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Transporte de sustancias ilícitas intracorporales La frecuencia con la cual se utiliza el cuerpo humano o animal para transportar “bolsas” con sustancias llamadas ilícitas como son cocaína o heroína hace indispensable que el médico, especialmente quien trabaja en los ser- vicios de urgencias, esté capacitado para afrontar este evento y dar el tratamiento adecuado en cada caso. En el Servicio de Urgencias del Hospital San Juan de Dios de Bogotá dada la frecuencia con que recibimos los llamados pacientes “mulas” o sea aquellos de quienes se sospecha contienen bolsas de material elástico o látex dentro de su organismo con una sustancia para nosotros aún desconocida y que se presupone potencialmente tóxica, hemos adoptado un protocolo o esquema de manejo basado en la experiencia, que nos ha garantizado la supervivencia del 100% de los casos tratados con un mínimo de complicaciones. Es importante establecer unas pautas de manejo co- nocidas por el personal del servicio de urgencias que se vea directa o indirectamente involucrado en la atención de estos casos, incluyendo al personal de vigilancia, aseo, enfermería, Rx, médico y administrativo ya que la per- manencia del paciente puede llevar más de 24 horas en el servicio y requiere ser tratado por personal de varios turnos y de diferentes especialidades. La unificación de criterios evita descoordinación y errores que pudieran re- percutir en el éxito del tratamiento o en las implicaciones medicolegales que estos casos conllevan. INGRESO Cada paciente debe llegar a la institución hospitalaria con una solicitud escrita, numerada, expedida por au- toridad competente (Policía Aeroportuaria, Dijín, Sijín, etcétera) para la realización del examen y procedimientos médicos y/o quirúrgicos a que dé lugar. El paciente debe llegar escoltado por personal autorizado debidamente identificado, éstos serán las únicas personas que deben permanecer junto a él, durante el tratamiento. El cambio de guardia del personal mencionado anteriormente debe ser comunicado al personal médico y paramédico tratante, para autorizar su ingreso al área donde permanecerá el paciente. UBICACIÓN El paciente o los pacientes, cuando son varios, se deben ubicar en un área adecuada que garantice seguridad y privacidad para su manejo. Dicha área debe ser, prefe- riblemente, un cuarto independiente, sin pacientes de otra patología y con un baño incluido en la misma área que evite el desplazamiento a sitios públicos cada vez que se requiera. HISTORIA CLÍNICA Se debe obtener del paciente la mayor información posible, teniendo en cuenta que la veracidad es relativa ya que no dará mayor información que la que él crea conveniente, hemos observado que en la mayoría de los casos mienten por el carácter delictivo que este hecho implica. Si es posible, determinar el número de bolsas ingeridas, el tiempo transcurrido entre la ingesta y la elaboración de esta historia clínica, el tipo de sustancia que contienen, si ingirió algún medicamento o alimento posterior a ello, si es el primer episodio o no, tratamientos previos similares, dónde y complicaciones de los mismos y según la edad del o la paciente indagar por antecedentes ginecoobstétricos, patológicos personales o familiares, quirúrgicos, traumáticos, tóxicos, etc., los cuales deben ser tenidos en cuenta dentro del tratamiento general. Transporte de sustancias ilícitas intracorporales • 573 El examen físico incluye signos vitales y examen de cada sistema, haciendo principal énfasis en los sistemas nervioso central y cardiovascular los cuales darán las primeras manifestaciones de intoxicación por cocaína o por heroína, si llega a presentarse la ruptura del látex de una o varias bolsas. Si el número de bolsas es muy alto (80 o más), o el tiempo transcurrido desde la ingesta es mayor de 72 horas y aun peor, mayor de 96 horas, el riesgo de perforación se incrementará aun cuando el paciente sea joven. En un paciente mayor de 50 años se debe mo- nitorizar el aparato cardiovascular con ECG incluido, pues el estado de estrés que causa la detención judicial y la ansiedad por el tratamiento pueden predisponer a isquemias y aun a infartos de miocardio o a crisis hi- pertensivas. Se debe manejar con cuidado el aporte de líquidos susceptibles de insuficiencia cardíaca congestiva o edema de pulmón. Si se confirma la presencia de cuerpos extraños en la vía digestiva y el estado general del paciente está muy deteriorado se debe realizar reanimación y estabilización cardio-pulmonar y pasar inmediatamente a cirugía tipo la- parotomía exploratoria y evacuadora de las bolsas, ya que la muerte es inminente si no se procede con prontitud a su extracción y al lavado intestinal exhaustivo para retirar todo tóxico absorbible. El postoperatorio probablemente requiera de una unidad de cuidado intensivo. RADIOGRAFÍAS Siempre se debe tomar radiografía de abdomen simple o del sitio donde se sospeche la presencia de las bolsas pues se han encontrado en vagina y un caso de presencia de bolsas en masas glúteas. La vía más común es la vía digestiva por la capacidad que proporciona esta vía y la facilidad de extracción (Foto 13). Se traslada al paciente a la sala de Rx siempre acom- pañado por el representante de la autoridad judicial, el cual debe entrar con el paciente al cuarto de toma de las radiografías. No se le debe impedir el ingreso a los sitios que sea llevado el detenido. Luego de la toma de Rx la placa debe ser reclamada únicamente por el personal médico tratante para evitar cualquier cambio. En ella generalmente se observa el sombreado de los cuerpos extraños a lo largo del trayecto intestinal, especialmente en el marco cólico, con lo cual se confirma la sospecha y se procede a la extracción corres- pondiente. Vale la pena advertir que últimamente están utilizando “un truco” para evitar la visualización de las bolsas por Rx y consiste en colocar papel carbón negro entre el material a transportar y la capa de látex de la bolsa, con lo cual desaparecen las líneas que nos indican la presencia de cuerpos extraños, dando imágenes difusas que pueden confundir y llevar a diagnóstico equivocado. Ante la duda siempre procedemos a dar tratamiento inicial con laxante y esperar una evacuación normal libre de objetos extraños o la expulsión de éstos. TRATAMIENTO Ya hecho el diagnóstico procedemos a preparar al pacien- te para iniciar el tratamiento. Se toman los signos vitales del paciente para llevar un control estricto periódicamente, los cuales se consignarán en la tabla de control, detallando fecha, hora de cada toma, tensión arterial, frecuencia cardíaca, tamaño de las pupilas, estado de conciencia en cada control, número de bolsas expulsadas y la última casilla para alguna otra observación que consideremos pertinente anotar. Se suprime la vía oral y se colocan líquidos endove- nosos. Esto por varios motivos, ya que necesitamos tener al paciente preparado para un eventual procedimiento quirúrgico, en caso de ruptura o perforación de alguna de las bolsas, y además al terminar el tratamiento to- maremos una placa de Rx de control que nos confirme la ausencia de cuerpos extraños en la vía digestiva para lo que se requiere la mayor limpieza posible de dicho tracto. La reposición de líquidos debe tener en cuenta las necesidades diarias, más las pérdidas por catarsis que vamos a producir durante el tratamiento. Se debe tener especial cuidado en pacientes mayores de 50 años por el riesgo de sobrecargarlo de líquidos y producirle falla cardíaca o edema pulmonar. TABLA DE CONTROL FECHA HORA T.A. F.C. PUPILAS EST.CON BOLSAS OTROS Iniciar catarsis con un elemento oleoso, preferiblemen- te aceite de ricino 30 ml cada 30 minutos, el cual tiene la ventaja que no representa riesgo para el látex de lasbolsas y favorece, con la lubricación, el desplazamiento de éstas y su evacuación. Por el contrario, los laxantes salinos se contraindican ya que los sulfatos de sodio o magnesio, a la temperatura intracorporal podrían favorecer la de- gradación y perforación del látex con el grave riesgo de permitir escape de cocaína o heroína y la intoxicación severa del paciente y aun la muerte. La evacuación de la materia fecal y de las bolsas por vía rectal debe realizarse en un recipiente o “pato” que proporcionamos al paciente para tal fin, quien con guantes desechables las lava y las deposita en una bolsa plástica 574 • Toxicología que debe permanecer bajo custodia del personal de guar- dia de turno y nunca bajo responsabilidad del personal de salud. Estos elementos se convierten en el cuerpo del delito y son de interés máximo para las autoridades competentes. Nosotros registramos en la tabla de control la hora y el número de bolsas de cada evacuación. NOTA. Si terminamos el turno y el procedimiento no se ha concluido, se debe dejar constancia por escrito del número de bolsas evacuadas hasta dicha hora, contarlas ante testigos y hacer firmar en la historia con cédula de ciudadanía y grado o cargo a los representantes de la autoridad de dicho turno que queden responsables de las mismas. Todo esto con el fin de dejar por escrito el estado del tratamiento a nuestro retiro de servicio de urgencias y evitar responsabilidad ante el manejo indebido del paciente o la pérdida de alguna bolsa. El uso de enemas evacuadores es muy útil, ya que acelera la salida de los cuerpos extraños, para lo cual usamos enema tipo travad, cada dos horas si es necesario reforzar el efecto del catártico oleoso. Hemos observado que pacientes con patología previa rectal, tipo proctitis o hemorroides, reafirman esta sintomatología por el uso de catárticos y los enemas al acelerar la expulsión y hacer más corto el tiempo de tratamiento aminoran en parte dicha complicación. Tratamiento sintomático si se presenta algún síntoma molesto para el paciente. Hemos observado epigastralgia en algunos casos o la proctitis mencionada. En general no hemos tenido complicaciones mayores si se tiene supremo cuidado en el tratamiento. Al terminar la expulsión de todas las bolsas, se toma Rx de abdomen simple de control, el cual no debe dejar duda en el médico tratante, y se autoriza al paciente la vía oral, inicialmente líquida y si hay tolerancia se pasa a sólida. Si no hay complicación se dará de alta del hos- pital, dejando constancia escrita en la historia clínica del proceso e identificación plena del paciente (firma, docu- mento de identidad y registro dactilar de dedos índices). El paciente sale con las autoridades competentes quienes llevan los Rx iniciales y finales, las bolsas debidamente contadas y el resumen de lo realizado para que sea valo- rado nuevamente por el personal médico de la institución a donde sea trasladado.