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Intoxicación por antibióticos

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Intoxicación por antibióticos 
AMINOGLUCÓSIDOS 
En 1943 se aisló una cepa de Streptomyces griseus y en 
1944 se publicó el descubrimiento de la estreptomici- 
na, el primer aminoglucósido. Tienen actividad contra 
bacilos gramnegativos principalmente. Son bactericidas, 
se unen a la subunidad 30s de los ribosomas bacterianos 
de manera irreversible, interrumpiendo los mensajes de 
la información genética. 
Farmacocinética 
La absorción es muy errática por vía oral y tópica local 
por ser cationes muy polares, por esto se utiliza la vía 
parenteral, intramuscular y endovenosa. Se metabolizan 
parcialmente en el hígado, la excreción biliar es mínima, 
son eliminados por filtración glomerular. 
Son solubles en agua y estables a pH variables, pero 
menos activos en pH ácido y en presencia de cationes 
divalentes como el calcio y el magnesio. 
Los niveles séricos máximos se alcanzan a los 30 a 90 
minutos de su administración parenteral, su período de 
semieliminación es de 2 horas aproximadamente. Se dis- 
tribuyen en líquidos extracelulares y penetran al líquido 
cefalorraquídeo y al ojo en poco porcentaje (10%). La 
vida media es de 2 a 3 horas. Tienen gran distribución 
y fijación en el tejido renal donde se encuentran varias 
semanas después de suspendido el tratamiento. 
Toxicidad 
La ototoxicidad resulta de la exposición prolongada o 
por dosis altas del medicamento. El síntoma inicial del 
daño coclear es el tinitus, el cual es de tonos altos y 
continuo, con pérdida significativa de la agudeza auditiva 
para tonalidades altas no presentes en la conversación, 
lo que no permite la identificación de esta toxicidad 
en su inicio. También se presenta vértigo y síntomas 
de extrapiramidalismo como ataxia. La hipofunción 
vestibular se cree es ocasionada por un metabolito del 
aminoglucósido, que en el caso de la gentamicina se 
une al ión hierro formando un complejo que produce 
radicales libres capaces de destruir las células ciliadas 
del epitelio vestibulosensorial del aparato de Corti o 
de las crestas acústicas. La ototoxicidad es considerada 
irreversible pero en un 10-50 % de los casos podría ser 
reversible. La estreptomicina es mayormente vestibu- 
lotóxica y la amikacina es exclusivamente cocleotóxica. 
La neomicina, la amikacina-kanamicina, la tobramicina 
y la netilmicina, en orden decreciente, son generadores 
de cocleotoxicidad; en cuanto a la vestibulotoxicidad, 
en orden decreciente son, estreptomicina, gentamicina, 
tobramicina-kanamicina-amikacina-neomicina, netilmi- 
cina. Son factores de riesgo la alta edad de los pacientes, 
la duración del tratamiento, la bacteremia, las malas 
condiciones físicas, fiebre, hepatopatía y combinación 
con otros agentes ototóxicos. 
Dosis altas, tratamientos prolongados, el tipo de 
aminoglucósido, antecedente de enfermedad hepática, 
hipotensión y depleción de volumen en el paciente, son 
factores de riesgo para nefrotoxicidad por este grupo de 
medicamentos. El potencial intrínseco de cada uno de 
ellos para generar nefrotoxicidad es diferente, siendo de 
mayor a menor, neomicina, gentamicina, tobramicina, 
amikacina, netilmicina, estreptomicina. Otros factores 
asociados son: hipomagnesemia, hiperparatiroidismo, 
acidosis metabólica, hipocalemia, y obesidad. Hay drogas 
que al interactuar con los aminoglucósidos potencian la 
nefrotoxicidad como la anfotericina B, la vancomicina, la 
piperacilina, la clindamicina, el cis-platino, los bloquea- 
dores de los canales de calcio, los anti-inflamatorios no 
esteroideos y los medios de contraste. Inicialmente hay 
una pérdida del poder de concentración de la orina, pro- 
teinuria, cilindros urinarios y creatinuria; posteriormente 
se elevan el nitrógeno ureico y la creatinina; se afectan 
las células de los túbulos proximales; generalmente es 
leve y reversible pero puede culminar en falla renal y 
requerir diálisis. 
 
392 • Toxicología 
 
La parálisis neuromuscular se debe a un bloqueo en los 
canales de calcio, inhibiendo la acetilcolina presináptica y 
sus receptores postsinápticos. Existen factores asociados 
como la interacción con curare, succinilcolina y magnesio, 
y la toxina botulínica, potenciando este tipo de toxicidad. 
La hipersensibilidad y/o anafilaxia es extremadamente 
rara, más relacionada con lesiones inflamatorias locales 
en zonas de administración parenteral, eosinofilia, fiebre, 
discrasias sanguíneas, angioedema, dermatitis exfoliativa, 
estomatitis. 
 
BETALACTÁMICOS 
 
Todos son considerados como seguros de usar durante 
el embarazo. 
 
Aztreonam 
 
Primer monobactam sintético, tiene un núcleo monocícli- 
co y no bicíclico como los demás betalactámicos. Aislado 
del Chromobacterium violaceum. Tiene buena actividad 
contra enterobacterias y Pseudomona aeruginosa. El 
mecanismo de acción es similar al de otros betalactá- 
micos, con alta afinidad por las proteínas de unión de 
las penicilinas, ubicadas en la pared celular de bacterias 
como las gramnegativas, interfiriendo con la síntesis de 
esta pared celular. Preserva la flora bacteriana normal 
anaerobia y grampositiva. 
 
Farmacocinética 
La biodisponibilidad es de alrededor del 100% si su 
aplicación es intramuscular, y del 1% si se utiliza oral. Su 
nivel pico en el plasma es de 35-99 μg/ml, en una hora, 
y su volumen de distribución es de 0.212 L/k. La unión 
a las proteínas plasmáticas es del 5.6%, la vida media de 
eliminación es de 1.6 horas, y la excreción sin metaboli- 
zarse es del 1-7%. 
 
Toxicidad 
El uso crónico desencadena toxicidad similar a la de los 
demás betalactámicos. Hay reportes en un 2% de reaccio- 
nes locales como rash y prurito a la aplicación intramus- 
cular del aztreonam en los pacientes, además de nauseas, 
emesis y diarrea. Tiene una leve alerginicidad cruzada 
con las penicilinas y las cefalosporinas. También puede 
ser causa de colitis pseudomembranosa por Clostridium 
difficile. Otro efecto menos común es una supresión de 
la médula ósea. No se han reportado casos de sobredosis. 
Si el paciente presenta insuficiencia renal el uso crónico 
puede desencadenar en toxicidad. 
 
Tratamiento 
Debido a su moderada unión a proteínas y bajo volumen 
de distribución puede ser útil la hemodiálisis o la hemo- 
perfusión. No tiene antídoto. 
Imipenem 
 
Es el primero de los carbapenemes, una nueva clase de 
antibióticos betalactámicos. Es n-formimidiltienamicina, 
derivado del Streptomyces cattleya. Se utiliza en combi- 
nación con la cilastatina, una enzima no antibiótica, que 
previene la descomposición del imipenem en metabolitos 
nefrotóxicos, y se usa por vía endovenosa. La dosis tera- 
péutica es de 250 mg cada 6 horas, 50 mg/k/d máximo, 
la cual a su vez es una dosis baja y segura. Tiene actividad 
contra aerobios y anaerobios, incluyendo Lysteria, Pseu- 
domona, Acinetobacter y Clostridium. 
 
Farmacocinética 
No se absorbe por vía oral. La biodisponibilidad es menor 
del 5%, al igual que para la cilastatina, y su nivel pico en 
plasma es de 14.80 μg/ml después de administrar 250 a 
1000 mg endovenosos. El volumen de distribución es de 
0.22 L/k en adultos, y 0.33 L/k en niños, mientras que el 
de la cilastatina es de 0.15 L/k. La vida media de elimina- 
ción es de 0.8 a 1.2 horas. Se excreta sin metabolizarse en 
un 40%, o en un 70% si está combinado con cilastatina. 
Por estas razones se ha combinado con la cilastatina. 
 
Toxicidad 
 
Si se utiliza de manera crónica se recomienda conocer la 
historia de hipersensibilidad a otros betalactámicos por 
la probabilidad de reacciones cruzadas, como flebitis, 
dolor en la región de infusión, nauseas y emesis, que se 
presentan en menos del 3% de los pacientes. 
Se ha reportado que un 5% de los pacientes han 
presentado convulsiones, siete días después de haber 
iniciado el uso de este antibiótico, asociándose con fac- 
tores de riesgo como la insuficiencia renal e historia de 
enfermedadesdel sistema nervioso central y coronaria. 
Las sobredosis predisponen al aumento de la frecuencia 
de las convulsiones si el paciente además presenta insu- 
ficiencia renal. 
 
Tratamiento 
Es sintomático y de soporte. Se busca reducir el nivel 
sérico elevado del imipenem y así su potencialidad tóxica. 
Se utilizan medidas generales como el lavado gástrico y 
no hay medidas específicas conocidas. Se recomienda 
tener precaución en sobredosis con la aparición de con- 
vulsiones, las cuales requerirían el manejo ya conocido y 
protocolizado por los neurólogos. 
 
CEFALOSPORINAS 
Fueron aisladas en 1953 aunque el hongo Cefalosporium 
acremonium fue la primera fuente aislada en 1948, se 
diferencia de las penicilinas por presentar un anillo de 
Intoxicación por antibióticos • 393
dihidrotiacina con seis carbonos en lugar del anillo de 
tiazolidina con cinco carbonos. Inhiben la síntesis de la 
pared celular bacteriana. Es un grupo muy grande de 
antibióticos, posee cuatro generaciones diferentes según 
su actividad antibacteriana y varían en su composición, así 
como en su biodisponibilidad, vida media y eliminación, 
pudiendo las de tercera por ejemplo atravesar la barrera 
hematoencefálica y llegar al líquido cefalorraquídeo; de 
acuerdo a esto tienen diferentes indicaciones y vías de 
administración. Tienen amplio espectro especialmente 
contra cocos grampositivos y bacilos gramnegativos. 
Farmacocinética 
Se absorben por vía oral como la cefalexina, la cefradina, 
el cefaclor y el cefadroxilo; por vía intravenosa como la 
cefalotina y cefapirina; por vía intramuscular o intrave- 
nosa las demás en general. Se excretan principalmente 
por riñón; la cefoperazona por vía biliar. Tienen buena 
distribución, penetran al líquido cefalorraquídeo, atravie- 
san la placenta y se encuentran en los líquidos sinoviales 
y pericárdico, además del humor acuoso pero no en el 
vítreo. Tienen buena unión a proteínas y en promedio la 
vida media está entre una y dos horas, siendo mayor para 
las de tercera generación. 
Toxicidad 
Presentan gran cantidad de efectos adversos hematológicos 
como anemia hemolítica, neutropenia, trombocitopenia 
y trastornos de la coagulación. Las cefalosporinas con el 
radical N-metiltiotetrazole en su cadena, tales como el 
moxalactam, cefocetam y el cefamandol, se han asociado 
con altas incidencias de hemorragias, ya que este radical 
NMTT inhibe la epóxido reductasa de la vitamina K 
interfiriendo con la carboxilación de varios factores de 
la cascada de la coagulación. La cefonicida, de segunda 
generación, no posee este radical y no se considera cau- 
sante de hemorragias como efecto adverso. 
A pesar de discusiones iniciales sobre las reacciones 
cruzadas alergénicas de las cefalosporinas con las peni- 
cilinas, recientes estudios no han logrado demostrar tal 
asociación, especialmente en las de segunda y tercera 
generación, y por esto se ha postulado la seguridad de 
administrar cefalosporinas en pacientes alérgicos a las 
penicilinas sin que con esta práctica se aumente el riesgo 
de desencadenar una reacción alérgica o anafiláctica. Sin 
embargo sí existen reacciones alérgicas con una incidencia 
entre el 1 y 10% de la población a la que se le administran 
cefalosporinas, e incluyen rash, eosinofilia, fiebre, mani- 
festaciones hematológicas, síntomas gastrointestinales y 
flebitis, siendo más frecuentes las reacciones cutáneas y 
aparecen después de 24 horas de iniciada la administra- 
ción; la anafilaxia es muy rara. 
Se ha presentado con las de tercera generación, como 
el moxalactam, el efecto tipo disulfiram, inhibiendo 
la degradación del alcohol al interferir con la alcohol 
deshidrogenasa y acumulando acetaldehído, y que al 
administrarse con alcohol produce hipotensión, emesis, 
oleadas de calor. 
MACRÓLIDOS 
Eritromicina 
Fue descubierto en 1952 en los productos metabólicos de 
una cepa de Streptomyces erythreus. Se encuentra dispo- 
nible en presentaciones como eritromicina base, estearato, 
estolato y etilsuccinato. Actúa inhibiendo la subunidad 
50s de los ribosomas de las bacterias, reversible, siendo 
bacteriostático, e impide el transporte y transferencia de 
peptidilos. Tiene actividad frente a cocos grampositivos, 
incluyendo Mycoplasma, Legionella, Clamydia, Coryne- 
bacterium, Clostridium, Neisseria y Treponema. 
Farmacocinética 
La eritromicina base y el estearato son inactivados en el 
estómago por el ácido, por eso requieren cubierta entérica. 
Los niveles pico en plasma son de 0.1 a 1.9 μg/ml después 
de 3 a 4 horas de ingerido el medicamento, y de 3 a 10 
μg/ml después de 1 hora de administrado de forma pa- 
renteral. Su unión a las proteínas plasmáticas es del 60%. 
Su eliminación es biliar, se encuentra sin metabolismo 
en un 4.5% si su vía de administración fue oral y en un 
15% si fue endovenosa. La vida media es de 1.5 horas, 
con niveles apreciables durante 6 horas. Se encuentra 
en la leche materna y atraviesa la barrera placentaria. Se 
distribuye bien en tejido respiratorio, hígado y próstata. 
No llega al líquido cefalorraquídeo. 
Interacciona con otros medicamentos a través de la 
enzima citocromo P-450, incrementando los niveles 
plasmáticos del fentanyl, carbamazepina, clozapina, col- 
chicina, ciclosporina, digoxina, ergotamina, midazolam, 
nadolol, teofilina, triazolam, ácido valproico, vinblas- 
tina y warfarina. Su uso concomitante con astemizol o 
terfenadina se ha asociado a la presencia de arritmias 
ventriculares como la torsión de puntas, y con rash. 
Toxicidad 
Los efectos gastrointestinales como dolor abdominal, 
nauseas, emesis, diarrea, son los más frecuentes e impor- 
tantes, y flatulencia si la dosis es mayor de 4 gr. al día. 
Además aumenta la motilidad gástrica por lo que se ha 
utilizado como adyuvante del tratamiento de la gastro- 
paresia diabética. 
Efectos cardiovasculares como la prolongación del 
QT y la torsión de puntas, que pueden aparecer incluso 
después de suspendido el tratamiento, por uso endove- 
noso, tratable con infusión de lidocaína no continua, y 
con mortalidad en pacientes prematuros, recién nacidos, 
ancianos, o con enfermedad cardiovascular concomi- 
tante. Estos efectos están relacionados con alteraciones 
 
 
 
394 • Toxicología 
 
electrolíticas como hipocalemia, hipocalcemia, hipo- 
magnesemia, además de infarto agudo de miocardio, 
disfunción del ventrículo izquierdo, disfunción hepática, 
aunado al uso concomitante de medicamentos antiarrít- 
micos (clases IA y III, como amiodarona, isopiramida, 
quinidina, sotalol) o de otros con propiedades car- 
dioactivas (antimicrobianos como pentamidina, clotri- 
moxazole, ciclotrópicos como haloperidol, trazodona y 
antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos como aste- 
mizol y terfenadina). La eritromicina por sí sola puede 
prolongar el potencial de acción alterando la función de 
los canales de sodio, similar a los antiarrítmicos clase IA 
y III. Otro efecto es la hipotensión. 
Efectos hepáticos como hepatitis colestásica, descri- 
ta en adultos que tomaron medicación por más de dos 
semanas tipo estolato; hepatotoxicidad reversible, fiebre, 
rash, eosinofilia, que resuelve días después de suspender 
el medicamento. 
También puede presentarse una pérdida transitoria de 
la agudeza auditiva, más frecuente en ancianos con falla 
renal, por concentraciones séricas altas del medicamento. 
Se han reportado casos de pancreatitis aguda en niños 
con dosis mayores de 5 gr. al día. Además calambres y 
manifestaciones dermatológicas como rash, síndrome de 
Steven-Johnson, asociadas a eosinofilia. 
Tratamiento 
En sobredosis oral se ha utilizado el lavado gástrico, ade- 
más del carbón activado, disminuyendo la concentración 
de absorción del medicamento. 
Si se utiliza la eritromicina endovenosa debe infundir- 
se lentamente durante una hora y bajo monitoreo estricto 
para que si aparece algúntipo de arritmia la infusión se 
pueda suspender. El bicarbonato de sodio en una dosis 
de 1 mEq/k en bolo y continuando con 0.5-1 mEq/k 
hora es útil ante la presencia de efectos cardiovasculares 
manteniendo un pH sanguíneo adecuado para disminuir 
las arritmias. La lidocaína a dosis de 1 mg/K en bolo es 
la droga de elección para taquicardia ventricular, o el 
sulfato de magnesio en bolo de 2 gr. o máximo 10 gr. en 
torsión de puntas. 
 
Azitromicina y claritromicina 
 
La azitromicina está compuesta por 15 carbonos, conside- 
rado como una azalida, y la claritromicina por 14 carbo- 
nos, similar a la eritromicina. Son antibióticos de amplio 
espectro y tienen actividad frente a micobacterias atípicas, 
especies de Toxoplasma y Hemophylus influenza. Tienen 
mejor penetración a los tejidos y a los polimorfonucleares 
que la eritromicina y son de vida media más larga. 
 
Toxicidad 
No existen muchos reportes en la literatura médica sobre 
casos de sobredosis por estos medicamentos. Dentro de su 
toxicidad se ha observado pérdida de la agudeza auditiva, 
nauseas, emesis y diarrea. 
Por su uso crónico se han presentado casos de nauseas, 
diarrea, dolor abdominal, emesis, dispepsia y gastritis, 
reportados en un 10-20% en pacientes con claritromi- 
cina y en un 10% en pacientes con azitromicina, siendo 
menor que en pacientes con eritromicina en los cuales 
se presentan del 20-35% de los casos. 
Por ser los macrólidos inhibidores del metabolismo de 
la citocromo P-450 de numerosos xenobióticos, se han 
reportado casos de pacientes tratados con claritromicina 
y derivados del ergot, que han desarrollado un ergotismo 
clínico que incluye hipertensión, isquemia de la lengua y 
cianosis periférica, requiriendo manejo con hipotensores 
endovenosos para emergencias hipertensivas, anticoa- 
gulación y corticoterapia. Este efecto también puede 
presentarse por interacción con betabloqueadores. 
 
Tratamiento 
En casos de sobredosis se requiere de medidas de soporte 
y manejo sintomático. 
 
TRIMETOPRIM Y SULFAMETOXAZOLE 
 
No existen reportes de sobredosis por estos medicamen- 
tos. El trimetoprim es una 2,4 diaminopirimidina; su peso 
molecular de 290.3. El trimetoprim es inhibidor de la 
dihidrofolato reductasa impidiendo la reducción del ácido 
dihidrofolato en tetrahidrofolato El sulfametoxazole es 
una sulfonamida bacteriostática que inhibe la incorpo- 
ración del ácido paraaminobenzoico al ácido fólico. La 
combinación de sulfametoxazole y trimetoprim está en 
una relación de 5 a 1. Tienen utilidad en infecciones del 
tracto urinario, neumonía por Pneumocystis carinni, 
enteritis por Shiguella, otitis media, bronquitis, infec- 
ciones en pacientes granulocitopénicos, y en nocardiosis. 
Actividad contra grampositivos y gramnegativos. 
 
Farmacocinética 
El trimetoprim es absorbido casi en su totalidad en el 
tracto gastrointestinal; su nivel pico en plasma es de 1 μg/ 
ml entre 1 a 4 horas después de la dosis oral; se une a las 
proteínas plasmáticas entre un 40 - 70%; se mantienen 
niveles en sangre entre 1.2 y 3.2 μg/ml constantes con 
administración cada 12 horas; su volumen de distribu- 
ción es de 1.4 L/k; en un 10 al 30% es metabolizado 
en el hígado, y se oxida e hidroxila en metabolitos; es 
excretado en un 40 a 60% sin metabolizar en la orina, 
su vida media de eliminación es de 8 a 11 horas, su acla- 
ramiento es de 0.12 L/h/k. El sulfametozaxole también 
es absorbido en su totalidad en el tracto gastrointestinal, 
con nivel de pico plasmático de 36 a 40 μg/ml entre 1 
a 4 horas de la ingesta; se une en un 36% a las proteínas 
del plasma, su volumen de distribución es de 0.14 L/k; se 
metaboliza en el hígado y es acetilado y conjugado con 
Intoxicación por antibióticos • 395
ácido glucurónico; en un 20% es excretado en la orina sin 
metabolizarse, y su vida media de eliminación es de 10 a 
13 horas. Atraviesan la barrera placentaria y se encuentran 
en la leche materna y en líquido cefalorraquídeo. Otras 
sulfamidas difieren mucho en cuanto su unión con las 
proteínas, eliminación, metabolismo y solubilidad. 
El trimetoprim interacciona con la fenitoína inhibien- 
do su metabolismo hepático, y disminuye la eliminación 
renal de la procainamida. El sulfametoxazole puede 
desplazar el metotrexate de su unión con las proteínas 
del plasma, además de la warfarina e hipoglicemiantes 
como la cloropropamida. 
Toxicidad 
La dosis tóxica del trimetoprim es de 8000 mg y no se 
conocen dosis letales. Por trimetoprim puede presen- 
tarse nauseas, emesis, cefalea, sudoración, epigastralgia, 
debilidad, edema facial. El trimetoprim sulfametoxazole 
produce náuseas, emesis, diarrea, confusión mental, 
alucinaciones, edema facial, cefalea, depresión de la 
médula ósea (pancitopenia), trastornos de coagulación 
y leve ascenso de las transaminasas séricas por hepatitis 
colestásica alérgica. 
En uso agudo pueden observarse reacciones alérgicas 
dermatológicas y déficit de ácido fólico. 
Por su uso crónico se han presentado muertes asocia- 
das a la aparición de una anemia hemolítica, más en pa- 
cientes con déficit de la glucosa 6 fosfato deshidrogenasa, 
y a una necrolisis tóxica epidérmica (síndrome de Lyell). 
Se puede incrementar la concentración de creatinina y 
generarse falla renal, por depósito de cristales de las sulfas 
en el riñón. Otro efecto es la colitis pseudomembranosa. 
Estas reacciones son evitables con el uso concomitante 
de ácido fólico. 
Durante el embarazo, la utilización del sulfame- 
tozaxole y otras sulfas, por atravesar la barrera placen- 
taria, pueden producir kernicterus en el feto debido al 
desplazamiento de la bilirrubina unida a la albúmina fetal. 
Laboratorio 
El trimetoprim se puede cuantificar en suero por cro- 
matografía líquida de alta afinidad, con límite inferior 
de detección de 0.2 μg/ml, y para el sulfametozaxole de 
0.02 μg/ml. 
Tratamiento 
Consiste en la estabilización, con manejo sintomático y 
de soporte, además de un monitoreo hematológico. Se 
utiliza el lavado gástrico, además del carbón activado. La 
hemodiálisis lo remueve en poca cantidad por su gran 
unión a proteínas y su gran volumen de distribución. 
No existen antídotos, se ha propuesto la leucovorina sin 
estudios aún adecuados. Los pacientes se deben hospi- 
talizar y realizarles monitoreo cardíaco, colocar líquidos 
endovenosos para hidratación con adecuada carga elec- 
trolítica, oxigenoterapia si lo requieren, pueden necesitar 
estudio de médula ósea o mielograma, además del manejo 
anticonvulsivante si las convulsiones se presentan. 
QUINOLONAS Y FLUOROQUINOLONAS 
Tienen un amplio espectro cubriendo aerobios grampo- 
sitivos y gramnegativos. Pueden inducir efectos inde- 
seables relacionados con el tracto gastrointestinal y el 
sistema nervioso central, reacciones alérgicas infrecuentes 
y erosiones del cartílago en las fisis. 
Las fluoroquinolonas tienen cuatro núcleos de quino- 
lona y un radical de nitrógeno en la posición 1, un radical 
COOH en la posición 3, y una cetona en la posición 4. 
Son bactericidas, inhibiendo la síntesis del ADN por 
bloqueo de la DNA girasa. 
Hay quinolonas con carbonos en las posiciones 2 y 8 
como la ciprofloxacina, la norfloxacina, la ofloxacina y la 
pefloxacina. Un nitrógeno en la posición 2 y un carbono 
en la posición 8 es la cinoxacina. Un carbono en la posi- 
ción 2 y un nitrógeno en la posición 8 es la enoxacina y 
el ácido nalidíxico, derivados de la naftrilina. Las fluoro- 
quinolonas tienen un átomo de fluorina en el cuarto 
núcleo de la quinolona en su posición 6 aumentando la 
actividad antibacteriana como la ciprofloxacina, ofloxa- 
cina, norfloxacina, pefloxacina, enoxacina. 
Farmacocinética 
Interactúan con antiácidos, antagonistas de H2, antiinfla- 
matorios no esteroideos, teofilina y warfarina. La ofloxaci- 
na, el ácido nalidíxico, la ciprofloxacina y la norfloxacina 
potencian efectosal desplazar a la warfarina de los sitios 
de unión a la albúmina, inhibiendo su metabolismo 
hepático y posibilitando la supresión de la vitamina K, 
aumentando el riesgo de sangrado. 
La ciprofloxacina, la ofloxacina y la pefloxacina, no 
han demostrado su seguridad respecto a los fetos y han 
sido ubicadas en la categoría C de la FDA, lo que contra- 
indica su uso ya que atraviesan la placenta y se encuentran 
en altas concentraciones en la leche materna. 
Tienen buena absorción por vía oral y gran afinidad 
por las proteínas plasmáticas. Se metabolizan en el hígado 
y se excretan en orina y en poco porcentaje por vía biliar. 
Toxicidad 
El uso crónico produce reacciones inmunológicas del 
tipo de vasculitis por hipersensibilidad, rash, neumoni- 
tis, anafilaxis, reacciones anafilactoides. La pefloxacina 
y la ciprofloxacina pueden disminuir la producción de 
interleukina 1. 
La fotosensibilidad puede generarse por fototoxicidad, 
por reacciones no inmunológicas o por fotoalergia. 
Reacciones hematológicas como trombocitopenia, 
anemia hemolítica y neutropenia. Reacciones gastroin- 
 
 
 
396 • Toxicología 
 
testinales como náuseas y dolor abdominal, emesis 
y diarrea; además colitis pseudomembranosa. Puede 
haber nefrotoxicidad con falla renal y hematuria con 
cilindros, cristaluria con poca toxicidad para el riñón. 
Anormalidades metabólicas como acidosis láctica y 
pseudoglucosuria, más por ciprofloxacina. Artropatía 
y artralgias, más en niños, sin existir evidencia de daño 
permanente. En sistema nervioso central hipertensión 
benigna intracraneana, convulsiones, vértigo, psicosis 
orgánica por bloqueo de la inhibición sináptica me- 
diada por el ácido gamaaminobutírico. Efectos neuro- 
musculares como miopatía aguda dolorosa proximal 
asociada más con el ácido nalidíxico, aumento de la 
fatiga muscular en la miastenia gravis más por cipro- 
floxacina. Convulsiones, depresión, euforia, insomnio, 
y alteraciones en la visión de colores, por la inhibición 
de los receptores postsinápticos del GABA. Reacciones 
cruzadas con hipersensibilidad tipo I, dado por urticaria 
y angioedema. 
 
Ácido nalidíxico 
 
Fue el primer agente quinolona introducido en 1963. 
Tiene gran cantidad de efectos colaterales, con un estre- 
cho espectro antibacteriano, y un frecuente desarrollo 
de resistencias, su uso se ha limitado a infecciones del 
tracto urinario bajo. 
 
Farmacocinética 
Es absorbido casi totalmente en el tracto gastrointestinal 
con nivel de pico plasma entre 20 a 50 μg/ml a las dos 
horas de la ingestión. El 90% se une a proteínas, con vida 
media de eliminación de una a dos horas, excretándose 
en un 95% en forma de su metabolito activo, el ácido 
hidroxinalidíxico. El nivel sérico terapéutico es de 15 
a 50 μg/ml. El peso molecular es de 232. Si se usa con 
probenecid se aumenta el nivel sérico. Se excreta rápida- 
mente en ácidos glucurónico y dicarboxílico derivados, 
durante las primeras 24 horas. 
 
Toxicidad 
La intoxicación aguda se ha debido a sobredosis por admi- 
nistración continua y se caracteriza por emesis, hiperglice- 
mia, convulsiones, hipertensión intracraneana benigna, 
alteraciones del comportamiento y acidosis metabólica. 
Ocasiona reacciones de falsos positivos en parciales 
de orina para glucosuria. 
 
Tratamiento 
El tratamiento es sintomático y de soporte, con lavado 
gástrico si consulta antes de las 2 horas de la ingestión. 
Las convulsiones se manejan con diazepam. El paciente 
se recupera en las primeras 24 horas sin secuelas. No 
tiene antídotos. No se han utilizado los catárticos y la 
hemoperfusión. 
Ciprofloxacina 
 
Es una fluoroquinolona derivada del ácido carboxílico que 
produce en sobredosis falla renal aguda, su tratamiento 
es sintomático y de soporte. Tiene un amplio espectro de 
actividad antibacteriana, útil en el tracto respiratorio alto 
y bajo, tracto urinario, tracto gastrointestinal, piel, tejidos 
blandos y huesos. Usos mayores de 1500 mg al día no se 
han recomendado. Su dosis tóxica es de 14 gr.; no existe 
una dosis letal reportada. 
 
Farmacocinética 
La biodisponibilidad es del 70%, el nivel pico plasma es de 
1.6 a 2.8 μg/ml después de 500 mg orales en 1 a 1.5 horas, 
el volumen de distribución es de 2.1 a 3.5 L/k, la unión 
a proteínas del plasma es del 26 al 46%, la rata media de 
eliminación es de 3.5 a 5 horas, la excreción sin cambios 
es del 15 al 50%, y tiene cuatro metabolitos activos. 
Inhibe el metabolismo de la teofilina en la citocromo 
P-450, disminuyendo la depuración y excreción de esta. El 
aluminio y el magnesio, componente de los antiácidos, y 
el calcio, hierro y zinc, de las vitaminas, pueden disminuir 
la absorción de la ciprofloxacina. Si se utiliza con agentes 
alcalinizantes puede producirse cristaluria. El probenecid 
interfiere con la excreción tubular de la ciprofloxacina 
disminuyendo su excreción en un 50% y prolongando la 
vida media sérica. Con cafeína y warfarina se aumentan 
los niveles séricos de estos. Con los antiinflamatorios 
no esteroideos se presentan efectos a nivel del sistema 
nervioso central. Las infusiones son incompatibles con la 
heparina y la furosemida. 
 
Toxicidad 
Se desconoce si atraviesa la barrera placentaria pero se ha 
encontrado en leche materna. Sabiendo que puede dañar 
los cartílagos y las fisis de los huesos largos, se contraindica 
en mujeres embarazadas y niños menores de 18 años. 
Su sobredosis induce falla renal aguda, cristaluria, 
náuseas, artralgias, úlcera gástrica y falla hepática. El 
uso crónico produce efectos neurológicos, hipertensión 
intracraneana benigna y pérdida visual transitoria; con- 
vulsiones por la inhibición del GABA, además de la exa- 
cerbación de la miastenia gravis. Se presentan reacciones 
anafilácticas, incluso fatales en pacientes con SIDA, con 
falla renal aguda por nefritis intersticial. 
 
Laboratorio 
Se pueden medir niveles en plasma, eritrocitos y demás 
componentes sanguíneos, con cromatografía líquida de 
fluorescencia, con límite mínimo de detección de 25 ng/ 
ml. En el laboratorio clínico también se encuentra eosin- 
ofilia y elevación de la creatinina y las transaminasas. Hay 
test específicos como el BM Test-7 (Boehringer Mann- 
heim) el cual se basa en una reacción peroxidasa-oxidasa 
de glucosa, considerándose esta intoxicación como gene- 
Intoxicación por antibióticos • 397
radora de pseudoglucosuria, la cual es positiva con solo 
registrar metabolitos incluso con niveles de detección de 
ciprofloxacina negativa. 
Tratamiento 
Es importante la estabilización y descontaminación 
intestinal con lavado gástrico antes de las dos primeras 
horas seguidas a la ingestión. Puede necesitarse la intu- 
bación traqueal para evitar la presencia de neumonitis 
por broncoaspiración secundaria a las convulsiones. Los 
catárticos no han sido efectivos. Por su alto volumen de 
distribución la hemodiálisis y la hemoperfusión tampoco 
han sido efectivas. No existe antídoto. Las medidas de 
soporte con adecuada hidratación según la manifestación, 
como anticonvulsivantes y controles de laboratorio clí- 
nico. Los corticoesteroides se han utilizado en nefritis y 
en el tratamiento de las artralgias. 
Ofloxacina 
Farmacocinética 
Es similar a la de otras fluroquinolonas. No interactúa 
con ranitidina, ciclosporina, clindamicina, metronida- 
zol, teofilina o cafeína, mientras que la enoxacina sí. La 
quelación de las quinolonas, con tierras alcalinas y con 
metales catiónicos de transición, muestran que no deben 
ser administrados con antiácidos que contengan calcio, 
magnesio, aluminio, o sucralfate, o con cationes bivalentes 
o trivalentes tales como el hierro o multivitamínicos que
contengan zinc, ya que se reduce la absorción y concen- 
tración en plasma de la ofloxacina. Atraviesa la placenta
y se encuentra en leche materna.
Toxicidad 
Hay efectos psicotóxicos que incluyen alucinaciones,agi- 
tación, confusión, cefalea, vértigo, depresión, alteraciones 
visuales y olfatorias, ataxia, tremor, parestesias, ansiedad, 
insomnio, en un 2 a 4% de los pacientes con dosis tera- 
péuticas; las convulsiones ocurren muy raramente; los 
mecanismos dopaminérgicos y del GABA se alteran; 
el antecedente de enfermedad psiquiátrica aumenta el 
riesgo de estos problemas. 
La sobredosis puede producir náuseas, emesis, epilep- 
sia tipo gran mal, anosmia, vértigo, disgeusia, por com- 
promiso de los nervios craneales, asociados con niveles en 
plasma de 15 μg/ml doce horas después de la ingestión. 
La producción de síntomas anticolinérgicos simultáneos 
a la ingestión de agentes anticolinérgicos con síntomas 
psicóticos asociados, revierten con el uso de fisostigmine 
o neostigmine. No existen reportes de muertes en la
literatura por lo que no se ha determinado la dosis letal.
Laboratorio 
Se detecta en orina por cromatografía de gas, por espec- 
trometría de masa, y en plasma por cromatografía líqui- 
da de alta afinidad. Los niveles sanguíneos se obtienen 
después de 15 minutos de una infusión completa de 3 
gr. de ofloxacina, encontrando un nivel de 39.3 μg/ml, 
en 7 horas a caído a 16.2 μg/l, y en 24 horas a 2.7 μg/ml. 
En el laboratorio clínico son útiles el cuadro hemático, 
la creatinina, las enzimas hepáticas, el parcial de orina 
y los electrolitos, pudiéndose encontrar eosinofilia y 
leucopenia, hematuria, elevación de transaminasas, en 
algunos casos. 
Tratamiento 
El tratamiento consiste en la estabilización y el manejo 
sintomático, con observación hasta por 24 horas. El lavado 
gástrico y el carbón activado son útiles. La hemodiálisis 
elimina del 15 al 25% del antibiótico durante las primeras 
dos horas del procedimiento, pero es raramente usado. 
No existe antídoto. 
Vancomicina 
Es derivado del Streptomyces orientalis, en 1956. Es un 
antibiótico glucopéptido bactericida que puede inducir 
falla renal aguda si se presenta sobredosis. Está relacionada 
con pérdida de la audición neurosensorial. Se utiliza para 
el tratamiento de estafilococos, estreptococos y bacilos 
gram negativos. La dosis tóxica está alrededor de los 56 gr. 
en 10 días. No se conoce su dosis letal. Inhibe la síntesis 
de la pared bacteriana y del ADN. 
Farmacocinética 
La absorción por vía oral es muy baja. A las dos horas de 
la administración endovenosa se logra un nivel pico en 
plasma de 15 μg/ml. El volumen de distribución es de 
0.39 a 0.92 L/k. La unión a proteínas plasmáticas es del 
82%. La excreción urinaria es de un 80 a un 100% sin 
metabolizarse en las primeras 24 horas. La vida media 
de eliminación es de 3 a 10 horas. El aclaramiento total 
es de 1 a 3 ml/min./k; en recién nacidos prematuros 
este aclaramiento es de 1.07 ml/min./k, con volumen de 
distribución de 0.48 L/k. 
Interacciones con los aminoglucósidos, con gran 
riesgo de nefrotoxicidad. La anfotericina B, el cispla- 
tino, la polimixina B, la bacitracina, la colistina, de uso 
sistémico o tópico según el caso, pueden favorecer la 
nefrotoxicidad. Aumenta el bloqueo neuromuscular 
del vecuronio. No se ha estudiado en mujeres emba- 
razadas y madres lactantes, aunque aparentemente 
su uso en los dos últimos trimestres del embarazo no 
conduce a ototoxicidad neurosensorial ni nefrotoxi- 
cidad en el feto. 
Toxicidad 
En sobredosis suele aparecer oliguria y falla renal aguda. 
La administración rápida endovenosa puede inducir un 
arresto cardiopulmonar. 
 
 
 
398 • Toxicología 
 
En uso crónico aparece el síndrome del hombre rojo 
o del cuello rojo, que se caracteriza por hipotensión, 
prurito, rash eritematoso en cara y cuello con parte 
alta del tórax y brazos, mialgias, debido a liberación 
de histamina. El test de liberación de histamina de los 
basófilos confirma que se trata de una reacción de hiper- 
sensibilidad mediada por IgE. La severidad depende de 
la dosis de vancomicina, de la velocidad de aplicación, 
o de la cantidad de liberación de histamina endógena. 
Se previene colocando la infusión para 60 minutos. Se 
ha presentado también en infusiones de teicoplanina, 
eritromicina y rifampicina. 
La nefrotoxicidad, la ototoxicidad neurosensorial, la 
necrolisis tóxica epidérmica, la colitis por Clostridium 
difficile y la depresión hematológica de las tres líneas, son 
los efectos más comunes de su uso. 
 
Laboratorio 
Se utiliza la cromatografía líquida de alta afinidad, siendo 
sensible para 1 μg/ml. En falla renal aguda se han encon- 
trado niveles plasmáticos de 284 niveles de 25 a 100 μg/ 
ml se relacionan con ototoxicidad. 
 
Tratamiento 
La estabilización, el balance hidroelectrolítico, el estudio y 
control de las funciones renal y auditiva, el estudio de las 
tres líneas hematológicas, justifican la hospitalización de 
estos pacientes. El lavado gástrico es útil en las primeras 
dos horas al igual que el carbón activado, no se conoce la 
utilidad de los catárticos. La hemofiltración contribuye 
a la eliminación. La hemodiálisis no es de utilidad. No 
hay antídoto. La furosemida y la dopamina aumentan el 
flujo renal y por ende la filtración glomerular, mejorando 
la falla renal. 
Administrar 50 mg de hidroxicina 2 horas antes de la 
infusión de vancomicina puede disminuir la aparición de 
los síntomas del síndrome de hombre rojo o disminuir 
su severidad, y puede requerir una segunda dosis 2 horas 
después. 
Se debe hacer seguimiento con pruebas de función 
renal, cuadros hemáticos y audiometrías. 
NEUROTOXICIDAD 
DE LA TERAPIA ANTIBACTERIANA 
Las penicilinas, las cefalosporinas, las quinolonas y los 
carbapenemes, antagonizan el neurotransmisor ácido 
gama aminobutírico. Los síndromes neuromusculares por 
aminoglucósidos, clindamicina y tetraciclinas, tienen com- 
ponentes pre y post-sinápticos, disminuyendo los valores 
de calcio de la sinapsis y su transporte a través de la mem- 
brana celular. Los aminoglucósidos y la vancomicina son 
tóxicos directos de las células ciliadas cocleovestibulares, 
se acumulan en la perilinfa y ocasionan alteraciones de la 
actividad neurosensorial; la interacción de los aminoglu- 
cósidos con los fosfoinositides en estas células conduce 
a la pérdida de magnesio, el cual es necesario para una 
variedad de reacciones enzimáticas. Los betalactámicos 
producen neurotoxicidad manifestada por crisis convul- 
sivas; sus factores de riesgo son las altas dosis, la función 
renal disminuida, alteraciones de la barrera hematoence- 
fálica, los bypass cardiopulmonares, pacientes mayores 
de 50 años, preexistencia de enfermedades del sistema 
nervioso central, el uso concomitante con otros medica- 
mentos que favorezcan la aparición de convulsiones como 
la teofilina y la ciprofloxacina, y el uso concomitante de 
otras drogas nefrotóxicas. Las manifestaciones clínicas son 
mioclonias, convulsiones, alucinaciones, confusión, nistag- 
mus y agitación. La ceftazidima se ha reportado como 
causante de alucinaciones, confusión, estatus epiléptico 
y encefalopatía. La ampicilina empeora las mialgias y 
calambres de la miastenia gravis. El uso de betalactámi- 
cos intratecales tiene la potencialidad de conducir a la 
formación de aracnoiditis adhesiva. 
 
Tetraciclinas 
 
Fueron descubiertas por Duggar EN 1948, derivadas del 
Streptomyces, han sido muy ampliamente utilizadas. La 
doxiciclina es la de menor toxicidad, mejores propiedades 
farmacocinéticas y bajo costo. Tienen un espectro amplio: 
aerobios y anaerobios, incluyendo rikettsias, mycoplasma, 
chlamydia, micobacterias atípicas. Son bacteriostáticas. 
La síntesis proteica bacteriana es inhibida por la unión 
reversible a la subunidad 30s del ribosoma, e impide el 
acceso del aminoacil RNAt al sitio aceptor del complejo 
RNAm-ribosoma. Estas son demeclociclina, doxiciclina, 
minociclina, oxitetraciclina y tetraciclina. 
 
Farmacocinética 
La demeclociclina, la oxitetraciclina y la tetraciclinatienen regular absorción oral, entre un 60 y 75%, y los 
alimentos como la leche interfieren con ella, además de 
antiácidos con magnesio y aluminio, el hierro y el cal- 
cio; la vida media de eliminación es entre 8 y 15 horas 
y se prolonga ante insuficiencia renal, la eliminación 
primaria es renal. La doxiciclina y la minociclina tienen 
mejor absorción oral, de un 90 a 100%, sin afectarse 
por los alimentos; La vida media de eliminación es 
entre 15 y 23 horas, no se prolonga ante insuficiencia 
renal porque la eliminación primaria es hepatobiliar 
y a través de las heces; la distribución es buena por su 
liposolubilidad. 
Los anticonvulsivantes como la carbamazepina, bar- 
bitúricos y fenitoína, inducen el metabolismo hepático 
microsomal disminuyendo los niveles séricos de las tetra- 
ciclinas. La colestiramina puede unirse a las tetraciclinas 
y disminuir su absorción. La eficacia de los anovulatorios 
orales se disminuye. La warfarina potencia sus efectos y 
se prolonga el tiempo de protrombina. 
Intoxicación por antibióticos • 399
Toxicidad 
Son generalmente bien toleradas, tienen efectos adversos 
como la fotosensibilidad y el mal desarrollo de los dientes 
e incluso pueden inhibir el crecimiento óseo; hay quela- 
ción del calcio precipitándose en los dientes en desarrollo 
y en las estructuras óseas, hipoplasia del esmalte dentario. 
Están contraindicadas durante el embarazo, la lactancia 
y en niños menores de 8 años, además en hepatopatías. 
Algunos autores reportan cataratas, deformidad bilateral 
en manos con unión de los dedos meñique y anular o 
ausencia del anular y meñique, aumento de la presión 
intracraneal e hiperbilirrubinemia, en recién nacidos. 
La hepatotoxicidad, especialmente la necrosis grasa 
aguda, puede ocurrir en embarazadas y en pacientes con 
falla renal o que están recibiendo altas dosis de tetracicli- 
na. Se han reportado ulceras esofágicas, las cuales se deben 
al contacto de la mucosa con la tableta, se pueden evitar 
con una ingesta abundante de líquidos; también hay in- 
tolerancia gastrointestinal como diarrea y sobreinfección 
micótica. Hay efectos vestibulares como vértigo y ataxia, 
especialmente con la minociclina, además pigmentación 
de la piel y las membranas si su uso es crónico. 
Se han descrito reacciones de hipersensibilidad como 
rash morbiliforme, urticaria, dermatitis exfoliativa, 
angioedema, glositis, ardor ocular, prurito en mucosas, 
fiebre, eosinofilia. 
Por uso crónico se ve leucocitosis, linfocitos atípicos, 
púrpura trombocitopénica y granulaciones tóxicas. 
Otros efectos como nefrotoxicidad del tipo del sín- 
drome de Fanconi. Síntomas semejantes a los del lupus 
se han visto por minociclina. También pseudotumor 
cerebral por tetraciclina. Diabetes insípida nefrogénica 
por demeclociclina. 
Cloranfenicol 
Fue aislado en 1947 de extractos del Streptococcus 
venezuelae y se utiliza desde 1949. Atraviesa la barrera 
hematoencefálica, produce discrasias sanguíneas y toxici- 
dad neonatal. Ha sido usado por su bajo costo y eficacia 
en infecciones severas. 
El cloranfenicol actúa uniéndose reversiblemente a la 
subunidad 50s del ribosoma bacteriano 70S, y así inhibe 
la síntesis de proteínas. Es bacteriostático. 
Es de amplio espectro, especialmente contra anae- 
robios gram positivos y gram negativos. Su uso se ha 
limitado por su toxicidad aunque tiene utilidad en fiebre 
tifoidea, infecciones por rikettsias y en pacientes alérgicos 
a los betalactámicos. 
Farmacocinética 
La absorción oral es adecuada; el nivel pico en plasma 
es de 10 a 13 μg/ml; la vida media es de 4 horas; es 
metabolizado en el hígado donde se conjuga con ácido 
glucurónico y se excreta en forma inactiva en la orina. No 
se conoce la absorción por vía intramuscular por lo que 
no se recomienda. Tiene una buena distribución en todos 
los fluidos llegando al cerebro y líquido cefalorraquídeo, 
gracias a su liposolubilidad, incluso siendo los niveles 
entre el 30 y 50% de los niveles séricos. 
Al parecer el cloranfenicol inhibe enzimas microso- 
males hepáticas prolongando la vida media de la tolbu- 
tamida, la clorpropamida, la fenitoína, la ciclofosfamida 
y la warfarina. El tiempo de protrombina se prolonga 
por inhibición de la síntesis de la vitamina K. Las con- 
centraciones séricas del cloranfenicol se disminuyen por 
activación de las enzimas microsomales como rifampicina, 
fenitoína, fenobarbital. 
Toxicidad 
El mayor efecto colateral es la anemia aplásica, ocurre 
semanas o meses después de completar la terapia, es fatal 
y no se relaciona con la dosis, e incluso se presenta por el 
uso de la presentación en gotas oftálmicas. 
La supresión de la médula ósea se manifiesta con ane- 
mia, leucopenia, o trombocitopenia, este tipo de toxicidad 
es relativa a la dosis y es reversible. 
El síndrome del bebé gris es otra reacción fatal, ocu- 
rre en neonatos. Distensión abdominal, emesis, cianosis 
progresiva, respiraciones irregulares, flacidez, colapso 
circulatorio e incluso la muerte. Se relaciona con la dosis 
y con concentraciones séricas de 50 μg/ml. Raramente se 
ha visto por sobredosis en adultos. 
Otros efectos son neuritis óptica y periférica, cefalea, 
depresión, confusión mental. Síntomas gastrointestinales 
como estomatitis, nauseas, diarrea, colitis pseudomembra- 
nosa. También pueden alterar la flora intestinal. 
Clindamicina 
Es un derivado de la lincomicina, el cual fue aislado del 
Streptomyces lincolnesis en 1962. Desde 1966 se utiliza 
y reemplazó a la lincomicina por su mejor absorción y 
actividad antibacteriana. El gran problema es que oca- 
siona colitis pseudomembranosa. 
Inhibe la síntesis proteica bacteriana al unirse a la 
subunidad 50s del ribosoma bacteriano. Compite con 
los macrólidos por el sitio de unión. Además facilita la 
ozonización, la fagocitosis y la muerte intracelular de la 
bacteria. 
Es muy útil contra anaerobios y algo contra aerobios 
gram positivos. 
Farmacocinética 
Tiene buena absorción oral con vida media sérica de 2.7 
horas, los alimentos no interfieren con esa absorción. 
Tiene gran distribución, incluso en el líquido cefalorra- 
quídeo, se acumula en leucocitos polimorfonucleares, 
macrófagos alveolares y abscesos. Se metaboliza en el 
hígado, se elimina en la orina y bilis. Tiene circulación 
 
 
 
400 • Toxicología 
 
enterohepática que permite su actividad prolongada 
pero altera la flora intestinal. El período de semielimi- 
nación es de 2.5 horas. 
 
Toxicidad 
Los efectos gastrointestinales son los más frecuentes como 
diarrea. La incidencia de colitis por Clostridium difficile 
está entre 1 y 10%, incluso con la presentación tópica 
de la clindamicina; esta se trata suspendiendo el antibió- 
tico y adicionando vancomicina o metronidazol. Otros 
síntomas que se pueden presentar son anorexia, náuseas, 
emesis, flatulencia, sabor amargo, distensión abdominal y 
elevación transitoria de las transaminasas. 
Reacciones de hipersensibilidad como rash, fiebre, 
eosinofilia y anafilaxis. Raramente se produce neutropenia 
y trombocitopenia. También puede generar depresión de 
la contractibilidad muscular y aumentar el bloqueo de 
relajantes musculares como el pancuronio. 
 
Sulfonamidas 
 
Fueron los primeros agentes utilizados sistémicamente 
para la prevención y cura de infecciones bacterianas, 
antes de las penicilinas, hoy en día han pasado a un lu- 
gar muy secundario. En 1932 se logró la patente para el 
Prontosil que contenía un grupo sulfonamida. Amplio 
espectro contra grampositivos y gramnegativos, inclusive 
Clamydia, toxoplasma, nocardia y neisseria. Son análogos 
estructurales y antagonistas competitivos del PABA por 
lo que inhiben la enzima bacteriana que incorpora el 
PABA al ácido dihidropteróico, precursor del ácido fólico. 
 
Farmacocinética 
Tienen buena absorción en el tracto gastrointestinal a 
excepción de las que actúan a estenivel localmente, 
entre un 70 y 100%. Hay gran afinidad por las proteínas 
plasmáticas como la albúmina. La distribución es exce- 
lente, en todos los tejidos corporales incluyendo líquido 
cefalorraquídeo, atraviesan la barrera placentaria. Son 
metabolizadas en el hígado a través de acetilación. Se 
eliminan principalmente por vía renal aunque también 
se aísla en heces, bilis y leche materna. 
Interaccionan con anticoagulantes, hipoglicemiantes 
y anticonvulsivantes, potenciando la acción de estos 
medicamentos. 
 
Toxicidad 
Nefrotoxicidad por formación y depósito de cristales, 
conduciendo a obstrucción urinaria y falla renal aguda 
post-renal; se evita con ingesta de abundantes líquidos y 
alcalinizando la orina. 
Trastornos hematológicos como anemia hemolítica, 
más relacionada con el déficit de glucosa 6 fosfato des- 
hidrogenasa, agranulocitosis, anemia aplásica, tromboci- 
topenia y eosinofilia. 
Hepatitis con necrosis focal o difusa, con cefalea, náu- 
seas, emesis, fiebre, hepatomegalia e ictericia, que incluso 
puede aumentar después de suspender el medicamento. 
Reacciones de hipersensibilidad que incluyen vascu- 
litis, manifestaciones cutáneas variadas, fiebre, artralgias, 
broncoespasmo, leucopenia y anafilaxia. 
Otros trastornos como bocio e hipotiroidismo, artritis, 
enfermedades psiquiátricas, neuritis periférica. Kerníc- 
terus en niños prematuros por uso durante el embarazo. 
 
Penicilinas 
 
En 1928 Alexander Fleming, en el St. Mary de Londres, 
observó que un hongo que contaminó sus cultivos de 
estafilococos provocaba la lisis de las bacterias alrededor 
de este hongo, el cual resultó inhibidor de muchas bac- 
terias. La sustancia fue llamada penicilina por derivarse 
del hongo del género Penicillium. Desde 1940 el material 
crudo produjo notables efectos en ratas usado de forma 
sistémica, en 1941 se comenzó a utilizar en humanos 
con excelentes resultados. Estos experimentos fueron 
realizados por Florey, Chain y Abraham de la universidad 
de Oxford. 
La estructura básica consiste en un anillo de tiazoli- 
dina unido a un anillo betalactámico, que son los de la 
actividad biológica, a este se une una cadena lateral, la 
cual a su vez da las diferentes variedades de penicilinas, 
naturales, semisintéticas o sintéticas. 
Las bacterias en su pared celular poseen diferentes 
proteínas fijadoras de penicilinas, son, probablemente las 
transpeptidasas y carboxipeptidasas que catalizan algunas 
de las reacciones terminales en la síntesis de la pared ce- 
lular. Las penicilinas se unen a estas proteínas y producen 
la inhibición del último paso, traspeptidación de la síntesis 
del peptidoglicano de la pared celular bacteriana, además 
de la disminución de inhibidores de autolisinas. 
Se clasifican en diferentes grupos de acuerdo con su 
espectro de actividad antibacteriana. 
Penicilinas naturales 
 
Incluye la penicilina G y la V. Muy activas contra cocos 
grampositivos, Neisseria, anaerobios, pero ineficaces 
contra S. aureus por ser hidrolizados por penicilinasas. 
 
Farmacocinética 
La absorción oral de la penicilina G es solo del 30% ya 
que es destruida por el pH ácido del estómago, siendo 
mayor la de la penicilina V, con nivel de pico plasmático 
en una hora; si se administra por vía parenteral el nivel 
pico en plasma es a los 15 minutos, la vida media es de 
30 minutos, por esto se han creado compuestos de acción 
prolongada como la procaínica y la benzatínica, que son 
de liberación lenta y persistente; también se absorbe a 
través de serosas. El 65% se une reversiblemente a las 
Intoxicación por antibióticos • 401
proteínas. La distribución es amplia pero si llega al líquido 
cefalorraquídeo, tiene potencial epileptogénico. De un 60 
a 90% se excreta rápidamente por vía renal. 
Penicilinas penicilasarresistentes 
No son hidrolizadas por las penicilinasas de los estafilo- 
cocos, por lo que son de primera elección en infecciones 
por estos agentes. 
Farmacocinética 
La meticilina tiene muy baja absorción oral, por vía pa- 
renteral alcanza picos plasmáticos en media a una hora, 
el 40% se une a proteínas, amplia distribución como 
la penicilina G, excreción renal. Se ha relacionado con 
nefritis intersticial. 
Las isoxazolil-penicilinas como oxacilina y dicloxaci- 
lina tienen buena absorción oral con pico plasmático a la 
hora, también hay presentaciones para uso parenteral con 
pico plasmático en treinta minutos; se unen en un 90% 
a proteínas; la vida media es de una hora; la eliminación 
es principalmente renal. 
La nafcilina también tiene mala absorción oral por 
lo que se utiliza parenteral con picos plasmáticos a la 
hora; se une en un 90% a las proteínas; se distribuye 
adecuadamente en bilis y líquido cefalorraquídeo. Puede 
producir flebitis. 
Aminopenicilinas 
El espectro es más amplio que el de las demás penici- 
linas. Son bactericidas activos contra grampositivos y 
gramnegativos. 
Farmacocinética 
La ampicilina es estable en el ácido y por esto se absorbe 
bien por vía oral; el pico plasmático es a las 2 horas y se 
detecta en plasma hasta 4 horas después de la ingestión. 
Si la administración es parenteral alcanza picos a la hora 
pero disminuyen en 2 horas. Se elimina por vía renal pero 
también se excreta en bilis y heces por tener circulación 
enterohepática. Puede producir diarrea. 
La amoxicilina es estable en el ácido y de mejor ab- 
sorción oral, rápida y completa. El 20% se liga a proteí- 
nas al igual que la ampicilina. Se encuentra en mayores 
concentraciones en plasma. 
Otras penicilinas de este subgrupo son la bacampici- 
lina y la hetacilina. 
Penicilinas antipseudomonas 
Las carboxipenicilinas como la carbenicilina y ticarcilina, 
y las ureidopenicilinas como la azlocilina, la mezlocilina 
y la piperacilina, son de este grupo. Tienen gran actividad 
contra pseudomina, proteus y otras enterobacterias. 
Farmacocinética 
La carbenicilina no se absorbe por vía oral por lo que se 
utiliza la vía parenteral con picos plasmáticos entre 30 
minutos y 2 horas; el 50% se une a proteínas; la vida media 
es de una hora; la excreción renal es del 75 al 85%. Puede 
generar disfunción plaquetaria, hipocalemia por unión 
del anión carbenicilina al catión potasio en la excreción 
renal, insuficiencia cardiaca por ingestión excesiva de 
sodio. El indanil-carbenicilina si se absorbe por vía oral. 
La azlocilina es más activa contra la pseudomona; la 
vida media es de una hora. 
Toxicidad de las penicilinas 
La toxicidad directa es mínima. Puede aparecer depre- 
sión de la médula ósea, granulocitopenia. Las penicilinas 
penicilinorresistentes se han relacionado con hepatitis. La 
disfunción plaquetaria de las penicilinas naturales y car- 
boxipenicilinas se cree que ocurre por interferencia de la 
unión de los agonistas a la superficie plaquetaria. Flebitis 
y reacciones locales musculares por administración pa- 
renteral con elevación de transaminasas y dehidrogenasa 
láctica. El uso intratecal de penicilina G puede conducir 
a aracnoiditis o encefalopatía fatal con convulsiones. La 
penicilina G en dosis altas puede producir letargia, con- 
fusión, espasmos musculares, mioclonos, convulsiones, 
que se favorecen en pacientes con insuficiencia renal, 
hiponatremia o enfermedades del sistema nervioso cen- 
tral. Hiperpotasemia por penicilina G potásica; tinitus, 
cefalea, convulsiones por penicilina G procaínica. 
También se puede ver sobreinfección bacteriana o 
micótica por cambios en la flora, como la colitis pseu- 
domembranosa. 
Las reacciones de hipersensibilidad son los efectos 
más frecuentes descritos con las penicilinas, entre un 
1 y 10%. Las manifestaciones de alergia son rash ma- 
culopapular, rash urticarial, broncoespasmo, fiebre, 
enfermedad del suero, dermatitis exfoliativa, nefritis 
intersticial, eosinofilia, síndrome de Steven-Johnson, 
angioedema y anafilaxia. La variedad de presentaciónes 
muy grande, con cualquier dosis, en cualquier momento 
de tratamiento, con o sin exposición previa, con mejoría 
de los síntomas al suspender el tratamiento hasta varias 
semanas después o durante el mismo tratamiento. El 
determinante antigénico mayor es el resto peniciloílo que 
se forma al abrirse el anillo betalactámico, y el determi- 
nante menor es la molécula intacta y el peniciloato. Estas 
reacciones son mediadas por IgE con el determinante 
menor y por IgM y específicos con el determinante mayor. 
La anafilaxia y la reacción anafilactoide son causadas 
en su gran mayoría por penicilinas. Su frecuencia es de 
0.04 a 0.2%, y el 0.001% muere. Se caracteriza por 
síntomas generales como astenia y adinamia; urticaria y 
eritema; edema periorbitario, congestión nasal, cianosis; 
rinorrea, disnea, edema laríngeo, edema de la lengua, es- 
tridor; enfisema agudo, broncoespasmo; emesis, disfagia, 
 
 
 
402 • Toxicología 
 
dolor abdominal, diarrea; taquicardia, palpitaciones, hipo- 
tensión, shock; ansiedad, convulsiones. Los diagnósticos 
diferenciales son asma, síncope vasovagal, eventos cere- 
brovasculares, intoxicación alimentaria, infarto agudo de 
miocardio, embolismo pulmonar, crisis de ansiedad, y la 
reacción de Jarisch-Herxheimer (fiebre, mialgias, cefalea, 
taquicardia, taquipnea, vasodilatación, hipotensión) rela- 
cionado con la administración de penicilina en pacientes 
con sífilis. El mecanismo de anafilaxia es mediado por 
la liberación de sustancias vasoactivas que incluyen los 
leucotrienos C4 y D4, histamina, factor quimiotáctico 
eosinofílico, bradiquinina, calicreína, prostaglandina D, 
factor activador de plaquetas, pero el mecanismo básico 
inicial es la liberación de IgE por ser reacción tipo I. 
La reacción anfiláctica se clasifica en cuatro grados, 
los cuales determinan su tratamiento: 
1. Reacción local mayor de 15 cm. Se maneja con com- 
presas frías y medicación para los síntomas. 
2. Urticaria y prurito generalizado. Adrenalina 0.3 a 0.5 
ml en adultos, y 0.01 ml/k en niños, de una dilución 
1:1000 subcutánea; antihistamínicos. 
3. Broncoespasmo, angioedema, nauseas y emesis. 
Adrenalina en iguales dosis pero repitiendo cada 15 
minutos según necesidad; oxigenoterapia; manejo 
como el 4 grado según evolución. 
4. Respiratorios como obstrucción de la vía aérea supe- 
rior. Intubación; adrenalina. 
Hipotensión. Hidratación con cristaloides; 1 ml IV 
de adrenalina 1:10000; corticoides; antihistamínicos; 
dopamina. 
Convulsiones. Anticonvulsivantes. 
Para evitar este tipo de reacciones se recomienda 
que el médico tratante realice una excelente y completa 
historia clínica con antecedentes de alergia, definir tra- 
tamiento de menor riesgo y tener precauciones con las 
interacciones, escoger la vía de administración, enseñar 
los signos y síntomas de alarma, observar al paciente por 
media hora después de la administración del medica- 
mento, desensibilizar, educar al paciente sobre kits de 
autoinoculación de adrenalina. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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