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Métodos de laboratorio para el estudio del ADN • Los laboratorios forenses emplean tres métodos distintos para tipificar el ADN: • • Hibridación con sondas: consiste en la identificación de una región concreta mediante el empleo de una sonda (fragmento de ADN complementario de una secuencia de bases determinada). Esta sonda, marcada con un producto radioactivo o quimioluminiscente, se agrega a la solución con ADN, uniéndose a una secuencia de ADN concreta. • • Secuenciación: mediante determinados procedimientos es posible revelar el orden de la secuencia de bases de regiones concretas del ADN, habitualmente delimitadas previamente mediante PCR (ver posteriormente). Estas técnicas, manuales o automáticas, se emplean en Medicina Forense para el estudio del ADN mitocondrial, que se hereda únicamente por vía materna. • • Reacción en cadena de la polimerasa (PCR; Kary Mullis, Premio Nobel de Química, 1987): esta técnica ha supuesto una verdadera revolución y es la más extendida en la actualidad. Resulta un instrumento óptimo para el análisis ya que permite amplificar un pequeño número de moléculas de ADN, incluso antiguo, delimitadas por una secuencia específica y complementaria de unas pequeñas sondas denominadas primers. Éstos actúan como iniciadores de una reacción específica (denominada de polimerización) que lleva a cabo una enzima, habitualmente la Taq-polimerasa. La repetición cíclica de la reacción permite obtener copias múltiples de una región del ADN en cantidad suficiente como para poder ser estudiada. Posteriormente, el ADN se puede visualizar mediante la separación por su tamaño y tinción. Este método es útil incluso en el caso de que se disponga de ADN en muy escasa cantidad o muy deteriorado.