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1 UNIVERSIDAD CENTRAL DEL PARAGUAY FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD CARRERA DE MEDICINA TRABAJO PRÁCTICO DE MICROBIOLOGIA “Perspectivas Actuales sobre la Fiebre Amarilla” Ádria Thaís Barbosa Viana Ana Carolina Rodrigues Nascimento Soares Anderson dos Santos Josemara de Oliveira Menezes Talita Assis de Paula Pimenta Ciudad Del Este - Paraguay 2023 2 Ádria Thaís Barbosa Viana Ana Carolina Rodrigues Nascimento Soares Anderson dos Santos Josemara de Oliveira Menezes Talita Assis de Paula Pimenta "Perspectivas Actuales sobre la Fiebre Amarilla” Trabajo realizado por los estudiantes del 4ºB semestre de la carrera de medicina en la Universidad Central del Paraguay, para obtener la calificación en la disciplina de Microbiología II Profesor responsable: Dr. Carlos Javier Melgarejo Ocampos. Ciudad Del Este – Paraguay 2023 3 INDICE 1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..……...........4 2. OBJETIVOS…………………………………………………………………..……...................5 3. DESARROLLO…………………….…………………………………………………………….5 3.1 Aspectos clínicos de la enfermedad………………………………………………………6 4. CONCLUSION……………………………..………………………………….....……..…........9 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS..……………………………………....……………........10 4 1. INTRODUCCION La fiebre amarilla, una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos infectados, ha persistido como una preocupación de salud pública en varias regiones tropicales y subtropicales del mundo. Este agente patógeno, perteneciente al género Flavivirus, se manifiesta en dos ciclos de transmisión: selvático y urbano. La variedad selvática se encuentra principalmente en primates no humanos y mosquitos en áreas boscosas, mientras que el ciclo urbano involucra la transmisión entre humanos a través de mosquitos urbanos, representando un riesgo considerable para las poblaciones humanas en zonas endémicas.¹ Desde una perspectiva médica, la fiebre amarilla se caracteriza por su inicio repentino con síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas y vómitos. En casos graves, puede evolucionar hacia una fase tóxica con ictericia, hemorragias y disfunción orgánica múltiple, lo que lleva a una alta tasa de mortalidad. La identificación temprana de la enfermedad es esencial para su manejo, ya que no existe un tratamiento específico, y la vacunación preventiva sigue siendo la medida más eficaz para su prevención y control.² En el ámbito académico, la fiebre amarilla ha sido objeto de extensas investigaciones epidemiológicas, virológicas y de desarrollo de vacunas. Los esfuerzos se han centrado en comprender la dinámica de transmisión, la diversidad genética del virus, la eficacia de las vacunas existentes y el desarrollo de estrategias de prevención más accesibles y efectivas para las comunidades en riesgo. La colaboración interdisciplinaria entre médicos, epidemiólogos, virólogos y expertos en salud pública ha sido fundamental para enfrentar este desafío de salud global.³ A pesar de los avances en la comprensión y control de la fiebre amarilla, persisten desafíos significativos, incluida la falta de acceso a la vacunación en áreas vulnerables, la amenaza de brotes epidémicos y la necesidad continua de vigilancia epidemiológica para prevenir la propagación de la enfermedad. La fiebre amarilla sigue siendo un recordatorio contundente de la importancia de la investigación científica, la colaboración internacional y la implementación de estrategias de salud pública eficaces para abordar las enfermedades infecciosas emergentes y existentes.4 5 2. OBJETIVOS Objetivo general: Investigar y comprender integralmente la fiebre amarilla desde sus aspectos médicos, epidemiológicos y de salud pública, con el fin de contribuir al conocimiento y desarrollo de estrategias efectivas para su prevención, diagnóstico y manejo. Objetivos Específicos: 1. Analizar las manifestaciones clínicas y la progresión de la fiebre amarilla, identificando patrones y características distintivas de las diferentes etapas de la enfermedad. 2. Evaluar los métodos de diagnóstico disponibles para la fiebre amarilla, incluyendo pruebas de laboratorio y técnicas moleculares, para determinar su eficacia y aplicabilidad en entornos clínicos y epidemiológicos. 3. Investigar las estrategias de prevención y control de la fiebre amarilla, centrándose en la efectividad de la vacunación, el impacto de las medidas de control de vectores y la educación pública para reducir la incidencia y la propagación de la enfermedad en áreas endémicas. 3. DESAROLLO La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos infectados, perteneciente al género Flavivirus. Su compleja dinámica de transmisión involucra dos ciclos distintos: el selvático, presente en primates no humanos y mosquitos en áreas boscosas; y el urbano, donde se da la transmisión entre humanos a través de mosquitos urbanos, representando un riesgo significativo para las poblaciones en zonas endémicas. Esta dualidad en su ciclo de vida ha desafiado los esfuerzos de control y prevención.³ Desde una perspectiva médica, la fiebre amarilla se manifiesta con síntomas iniciales inespecíficos, como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas y vómitos. No 6 obstante, su evolución puede ser grave, avanzando hacia una fase tóxica caracterizada por ictericia, hemorragias y disfunción orgánica múltiple, con altas tasas de mortalidad. Esta gravedad y la variedad de presentaciones clínicas hacen que la identificación temprana sea crucial para el manejo de la enfermedad.³ La historia de la fiebre amarilla se remonta a descubrimientos iniciales y brotes devastadores que llevaron a la comprensión gradual de su naturaleza viral y ciclo de transmisión. A lo largo del tiempo, los hitos en la investigación, como la identificación del vector y la formulación de vacunas, han sido cruciales para combatir su propagación. No obstante, la persistencia de la enfermedad ha mantenido a la comunidad científica en constante búsqueda de estrategias más efectivas de control.4 En términos geográficos, la distribución de la fiebre amarilla abarca diversas regiones tropicales y subtropicales, siendo África y América Latina las áreas más afectadas. Históricamente, brotes epidémicos han impactado gravemente a poblaciones enteras, y a pesar de los esfuerzos de control, los casos siguen siendo reportados en estas zonas. Las tendencias epidemiológicas actuales revelan la persistencia de la enfermedad, haciendo necesario un enfoque integral para su prevención y control.5 La interacción entre los ciclos de transmisión, la gravedad de los síntomas, la historia de la investigación y la distribución geográfica destaca la complejidad de abordar la fiebre amarilla. Este desafío multidimensional exige estrategias coordinadas que no solo aborden su control inmediato, sino que también contemplen la investigación continua y la colaboración global para mitigar su impacto en las poblaciones vulnerables y prevenir futuros brotes.6 3.1 Aspectos clínicos de la enfermedad La fiebre amarilla exhibe una amplia gama de manifestaciones clínicas que varían en gravedad. Su inicio suele ser súbito, con síntomas iniciales inespecíficos como fiebre alta, escalofríos, dolores musculares, cefalea intensa y malestar generalizado. Esta fase inicial, denominada etapa aguda, puede durar alrededor de tres a seis días y a menudo remite espontáneamente en muchos pacientes. Sin embargo, en un porcentaje de casos, la enfermedad progresa a una fase más tóxica.7,8 7 La progresión hacia una etapa más grave se caracteriza por la reaparición de la fiebre, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), hemorragias, insuficiencia hepática y renal, asícomo trastornos de la coagulación sanguínea. La ictericia, en particular, es un marcador importante de la gravedad de la enfermedad y suele ser seguida por el desarrollo de complicaciones hemorrágicas y disfunciones orgánicas múltiples. 7,8 El diagnóstico de la fiebre amarilla implica una evaluación clínica detallada, análisis de laboratorio y, en algunos casos, pruebas específicas para confirmar la presencia del virus. Los análisis de sangre pueden revelar elevaciones en enzimas hepáticas y cambios en los recuentos de plaquetas, junto con la presencia de anticuerpos específicos contra el virus de la fiebre amarilla. Las pruebas moleculares, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), también se utilizan para detectar la presencia del virus en muestras de sangre. 7,8 El tratamiento de la fiebre amarilla se centra principalmente en proporcionar cuidados de apoyo, ya que no existe un tratamiento específico para combatir el virus. Los pacientes afectados por la enfermedad grave suelen requerir hospitalización en unidades de cuidados intensivos para recibir atención especializada. Durante la hospitalización, se busca estabilizar las funciones vitales, corregir desequilibrios metabólicos y monitorear estrechamente la progresión de la enfermedad. 7,8 Además, se brinda apoyo para manejar las complicaciones que pueden surgir, como la insuficiencia hepática, renal o respiratoria, así como las complicaciones hemorrágicas. El tratamiento se enfoca en mantener la presión arterial, corregir los desórdenes de coagulación, administrar líquidos intravenosos para prevenir la deshidratación y proporcionar soporte ventilatorio en casos de insuficiencia respiratoria. La atención médica especializada y la intervención oportuna son esenciales para mejorar las posibilidades de recuperación de los pacientes afectados por la fiebre amarilla grave. 7,8 La prevención es fundamental y la vacunación es la piedra angular en la lucha contra la fiebre amarilla. La vacuna es altamente efectiva y se recomienda para aquellos que viven en o viajan a áreas endémicas. Además, los esfuerzos de control se centran en la erradicación de los mosquitos vectores, la educación pública sobre la prevención de picaduras y la vigilancia epidemiológica para detectar y contener brotes. 7,8 8 La complejidad de las manifestaciones clínicas, la necesidad de un diagnóstico preciso y la carencia de un tratamiento específico resaltan la importancia de la prevención mediante la vacunación. La implementación de programas de vacunación masiva en áreas de riesgo y la mejora de la infraestructura de atención médica son fundamentales para mitigar el impacto de la fiebre amarilla en las poblaciones vulnerables. 7,8 4. CONCLUSIÓN La fiebre amarilla, como enfermedad viral transmitida por mosquitos, representa un desafío constante para la salud pública en regiones tropicales y subtropicales. Sus dos ciclos de transmisión, selvático y urbano, han dificultado su control a lo largo del tiempo. A pesar de los avances en la comprensión de su naturaleza viral, la identificación temprana y la vacunación preventiva siguen siendo los pilares fundamentales para su prevención y manejo. La complejidad de la fiebre amarilla se refleja en sus manifestaciones clínicas, que van desde síntomas inespecíficos en la fase inicial hasta complicaciones graves en etapas avanzadas de la enfermedad. La ausencia de un tratamiento específico resalta la importancia de estrategias preventivas, siendo la vacunación la herramienta más efectiva para reducir la incidencia y mitigar su impacto en las poblaciones vulnerables. La historia de la fiebre amarilla está marcada por avances significativos en la investigación y el desarrollo de vacunas, sin embargo, persisten desafíos considerables, como la distribución geográfica en regiones de difícil acceso y la falta de acceso a la vacunación en algunas áreas. La colaboración internacional, el fortalecimiento de los programas de vacunación y la mejora de la infraestructura de salud son esenciales para abordar estos desafíos y reducir la carga de la fiebre amarilla en las comunidades afectadas. Por lo tanto, la vigilancia epidemiológica continua y la respuesta rápida a los brotes son cruciales para prevenir la propagación de la enfermedad. Además, la educación pública sobre la prevención de picaduras de mosquitos y la conciencia de los síntomas son aspectos clave para limitar la transmisión. La fiebre amarilla sigue siendo un recordatorio de la importancia de la investigación, la cooperación global y el compromiso continuo para combatir enfermedades infecciosas y proteger la salud de las comunidades en riesgo. 9 5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1. Vasconcelos PF da C. Febre amarela. Rev Soc Bras Med Trop [Internet]. 2003Mar;36(2):275–93. Disponible en: https://doi.org/10.1590/S0037-86822003000200012 2. Gava, Caroline et al. 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