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INFECCIONES DE VIAS RESPIRATORIAS BAJAS

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CECILIA TORRES R 
 
 
INFECCIONES DE VIAS RESPIRATORIAS BAJAS 
NEUMONIA INTRAHOSPITALARIA 
Es la infección que afecta al parénquima pulmonar, que se manifiesta transcurridas 72h o más 
del ingreso del paciente en el hospital, y que en el momento de ingreso del paciente en el hospital 
no estaba presente ni en período de incubación. También se incluye, si la neumonía se relaciona 
con alguna maniobra diagnóstica o terapéutica como la intubación endotraqueal. Cuando esta 
infección se desarrolla en pacientes en ventilación mecánica se denomina neumonía asociada a 
la ventilación mecánica (NAV). Los casos de NN se producen en las salas de hospitalización 
convencional, con una incidencia de entre 3 y 7 episodios por cada 1.000 admisiones 
hospitalarias. El riesgo de presentar una neumonía se multiplica 20 veces en pacientes que están 
recibiendo ventilación mecánica. La etiología no es homogénea en todos los hospitales y varía 
dependiendo del tipo de hospital, de los factores de riesgo de la población atendida y de los 
métodos de diagnóstico empleados. Se considera a patógenos como Streptococcus pneumoniae, 
Haemophilus influenzae y Staphylococcus aureus sensible a meticilina (SASM). Estos 
microorganismos no suelen presentar dificultades en la elección de su tratamiento antibiótico. 
Entre otros patógenos nos encontramos episodios producidos por Pseudomonas aeruginosa, 
Acinetobacter baumannii y S.aureus resistente a meticilina (SARM) son microorganismos con 
muchos casos de resistencia a diversas familias de antibióticos. 
Los microorganismos causantes de las neumonías pueden alcanzar las vías respiratorias 
inferiores por inhalación a través de las vías respiratorias o del tubo endotraqueal si el paciente 
está intubado; por aspiración de secreciones colonizadas procedentes de la orofaringe 
previamente colonizadas; por vía hematógena a partir de focos de infección distantes del pulmón 
o de la propia flora intestinal a través del fenómeno de translocación bacteriana, y finalmente, por 
contigüidad desde infecciones adyacentes a los pulmones. Infecciones por micobacterias, hongos 
y Legionella pneumophila alcanzan el pulmón por vía inhalatoria. Finalmente, el desarrollo de 
neumonía dependerá de la interrelación entre la virulencia de los patógenos implicados, el tamaño 
del inóculo y el grado de alteración de las defensas del huésped. 
El cuadro clínico de la NIH es similar a la de las neumonías en general, pero posee algunas 
características peculiares que es importante mencionar. El diagnóstico se basa en la combinación 
de un infliltrado radiológico pulmonar de nueva aparición junto a secreciones respiratorias 
purulentas junto con un deterioro del intercambio de gases, excepto en pacientes neutropénicos, 
y alguno de los siguientes criterios: fiebre, hipoxemia o leucocitosis. 
El diagnóstico debe ser clínico, de acuerdo con los signos y síntomas mencionados. El 
diagnóstico microbiológico de certeza se basa en el aislamiento de un microorganismo 
potencialmente causal de neumonía en los hemocultivos o del líquido pleural o en una muestra 
válida de secreciones respiratorias (pacientes críticos). Las técnicas diagnósticas invasivas 
permiten obtener muestras de las vías respiratorias inferiores sin contaminación orofaríngea a 
través del fibrobroncoscopio y está indicada en la NIH graves que no responden al tratamiento 
antibiótico empírico inicial o en los pacientes con ventilación mecánica, El lavado broncoalveolar 
es el método broncoscópico más usado. 
La NIH es la infección intrahospitalaria que se asocia a una mayor morbimortalidad. La mortalidad 
cruda oscila entre el 30 y el 50%, y puede llegar hasta el 70% cuando están implicados 
microorganismos multirresistentes como P.aeruginosa, es por ello la importancia de la selección 
adecuada del tratamiento antibiótico desde el comienzo. En el caso de neumonía precoz sin 
antibiótico previo y sin factores de riesgo de patógenos multirresistentes se puede optar por 
monoterapia con amoxicilina-ácido clavulánico, cefalosporina no antipseudomónica, 
levofloxacino o moxifloxacino, o en algunos casos ertapenem. En pacientes con neumonía tardía 
y presencia de factores de riesgo para patógenos multirresistentes, se dara tratamiento empírico 
con un carbapenem con actividad antipseudomónica, piperacilina-tazobactam, cefepima o 
CECILIA TORRES R 
 
 
ceftazidima combinado con un segundo fármaco antipseudomónico (ciprofloxacino o 
aminoglucósido), y considerar vancomicina o linezolid si existe riesgo de SARM. 
NEUMONIA EXTRAHOSPITALARIA 
Es la neumonía que aparece en personas que tienen contacto nulo con instituciones o contextos 
médicos, se identifica por la presencia de síntomas de una infección del aparato respiratorio bajo, 
acompañado de imágenes radiológicas nuevas, para las cuales no existe una explicación 
alternativa, adquirida en el seno de la comunidad o en pacientes hospitalizados en los dos 
primeros días del ingreso o 10 días después del alta hospitalaria. Las NEP son afecciones muy 
frecuentes, su incidencia se estima entre 3 y 4,5 por cada 1 000 habitantes por año. Suponen 
actualmente el 1 % del total de los ingresos hospitalarios y el 6 % de los ingresos en los servicios 
de medicina interna. Las Neumonías junto a la influenza ocupan el cuarto lugar entre las 10 
primeras causas de muerte. Múltiples patógenos pueden producir NEH, ellos varían según la 
edad y otros factores, pero los microrganismos más comunes son: Streptococcus Pneumoniae, 
Mycoplasma Pneumoniae, Haemophilus Influenzae, Chlamydia Pneumoniae, Legionella 
Pneumophila, Moraxella Catarrhalis, Staphylococcus Aureus, especies de Nocardia, Chlamydia 
Psittaci, virus y hongos. Recientemente se han identificado patógenos que incluyen Hantavirus, 
Metanuemovirus y Estafilococo Auerus meticillin resistente (MRSA). 
En cuestión a la patogenia los microorganismos alcanzan el parénquima pulmonar por diferentes 
vías; al estar presentes en forma de aerosoles en el ambiente la vía inhalatoria, por la extensión 
directa por contigüidad y la diseminación hematógena desde un foco séptico distante. Pero la vía 
fundamental de contaminación es mediante la aspiración de secreciones orofaríngeas o gástricas 
contaminadas, que contienen microorganismos potencialmente patógenos, al lograr acceso a la 
superficie epitelial y de este modo establecer una infección invasiva y una vez allí se desarrollan 
cambios patológicos. 
En el diagnóstico es útil la distinción inicial del cuadro clínico de neumonía como típico o atípico. 
La clínica típica es la que muestra la neumonía por Streptococo Pneumoniae donde al examen 
físico detecta al inicio crepitantes y posteriormente se instaura un síndrome de consolidación 
pulmonar. Las alteraciones radiológicas pueden comprender condensación alveolar única 
parcheada (bronconeumonía) o infiltrados intersticiales. La neumonía atípica por Mycoplasma, 
tiene un comienzo insidioso, mialgias, fiebre no tan elevada, tos seca, con frecuencia de dolor 
torácico, síntomas extrapulmonares como: cefalea, artromialgias, vómitos y diarreas y síntomas 
respiratorios altos, la leucocitosis no es marcada y la auscultación puede resultar variable. 
El tratamiento con antibióticos se dirige mediante la identificación de tres grupos de pacientes: 
Grupo 1: Cuadros leves. Tratamiento ambulatorio con Macrólidos por 7-10 días, Nuevas 
Quinolonas por 7-10 días o Tratamiento combinado: Amoxicilina 10 días + Macrólidos 3 días o 
Claritromicina por 10 días (Todos por vía oral). Grupo 2: Ag causal es S. Pneumoniae pero hay 
mayor posibilidad de m.o resistente. Se da terapia combinada: Cefalosporinas de 3° generación 
+ macrólidos o Amoxicilina y Ácido Clavulánico + macrólidos. Grupo 3: Cuadro muy grave, ingreso 
en UCI. Terapia farmacológica combinada con Cefalosporinas de 3° generación + Macrólidos o 
Amoxicilina y Ácido Clavulánico + Macrólidos. 
 
 
BIBLIOGRAFIA 
Díaz, E., Martín-Loeches, I., & Vallés, J. (2018). Neumonía nosocomial. Enfermedades 
InfecciosasY Microbiología Clínica, 31(10), 692–698. https://doi.org/10.1016/j.eimc.2013.04.014 
Carballo, N., De Antonio-Cuscó, M., Echeverría-Esnal, D., Luque, S., Salas, E., & Grau, S. (2017). 
Community-acquired pneumonia caused by Staphylococcus aureus: systematic review. 41(2), 
187–203. https://doi.org/10.7399/fh.2017.41.2.105.