La autorregulación puede desarrollarse por motivos simplemente prácticos. Así, una autorregulación de contenido meramente técnico puede surgir de l...
La autorregulación puede desarrollarse por motivos simplemente prácticos. Así, una autorregulación de contenido meramente técnico puede surgir de la necesidad de conocer y mejorar las tecnologías para ser más competitivo en el mercado, o incluso, de la necesidad de armonizar los procesos de producción con el fin de facilitar la intercambiabilidad de los productos. La autorregulación ética, por su parte, puede tener su origen en la autorresponsabilidad y en la convicción de los profesionales de la necesidad de obrar correctamente.
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