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Intoxicación por antibióticos AMINOGLUCÓSIDOS En 1943 se aisló una cepa de Streptomyces griseus y en 1944 se publicó el descubrimiento de la estreptomici- na, el primer aminoglucósido. Tienen actividad contra bacilos gramnegativos principalmente. Son bactericidas, se unen a la subunidad 30s de los ribosomas bacterianos de manera irreversible, interrumpiendo los mensajes de la información genética. Farmacocinética La absorción es muy errática por vía oral y tópica local por ser cationes muy polares, por esto se utiliza la vía parenteral, intramuscular y endovenosa. Se metabolizan parcialmente en el hígado, la excreción biliar es mínima, son eliminados por filtración glomerular. Son solubles en agua y estables a pH variables, pero menos activos en pH ácido y en presencia de cationes divalentes como el calcio y el magnesio. Los niveles séricos máximos se alcanzan a los 30 a 90 minutos de su administración parenteral, su período de semieliminación es de 2 horas aproximadamente. Se dis- tribuyen en líquidos extracelulares y penetran al líquido cefalorraquídeo y al ojo en poco porcentaje (10%). La vida media es de 2 a 3 horas. Tienen gran distribución y fijación en el tejido renal donde se encuentran varias semanas después de suspendido el tratamiento. Toxicidad La ototoxicidad resulta de la exposición prolongada o por dosis altas del medicamento. El síntoma inicial del daño coclear es el tinitus, el cual es de tonos altos y continuo, con pérdida significativa de la agudeza auditiva para tonalidades altas no presentes en la conversación, lo que no permite la identificación de esta toxicidad en su inicio. También se presenta vértigo y síntomas de extrapiramidalismo como ataxia. La hipofunción vestibular se cree es ocasionada por un metabolito del aminoglucósido, que en el caso de la gentamicina se une al ión hierro formando un complejo que produce radicales libres capaces de destruir las células ciliadas del epitelio vestibulosensorial del aparato de Corti o de las crestas acústicas. La ototoxicidad es considerada irreversible pero en un 10-50 % de los casos podría ser reversible. La estreptomicina es mayormente vestibu- lotóxica y la amikacina es exclusivamente cocleotóxica. La neomicina, la amikacina-kanamicina, la tobramicina y la netilmicina, en orden decreciente, son generadores de cocleotoxicidad; en cuanto a la vestibulotoxicidad, en orden decreciente son, estreptomicina, gentamicina, tobramicina-kanamicina-amikacina-neomicina, netilmi- cina. Son factores de riesgo la alta edad de los pacientes, la duración del tratamiento, la bacteremia, las malas condiciones físicas, fiebre, hepatopatía y combinación con otros agentes ototóxicos. Dosis altas, tratamientos prolongados, el tipo de aminoglucósido, antecedente de enfermedad hepática, hipotensión y depleción de volumen en el paciente, son factores de riesgo para nefrotoxicidad por este grupo de medicamentos. El potencial intrínseco de cada uno de ellos para generar nefrotoxicidad es diferente, siendo de mayor a menor, neomicina, gentamicina, tobramicina, amikacina, netilmicina, estreptomicina. Otros factores asociados son: hipomagnesemia, hiperparatiroidismo, acidosis metabólica, hipocalemia, y obesidad. Hay drogas que al interactuar con los aminoglucósidos potencian la nefrotoxicidad como la anfotericina B, la vancomicina, la piperacilina, la clindamicina, el cis-platino, los bloquea- dores de los canales de calcio, los anti-inflamatorios no esteroideos y los medios de contraste. Inicialmente hay una pérdida del poder de concentración de la orina, pro- teinuria, cilindros urinarios y creatinuria; posteriormente se elevan el nitrógeno ureico y la creatinina; se afectan las células de los túbulos proximales; generalmente es leve y reversible pero puede culminar en falla renal y requerir diálisis. 392 • Toxicología La parálisis neuromuscular se debe a un bloqueo en los canales de calcio, inhibiendo la acetilcolina presináptica y sus receptores postsinápticos. Existen factores asociados como la interacción con curare, succinilcolina y magnesio, y la toxina botulínica, potenciando este tipo de toxicidad. La hipersensibilidad y/o anafilaxia es extremadamente rara, más relacionada con lesiones inflamatorias locales en zonas de administración parenteral, eosinofilia, fiebre, discrasias sanguíneas, angioedema, dermatitis exfoliativa, estomatitis. BETALACTÁMICOS Todos son considerados como seguros de usar durante el embarazo. Aztreonam Primer monobactam sintético, tiene un núcleo monocícli- co y no bicíclico como los demás betalactámicos. Aislado del Chromobacterium violaceum. Tiene buena actividad contra enterobacterias y Pseudomona aeruginosa. El mecanismo de acción es similar al de otros betalactá- micos, con alta afinidad por las proteínas de unión de las penicilinas, ubicadas en la pared celular de bacterias como las gramnegativas, interfiriendo con la síntesis de esta pared celular. Preserva la flora bacteriana normal anaerobia y grampositiva. Farmacocinética La biodisponibilidad es de alrededor del 100% si su aplicación es intramuscular, y del 1% si se utiliza oral. Su nivel pico en el plasma es de 35-99 μg/ml, en una hora, y su volumen de distribución es de 0.212 L/k. La unión a las proteínas plasmáticas es del 5.6%, la vida media de eliminación es de 1.6 horas, y la excreción sin metaboli- zarse es del 1-7%. Toxicidad El uso crónico desencadena toxicidad similar a la de los demás betalactámicos. Hay reportes en un 2% de reaccio- nes locales como rash y prurito a la aplicación intramus- cular del aztreonam en los pacientes, además de nauseas, emesis y diarrea. Tiene una leve alerginicidad cruzada con las penicilinas y las cefalosporinas. También puede ser causa de colitis pseudomembranosa por Clostridium difficile. Otro efecto menos común es una supresión de la médula ósea. No se han reportado casos de sobredosis. Si el paciente presenta insuficiencia renal el uso crónico puede desencadenar en toxicidad. Tratamiento Debido a su moderada unión a proteínas y bajo volumen de distribución puede ser útil la hemodiálisis o la hemo- perfusión. No tiene antídoto. Imipenem Es el primero de los carbapenemes, una nueva clase de antibióticos betalactámicos. Es n-formimidiltienamicina, derivado del Streptomyces cattleya. Se utiliza en combi- nación con la cilastatina, una enzima no antibiótica, que previene la descomposición del imipenem en metabolitos nefrotóxicos, y se usa por vía endovenosa. La dosis tera- péutica es de 250 mg cada 6 horas, 50 mg/k/d máximo, la cual a su vez es una dosis baja y segura. Tiene actividad contra aerobios y anaerobios, incluyendo Lysteria, Pseu- domona, Acinetobacter y Clostridium. Farmacocinética No se absorbe por vía oral. La biodisponibilidad es menor del 5%, al igual que para la cilastatina, y su nivel pico en plasma es de 14.80 μg/ml después de administrar 250 a 1000 mg endovenosos. El volumen de distribución es de 0.22 L/k en adultos, y 0.33 L/k en niños, mientras que el de la cilastatina es de 0.15 L/k. La vida media de elimina- ción es de 0.8 a 1.2 horas. Se excreta sin metabolizarse en un 40%, o en un 70% si está combinado con cilastatina. Por estas razones se ha combinado con la cilastatina. Toxicidad Si se utiliza de manera crónica se recomienda conocer la historia de hipersensibilidad a otros betalactámicos por la probabilidad de reacciones cruzadas, como flebitis, dolor en la región de infusión, nauseas y emesis, que se presentan en menos del 3% de los pacientes. Se ha reportado que un 5% de los pacientes han presentado convulsiones, siete días después de haber iniciado el uso de este antibiótico, asociándose con fac- tores de riesgo como la insuficiencia renal e historia de enfermedadesdel sistema nervioso central y coronaria. Las sobredosis predisponen al aumento de la frecuencia de las convulsiones si el paciente además presenta insu- ficiencia renal. Tratamiento Es sintomático y de soporte. Se busca reducir el nivel sérico elevado del imipenem y así su potencialidad tóxica. Se utilizan medidas generales como el lavado gástrico y no hay medidas específicas conocidas. Se recomienda tener precaución en sobredosis con la aparición de con- vulsiones, las cuales requerirían el manejo ya conocido y protocolizado por los neurólogos. CEFALOSPORINAS Fueron aisladas en 1953 aunque el hongo Cefalosporium acremonium fue la primera fuente aislada en 1948, se diferencia de las penicilinas por presentar un anillo de Intoxicación por antibióticos • 393 dihidrotiacina con seis carbonos en lugar del anillo de tiazolidina con cinco carbonos. Inhiben la síntesis de la pared celular bacteriana. Es un grupo muy grande de antibióticos, posee cuatro generaciones diferentes según su actividad antibacteriana y varían en su composición, así como en su biodisponibilidad, vida media y eliminación, pudiendo las de tercera por ejemplo atravesar la barrera hematoencefálica y llegar al líquido cefalorraquídeo; de acuerdo a esto tienen diferentes indicaciones y vías de administración. Tienen amplio espectro especialmente contra cocos grampositivos y bacilos gramnegativos. Farmacocinética Se absorben por vía oral como la cefalexina, la cefradina, el cefaclor y el cefadroxilo; por vía intravenosa como la cefalotina y cefapirina; por vía intramuscular o intrave- nosa las demás en general. Se excretan principalmente por riñón; la cefoperazona por vía biliar. Tienen buena distribución, penetran al líquido cefalorraquídeo, atravie- san la placenta y se encuentran en los líquidos sinoviales y pericárdico, además del humor acuoso pero no en el vítreo. Tienen buena unión a proteínas y en promedio la vida media está entre una y dos horas, siendo mayor para las de tercera generación. Toxicidad Presentan gran cantidad de efectos adversos hematológicos como anemia hemolítica, neutropenia, trombocitopenia y trastornos de la coagulación. Las cefalosporinas con el radical N-metiltiotetrazole en su cadena, tales como el moxalactam, cefocetam y el cefamandol, se han asociado con altas incidencias de hemorragias, ya que este radical NMTT inhibe la epóxido reductasa de la vitamina K interfiriendo con la carboxilación de varios factores de la cascada de la coagulación. La cefonicida, de segunda generación, no posee este radical y no se considera cau- sante de hemorragias como efecto adverso. A pesar de discusiones iniciales sobre las reacciones cruzadas alergénicas de las cefalosporinas con las peni- cilinas, recientes estudios no han logrado demostrar tal asociación, especialmente en las de segunda y tercera generación, y por esto se ha postulado la seguridad de administrar cefalosporinas en pacientes alérgicos a las penicilinas sin que con esta práctica se aumente el riesgo de desencadenar una reacción alérgica o anafiláctica. Sin embargo sí existen reacciones alérgicas con una incidencia entre el 1 y 10% de la población a la que se le administran cefalosporinas, e incluyen rash, eosinofilia, fiebre, mani- festaciones hematológicas, síntomas gastrointestinales y flebitis, siendo más frecuentes las reacciones cutáneas y aparecen después de 24 horas de iniciada la administra- ción; la anafilaxia es muy rara. Se ha presentado con las de tercera generación, como el moxalactam, el efecto tipo disulfiram, inhibiendo la degradación del alcohol al interferir con la alcohol deshidrogenasa y acumulando acetaldehído, y que al administrarse con alcohol produce hipotensión, emesis, oleadas de calor. MACRÓLIDOS Eritromicina Fue descubierto en 1952 en los productos metabólicos de una cepa de Streptomyces erythreus. Se encuentra dispo- nible en presentaciones como eritromicina base, estearato, estolato y etilsuccinato. Actúa inhibiendo la subunidad 50s de los ribosomas de las bacterias, reversible, siendo bacteriostático, e impide el transporte y transferencia de peptidilos. Tiene actividad frente a cocos grampositivos, incluyendo Mycoplasma, Legionella, Clamydia, Coryne- bacterium, Clostridium, Neisseria y Treponema. Farmacocinética La eritromicina base y el estearato son inactivados en el estómago por el ácido, por eso requieren cubierta entérica. Los niveles pico en plasma son de 0.1 a 1.9 μg/ml después de 3 a 4 horas de ingerido el medicamento, y de 3 a 10 μg/ml después de 1 hora de administrado de forma pa- renteral. Su unión a las proteínas plasmáticas es del 60%. Su eliminación es biliar, se encuentra sin metabolismo en un 4.5% si su vía de administración fue oral y en un 15% si fue endovenosa. La vida media es de 1.5 horas, con niveles apreciables durante 6 horas. Se encuentra en la leche materna y atraviesa la barrera placentaria. Se distribuye bien en tejido respiratorio, hígado y próstata. No llega al líquido cefalorraquídeo. Interacciona con otros medicamentos a través de la enzima citocromo P-450, incrementando los niveles plasmáticos del fentanyl, carbamazepina, clozapina, col- chicina, ciclosporina, digoxina, ergotamina, midazolam, nadolol, teofilina, triazolam, ácido valproico, vinblas- tina y warfarina. Su uso concomitante con astemizol o terfenadina se ha asociado a la presencia de arritmias ventriculares como la torsión de puntas, y con rash. Toxicidad Los efectos gastrointestinales como dolor abdominal, nauseas, emesis, diarrea, son los más frecuentes e impor- tantes, y flatulencia si la dosis es mayor de 4 gr. al día. Además aumenta la motilidad gástrica por lo que se ha utilizado como adyuvante del tratamiento de la gastro- paresia diabética. Efectos cardiovasculares como la prolongación del QT y la torsión de puntas, que pueden aparecer incluso después de suspendido el tratamiento, por uso endove- noso, tratable con infusión de lidocaína no continua, y con mortalidad en pacientes prematuros, recién nacidos, ancianos, o con enfermedad cardiovascular concomi- tante. Estos efectos están relacionados con alteraciones 394 • Toxicología electrolíticas como hipocalemia, hipocalcemia, hipo- magnesemia, además de infarto agudo de miocardio, disfunción del ventrículo izquierdo, disfunción hepática, aunado al uso concomitante de medicamentos antiarrít- micos (clases IA y III, como amiodarona, isopiramida, quinidina, sotalol) o de otros con propiedades car- dioactivas (antimicrobianos como pentamidina, clotri- moxazole, ciclotrópicos como haloperidol, trazodona y antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos como aste- mizol y terfenadina). La eritromicina por sí sola puede prolongar el potencial de acción alterando la función de los canales de sodio, similar a los antiarrítmicos clase IA y III. Otro efecto es la hipotensión. Efectos hepáticos como hepatitis colestásica, descri- ta en adultos que tomaron medicación por más de dos semanas tipo estolato; hepatotoxicidad reversible, fiebre, rash, eosinofilia, que resuelve días después de suspender el medicamento. También puede presentarse una pérdida transitoria de la agudeza auditiva, más frecuente en ancianos con falla renal, por concentraciones séricas altas del medicamento. Se han reportado casos de pancreatitis aguda en niños con dosis mayores de 5 gr. al día. Además calambres y manifestaciones dermatológicas como rash, síndrome de Steven-Johnson, asociadas a eosinofilia. Tratamiento En sobredosis oral se ha utilizado el lavado gástrico, ade- más del carbón activado, disminuyendo la concentración de absorción del medicamento. Si se utiliza la eritromicina endovenosa debe infundir- se lentamente durante una hora y bajo monitoreo estricto para que si aparece algúntipo de arritmia la infusión se pueda suspender. El bicarbonato de sodio en una dosis de 1 mEq/k en bolo y continuando con 0.5-1 mEq/k hora es útil ante la presencia de efectos cardiovasculares manteniendo un pH sanguíneo adecuado para disminuir las arritmias. La lidocaína a dosis de 1 mg/K en bolo es la droga de elección para taquicardia ventricular, o el sulfato de magnesio en bolo de 2 gr. o máximo 10 gr. en torsión de puntas. Azitromicina y claritromicina La azitromicina está compuesta por 15 carbonos, conside- rado como una azalida, y la claritromicina por 14 carbo- nos, similar a la eritromicina. Son antibióticos de amplio espectro y tienen actividad frente a micobacterias atípicas, especies de Toxoplasma y Hemophylus influenza. Tienen mejor penetración a los tejidos y a los polimorfonucleares que la eritromicina y son de vida media más larga. Toxicidad No existen muchos reportes en la literatura médica sobre casos de sobredosis por estos medicamentos. Dentro de su toxicidad se ha observado pérdida de la agudeza auditiva, nauseas, emesis y diarrea. Por su uso crónico se han presentado casos de nauseas, diarrea, dolor abdominal, emesis, dispepsia y gastritis, reportados en un 10-20% en pacientes con claritromi- cina y en un 10% en pacientes con azitromicina, siendo menor que en pacientes con eritromicina en los cuales se presentan del 20-35% de los casos. Por ser los macrólidos inhibidores del metabolismo de la citocromo P-450 de numerosos xenobióticos, se han reportado casos de pacientes tratados con claritromicina y derivados del ergot, que han desarrollado un ergotismo clínico que incluye hipertensión, isquemia de la lengua y cianosis periférica, requiriendo manejo con hipotensores endovenosos para emergencias hipertensivas, anticoa- gulación y corticoterapia. Este efecto también puede presentarse por interacción con betabloqueadores. Tratamiento En casos de sobredosis se requiere de medidas de soporte y manejo sintomático. TRIMETOPRIM Y SULFAMETOXAZOLE No existen reportes de sobredosis por estos medicamen- tos. El trimetoprim es una 2,4 diaminopirimidina; su peso molecular de 290.3. El trimetoprim es inhibidor de la dihidrofolato reductasa impidiendo la reducción del ácido dihidrofolato en tetrahidrofolato El sulfametoxazole es una sulfonamida bacteriostática que inhibe la incorpo- ración del ácido paraaminobenzoico al ácido fólico. La combinación de sulfametoxazole y trimetoprim está en una relación de 5 a 1. Tienen utilidad en infecciones del tracto urinario, neumonía por Pneumocystis carinni, enteritis por Shiguella, otitis media, bronquitis, infec- ciones en pacientes granulocitopénicos, y en nocardiosis. Actividad contra grampositivos y gramnegativos. Farmacocinética El trimetoprim es absorbido casi en su totalidad en el tracto gastrointestinal; su nivel pico en plasma es de 1 μg/ ml entre 1 a 4 horas después de la dosis oral; se une a las proteínas plasmáticas entre un 40 - 70%; se mantienen niveles en sangre entre 1.2 y 3.2 μg/ml constantes con administración cada 12 horas; su volumen de distribu- ción es de 1.4 L/k; en un 10 al 30% es metabolizado en el hígado, y se oxida e hidroxila en metabolitos; es excretado en un 40 a 60% sin metabolizar en la orina, su vida media de eliminación es de 8 a 11 horas, su acla- ramiento es de 0.12 L/h/k. El sulfametozaxole también es absorbido en su totalidad en el tracto gastrointestinal, con nivel de pico plasmático de 36 a 40 μg/ml entre 1 a 4 horas de la ingesta; se une en un 36% a las proteínas del plasma, su volumen de distribución es de 0.14 L/k; se metaboliza en el hígado y es acetilado y conjugado con Intoxicación por antibióticos • 395 ácido glucurónico; en un 20% es excretado en la orina sin metabolizarse, y su vida media de eliminación es de 10 a 13 horas. Atraviesan la barrera placentaria y se encuentran en la leche materna y en líquido cefalorraquídeo. Otras sulfamidas difieren mucho en cuanto su unión con las proteínas, eliminación, metabolismo y solubilidad. El trimetoprim interacciona con la fenitoína inhibien- do su metabolismo hepático, y disminuye la eliminación renal de la procainamida. El sulfametoxazole puede desplazar el metotrexate de su unión con las proteínas del plasma, además de la warfarina e hipoglicemiantes como la cloropropamida. Toxicidad La dosis tóxica del trimetoprim es de 8000 mg y no se conocen dosis letales. Por trimetoprim puede presen- tarse nauseas, emesis, cefalea, sudoración, epigastralgia, debilidad, edema facial. El trimetoprim sulfametoxazole produce náuseas, emesis, diarrea, confusión mental, alucinaciones, edema facial, cefalea, depresión de la médula ósea (pancitopenia), trastornos de coagulación y leve ascenso de las transaminasas séricas por hepatitis colestásica alérgica. En uso agudo pueden observarse reacciones alérgicas dermatológicas y déficit de ácido fólico. Por su uso crónico se han presentado muertes asocia- das a la aparición de una anemia hemolítica, más en pa- cientes con déficit de la glucosa 6 fosfato deshidrogenasa, y a una necrolisis tóxica epidérmica (síndrome de Lyell). Se puede incrementar la concentración de creatinina y generarse falla renal, por depósito de cristales de las sulfas en el riñón. Otro efecto es la colitis pseudomembranosa. Estas reacciones son evitables con el uso concomitante de ácido fólico. Durante el embarazo, la utilización del sulfame- tozaxole y otras sulfas, por atravesar la barrera placen- taria, pueden producir kernicterus en el feto debido al desplazamiento de la bilirrubina unida a la albúmina fetal. Laboratorio El trimetoprim se puede cuantificar en suero por cro- matografía líquida de alta afinidad, con límite inferior de detección de 0.2 μg/ml, y para el sulfametozaxole de 0.02 μg/ml. Tratamiento Consiste en la estabilización, con manejo sintomático y de soporte, además de un monitoreo hematológico. Se utiliza el lavado gástrico, además del carbón activado. La hemodiálisis lo remueve en poca cantidad por su gran unión a proteínas y su gran volumen de distribución. No existen antídotos, se ha propuesto la leucovorina sin estudios aún adecuados. Los pacientes se deben hospi- talizar y realizarles monitoreo cardíaco, colocar líquidos endovenosos para hidratación con adecuada carga elec- trolítica, oxigenoterapia si lo requieren, pueden necesitar estudio de médula ósea o mielograma, además del manejo anticonvulsivante si las convulsiones se presentan. QUINOLONAS Y FLUOROQUINOLONAS Tienen un amplio espectro cubriendo aerobios grampo- sitivos y gramnegativos. Pueden inducir efectos inde- seables relacionados con el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso central, reacciones alérgicas infrecuentes y erosiones del cartílago en las fisis. Las fluoroquinolonas tienen cuatro núcleos de quino- lona y un radical de nitrógeno en la posición 1, un radical COOH en la posición 3, y una cetona en la posición 4. Son bactericidas, inhibiendo la síntesis del ADN por bloqueo de la DNA girasa. Hay quinolonas con carbonos en las posiciones 2 y 8 como la ciprofloxacina, la norfloxacina, la ofloxacina y la pefloxacina. Un nitrógeno en la posición 2 y un carbono en la posición 8 es la cinoxacina. Un carbono en la posi- ción 2 y un nitrógeno en la posición 8 es la enoxacina y el ácido nalidíxico, derivados de la naftrilina. Las fluoro- quinolonas tienen un átomo de fluorina en el cuarto núcleo de la quinolona en su posición 6 aumentando la actividad antibacteriana como la ciprofloxacina, ofloxa- cina, norfloxacina, pefloxacina, enoxacina. Farmacocinética Interactúan con antiácidos, antagonistas de H2, antiinfla- matorios no esteroideos, teofilina y warfarina. La ofloxaci- na, el ácido nalidíxico, la ciprofloxacina y la norfloxacina potencian efectosal desplazar a la warfarina de los sitios de unión a la albúmina, inhibiendo su metabolismo hepático y posibilitando la supresión de la vitamina K, aumentando el riesgo de sangrado. La ciprofloxacina, la ofloxacina y la pefloxacina, no han demostrado su seguridad respecto a los fetos y han sido ubicadas en la categoría C de la FDA, lo que contra- indica su uso ya que atraviesan la placenta y se encuentran en altas concentraciones en la leche materna. Tienen buena absorción por vía oral y gran afinidad por las proteínas plasmáticas. Se metabolizan en el hígado y se excretan en orina y en poco porcentaje por vía biliar. Toxicidad El uso crónico produce reacciones inmunológicas del tipo de vasculitis por hipersensibilidad, rash, neumoni- tis, anafilaxis, reacciones anafilactoides. La pefloxacina y la ciprofloxacina pueden disminuir la producción de interleukina 1. La fotosensibilidad puede generarse por fototoxicidad, por reacciones no inmunológicas o por fotoalergia. Reacciones hematológicas como trombocitopenia, anemia hemolítica y neutropenia. Reacciones gastroin- 396 • Toxicología testinales como náuseas y dolor abdominal, emesis y diarrea; además colitis pseudomembranosa. Puede haber nefrotoxicidad con falla renal y hematuria con cilindros, cristaluria con poca toxicidad para el riñón. Anormalidades metabólicas como acidosis láctica y pseudoglucosuria, más por ciprofloxacina. Artropatía y artralgias, más en niños, sin existir evidencia de daño permanente. En sistema nervioso central hipertensión benigna intracraneana, convulsiones, vértigo, psicosis orgánica por bloqueo de la inhibición sináptica me- diada por el ácido gamaaminobutírico. Efectos neuro- musculares como miopatía aguda dolorosa proximal asociada más con el ácido nalidíxico, aumento de la fatiga muscular en la miastenia gravis más por cipro- floxacina. Convulsiones, depresión, euforia, insomnio, y alteraciones en la visión de colores, por la inhibición de los receptores postsinápticos del GABA. Reacciones cruzadas con hipersensibilidad tipo I, dado por urticaria y angioedema. Ácido nalidíxico Fue el primer agente quinolona introducido en 1963. Tiene gran cantidad de efectos colaterales, con un estre- cho espectro antibacteriano, y un frecuente desarrollo de resistencias, su uso se ha limitado a infecciones del tracto urinario bajo. Farmacocinética Es absorbido casi totalmente en el tracto gastrointestinal con nivel de pico plasma entre 20 a 50 μg/ml a las dos horas de la ingestión. El 90% se une a proteínas, con vida media de eliminación de una a dos horas, excretándose en un 95% en forma de su metabolito activo, el ácido hidroxinalidíxico. El nivel sérico terapéutico es de 15 a 50 μg/ml. El peso molecular es de 232. Si se usa con probenecid se aumenta el nivel sérico. Se excreta rápida- mente en ácidos glucurónico y dicarboxílico derivados, durante las primeras 24 horas. Toxicidad La intoxicación aguda se ha debido a sobredosis por admi- nistración continua y se caracteriza por emesis, hiperglice- mia, convulsiones, hipertensión intracraneana benigna, alteraciones del comportamiento y acidosis metabólica. Ocasiona reacciones de falsos positivos en parciales de orina para glucosuria. Tratamiento El tratamiento es sintomático y de soporte, con lavado gástrico si consulta antes de las 2 horas de la ingestión. Las convulsiones se manejan con diazepam. El paciente se recupera en las primeras 24 horas sin secuelas. No tiene antídotos. No se han utilizado los catárticos y la hemoperfusión. Ciprofloxacina Es una fluoroquinolona derivada del ácido carboxílico que produce en sobredosis falla renal aguda, su tratamiento es sintomático y de soporte. Tiene un amplio espectro de actividad antibacteriana, útil en el tracto respiratorio alto y bajo, tracto urinario, tracto gastrointestinal, piel, tejidos blandos y huesos. Usos mayores de 1500 mg al día no se han recomendado. Su dosis tóxica es de 14 gr.; no existe una dosis letal reportada. Farmacocinética La biodisponibilidad es del 70%, el nivel pico plasma es de 1.6 a 2.8 μg/ml después de 500 mg orales en 1 a 1.5 horas, el volumen de distribución es de 2.1 a 3.5 L/k, la unión a proteínas del plasma es del 26 al 46%, la rata media de eliminación es de 3.5 a 5 horas, la excreción sin cambios es del 15 al 50%, y tiene cuatro metabolitos activos. Inhibe el metabolismo de la teofilina en la citocromo P-450, disminuyendo la depuración y excreción de esta. El aluminio y el magnesio, componente de los antiácidos, y el calcio, hierro y zinc, de las vitaminas, pueden disminuir la absorción de la ciprofloxacina. Si se utiliza con agentes alcalinizantes puede producirse cristaluria. El probenecid interfiere con la excreción tubular de la ciprofloxacina disminuyendo su excreción en un 50% y prolongando la vida media sérica. Con cafeína y warfarina se aumentan los niveles séricos de estos. Con los antiinflamatorios no esteroideos se presentan efectos a nivel del sistema nervioso central. Las infusiones son incompatibles con la heparina y la furosemida. Toxicidad Se desconoce si atraviesa la barrera placentaria pero se ha encontrado en leche materna. Sabiendo que puede dañar los cartílagos y las fisis de los huesos largos, se contraindica en mujeres embarazadas y niños menores de 18 años. Su sobredosis induce falla renal aguda, cristaluria, náuseas, artralgias, úlcera gástrica y falla hepática. El uso crónico produce efectos neurológicos, hipertensión intracraneana benigna y pérdida visual transitoria; con- vulsiones por la inhibición del GABA, además de la exa- cerbación de la miastenia gravis. Se presentan reacciones anafilácticas, incluso fatales en pacientes con SIDA, con falla renal aguda por nefritis intersticial. Laboratorio Se pueden medir niveles en plasma, eritrocitos y demás componentes sanguíneos, con cromatografía líquida de fluorescencia, con límite mínimo de detección de 25 ng/ ml. En el laboratorio clínico también se encuentra eosin- ofilia y elevación de la creatinina y las transaminasas. Hay test específicos como el BM Test-7 (Boehringer Mann- heim) el cual se basa en una reacción peroxidasa-oxidasa de glucosa, considerándose esta intoxicación como gene- Intoxicación por antibióticos • 397 radora de pseudoglucosuria, la cual es positiva con solo registrar metabolitos incluso con niveles de detección de ciprofloxacina negativa. Tratamiento Es importante la estabilización y descontaminación intestinal con lavado gástrico antes de las dos primeras horas seguidas a la ingestión. Puede necesitarse la intu- bación traqueal para evitar la presencia de neumonitis por broncoaspiración secundaria a las convulsiones. Los catárticos no han sido efectivos. Por su alto volumen de distribución la hemodiálisis y la hemoperfusión tampoco han sido efectivas. No existe antídoto. Las medidas de soporte con adecuada hidratación según la manifestación, como anticonvulsivantes y controles de laboratorio clí- nico. Los corticoesteroides se han utilizado en nefritis y en el tratamiento de las artralgias. Ofloxacina Farmacocinética Es similar a la de otras fluroquinolonas. No interactúa con ranitidina, ciclosporina, clindamicina, metronida- zol, teofilina o cafeína, mientras que la enoxacina sí. La quelación de las quinolonas, con tierras alcalinas y con metales catiónicos de transición, muestran que no deben ser administrados con antiácidos que contengan calcio, magnesio, aluminio, o sucralfate, o con cationes bivalentes o trivalentes tales como el hierro o multivitamínicos que contengan zinc, ya que se reduce la absorción y concen- tración en plasma de la ofloxacina. Atraviesa la placenta y se encuentra en leche materna. Toxicidad Hay efectos psicotóxicos que incluyen alucinaciones,agi- tación, confusión, cefalea, vértigo, depresión, alteraciones visuales y olfatorias, ataxia, tremor, parestesias, ansiedad, insomnio, en un 2 a 4% de los pacientes con dosis tera- péuticas; las convulsiones ocurren muy raramente; los mecanismos dopaminérgicos y del GABA se alteran; el antecedente de enfermedad psiquiátrica aumenta el riesgo de estos problemas. La sobredosis puede producir náuseas, emesis, epilep- sia tipo gran mal, anosmia, vértigo, disgeusia, por com- promiso de los nervios craneales, asociados con niveles en plasma de 15 μg/ml doce horas después de la ingestión. La producción de síntomas anticolinérgicos simultáneos a la ingestión de agentes anticolinérgicos con síntomas psicóticos asociados, revierten con el uso de fisostigmine o neostigmine. No existen reportes de muertes en la literatura por lo que no se ha determinado la dosis letal. Laboratorio Se detecta en orina por cromatografía de gas, por espec- trometría de masa, y en plasma por cromatografía líqui- da de alta afinidad. Los niveles sanguíneos se obtienen después de 15 minutos de una infusión completa de 3 gr. de ofloxacina, encontrando un nivel de 39.3 μg/ml, en 7 horas a caído a 16.2 μg/l, y en 24 horas a 2.7 μg/ml. En el laboratorio clínico son útiles el cuadro hemático, la creatinina, las enzimas hepáticas, el parcial de orina y los electrolitos, pudiéndose encontrar eosinofilia y leucopenia, hematuria, elevación de transaminasas, en algunos casos. Tratamiento El tratamiento consiste en la estabilización y el manejo sintomático, con observación hasta por 24 horas. El lavado gástrico y el carbón activado son útiles. La hemodiálisis elimina del 15 al 25% del antibiótico durante las primeras dos horas del procedimiento, pero es raramente usado. No existe antídoto. Vancomicina Es derivado del Streptomyces orientalis, en 1956. Es un antibiótico glucopéptido bactericida que puede inducir falla renal aguda si se presenta sobredosis. Está relacionada con pérdida de la audición neurosensorial. Se utiliza para el tratamiento de estafilococos, estreptococos y bacilos gram negativos. La dosis tóxica está alrededor de los 56 gr. en 10 días. No se conoce su dosis letal. Inhibe la síntesis de la pared bacteriana y del ADN. Farmacocinética La absorción por vía oral es muy baja. A las dos horas de la administración endovenosa se logra un nivel pico en plasma de 15 μg/ml. El volumen de distribución es de 0.39 a 0.92 L/k. La unión a proteínas plasmáticas es del 82%. La excreción urinaria es de un 80 a un 100% sin metabolizarse en las primeras 24 horas. La vida media de eliminación es de 3 a 10 horas. El aclaramiento total es de 1 a 3 ml/min./k; en recién nacidos prematuros este aclaramiento es de 1.07 ml/min./k, con volumen de distribución de 0.48 L/k. Interacciones con los aminoglucósidos, con gran riesgo de nefrotoxicidad. La anfotericina B, el cispla- tino, la polimixina B, la bacitracina, la colistina, de uso sistémico o tópico según el caso, pueden favorecer la nefrotoxicidad. Aumenta el bloqueo neuromuscular del vecuronio. No se ha estudiado en mujeres emba- razadas y madres lactantes, aunque aparentemente su uso en los dos últimos trimestres del embarazo no conduce a ototoxicidad neurosensorial ni nefrotoxi- cidad en el feto. Toxicidad En sobredosis suele aparecer oliguria y falla renal aguda. La administración rápida endovenosa puede inducir un arresto cardiopulmonar. 398 • Toxicología En uso crónico aparece el síndrome del hombre rojo o del cuello rojo, que se caracteriza por hipotensión, prurito, rash eritematoso en cara y cuello con parte alta del tórax y brazos, mialgias, debido a liberación de histamina. El test de liberación de histamina de los basófilos confirma que se trata de una reacción de hiper- sensibilidad mediada por IgE. La severidad depende de la dosis de vancomicina, de la velocidad de aplicación, o de la cantidad de liberación de histamina endógena. Se previene colocando la infusión para 60 minutos. Se ha presentado también en infusiones de teicoplanina, eritromicina y rifampicina. La nefrotoxicidad, la ototoxicidad neurosensorial, la necrolisis tóxica epidérmica, la colitis por Clostridium difficile y la depresión hematológica de las tres líneas, son los efectos más comunes de su uso. Laboratorio Se utiliza la cromatografía líquida de alta afinidad, siendo sensible para 1 μg/ml. En falla renal aguda se han encon- trado niveles plasmáticos de 284 niveles de 25 a 100 μg/ ml se relacionan con ototoxicidad. Tratamiento La estabilización, el balance hidroelectrolítico, el estudio y control de las funciones renal y auditiva, el estudio de las tres líneas hematológicas, justifican la hospitalización de estos pacientes. El lavado gástrico es útil en las primeras dos horas al igual que el carbón activado, no se conoce la utilidad de los catárticos. La hemofiltración contribuye a la eliminación. La hemodiálisis no es de utilidad. No hay antídoto. La furosemida y la dopamina aumentan el flujo renal y por ende la filtración glomerular, mejorando la falla renal. Administrar 50 mg de hidroxicina 2 horas antes de la infusión de vancomicina puede disminuir la aparición de los síntomas del síndrome de hombre rojo o disminuir su severidad, y puede requerir una segunda dosis 2 horas después. Se debe hacer seguimiento con pruebas de función renal, cuadros hemáticos y audiometrías. NEUROTOXICIDAD DE LA TERAPIA ANTIBACTERIANA Las penicilinas, las cefalosporinas, las quinolonas y los carbapenemes, antagonizan el neurotransmisor ácido gama aminobutírico. Los síndromes neuromusculares por aminoglucósidos, clindamicina y tetraciclinas, tienen com- ponentes pre y post-sinápticos, disminuyendo los valores de calcio de la sinapsis y su transporte a través de la mem- brana celular. Los aminoglucósidos y la vancomicina son tóxicos directos de las células ciliadas cocleovestibulares, se acumulan en la perilinfa y ocasionan alteraciones de la actividad neurosensorial; la interacción de los aminoglu- cósidos con los fosfoinositides en estas células conduce a la pérdida de magnesio, el cual es necesario para una variedad de reacciones enzimáticas. Los betalactámicos producen neurotoxicidad manifestada por crisis convul- sivas; sus factores de riesgo son las altas dosis, la función renal disminuida, alteraciones de la barrera hematoence- fálica, los bypass cardiopulmonares, pacientes mayores de 50 años, preexistencia de enfermedades del sistema nervioso central, el uso concomitante con otros medica- mentos que favorezcan la aparición de convulsiones como la teofilina y la ciprofloxacina, y el uso concomitante de otras drogas nefrotóxicas. Las manifestaciones clínicas son mioclonias, convulsiones, alucinaciones, confusión, nistag- mus y agitación. La ceftazidima se ha reportado como causante de alucinaciones, confusión, estatus epiléptico y encefalopatía. La ampicilina empeora las mialgias y calambres de la miastenia gravis. El uso de betalactámi- cos intratecales tiene la potencialidad de conducir a la formación de aracnoiditis adhesiva. Tetraciclinas Fueron descubiertas por Duggar EN 1948, derivadas del Streptomyces, han sido muy ampliamente utilizadas. La doxiciclina es la de menor toxicidad, mejores propiedades farmacocinéticas y bajo costo. Tienen un espectro amplio: aerobios y anaerobios, incluyendo rikettsias, mycoplasma, chlamydia, micobacterias atípicas. Son bacteriostáticas. La síntesis proteica bacteriana es inhibida por la unión reversible a la subunidad 30s del ribosoma, e impide el acceso del aminoacil RNAt al sitio aceptor del complejo RNAm-ribosoma. Estas son demeclociclina, doxiciclina, minociclina, oxitetraciclina y tetraciclina. Farmacocinética La demeclociclina, la oxitetraciclina y la tetraciclinatienen regular absorción oral, entre un 60 y 75%, y los alimentos como la leche interfieren con ella, además de antiácidos con magnesio y aluminio, el hierro y el cal- cio; la vida media de eliminación es entre 8 y 15 horas y se prolonga ante insuficiencia renal, la eliminación primaria es renal. La doxiciclina y la minociclina tienen mejor absorción oral, de un 90 a 100%, sin afectarse por los alimentos; La vida media de eliminación es entre 15 y 23 horas, no se prolonga ante insuficiencia renal porque la eliminación primaria es hepatobiliar y a través de las heces; la distribución es buena por su liposolubilidad. Los anticonvulsivantes como la carbamazepina, bar- bitúricos y fenitoína, inducen el metabolismo hepático microsomal disminuyendo los niveles séricos de las tetra- ciclinas. La colestiramina puede unirse a las tetraciclinas y disminuir su absorción. La eficacia de los anovulatorios orales se disminuye. La warfarina potencia sus efectos y se prolonga el tiempo de protrombina. Intoxicación por antibióticos • 399 Toxicidad Son generalmente bien toleradas, tienen efectos adversos como la fotosensibilidad y el mal desarrollo de los dientes e incluso pueden inhibir el crecimiento óseo; hay quela- ción del calcio precipitándose en los dientes en desarrollo y en las estructuras óseas, hipoplasia del esmalte dentario. Están contraindicadas durante el embarazo, la lactancia y en niños menores de 8 años, además en hepatopatías. Algunos autores reportan cataratas, deformidad bilateral en manos con unión de los dedos meñique y anular o ausencia del anular y meñique, aumento de la presión intracraneal e hiperbilirrubinemia, en recién nacidos. La hepatotoxicidad, especialmente la necrosis grasa aguda, puede ocurrir en embarazadas y en pacientes con falla renal o que están recibiendo altas dosis de tetracicli- na. Se han reportado ulceras esofágicas, las cuales se deben al contacto de la mucosa con la tableta, se pueden evitar con una ingesta abundante de líquidos; también hay in- tolerancia gastrointestinal como diarrea y sobreinfección micótica. Hay efectos vestibulares como vértigo y ataxia, especialmente con la minociclina, además pigmentación de la piel y las membranas si su uso es crónico. Se han descrito reacciones de hipersensibilidad como rash morbiliforme, urticaria, dermatitis exfoliativa, angioedema, glositis, ardor ocular, prurito en mucosas, fiebre, eosinofilia. Por uso crónico se ve leucocitosis, linfocitos atípicos, púrpura trombocitopénica y granulaciones tóxicas. Otros efectos como nefrotoxicidad del tipo del sín- drome de Fanconi. Síntomas semejantes a los del lupus se han visto por minociclina. También pseudotumor cerebral por tetraciclina. Diabetes insípida nefrogénica por demeclociclina. Cloranfenicol Fue aislado en 1947 de extractos del Streptococcus venezuelae y se utiliza desde 1949. Atraviesa la barrera hematoencefálica, produce discrasias sanguíneas y toxici- dad neonatal. Ha sido usado por su bajo costo y eficacia en infecciones severas. El cloranfenicol actúa uniéndose reversiblemente a la subunidad 50s del ribosoma bacteriano 70S, y así inhibe la síntesis de proteínas. Es bacteriostático. Es de amplio espectro, especialmente contra anae- robios gram positivos y gram negativos. Su uso se ha limitado por su toxicidad aunque tiene utilidad en fiebre tifoidea, infecciones por rikettsias y en pacientes alérgicos a los betalactámicos. Farmacocinética La absorción oral es adecuada; el nivel pico en plasma es de 10 a 13 μg/ml; la vida media es de 4 horas; es metabolizado en el hígado donde se conjuga con ácido glucurónico y se excreta en forma inactiva en la orina. No se conoce la absorción por vía intramuscular por lo que no se recomienda. Tiene una buena distribución en todos los fluidos llegando al cerebro y líquido cefalorraquídeo, gracias a su liposolubilidad, incluso siendo los niveles entre el 30 y 50% de los niveles séricos. Al parecer el cloranfenicol inhibe enzimas microso- males hepáticas prolongando la vida media de la tolbu- tamida, la clorpropamida, la fenitoína, la ciclofosfamida y la warfarina. El tiempo de protrombina se prolonga por inhibición de la síntesis de la vitamina K. Las con- centraciones séricas del cloranfenicol se disminuyen por activación de las enzimas microsomales como rifampicina, fenitoína, fenobarbital. Toxicidad El mayor efecto colateral es la anemia aplásica, ocurre semanas o meses después de completar la terapia, es fatal y no se relaciona con la dosis, e incluso se presenta por el uso de la presentación en gotas oftálmicas. La supresión de la médula ósea se manifiesta con ane- mia, leucopenia, o trombocitopenia, este tipo de toxicidad es relativa a la dosis y es reversible. El síndrome del bebé gris es otra reacción fatal, ocu- rre en neonatos. Distensión abdominal, emesis, cianosis progresiva, respiraciones irregulares, flacidez, colapso circulatorio e incluso la muerte. Se relaciona con la dosis y con concentraciones séricas de 50 μg/ml. Raramente se ha visto por sobredosis en adultos. Otros efectos son neuritis óptica y periférica, cefalea, depresión, confusión mental. Síntomas gastrointestinales como estomatitis, nauseas, diarrea, colitis pseudomembra- nosa. También pueden alterar la flora intestinal. Clindamicina Es un derivado de la lincomicina, el cual fue aislado del Streptomyces lincolnesis en 1962. Desde 1966 se utiliza y reemplazó a la lincomicina por su mejor absorción y actividad antibacteriana. El gran problema es que oca- siona colitis pseudomembranosa. Inhibe la síntesis proteica bacteriana al unirse a la subunidad 50s del ribosoma bacteriano. Compite con los macrólidos por el sitio de unión. Además facilita la ozonización, la fagocitosis y la muerte intracelular de la bacteria. Es muy útil contra anaerobios y algo contra aerobios gram positivos. Farmacocinética Tiene buena absorción oral con vida media sérica de 2.7 horas, los alimentos no interfieren con esa absorción. Tiene gran distribución, incluso en el líquido cefalorra- quídeo, se acumula en leucocitos polimorfonucleares, macrófagos alveolares y abscesos. Se metaboliza en el hígado, se elimina en la orina y bilis. Tiene circulación 400 • Toxicología enterohepática que permite su actividad prolongada pero altera la flora intestinal. El período de semielimi- nación es de 2.5 horas. Toxicidad Los efectos gastrointestinales son los más frecuentes como diarrea. La incidencia de colitis por Clostridium difficile está entre 1 y 10%, incluso con la presentación tópica de la clindamicina; esta se trata suspendiendo el antibió- tico y adicionando vancomicina o metronidazol. Otros síntomas que se pueden presentar son anorexia, náuseas, emesis, flatulencia, sabor amargo, distensión abdominal y elevación transitoria de las transaminasas. Reacciones de hipersensibilidad como rash, fiebre, eosinofilia y anafilaxis. Raramente se produce neutropenia y trombocitopenia. También puede generar depresión de la contractibilidad muscular y aumentar el bloqueo de relajantes musculares como el pancuronio. Sulfonamidas Fueron los primeros agentes utilizados sistémicamente para la prevención y cura de infecciones bacterianas, antes de las penicilinas, hoy en día han pasado a un lu- gar muy secundario. En 1932 se logró la patente para el Prontosil que contenía un grupo sulfonamida. Amplio espectro contra grampositivos y gramnegativos, inclusive Clamydia, toxoplasma, nocardia y neisseria. Son análogos estructurales y antagonistas competitivos del PABA por lo que inhiben la enzima bacteriana que incorpora el PABA al ácido dihidropteróico, precursor del ácido fólico. Farmacocinética Tienen buena absorción en el tracto gastrointestinal a excepción de las que actúan a estenivel localmente, entre un 70 y 100%. Hay gran afinidad por las proteínas plasmáticas como la albúmina. La distribución es exce- lente, en todos los tejidos corporales incluyendo líquido cefalorraquídeo, atraviesan la barrera placentaria. Son metabolizadas en el hígado a través de acetilación. Se eliminan principalmente por vía renal aunque también se aísla en heces, bilis y leche materna. Interaccionan con anticoagulantes, hipoglicemiantes y anticonvulsivantes, potenciando la acción de estos medicamentos. Toxicidad Nefrotoxicidad por formación y depósito de cristales, conduciendo a obstrucción urinaria y falla renal aguda post-renal; se evita con ingesta de abundantes líquidos y alcalinizando la orina. Trastornos hematológicos como anemia hemolítica, más relacionada con el déficit de glucosa 6 fosfato des- hidrogenasa, agranulocitosis, anemia aplásica, tromboci- topenia y eosinofilia. Hepatitis con necrosis focal o difusa, con cefalea, náu- seas, emesis, fiebre, hepatomegalia e ictericia, que incluso puede aumentar después de suspender el medicamento. Reacciones de hipersensibilidad que incluyen vascu- litis, manifestaciones cutáneas variadas, fiebre, artralgias, broncoespasmo, leucopenia y anafilaxia. Otros trastornos como bocio e hipotiroidismo, artritis, enfermedades psiquiátricas, neuritis periférica. Kerníc- terus en niños prematuros por uso durante el embarazo. Penicilinas En 1928 Alexander Fleming, en el St. Mary de Londres, observó que un hongo que contaminó sus cultivos de estafilococos provocaba la lisis de las bacterias alrededor de este hongo, el cual resultó inhibidor de muchas bac- terias. La sustancia fue llamada penicilina por derivarse del hongo del género Penicillium. Desde 1940 el material crudo produjo notables efectos en ratas usado de forma sistémica, en 1941 se comenzó a utilizar en humanos con excelentes resultados. Estos experimentos fueron realizados por Florey, Chain y Abraham de la universidad de Oxford. La estructura básica consiste en un anillo de tiazoli- dina unido a un anillo betalactámico, que son los de la actividad biológica, a este se une una cadena lateral, la cual a su vez da las diferentes variedades de penicilinas, naturales, semisintéticas o sintéticas. Las bacterias en su pared celular poseen diferentes proteínas fijadoras de penicilinas, son, probablemente las transpeptidasas y carboxipeptidasas que catalizan algunas de las reacciones terminales en la síntesis de la pared ce- lular. Las penicilinas se unen a estas proteínas y producen la inhibición del último paso, traspeptidación de la síntesis del peptidoglicano de la pared celular bacteriana, además de la disminución de inhibidores de autolisinas. Se clasifican en diferentes grupos de acuerdo con su espectro de actividad antibacteriana. Penicilinas naturales Incluye la penicilina G y la V. Muy activas contra cocos grampositivos, Neisseria, anaerobios, pero ineficaces contra S. aureus por ser hidrolizados por penicilinasas. Farmacocinética La absorción oral de la penicilina G es solo del 30% ya que es destruida por el pH ácido del estómago, siendo mayor la de la penicilina V, con nivel de pico plasmático en una hora; si se administra por vía parenteral el nivel pico en plasma es a los 15 minutos, la vida media es de 30 minutos, por esto se han creado compuestos de acción prolongada como la procaínica y la benzatínica, que son de liberación lenta y persistente; también se absorbe a través de serosas. El 65% se une reversiblemente a las Intoxicación por antibióticos • 401 proteínas. La distribución es amplia pero si llega al líquido cefalorraquídeo, tiene potencial epileptogénico. De un 60 a 90% se excreta rápidamente por vía renal. Penicilinas penicilasarresistentes No son hidrolizadas por las penicilinasas de los estafilo- cocos, por lo que son de primera elección en infecciones por estos agentes. Farmacocinética La meticilina tiene muy baja absorción oral, por vía pa- renteral alcanza picos plasmáticos en media a una hora, el 40% se une a proteínas, amplia distribución como la penicilina G, excreción renal. Se ha relacionado con nefritis intersticial. Las isoxazolil-penicilinas como oxacilina y dicloxaci- lina tienen buena absorción oral con pico plasmático a la hora, también hay presentaciones para uso parenteral con pico plasmático en treinta minutos; se unen en un 90% a proteínas; la vida media es de una hora; la eliminación es principalmente renal. La nafcilina también tiene mala absorción oral por lo que se utiliza parenteral con picos plasmáticos a la hora; se une en un 90% a las proteínas; se distribuye adecuadamente en bilis y líquido cefalorraquídeo. Puede producir flebitis. Aminopenicilinas El espectro es más amplio que el de las demás penici- linas. Son bactericidas activos contra grampositivos y gramnegativos. Farmacocinética La ampicilina es estable en el ácido y por esto se absorbe bien por vía oral; el pico plasmático es a las 2 horas y se detecta en plasma hasta 4 horas después de la ingestión. Si la administración es parenteral alcanza picos a la hora pero disminuyen en 2 horas. Se elimina por vía renal pero también se excreta en bilis y heces por tener circulación enterohepática. Puede producir diarrea. La amoxicilina es estable en el ácido y de mejor ab- sorción oral, rápida y completa. El 20% se liga a proteí- nas al igual que la ampicilina. Se encuentra en mayores concentraciones en plasma. Otras penicilinas de este subgrupo son la bacampici- lina y la hetacilina. Penicilinas antipseudomonas Las carboxipenicilinas como la carbenicilina y ticarcilina, y las ureidopenicilinas como la azlocilina, la mezlocilina y la piperacilina, son de este grupo. Tienen gran actividad contra pseudomina, proteus y otras enterobacterias. Farmacocinética La carbenicilina no se absorbe por vía oral por lo que se utiliza la vía parenteral con picos plasmáticos entre 30 minutos y 2 horas; el 50% se une a proteínas; la vida media es de una hora; la excreción renal es del 75 al 85%. Puede generar disfunción plaquetaria, hipocalemia por unión del anión carbenicilina al catión potasio en la excreción renal, insuficiencia cardiaca por ingestión excesiva de sodio. El indanil-carbenicilina si se absorbe por vía oral. La azlocilina es más activa contra la pseudomona; la vida media es de una hora. Toxicidad de las penicilinas La toxicidad directa es mínima. Puede aparecer depre- sión de la médula ósea, granulocitopenia. Las penicilinas penicilinorresistentes se han relacionado con hepatitis. La disfunción plaquetaria de las penicilinas naturales y car- boxipenicilinas se cree que ocurre por interferencia de la unión de los agonistas a la superficie plaquetaria. Flebitis y reacciones locales musculares por administración pa- renteral con elevación de transaminasas y dehidrogenasa láctica. El uso intratecal de penicilina G puede conducir a aracnoiditis o encefalopatía fatal con convulsiones. La penicilina G en dosis altas puede producir letargia, con- fusión, espasmos musculares, mioclonos, convulsiones, que se favorecen en pacientes con insuficiencia renal, hiponatremia o enfermedades del sistema nervioso cen- tral. Hiperpotasemia por penicilina G potásica; tinitus, cefalea, convulsiones por penicilina G procaínica. También se puede ver sobreinfección bacteriana o micótica por cambios en la flora, como la colitis pseu- domembranosa. Las reacciones de hipersensibilidad son los efectos más frecuentes descritos con las penicilinas, entre un 1 y 10%. Las manifestaciones de alergia son rash ma- culopapular, rash urticarial, broncoespasmo, fiebre, enfermedad del suero, dermatitis exfoliativa, nefritis intersticial, eosinofilia, síndrome de Steven-Johnson, angioedema y anafilaxia. La variedad de presentaciónes muy grande, con cualquier dosis, en cualquier momento de tratamiento, con o sin exposición previa, con mejoría de los síntomas al suspender el tratamiento hasta varias semanas después o durante el mismo tratamiento. El determinante antigénico mayor es el resto peniciloílo que se forma al abrirse el anillo betalactámico, y el determi- nante menor es la molécula intacta y el peniciloato. Estas reacciones son mediadas por IgE con el determinante menor y por IgM y específicos con el determinante mayor. La anafilaxia y la reacción anafilactoide son causadas en su gran mayoría por penicilinas. Su frecuencia es de 0.04 a 0.2%, y el 0.001% muere. Se caracteriza por síntomas generales como astenia y adinamia; urticaria y eritema; edema periorbitario, congestión nasal, cianosis; rinorrea, disnea, edema laríngeo, edema de la lengua, es- tridor; enfisema agudo, broncoespasmo; emesis, disfagia, 402 • Toxicología dolor abdominal, diarrea; taquicardia, palpitaciones, hipo- tensión, shock; ansiedad, convulsiones. Los diagnósticos diferenciales son asma, síncope vasovagal, eventos cere- brovasculares, intoxicación alimentaria, infarto agudo de miocardio, embolismo pulmonar, crisis de ansiedad, y la reacción de Jarisch-Herxheimer (fiebre, mialgias, cefalea, taquicardia, taquipnea, vasodilatación, hipotensión) rela- cionado con la administración de penicilina en pacientes con sífilis. El mecanismo de anafilaxia es mediado por la liberación de sustancias vasoactivas que incluyen los leucotrienos C4 y D4, histamina, factor quimiotáctico eosinofílico, bradiquinina, calicreína, prostaglandina D, factor activador de plaquetas, pero el mecanismo básico inicial es la liberación de IgE por ser reacción tipo I. La reacción anfiláctica se clasifica en cuatro grados, los cuales determinan su tratamiento: 1. Reacción local mayor de 15 cm. Se maneja con com- presas frías y medicación para los síntomas. 2. Urticaria y prurito generalizado. Adrenalina 0.3 a 0.5 ml en adultos, y 0.01 ml/k en niños, de una dilución 1:1000 subcutánea; antihistamínicos. 3. Broncoespasmo, angioedema, nauseas y emesis. Adrenalina en iguales dosis pero repitiendo cada 15 minutos según necesidad; oxigenoterapia; manejo como el 4 grado según evolución. 4. Respiratorios como obstrucción de la vía aérea supe- rior. Intubación; adrenalina. Hipotensión. Hidratación con cristaloides; 1 ml IV de adrenalina 1:10000; corticoides; antihistamínicos; dopamina. Convulsiones. Anticonvulsivantes. Para evitar este tipo de reacciones se recomienda que el médico tratante realice una excelente y completa historia clínica con antecedentes de alergia, definir tra- tamiento de menor riesgo y tener precauciones con las interacciones, escoger la vía de administración, enseñar los signos y síntomas de alarma, observar al paciente por media hora después de la administración del medica- mento, desensibilizar, educar al paciente sobre kits de autoinoculación de adrenalina. BIBLIOGRAFIA ELLENHORN’S. Medical Toxicology, Segunda edición, Williams & Wilkins, 1997 Sección B, Capítulo 14. Anti-Infective Drugs. GOODMAN & GILMAN’S. The Pharmacological Basis of Therapeutics, Novena Edición, Mc Graw-Hill, 1996. Sección IX. Antimicrobial Agents. HARRISON’S. Principles of Internal Medicine. 14 Edi- ción, Mc Graw-Hill, 1998. Parte séptima. Enfer- medades Infecciosas. 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