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APUNTE - PRELIMINARES DE SINTAXIS ENUNCIADO

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Instituto Superior de Formación Docente Nº 807 “Perito F. Moreno” - Sistema de la Lengua
Española II - Prof. Bárbara del Prato
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AÑO 2021 APUNTE 1
TEMA: DE LA MORFOLOGÍA A LA SINTAXIS
EL ESPACIO Y EL OBJETO DE LA SINTAXIS
1) Más allá de la palabra, en un mayor grado de complejidad, tenemos la combinación de
palabras. Al estudio de esta combinatoria lo llamamos SINTAXIS.
2) A una combinación de palabras, como sabemos, la llamamos sintagma.
3) Vale en la Sintaxis un principio de restricción: no cualquier combinación de palabras es
aceptada en una lengua, es decir, no cualquier combinación es un sintagma:
 Importa la clase, por ejemplo: un adjetivo y un nombre pueden formar un sintagma;
una preposición y un verbo, no.
 Importa el orden lineal también: un artículo precede a un nombre, y el orden inverso
es inaceptable en español.
4) Pero vale también en la Sintaxis un principio de mayor libertad que en la Morfología,
donde las unidades suelen tener un orden más fijo. Las palabras tienen más libertad que
lexemas y morfemas. Y los sintagmas tienen más libertad que las palabras.
5) Rige asimismo en la sintaxis un principio de recursividad: los sintagmas pueden
combinarse repetidamente, indefinidamente, al infinito.
6) El tope de este juego, su término, se alcanza sólo por la decisión externa de un
enunciador y, por eso, al resultado obtenido se lo denomina enunciado.
7) La Sintaxis, pues, estudia, este espacio que va de la palabra al enunciado. La Gramática
tiene por objeto las restricciones que allí deben cumplirse. Pero deja el espacio abierto para
el estudio de los procesos complementarios de libertad y elección de los hablantes. Se
conjuga, pues, en la Sintaxis un escenario de interacción entre las “legalidades”
gramaticales de la lengua y las intenciones de los hablantes.
8) Así, como decíamos que la Morfología estudia las combinaciones de bases léxicas y
afijos hasta llegar a conformar una palabra, la Sintaxis estudia la combinación de sintagmas
hasta llegar a conformar un enunciado.
9) Empleamos preferentemente el término enunciado en vez de su correlativo oración.
Reservamos este último para los aspectos puramente gramaticales del enunciado y sus
regularidades. La oración es un objeto teórico: el conjunto de las regularidades y
posibilidades combinatorias de los enunciados. El enunciado, por el contrario, es una
forma concreta seleccionada entre las muchas que ofrece la estructura oracional de una
lengua. Es decir, que, por su carácter concreto, siempre deberemos tratar con enunciados.
ESTRUCTURA ENDOCÉNTRICA DEL ENUNCIADO
1) Concebimos al enunciado como centrado en una palabra, que es su núcleo, a partir del
cual crece la combinación. Esta palabra en español es el verbo. A esa propiedad de que todo
sintagma, incluido el sintagma mayor llamado enunciado, esté centrado en una palabra se la
denomina endocentricidad.
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2) ¿Por qué tal lugar de privilegio, de prioridad, para el verbo? La primera razón está en las
propiedades flexivas que le conocemos, las de variar en Modo, Tiempo, Persona y Número.
3) En efecto, todo enunciado comporta una actitud modal, es decir, un posicionamiento del
hablante. Las actitudes modales pueden ser múltiples, pero sabemos que en el verbo se
manifiesta una muy importante que es la de proponer que lo dicho se da como verdadero, o,
al menos, como creído por el hablante. O no. Y en este segundo caso se abre un abanico de
posibilidades: puede tratarse de un deseo, o de una posibilidad, o de una imposibilidad, etc.
A la modalidad que se expresa en la Flexión y que ofrece esa opción se la llama alética.
Conoceremos más adelante otro tipo de modalidades, que se expresan de otras maneras, no
a través de afijos gramaticales.
4) Todo enunciado, además, comporta también una referencia al tiempo. Lo dicho debe
ubicarse en la temporalidad, tal como ya sabemos.
5) Tanto el componente modal como el componente temporal del enunciado constituyen
una relación de lo dicho con el enunciador: el primero, a través de su actitud; el segundo, a
través de la ubicación en el tiempo de su acto enunciativo.
6) Pero, además de ello, el verbo es central en el enunciado por el tipo de su significado
léxico incompleto, ya que suele expresar o propiedades o relaciones, y, como tal, suele
requerir la presencia de entidades a las que tales propiedades se aplican o entre las cuales se
entablan las relaciones. Dicho así, la explicación se basa en criterios semánticos, de cuya
dificultad ya tenemos experiencias.
7) Si bien su sentido es incompleto, nuestro conocimiento del significado del verbo nos
permite en cierta medida predecir o anticipar algunas de las características que tendrá el
enunciado según su núcleo verbal
8) Esas características son de tres tipos:
 Las de estructura Argumental (abreviadamente estructura A, o e.a)
 Las de estructura temática (abreviadamente: estructura )
 Las de estructura de caso (abreviadamente: estructura K)
9) A continuación presentamos la primera. En los dos Apuntes sucesivos, nos dedicaremos
a las otras dos.
ESTRUCTURA ARGUMENTAL.
Consideremos los dos pares de alternancias que siguen.
a) Juan murió.
*Juan murió a Pedro
b) *Juan asesinó.
Juan asesinó a Pedro
Los ejemplos agramaticales en cada uno de los pares obedecen a razones diferentes: en
el del primero “sentimos” que “sobra” algo; en el del segundo, algo “falta”.
1) Ello no sería posible si no estuviéramos comparando los ejemplos con un patrón
semántico que poseemos en nuestro conocimiento, según el cual sabemos que el verbo
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morir se satisface con un partipante, con uno solo; y que el verbo asesinar, requiere dos.
Podemos pensarlo también así: el verbo morir tiene un solo lugar que llenar; el verbo
asesinar dos.
2) Llamaremos argumentos a los objetos lingüísticos del tipo adecuado y que son capaces
de llenar esos lugares (no cualquiera lo es: ayer por ejemplo, no cumple bien esa función en
el caso (b): *Juan asesinó ayer sigue siendo agramatical) y llamaremos estructura
argumental a las condiciones de completamiento mediante argumentos que cada verbo
requiere y que forman parte de su significado.
3) Además de los verbos como morir que requieren un argumento y de los verbos como
asesinar que requieren dos, tenemos verbos como dar, que requieren tres. Y con esos tres
esquemas podemos dar cuenta de infinidad de estructuras enunciativas.
4) Introduzcamos algunas convenciones terminológicas iniciales y de representación,
según se ve en el cuadro siguiente.
CANTIDAD DE ARGUMENTOS DENOMINACIÓN REPRESENTACIÓN
Verbos con un argumento MONÁDICOS < x >
Verbos con dos argumentos DIÁDICOS < x , y >
Verbos con tres argumentos TRIÁDICOS < x , y, z >
5) En el proceso de descripción de un enunciado y luego de reconocido el núcleo verbal,
pues, la primera operación es preguntarse acerca de la estructura A, o lo que llamamos su
adicidad. Un recurso más o menos intuivo es proponerse esquemas enunciativos como los
siguientes: alguien muere; alguien asesina a alguien; alguien da algo a alguien. En estos
esquemas las palabras alguien, algo, algún, por su sentido vago, indefinido (son
pronombres indefinidos como se verá más adelante) ocupan las posiciones vacías que
pueden llenarse con material semántico más especificado.
6) Hay una inmensa cantidad de verbos diádicos en nuestra lengua. Además de algunos
muy típicos como el del ejemplo anterior, hay algunos como los verbos de movimiento (ir,
por ejemplo) o los llamados de régimen (como insistir) que nos sugieren esquemas como
algo/alguien va a algún lugar o alguien insiste en algo.
7) Como se ve, los lugares vacíos se ocupan con distintos pronombres indefinidos: a
veces decimos alguien, a veces decimos algo, a veces decimos algún lugar. Ello es así
porque a las restricciones argumentales de la estructura A seagregan las restricciones de
tipo semántico que llamamos estructura . En algún caso ponemos preposición y en otro no:
ello es así porque están operando también las restricciones que hemos llamado estructura K.
Lo veremos después. Por ahora estamos considerando solamente el criterio A, y en ese
marco nos interesa principalmente la cantidad de argumentos.
8) La conjunción de los tres criterios o estructuras genera una variedad más o menos rica
de usos para cada verbo. A título de ejemplo: tenemos un verbo hervir con un uso
monádico (algo hierve: La leche hirvió) o con un uso diádico: (alguien hierve algo: El
cocinero hirvió los fideos). Es importante en este momento, además, preservarse de agregar
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a los verbos el pronombre se, que suele modificar la adicidad: La helada marchitó las
flores (dos argumentos); las flores se marchitaron (un solo argumento). Así como estos hay
muchos otros fenómenos de variación en la estructura A.
9) Una prueba muy decisiva de la adicidad de un verbo se da si uno de sus argumentos,
aun pudiendo no expresarse, debe ser pensado como una entidad particular. En el
enunciado ¿Llegó Juan?, por ejemplo, sólo para responder sí o no debemos tener en mente
un segundo argumento, a dónde llegó.
10) Una segunda razón es puramente semántica y, por ende, queda sujeta a las vacilaciones
que ya conocemos en este terreno. Verbos como comer o pintar, por ejemplo, se consideran
diádicos porque, conceptualmente, si se come, se entiende que se come algo o si se pinta se
pinta algo, aunque el segundo argumento pueda callarse y no necesite ser identificado como
una entidad particular.
11) De acuerdo, entonces, con todo ello, en el análisis de un enunciado, el primer paso es
identificar el verbo de la oración, y en segundo lugar reconocer su estructura A.
REPRESENTACIONES GRAMATICALES
1) Con lo dicho es suficiente ya para proponer un principio de representación. Por el
momento podemos reconocer que un Enunciado E consta de tres componentes: un
componente M (el valor modal), un componente T (el valor temporal) y un componente
descriptivo D de una determinada situación S. Este último componente puede llegar a ser
muy complejo y por eso deberemos dedicar tiempo para estudiar cómo se configura.
Sabemos en principio que ese componente se centra en un verbo, y que ese verbo deberá
combinarse con los argumentos que requiere.
2) Compositivamente podemos concebir al enunciado, y en particular al componente
descriptivo como proyectándose desde la BL del verbo hasta formar un sintagma, un
sintagma verbal SV, llamado así por su núcleo. Las propiedades léxicas del verbo
determinarán en buena medida las características de la situación descripta y sus
particularidades sintácticas.
3) A ese núcleo se irán agregando dos tipos de sintagmas según el grado de relación
semántica con el verbo
 los complementos: sintagmas necesarios para completar la expresión. Entre ellos, se
destacan los argumentos.
 Los adjuntos, cuya presencia depende de la intención comunicativa del enunciador.
Por tratarse de una distinción semántica, encontraremos a veces casos intermedios
de dudosa clasificación en uno de los dos grupos.
4) Para representar o modelizar la composición de un enunciado seguiremos recurriendo a
las estructuras arbóreas.

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