía ósea. El tratamiento de elección en los pacientes sintomáticos son los bifosfonatos. ✔ La causa más frecuente de osteomalacia es el déficit de aporte de la vitamina D. El patrón bioquímico característicoes: hipocalcemia, hipo- fosfatemia e hiperparatiroidismo secundario, elevación de la fosfatasa alcalina y descenso de la 25(OH) vitamina D. Conceptos Clave ¿Cuál sería su actitud frente a una mujer de 60 años muy delgada, fu- madora y en tratamiento con acenocumarol, que acude a su consulta muy preocupada, habiendo sido remitida por su médico de Atención Primaria para valorar estudio de osteoporosis? 1) Tranquilizar a la paciente e indicarle que con su edad (< 65 años) no es preciso hacer nada en este momento, salvo asegurar un adecuado apor- te de calcio con la dieta y el ejercicio. 2) Iniciar tratamiento con teriparatida subcutánea, puesto que presenta un alto riesgo de fractura. 3) Tranquilizar a la paciente y solicitar un cribado de osteoporosis median- te DMO; si se confirma, iniciar tratamiento con bifosfonatos junto con recomendaciones generales. 4) A pesar de la edad de la paciente, ésta presenta varios factores de ries- go, por lo que solicitaría una analítica completa junto con una DMO. Si se confirma el diagnóstico, iniciaría tratamiento con bifosfonatos junto con medidas generales. RC: 4 Hombre de 86 años, con historia de dolor en rodilla derecha. En la ex- ploración, se observa que la pierna de ese lado es 3 cm más corta que la izquierda, y que la tibia está ligeramente arqueada. Las pruebas de laboratorio son normales, excepto una fosfatasa alcalina de 382 U/l (normal < 120 U/l). La radiografía de rodilla muestra cambios degene- rativos y la de la tibia constata el arqueamiento y revela una cortical engrosada, con zonas esclerosadas y radiotransparentes entremez- cladas. En la gammagrafía ósea, captan la rodilla y la tibia. Entre las siguientes, la opción terapéutica más apropiada es: 1) Antiinflamatorios no esteroideos. 2) Antiandrógenos. 3) Alendronato. 4) Calcio y vitamina D. RC: 3 Una mujer de 78 años presenta dificultad para subir escaleras y levan- tarse de una silla. Refiere anorexia y pérdida de 10 kg de peso desde un tiempo que no precisa. Ha estado deprimida desde el fallecimiento de su marido, saliendo poco de casa. En la exploración se observa una debilidad muscular señalada y dolor a la presión de la tibia. Las pruebas de laboratorio muestran calcio sérico 8,8 mg/dl (N: 8,5-10,5) con 4 g/dl de albúmina (normal); fósforo 2,2 mg/dl (normal 2,2-4,5); fosfatasa alcalina 312 U/l (N < 120). ¿Qué prueba diagnóstica, de las siguientes, hay que seleccionar para orientar la enfermedad? 1) 25 hidroxicolecalciferol. 2) 1,25 dihidroxicolecalciferol. 3) Prueba de supresión con dexametasona. 4) Creatina-cinasa. RC: 1 Casos Clínicos Recursos de la asignatura
Compartir